Capítulo 5 "SOY YO, ESCÚCHAME"...
Después de esa fatídica noche, Draco en el baño, Harry llorando como una magdalena, Ron sin ningún remordimiento y Blaize soñando despierto.
HOTEL...
-¿Cómo amaneciste Draco?- preguntó burlón.
-Ni me hables, después de lo de anoche.
-Si estamos así, es por tu estúpida acción de involucrarme a la fuerza.
-Y te has esforzado tanto que no te costó nada besarlo, me alegro, has hecho un trabajo estupendo fingiendo que soy yo.
-Gracias por las flores y felicitaciones, son sinceras, sólo he hecho lo que estaba acordado.
-Me impresiona la manera en que ejecutas cada movimiento, todo planificado, eres un gran actor.
-Muchas gracias, son años de entrenamiento.
-¿Vas a salir?- pregunta Draco ya que Blaize se peinaba su cabellera.
-Saldré con Harry, ¿te importa?- responde.
-No, además tengo otros asuntos que antender- dice con indeferencia.
-Ya me voy, nos vemos a la noche- cierra la puerta.
Draco se acuesta un rato a dormir, después de una larga noche de insomnio dentro del baño, lo menos que deseaba era ser interrumpido, pero ni eso consiguió.
Tocaban la puerta incesantemente.
-Draco, abre la puerta- decía la voz masculina.
Como pudo el rubio se levantó de la cama y abrió la puerta.
-Que mal aspecta tienes, ni que no hubieras dormido anoche- dijo entrando a la habitación.
-De quien es la culpa- lo miró asesinamente.
-Ya sabes lo que pasa si mientes, no me provoques.
-Una noche entera en el baño, un dolor de estómago horrible y unas ojeras que me llegan hasta el piso, gracias Padrino por la lección- dice sarcástico.
-Cuando quieras.
-¿Por qué viniste a verme?
-Hoy es el último día del Congreso, las otras actividades se suspendieron, y sabes, reporteros por todas partes intentan descubrir qué tipo de relación tengo con Rivas.
-Del tercer tipo diría yo.
-No creo que quieres otro día como el de ayer.
-Sacando el trasnoche, lo repetiría.
-Tengo más pastillas, por si te gustaron sus efectos.
-No te preocupes, yo también mandé a comprarlas temprano, así que tendrás que buscar otro método para asustarme.
-Ni creas, tengo mis trucos.
-¿Dónde vas?- preguntó al ver que se dirigía a la puerta.
-Voy a comprar el diario, así sabré si al menos han escrito algo decente.
-Deja cerrada la puerta, quiero dormir.
-No se te olvide venir o las consecuencias serían mayúsculas.
-Lo se- dice- pero tendré que faltar nuevamente.
Se devuelve a la cama y se acuesta, pero ¡no lograba conciliar el sueño!, ¡sólo pensaba qué diablos iba a contestar a las preguntas de Harry!... menudo problema voy a tener cuando él escriba el artículo sobre mi padrino... gracias padrino por espantarme el poco sueño que logré juntar... mejor me voy a dar una ducha, a ver si así despierto y pienso cómo le diré a Harry que soy Draco.
Harry se levantó muy temprano para no toparse con Ron, se fue sin desayunar y su ánimo estaba por los suelos, tanto que ni siquiera tenía listo el famoso artículo y tampoco se escribiría por arte de magia, o era ahora o nunca.
-Harry, ¿cómo va la historia del siglo?- pregunta Remus.
-Bien, terminando ya.
-Me parece, después me gustaría verla en cada kiosco de la ciudad de Nueva York como la editora que tiene todo sobre el romance entre Snape y Rivas.
-Lo tendrá jefe, ahora voy a ajustar lo último, para concluir digo yo.
-La quiero mañana terminada.
-Si, la tendrá- se levanta de la silla y sale a la calle- ¿cómo lo iba a hacer?... su mejor amigo le había quitado a Draco y Blaize también le producía algo especial, como si lo conociera.
