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Interés por zion no bara

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Notas del fanfic:

Es una historia corta pero de todas formas espero que les guste.

Notas del capitulo: Esta historia va dedicada a Kikyo y su hermana, es que también la pensé mientras trabajaba en Pasión pero esta quedo corta, espero que les guste y gracias por sugerir la pareja.

 

--Eres perfecto Shaka.

Al escuchar esa frase el de largo cabello rubio solo sonrió en su interior, era cierto, él lo sabía, sin importar cuantas veces lo escuchara siempre necesitaba que se lo dijeran, era como una compulsión, tenía que oírlo para saber que las cosas estaban bien y que nunca regresaría a su vida anterior, no estaba dispuesto a ser el que era antes, primero muerto que eso.

--Solo unas cuantas fotos más.

Shaka no tenía problemas con ello, podía pasar horas de esa forma, le gustaba ese trabajo, desde un inicio se había decidido que si era su pase a otra vida no renunciaría hasta ser el mejor y cuando lo lograra no se detendría de todas maneras.

Para ese momento de su vida Shaka era el mejor modelo del medio, había empezado muy joven poco después de que sus padres fallecieran pero no se necesitó mucho tiempo para que las personas se enamoraran de su aspecto y no se cansaran de quererlo para distintos trabajos, ya fuera simplemente una portada, comerciales, videos, pasarelas, no se podía caminar por varias ciudades sin que se viera su rostro en alguna forma. Y eso era porque realmente nunca se había visto un muchacho como él.

No era solo su belleza física, era también esa forma tan especial de mirar y comportarse ante la gente, no era frío, era otra cosa, una especie de alejamiento, de misticismo, un algo que hacía pensar que las personas no le eran cercanas de ninguna manera y por alguna extraña razón eso atraía más aún a los demás que simplemente no podían dejar

de querer verlo y estar cerca.

Entre esas personas podía nombrarse a una en especial, se trataba de Hades, hasta ese momento uno de los más importantes inversionistas en la empresa que manejaba el nombre de Shaka como una marca registrada, una manera de proteger intereses de varios inversionistas y del mismo rubio. De hecho en varias de las empresas de Hades el joven rubio había formado parte de su publicidad y hay que decir que Shaka estaba al tanto de quien era el de cabello negro y no dejaba pasar la oportunidad de fortalecer la atracción que sabía sentía el otro hombre por él.

Una vez terminada la sesión de fotografía Shaka se veía libre de descansar un poco para tener las horas siguientes libres, vio como los demás daban sus opiniones sobre las fotos que se utilizarían pero lo dejo pasar, eso ya no era asunto suyo y tenía cosas en mente más importantes a futuro en ese momento.

--Te ves encantador Shaka-dijo Hades acercándose.

--Muchas gracias-respondió el rubio.

--Me encantaría que me acompañaras este fin de semana.

--¿Un fin de semana?

--Habrás una fiesta privada para algunos de mis amigos en los cabos.

Algo como eso era conocido por pocas personas, alguno de los magnates amigos del de cabello oscuro celebraría una fiesta por cualquier motivo, eso lo sabía Shaka pero también sabía que a veces era mejor no ir si no se estaba dispuesto a participar, sabía algunas de las diversiones y que muchas veces se invitaba a jóvenes que iniciaban en el medio artístico o el modelaje a condición que estuvieran disponibles a lo que fuera. No estaba interesado.

--Tengo un compromiso-dijo el de ojos azules-Pero gracias por invitarme.

--Eres muy esquivo Shaka pero me agrada eso.

--Tengo que irme.

Sin otra palabra el joven modelo se marchó, sabía que Hades llevaba un tiempo siguiendo sus pasos y lo cortejaba sin discreción alguna, también estaba al tanto que era un hombre que siempre obtenía lo que deseaba y en esos momentos quería a Shaka para él pero el rubio no estaba dispuesto a caer tan rápido, no lo haría mientras no tuviera nada seguro de esa relación porque desde que Hades lo buscara se había planteado un objetivo: no iba a ser una aventura más.

Las noticias sobre Hades en el terreno romántico eran más o menos las mismas, le gustaba una persona y una vez que la tenía perdía todo el interés, ciertamente que eso también estaba relacionado con que las personas a su alrededor se desvivían por complacerlo y nunca le negaban nada. Hades era dueño prácticamente de la ciudad y de muchas otras cosas, era como el rey de su feudo personal y quien no quisiera ser exiliado debía mantener contento a su majestad.

Sin embargo Shaka se había movido con mucha más inteligencia que la mayoría de sus predecesores, no había accedido desde la primera invitación, había medido el grado de confianza y de cercanía, se mostraba dispuesto e inalcanzable a la vez. El de cabello rubio sabía que los hombres con poder siempre se aferran más a aquello que les cuesta trabajo conseguir y son más celosos en el momento de conservarlo y Hades no era la excepción.

Finalmente se fue a su casa, se trataba de un lujoso condominio en el primer edificio de la ciudad, sin más se dispuso a descansar y a pensar, era seguro que recibiría una nueva invitación de parte de Hades en los días siguientes y esa sin duda la aceptaría. Se dedico por el resto del día a hacer compras, le encantaban las compras, era una manera de relajarse para él o al menos lo ayudaba a tener su mente en algo más. Vio su reflejo en un espejo mientras se probaba un traje, era un atractivo y distinguido hombre, no había nada que no pudiera tener, había una gran distancia entre esa imagen y el niño que alguna vez fuera. Sonrió ante la idea, no permitiría que su vida retrocediera nunca más.

Tal como lo supuso Shaka la invitación a los cabos fue repetida pero igual la rechazo, sin embargo con el paso de los días siguieron los encuentros, llamadas, conversaciones, en algunas ocasiones anteriores habían salido juntos pero cuando llegó una nueva propuesta para una fiesta aceptó, se trataba de un evento en casa de Hades para celebrar que terminaba de cerrar un trato multimillonario con una importante productora y comercializadora de películas.

En la amplia terraza tocaba una orquesta y los meseros ofrecían aperitivos y pasaban bandejas con copas de champaña. Shaka llegó con más de treinta minutos de retraso pero no importaba, Hades lo recibió de inmediato y no apartó su mirada del rubio desde ese momento, pasaron por el salón saludando a varias personas. El de cabello oscuro le entregó una copa, la tomó del brazo y lo presentó con aquellos rostros que no resultaban familiares para el de ojos azules.

--Quiero que todos te conozcan-dijo el de mirada violácea.

Para los otros invitados en realidad era fácil saber quien era el de cabello dorado, habían visto su rostro en las revistas, en las portadas, en comerciales, en videos, era conocido para todos; a su vez el de ojos azules fue presentado a tres importantes dueños de consorcios empresariales, media docena de importantes empresarios, cuatro directivos de empresas trasnacionales, varios inversionistas y muchos más corredores de bolsa. Pero quien realmente le interesaba no se separaba de su lado y eso era realmente lo que deseaba.

Conforme anochecía los invitados comenzaban a retirarse, fue de esa manera que Shaka y Hades quedaron a solas en la propiedad, el rubio estaba por ponerse el abrigo para irse.

--¿Ya te vas Shaka?

--Así es Hades, me divertí bastante, gracias por invitarme.

--Quédate un poco más, al menos para tomar una copa.

--Ya es un poco tarde, mañana temprano tengo una reunión.

--Solo unos momentos más, prometo no distraerte mucho.

--Bien pero solo una copa.

Se sentaron unos momentos en la terraza y el de cabello oscuro no tardó en darle otra copa al rubio, estuvieron charlando un largo rato mientras cada uno hacía en su mente planes sobre lo que deseaba de ese encuentro. Hades había observado como todos los invitados se desvivían por agradarle a Shaka, por simplemente ser notados por él, había atestiguado como lo miraban por ser él quien estuviera a su lado, era sin duda el hombre que necesitaba como su compañero. Por su parte Shaka estaba conciente de todo lo que podía obtener de estar con Hades, ese mundo de cosas maravillosas en el que se había criado pero más grande y amplio todavía, la belleza, la diversión, el lujo, ese hombre frente a él podía darle esa clase de vida. Solo hacia falta aclarar los términos.

Llegado un momento de miraron insistentemente y se sonrieron, Hades dejó su copa a un lado y se acercó al rubio, le quito su bebida y sin esperar por alguna señal de que podía hacerlo lo besó en los labios, el de ojos azules lo aceptó, era solo cuestión de unos momentos más y ambos tendrían lo que deseaban. Conforme siguieron besándose las manos se hacían más ágiles y deseosas, Hades tenía para esos momentos a Shaka contra la pared, buscando la forma de traspasar la ropa pero cuando tenía a su alcance lo que deseaba el de ojos azules lo detuvo mirándolo directamente.

--No puedo hacerlo Hades, lo lamento.

--Shaka, sabes bien cuanto me interesas.

--Lo se pero fui educado de otra manera, comprende eso.

De acuerdo a lo que se sabía había vivido en el seno de una familia muy tradicional sobre los valores sociales a las orillas del Ganges, era casi como un cuento sacado de Las Mil y Una Noches escuchar hablar de su infancia.

--No busco una aventura Shaka-le aseguró el de cabello oscuro-Quiero casarme contigo.

Los ojos azules brillaron al escuchar eso.

--¡Si Hades!

Lo estrechó con fuerza, sus deseos se cumplían, tenía a su alcance todo lo que deseaba de la vida. Pero de todas formas se separó del de ojos violáceos, había muchas cosas por planear, los dos lo sabían, de la misma manera que sabían que su vida había cambiado, sin embargo sus planes se llevarían a cabo.

 

 

Radamanthys fue llamado por Hades a su oficina, se conocían desde hacia años y eran amigos, estaba al tanto del interés de su amigo por el joven rubio pero de todas maneras se sintió un tanto sorprendido cuando escuchó la noticia.

--Le propuse matrimonio a Shaka y él aceptó.

--Se escucha algo apresurado Hades.

--¿De qué hablas?

--No mantuvieron una relación ¿y van a casarse? Se necesita de tiempo para llegar a conocer a otra persona.

Pero el de cabello oscuro no iba a escucharlo.

--Serás mi padrino, además necesito que me ayudes a tener todo listo.

Como sabía que era una pérdida de tiempo tratar de razonar el rubio se limitó a tomar el encargo, como abogado que era tuvo todo listo en poco tiempo, sin embargo no dejo de notar que su amigo de cabello oscuro a pesar de mostrarse satisfecho con sus próximas nupcias manejaba todo como si fuera un negocio.

