Capitulo 25 Al límite
Mientras tanto del lado con Syusuke y Mina. La chica se estaba dando la divertida de su vida, al ver al capitán tan nervioso, estresado y vulnerable, enfrente de Syusuke, que sonreía cada ves mas, como siendo el gato que se esta apunto de engullir al pequeño ratón.
Vaya que le gustaba jugar con su “presa” a Syusuke. La clara muestra es que estaba mas que segura que Tezuka querría acecinarlo en aquel instante, con aquella mirada fulminante que e estaba mandando, solo por ponerlo en evidencia enfrente de todo el club. ¡Que divertido!
- solo te diré una cosa Syusuke...- murmuro Mina completamente expectante a lo que dijera Syusuke.
- ¿dime?- pregunto con aquélla sonrisa demoníaca que se cargaba. Viendo todavía a Tezuka.
- yo quiero una foto de el beso.- dijo completamente emocionada- es mas si tengo que seguirlos para tomarlos desprevenidos.. no me importara.-
Syusuke soltó una carcajada limpia, ante las ocurrencias de su amiga.
- Trato hecho. Tendrás tu foto como la que me tienes con...-
- si bueno, él es arena de otro costal, además... –respondió cortantemente Mina, mientras Syusuke sonreía.
- Mina... el siempre te ha querido mas que como una amiga... su atracción se puede ver a mas de veinte kilómetros a la redonda.-
- claro, lo que digas, pero ese no es el punto- dijo mientras volvía a sonreír- quiero un beso limpio, de aquellos que me gusta tomar, quiero un fan-service a toda regla y quiero ser la primera en verlo... ¿te quedo claro?- pregunto viéndolo suspicazmente.
- como el agua, capitán.- respondió Syusuke en forma de soldado.
- bien... ahora ¿que vamos a comer?- Mina dirigió su vista al menú con bastante interés.
Syusuke desvió la vista de Tezuka y la poso en el menú.
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Eiji sabia por experiencia propia que la mirada de Syusuke podía ser mucho mas pesada, dependiendo su sentido del humor y si estaba en su función de “fastidíar” no había poder humano que lo parara. Pero sabiendo, con gran alivio, que esas miradas no eran para él, si no para alguien con mucho mas fuerza de voluntad, nervios de acero y mirada helada, estaba que volaba de alivio. Así que, completamente relajado, se acerco a Oishi sentándose respectivamente a lado de el sub. Capitán lo abrazo. Quería tener el primer lugar en ver como el capitán explotaba, no muchos tenían ese privilegio de ver a su capitán perder los estribos de una manera tan... volcánica... aunque sabia que no iba a explotar solamente contra él, de todas formas era mejor estar resguardado por unos brazos protectores y ¿Quién mejor que su amigo para eso? Oishi era demasíado gentil para decirle algo a él, así que Eiji vio como Syuichirou cerro bien fuerte la boca y dejo que su pelirrojo se subiera en el para abrazarlo. Oishi no lo había esperado de Eiji, pero aun así, no dijo nada.
Sabia que era mejor tenerlo así de cerca, como amigo, pero con aquel sentimiento comiéndole las entrañas pero protegiéndolo, sintiéndolo... amándolo en silencio.
- Oishi...- susurro Eiji mientras se acomodaba mejor en el cuerpo de su compañero de equipo- hueles bien...-
- heww...- Prácticamente escupió las palabras este Momoshiro antes de voltear a verlos fijamente- por favor esas muestras de cariño enfrente de mi no ¿No ven que estoy comiendo?...-
- jmjmjmjmjm...- Ryoma bajo la gorra tapando su sonrisa con ella, para que no pudieran tampoco escuchar la pequeña carcajada.
- ¡Mou! ¡Ryoma deja de reírte!- le dirigió una mirada fría Momoshiro a Ryoma, eso hizo que el pequeñín riera ahora con todo.
- ¬¬U.... - ya deja eso Momoshiro, ellos simplemente son amigos.- dijo después de un rato Ryoma mientras sonreía, viendo a Oishi y luego a Kikumaru.- ninguno tiene una relación como...- guardo silencio mientras maldecía en voz baja.
