Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El destino de un ángel por licherni

[Reviews - 51]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

bueno he aki el ultimo capitulo de el destino de un ángel para celebrar que x fin dejo de estar castigada y voy a colgar un nuevo fic Entre cuadros espero ke os guste tanto como los demas

disfrutad de éste tierno y ultimo capitulo junto con el epilogo

Kisses y gracias por seguirme ^.^

 

Capítulo 8: Lazo que separa

 

(Narra Harry)

 

Me estoy arriesgando al seguir haciendo esto pero no quiero perder lo poco que me va a quedar de él. Aún así, si muero él podrá hacer una vida nueva y si lo dejo solo de golpe lo destrozaré por mi propio egoísmo, él merece saber la verdad, ¿qué hago?

-¿Por qué paras? Lo estábamos haciendo bien, amor- me dice mirándome preocupado con esa preciosa mirada de plata.

-¿Cómo me has llamado?- le pregunto.

-Amor, lo siento, se me escapó- me separo totalmente de él con un suspiro y me siento en el borde de la cama.- ¿Qué ocurre Harry?

-Lo que estamos haciendo está mal, Draco, está muy mal, no quiero seguir con esto- le digo. Él me mira sin comprender, yo me doy la vuelta para mirarlo con seriedad.- No puedo dejar que te enamores de mí, Draco, sufrirás mucho conmigo, no quiero eso para ti, no lo quiero.

-¿Es que ya no te gusto?

-No es eso, te seguiría zumbando pero no puedo dejar que te enamores de mí, no quiero que sufras, tú no.

-¡¿Por qué?!

-Porque no puedo enamorarme de nadie, sigue habiendo mortifagos y otras amenazas destinadas sólo a mí y no puedo querer a nadie porque no puedo permitir que hagan daño a los que aprecio. Tú, Draco, eres una persona a la que aprecio muchísimo y a la que no quiero hacer sufrir, yo me iré de tu vida tarde o temprano y si te enamoras de mí sufrirás lo indebido y no quiero.

-Harry... ¿tú también? Dime que tú no, por favor, tú no.

-Lo siento Draco, ve sacándome de tu vida porque en cuanto terminen las vacaciones yo me iré para siempre- me vuelvo a vestir y me dirijo a la puerta.- Créeme cuando te digo que si hubiera alguna forma de evitarlo, de quedarme contigo, me agarraría a ella sin dudarlo.

-Pero Harry, yo te amo- al oír esas tres últimas palabras algo invisible me atraviesa el corazón con un dolor atroz que me hace abrir la puerta con una mano mientras me sujeto el pecho con la otra, para después salir corriendo en dirección al ascensor mientras escupo sangre.

 

Dando tumbos llego al baño de mi habitación y me dejo caer de rodillas para vomitar sangre a mansalva, el sueño se está cumpliendo. Agotado después de tanto vomitar me dejo caer en el suelo del baño abandonándome a la inconsciencia. Me despiertan un grupo de voces a mi alrededor y unas palmaditas en la mejilla, me parece identificar a mis amigos pero no estoy seguro. Me termino de despejar al rato de tumbarme en la cama y puedo ver a Blaise, Pan y Theo también con los demás.

-¿Por qué estáis aquí todos?

-Encontramos a Draco llorando a lágrima viva en su habitación, dice que tú también lo ibas a dejar solo y que te ibas después del viaje y que ya no volverías y que le has pedido que te saque de su vida- me explica Pan con tono enfadado.- Cuando subimos estabas cubierto de sangre y ahí tirado, hemos tenido que pasar por el balcón de Lovegood porque nadie tiene tu llave y no contestabas. ¿Qué ha pasado?

-Merecemos una explicación, Harry, no es normal el estado en el que está Draco, ¿qué le has hecho?

-He cometido el peor error de mi vida, me he enamorado de él y he hecho que se enamore de mí. Él me ama pero yo no voy a poder hacerlo feliz aunque quisiera porque sí es cierto que después del viaje me voy a ir.

