Posterior a todo aquel caos del cambio de las piernas de sora, para quedarse al lado de su amado príncipe Riku. Lograron por fin, esos dos salir del agua espantosamente salada y dirigirse al castillo prontamente a ser embargado por una empresa sin corazón .
Todo era de color de rosas, podría decirse que era como el color del cabello de Marluxia, así de maravilloso era el que aquellas dos personas estuviesen juntas pero, había un pequeño detalle que sora no tenía ni la mas remota idea y que por supuesto riku no había recordado por la desbordante felicidad que los tenia con el cerebro en Alaska, y eso era la historia del castillo a ser embargado.
Bueno… todo comienza por los padres de riku, ellos no eran los santos de la tierra, digamos que siempre hacían cosas medias raras, de hecho, la reina Saix de por si ya era extraña digo extraño. ¡Demonios! Eso no tenia para nada pinta de mujer (XD) todos los súbditos del reino no se crean la tremenda mentira de que era mujer, era un travestido. Pero bueno, es correcto mantener la boca cerrada puesto que el rey, torturaba a todo aquel que se refiriera al tema. Por ejemplo aquí hay una pequeña escenita…
Estaba el rey y la reina sentados en sus chillones tronos llenos de peluches y ositos poh.
-todos mis súbditos adórenme que ya me entro la depresión- dijo el rey xenmas.
Por lógica los súbditos se tiraron de rodillas y comenzaron a golpear sus rostros en el piso, quedando con sus caras deformes, de tanto adorar a su rey.
-¡suficiente! Descansen ya aliviaron mi depresión-esto era la rutina de todos los días, y también era rutina que todos los días un súbdito muriera por “esa pregunta”…
- Su majestad tan grande como el sol, las estrellas, el agua del mar, tan majestuoso como la tierra que da vida a seres tan deprimentes como nosotros, tan inservibles como nosotros, tannn….
-a callar! Ve al grano! no des rodeos que me, duele la cabeza escucharte. Basura!
- si, su majestad. Tengo que hacerle una humilde pregunta… esto… ¿la reina saix es hombre?-pronunciando esta última oración, los demás súbditos se alejaron del idiota que se atrevió a preguntar semejante barbaridad, como si fuera una persona que estaba contagiando alguna peste, como un ser que no tenia la capacidad de utilizar el cerebro correctamente. El aire frío soplaba su cabello, ese pobre y estúpido súbdito cabo su propio hoyo. Uy! Era mejor no describir la cara de psicópata que tenia en ese momento el rey sexman digo, xenmas… daba miedo el solo sentir su aura diabólica rozándote, su cara estaba roja parecía que lanzaría fuego por su boca.
-yo…-interrumpió saix- yo… soy… FEAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!! Noooooo - y comenzó a llorar arañando las cortinas con una música desesperante de tragedia comenzó a golpearse contra la pared.
Tomo una cortina la enrollo he hizo una especie de soga para ponerla en su cuello y ahorcarse.
-Córtenle la cabeza! Mátenlo! Déjenlo en el basurero para que se lo lleven lejos, tírenlo por la ventana para ver como muere cuando se impacte, mándelo al polo norte para que se congele! Y se lo coman los osos polares - dijo con el rostro colorado de tanto gritar el rey.
Y Así fue el súbdito opto por la ultima alternativa, se acomodaba mas a su piel y lucharía cara a cara con sus animalitos favoritos. Era un viaje a la muerte con los pasajes gratis, supongo que esa tremenda oportunidad hay que tomarla.
Tras todo esto podemos percatarnos de las grandes sospechas que empezaron a surgir sobre la sexualidad de saix.
La reina solo quería morirse, por esto el rey, tomo la decisión
De empezar a comprar cremas, mascarillas y toda clase de productos para que se viese más femenina y por esto fue consumido todo el dinero y las grandes riquezas, en la belleza de saix, que por cierto si era hombre…pero no debía comentarse por que, el rey lo dicto así.
Bueno volvamos al punto inicial. El castillo prontamente estaba por embargarse, por causas de la misma reina, y riku no se percato de ese pequeño detalle… pero ya era hora de decírselo a… sora.
