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El destino de un ángel por licherni

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Notas del capitulo:

bueno cuelgo el capi 3 por fin, este finde tengo un poco de tiempo por lo ke estoy escribiendo cuanto puedo los fics y asi no tener ke aceros esperar, siento mucho la tardanza espero ke os guste

 

C

apítulo 3: Encantando

 

(Narra Draco)

 

Estoy un poco decepcionado, pensé que la parte de la historia que decía que si agitas el cascabel te aparece tu ángel guardián era verdad, por lo que pensé que el ángel de Hogwarts aparecería dado que es el único que existe, está claro que mi teoría es errónea. De todas formas me gusta oírlo sonar, no del modo en que suena cuando Blaise o los demás lo agitan sino del modo en el que suena cuando me muevo o lo agito yo mismo. El ascensor se para en el último piso y me abre sus puertas, el pasillo es corto adornado con un par de cuadros con paisajes y cuatro puertas de madera. Me acerco a la primera que hay a mi izquierda y llamo con los nudillos, se oye algo desde el otro lado, como si se cayera algo y luego lo intentaran levantar.

-¿Quién es?- pregunta.

-Draco- respondo yo, se oye algo más y la puerta se abre. Harry Potter en bóxers y camisa abierta se me presenta con una sonrisa de disculpa.- Buenos días, vine en busca de Harry Potter, ¿no lo habrás visto por aquí? Es que creo que suele recibirme mejor vestido ¿sabes?

-Lo siento, me quedé dormido, me has despertado al llamarme y lo único que me ha dado tiempo a ponerme es la camisa, no es elegante hacer esperar- me responde haciéndome pasar. Me acomodo en el que se ha convertido mi sillón y sonrío.

-No sé si es menos elegante hacer esperar o recibir así las visitas- le comento divertido, en respuesta recibo un cojín en la cara.- Mi preciosa cara, me la vas a estropear.

-¿Más de lo que está ya con esas sonrisas irónicas que tanto te gusta mostrar? Imposible- me dice, yo me río con ganas y él sale del armario a mirarme sorprendido.- ¡Guau! ¡Te reíste! ¡No! ¡El mundo se va a acabar!- le tiro el cojín y él lo esquiva.

-Exagerado, no es para tanto- él prefiere no hacer ningún comentario. Vuelve a entrar en el armario hasta que está totalmente vestido.- ¿Ya estás?

-Sí, vamos.

 

Llevamos así más o menos una semana, pero sigo sin descubrir lo que esconde, es más, encuentro que hay más secretos de los que creía y me estoy encariñando con él. Por mucho que me pese tengo que reconocer que es un encanto de chico, se hace querer y es bastante inteligente, tal vez deberíamos haber hecho esta tregua mucho antes, es divertido hablar y discutir con él sin insultos de por medio. Pedimos mesa para dos y nos guían hasta una que está libre, aparto un poco su silla para que se siente, él pasa de mí y se sienta en la silla contraría. Me acerco a la mesa con las tostadas y la mermelada y cojo dos para cada uno junto con un bote de mermelada de fresa, me siento en la mesa frente a él que sirve el cacao con leche.

-Al menos vas comiendo un poco más- le digo dejándole sus tostadas delante.- ¿Comes hoy conmigo?

-¿Tengo opción a negarme?- me pregunta sorprendido.

-No, era simple formalidad. ¿Dónde nos quedamos ayer?

-Te estaba contando sobre mi tía Marge y como la hinché antes de empezar tercero.

-Ah sí, tu odiosa tía, sinceramente yo también habría hecho lo mismo, ¿en serio te dijo todo eso?-el asiente untando la mermelada en la tostada.- Lo siento.

-¿Por qué te disculpas?

-Después de lo que me has contado me he dado cuenta de que no he actuado bien estos años contigo.

-Yo tampoco lo he hecho, así que si tú me perdonas yo también te perdono.

-Entonces estamos en paz- le sonrío.- Tengo una pregunta sobre aquella noche.

-¿Otra? Venga dispara.

-¿Qué pasó con Nagini, la serpiente?

-Murió, la doné al museo de historia natural de Londres, era un magnifico ejemplar y no se podía desaprovechar la oportunidad.

-No, ¿en serio?

-Te lo juro, la disequé y la envié al museo, hay que aportar material para que las generaciones venideras aprendan las características de las boas ¿no?

-Eres muy diferente de lo que me imaginaba Potter, nunca se me ocurriría que serias capaz de hacer algo así- le digo riéndome.- No puedo ni imaginarme las caras de los conservadores al recibir algo así.