- como quien O’chibi?- pregunto Eiji tiernamente, mientras era sostenido por su compañero y amigo.
- jajajajaja- la carcajada que salió de los labios de Inui asusto a todos los que estaban en aquella mesa (Tezuka ni cuenta se dio de que rió pero volteo a verlo aun con el ceño fruncido)- jajaja por mi no te detengas Echizen, dinos ¿Cómo quien?-
Eiji vio un reflejo en los ojos del capitán al haber entendió completamente lo que había querido decir Echizen aun sin decirlo. Poso su mirada en la verde de su amigo, que lo observaba absorto en sus pensamientos, manteniendo aquella unión con sus cuerpos
- sabes que de hablan Syuichirou? – pregunto curioso, mientras este se rascaba la nuca nerviosamente.
- creo saberlo.
- ¿que es?- pregunto todavía mas curioso Eiji - ¿por qué O’chibi ahora me mira como... como si quisiera matarme?- volvió a preguntar en neko bajando la mirada hacia las manos que estaban en sus cintura.
- estas forzando a decirlo en voz alta, y el no quiere hacerlo- dijo igual de nerviosos Oishi- es mejor que ellos lo expliquen.
- ¿ellos?... - que tiene que explicar- se escucho una vos a sus espaldas, Eiji casi salta del susto mientras veía la cara sonriente de Mina y la de Syusuke. Mina volteo a ver a Momoshiro y a Ryoma, sucesivamente por unos segundos.
La mirada y el sonrojo de los dos daban muchas cosas a que pensar, pero, Mina pudo ver las manos entrelazadas de los de los chicos en cuestión, haciendo que la sonrisa antes invisible de Syusuke se volviera tan visible, como la que ahora mismo portaba Mina en su rostro. Los dos chicos voltearon a verse completamente aterrados por la sonrisa que se cargaban aquellos dos sádicos de Lesfot.
- vaya, vaya...- murmuro Syusuke mientras su sonrisa se ensanchaba. – así que el amor ya toco a la puerta ¿he?- pregunto picaramente. Momoshiro enrojeció brutalmente en menos de dos segundos y Ryoma estaba tomando ya las fascinantes tonalidades violetas. – me alegro por los dos...-
- ¿he?- los únicos que no entendían aquella escena era nada mas ni nada menos que el pequeño neko y su querido compañero de juegos Kawamura que estaban con un gran signo de interrogación en la cabeza. – ¿que quieres decir con eso Syu-chan?
- hem... algo me dice que es mejor no saber de que están hablando...- Inui que estaba atrás de Kawamura, le brillaron los anteojos mientras seguía anotando en su amiguito.
- que te digan ellos, pequeño Eiji...- murmuro Syusuke mientras se sentaba enfrente de Tezuka con su bandeja de comida. Mina se sentó a lado de Kawamura e Inui, riendo bajamente.-
Los integrantes del club observaron a Syusuke comenzar a comer con verdadera armonía, tranquilamente y sin prisas. Ignorando a todos mientras degustaba su comida.
Cualquiera que lo viera diría que estaba verdaderamente rico aquel emparedado. Tezuka lo observo de reojo, quitando la mirada de ves en cuando para no ser descubierto, mas la mirada de águila de Mina y la de Inui captaron todo al instante. Uno completamente perplejo por aquello y la otra sonriendo feliz por su amigo.
Eiji se bajo de Syuichirou mientras tomaba un poco de su jugo mientras que Kawamura estaba mas nervioso de lo normal teniendo a Inui a lado. Kaoru, que se había mantenido al margen de la situación volteo a ver a todos con una ceja alzada, y estaba casí seguro que saliendo de clases iba a tener que contratar a un psicólogo para que le diera terapia de por vida. El club de tennis de la Seigaku estaba lleno de locos.
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El día transcurrió sin ninguna novedad, salvo la mirada atrayente que se cargaba Syusuke que llamaba la atención, no tanto del repertorio femenino, que veían encantadas al oji-azul y revoloteaban encima de el como animales en celo, si no también del masculino, que miraban impactados todo aquel despliegue de sensualidad en un hombre.