Este par iba caminando por las orillas del mar tomados de la mano, resplandeciendo su amor por todos lados. OH! si que resplandecían esos. La única manera de poder ver sus rostros, era a través de lentes de sol, si alguien se atrevía a mirarlos sin las gafas, tenia su pedacito de tierra y su ataúd listo para uso, o sea, en palabras mas hermosas y fáciles de comprender, se morían ^^.
-Sora…-comenzó el príncipe riku, con su voz encantadora pero con toque de frialdad- Ahora debemos llegar a mi hogar y gritar a los 4 vientos que nos amamos y que…-es interrumpido por un golpe seco en el piso.
Era sora, estaba extendido en el suelo sollozando, bueno digamos que sora se callo derechito al piso estrellando de lleno su cara contra la arena. Aún no tenía dominio total de sus piernas por lo tanto, era normal que mientras caminaba al lado de riku se tropezara, tambaleara y cayera, una o dos…o tres…o 100 veces, en su feliz viaje a su nuevo hogar.
-Sora!!!Estas bien? –se apresuro riku a recogerle y a sacudir la arena impregnada en su cara y ropas-Sora… Te dije que te afirmaras de mi brazo…
-lo siento- dijo sonriendo, mientras se acomodaba para ponerse de pie- riku, es que es muy divertido sentir la sensación de poder caminar, es genial!
-Si, pero, no creo que sea tan genial que para caminar tengas que quedar con todos tus huesos quebrados, imagínate si sigues así, puede que se te salga un ojo, luego que te rompas el brazo derecho, el izquierdo y por ultimo ambas piernas junto con unas 7 costillas. Sería terrible y no volverías a caminar jamás-dijo el príncipe con cara muy seria.
-Riku- dijo sora con sus ojos abiertos y demostrando la preocupación que le causo el tema-Riku…me estas traumatizando-dijo montando en su rostro una sonrisa forzosa.
-Escucha la única manera de que no quedes paralítico es que yo te lleve en brazos hasta el castillo-dijo mostrando una sonrisa de satisfacción.
-te refieres a llevarme como una princesa que rescatan los príncipes en los cuentos de hadas, que hacen películas los de disney, pero debería aparecer primero la bruja… o sea, se supone que la bruja es la parte conflictiva del asunto y a mi parecer, el único conflicto para estar juntos a sido que esa cosa que, preparó roxas, se tardara tiempo estar lista.
-ahh… sora…. No te preocupes por esas cosas tan pequeñas, ya vamos- lo levanto en el aire y toqueteándolo por todos lados, lo llevo como un princesa todo el camino. Bueno como era de esperar tenían sus múltiples paradas en el trayecto para sus necesidades fisiológicas y hacer “eso”.
-Sora…-dijo Riku bajándolo de sus brazos.
- Que pasa mí amado príncipe es que peso mucho y ya no puedes seguir cargando este pesado sireno-humano?
-No, es eso mi querido Sora es solo que, quiero que me acompañes al lado oscuro del bosque. Tu sabes…
-¿Quieres ir al baño Riku?- dijo inocentemente.
-no, Sora- dijo frunciendo el seño- Lo que quiero decir, es que, como estamos solos en la inmensidad de la noche. Nosotros podríamos amarnos aquí, en la naturaleza volviendo al lugar al que pertenecimos con la madre… como se dice?
-Madre naturaleza…-dijo Sora poniéndose todo colorado, ante tal invitación.
- ¿Qué me dices mi pequeño?
-Claro…-dijo con la cara casi evaporándose de la vergüenza-vamos- y tomo la calida mano de Riku.
Fueron lugar más oscuro que pudieron encontrar, bueno aun cuando era el más oscuro, la luna se filtraba por las hojas de los árboles delatando a esta parejita. Pero eso no importaba, nada ni nadie los detendría.
Riku apoyó a Sora en un árbol y comenzó por besarle, el pequeño se dejo llevar y luego comenzó a responder el beso, aferrándose a su querido Riku.