-Ni yo, debió de ser muy divertido. Eso me recuerda la vez que le eché una serpiente a mi primo en el zoo, fue el año de empezar a Hogwarts, era el cumpleaños de mi primo y nos fuimos al zoo. Él quería que la serpiente hiciera algo pero ella estaba dormida, cuando se fue me disculpé a la serpiente por él, entonces me di cuenta de que me entendía. Mi primo al ver que la serpiente se levantaba corrió y se pegó al cristal como un imbécil tirándome al suelo, yo me enfadé e hice desaparecer el cristal, la serpiente se le echó encima para salir del sitio. Cuando la serpiente estuvo fuera el cristal volvió a aparecer y mi primo se quedó dentro- se ríe con ganas y le da un sorbo a su cacao, me río con él.

-¿Qué fue de ellos?

-No lo sé, antes de separarnos mi primo tuvo un momento de brillantez y razón y preguntó qué sería de mí, me deseó lo mejor del mundo y me hizo prometer que estaría a salvo- responde, suspira melancólico y sonríe con tristeza.- Él al menos me quiso en el último momento, por eso en cuanto termine el viaje iré a buscarlo, porque deseo fervientemente que esté vivo y pueda ver cómo le va.

-¿A tus tíos no los buscarás?

-No lo sé, tal vez vaya a decirles cuatro verdades y dejarles claro que estoy vivo y que así seguirá siendo durante mucho tiempo.

-Nunca les perdonarás lo que te hicieron ¿cierto?- vuelve a sonreír triste y se encoge de hombros.- Potter, llevo un tiempo pensando y me he dado cuenta de algo- empiezo, él me mira invitándome a seguir- esas ojeras se te están tatuando en la piel y quedan muy poco estéticas, ¿no duermes o qué?- esto tal vez me ayude para saber su secreto, o alguno de ellos al menos.

-Sí, sí duermo pero lo hago mal. Tengo pesadillas, recuerdos que quiero borrar, me cuesta dormirme y me levanto muy temprano, se podría decir que paso muchas noches en vela y las demás duermo muy poco.

-Ah, pues me has dado una idea de qué hacer hoy. Vas a esperarme en tu habitación, yo iré enseguida y te quitaré esas ojeras,  venga, ya estás tardando en levantarte.

-Qué prisas Malfoy, ya voy, ya voy- me dice levantándose. Nos metemos en el ascensor y le damos al quinto piso y al último.- El quinto no es tu piso.

-Lo sé, iré a la habitación de Pan, ella tiene todo lo que necesito- le respondo, me bajo y me quedo mirándolo un momento.- No tardaré, no te preocupes- le digo antes de que las puertas se cierren. Me dirijo a la puerta de Pansy, llamo y espero con tranquilidad, enseguida me la abre y me hace pasar.- Necesito todos los cosméticos mágicos que tengas para las ojeras, ¿me los dejas?

-Por supuesto, ¿para qué son? Yo no te veo ninguna ojera.

-Son para Potter, ya que no hay nada que hacer se las voy a disimular un poco.

-Ah, Potter, claro, ¿cómo no se me ha ocurrido antes? Te estás encariñando mucho de él, es todo un misterio ¿no?

-Sí, tiene tantos secretos que podría pasarme la vida junto a él y no descubrir ni la mitad, es una persona muy divertida, seguramente nos lo habríamos pasado muy bien con él en Slytherin. Aunque tiene la mala manía de quedarse dormido a veces y recibirte en bóxers y con una camisa totalmente desabrochada.

-Ya, bueno... ¡¿qué?! Espera, ¿me has dicho que te recibe en bóxers?

-Sí, esta mañana por ejemplo lo ha hecho, ¿por? ¿Qué pasa? ¿Pan?- la llamo, me empiezo a preocupar al ver que empieza a sangrar de la nariz.- ¿Pan? ¿Estás bien? Te sangra la nariz, ¿Pan?

-¿Eh? Sí, tranquilo estoy bien, es mi mente que está revolucionada. ¿Bueno y qué te ha parecido el niño-que-vivió?

-¿De qué me hablas?

-Eres un poco inocentón ¿no? ¿Cómo de bueno está? ¿Qué polvo tiene?

-¿Eh? No me he fijado.

-Este niño es tonto.

-¡No me insultes! ¿Qué tiene de malo el no fijarse?

