X. NOCHE SIN CENA
Harry regresó a Grimauld Palace con las bolsas de la compra, había elegido cuidadosamente las verduras y frutas, se había demorado eternidades en ir sacando los panes que más dorados le parecían y había hecho una larga fila para comprar la carne, e incluso cambió su turno amablemente un par de veces sólo para no llegar luego a casa, sólo para no detenerse, como ahora, a pensar junto a la puerta antes de entrar, en el hecho sencillo de que cuando llegara a la sala, cuando mirara junto a la chimenea, el chico que conocía, el chico que había acabado amando, ya no sería el mismo. Era posible que sólo con devolverle la vista, Usher terminara transformando su personalidad drásticamente, sólo cuando Draco viera la forma en la que vivían, cuando notara que su tacita enlozada estaba saltada por los costados, cuando viera el color anaranjado de su pijama o que sus calcetines estaban gastados; cuando notara que las pequeñas cosas que a diario le parecieron agradables estaban viejas o eran adquisiciones baratas de segunda mano, cuando las apariencias vencieran en su mente, entonces todo cambiaría y quizá la humildad que había adquirido huiría para siempre de su forma de ser. Draco cambiaría y él no podría hacer nada para evitarlo porque, a fin de cuentas, era él quien había permitido que así fuera dándole a Usher el nombre del hechizo que le lanzaron esa noche. Una persona egoísta que no quisiera más que tenerlo encerrado en casa, hubiese guardado esa información como el secreto más valioso de su vida, pero devolverle la vista era para Harry quizá el regalo más importante que podía darle a Draco. Draco se lo merecía porque había sido bueno, tolerante...y porque lo amaba como un loco, aunque no fuera correspondido.
Tal vez ahora que Usher le había contado toda la verdad (una verdad que de hecho, él conocía a medias), Draco se marcharía, se iría un día, cuando él saliera a por la leche o cuando estuviese dormido; se marcharía a un lugar solitario donde sólo él, en esa extraña condición, podría estar y nunca volvería ni le recordaría, lo olvidaría como había olvidado todo lo que había pasado antes de esa noche en el Bosque Prohibido, lo olvidaría como había olvidado incluso a su padre, a su nombre y a todas sus costumbres...lo olvidaría cuando ya creyera pagada su deuda con él. Acabaría esa compensación y Harry volvería a sentirse tan vacío como siempre, o más vacío aún porque él sí que lo recordaría.
No había forma de retrasar la verdad, aunque se quedara fuera de la casa por el resto de la noche, aunque fuese él quien decidiera irse a un lugar donde no le tocaran otra vez todas las pequeñas y grandes cosas que tenían que ver con Draco...de alguna manera, gran parte de su vida ahora tenía que ver con él porque él había reemplazado en medida a sus amigos, a Sirius y a Dumbledore, había venido, había surgido de la nada para aliviarle la pérdida de sus seres queridos, y una horrible opresión en el pecho le decía que también él se marcharía por un camino muy similar, bien lejos, donde no podían enviarse cartas, donde no había teléfono y donde no podían llevarlo los medios de transporte. Se marcharía porque debía marcharse, porque así tenía que ser, porque en la realidad no había espacio para un chico que había cambiado tanto como él lo había hecho, y el sentido común le gritaba cada día un poco más fuerte, que era imposible mantener encerrada a una persona para siempre como si se tratara de un ave nacida en cautiverio. Harry no podía garantizarle una vida tranquila fuera de las paredes de Grimauld Palace y él no podría aceptar eternamente un destino de incomunicación como una cárcel porque en sencillas palabras no se lo merecía.
Y quizá ni siquiera lo quería un poco...
Cuando por fin se decidió y entró en la casa, lo único que encontró en la salita fue a Usher, que le aguardaba fumando su cigarrillo frente a un buen fuego. Harry lo miró con atención mientras dejaba las bolsas sobre la mesa y él le hizo un ademán amable, invitándolo a sentarse en su propio sofá. Cuando Harry le obedeció, le extendió el paquete de cigarrillos y él cogió uno.
-Tenemos que hablar, Harry -soltó Usher.
-Lo imaginaba -reconoció el chico, incómodo- ¿Es sobre Draco, cierto?
-Bueno, y también sobre tí -dijo el medimago.
