Capítulo 10 "LA FELICIDAD SABE AMARGA"
NUEVO MAKOKU...
CASTILLO PACTO DE SANGRE
Yuuri estaba muy preocupado por la salud de su "novia" Ayaka. Tenía mal aspecto, aunque estuviese dormida.
-No volverá a despertar, no lo hará- dice el pelinegro molesto.
-Yuuri- pronunció el rubio y es que se sentía fatal por todas las cosas que había hecho.
-Ella vino aquí por eso, quería verte antes de morir- dice el Gran Sabio.
-¿Ella lo sabía?, ¡baka!- exclama dolido Yuuri.
-Tendrás que estar preparado para lo peor- añadió Murata.
-Lo sé, lo sé- dice el Rey y sale corriendo.
-¡Yuuri!- exclama preocupado Wolfram.
-Tendré que llevarme el cuerpo de Sayaka-chan a la tierra, para que la entierren como corresponde.
-¿Qué clase de relación tenían ellos dos?- pregunta interesado el ojiverde.
-Ellos se conocieron cuando eran niños, más que nada eran amigos, esa idea de ser "novios", no fueron realmente eso, el único capricho que cumplía Shibuya era que iban siempre de la mano.
-Ese debilucho, me va a escuchar- se va de muy mal humor en búsqueda de su prometido.
Yuuri se fue al campo de beisbol, necesitaba pensar un poco en lo que vendría... tenía sus sentimientos hechos un lío.
-Así que aquí estabas debilucho, te estaba buscando por todas partes.
-No quiero pelear Wolfram.
-No vine a pelear- le aforra un puño que hace caer a Yuuri al suelo- ¡ve a verla ahora mismo!, ¿es esta la forma de demostrarle tu aprecio?, ¿ahora la abandonas?, si no vas con ella, te juro que te mataré de una u otra forma- dice muy alterado Wolfram- ¿acaso no significa nada para ti?
-Wol...fram- pronunció Yuuri tocandose la mejilla que estaba roja por el golpe- recordaba la sonrisa de Sayaka cuando la veía, tan llena de vida y las veces en que aguardaba en su cuarto a que despertase de ese letargo en el que se sumergía...- se fue corriendo al castillo.
Corrió botando todo a su paso, hasta que casi sin aliento, ordenó que todos salieran de la habitación... así fue.
Se sentó al borde de la cama, y le tomó una mano... se quedó mirándola por mucho tiempo, casi no respiraba la chica...
-Sayaka-chan, estoy aquí, como todas las otras veces, ¿lo recuerdas?- comienza a decir Yuuri algo emocionado.
Conocerte fue muy bueno, te quiero mucho, amiga, todo ese juego de ser novios, fue muy divertido, el que vinieras aquí a verme, fue un lindo detalle, aunque sí que me sorprendió cuando me besaste... antes nunca lo habías hecho...
Por otro lado, si esta es la ocasión en que no nos veremos más, esta es mi forma de despedirme de ti, extrañamente me siento muy triste, debe ser la sensación de que ya no voy a poder protegerte de tus juegos extremos...
Recuerdas aquella vez en que decidiste lanzarte en un picado desde un acantilado al mar, fue por mucha suerte que alguien pasaba y te salvara, un chico se lanzó desde un bote, ya que la corriente te llevaba de un lado a otro y tú intentabas nadar con todas tus fuerzas, pero te hundías... me preocupé mucho... y aún así, con todo ese frío, tú sonreíste cuando te dije "baka", pero luego lloraste al notar que me habías preocupado.
Otra ocasión, fue cuando nos fuimos de acampamento con el curso, y se te ocurrió la brillante idea de subirte a un árbol, el más alto, según tú, para ver el paisaje mejor, la rama no fue capaz de sostener tu cuerpo y caíste al pasto, te quebraste una pierna, tu madre casi me mata y mi madre, me castigó, diciéndome que era un mal novio al exponerte al peligro.
Aunque posea poderes, sea Rey de esta país, tenga un castillo y una servidumbre que me sirve, no puedo salvarte de tu enfermedad, sólo velar que descanses... y decirte todas estas cosas, los buenos momentos no olvidaré jamás...