-¿No podías habérselo dicho antes de empezar con tu juego?- me reprocha Blaise.

-Cuando empecé no lo sabía, mi viaje cogió billete de ida cuando me di cuenta de que lo quería y que era correspondido.

-¿Qué quieres decir? Yo no entiendo nada- comenta Pan. Miro la ventana y suspiro, es de noche puedo mostrárselo sin problemas, ya no hay otra salida. Me levanto con cuidado y me dirijo al balcón.- No nos ignores Potter, ¡queremos una explicación!

-Pan, por favor...- le dice Herm cogiéndola del brazo.

-No puedo enamorarme de nadie porque si lo hago moriré, yo soy...- digo mientras doy un paso a la luz de la luna. Dejándome llevar me transformo hasta caer estrepitosamente en el suelo por mi falta de fuerzas, Mione se acerca a mí para apoyarme- ...yo soy el ángel. Tengo dos formas de morir, abandonar mis alas para estar con Draco y que él me diga que me ama y yo se lo diga a él. Cuando he salido de su habitación me lo ha dicho y por eso estoy cubierto de sangre, me estoy muriendo, literalmente, por su amor y por el mío y no quiero que sufra. Quiero que me hagáis un favor, haced que deseé la libertad de su madre y no que no me vaya porque él será feliz con su madre y encontrará a otro mejor que yo para que esté a su lado, cuando pida el deseo yo abandonaré mis alas y moriré.

-Sufrirá de todas formas.

-No, el tiempo cura heridas una vez que el motivo se ha perdido, si yo sigo vivo habrá motivo y sufrirá eternamente, prefiero un momento de agonía a toda una vida con ella, no merece sufrir- agarrada a mi mano Herm llora amargamente. Acaricio su mejilla con ternura y levanto su cara por el mentón.- Herm, no llores más, es mi elección, no me voy a arrepentir de nada, no quiero que llores por mí, nunca lo he merecido.

-Po-por s-supuesto q-q-que lo me-mereces Harry, l-lo que no me-merece-s es q-que l-la gente s-sea tan cruel c-contigo.

-Ya, "no hay que temer a lo desconocido", eso dijo Sócrates, es irracional temer a lo que no conoces así que lo mejor es no preocuparse, hiciera lo que hiciera el señor oscuro no acabaré en la nada. Llamad a Severus, creo que debo ir con él a despedirme de Sirius y Remus.

-De acuerdo.

 

Luna sale junto con Nev y ambos vuelven en diez minutos junto con nuestro profesor de pociones. Él me mira y yo asiento arrodillado en el suelo, suspira decepcionado y empieza a dar vueltas por la habitación.

-Nos vamos ahora mismo, Dumbledore nos preparará enseguida un traslador- dice, más para sí mismo que para mí.- ¿Sabes que el disgusto los va a matar?

-Tengo la esperanza de que entiendan mis motivos.

-¡¿Cuáles?!

-¡Que amo a Draco con toda mi alma y no merece sufrir por mi culpa!- contesto intentando levantarme, pero me fallan las piernas y vuelvo a caer.- No sabía lo fácil que era enamorarse de un Malfoy cuando llevo tanto tiempo rivalizando con él, pero lo quiero Severus y estarás de acuerdo en que Draco no merece por nada del mundo seguir sufriendo, no sé cómo lo haré, no sé si contarle finalmente la verdad, lo que sí sé es que moriré y tengo que evitar que eche por la borda la oportunidad de salvar a su madre y ser feliz por mantenerme a su lado.

-De acuerdo, vamos- se agacha a mi altura y pasa uno de mis brazos por sus hombros para ayudarme a caminar.

Llegamos al despacho de Dumbledore que ya nos tiene preparado el traslador, ¿cómo coño sabe éste viejo lo que pasa si no estaba con nosotros? A los cinco segundos de estar tocando la pluma rota todo da vueltas y algo tira de nosotros. Caemos en el piso del salón delante de Remus y Sirius que se acercan corriendo a ayudarnos.