"Comenzaré diciéndote que su recuperación ha sido francamente muy buena, apenas tiene cicatrices y las secuelas psicológicas son más importantes que las físicas, pero ha ido superando las cosas y sé que acabará bien. Olvidará mucho con el tiempo y aprenderá a afrontar lo que no olvide. Tengo que reconocer que has sido un excelente apoyo para él, creo que sin tu ayuda él no hubiese podido salir de esta tan bien como lo ha hecho.
"En cuanto al maleficio In Tenebris, el contrahechizo ha sido efectivo y él tendrá que acostumbrarse un poco a la luz, pero sus ojos están de nuevo en perfectas condiciones.
-¿Dónde está ahora? -preguntó Harry, sin poder evitar el temor que evidenció su voz.
Usher sonrió levemente al notar su reacción, como si entendiera a la perfección lo que significaba.
-Está en su cuarto -dijo Usher-, tiene algunas cosas que pensar. Espero que sepas que le dije toda la verdad, y que entiendas que ahora él tiene determinación sobre su persona. Como te dije, él es un arma y le he enseñado la forma de usar su fuerza.
-¡Pero dijiste que él no debía usar nunca su fuerza! -reclamó Harry.
-Lo dije porque así es -respondió Usher-, sin embargo, esa decisión le corresponde nada más que a él. Cuando él decida usar su poder será porque habrá comprendido y considerado que significa su muerte. Es un chico sensato, no hará locuras si eso te preocupa. Le has enseñado muchos valores en este tiempo.
Harry enmudeció por un segundo, parecía un poco atontado.
-No me mires como si fuese mi culpa -continuó Usher-. Es verdad que yo le dije la verdad, pero lo hice porque era imprescindible que él la conociera. Él ya no es parte ni del mundo muggle ni completamente de este, su presencia es una especie de alteración de las normas naturales, alguien con un vocabulario más duro le llamaría fenómeno, la calle no está llena de personas que se parecen a Draco y tú lo sabes; bueno, ahora que sabe la verdad, puede ocultar su apariencia y verse como un chico relativamente normal. Lo otro es que con este conocimiento, él está un poco más seguro, ya que sabe de qué manera intentarían utilizarlo si por desgracia llegan a capturarlo, de modo que puede tratar de revertir una situación así de estrecha y evitar un desastre que puede acabar con todos nosotros.
-Pero él debería igualmente ser un poco egoísta, ¿no es lo que me dijiste a mí? -reclamó Harry.
-Y es lo que le dije a él también -dijo Usher, sonriendo con el cigarrillo en la mano-. Pero bueno...digamos que además tú le has contagiado tu altruismo. Te dije que no le enseñaras nada, que no lo moralizaras, sin embargo, algo así es en realidad imposible; de manera intencional no le enseñaste nada, sin embargo, el tiempo que ha vivido contigo le ha permitido aprender de tí ciertos comportamientos, es lo mismo que les sucede a los niños. No se puede evitar, no has hecho nada malo...aún.
-¿Qué? -reclamó el chico.
-No me mires como si no entendieras nada -le replicó Usher-. Cuando decidiste hacerte cargo del chico sabías a lo que te estabas exponiendo y sabías lo que él significaba, seguiste adelante como el buen héroe de historia que eres, y has hecho una labor excelente, irreprochable. Él me contó cómo era antes, la forma en la que se comportaba y cómo era su relación contigo, le costó hablar porque le avergüenza y porque apenas ya lo recuerda; ha cambiado, ha cambiado a lo políticamente correcto, a lo socialmente correcto si te parece el término, y siente que te lo debe, que fue un bellaco. Aprendió a no ser el villano de tu cuento, sólo intenta darle a entender que no tiene que hacer nada especial para ser también un héroe.
Harry miraba a Usher sin comprenderlo.
-No entiendo exactamente lo que sucede -contestó.
-Bueno, yo me entiendo, la semiótica de la vida real no parece ser tu fuerte, yo estoy aquí después de todo para que esta historia funcione como debe, para hacerla coherente, de manera que voy a terminar lo que dejé inconcluso -Harry siguió mirando a Usher como si hablara algún dialecto desconocido y él le dio una sonrisa que quería decir que sabría siempre más de lo que explicaba. Malditos médicos.