A partir del momento en que se anunció su compromiso hubo un fuerte revuelo en los círculos en los que los conocían, finalmente alguien había sido capaz de convencer al esquivo Hades de comprometerse y el de cabello oscuro no quería esperar más de lo necesario, a su forma de ver las cosas ya había esperado demasiado. La ceremonia nupcial fue todo un acontecimiento y se desarrolló en un exclusivo hotel de cinco estrellas, un sitio que de haber sido un castillo fue acondicionado como hotel, ambos se mostraban sonrientes y complacientes ante la vista de los demás, sin duda estaban satisfechos con lo que representaba esa alianza para ambos.

Cuando la fiesta estaba en su auge había llegado el momento, tan solo habían cortado el pastel y fue el instante exacto que tomó Hades para acercarse a su esposo y hablarle al oído.

--¿Qué tal si nos vamos Shaka?

--Aún no termina la fiesta Hades.

--Solo quiero que estemos a solas.

--Si lo pones así creo que debemos irnos.

Discretamente salieron del salón para apartarse de la multitud, se dirigieron a la elegante y privada suite que les fue reservada, solo pasarían una noche ahí pues a la mañana siguiente empezaba su viaje de bodas.

Los recién casados se sentían bien y cómodos, no había nervios pero si expectativas, Shaka simplemente desapareció de la vista del otro para cambiarse, un momento antes de regresar a su lado vio una vez más su anillo, tenía un perfecto diamante y sonrió, su vida era perfecta.

Cuando estuvo al lado de Hades en la cama no se mostró tímido, se acercó y lo beso para mirarlo después, los dos sonrieron, era momento de seguir. Hades tomó a Shaka por los hombros y lo atrajo para besarlo con pasión mientras lo acariciaba por la espalda y bajaba sus manos sin timidez hasta llegar a su trasero y estrecharlo, el joven rubio gimió al sentirlo pero solo se aferró más fuerte al cuerpo del hombre a su lado y fue por sentir la excitación recorrerlos que no tardaron en quedar recostados sobre la cama dispuestos y deseosos de conocerse íntimamente.

Hades no tardó en quedar sobre el cuerpo de su esposo, era tan hermoso, lo había deseado desde hacía mucho tiempo, no se cansaba de besarlo y acariciarlo y probar más de él sabiendo que ahora era suyo y nunca dejaría de serlo. Empezó a bajar por su cuerpo besando su blanca piel acariciándolo con sus labios y su lengua, incitando al otro hombre a moverse y a buscar más de esas sensaciones, claramente los dos esperaban los mismo pues el de cabello oscuro llegó hasta su excitado sexo y sin tomar tiempo de nada más comenzó a probarlo tentativamente, pasando su lengua primero para después tomarlo con sus labios e introducirlo lentamente en su boca, el de ojos azules solo pudo gemir con ese contacto pero movía sus caderas tratando de que el otro se apresurara pues su propia excitación era muy fuerte. No tardó en obtener una respuesta a eso pues Hades de inmediato comenzó a probarlo y a moverse a un insistente ritmo que solo quería hacerlo estremecer y que no dudara en seguir adelante, lo cual no iba a pasar.

Shaka trataba de no apresurar las cosas, quería prolongar lo que sucedía lo más posible pero su compañero por el contrario parecía dispuesto a hacerlo terminar cuanto antes, fue probablemente ese el motivo por el cual el rubio no lo toleró más que unos momentos, sobre todo cuando sintió como una mano lo acariciaba insinuantemente en su masculina intimidad excitándolo aún más, bastaron unos instantes de continua estimulación para que el de ojos azules sintiera su culminación y diera unos fuertes gemidos por ello, su respiración era acelerada y apenas si logró darse cuenta de la manera en la que su esposo lo miraba con necesidad.

--Aún no es todo Shaka-dijo Hades.

Sin otra palabra volvió a besarlo, lo hacía con más fuerza y más insistencia que los momentos anteriores y lo dejaba probar su propia esencia de sus labios, frotando su cuerpo contra el del rubio que parecía no tardar en recuperarse y responderle de inmediato, de hecho no tardó el de ojos violáceos en sentir el erguido miembro del otro hombre contra el suyo, no había porque retrazar las cosas por más tiempo. Hades se separó un poco de Shaka, solo un poco para tomar el tubo de lubricante que había sido colocado por él bajo las almohadas, lo abrió y se puso en sus dedos para guiarlos e la estrecha entrada del de cabello rubio, en un principio solo lo acarició, después comenzó a empujar suavemente hasta que uno de sus dedos quedo en el interior haciendo que Shaka se arqueara bajo su toque, siguió así por unos momentos hasta que sintió tan dispuesto a su compañero que introdujo otro de sus dígitos y los movió al mismo tiempo escuchando las leves exclamaciones de placer y sintiendo los ávidos movimientos de su compañero que solo lo hacían desearlo más.

Cuando le pareció que era suficiente y que él mismo no podía esperar más Hades retiró sus dedos y sin perder un segundo colocó la punta de su erguido sexo en la estrecha entrada del de ojos azules, el joven sobre la cama trataba de relajarse lo más posible y acostumbrarse cuanto antes a sentir al otro hombre en su interior, cuando el de cabello oscuro siguió penetrándolo el rubio cerró sus ojos con fuerza hasta que no pudo avanzar más, por unos segundos no pasó nada pero el de ojos violáceos no pudo resistirse más a seguir en esa quietud, comenzó a moverse con cuidado para ir aumentando la velocidad y la fuerza de sus embestidas poco a poco, no se trataba de lastimar al otro pero no podía evitar sentir esa urgencia de reclamara Shaka como suyo.

El de cabello dorado trataba de acostumbrarse a su compañero pero le tomó un poco de tiempo, no demasiado realmente pues verdaderamente le gustaba ese hombre, así que cuando el otro encontró ese sitio exacto en su interior que liberaba por completo sus sentidos y lo hacia sentir un increíble placer ya no pensó en nada, tan solo se entrego a las sensaciones que vivía y permitió que el de cabello oscuro lo tomara como quisiera, no podía hacer nada por si mismo, tan solo pertenecerle al otro.

Siguieron de esa manera pero no podían hacerlo para siempre, mientras más se conocían más se estrechaban y era como si se necesitaran con más intensidad, Hades logró tomar en una de sus manos el erguido miembro del rubio y lo frotó con entusiasmo al mismo tiempo que entraba una y otra vez  en el interior de ese complaciente cuerpo que casi lo hacía olvidarse de cómo respirar, no podían prolongar  la llegada de lo inevitable. Hades escuchó un fuerte gemido de Shaka acompañado de su esencia que quedo entre ambos, sentirlo de esa manera fue lo que lo llevo a su propio clímax, terminando con fuerza en el interior del de ojos azules dando un grito de satisfacción.

Después de eso los dos se quedaron muy quietos, tan solo Hades se separó lentamente del joven rubio para quedar recostado a su lado, parecía que Shaka estaba cansado, sus ojos se entrecerraban, había sido un día largo y fue por eso que el de ojos violáceos no se opuso a dejarlo descansar...pero no por mucho tiempo.

Ciertamente Shaka no durmió mucho, despertó tranquilamente sintiendo el calor del otro hombre a su lado que no parecía haberse movido de la posición en la que quedaron.

--¿Estás despierto?-preguntó el rubio.

--Si.

--Solo deseaba saberlo.

--No te preocupes por nada-dijo Hades-Solo esperaba que despertaras, es tiempo de algo más.

Y con esas palabras tomó sus labios y lo beso apasionadamente. Ese contacto comenzó a excitar a Shaka y le dio la impresión que no podía resistirse a nada de lo que el otro le pidiera. Dejo que sus manos vagaran por la espalda del de cabello oscuro y lo acariciaran con suavidad pero dejando que el otro sintiera que era lo que quería. Hades sentía simplemente como la necesidad nacía de nuevo entre ellos, por eso hizo que su compañero abriera un poco su boca y sin pensarlo dos veces la invadió, sus manos estaban como hambrientas explorando una y otra vez; de alguna manera los dos terminaron revolviendo la cama, su atracción se liberaba con fuerza en un apasionado frenesí. Shaka solo quería sentirlo de nuevo y terminó sobre su compañero, besándolo con intensidad y casi dejándolo sin aliento. Al ver la posición en la que estaban Hades supo que no podía dejar pasar la oportunidad.

--Móntame-pidió con voz cargada de placer-Hazlo Shaka.

El rubio por un momento se quedo quieto pero no dudo en responderle.

--Nunca tendrás a otro jinete como yo.

El de cabello dorado estiró su mano y tomó el turgente miembro que se levantaba entre las piernas de su compañero, se colocó con cuidado sobre el otro hombre, una aplicación final de lubricante y guió con cuidado el sexo a su entrada, se apoyaba con una mano para mantener el balance mientras que Hades gemía al sentir como entraba de nuevo en ese cálido cuerpo. Las manos de Shaka presionaban el pecho de Hades mientras descendía tomándolo por completo.

--Hades...--dijo sin aliento el rubio.

--¿Estás bien Shaka?-preguntó el otro conteniendo el aliento.

--Estoy bien...estoy bien...

Y sin decir nada más comenzó a moverse libremente con fuerza sobre su compañero, el otro tan solo pudo tomarlo por la cadera y los dos se movieron al mismo tiempo para conseguir estar unidos por completo y vivir de nuevo la intensidad de compartir su intimidad. El rubio era maravilloso, movía sus caderas de una manera que el de cabello oscuro nunca había experimentado y solo lo incitaba a seguir el mismo ritmo con la misma fuerza. Desafortunadamente no podían estar mucho tiempo de esa manera ya que su fuerza se veía rápidamente consumida al calor de la pasión.

Fueron solo unos momentos los que tuvieron para saber que no durarían a ese paso, la mano de Hades buscó con necesidad el sexo de Shaka para ayudarlo a lograr su satisfacción, una vez que encontró su objetivo no tardaron mucho en estar a un paso del orgasmo y vivir juntos el clímax en medio de fuertes gemidos que declaraban su pasión complacida. Aún se quedaron unos instantes sin moverse, tranquilizando su respiración, hasta que se sintieron listos para moverse. Shaka besó el rostro del de cabellos oscuros, este lo estrechó con fuerza y no le permitió moverse de su lado hasta que ambos se durmieron sin poder siquiera hablar de lo que habían vivido.