Después del estresante receso que había tenido Tezuka, le tocaba la clase de deportes, así que subió por sus cosas, algo nervioso por los constantes movimientos que hacia Syusuke en su contra. Por primera ves en mucho tiempo estaba rogando a Dios por que acabara ese día y los constantes acosos, hacia su persona, por aquel descarado y muy directo tensai.
Comenzó a guardar sus cuadernos en su pequeño portafolio para salir apresuradamente de ahí, sabía, por el propio Oishi que la clase de Eiji y Fuji no tenia profesor de matemáticas por lo cual tenia que salir rápidamente de ahí si no se lo quería encontrar.
La gente comenzaba a irse y Tezuka vio de reojo, como entraba un castaño al aula por la puerta de atrás, así que completamente estresado y cansado comenzó a guardar mas rápidamente sus cosas, siendo conciente como aquel castaño comenzaba a acercarse a él.
Tezuka se le quedo mirando fijamente cuando estuvo a una distancia prudente de su posición, frunciendo el ceño, cosa que Syusuke noto y su famosa sonrisa se poso en su rostro.
El oji-azul lo miraba con esos ojos misteriosos y de cierto punto intimidantes que hacían que Tezuka frunciera mas el ceño, y aunque su cara estaba inexpresiva se podía oler y casí saborear la tensión que existía tanto en el oji-azul como en el castaño.
Pero lo que Tezuka vio no tenia nombre aquello era....!!!!
Vean me explico.
Con toda lentitud Syusuke Fuji había separado ligeramente y sensualmente sus labios y le dedico aquel gesto, que era como una bomba nuclear... o atómica o como se llame, para la pobre mente del capitán.
Sacando su traviesa lengua, que era capas de cortar como si de una hoja de cuchilla se tratara, la paseó acariciando su labio inferior y delineando su labio superior.
Lo que Tezuka clasíficaría como un ataque directo a sus pobres hormonas.
Cuando estuvo fuera del alcance visual de Syusuke, el capitán comenzó a caminar todavía mas rapido, con la respiración agitada y la mirada dilatada, aquello, “eso” por que no podía nombrarlo por su nombre, que había hecho Syusuke, lo había fastidíado y puesto al limite en micro segundos. Nada de esta situación estaba en sus planes, y le hecho de que Syusuke lo acosara constantemente, y que lo fastidíara, lo estaba llevando al limite.
Tezuka tenia la paciencia de todo un santo, pero las acciones del castaño la estaban rebasando muy considerablemente. Inhalando y exhalando, logro normalizar su respiración y relajarse a si mismo, recordó que tenia que ir a clases.
Comenzó a bajar las escaleras del primer piso, las que se dirigían a el patio donde seguramente su clase se encontraría, mas el oji-miel sintió como era tomado de la mano y era golpeado fuertemente contra una pared. Eso, sinceramente Tezuka no se lo había esperado.¿Qué demonios pasaba ahí?Medio aturdido, el capitán miro al culpable y se quedo mas confuso que antes.
Syusuke Fuji.
Syusuke se acercó hasta quedarse a centímetros de los labios del capitán y pego completamente su cuerpo al suyo, amoldándose completamente.
- Tezuka...- susurro Syusuke completamente pegado al cuerpo del capitán- tu autocontrol cederá...-
Tezuka se quedo helado ¿Cómo sabia él eso? Acaso Syusuke Fuji podía leer mentes? Tezuka sabia que estaba al limite, que en cualquier momento Syusuke alcanzaría su anhelado objetivo, obtener y saborear la victoria de los propios labios de él, por mucho que el tratara por todos los medios de negarse.
Frunció el ceño, mientras podía sentir el calor del interior de la boca de Syusuke, como tentándolo, como seduciéndolo... Tezuka maldijo interiormente, tenia una increíbles ganas de besarle y seguramente Syusuke lo sabia y se burlaba en su cara.