-¿Qué ocurre Harry? ¿Qué ha pasado?

-Me he enamorado, Sirius, he sentido lo mismo que siente tú al estar con Remus y Severus, y eso me va a matar. Venía a despedirme, no merece sufrir, y si sigo vivo sufriremos ambos. El tiempo curará sus heridas, encontrará a otro que sea mejor que yo y será feliz, se olvidará de mí o me recordará como algo muy lejano pero sin sufrimiento, lo último que quisiera ver en esas preciosas obres de plata es dolor por mi causa, espero que me entendáis.

-Podemos imaginárnoslo- responde Remus abrazándome.- Mi cachorro, vamos a echarte mucho de menos, pensé que podríamos salir de ésta y quitarte ése horrible hechizo, por primera vez el señor oscuro ha conseguido ganarnos.

-No del todo papá, no temo a lo que vaya a encontrar, tengo claro que sea como sea me reuniré con mis otros padres, porque sé que ellos me esperan.

-Valiente Gryffindor hasta el último momento, estoy muy orgulloso de ti ahijado mío- me dice Sirius abrazándome también.

-No, Sirius, ahijado no, hijo, yo soy tu hijo.

-Hijo mío, no olvides que aquí te seguiremos queriendo.

-Jamás se puede olvidar a los que te quieren, quiero quedarme aquí hasta el último día, con vosotros y los chicos.

-Intentaremos que así sea.

 

La noche de la víspera del último día volvemos todos al hotel, Blaise, Pan y Theo nos reciben en mi habitación. Cada uno abraza a su respectiva pareja y se van dejándome sólo por petición propia. Miro la noche estrellada y suspiro, todavía me queda algo que hacer.

 

(Narra Draco)

 

Un movimiento en el balcón me hace levantarme y salir a él, una figura alta, de pelo azabache, rostro oculto por una máscara y ojos felinos color verde. Las alas blancas ribeteadas en dorado, la vestimenta impoluta, los pies descalzos y las manos de piel dorada metidas en los bolsillos. Sin poder evitarlo me acerco a él y lo abrazo desesperado volviendo a llorar a lágrima viva.

-Ángel, estás aquí, pensé que no vendrías.

-Te lo prometí, no llores más por favor, no me puedo ir sabiendo que lo estas pasando tan mal, Dragón, no es el fin del mundo.

-Puede pero me duele hasta el alma, ángel, querría quitarme éste dolor de encima.

-No puedes, el dolor es para aprender, Potter tiene sus razones para hacer lo que hizo y puedo asegurarte de que te habría dicho lo del viaje si hubiera visto la opción de que todo esto pasara.

-Seguramente, Harry siempre Harry, primero los demás y por último él.

-Así es, hazle caso y olvídalo, ni él ni yo querremos verte sufrir.

-Si al menos supiera qué es lo que pasa con él, cuál es ése misterio que lo envuelve y que sólo sus amigos parecen conocer, eso que lo hace sufrir y no dejarle ser libre para hacer lo que quiera.

-Tal vez lo sepas algún día, él no suele dejar las cosas a medias. Draco, quiero que me hagas un último favor, pide la libertad de tu madre como deseo.

-Preferiría utilizarlo para saber qué ocurre con Harry, sería una aseguración de que me enteraré de lo que pasa.

-Si tú pides el deseo de tu madre él te dirá lo que pasa, te lo prometo.

-¿Seguro?

-Seguro, enseguida de que tú pidas el deseo de tu madre él irá a decirte lo que ocurre, te lo juro por lo que más quiero.

-De acuerdo, lo haré, pediré el deseo de mi madre.

-Gracias Draco, me alegra ver que todavía te queda algo de razón en esa cabecita, ahora tengo que irme, espero que seas muy feliz y encuentres a alguien.

-Lo intentaré, te echaré mucho de menos ángel.

-Yo a ti también Dragón, cuídate mucho- me besa en la frente y se deja caer por el balcón como hace siempre.