Conociste a Wolfram, si es un poco histérico, pero lo quiero, a pesar de que me llame "debilucho" y nos expongamos a peligros mayores como lo son las guerras, las cuales detesto, quiero este país, me siento bien aquí... me acostumbré un poco a este estilo de vida, aunque deba seguir estudiando mucho, y también deba viajar de vez en cuando a ver a mi familia, mis compañeros y amigos... puedes estar tranquila, Ayaka-chan, estaré bien, lo prometo- le da un beso en la mano y le acaricia la mejilla... todo estará bien.
Ayaka seguía profundamente dormida, aunque a lo lejos escuchó todo lo que le había dicho Yuuri, su Yuu-chan, en el fondo, siempre estuvo enamorada de él, pero la única forma de que lo sentía suyo, era cuando lo tomaba de la mano, así parecían una pareja como cualquier otra, pero su "novio", ya había escogido a Wolfram, aunque fuera un chico, le pareció que era una buena persona, por eso podía dejarlo en sus manos... así podría descansar por fin, si no hubiese conocido a Yuu-chan, tal vez no habría durado tantos años... por él, podía seguir viviendo, ahora que comprobaba de que era feliz, ya su labor terminó... poco a poco dejó de respirar...
-Todo estará bien, estoy aquí, contigo- le dijo Yuuri y siguió con su mano tomada a la de ella.
-Gracias, Yuu-chan- fue su último pensamiento antes de partir...
Yuuri, después de eso... lloró... había contenido tanto las lágrimas que hablar todo ese tiempo, fue un verdadero martirio para él... se quedó allí, hasta que Murata entró a la habitación.
-Debo llevarme el cuerpo a la tierra, Shibuya, lo siento- dice el chico de gafas.
El Rey, sólo atinó a retirarse de la habitación, ni siquiera respondió a algo, tampoco a los gritos de Wolfram, estaba totalmente ido en sus pensamientos...
-Él se pondrá bien, lo superará- dice el Gran Sabio.
-Yuuri- murmura Wolfram preocupado.
Todos se reunieron a cenar, pero ninguno probaba bocado, el ambiente estaba demasiado tenso y Yuuri no apareció en el comedor...
-Todo estará bien- se repite a si mismo el Rey, quien se quedó encerrado en su habitación... debía ser capaz de cerrar ese capítulo de su vida, pero era muy difícil.
Wolfram fue a verlo... pero la puerta estaba con cerradura, así que se quedó afuera y le dijo...
-Hiciste todo lo que pudiste, era una buena chica, recuérdala como era, eso es lo mejor, pero como eres un debilucho, tal vez te tome más tiempo entender lo que te digo.
-¡No me llames debilucho!- se escuchó desde adentro.
Al escuchar eso, Wolfram se sintió más tranquilo, era el Yuuri de siempre. Iba a partir, cuando la puerta se abre y una mano lo tira hacia adentro.
-No me dejes solo, por favor- lo abraza.
-No estás solo, Yuuri- le devuelve el abrazo, sintiendo las lágrimas de su prometido sobre su hombro.
Wolfram estaba más tranquilo al hecho de que no iba a aparecer ninguna otra chica llamada Sayaka-novia-de-Yuuri, pero tuvo unos toques amargos... a veces la felicidad toma ese sabor... al comprobar que al que amas, aunque tú estés a su lado no es capaz de sentirla... el rubio creyó que si ella no estaba, Yuuri iba a volver a ser el mismo, se equivocó... para él, ella era muy importante, tanto como para llorar de esta manera... tomaría tiempo que volviera a sonreír, pero él se encargaría de ello...
-Todo estará bien... Yuuri- le susurra Wolfram.
-Gracias, Wolfram- responde bajo, separándose del abrazo y mirando a su prometido.
-¡Eres un debilucho!- exclama el rubio
-¡No me llames debilucho!- responde Yuuri.
-¡Sí lo eres!- añade Wolfram.
-¡No lo soy!- se defiende Yuuri.
-¡cállate!- ordena el ojiverde.
-¡No lo haré!- responde el pelinegro.
Fue lo último que alcanzó a decir, porque sus labios se unieron en un beso, tierno y dulce...
continuará...