- R..Riku….-dijo mientras le comenzaba a besar su cuello. Recorriendo con sus manos cada parte de Sora. Haciendo aparecer pequeños gemidos.
Todo era perfecto, excepto la luna que los acusaba, que luna más copuchenta ni el sol la soporta y las estrellas se alejan de ella.
Entre los árboles que se encontraban en los alrededores se comenzaron a escuchar pisadas, crujían las ramas secas y las hojas esparcidas en la tierra.
Riku y Sora estaban tan concentrados en amarse que no escuchaban los pasos que se acercaban bulliciosamente. Las pisadas eran cada vez más sonoras, por lo tanto hicieron que sora las escuchara y tratara de prevenir que el ser no identificado, los descubriera en medio del bosque toqueteándose por todos lados y en esas condiciones tan desarmadas.
Desarmadas digo por que, Riku ya estaba haciendo de las suyas con Sora, pretendía continuar y llegar hasta el final.
-R-iku… para…- decía Sora, aunque realmente no quisiera (XD).
-Sora no puedo detenerme te ves tan tierno- dijo continuando.
-Riku alguien se acerca…a…- dijo el pequeño tratando de apartarlo un poco.
-Q-ue...? Eso es imposible estamos solos en el bosque no hay nadie solo están estas malditas hormigas que me tienen hasta la coronilla con las picaduras…
-Riku espera un poco y escucha.
Ambos se separaron y trataron de escuchar atentamente cualquier movimiento sospechoso, volvieron a escucharse pisadas y Riku opto por separarse de Sora y pasarle sus pantalones que colgaban de las ramas de los árboles. Sora rápidamente se los puso y se aferro al Riku temeroso de lo que pudiese pasar.
Desgraciadamente el invasor era nada menos y nada mas que un extraterrestre de ojos almendrados y brillante se acercó a los tortolitos apuntando una extraña arma y dijo.
- Denme sus cerebros- mirándolos con unos ojos brillantes y tiernos. Como si pedir el cerebro de alguien fuese taaaan normal tan cotidiano.
-ahhhhhhh!- Gritaron ambos chicos Corriendo como desquiciados, chocando con todo lo que pillaron en el camino. Cabe destacar que sora aun no terminaba de aprender a caminar correctamente, mucho menos a correr. Por esto era evidente que se callo derechito al piso. Riku se percato y miro a su amado extendido en el piso.
-Sora!
-Riku sigue corriendo! Déjame aquí!- dijo el chico de los ojos azules.
- Jamás te dejaré! No viaje al mar por nada!
Y en ese momento una música trágica comenzó a sonar en el bosque y cada vez se hacia mas fuerte.
-Riku hazlo por mi! Vete yo daré mi cerebro por ti!- La música aumentaba cada vez mas volumen.
- No Sora no te dejare- dijo con un brillo en sus ojos.
Riku corrió en busca de su amado y lo cargo en sus brazos.
-Riku… creo que esto es un poco cursi-dijo riéndose y resplandeciendo de alegría.
- Lo se pero es culpa de la autora.
Caminó con él día y noche sin descansar sus pobres brazos. No podían fiarse de que el extraterrestre sacador de cerebros no los estuviese siguiendo, así que, era mejor no hacer paradas en el bosque para hacer “eso”.
Lugo de su largo viaje al fin llegaron al dulce hogar, bueno… no era tan dulce digamos que las cosas que la opacaban era una tremenda guerra que se estaba llevando a cabo (O_O)
Habían llegado los del embargo, pero entre el rey, la reina y los súbditos, se negaban a entregar el castillo. Estaban equipados muy modernamente, el castillo estaba cubierto con alambres con corriente, en las ventanas las mujeres y niños tiraban los vasos y platos de cristal contra los sin corazones, los hombres mas fuertes estaban descansando por que era su día libre, y el rey y la reina estaban con ollas en su cabeza para protegerse de posibles ataques enemigos…
Sora y riku quedaron boquiabiertos tenían en frente de ellos un espectáculo digno de enmarcarse y debían prepararse para unirse a la batalla.
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