 

El director se levanta de su sitio con una gran sonrisa, por alguna razón algunos no compartimos su alegría.

-Ya es la hora, veamos quién tiene el verdadero cascabel- pronuncia, alza las manos y aplaude una vez. Mi cascabel se ilumina elevándose en mi cuello.- Ah, señor Malfoy, felicidades, acompáñeme por favor.

 

Me levanto de mi sitio ante la mirada de todos y sigo al director en silencio. Vamos a través de una senda hasta el lago en medio de la selva que esta noche está iluminado por lamparitas y adornado con miles de flores. Me subo como siempre que estoy aquí a la roca más alta y miro al director.

-Adelante señor Malfoy, pronuncie su deseo con el cascabel en las manos.

-De acuerdo- me quito el cascabel del cuello y lo coloco en las manos haciendo un cuenco con él en medio.- Deseo que mi madre quede libre de Azkaban- pronuncio con los ojos cerrados. Al abrirlos la luz que emana del cascabel me deja casi ciego, cuando la luz se apaga la bolita cae en mis manos con un tacto frío.

-Su deseo se cumplirá dentro de poco señor Malfoy, ¿espera que ocurra algo más?

-Yo... esto...

-Siento haberme retrasado, había demasiada maleza- dice una voz, que reconocería en cualquier sitio, de entre las sombras.- Draco, te debo una explicación y una muy grande. Profesor, por favor, déjenos solos.

-De acuerdo, mucha suerte Harry.

-Gracias profesor- responde él. Dumbledore se va y nos quedamos los dos solos.- Tengo tanto que decirte que no sé cómo empezar, tal vez por lo que me pasa sería lo mejor. Sí, es lo más acertado.

-¿Qué ocurre Harry?

-Estoy maldito Draco, el Lord oscuro me hizo un último regalo antes de morir, me maldijo con un tatuaje en la espalda de dos alas de ángel y me dio dos salidas diferentes con el mismo resultado, la muerte. Cuando supe qué ocurría pensé, "es un fastidio, no voy a poder enamorarme, aunque de momento no pasa nada porque no tengo a nadie". Ahora maldigo mi mentalidad sentimentalista y mis acciones dirigidas por el corazón más que por la cabeza. Ya has descubierto muchos misterios que me rodean, y te quedarán muchos más por descubrir, aún así hoy descubrirás sólo uno más y el resto pasarán al olvido. Draco, hay algo que quería decirte pero que debía esconderte para que fueras feliz, nunca pensé que todo esto ocurriría ya que de ser así no habría empezado con ese juego de tu chico perfecto. Yo y ángel sabíamos qué ocurría cuando estabas con el otro porque ambos somos uno- ante mi estupefacta mirada sale de entre las sombras caminando sobre el agua hasta ponerse bajo la luz de la luna llena y transformarse en ángel.- Espero que me llegues a perdonar algún día por haberte engañado tan vilmente, yo sólo quería aprovechar la oportunidad que me brindabas de ser tu amigo, jamás pensé que acabaría queriéndote hasta este extremo. Vengo a cumplir tu deseo, había preferido que no vieses esto pero no me has dejado otra opción, lo que me ocurre es que soy el ángel y me he enamorado de ti. Te amo, Draco Malfoy.

 

Mientras yo sigo inmóvil por la sobrecarga de información él grita de dolor sufriendo lo que parece una terrible agonía y empieza a vomitar sangre. Con un nuevo grito de dolor se estira elevándose en el aire, sus alas se deshacen en un millar de plumas al llegar a mi altura y es ahí cuando despierto.