 

 

A la hora indicada estaban de pie y dispuestos a dar inicio con el viaje de bodas. El viaje era todo lo que esperaban, fue grato, lujoso, espléndido, no solo fue Europa, también recorrieron parte de Asia y en todo se mostraron complacidos, nada podía interrumpir lo que lograrían obtener con ese matrimonio. Tomaron un avión privado que los llevó a Nepal, la maravillosa naturaleza les ofrecía un espectáculo natural y exótico; después se dirigieron al Hotel Du Palais en Francia, el viaje siguió en Mónaco donde pudieron apostar en los casinos, siguieron a Madrid donde vieron corridas de toros, en cualquier lugar de los siguientes destinos que se detuvieron fueron momentos fantásticos para los dos, parecía que nada les faltaba y pronto se convirtieron en noticia continua en las páginas de sociales, ambos tenían todo lo que habían esperado de su matrimonio, no había motivos para no sentirse bien por ello.

Cuando regresaron de su viaje de bodas Shaka experimentó lo que era tener todo lo que había deseado, tan solo querer y obtener. El joven rubio seguía siendo la estrella más importante del modelaje y aparte de eso todas las personas más importantes de la ciudad se desvivían por complacerlo pues también era una manera de complacer a su esposo. Así pues el de ojos azules reorganizó la vida social de ambos y él decidía que se hacía, cuando y con quien, era una bella época.

Las fiestas que organizaban en la mansión Shaka y Hades eran las más codiciadas de la ciudad, solo los que eran considerados importantes eran invitados; cuando no daban fiestas era solo porque eran invitados de otros y vaya que los buscaban para cualquier evento, sin importar el lugar en el que se presentaran se les consideraba la pareja dorada y eran los reyes de esa ciudad. Nada podía ser mejor en sus vidas.

Desde ese instante ambos tenían la impresión de que finalmente nada faltaba en sus vidas, al menos era lo que creían, las cosas no podían marchar mejor, durante los primeros meses fue como si el viaje de bodas se hubiera prolongado, incluso cuando regresaron y se instalaron definitivamente en su casa, solo se les veía sonrientes y entusiastas. Los medios de negocios se fusionaban con lo artístico, todos salían ganando, Shaka tenía un compañero que le proporcionaba la vida de lujos que siempre había querido y Hades tenía a un compañero que le brindaba clase y distinción además de envidia ante todos los demás.

Shaka y Hades llevaban a la perfección su papel como la pareja dorada de la sociedad, nadie podría negarlo y como los dos se entendían tan bien no había problemas de ningún tipo. Y fue justamente en ese momento que sucedió algo por demás inesperado para el matrimonio. Radamanthys se comunicó con Hades y le dijo que era importante verse, tenían que hablar en persona.

--¿Tienes idea de que quiere decirte Radamanthys?-le preguntaba Shaka al otro mientras tomaban el sol a un lado de la alberca.

--No, solo me dijo que era importante pero me dio a entender que no se trataba de negocios-dijo despreocupado el de cabello oscuro.

--Espero que no sea grave.

--No te preocupes, sea lo que sea se podrá solucionar, te lo aseguro.

Mientras seguían como si nada llegó finalmente Radamanthys, el rubio se dirigió de inmediato al de ojos violáceos y parecía muy serio cuando se acercó.

--¿Qué sucede Radamanthys?-preguntó de inmediato Hades--¿Qué es tan importante para que vinieras así?

--Tal vez quieras que lo discutamos en privado-fue la respuesta del recién llegado.

--No tengo secretos para Shaka, puedes decir lo que quieras.

En ese momento ambos esposos estaban sentados en un cómodo sillón de mimbre y esperaban escuchar las noticias.

--Hades...Pandora falleció.

A esas palabras Shaka no supo que pensar ni como actuar, para empezar porque no tenía la menor idea de quien era Pandora y porque vio como su esposo se tensaba por un segundo para después actuar como si no le afectara.

--Tal vez sea mejor que hablemos en privado-dijo el de ojos violáceos.

Ambos hombres se retiraron dejando a Shaka solo, preguntándose muchas cosas sobre lo que estaba sucediendo pero tendría que esperar para saber que estaba sucediendo. Pasó un rato no muy largo para que de nuevo se dejaran ver los otros dos al salir de la biblioteca, el rubio esperaba impaciente por noticias pero su marido no le dijo nada, no de lo que deseaba saber.

--Me cambiaré en un momento-le dijo a su amigo-Tengo que atender un par de cuestiones-dijo al de ojos azules-No tardaré más de lo necesario.

De inmediato se fue a su vestidor dejando a Shaka más confundido que antes, por eso volteó a ver a Radamanthys.

--¿Qué sucede?-preguntó directamente Shaka-De verdad desearía una explicación.

--Por lo que veo Hades no te dijo nada a pesar de asegurar que no tiene secretos para ti-fue la respuesta del otro hombre.

--Tan solo dime lo que ocurre.

--Pandora era la hermana de Hades.

--¿Hermana? Nunca me dijo que tuviera una hermana.

--No me extraña, la familia la desconoció hace años, prácticamente desde que dejo la escuela en la que estaba internada.

--¿Por qué?

--Pandora era una muchacha muy especial, desde niña era un caso muy determinado, nunca se amoldó a lo que quería la familia de ella, al menos fue lo que supe, solo la vi una vez, hace años, cuando buscó a Hades.

--¿Qué sucedió?

--Pandora conoció a un joven, se enamoro y se decidió a casarse con él, la familia se negó amenazando con desheredarla pero ni así lograron que desistiera, dicen que se fue con su novio solo con lo que traía puesto, esa única vez que coincidimos fue para entregarle la invitación de su boda a su hermano, él rompió la invitación frente a ella sin decirle una palabra y nunca volvieron a verse.

--No imaginaba que su familia fuera así.

--Tenían planes para ella, la casarían con un amigo de la familia, que no se doblegara a lo que querían los molesto demasiado.

--Supongo que Hades debe hacerse cargo de algo ¿verdad?

--Fui contactado por los abogados de ella, aparentemente hay cosas por resolver y hay un par de temas en los que Hades debe estar enterado personalmente.

--Comprendo.

--Permíteme sugerirte algo Shaka.

--¿Qué cosa?

--No trates de darle el pésame a Hades.

--¿Por qué? A pesar de lo sucedido era su hermana.

--Por la misma razón por la que nunca escuchaste hablar de ella, Hades tampoco la perdono.

En ese momento vieron bajar al de cabello oscuro por las escaleras, parecía como si fuera a atender cualquier cita de negocios.

--Espero no tardar Shaka-dijo el de ojos violáceos-Pero de todas maneras si tenías planes no los pospongas por mí.

--De acuerdo.

Sin ninguna otra palabra vio salir a los otros dos hombres de la casa sin saber como sentirse en realidad por lo que acababa de escuchar.

En las horas siguientes muchas cosas sucedieron en la vida de Hades y por lo mismo en la de Shaka sin que este lo supiera, el de cabello oscuro estuvo solo lo indispensable y hasta que pudo dejar todo en manos de Radamanthys alegando que él no era abogado, siendo así se retiro y regreso a su casa pero tal y como le fue dicho a su esposo parecía que el de ojos violáceos no daba mucha importancia a lo ocurrido, al menos era lo que aparentaba.

Al día siguiente llegaron más noticias sobre el caso y nuevamente fue Radamanthys quien tuvo que informar a su amigo de lo que pasaba.

--¿Esta todo solucionado?-fue lo que preguntó Hades al verlo en su casa.

--Todo lo jurídico si-fue la respuesta de su abogado-El servicio se celebró rápido, ambos fueron sepultados en...

--Eso no me interesa ¿Qué pasó con lo demás?

--Como sabrás la decisión final de tu abuelo con respecto a ella nunca cambió y Pandora hizo un testamento.

El abuelo de ambos era considerado por la mayoría de la familia como un anciano senil y decrepito pero para su hermana había sido su héroe, siempre le tuvo un gran cariño, si el caballero no había ido a la boda se debía a que su salud no se lo permitió pero le envió flores a su nieta sabiendo como sabía que de enviarle un regalo costoso lo devolvería. El señor en cuestión había dejado en su testamento una parte de su fortuna a Pandora pero ella jamás la reclamo, siempre les hizo sentir que no necesitaba de su dinero, sin embargo había dejado estipulado que de sucederle algo todo debía ser heredado por partes iguales a su esposo y en caso de tenerlos a sus hijos. Y era justamente ese el asunto legal que debía solucionarse.

--Su esposo también falleció-le informó Radamanthys-Pero tú has manejado esos bienes hasta ahora y debes hacerte responsable de todo.

--Haré lo que pueda pero no pidas mucho de mí.

En eso llamaron a la puerta y un segundo después entraba Shaka a la habitación.

--Acabo de llegar-dijo el rubio-Supe que estaban aquí y vine a ver si no necesitaban nada.

Lo cierto era que Shaka acababa de llegar de compras simplemente, no de algo particularmente importante.

--Esto es algo que deben escuchar los dos-dijo el abogado-Ya que son matrimonio les concierne a ambos.

--¿Hay algo más?-preguntó el de ojos violáceos.

--Pandora tuvo un hijo.

La cuestión era no tan difícil de explicar, la hermana de Hades y su esposo habían fallecido en un accidente dejando a un pequeño, como era el pariente más cercano le tocaba hacerse cargo del niño y sus bienes aunque definitivamente no le agradaba la idea y a Shaka conforme escuchaba menos le gustaba ¿Por qué tenían que hacerse cargo de un chiquillo que ni siquiera conocían? Los niños estorbaban en su estilo de vida de acuerdo a como veían las cosas pero aparentemente no tenían opción, al menos por un tiempo tendrían que atender al pequeño.

--Me haré cargo de los trámites-dijo Radamanthys-El niño estará aquí para mañana por la mañana.

--No resisto la espera-respondió con sarcasmo Hades.

--Solo intenta actuar no tan rígido, es un niño. Después decidirás que hacer con él.

--Como sea.

--Los dejo a solas, supongo que tendrán planes.

Mientras el rubio se retiraba Shaka y Hades quedaron a solas.

--No te preocupes-dijo el de cabello oscuro-No estará mucho tiempo aquí.

--Mientras no interfiera con mi vida no me interesa mucho lo que hagas con él.

Y las palabras del de ojos azules ejemplificaban muy bien lo que ambos sentían.