-¿Qué estoy pensando?- moviendo la cabeza a ambos lados.
CAFETERÍA...
-¿Cómo lo has pasado estos días conmigo?- pregunta Blaize.
-Bien, aunque quería preguntarte algo.
-¿Qué cosa?
-Cuándo termine el congreso, ¿qué harás?
-Eso no lo se.
-¿Quiéres venir a mi casa esta noche?
-Nada me gustaría más.
-Entonces por mientras dejemos esto hasta aquí- se levanta de la silla, pero es jalado por una mano de Blaize quien lo besa apasionadamente.
-Estaré ahí sin falta.
-Estaré esperándote.
Draco se baño, vistió y salió del Hotel, no sabía nada sobre el cambio de planes y se enteraría de ellos de una manera no muy grata... ahora la entrevista con el reportero Potter.
-Blaize, viniste- dijo Harry.
-Si, vamos.
-Primero antes de preguntarte sobre la relación, ¿me acompañas a comprar el árbol de navidad?
-Bueno, yo también compraré uno- caminan lentamente mientras Harry formula su primera pregunta.
-¿Por qué crees que están juntos?
-Debe ser porqué se quieren, aunque son rivales en cuanto a lo que es negocio.
-¿Hace cuánto tiempo están juntos?
-Eso lo desconozco completamente, Snape es un tipo reservado, no habla de su vida privada.
-Es raro que le pregunte a un actor siendo que debería ser a Draco quien me respondiera a mis dudas- pone cara triste.
-Hay algo que debes saber al respecto... yo...
-¿Quiéres tomar un café?, hace mucho frío.
-Bueno- se queda solo mientras Harry va a comprar los cafés.
-Viste, no me demoré mucho- trayendo los dos cafés en ambas manos.
-Gracias, quería decirte algo... yo...
-Mira, ese árbol está adecuado para la sala de estar de mi casa, lo voy a adornar con hartas esferas de colores, luces por todas partes, llenaré mi casa de adornos navideños, voy a comprarlo.
-Otra oportunidad perdida.
-Quiero ese árbol por favor- sacando el dinero para pagar.
-Harry, escúchame... yo...
-La tercera pregunta, ¿crees que hay traspaso de información entre ambas compañías?
-Creo que sobre los negocios se mantienen aparte, no creo que influya dentro de su relación.
-Creo que eso bastará para terminar mi artículo, en todo caso con dos preguntas lo habría podido hacer.
-Harry... yo...
-Señor, podría dejar de aplastar mis árboles de pascua- dijo la vendedora enojada.
-Nos retiramos, disculpe las molestias.
-Gracias por tu valioso tiempo, pero debo irme a escribir el artículo o me despedirán, adiós- se va corriendo.
-Rayos, no se lo dije, pero no pasará de hoy, lo seguiré- corre detrás de él iniciando una persecución secreta para un fin secreto.
Harry ahora estaba más feliz que nunca, podría escribir su artículo, por fin y no perdería su puesto de trabajo... abre la puerta de la casa y encuentra algo que francamente no hubiera deseado ver jamás.
Blaize estaba encima de Ron, ambos con chocolate y las camisas desabrochadas.
-Harry... dijo Ron levantándose de improviso.
-¿Qué es esto?- preguntó al borde de la ira.
-Estamos, estamos haciendo chocolate caliente.
-No tienes vergüenza, y te haces llamar mi amigo- se va de la casa dando un portazo que casi saca la puerta.
-Harry... lo siguió y lo gritó.
-¿Qué quieres?, me vas a explicar porqué el cholotate caliente estaban sin camisas o es la nueva moda.
-Tienes que decidirte... si no lo haces vas a arruinar la mejor relación que he tenido en mi vida- le dice Ron, en eso escucha Draco quien acababa de llegar.
-¿Te enamoraste de él?- le preguntaba Harry.
-Si y es tu decisión- va de vuelta a la casa de Harry.
Cuando Ron entra a la casa Blaize ya lo estaba esperando.
-¿Vamos a continuar con el chocolate caliente?