- ¿Que dices?- volvió a murmurar Syusuke mientras sonreía ladinamente – no estoy mintiendo verdad? Tezuka vio como los labios de Syusuke se abrían como si quisiera besarlo, pero por el contrario se había quedado a milímetros de él, tentándolo todavía más. El capitán tenia que admitir que estaba completamente a su merced.
Mierda.Mierda.Y más mierda...! …l era un verdadero demonio y Tezuka apenas se había dado cuenta, despertaba en él sensaciones que eran muy difíciles de explicar, pero muy fáciles de sentir, lo hacia desearle y fantasear con él. Y lo mas irónico del asunto es que él demonio sabia sobre ese asunto y se aprovechaba de ello provocándolo adrede.
- vamos Tezuka no te resistas...- Syusuke dirigió su boca oído comenzándole a susurrar, lo que causaba escalofríos en la columna vertebral del capitán, gracias a sus sentidos agudos, pudo escucharlo cuando sonrió, separándose ligeramente del oji-miel. – se que ya no te quieres resistir, déjame dar el primer paso...- Y diciendo esas ultimas palabras se separo bruscamente de Kunimitsu, haciendo que este lo volteara a ver con las pupilas dilatadas, esperando algo que le estaba siendo negado.
Más la sonrisa posada en los labios sensuales de Syusuke fue lo que desato su furia, estaba jugando con él. ¡No eso no!
¿Quería verlo al limite?
¡Pues lo vería al limite!
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Esperaba cualquier cosa del capitán, que lo ignorara, que lo tomara de a loco es mas hasta esperaba que comenzara a gritar mientras salía corriendo despavorido de él. Pero nunca espero aquello. Que él lo tomara del brazo y prácticamente lo arrastrara hacia un pasíllo, que llevaba a quien sabe donde, eran las ligas menores para Syusuke, era lo que menos le incomodaba. Lo que en realidad comenzaba a incomodarle, era el hecho de que todo el mundo se les quedara viendo algo raro a tan sorpresiva escena. Tezuka mas no contento con la constante lucha de Syusuke por recuperar su preciado brazo, jalarlo cual muñeca de trapo se tratase y arrastrarlo prácticamente ante la perpleja mirada de todos los que estaban en aquel pasíllo, ahora lo conducía hacia unas escaleras de emergencia que había al final de este.
Syusuke cuando pudo por fin ver hacia donde lo dirigía, se quedo inmóvil, mientras que el capitán abría la puerta de aquellas escaleras, segundos después metía el cuerpo de un impresionado, anonadado y perplejo tensai para luego introducirse el también, cerrando la puerta con un portazo que muy bien podía haberse oído a kilómetros de distancia.
Syusuke sabia que muy pronto cairia en trauma si no se paraba aquel ambiente que envolvía a Tezuka Kunimitsu y a él en aquel pequeño lugar. Tratando de fingir una seguridad que sinceramente no tenia, encaro al capitán del equipo de tennis, mientras este comenzaba a acercarse al tensai con muy malas intenciones cabe constatar. Syusuke se sentia como una presa de algún depredador que quería comerlo ahí mismo. Su cerebro trato de buscar soluciones y alguna salida fácil para poder escapar de lo que sentia y vivía en aquellos momentos, pero por mas que buscaba, su cerebro no parecía obedecer ordenes.
Presa del pánico hizo lo que muchos jurarían como absurdo, pero que para él era lo mas acertado que había hecho en mucho tiempo.
Comenzó a retroceder.
Tezuka sonrió sin proponérselo y comenzó a acercarse al traumatizado tensai. Paso que retrocedía Syusuke, paso que daba Tezuka hacia delante. Y cuando pensó el tensai que eso no podía empeorar, la pared en su espalda lo sorprendió.
- vaya... creo que te atrape- murmuro Tezuka mientras se acercaba un poco mas a un ya depresivo Syusuke que comenzaba a palidecer, ante el tono de voz que había surgido de las cuerdas vocales del capitán.