-Pues que se te sirve en bandeja y tú no aprovechas la oportunidad, anda coge todo esto y vete a quitarle esas ojeras- me dice entregándome un neceser enorme con cosméticos.

-Vale, gracias Pan- le agradezco cogiendo el neceser.

 

Subo al último piso y llamo a la puerta de Potter, espero con paciencia unos minutos hasta que me abre. Paso y me siento en mi sillón dejando el neceser encima de la mesita, empiezo a sacar productos para enumerarlos.

-Bien, Pansy me ha dado todo esto, tal vez podamos hacer algo- le digo mirando un poco lo que hay, él se sienta a mi lado y me imita.- ¿Cómo lo hacemos? Digo, ¿cómo nos ponemos? ¡No!, quiero decir, ¿cómo te pones? Mierda, ¿cómo te lo hago? ¡Joder!

-Malfoy, te veo un poco tenso, ¿ha pasado algo malo cuando has ido a ver a Parkinson?

-No, no ha pasado nada, será el cansancio- le respondo intentando parecer un poco más relajado, ¡¿por qué todas las frases me suenan mal?!

-Ya veo, subir en ascensor provoca mucho cansancio, comprensible- dice mirando distraídamente los nombres de los productos.- Bueno, ¿empezamos? Yo me quedo sentado y tú haces lo que debas.

-De acuerdo- me levanto y miro los productos hasta encontrar el indicado.- Empecemos.

 

Él cierra los ojos y se relaja, lo primero que hago es ponerle una base de su color de piel, para ello he necesitado una base de color dorado. La base se acopla a la piel de forma perfecta para que no se note pero todavía le queda muy oscuro, para quitarlo necesito una mezcla de colores, una sombra de ojos marrón clara y la base dorada. Con suavidad se la aplico intentando no pasarme con la cantidad, el efecto es un rostro iluminado y sin huella de las ojeras.

-Bueno, ya estás- le digo, abre los ojos despacio y parpadea un poco. Le alcanzo un pequeño espejo para que vea el resultado.- ¿Qué te parece?- le pregunto, sin llegar a contestar se quita el maquillaje.- ¡¿Pero qué haces?!

-Quitármelo, ¿no lo ves? No me gusta el maquillaje- responde yéndose a la cama.

-Eres imbécil Potter, te había dejado perfecto, haberme dicho que no te gustaba el maquillaje antes de que bajara a ver a esa loca de Pansy.

-Has dicho que no te ha pasado nada mientras estabas allí.

-Y así es- respondo sentándome a su lado, en el borde de la cama- pero tiene unas ideas muy raras y creo que se me están metiendo en la cabeza.

-Um, interesante.

-¿Qué clase de respuesta es esa?

-...

-¿Potter? Potter no me ignores ¿Potter?- me vuelvo para mirarlo y me doy cuenta de que se ha quedado profundamente dormido.- No tienes remedio- voy a levantarme pero algo me lo impide, la mano de Potter se agarra a mi pantalón con fuerza impidiéndome levantarme.

 

Intento soltarme con cuidado pero la mano se agarra aún más fuerte al pantalón, tiro un poco pero lo único que consigo es que se me bajen un poco. Intento quitar los dedos de uno en uno pero tiene demasiada fuerza y no consigo nada, al final me decanto por tumbarme a su lado. Sus dedos se agarran a la parte de atrás de mi camisa apegándose más a mí, me doy la vuelta para ver cómo está y sus manos cambian de sitio de agarre. Está encogido, temblando, no sé si de frío o de miedo, en un movimiento instintivo lo abrazo para infundirle ánimos y calor, eso parece relajarlo pero no abandona su postura. Me doy cuenta de que me he dormido al oír los golpes en la puerta y despertarme con ellos, intento levantarme pero el agarre de Potter me lo impide.

-Potter sólo voy a abrir la puerta, no me voy a ir a ningún sitio- le digo medio dormido, él no se suelta.- Potter, puedes soltarme no me iré a ningún sitio- nada, entonces me doy cuenta de que vuelve a temblar.- Te lo prometo, me tienes de vuelta en unos segundos, sólo déjame abrir la puerta- su agarre se suaviza y termino deshaciéndome de él.

-¡Harry! ¿Dónde está Harry?- pregunta histérica Granger cuando abro la puerta.

-Está en la cama, durmiendo, ¿qué pasa?

-¡¿Tú sabes qué hora es?!- niego con la cabeza volviendo a la cama y sentándome al lado de Potter que se agarra de nuevo a mí.- ¡Son las tres de la tarde ¿qué habéis estado haciendo desde el desayuno?!