-Harry, ¡Harry! ¡¿Qué has hecho?! ¡HARRY!- grito al ver que empieza a caer al agua. Me tiro para abrazarlo mientras tocamos el agua y entramos totalmente en ella. Me acerco a la orilla tirando de él, está muy pálido y su temperatura empieza a bajar, me desespero.- Harry, por favor, no me dejes, yo te perdono lo que quieras pero no me dejes, no podré soportarlo. Piensa en todos los que te quieren, ¡piensa en mí joder! ¿Qué pretendes que haga sin ti? Sin mi némesis, sin mi amante, sin mi ángel nocturno, ¡no puedo vivir sin ti gilipollas! Por favor, te lo ruego, mi ángel, mi guardián, no te alejes de mí, dime que un asqueroso hechizo no va a poder contigo. Deseo estar contigo toda mi vida, deseo tenerte todas las noches para mí solo. ¡DESEO QUE HARRY SIGA VIVIENDO!

 

Despierto sobresaltado en mi habitación, todavía es de noche, ¿a qué día estamos? Mis maletas están casi sin deshacer o rehechas, ¿todo ha sido un sueño? ¿Estaremos al primer día de las vacaciones y habré soñado todo? Me levanto y voy directo a la habitación de Blaise, llamo pero no me abre nadie, un poco asustado voy a la de Pan, tampoco contesta, por último pruebo en la de Theo con el mismo resultado que las anteriores, sólo me queda una opción. Subo al ascensor con las piernas temblando y le doy al botón del último piso, las puertas se abren ante mí y paso a un pasillo que conozco perfectamente. Me planto ante la puerta de Harry y cojo aire, llamo un par de veces, se oye algo dentro y Severus me abre la puerta con cara de pena. Sus ojos rojos me afirman lo que tanto he temido descubrir, que no era un sueño, todo ha sucedido de verdad. Su cuerpo tendido sobre la cama con mucho cuidado, la ropa blanca del ángel aún puesta y cubierta de sangre, el pelo azabache desordenado como siempre, la piel antes dorada ahora del color de la porcelana y esos ojos verdes que me encantan cerrados. Me acerco despacio ante la mirada de mis amigos y los suyos, cojo una de sus manos y la beso con delicadeza sorprendiéndome de que no esté ya frío.

-Todavía tiene pulso, pero se debilita cada vez más- me dice mi padrino.- Tal vez no deberías de estar aquí, él no quería que lo vieras morirse poco a poco sin que se pueda hacer nada.

-Da igual, me quedaré a su lado para que al menos sepa que yo lo sigo queriendo y estaré a su lado cuando me toque.

 

(Narra Harry)

 

Despierto en una sala blanca, alguien me llama a lo lejos, siento que me tocan la cara ¿qué ocurre? Abro los ojos con pereza y me encuentro con mis ojos de ángel, me echo hacia atrás asustado. ¿Dónde estoy? Mi pregunta mental resuena en toda la estancia, ¿Qué es esto?

-Estás en el limbo, el paso intermedio entre la vida y la muerte.

-¿Qué hago aquí? ¿Quién eres tú?

-¿No me reconoces?- lo miro bien fijándome en todos los detalles, las alas, la indumentaria y los ojos es como si fuera mi yo ángel, pero la cara, no soy yo, es ¿Voldemort?- Casi, soy su hechizo.

-¿Qué ha ocurrido? ¿Por qué no estoy muerto?

-Rompiste la cadena que contenía el hechizo al declararte pero el rubito y tú os queréis demasiado y eso te mantiene en una balanza entre la vida y la muerte, o sea, aquí. Allí ya habrá amanecido, hoy es el último día del viaje y tendrán que hacer las maletas aún así tu rubio sigue despierto desde las tres de la madrugada al lado de tu cuerpo y sosteniendo tu mano con la esperanza de que tu pulso deje de debilitarse y vuelvas a la normalidad.

-¿Cómo lo sabes?

-Porque lo estoy viendo, mira- me extiende una vasija con agua y puedo ver en el reflejo mi habitación del hotel, mi cuerpo tumbado en la cama y Draco a mi lado con mi mano en sus labios.- ¿Qué te parece la vista? Es emotivo ¿verdad? Deberías plantearte qué hacer.

-¿Cómo?