"Draco tiene un poder que no puede atarse, es un poder capaz de lograr cualquier cosa, no importa si se trata de desviar el rumbo del sol o de evitar que exista el invierno por siempre jamás, así es, una vez puesto en marcha no se equivoca y puede lograr lo que sea, sin restricciones. Este poder sólo puede usarlo dos veces en su vida, una vez por cada una de sus alas, y se invoca sencillamente formulando un deseo, este deseo no puede estar relacionado directamente con él en ninguno de los casos, sino, queda automáticamente anulado. El problema es que él puede obsequiar el deseo o le puede ser arrebatado, para obsequiarlo, debe regalar una de sus plumas, y para que le sea quitado, deben arrancarle una de sus alas. Cuando pierda ambas alas, entonces morirá. Si obsequia o le quitan un deseo, entonces morirá cuando formule el primero de ellos, y si entrega ambos, muere instantáneamente. El otro problema es que la persona que le quita o que recibe los deseos, sí puede pedir cosas en su beneficio, he allí el riesgo de que alguien como Voldemort lo encuentre.
"Sin embargo, quitarle las alas u obligarlo a hacer algo que no desee en realidad tiene sus complicaciones. Mira, no se ha hablado mucho de ello, pero se supone que quien lo hace también acaba condenándose de alguna manera. Yo sólo puedo decirte que...bueno, tal vez no debería hablar de esto (secreto profesional tú sabes), pero vinieron a mi consulta cinco tipos la semana pasada, venían juntos porque tenían la misma enfermedad; habían ido de médico en médico sin hallar respuesta y fueron a buscarme porque escucharon que era especialista en males genéticos. Tenían un aspecto atroz y todos llevaban la marca de Voldemort en el brazo. Su enfermedad no tiene remedio, es una mutación genética con síntomas similares a la lepra, se cae su piel y su carne en trozos putrefactos, realmente asqueroso y con mucho dolor. Terminaron por confesarme que habían abusado de un chico hace algún tiempo, que era esa la única cosa en común que tenían y lo que parecía haber desencadenado las dolencias. Imaginaron que el chico en cuestión tenía alguna cosa contagiosa, una infección o algo, luego fueron empeorando y creyeron que se trataba de un maleficio...El caso es que cuando...le hicieron lo que le hicieron, Draco ya estaba cambiando, en términos médicos, la estructura de su ADN ya había comenzado el proceso de transformación y fue como meterse con un volcán en plena erupción, eso sin considerar las consecuencias de enfrentarse contra la magia empática de alguien, digamos que su propio cuerpo se volvió contra ellos y sus células se destruyen a sí mismas. A estas alturas ya estarán muertos, pero me tomé la libertad de no mencionarles porqué sufrían este mal, me limité a hacerles creer que se trataba en verdad de un maleficio.
"Se lo merecían, creo yo.
"En resumidas cuentas, él es capaz hacer lo que sea, pedir los dos deseos que quiera, pero también pueden quitárselos y él puede obsequiarlos, sólo que...aquél que le obligue a hacer algo que no quiere, tiene que pagar las consecuencias. Sin embargo, alguien como Voldemort, tiene muchos más recursos y puede hacer que otra persona pida el deseo que él busca y asunto terminado, no se vendrá con remilgos teniendo tanta gente bajo su mando.
"¿Entiendes todo esto o te parece demasiado complicado?
Harry estaba anonadado e hizo algún confuso movimiento con la cabeza.
-¿Sencillamente así? ¿Draco sólo morirá si desea algo?-replicó, como si la lección que habían recibido los mortífagos no le importara gran cosa.
-Nada más así -dijo Usher.
-Es imposible...-balbució- No puede, no debe ser así. Draco es una persona...bueno, un ser muy especial, es amable ahora y estoy seguro de que puede salir adelante de esto sin sacrificar su vida por alguna causa. En cambio, es como...como si no fuera más que un objeto.
-De alguna manera es una herramienta -sentenció Usher-. En términos de poder es eso, pero todos sabemos que tiene sentimientos, aunque algunos no estén dispuestos a considerar esta parte. Si alguien lo captura y le arranca las alas, entonces puedes estar seguro de que le importó, de la misma forma en que no les importó a otros hacerle lo que le hicieron.
"Lo que vale ahora es que él está consciente de lo que sucede y puede tomar sus propias determinaciones. Está en sus manos decidir si cree correcto morir por una causa, cualquiera que sea esta, salvar los bosques vírgenes de Brasil o acabar con la pobreza en el mundo...que sé yo.
Harry suspiró profundamente y tuvo un siniestro presentimiento, como si estuviese convencido que Draco quería morir por alguna causa. A Harry todas las causas posibles le parecieron idénticamente estúpidas.