 

 

A la mañana siguiente llegó un vehículo a la mansión y de él descendieron dos hombres vestidos de traje y atrás iba un pequeño de carita triste, entraron a la casa y Hades los recibió, solo a los adultos, haciendo a un lado al niño por completo, conversaron un largo rato en la biblioteca a puerta cerrada, cuando salieron tan solo se despidieron y se marcharon. Hades ordenó a uno de los sirvientes que llevara al pequeño a una habitación que se le había destinado previamente y que lo atendieran pero no le dijo nada directamente.

Cuando Hades se marchó de la mansión para atender algunos asuntos su sobrino lo miró alejarse por la ventana, en ese momento se dio cuenta que lo que había sentido al verlo la primera vez era cierto: ese señor nunca iba a quererlo.

Los días pasaban y parecía que nada era fuera de lo común, ni siquiera se sentía la presencia de un niño en la casa, no se escuchaban risas ni se oía que alguien corriera o cualquier otro indicio de que había un pequeño en ese lugar, el niño parecía nunca dejar la habitación y por otra parte los adultos no estaban muy interesados en dejar a un lado su vida solo para atenderlo.

Shaka no hablaba en lo absoluto de la presencia del niño en el lugar, lo había visto una vez y había sido más que suficiente a su juicio ¿Por qué tenían que cargar con un niño que ni siquiera sabían que existía? De todas formas no importaba. No hasta que tuvo un encuentro con el pequeño una noche. El de cabello rubio había regresado tarde de una reunión, como Hades tenía un compromiso por sus negocios lo había dejado, así que al entrar a la mansión de nuevo para Shaka no había nada fuera de lo usual, sin embargo escuchó algo que lo hizo ponerse atento, se acercó lentamente y fue a la sala, el ruido parecía provenir de ahí.

Lo que vio no lo esperaba, se trataba del pequeño que a esas horas debía estar en su habitación, iba a pasarlo por alto pero no solo era tarde, también se daba cuenta que el niño lloraba aferrado a un muñeco de peluche en forma de caballo. Estuvo a punto de dejarlo ahí pero de alguna manera sabía que no podía hacer eso, lo mejor era que la criatura regresara a dormir a su habitación.

--¿Qué estás haciendo aquí?-preguntó Shaka directamente.

Sin embargo el niño parecía asustado de que lo sorprendiera y de que estuviera ahí.

--Tienes que dormir en tu recámara-continuó el de ojos azules.

Pero el niño no respondía y solo seguía llorando.

Fue entonces cuando Shaka se acercó pues se estaba cansando de seguir ahí.

--Anda, ve a tu habitación.

--No-se escuchó que decía el pequeño.

--¿Por qué? Mira, ya es tarde, necesito dormir.

--Ballo no quiere estar ahí.

--¿Quién?

--A Ballo no le gusta ese sitio.

--¿Quién es Ballo?

El niño le mostró su peluche y el rubio arqueó una ceja ¿Un caballo llamado Ballo? Que original.

--Solo duérmete-insistió el rubio-Ya es tarde.

--La mamá de Ballo no sabe que estamos aquí-siguió el pequeño-Cuando lo busque no sabrá donde esta, no podrá decirle buenas noches ni darle un beso para que se duerma.

Esa conversación se le estaba haciendo por demás rara a Shaka, empezaba a arrepentirse de haberse acercado pero ya no podía dar marcha atrás, así que se acercó y sin estar muy seguro de que hacer le habló al pequeño.

--¿Qué podemos hacer para que su mamá lo encuentre?

--No se-respondió el niño.

--Debe haber algo por hacer.

--Pues...

--¿Si? Cualquier cosa, solo dilo.

--Si le enviamos un mapa sabrá como venir.

--¿Un mapa? ¿Adonde?

--A mi casa.

--No se escucha tan mal esa idea, mañana se le envía el mapa ¿Qué te parece?

--¿Lo harás?

--Si, solo si te vas a dormir.

El pequeño solo dijo que si con la cabeza, en una mano llevaba contra su pecho el muñeco de peluche y la otra sin decir nada tomó una de las manos de Shaka, en un primer momento el rubio no supo que hacer pero casi de inmediato se dio cuenta que le tocaba acompañarlo a la habitación, caminaron en silencio hasta alcanzar la recámara y el pequeño no tardó en acomodarse en la cama para dormir.

--Que descanses Shaka-dijo el pequeño.

--Hasta mañana Shun.

Y sin más el de ojos azules fue a su propia habitación para descansar.

 

 

A la mañana siguiente le tocaba a Shaka desayunar a solas, Hades había tenido una llamada de emergencia con respecto a un trato con una empresa chilena y se había ido temprano, cuando estaba en el comedor vio llegar a Shun con su muñeco de peluche en las manos.

--Buenos días-dijo el pequeño sentándose a la mesa y sentando al muñeco en la silla de junto.

--¿Qué haces aquí?-preguntó el rubio.

El niño no se había parado por el comedor una sola vez desde que llegara con ellos.

--Quiero desayunar contigo-fue la respuesta del de cabello verde.

El de ojos azules pudo haber dicho muchas cosas con respecto a eso pero no veía nada de malo en que el niño tomara el desayuno siempre y cuando estuviera callado. Llamó a un miembro del servicio y pidió leche y pan para el niño, una vez que le sirvieron  siguió como si nada pero el pequeño no le quitaba la mirada de encima.

--Tu pelo es bonito-dijo de pronto Shun.

--Lo se-fue la respuesta de Shaka.

--Y es muy largo.

--Si.

--Mi mamá también tenía el pelo bonito y largo.

A esas palabras el rubio no supo que decirle.

--Termina de desayunar Shun.

--¿Cuándo vas a enviar el mapa?

--¿Cuál...--y entonces recordó lo que había dicho la noche anterior-Después de desayunar.

--¿Podrías enviar una carta también?

--¿Una carta?

--Ballo quiere decirle a su mamá que la extraña.

--Escríbela y luego me la das para enviarla.

--Ya la escribimos.

--Entonces termina de desayunar y me la das para enviarla.

--Gracias.

El niño terminó su desayuno bastante animado y no tardó en darle la carta a Shaka, claro que el rubio tan solo había pensado en como hacer el resto de su día después de tirar la carta a la basura pero se detuvo a reconsiderar cuando leyó lo que Shun decía. Era bastante notable que un chiquillo de su edad supiera escribir pues era un niño pequeño pero además lo hacía bastante bien.

--"Mamá de Ballo: Él esta bien pero triste, la extraña mucho, esta casa es grande pero lo asusta, todos parecen molestos porque este aquí, nadie le habla, nadie le dice nada, nadie juega con él, yo lo abrazo para que no lloré pero la extraña mucho. Le digo que mi mamá y mi papá se fueron al cielo y son ángeles ahora y que nos cuidan pero él llora porque nadie lo quiere aquí, no quiere llorar pero la extraña mucho, si le da un beso de buenas noches dejara de llorar y de estar triste."

El de ojos azules no estaba seguro de que era lo que debía sentir desde ese momento, el pequeño estaba muy triste por haber perdido a sus padres y ni Hades ni él habían hecho mucho para que le fuera más sencillo pasar por el luto, solo lo ignoraban. Se quedo pensando un poco, después de todo no iba a matarlo brindarle unos minutos de atención al niño para que la casa no se le hiciera tan extraña.

--Shun-lo llamó el rubio yendo a la habitación del niño.

Lo encontró sentado en la cama simplemente.

--¿Qué pasa?-preguntó el niño.

--¿Por qué no me acompañas?

--¿Adonde?

--De compras.

--Bueno.

Sin más el niño estaba listo para partir y parecía que nunca dejaba ese muñeco pues en todo el camino no lo soltó. Las compras de Shaka no eran algo para su casa, él no se encargaba de esas cosas, solo eran artículos para él y no porque los necesitara, simplemente porque los quería y como tenía una excelente cuenta bancaria puesta por Hades no había problemas sin importar cuanto gastara; sin embargo ese plan funcionaba y era entretenido para él pero para Shun era demasiado aburrido y el rubio se dio cuenta.

--¿No te diviertes Shun?

--No.

El de ojos azules parecía no saber que los niños entre más pequeños menos sabían sobre mentir, por eso el de cabello verde había dicho lo que pensaba sin vacilar.

--Creí que ibas a comprar comida Shaka.

--¿Comida?

--Mis papás es lo que compraban.

--Bueno...podemos ir a otro sitio ¿Qué hacías con tus papás?

--Después de las compras mi papá me daba una galleta, mi mamá no sabía pero papá me la daba a escondidas si me portaba bien. A veces era mamá la que me compraba una paleta pero siempre decía que no le dijera a mi papá porque no se comen dulces antes de la comida.

--Podemos ir por un helado.

Ver a Shun le hacía recordar ciertas cosas al de cabello rubio, cosas que creía habían quedado atrás en su vida. A pesar de que tenía pensado solo estar un par de horas con el pequeño de cabello verde terminó todo el día a su lado, ciertamente fueron por el helado y estuvieron en un centro de juegos y vieron una película, compraron pastel y entre los dos se lo terminaron, incluso Shaka supo porque el niño siempre traía ese muñeco con él.

--En mi cumpleaños mis papás me llevaron a la feria-decía Shun-Papá lo ganó para mí lanzando unos aros y mamá le puso Ballo.

Cuando volvieron a la casa Shaka no se molestó en hacer nada de lo que hubiera hecho por lo regular, ni siquiera respondió a las llamadas que tenía de trabajo para arreglar ciertos contratos, lo pospuso todo y se quedo jugando con el de ojos verdes, en ese momento era el escondite el juego en turno y esa casa tenía mucho sitio para ocultarse, Shaka terminaba de encontrar a Shun que estaba bajo la cama.

--Te encontré-dijo el rubio.

El niño salió de debajo de la cama y tan solo se rió y el de ojos azules hizo lo mismo.

--Esto fue divertido Shun, creo que no había hecho esto nunca-y era sincero al decirlo.

--¿No jugabas con tus amigos?-le preguntó Shun directamente.

--No-respondió Shaka con seriedad.

--¿Por qué?

--No podía jugar mucho cuando era niño.

--¿No?

Era cierto, cuando pequeño Shaka no tuvo una infancia ordinaria y por eso no hablaba de ella; sus padres trabajaban duramente para casas adineradas de la ciudad; su padre podía arreglar cualquier cosa, esas grandes lámparas que iluminaban elegantes habitaciones, las tuberías para los baños de pulido mármol, el tapiz de los antiguos muebles de madera tallada, el motor de los automóviles de lujo, y su madre era una mujer muy hábil para todo lo que fuera una casa, limpiaba hasta que podía reflejarse en una superficie, cocinaba verdaderos manjares, podía convertir metros de tela en hermosos vestidos. Ambos habían sido gente sencilla y trabajadora que lo habían querido, lo habían amado más que a nada en su vida y sin embargo él nunca se sintió orgulloso de ellos.