La desesperación de Syusuke era tal que Tezuka podía sentirla y prácticamente saborearla. Se sentia muy bien darle tamaño trauma al tensai, pero sabia que las cosas no terminarían ahí, no en esa escena, él no iba a huir como Syusuke le dijo que iba a pasar. ¡O no! ¡Claro que no! dejaría de llamarse Tezuka Kunimitsu si retrocedía un solo centímetro del cuerpo de Syusuke.
Y sin más y ante la mirada expectante y sorprendida de Syusuke, Tezuka lo había encerrado entre la pared y su cuerpo.
Syusuke recordó lo que había pasado con el “fan-service” que había hecho con Tezuka, y un calor interior fue apoderándose de él, mientras veía el rostro amenazador que se aproximaba al suyo con muy claras intenciones.
Quedándose a solo escasos milímetros del rostro del tensai, Tezuka disfruto su posición ¡Vaya que si lo hacia! La mirada entrecerrada del tensai, la clara agitación de su respiración y la tensión en su cuerpo era como miel para Tezuka. Sabia que Syusuke estaba pasando por todos los estados de la materia, de eso podría jurarlo, y sabia que también había llegado el momento de poner todo su autocontrol, no iba a rendirse así de fácil, quería ver a Syusuke Fuji pedir por un beso, quería que el mismo chico que lo había retado enfrente de toda esa gente un día en una avenida rogara por que lo besase. Syusuke estaba esperando aquel contacto, pero cuando vio que los segundos pasaban y ni rastro de aquello, frunció el ceño. Sabia que era lo que quería Tezuka de él, y se juro que jamás iba a obtenerlo. Abrió los ojos exasperado mientras en sus manos se podía ver la tensión que él tenia en aquellos momentos. Los puños cerrados, la mirada fija y el ceño fruncido hacían muuuuy feliz a Tezuka. Justo cuando Syusuke ya no podía más, cuando sentia que tamaña tortura lo estaba atravesando hizo lo que Kunimitsu nunca se hubiera esperado. Fuji con una mano, tomo la barbilla del capitán y con el pulgar de la misma, rozo sensualmente el labio del castaño. Tezuka de momento se vio disfrutando de aquello, disfrutando de aquella caricia que le estaba proporcionando Fuji, dejándose llevar por las reacciones de su cuerpo. Más Fuji no contento con solo rozar su labio con su travieso dedo, con algo de cuidado introdujo su pulgar en el interior de su boca...
Con un único fin.
Tezuka de momento se vio sorprendido, sintiendo que era jalado hacia enfrente y besado de una forma única. Fuji movía los labios contra los del capitán haciendo una fricción placentera para los dos. Dejando los ojos abiertos para poder ver la reacción del otro.
Tezuka no los cerro, mucho menos Fuji.
La experiencia para Tezuka rebasaba sus limites, era extraño, no lo dudaba, nunca nadie lo había besado con los ojos abiertos, pero se vio descubriendo que aquello era tremendamente excitante y erótico. Podía ver en los ojos de Fuji sus emociones las cuales expresaban posesión dureza y ¿Deseo? De momento sintió la fría pared en su espalda y se sorprendió de que rapido habían cambiado los papeles, ahora el tensai lo acorralaba y él se veía dispuesto a obedecer... Cuando pensaba que aquello había acabado, que no podía pasar todo esto a más. Syusuke lo había sorprendiendo nuevamente, ya que tomando la cara de un deseoso Tezuka con sus dos manos, ladeo la cabeza del capitán en un ángulo exacto volviéndolo a besar. Tezuka deseaba más, de eso no cabía duda, y Fuji lo sabía. Justo cuando pensaba hacer algo nuevo, Tezuka se vio abriendo más los labios, pidiendo más, y Fuji como se senita de buen humor cumplió su capricho, besándolo con vehemencia, haciendo que el capitán soltara un suspiro que muy bien habría pasado por un gemido. Mientras que las manos y brazos del capitán que habían estado al margen de la situación, no interfiriendo, ahora se veían con vida propia, escalando el pecho y acariciando la espalda del tensai. Syusuke estaba de lo mejor, mientras abría un poco mas los labios del castaño, introduciendo su traviesa lengua en el interior de la boca del capitán, para después volverla a sacarla y morder con deseo el labio inferior de ojimiel. Cuando Tezuka quería cerrar su boca, Syusuke lo sorprendía besando su labio superior y girando la cabeza a otro lado. Solo un toque vasto para que la inquieta lengua del capitán cobrara vida y se uniera a esa danza erótica que Syusuke había comenzado.