-Si, de todas maneras.
Harry se quedó en el pasillo, triste, de una pieza, ahora si que no tenía ninguna posibilidad, lo había perdido, pero por otro lado estaba Blaize que no le era indeferente...
-Ahora a escribir el artículo, mañana veremos- dice en voz alta y sube a la casa de Ron y se encierra en la piesa, con su ordenador y comienza a escribir.
-Tal vez no sea la historia del siglo, a lo mejor me dejan en otra sección dentro de la editorial, pero ya no importaba mucho, sólo deseaba terminar con eso lo antes posible...
Las horas pasaron largas, interminables, y el dolor no desminuía, ahora había perdido, no había más vueltas que darle.
Draco después de escuchar lo último se fue a dar una vuelta por el Congreso, no deseaba otra pastilla de esas que le arruinaban la noche... era cierto, Harry está convencido que Blaize es él y por más que le intentó decir la verdad, perdió todas las oportunidades de ello.
-Hasta que viniste, pensé que me dejarías nuevamente plantado.
-No padrino como crees, además veo que estás muy bien acompañado.
-He revisado cada diario de esta ciudad y nada, así que creo que no hay de qué preocuparse.
-Falta del artículo de Harry y se va a querer morir.
-Sírvete una copa de champagne, mañana es navidad.
-Tienes razón, a Harry le encanta la navidad.
-Estás ausente, como perdido.
-Pensando, como voy a arreglar todo esto.
-Me retiro, voy a acompañar a Rivas al auto.
-Nos vemos.
Después de esa noche, que más podríamos agregar, para unos el paraíso, para otros el infierno.
AL OTRO DÍA...
Harry llegó temprano a la editorial y mandó a imprimir cientos de copias su artículo.
El periódico se vendió por montones, lo curioso era que no hablaba sobre la relación de Snape-Rivas sino que sobre la humanidad de los empresarios y sus proyectos a futuro.
-Me prometiste una noticia y no encuentro en ninguna parte.
-Lo siento jefe, falló mi fuente.
-Tienes talento, pero esta vez no te dejaré en páginas principales, pasarás a clasificados.
-Eso es denigrante.
-Es por tu falta, ahora puedes retirarte.
Harry sale molesto, triste de la oficina de Remus y decide salir de la editorial. Como que todo lo ahogaba, lo asfixiaba o estaba en su contra.
Draco lo encuentra caminando solo en la calle y lo alcanza.
-No escribiste el artículo- le dice.
-No, no lo hice.
-Me protegiste.
-No lo se.
-Cuando me enteré fue toda una sorpresa, no lo podía creer.
-Ahora tengo mi castigo por eso, así que si me disculpas por ello, quiero irme.
-Detente, Harry, hay algo que quiero decirte y es enserio.
-¿Qué cosa?
-Yo soy Draco, no me llamo Blaize.
-¿Qué?
-Me llamo Draco Malfoy.
-Entonces, quién era el otro chico.
-Mi amigo Blaize.
-Ellos no lo saben.
-Eso no me interesa, sólo me basta con que lo sepas tú.
-Eso querías decirme ayer.
-Lo hiciste a propósito.
-Podríamos decir que si, aunque me mentiste todo este tiempo.
-Si no me crees lo se todo de ti, cuando te peleaste con Ron por una chica de la escuela, cuando ibas a su casa y su hermana te acosaba, cuando ganaste el premio de ciencias y estabas tan emocionado que lloraste.
-Sólo el verdadero podría saber todo eso.
-Jugamos a ser medusas, nos mimetizamos y cambiamos de identidades para descubrir realmente al otro, por eso quise seguir con este juego, para conocerte, y eras tal como imaginaba, por eso no siento culpa de no haberlo dicho antes.
-A medida que iban pasando los años y las cartas era más profundas, te dije que si algún día nos conocíamos sería bajo la luna llena, mirándonos cuando juntaramos nuestras manos y uniéramos nuestros labios.