-Dormir- le respondo, esto parece descolocarlos a los seis a la vez.

-¿Ha estado durmiendo desde entonces?- pregunta Lovegood con un ligero tono de sorpresa.

-Sí, se ha agarrado a mí y no me ha soltado, yo me he quedado dormido a su lado- se miran entre ellos bastante sorprendidos, Weasley se acerca a él.

-Harry, Harry despierta- dice zarandeándolo con suavidad, Potter ni se mueve, la comadreja vuelve a intentarlo un poco más fuerte. No da Resultado.

-Anda, déjame a mí, tú no sabes- le dice Granger. Los seis intentan despertarlo sin resultado alguno.- Nada, no hay forma ¿qué le has hecho Malfoy?

-No le he hecho nada, sólo se ha quedado dormido.

-¡No es normal que duerma tanto! ¡¿Qué le has hecho?!

-Os estoy diciendo que no he hecho nada- les digo, intento levantarme pero Potter, agarrado a mi pantalón y todavía dormido, me lo impide.- ¿Me dejáis intentarlo a mí?

-¡Rotundamente no!- grita Weasley.- ¡A saberse qué le has hecho! ¡Fuera de la habitación! ¡YA!

-No puedo, Potter se ha agarrado a mí y no me suelta.

-Esa es la peor excusa que me han dado nunca- se acerca y me coge del brazo para alejarme de la cama pero entonces Potter empieza a tirar para que me quede a su lado.

-¿Ves? Está enganchado a mi pantalón, déjame intentar despertarlo.

-Ron, creo que Malfoy tiene razón- dice Lovegood con tranquilidad.

-Pero...

-Lo hemos intentado nosotros déjalo a él- lo corta Granger.- Adelante Malfoy, intenta despertarlo.

-Gracias- me giro para mirarlo y él ajusta su agarre al movimiento enseguida.- Potter, Potter- lo llamo acariciándole la mejilla por puro instinto.- Es hora de despertar, ya hemos dormido bastante, tus amigos está preocupados- le digo, él se mueve y murmura algo inteligible.- Vamos, Potter, es hora de despertar, no hagas que me enfade contigo y tus amigos me maten porque creen que te he hecho algo malo.

-¿Um? ¿Qué pasa? ¿Qué hora es?- pregunta despertándose.

-Las tres de la tarde, ¿Harry, qué te ha hecho este desgraciado?

-¿Eh? Sólo me quitó las ojeras con maquillaje mágico, pero me lo quité y luego me quedé dormido mientras me echaba la bronca después del esfuerzo.

-¿Es en serio lo que pasó?

-Sí, los botes de maquillaje están en la mesita, ¿a qué viene tanto alboroto?- pregunta desorientado.

-Has dormido desde las diez más o menos hasta las tres, has dormido cinco horas seguidas, ¿entiendes lo que pasa Harry?

-WOW, cinco horazas de sueño, ¿en serio? ¡Qué bien! No sé muy bien como pero has conseguido que duerma lo equivalente a una semana en una mañana, muchas gracias Malfoy, en serio gracias.

-Se le ha ido la olla.

-Está zumbado.

-¿Demasiadas horas de sueño pueden provocar desgaste cerebral?

-¡Basta ya! ¿No habíais aceptado la tregua entre nosotros dos? No lo parece, os presentáis totalmente histéricos, lo acusáis sin tener pruebas ni saber siquiera qué pasa y encima ahora me decís que estoy loco al darle las gracias por conseguir lo que ni Severus y sus pociones han conseguido. Sé que no puedo pediros que confiéis ciegamente en él pero dejar que se explique no viene del todo mal.

-Lo sentimos, tienes razón.

-Muy bien, Malfoy nos vemos más tarde, me gustaría hablar con ellos un rato, tenemos cosas que discutir largo y tendido.

-Claro, no hay problema, hasta luego Potter- me despido saliendo de la habitación y cerrando la puerta detrás de mí.

 

(Narra Harry)

 

Me he agarrotado con tantas horas de sueño, me estiro como un gato y bostezo, luego me quedo mirándolos esperando a que digan algo o tenga que empezar yo la conversación.

-¿Sabes qué ha pasado?

-Para nada, de repente me sentí muy a gusto, me entró sueño y me dormí, recuerdo haber tenido una pesadilla pero que alguien me abrazaba y me infundía ánimos y la pesadilla se transformaba en un sueño del que no recuerdo nada.