Había crecido a su lado, en esas enormes y lujosas casas en las que se tenía todo pero al terminar el día debía volver a su propia casa, ese lugar que no contaba con lujos y en el que se veían las tuberías, donde no había un jardín ni juguetes costosos, era drástico para él tener que cambiar de ambiente cada día, más difícil era ver a los hijos de esas familias, niños que vestían ropa impecable, tenían todos esos juguetes y mascotas, parecía que siempre estaban sonrientes y que podían tenerlo todo, los veía jugar mientras él tenía que ayudar a sus padres en su trabajo. Nunca había podido olvidar ese sentimiento de ver a los otros tener tanto, todo lo que él hubiera querido tener.

--Ya es tarde Shun-dijo Shaka-Será mejor prepararnos para cenar.

Los dos estaban en el comedor cuando se presentó Hades, de hecho ya habían empezado la cena sin él, cuando el de cabello oscuro se sentó a la mesa vio que por alguna razón los otros se reían como a hurtadillas, cuando vio directamente a Shun lo hizo con severidad y de inmediato el niño se quedo quieto, ese señor le daba miedo. La cena se terminó para el pequeño en ese instante y no tardó en irse a su cuarto. Por su parte los adultos se quedaron conversando un poco más, Shaka le decía al otro lo que había hecho durante el día con el pequeño de ojos verdes pero a pesar de que lo escuchaba no estaba muy interesado, cuando estaba en la recámara con su esposo tenía otro tipo de intereses.

Una vez en la cama se le acercó al rubio pero este se separó un poco.

--Lo siento Hades pero estoy cansado.

--¿Cansado?-preguntó el de cabello negro, nunca había escuchado esa respuesta.

--Si, fue un día largo-se acostó sin más-Hasta mañana.

Fue todo lo que dijo, el de ojos violáceos se cruzó de brazos por un rato antes de acostarse a dormir pero con la idea de que nunca había pensado que Shaka le diría algo así, no tenía idea de porque ese cambio.

 

 

Y los cambios siguieron. Para Shaka era de lo más vivificante tener al pequeño Shun a su lado, no podía decir que lo veía como un hijo, eso hubiera sido equivocado, era más como un hermanito, un compañero de juegos y aventuras, un pequeño con el que podía compartir todo eso que alguna vez quiso hacer y tener, corretear por los amplios pasillos, correr y esconderse en los jardines, comer todo lo que quisiera, pasear a cualquier sitio, esas cosas que no pudo hacer de niño y que añoró por mucho tiempo. Y el pequeño le correspondía siendo alegre y sonriente, buscando su compañía y mostrándose afectuoso y a gusto a su lado.

También era cierto que ese niño lo hacía pensar con frecuencia en si mismo, en su pasado, en sus padres, no podía evitar preguntarse que habrían pensado ellos de que se casara de la manera en la que lo había hecho, solo por interés. Aunque no lo admitiera le dolía una parte de él recordarlos, ellos habían hecho lo mejor que pudieron por él pero nunca apreció ninguno de sus esfuerzos, eso lo hacía pensar mucho en toda su vida.

Las cosas se estaban poniendo tensas en el matrimonio, en parte porque Shaka reflexionaba mucho en lo que era su vida y Hades porque ya había tomado una resolución con respecto a su sobrino desde que le informaran que estaba bajo su cuidado. Le dijo una noche a Shaka cual era su decisión.

--Voy a internar a Shun.

Y lo había dicho de la misma forma que hubiera dicho que iba a comprar un reloj.

--No puedes hacer eso-dijo el rubio-Eres su familia, no puedes enviarlo lejos.

--Tú lo haz dicho, es mi familia y solo yo decido.

--Quiero que se quede aquí.

--No tengo que pedirte permiso para esto, solo te estoy informando lo que haré.

Sin una palabra más se acostó y le dio la espalda a su esposo, el rubio supo que no obtendría más por esa noche así que decidió esperar para el día siguiente. Sin embargo los planes estaban en marcha a pesar de que él no lo sabía y se enteraría de la peor manera.

Al día siguiente Hades se había encerrado en su estudio diciendo que no debía ser molestado, Shaka tenía una cita por un contrato esa tarde y debía atenderla, se despidió de Shun y esperaba que al regresar pudiera hablar con su esposo de ese asunto del internado, con esas ideas en mente se fue; en el camino el rubio se dio cuenta que había dejado su carpeta, lo contrarió el descuido porque tendría que regresar, dio vuelta y llegó a la casa pero vio otro vehículo en el lugar, probablemente una visita de negocios pero cuando bajó de su auto para ir al interior de la casa y el otro vehículo arrancó vio a Shun que lo miraba por una ventanilla y que el niño iba llorando.

Su primer impulso fue el de ir tras el otro auto pero en eso escuchó que le hablaban.

--¿Qué haces aquí Shaka?-le preguntó Hades-Creí que tenías un compromiso.

--¿Adonde se llevan a Shun?

--Te dije que iba a internarlo, no veo porque te sorprende.

--¿Cómo pudiste? Te dije que no lo hicieras. Quiero que llames y lo traigas de vuelta.

--¿Quieres? No eres quien para interferir en mis decisiones Shaka.

En un primer momento el rubio no supo que decir a esas palabras, trato de controlarse y hablo de nuevo.

--Trae a Shun de vuelta Hades o...

--¿O? ¿Me adviertes algo? ¿Qué se supone que harás para obligarme?

--Soy capaz de irme Hades.

--¿Lo harás?

--Si.

--¿Y a qué te dedicaras? ¿A modelar? ¿O harás lo mismo que tus padres?

El rubio se quedo callado y sorprendido al escucharlo, el de cabello oscuro había calculado deliberadamente decirle eso.

--¿Suponías que no lo sabía?-continuó Hades-Estás muy equivocado si creías que me tragaba esa historia de que creciste a las orillas del Ganges, siempre supe de donde venías Shaka, siempre supe lo de tus padres, si te has esforzado tanto en que no se sepa nada de esa parte de tu vida es porque no te causa mucha gracia recordarlo.

El de ojos azules seguía sin decir nada.

--No seas dramático Shaka, no me dirás ahora lo mucho que me amas y que por eso te casaste conmigo, seamos sinceros por una vez, te casaste conmigo por mi fortuna, para dejar de ser pobre definitivamente y nunca tener que preocuparte por tu futuro. Yo mismo acepto que me gustabas como nadie y tenerte a mi lado te hace un buen medio para ver a los demás envidiarme por ello. Cada quien tiene lo que quiere. Y sin ese mocoso aquí seguiremos con nuestra vida de siempre, seremos la pareja dorada de la alta sociedad que fuimos desde el principio. Ahora arréglate porque salimos, hay una función de gala en...

--No.

--¿No qué?

--No voy a ir.

--No estoy de humor para caprichos.

Pero Shaka lo miró de frente de una manera que el de ojos oscuros nunca había visto en el rubio.

--Así eres realmente-siguió Shaka-Por vez primera veo como eres en realidad. Ahora entiendo porque tienes una fortuna, de no ser por eso no tendrías a nadie. Bien, sabes de mis padres, déjame decirte esto: nunca antes en mi vida me sentí tan orgulloso de ellos como en este momento, no eran ricos pero me amaban y me mantuvieron a su lado, no como los tuyos que te hicieron a un lado en cuanto pudieron.

Los ojos de Hades brillaron al escucharlo, Shaka terminaba de decirle algo de lo que no creía que estuviera enterado, de la manera en que sus padres parecían tan deseosos de seguir con sus vidas que su hermana y él fueron internados en colegios privados apenas tuvieron la edad para estar ahí. Nunca llamaban, nunca escribían, nunca los visitaban, la única persona que se interesó por él fue su hermana, siempre le escribía y le contaba todo, incluso lo de un muchacho que ayudaba en el jardín del colegio en el que estaba y que le obsequiaba flores.

--Siempre ocultaste lo de tu hermana no por no tener dinero, la envidiabas, le tenías celos porque fue feliz, porque nunca tuvo que pedirte nada.

El de cabello oscuro apretó un puño con fuerza, nadie había vuelto a hablar de Pandora desde que les diera la espalda para casarse con un pobretón jardinero.

--Incluso tienes que comprar a la gente que te rodea, por ti mismo estarías solo, no, en realidad estás solo.

--¿Terminaste Shaka?

El de cabello dorado lo miraba solamente.

--Si fue todo tu drama-dijo Hades-espero que ya estés más tranquilo, no necesito que seas tan falsamente digno de repente, deja estas cursilerías para otros, si no quieres venir esta bien, iré solo. De todas maneras es mejor que no vengas, has tenido un carácter muy extraño en estos días.

Se dio vuelta para ir a su habitación.

--Espero que para cuando regrese estés de mejor humor Shaka, ya me harte de tener que dormir solamente contigo.

Sin darle más importancia al asunto Hades se dispuso a arreglarse para partir dejando a Shaka sin prestarle mayor atención. Cuando salió no vio al rubio pero no se esforzó por buscarlo, partió a su reunión y disfruto de la velada como si nada, cuando le preguntaron por Shaka se limitó a decir que se encontraba indispuesto y lo dejo pasar.

Al terminar la noche estaba de vuelta en su residencia, el lugar estaba completamente silencioso, no le extrañaba debido a la hora pero sin poderlo evitar le dio la impresión de que algo no estaba bien. Se dirigió de inmediato a su recámara, esperaba que Shaka se encontrara de mejor humor, ya se le pasaría lo de Shun, lo llevaría de vacaciones a Milán o a Paris o a Hong Kong para que saqueara las tiendas y se contentarían, no habría más discusiones de las cuales preocuparse.

En cuanto abrió la puerta de la habitación se sorprendió para después agitarse, el lugar estaba en completo desorden.

--¿Shaka?-llamó de inmediato pero sin obtener respuesta.

Una mirada más tranquila le permitió notar que no era un desorden realmente, la ropa que se veía simplemente había sido sacada del vestidor de Shaka, acomodada para ser vista, lo mismo ocurría con los diversos zapatos, relojes, alhajas, colonias, todo y eran las cosas de Shaka solamente, no comprendía nada de lo que sucedía pero vio algo escrito en uno de los espejos del vestidor de su esposo.