-Lo recuerdo bien y yo te contesté que estaría esperando esa noche con ansias, donde el destino te pusiera frente a mi aunque no fuera tu voluntad.
-Estoy feliz.
-¿Feliz?
-Porqué a decir verdad, siempre deseé que fueras de este modo, incluso cuando te conocí por primera vez dije que te vendría más el nombre de Draco que Blaize.
-No me lo dijiste.
-Porqué no quería que acabara el juego.
-Eres malo, lo planeaste todo.
-Y resultaste ser mejor actor de lo que imaginé.
-Si como no, entonces si no te hubiera revelado mi identidad todavía andarías dando vueltas como un zombie llorando por alguien que no te quiere.
-Pero me encontraste y no lo permitiste, así que podríamos decir que estamos iguales, tú con lo tuyo, yo con lo mío.
-Y tú trabajando en clasificados.
-Es denigrante, ni me lo recuerdes.
-Yo te haré sentir algo más emocionante- le susurra al oído.
-¿Qué cosa?- haciéndose el indeferente.
-Esto- le roza los labios, suave, dulce, la primera vez- ¡cuántas noches había soñado con ese momento!- era increíble lo suave que resultaban esos labios, si eran perfectos.
-Dra...co.
-Dime.
-¿Vamos a mi casa?- le susurra Harry al oído.
-¿Para qué?- pregunta algo intrigado.
-Para preparar chocolate caliente, tengo una muy buena receta, te gustará- le dice seductoramente.
-¿No puedo resistirme?
-Si te resistes le diré a Blaize que cumpla con mi capricho.
-Si haces eso, te juro que te amarro tan fuerte que sangrarían tus muñecas.
-Entonces hazlo, me debes una.
-Antes de lastimar tu cuerpo, prefiero mandar de regreso a mi apestoso amigo de vuelta a su país.
-Si haces eso, entonces no habrá chocolate caliente.
-¿Por qué?
-Porqué Ron está muy enamorado de él.
-Ahora lo compadeces, después que pensaste que te habían quitado a Draco.
-¿Lo harás o no?
-Si, que genio.
-Era primera vez que encontraría algo más emocionante que comer chocolate, obvio si era con Draco, hasta esas extravagancias de su amigo era un arte oculto.
-¿Te gusta comer chocolate?- pregunta Draco.
-Ahora recién le tomaré más cariño- acercándose al rostro del rubio.
-¿Más que a mí?- pregunta acercándose aún más.
-Creo que eso lo pensaré- se aleja.
-No tendrás tiempo de pensarlo, sólo hazlo- lo besa apasionadamente, olvidándose de todo el mundo, abrazo a Harry y lo estrechó aún más a su cuerpo que ya estaba reaccionando.
-¿Qué harás?- pregunta el moreno entre jadeos.
-Cumplir uno a uno cada capricho- le dijo para volver a besarlo.
-Feliz navidad.
-Feliz dulce navidad.
BONUS TRACK
-¿Tú no te llamas Harry?- pregunta Blaize de repente.
-No, mi nombre verdadero es Ron.
-Yo tampoco me llamo Draco, mi nombre es Blaize.
-Esos son detalles...
-Entonces quién es Draco.
-Mi amigo, pero de seguro debe estar "muy ocupado"
De acuerdo al toque sugerente de sus palabras, ya sabría que le diría a su amigo cuando regresara...
-Harry aquí tienes unas machas a la parmesana con salsa de chocolate- esa simple idea ya le dibujaba una sonrisa maliciosa en los labios, pero eso podría esperar, su cuerpo no, y con todas sus fuerzas se aferró al cuerpo desnudo de Blaize, besando su cuello con determinada pasión.
-¿Qué es esto?, la sublevación de los ukes- dice con chiste.
-Tómalo como quieras, si me dejas sin atención, yo buscaré el modo de satisfacerme.
-No suena mal, sólo si es conmigo.
-Feliz navidad, Ron.
-Feliz navidad Blaize- odiaba la navidad, pero ahora, había comenzado a amarla de una manera delirante...
Fin.