-Interesante, deberíamos mirar un poco estos sucesos tal vez podamos descubrir cómo hacerte dormir más. Además estas cinco horas han conseguido quitarte las ojeras, ha matado dos pájaros de un tiro, hay que saber cómo hacerlo.

-Sí, nos vendría genial.

 

La noche ya ha caído, miro al cielo y sonrío, dentro de dos noches será luna nueva y podré salir por la noche sin ser un ángel. Me asomo a la terraza de mi suite apoyándome en la barandilla y aspirando el olor de la noche, con una ligera brisa me llega una melodía. Una voz dulce, suave, con la misma textura que el terciopelo, ¿quién cantará? Extiendo las alas y me tiro edificio abajo hasta llegar al suelo y frenar a ras para volver a remontar vuelo y elevarme hasta el piso de donde viene la melodía. Es una canción en francés, de una película muggle si no me equivoco, ¿cómo se llamaba? ¡La nuit! ¡Eso es, La nuit de los Chicos del Coro! ¿Quién cantará? Me meto al balcón furtivamente y me sorprendo al reconocer la habitación, ¡es la de Draco! ¿Me habré confundido y no será aquí donde está el cantante? Imposible, la voz viene de la cama y es Draco quien canta con los auriculares puestos, ¡un momento! ¿Desde cuando lo llamo Draco? Una vocecilla en mi interior me responde: "Desde que lo ves tal y como es y no como lo has visto durante toda tu vida" "¿Quién coño eres?" "Sólo tu angelito interior, tu Lucifer personal está en un atasco" "¿Eing?" "¡Tú, espabila que te va a pillar!"

-¿Quién está ahí?- pregunta Draco saliendo al balcón, con un movimiento de mano me hago un antifaz que cubre la mitad de mi cara, desde la frente a la nariz.- ¿Tú eres...? Eres el ángel ¿verdad?- me pregunta, asiento en silencio.- ¿Has escuchado el cascabel?- vuelvo a asentir. Me doy la vuelta para tirarme balcón abajo- ¡espera! ¿Dónde vas? Quédate conmigo- me ruega, no se atreve a acercarse y cogerme del brazo para retenerme, pero no le hace falta. Su voz ha tenido una nota de pura tristeza, tan profunda que me ha dolido oírla.- No te vayas, quédate un rato conmigo, por favor- termina agachando la mirada. Me vuelvo para mirarlo, luego me acerco con cuidado y en silencio para envolverlo con mis brazos y mis alas en un calido abrazo.

 

Cuando nos separamos lo dirijo a su cama, me escruta con la mirada yo sólo lo miro impasible, luego se acerca más y me toca la cara estudiando mi antifaz, blanco y dorado, e intentando quitármelo sin resultado.

-¿No quieres que se sepa quién eres?- niego con la cabeza. Él sigue saciando su curiosidad, mirándome los dientes, las uñas y las plumas para terminar volviendo a la cara y quedarse un rato mirando mis ojos.- Tus ojos son... extraños, su color es tan verde que parecen esmeraldas pero la pupila los hace extraños, en tu forma humana debes de ser muy hermoso, aunque en esta también lo eres. ¿Eres hombre o mujer?- alzo una ceja al más puro estilo de su familia.- Ya veo, ¿sabes cómo me llamo?

-Draco Lucius Malfoy Black.

-Exacto, ¿conoces a Harry?- no hago ningún gesto.- Es alguien fantástico, divertido e inteligente, sinceramente nunca me había planteado que fuera así, siempre lo he... bueno, no odiado, más bien no lo he aguantado desde que me rechazó, al menos estamos arreglando ese pequeño error. Creo que tú eres él pero no tengo pruebas para demostrarlo, ni siquiera para demostrarle a él que existes ya que no cree en ángeles.

-Sus razones tendrá- respondo levantándome y volviendo al balcón. Draco me sigue, me subo al barandal y extiendo las alas soltando unas pocas plumas.

-Espera, ¿ya te vas?- asiento.- ¿Volverás mañana?- me encojo de hombros y me lanzo al vacío, él corre hacia el barandal para verme caer y luego remontar el vuelo hasta volver a su altura, por primera vez en toda la noche sonrío. Me acerco, le robo un beso y salgo volando como un bólido mientras mi risa divertida rompe el silencio de la noche.

Notas finales:

espero ke os haya gustado y me dejeis muchisimos reviews ^.^ en serio me aria una ilu tremenda

Kisses


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