--"No es por el dinero, ya no, nunca me amaste, nunca podrás amar a nadie"

Vio con que lo había escrito, uso el diamante de su sortija de matrimonio, la cual estaba a un lado, a simple vista, una manera de decirle que nada faltaba pues no se había llevado ninguno de los objetos que le había comprado.

En un primer momento no supo que hacer, el de cabello oscuro simplemente se quedo de pie, sintió el impulso de ir a buscarlo de inmediato pero se contuvo, no iba a seguirle el juego, no lo haría salir corriendo tras él rogándole que regresara, ya se le pasaría y volvería. No iba a buscarlo.

 

 

Sin embargo los días pasaban y no había noticias de Shaka, no había llamado ni intentaba contactarse de ninguna manera con él, había visto su cuenta bancaria y no registraba ningún movimiento, no comprendía lo que estaba sucediendo y menos aún entendía esa ansiedad en su interior por la ausencia de Shaka en su vida. Llegó a un punto en que solo quedaba algo por hacer.

Dirigió el vehículo al antiguo departamento de Shaka, una excelente propiedad ubicada en un edificio de lujo, el rubio lo había comprado apenas inaugurado el lugar y contaba con diversas personalidades como sus ocupantes, sin más el de ojos azules había tenido por vecinos a un pintor de renombre y un cantante de primera línea. Llamó a la puerta y tardaron un poco en abrirle.

--Buen día-saludó un atento mayordomo.

--Necesito hablar con el señor-dijo Hades.

--El señor no espera visitas.

--Sin duda, solo dígale que se presente.

Y sin dar tiempo a más entró, el mayordomo sin duda estaba contrariado con ese comportamiento pero obedeció, Hades tan solo esperaba en el amplio espacio que permitía gracias a las vastas ventanas contemplar una espectacular vista de la ciudad sin perder el menor detalle. Aunque él no le prestaba la menor atención, solo esperaba ver a Shaka y decirle que era momento de que terminara con esa tontería y regresara a su lado. Cuando apareció el señor no era quien esperaba.

--¿Qué desea?

El hombre que estaba delante de él era un joven de cabello azul.

--¿Quién es usted?-preguntó Hades.

--Eso es lo que yo debería preguntar-respondió el otro.

--¿Dónde esta Shaka?

--No lo se y no entiendo porque lo busca aquí.

--Que rápido se encontró otro pagador.

--¿Qué?

--Más le vale no meterse en esto, es entre Shaka y yo.

Sin dar tiempo a más dirigió sus pasos a la recámara principal, abrió la puerta y vio a alguien recostado bajo las sábanas, avanzó y sin miramientos lo jalo para levantarlo.

--Si crees que soy tu idiota...

Pero no pudo terminar pues a quien tenía delante de él no era el rubio, era otro joven que de inmediato se soltó de su agarre y llamó a su compañero.

--¡Milo!

El otro joven ya estaba en la puerta y recibió al que lo había llamado entre sus brazos.

--¿Dónde esta Shaka?-preguntó Hades.

--Seguridad viene en camino-fue la única respuesta que escuchó.

Y era cierto, en menos de treinta segundos ya había cuatro agentes de seguridad en el lugar que no dudaron en capturar al de cabello oscuro y detenerlo sin importar cuanto alegara que no sabían con quien se estaban metiendo. Lo arrestaron.

Radamanthys no tenía la menor idea de cómo era posible que lo llamaran porque Hades estaba detenido, como abogado nunca había tenido que sacarlo de un problema de ese tipo. Se presentó y lo llevaron a los separos para que hablara con su cliente y amigo, el cual solo estaba caminando alrededor del lugar como fiera enjaulada, aunque ciertamente estaba en una celda.

--¿Estás bien?-le preguntó de inmediato el rubio.

--Quiero que me saques de aquí-dijo Hades.

--Solo me gustaría saber como te metiste en este problema.

--Ese idiota no me dijo donde estaba Shaka y no entiendo porqué sigo aquí.

--Ese idiota me supongo que es el que estaba en el departamento en el que entraste.

--¿Quién más?

--Pues para que lo sepas ese idiota es Milo Escorpius y a quien molestaste es su compañero, Camus du Aquarium.

--¿Y eso qué?

--Veo que sus nombres no te dicen mucho, Milo es abogado, es conocido por su imbatible record de juicios ganados contra diversas empresas, incluidas una tabacalera, una cervecera, una televisora y una importante compañía de computadoras. En cuanto a Camus es el heredero del consorcio Eau, un grupo francés que maneja tres empresas  purificadoras y envasadoras de agua. A Milo no le hizo gracia lo que sucedió, llamó a algunos de sus amigos, aparentemente no hay fiscal ni juez de la ciudad a quien no le resulte agradable o al menos no quiera enemistarse con él.

--¿Qué me estás diciendo?

--Que hiciste enojar a la persona incorrecta, esta furioso no tanto de que entraras a su departamento, esta furioso porque te atreviste a tocar a su pareja y por lo que vi quiere hacerte pagar caro el atrevimiento.

--Solo arréglalo y sácame de aquí.

--Eso intento pero hasta ahora no he podido explicar porque fuiste a buscar a tu esposo a ese sitio.

--Eso no tiene importancia.

--¿De verdad? Por lo que dicen es por quien llegaste preguntando.

--Haz lo que necesites.

--No me estás haciendo más sencillo ayudarte.

--Ese departamento es de Shaka, por eso lo fui a buscar.

--¿Y no sabías que ellos lo rentan?

--¿Lo rentan?

--Si ¿Shaka no te lo había dicho?

--No.

--¿Qué esta pasando Hades?

--Sácame de aquí y te lo diré.

--Haré lo posible pero Milo no se conformará con una disculpa.

Salió y dejo al de cabello oscuro pensando. A Radamanthys le costó trabajo llegar a un acuerdo para que no se levantaran cargos por lo sucedido, acordó un trato por debajo de la mesa y no quedarían registros, a pesar de todo lo consideraba una buena noticia pero la fianza fue bastante elevada para sacar a su amigo, sin embargo el dinero no era problema aunque de todas formas nada evitó que Hades estuviera encerrado por cuatro días y tuviera una orden para no acercarse al departamento a cien metros.

Una vez libre el abogado supo que era momento de saber lo que estaba sucediendo en realidad. Personalmente llevó al de cabello oscuro a su casa y una vez dentro se dispuso a hablar abiertamente de lo que sucedía.

--En casa de nuevo-dijo Radamanthys.

--Si-respondió el otro secamente.

--Ahora que estás libre quisiera saber qué esta pasando.

--Nada.

--¿Por qué fuiste a buscar a Shaka a ese sitio?

--No te incumbe.

--¿Shaka se fue?

No hubo una respuesta a eso.

--¿Se pelearon Hades? ¿Es eso?

--No se dónde esta, una noche llegué y se había ido.

--¿Simplemente se fue?

--Si.

--¿No dijo porqué?

--No.

--¿Hace cuanto de esto?

--Unos días.

--Trataré de averiguar dónde esta ¿Conforme?

--Supongo que no hay mejor alternativa.

--Averiguaré lo que necesites y por favor, procura no meterte en problemas, mucho menos con gente que puede molestar bastante.

--Lo tendré en cuenta.

Salió de la casa, Hades fue a su habitación y vio la recámara perfectamente acomodada, sin embargo sabía que cada uno de los objetos ahí no importaban, habían dejado de valer algo en cuanto su dueño los dejara atrás.

Unos días después anunciaban al abogado en casa del de cabello oscuro.

--Buenas noticias Hades-anunció Radamanthys entrando al estudio.

--¿Sabes algo de Shaka?-preguntó de inmediato el otro hombre.

--Ya se donde se hospeda.

--Que bien.

--Tengo que preguntar esto.

--¿Qué?

--¿Por qué se fue?

--No es algo de tu incumbencia.

--Claro que no pero espero que no hagas otra tontería al buscarlo. Me toca corregirlo y la verdad no me agrada.

--Solo dime dónde esta.

El rubio le tendió el informe y de inmediato el otro lo leyó, no tardó en ponerse de pie y tomar el rumbo a la dirección que leía. Fueron necesarias un par de horas para llegar pues estaba en las afueras de la ciudad, quedó ante un discreto sitio que semejaba un pueblito provinciano pero con todas las comodidades para sus residentes. Por la numeración se guió hasta que llegó al sitio que quería, una aparentemente sencilla casa que no se tomó la molestia en observar, tan solo bajó de su auto y llamó insistentemente hasta que se abrió la puerta.

Shaka llevaba ropa sencilla de vestir y su cabello recogido en una trenza, lo miró sin ninguna expresión en particular.

--Regresamos ahora-dijo Hades en tono autoritario.

--No-dijo el rubio cruzándose de brazos.

--Para capricho ya fue bastante Shaka.

--No es un capricho y no voy a regresar.

--¿Qué te propones con todo esto?

--Nada, solo alejarme de ti.

--¿Quién te crees que eres para dejarme?

--Según tu no soy nadie.

Las cosas no estaban saliendo como las había pensado Hades, suponía que Shaka tan solo quería que lo buscara y entonces regresaría con él pero la actitud del rubio era la de alguien que no quería verlo más.

--Shaka...

--Todo se terminó Hades-dijo firmemente el de ojos azules.

--No, no puedes dejarme.

--No voy a volver a tu lado-dijo firmemente el rubio-Puedes hacer lo que desees pero no voy a volver.

--Nadie te dará la vida que conociste a mi lado.

--Sigues sin entender, no quiero más de esa vida. No me llevé nada de lo que me diste porque no quiero nada de ti, no necesito nada de ti.

Hades tan solo lo miraba sin terminar de creer que le estaba diciendo eso.

--Vuelve con tu dinero Hades-continuó Shaka-Cómprate todo lo que quieras y no me busques nunca más. Se terminó.

Sin otra palabra cerró la puerta, dejando al otro sorprendido, nunca antes lo habían tratado de esa forma ¿Eso era lo que quería? Bien, iba a dejarlo, ni que fuera el único en el mundo ni le importaba tanto. Subió a su auto nuevamente y se alejó de inmediato del lugar, dispuesto a olvidarse de Shaka por completo.

Los primeros días al menos no le importó en nada a Hades su separación, siguió sencillamente como si nada sucediera y procuró disfrutar de la vida, iba a reuniones, fiestas, salió con otras personas, para quienes lo rodeaban era más que evidente que su reciente rompimiento no le había afectado en lo más mínimo y que se disponía a seguir con su vida de siempre.