El tensai volvió a unir sus labios con los del capitán, atrapando su labio inferior mientras que Tezuka intentaba soltarse abriendo la boca para atrapar su labio superior. Con violencia, fuerte y muy sensual, como ellos dos se sentían en aquel momento.
Tezuka no contento con sentir a Fuji así de cerca, con sus brazos capturo la cintura del tensai atrayéndolo mas a él. Quería sentirlo cerca, quería volver a sentirlo como lo había sentido en aquella avenida, como la primera ves en la que él lo había acorralado. Fuji mientras tanto, disfrutaba, saboreando sus labios manteniendo una mano en la nuca de Tezuka y la otra había comenzado a vagar por el cuerpo de el capitán buscando sus caderas, mientras lo mordía suavemente. Fuji se estaba cansando de aquel juego, así que poniendo otro plan en practica y ante el desconcierto de Kunimitsu (y si ¿por qué no? en descontento también) se separo de sus labios bruscamente mientras comenzaba a besar ahora su mandíbula, para después bajar al inicio de su cuello.
Los jadeos y gemidos de los dos que integraban aquel espectáculo, se oían cada ves más fuertes. Syusuke en un acto muy único de él, volvió a los labios de Tezuka solo para lamerlos, mas Tezuka no contento con solo eso, saco su lengua de entre sus labios buscando aunque sea un mínimo rocé. Fuji se vio sonriendo ante aquella invitación y también sacando la suya, por solo unos instantes se pudo ver el choque de ellas antes de volver a internarse en sus bocas, para esconderse y seguir con aquella danza en privado. El deseo estaba a flor de piel, los dos podían sentirlo. Los dedos de Fuji en la nuca de Tezuka le quemaban, mientras este besaba su labio inferior y volvía a internarse en la boca del primero.
Tezuka ya no podía más.
Sin ser conciente de todo, y ante la sorpresa de Fuji, el castaño se abalanzó sobre el cuerpo del tensai haciendo que este chocara contra la pared y comenzara a bajar por las escaleras de emergencia. Ninguno quería perder aquella guerra, buscando poseer al otro, besándose fieramente, cuando estuvieron de nueva cuenta uno pegado a la pared y otro acorralándolo, Syusuke volvió a separarse, dejando a Tezuka insatisfecho, y al oji-azul con una sonrisa mientras comenzaba a besar su cuello nuevamente, y sin esperar un segundo, separo las piernas de Tezuka poniendo una de las suyas entre las dos. Por la mente afiebrada de Tezuka se le vino una pregunta que lo dejo bastante perplejo
. “Si esto, es lo que puede conseguir besándome... ¿Qué puede hacer él, conmigo sin ropa?”
Este pensamiento casí lo desequilibro. Y conste que a estas alturas no estaba muy consiente que digamos. Tezuka soltó un gemido mientras que Fuji lo volvía a besar, e introducir su lengua en su boca nuevamente. La lengua traviesa de Syusuke hizo que los pensamientos de Tezuka se fueran directo al caño, y en cambio comenzó a responderle con verdadera pasíón. Cuando el oxigeno en sus pulmones fue nulo para los dos, muy a regañadientes tuvieron que separarse. Las respiraciones agitadas, el sonrojo en sus rostros y lo desaliñados que estaban fue una pieza clave para que en la mente de Tezuka se encendiera una alarma.
Syusuke por el contrario había disfrutado al máximo de aquel encuentro y sinceramente lo quería volver a repetir.
Pero ninguno de los dos decía nada.
Syusuke agitado, respirando entrecortadamente, con todas sus ropas revueltas todavía esperaba alguna reacción del capitán, pero este solo y ante la mirada perpleja del oji azul, se había salido de aquel lugar para dejarlo solo...
- Tezuka...