-¿Y qué hay del resto de su magia? -preguntó al fin, como si quisiera olvidar lo que habían hablado.
-Las otras dos magias -corrigió Usher-. Su magia convencional, que puede usar si recuerda cómo, consigue una varita y se aplica a ella, y la otra...es una magia intuitiva, puede hacer algunas cosas, sobre todo relacionadas con los sueños y los sentimientos, puede conectarse empáticamente con la mente de otras personas y relacionarse con fuerzas de la naturaleza, no le tomará desprevenido una lluvia o los cambios de humor de alguien. No es gran cosa, no tiene que ver mucho con el poder sino con la empatía, digamos que está más vinculado a todo lo que le rodea. Cuando estés de paseo en el mundo muggle, trata de ver una película titulada Das Himmel über Berlin y entenderás mejor.
"Y sí, es cierto, un ángel en tierra, eso es lo que es.
Harry parecía no desear asimilar toda la información.
-Aún me queda una duda -dijo- ¿No hay ninguna forma de salvarlo?
- Puede, pero no son convencionales y no están documentadas. Que muera cuando se cumplan ambos deseos es inevitable, pero puede hacer posible sólo uno de ellos y vivir perfectamente con una de sus alas y envejecer como un ser normal. Fuera de eso, no sé más -dijo el médico.
El chico suspiró, aspirando profundamente la atmósfera cargada de humo y Robert Usher lo miró con el ceño fruncido.
-Harry -lo llamó, y el chico levantó la vista- No es posible...No me digas que te enamoraste de él.
Harry volvió a inclinar la vista como si al mirar a Usher a los ojos, le dijera explícitamente toda la verdad.
-Quizá sea sólo la compensación de la que hablaste -murmuró el chico, sabiendo que no podría mentirle a Usher-. Me siento un poco atraído, pero no importa, se irá y hará lo que desea ahora que recuperó la vista y conoce la verdad. Yo no voy a decirle nada.
Usher resopló con cansancio.
-Ustedes los héroes de las historias son tan altruistas que también acaban dañando a las personas que los rodean, que utilizan a los demás para convertirse en protagonistas. Deja de pensar como un héroe porque a estas alturas del juego no te servirá de nada -dijo.
"Te diré una cosa y espero que no la olvides. Tus tendencias sexuales me importan un comino, pero hay algo que debes aceptar. Si contrajiste el síndrome de Florence Nightingale y te enamoraste del chico al que cuidabas, no tiene nada que ver con su magia. Draco no te ha hechizado ni mucho menos, la compensación de la que hablé en parte es el sentimiento de haber hecho algo bueno, y por otra parte, de lo que él pueda brindarte ¿o acaso no te alejó las pesadillas?. Eso es magia. Bien, el amor es amor y la magia, magia. Lo que sientes no tiene que ver con el poder que él tiene, probablemente no sería capaz de hacerle algo así a nadie ¿de acuerdo? De forma que lo mejor que puedes hacer, es tomar tú mismo una decisión, reflexionar y darte cuenta de una buena vez si lo quieres de verdad, si sólo te atrae o si te parece irresistible porque es hermoso; y luego, si lo crees prudente, háblalo con él, después de todo, no es un crío.
-Pero...estaría forzándolo a hacer algo, a sentirse en deuda conmigo -reclamó Harry-, y además no creo ser correspondido. No vale la pena involucrarlo en mis problemas emocionales.
Usher lo miró con la vista endurecida.
-¿Hablas de que se siente en deuda y que por eso aceptaría estar contigo? No seas bobo, él tiene raciocinio, sabe que puede pagarte de muchas otras formas las amabilidades que has tenido con él, pero ese no es el punto, el punto es que tienes miedo de sentirte rechazado y te escudas en tu preocupación por los demás para no ver la realidad. Hay que ser un poco egoísta, no te olvides de ello. Tal vez Draco lo entendió mejor que tú después de todo -replicó con algo de burla.
"Y si hay amor de verdad entre ustedes, considera seriamente el hablarlo con él porque eso podría salvarle la vida.
La conversación acabó en un tremendo silencio y Usher terminó levantándose para ir rumbo a la red flu, no sin antes repetirle a Harry una palabra que no olvidaría de ahora en más: egoísmo, sólo un poco de él y bastaba para arreglar el caos de su mente y su corazón.
Harry se quedó en el sofá pensando en esa noche sin luna, sin Draco, sin lluvia, sin cena.