Sin embargo en la privacidad de su casa Hades se sentía más solo de lo que se hubiera sentido en toda su vida. La casa por primera vez le resultaba enorme, vacía, silenciosa, incluso en su recámara se encontraba con la realidad de que le parecía insoportable la idea de que Shaka ya no estuviera. Y si hubiera querido negarlo no hubiese podido pues ya no dormía en medio como siempre sino que se recostaba y dejaba el lado que había ocupado el rubio.

Pero no iba a admitir ante los demás que le estaba afectando lo sucedido. Cosas como el amor eran para otros no para él, lo sabía bien, ese tipo de sentimientos eran los que habían llevado a su hermana lejos de su lado. Recordaba que cuando terminó el internado lo que más quería era que su hermana regresara a casa para poder estar juntos pero la familia ya tenía planeado casarla; sin embargo ella se había negado y no solo eso, anunciaba que estaba enamorada y que iba a casarse con un muchacho que no tenía nada que ver con ellos. Lo que realmente le había dolido e indignado no fue que el novio en cuestión no tuviera dinero ni que Pandora contrariara los planes de la familia, era que ella lo abandonara; aún podía recordar la discusión con sus padres, ella simplemente se había quitado los aretes de brillantes y el reloj con incrustaciones para darse vuelta e irse sin nada más. Cuando la vio de nuevo iba con ese muchacho a su lado y le dolió pensar que lo dejaba, fue por eso que rompió la invitación a la boda y nunca más quiso verla, aunque ciertamente su hermana nunca buscó a ninguno de ellos desde que se fuera.

Era mejor dejar todo eso a un lado, no había llegado hasta donde había llegado por estúpidos sentimentalismos, lo había hecho con la fuerza de su propio carácter y era todo lo que necesitaba para seguir adelante con su vida; no necesitaba de nadie a su lado.

En esos días recibió un llamado del internado en el que estaba Shun, no tenía la menor intención de tratar ese asunto personalmente pero en la escuela habían insistido en que siendo el guardián legal de Shun debía presentarse, siendo así no tuvo más remedio que ir y esperar a que le informaran lo sucedido.

--Buen día-lo recibió el director personalmente.

--¿Qué sucedió?-preguntó de inmediato Hades.

--Estamos un poco preocupados por el bienestar de Shun.

--¿Por qué? Se supone que aquí cuidarían de él.

--Me temo que las cosas son más complicadas de lo que parecen. Shun no se encuentra bien en este lugar, es necesaria su colaboración para lograr que el niño se acople.

--Si se trata de un grupo especial o algo...

--La opinión general de quienes han tratado con el niño es que se encuentra deprimido.

--Esta triste ¿y qué con eso?

--No esta triste, esta deprimido, tememos que llegué a hacerse daño.

--Es solo un chiquillo, no puede hacerse daño.

--A veces los pequeños llegan a ser bastante osados y se lastiman. Su sobrino no come adecuadamente, no duerme bien, sufre de pesadillas, llora por la menor nimiedad, no hace amigos, no habla con nadie. Honestamente no creemos que este sea el ambiente propicio para que el niño mejore, necesita volver a su hogar.

--Soy un hombre ocupado, no puedo dedicarme a él. Si necesita terapia la costeare.

--Deseo preguntarle por alguien ¿Quién es Shaka?

--¿Por qué?

--El niño lo ha llamado varias veces cuando tiene pesadillas.

--No es alguien importante.

--Comprendo ¿desea ver a su sobrino?

--¿Para qué?

--Se que usted es un excelente benefactor señor Hades pero debo decirle que también nos preocupa su distanciamiento con su sobrino, en todo el tiempo que lleva aquí usted no ha pedido informes ni siquiera una vez, no llama, no escribe, no lo visita y no podemos dejar de notar que Shun nunca ha preguntado por usted.

Hades no tuvo una respuesta a eso.

--Tan solo hable con su sobrino-continuó el director-Trate de que vea interés de su parte y que este sitio es algo bueno para él.

El director salió, dejando solo a Hades que no sabía que se suponía que debería hacer cuando viera al pequeño de cabello verde. Unos minutos después se abrió la puerta y entró nuevamente el directivo pero esta vez con el pequeño a su lado.

--Tu tío vino a verte Shun, espero que hablen.

Cuando se quedaron a solas el pequeño parecía buscar algo y Hades no tenía la menor idea de lo que debía decirle.

--¿Dónde esta Shaka?-preguntó el niñito sin vacilar.

--No esta conmigo.

--¿Por qué no vino?

--Porque no.

Y el niño comenzó a llorar, las lágrimas estaban poniendo nervioso a su tío que no sabía como manejar la situación.

--Basta Shun.

Pero el niño solo lloraba más fuerte, al escuchar el llanto el director entró de nuevo, su semblante reflejaba que no podía creer que en menos de un minuto el niño estuviera llorando de esa manera y parecía que lo que más deseaba era que lo alejaran de Hades, de hecho no pasó mucho para que dijera que no quería estar ahí. De inmediato llamaron a uno de los maestros y el pequeño fue llevado a su habitación, dejando al director a solas con el de cabello oscuro pero evidentemente esa escena le había dicho bastante al docente.

--Trataremos de que Shun se adapte señor Hades pero me temo que de no mejorar las cosas no podremos responsabilizarnos de él ni lo mantendremos aquí.

--Buscaré otra escuela entonces.

Sin decir una palabra más el de cabello oscuro salió pero no podía dejar de darle vueltas en la mente la manera en la que Shun había reaccionado ante la ausencia de Shaka, era de la forma que él se sentía y tampoco dejaba de recordar lo que le había dicho el rubio: En realidad estaba solo.

 

 

Shaka había permanecido en la casa, la había adquirido mientras era soltero pero nunca la había usado, por sorprendente que pareciera era menos costosa que su exclusivo condominio de la ciudad pero le parecía un mejor ambiente para relajarse y pensar en los pasos a seguir en su vida. Su matrimonio estaba terminado y Hades se había llevado a Shun de su lado ¿Qué lo había llevado a hacer eso? ¿No veía que el niño estaba mejor?

De inmediato dejo de preguntarse, el de cabello oscuro nunca se fijaba en los sentimientos de las personas que lo rodeaban; de verdad lo extrañaba pero no iba a retroceder, ya se había decidido a dejarlo y lo haría. Que desastre, su matrimonio era una farsa y ese niño estaba lejos en manos de extraños. Hades sabía lo que era un internado, más uno del tipo en el que sin duda había metido a Shun, tal como sus padres habían hecho con él, no podía comprender que actuara de la misma manera.

Tampoco entendía que la mayor parte de sus pensamientos fueran ocupados por el de cabello oscuro pero no podía evitarlo, no todas las cosas fueron malas entre los dos, aparte de la cuestión económica habían vivido buenos momentos, casi podía considerarlos felices. Algunas veces cuando estaban juntos y charlaban a Shaka le daba gusto tener a alguien a su lado, despertar y saber que estaba ahí y no estaba solo, esas pocas ocasiones en las que simplemente se habían reído de algo sin sentido, cierto que el de ojos violáceos no era particularmente afectuoso pero hubo momentos en los que casi fue cariñoso con él.

Y la intimidad había sido increíble, no negaba esa parte. Hades sin duda era un hombre muy atractivo y apuesto, eso lo había atraído a su lado. Recordaba esa noche que habían ido a un club nocturno durante su viaje de bodas, la recordaba bien sin duda. Bailaban y estaban frente a todos sin problemas, sin embargo no pudieron estar mucho tiempo así, no resistían estar más tiempo separados, Hades se había acercado a Shaka y le había susurrado que lo necesitaba. Salieron de inmediato y no tardaron en estar en camino. Apenas si estuvieron de nuevo en el hotel donde se hospedaban para que comenzaran a buscar más de su cuerpo, llegaron a la recámara y el de cabello oscuro estaba de nuevo hambriento por su joven rubio, no tardó en tomar a Shaka, fue rápido, apenas sin quitarse la ropa, los pantalones del de ojos azules quedaron en sus tobillos mientras que los del de cabello oscuro simplemente apenas se habían movido, solo lo necesario para dejar al descubierto la parte frontal de su cuerpo. El de cabellera dorada había estado más que dispuesto a separar sus piernas y permanecer a gatas mientras el otro hombre se colocaba sobre él y le hacia el amor como un experto para quedarse satisfechos por unas horas al menos.

De inmediato rechazó seguir con esas ideas, por más bueno que hubiera sido el tiempo juntos la realidad era que la vida le demostró que todo lo que había creído que lo haría feliz no lo había hecho, anteponer sus intereses para lograr algo lo llevaron a reconocer que de tener la oportunidad de elegir de nuevo elegiría diferente; por otra parte estaba Shun, no podía dejar de preguntarse por ese pequeño y por si mismo pues no sabía aún lo que haría con su vida.

Seguía sumergido en sus pensamientos cuando escuchó que llamaban a la puerta, no esperaba visitas ni las recibía con frecuencia, fue hacia la puerta y vio por la mirilla de quien se trataba, abrió.

--Radamanthys-dijo a manera de saludo.

--¿Cómo estás Shaka?

--Supongo que él te envió.

--Si y no.

--Decídete.

--Recibió a tu abogado.

--Que bien-dijo el de ojos azules permitiéndole entrar.

Shaka había iniciado los trámites de divorcio, de hecho había contratado a un abogado para agilizar todo pero Hades no se había tomado muy bien la visita.

--Hades no quiere el divorcio Shaka.

--No se trata de él, soy yo quien lo solicita.

--Si, tu abogado nos dejo eso en claro.

--Me dijo que lo corrió a gritos.

--Casi se le va encima a golpes cuando le mostró la demanda, ni siquiera le permitió explicar nada.

--Supongo que ya estás al tanto.

--Si, me sorprende que no pidas nada ni siquiera del contrato prenupcial que firmaron.

--No quiero un centavo de él Radamanthys, fue por eso que no me lleve nada de la casa.

--Supe algo de eso.

--¿Por qué estás aquí realmente? ¿Hades te envió?

--No me dijo que viniera pero es por él que vine.

--Las cosas empezaron mal, no es de extrañarse que salieran mal.

--Se encuentra muy mal Shaka, no lo dice pero te extraña, ya no es el mismo de antes.

--¿Y eso debe preocuparme? Justamente fue al de antes al que deje.

--Tan solo intento saber que salió tan mal para que te fueras y quieras el divorcio ¿te engaño? ¿Te maltrataba? ¿Qué sucedió?

--Antes de responderme dime ¿con quien hablo? ¿Con el abogado o con el amigo?

--Solo el amigo.

