capítulo 2 "UN JARABE PARA LA TOS, UN ENCANTAMIENTO"
-Pero que... esto debe ser un sueño, ¿por qu´es tan real?. ¿por qué siento sus labios suaves sobre los míos?... qué extraña alucinación, de seguro es por la fiebre... levanta la mano y alcanza el rostro de Wolfram... qué cálido... es real... ¡ES REAL!- despierta y empuja al rubio producto del susto.
-Yuuri... ¡qué daño!- cayó al suelo... ¡qué pasó!
-¿Cómo que qué pasó?, ¡me besaste!- pero no le salía la voz.
-¿Yuuri?- preguntaba el rubio ante la cara de espanto del Rey, además de estar rojo como un tomate maduro, movía los labios, pero su voz... no me digas que eso son los efectos de un beso... pues entonces... se levanta del suelo y se acerca hasta el pelinegro, pero éste ya estaba fuera de la cama y preparado para emprender la huida, llegó hasta la puerta, pero el rubio estaba en mejor condición física, lo alcanzó y lo abrazó fuertemente por la espalda y Yuuri recordó el sabio entrenamiento de su madre, lo golpeó en el mentón y en su parte baja... Wolfram se retorcía de dolor en el suelo, murmurando incoherencias, aunque el golpe no había sido fuerte.
Yuuri salió corriendo por los fríos pasillos del castillo, su vista iba de mal en peor y muchas veces chocó contra algún soldado u puerta cerrada. Su voz estaba atorada en su garganta, apenas movía los labios, hasta que frente a sus ojos, su salvación... el fiel servidor de su Majestad... Günter.
-¡Su Majestad!, debería estae descansando en su cuarto o tendrá una recaída- decía preocupado mientras lo sostenía y lo miraba con los ojos llenos de pánico.
-Por favor no dejes que Wolfram se acerque a mí- decía sin voz.
-¡Su Majestad!, se ha quedado sin voz, todo esto es por mi culpa, no soy un buen servidor- se agarraba la cabeza con ambas manos.
Yuuri lo que menos necesitaba era un ataque de falta de servilismo por parte de Günter, acaso era tan complicado simplemente leerle los labios y hacerle caso, iba a salir corriendo cuando el mayor lo detiene y en brazos lo lleva como flecha en búsqueda de Gisela, y también de una amplia explicación.
-¿Qué ha pasado?- le pregunta a su padre quien traía al Rey en brazos.
-¡Su Majestad ha perdido la voz!
-¡¿Qué?!, hay que revisarlo inmediatamente, déjalo en la camilla- se acerca y aplica su maryoku sobre el cuerpo del maou.
-¡Su Majestad!, hable por favor- le rogó Günter.
-Gracias Gisela- se espantó al no escuchar sus palabras de agradecimiento.
-¿Qué pasa Gisela?, ¿por qué Su Majestad sigue sin poder hablar?
-Si no es por el resfríado, entonces es algo síquico y eso no lo puedo curar.
-¡Ah!- Yuuri se quedó boquiabierto, sus ojos negros de completo terror- o sea no podré hablar nunca más- se desmayó.
-¡Su Majestad!, despierte por favor.
-Ha de haber sido la impresión.
-¿Qué haremos si Su Majestad se queda mudo para siempre?
-¡Yo tengo la solución al problema de Su Majestad!- dice Anisina abriendo la puerta de golpe.
-Tú... no será otro de tus estrafalarios inventos.
-¡Acertaste!, es un tónico para la tos efectivo contra toda clase de males- afirma con una amplia sonrisa. no envenenaré a Su Majestad, es realmente efectivo.
-¿Alguien lo ha ingerido?
-Su Majestad tendrá el gran honor de comprobar su efectividad.
-Su Majestad no es un conejillo de indias.
-Lo se, pero ya que Gisela no curó su estado de mudez, tendrás que confiar en mí.
-Creo que no tengo otra opción... ¿no podrías usarlo conmigo?
-¡NO!, sólo resulta con alguien que esté enfermo.
-Su Majestad, recuparará la voz sea como sea.
-Asi se dice Günter llevémoslo al laboratorio.
-Todo sea por la salud de Su Majestad- lo toma en brazos y salen con Anisina rumbo al laboratorio.
Ellos que se fueron y Wolfram en un estado de agitación le pregunta a Gisela se ha visto a Yuuri y ella le contesta que Günter y Anisina le van a hacer un tratamiento para la mudez... francamente, ahora fue el rubio que quedó sin voz ante la sarte de maldiciones que dijo por lo bajo.
Este tónico se llama "Palto miel plurizado", le he puesto unos ingredientes secretos que ha reforzado el extraño poder de las hierbas- comenta Anisina con un frasco blanco y rayitas verde en los bordes.
-¿Qué clase de ingredientes secretos?- pregunta desconfiado Günter depositando el cuerpo del Rey.
-Por algo son secretos, se cuenta el milago, pero no el santo.
-Se te han pegado mucho los refranes de los humanos.
-Si el Maou pretende construir un mundo donde Mazokus y humanos convivan en paz, el primer paso es conocer su cultura- vierte un poco del tónico en una cuchara y hizo beber su contenido al Rey.
Al sentir ese líquido extraño recorrer su garganta, Yuuri abre fuertemente sus ojos, toce un par de veces, mientras Günter y Anisina esperan expectantes los resultados del jarabe.
-¡Oh no!- murmura.
-¿Qué pasa?- pregunta espantado el mayor.
-Resulta que Su Majestad está bajo un encantamiento.
En ese preciso momento, Wolfram abre la puerta de golpe.
-¡Rayos, llegué tarde!- exclama cansado.
-¿Es tratable?
-No lo se.
-¡Su Majestad!, abra los ojos, hable por favor- al borde del llanto.
-Yuuri, con que aquí estabas- se repuso el rubio listo para comenzar a retarlo.
-Wol...fram- apenas audible el sonido.
-¡Su Majestad!, ¿qué siente?, ¿le duele alguna parte de su cuerpo?
-No... más perceptible.
-Ha vuelto a hablar, esto es un milagro, por primera vez un invento de Anisina funciona- llorando con lágrimas gruesas.
-¿Qué Yuuri ha tomado una poción de Anisina?- pregunta espantado el rubio.
-Comienza la cuenta regresiva... murmura a la chica... Su Majestad, ¿qué siente?- se acerca.
-No lo se, quiero que él se vaya de aquí- apunta a Wolfram.
-¿Por qué?, soy tu prometido.
-¿Prometido?- rojo de vergüenza- eso no es cierto, yo no he pedido tu mano.
-¡Qué estás diciendo debilucho!- exclama Wolfram histérico.
-¡No me llames debilucho!
-¿Acaso tienes lagunas mentales?
-¡NO ESTOY LOCO!
-¿Qué le diste a beber a Su Majestad Anisina?
-Un inocente tónico para la tos.
-¿Cuáles son los ingredientes secretos?
-Esencia de rosas rojas, con pólen de orquídeas.
-¡Eso es para una poción para el amor?, ¿cómo fuiste capaz de mezclarlo con un jarabe?
-Se me cayó del estante, fue un accidente.
-A-NI-SI-NA- un aura muy malvada rodeaba a Günter.
-¿Quiéres pelear?- saca un arma de su delantal.
-Sabes que te ganaría incluso con los ojos cerrados.
-Compruébalo- se pone en posición de ataque.
MIENTRAS LOS OTROS DOS...
-¡Eres un enclenque desmemoriado!
-¡No me llames enclenque!, pervertido... salían chispas de los ojos de ambos.
continuará...