--Hades me dijo que iba a internar a Shun, le dije que no y espero a que saliera de la casa para llevárselo, le dije que lo trajera de vuelta y se negó, entonces me fui.

--Para Hades no era sencillo manejar la presencia de un niño, entiende que su familia no fue muy afectuosa.

--Eso no es excusa Radamanthys, me di cuenta de lo egoísta que es realmente, que nunca me ha querido y que nunca podrá querer a nadie.

--En eso te equivocas Shaka, él te quiere, te extraña, por eso se ha negado a escuchar una palabra de divorcio.

--Solo quiere demostrar que nadie lo deja a él.

--Por lo que veo pierdo mi tiempo.

--Si.

Se quedaron callados por un largo rato hasta que Shaka sintió que no podía seguir sin saber algo más.

--Radamanthys ¿puedo pedirte un favor?

--¿De qué se trata Shaka?

--Tú manejas todo lo legal de Hades así que sin duda te encomendó esto o por lo menos sabes algo.

--¿Qué?

--¿Dónde esta Shun? ¿Esta bien?

--Es parte de mis deberes como abogado y Hades es mi cliente, no puedo comentar nada de esto, lo sabes.

--Pero sabes algo ¿no es así?

--No puedo decirte nada abiertamente pero si quieres preguntarme a donde ha ido en estos días como amigo te puedo responder.

--¿Dónde ha ido Hades en estos días?-preguntó Shaka comprendiendo.

--Hizo un breve pero urgente viaje a Ausbildung und Disziplinen.

--Gracias.

--Será mejor que regrese, Hades es capaz de haberle cortado la cabeza a alguien en mi ausencia.

--Adiós.

--Que estés bien y por favor piensa bien en si de verdad deseas seguir con esto del divorcio.

Shaka acompañó al otro hombre a la puerta y lo vio partir, de inmediato tuvo que hacer unas llamadas para averiguar donde quedaba ese sitio.

 

 

Ausbildung und Disziplinen era un exclusivo y privado internado de tiempo completo, incluso tenía una gran cantidad de cursos para la época de vacaciones de cualquier época del año en caso de que los padres o tutores de alguno de los estudiantes así lo decidiera, sin duda contaba con un excelente sistema educativo y una reconocida plantilla de docentes pero nada de eso importaba a un pequeño de cabello verde que no escuchaba una palabra de lo que decía el maestro en esos momentos.

--Shun...Shun... ¡Shun!

La tercera vez le hablaron más fuerte y el pequeño pareció sobresaltarse.

--Tienes que presentarte en la dirección-le dijo el maestro.

El pequeño de inmediato salió del salón y fue a la dirección, llamó a la puerta y entró quedando frente al caballero.

--Tienes una visita Shun.

Pero el pequeño no se movía de su lugar.

--Vamos.

Sin más entraron a una de las habitaciones que se consideraban para visitas aunque solo eran agregados para descansar de los maestros.

--Aquí esta-dijo el director entrando.

--Shun.

El pequeño reconoció en el acto la voz que lo llamaba.

--¡Shaka!

Sin más corrió hacia él y lo abrazó con afecto, el director vio la escena y se convenció rápidamente de que ese joven era quien podría ayudar al niño, los dejo a solas de inmediato.

--¿Cómo has estado Shun?

--No me gusta esta escuela-dijo de inmediato el pequeño.

--¿Por qué no? Es muy buena y hay muchos niños.

--¿Por qué no habías venido?

--Perdona, tenía muchas cosas que hacer y en que pensar, pero te extrañaba mucho Shun, por eso vine en cuanto pude.

El rubio se había presentado e invirtió un largo rato en convencer al director de que lo dejara hablar con el pequeño pues no era pariente pero finalmente el directivo reconoció  que era a quien el niño había llamado y por eso permitió que lo visitara.

En el interior ambos conversaban largamente de todo lo que pudieran hablar, incluso Shaka rindió un informe detallado de Ballo que se encontraba con él, era lo único que se había llevado de la casa de Hades y lo tenía en su recámara. Cuando se despidieron fue bajo la promesa de que se mantendrían en contacto y que lo visitaría de nuevo el de ojos azules...y que llevaría a Ballo.

Shaka pasaba su tiempo en casa, había dejado su trabajo aduciendo a que necesitaba un descanso, le daba gusto pensar en que podía ver al pequeño Shun pero no creía que un niño debiera criarse de esa manera, lejos de la gente que lo quería, sin el calor de un hogar pero reconocía que no podía luchar siquiera por la custodia del pequeño y que esa visitas era todo lo que tenía. Sostenía a Ballo entre las manos, tener ese muñeco lo hacía pensar en muchas cosas de su propia vida, se había dejado deslumbrar por el falso brillo de las alabanzas por su aspecto solamente y por creer que al tener una casa lujosa y un esposo adinerado sería feliz, sin embargo no era así y la idea de seguir engañándose le resultaba insoportable.

También pensaba en Hades, las noticias que tenía no eran favorecedoras, parecía que andaba mal pero no iba a ceder, no podía estar al lado de alguien que le había dicho a la cara que no lo quería y que se había casado con él solo para lucirlo ante los demás y que por si fuera poco se había mostrado tan egoísta con un pequeño niño y con él.

Llamaron a la puerta, tal vez era su abogado, habían acordado verse ese día, se levantó y fue a abrir pero quien estaba del otro lado de la puerta era Hades y no iba solo, en un segundo el pequeño Shun saltaba  sus brazos.

--¡Shaka!

--Shun ¿Qué haces aquí?-preguntó el rubio.

--Mi tío me trajo.

En ese momento el de ojos azules miró directamente al otro hombre.

--Shun-dijo el rubio-Busca la recámara, esta al fondo, Ballo esta ahí.

En cuanto el niño se alejó el rubio tuvo algo que decir.

--¿Cómo puedes ser tan miserable Hades? ¿Usar a un niño para que hablemos?

--No estoy haciendo tal cosa-dijo el de cabello oscuro-Fui por Shun para que regrese a casa conmigo, es mi sobrino, debe estar en su hogar.

--¿Desde cuando eres tan comprensivo?

--Desde que te fuiste.

Por unos segundos ninguno dijo nada pero el de ojos violáceos continuó.

--La casa esta muy sola sin ti Shaka, sin ti y sin Shun, solo quería que supieras que el niño estará en la casa y que si quieres visitarlo no voy a oponerme.

--Estás siendo más que generoso Hades ¿Por qué me cuesta creerlo?

--Tienes razón en dudar, me lo merezco, lo reconozco pero quiero decirte Shaka que ya no se trata de tu aspecto ni de lo bien que te veías a mi lado, si quiero que vuelvas es solo porque te extraño...porque te quiero.

El de cabello dorado veía al otro hombre frente a él y sentía que deseaba creerle pero le resultaba difícil hacerlo, entonces fue cuando el otro le mostró el sobre que llevaba en las manos.

--Es la demanda de divorcio Shaka, si aún deseas proceder esta todo firmado, te quedas con lo estipulado en el prenupcial y más.

--No quiero tu dinero.

--Esa es decisión tuya, lo que hagas con ello no es cuestión mía ya.

Al verlo de frente Shaka sintió que era sincero pero no pudo decirle nada pues Shun regresó con su muñeco en las manos.

--Los dejaré solos-dijo Hades-regreso por ti a las seis Shun.

--Gracias tío Hades.

El joven rubio vio al otro hombre irse y también vio que Shun ya no sentía miedo de él, eso lo hizo sonreír.

 

 

Pasaron varios meses, en ese tiempo las cosas marchaban mejor, incluso algunas veces habían salido los tres a pasear pero nada se había definido en el matrimonio de Shaka y Hades, la demanda se había detenido pues cuando el rubio vio los cambios en el de cabello oscuro vacilaba en si era lo mejor, no podía dejar de darse cuenta cuan cambiado actuaba el otro, de lo afectuoso que era con su sobrino y de lo respetuoso y atento que era con él, ya no más ese cortejo entre agresivo y autosuficiente con el que se conocieron, era más bien como si solo deseara hacerle saber que estaba a su lado para lo que quisiera, incluso en una ocasión le llevó flores, él mismo las había cortado del jardín de la casa, lo supo por los araños que veía en sus manos.

Esa tarde era cumpleaños de Shun, el pequeño había dicho que le gustaría tener una fiesta y su tío no había escatimado en nada, era un niño muy alegre y sociable, había por lo menos cincuenta niños en el lugar corriendo por los jardines y divirtiéndose, conforme pasaron las horas y la fiesta llegaba a su fin el lugar se despejaba, para la noche no solo el de cabello verde estaba cansado, también lo estaban los adultos.

--Me dio gusto ver que se divirtió-decía Shaka que se había quedado hasta el final.

--Al menos ya se durmió, creo que nunca había visto tantos niños juntos-comentó Hades.

--Todos merecemos un descanso.

Y decía eso porque Shun se había quedado dormido en el sofá apenas se había sentado en el mueble, parecía descansar plácidamente.

--Será mejor que lo lleve a su cama-dijo Hades.

--Que descansen.

Con esas palabras el de cabello oscuro sintió que el rubio se despedía pues se retiraba, aún así no perdía la esperanza de que aún pudieran estar juntos. Cuando Hades bajó de nuevo vio que Shaka seguía en el lugar.

--Creí que te habías ido Shaka.

--Tengo que darte algo Hades.

--¿De que se trata?

El rubio le extendió un sobre, cuando el de ojos violáceos lo abrió se dio cuenta de que eran los documentos de su divorcio, los mismos que él le habían entregado meses atrás pero no comprendía porque se los devolvía.

--Para que hagas lo que mejor te parezca con ellos Hades-dijo el rubio-Me gustaría que lo intentáramos pero si tu no quieres lo comprenderé.

Por respuesta a esas palabras lo único que hizo el de cabello oscuro fue romper los documentos para de inmediato tomar al rubio entre sus brazos pero antes de besarlo necesitaba saber algo.

--Esta vez es por amor Shaka ¿Qué hay de ti?

--También es por amor, solo por amor.

Sin otra palabra se besaron y se estrecharon con intensidad, no se habían sentido en lo que para ellos era como una eternidad y sin perder mucho tiempo volvieron a quedar presos del mismo encanto que los había unido desde el principio pero esta vez no atendía a los deseos de satisfacción de cada uno sino simplemente al interés del amor.

 

FIN

 

Notas finales:

Notas:

Eau significa agua en francés.

Ausbildung und Disziplinen significa Educación y Disciplina en alemán.

Espero que les gustara.


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