-Gracias al lazo que existe entre vosotros dos me he separado de tu cuerpo, sólo tiene que morir el ángel y ése soy yo, tú puedes volver con tu rubio, si es que quieres, claro.

-¿Puedo hacerlo? ¿Puedo volver?

-¿No te estoy diciendo que sí?

-¿Cómo lo hago? ¿Cómo puedo volver a su lado?

-Sólo pídelo.

-Quiero volver con Draco.

 

(Narra Draco)

 

Una volada de viento me hace alzar la cara extrañado ya que las puertas y ventanas que dan afuera están cerradas. Todos se han ido a recoger sus cosas y me han dejado solo, ¿cuándo despertarás, mi ángel? Otra volada de viento me hace mirar hacia delante, salto del susto al ver algo flotando frente a mí. Hecho de hilos dorados que brillan con luz propia un Harry de cintura hacia arriba me acaricia la mejilla con una mano casi incorpórea. Se acerca con cuidado, posa sus labios sobre los míos y me quita las lágrimas que caen a mis mejillas con la punta de los dedos, la criatura dorada se deshace en miles de filigranas doradas que desaparecen enseguida. Oigo algo con un ritmo regular, una leve presión sobre mis dedos, una mano caliente junto con la mía que va recuperando el color dorado que le corresponde.

-Draco, ya estoy contigo, mi amor.


Epílogo:

 

(Narra Draco)

 

Intento quitarme sus manos de los ojos pero él ejerce un poco más de presión para que no pueda ver nada.

-No puedes mirar, confía en mí.

-¿Pero, dónde me llevas?

-Ya verás, te va a encantar, fíate de mí- me dice, puedo notar sus sonrisa en el tono de voz, no sé a qué viene tanto misterio.

 

Me conduce por un montón de pasillos y escaleras hasta que nos paramos un momento, oigo crujir algo y tenemos que subir otro escalón. Seguimos todo recto hasta que volvemos a parar y bajamos un montón de escalones que parecen ir dando vueltas y más vueltas hasta casi marearme. Por fin se acaban las escaleras y seguimos un poco más adelante, oigo cerrarse una puerta detrás de nosotros y eso me sobresalta. Sus manos se apartan de mi vista dejándome ver un enorme pasillo con puertas a los lados.

-¿Qué es esto Harry?

-Esto es la sala de juegos de Gryffindor- responde con una sonrisa.- Ven, quiero enseñarte las instalaciones- me coge de la mano y entra en la primera puerta.- Esta es la despensa con la comida, por si nos apetece picar algo o jugar con la comida- me guiña un ojo con una sonrisa juguetona. Pasamos a la puerta de enfrente.- Éste es el armario de la ropa y los complementos, tenemos literalmente de todo y repetido varias veces para que no haya problemas de falta de material.

-¿Había falta de material?

-Conmigo nunca, siempre tengo para todos, y ahora que sólo es uno lo llevo mucho mejor- dice rozando sus labios con los míos. Me lleva a la sala del fondo que está llena de colchonetas y cojines.- La sala de las orgías- me presenta. Pasamos a otra que hay al lado llena de cadenas, jaulas.- La sadomasoquista, de éstas hay otras cuatro y pasaremos de ellas- me informa.

-Vale.

-Bien, la siguiente- me lleva a otra que está dos puertas más allá, ésta tiene una cama y muchos asientos alrededor.- La voyeur, para los que les gusta mirar, y por último- dice pasando a la puerta de al lado.- La de espejos- abre la puerta y me hace pasar a una habitación con espejos en las paredes y el techo.- ¿Qué te parece?

-Es genial.

-Lo sé, y la cama es de agua, muy cómoda- comenta sentándose en ella.

-¿De verdad?- pregunto en tono elocuente. Él asiente con una sonrisa pícara en los labios, mientras yo me acerco, yendo hasta el centro de la cama con él.- ¿Estaría mal que probáramos su comodidad?

-Para nada- responde atrapando mis labios en un beso necesitado.- Mi hermoso Dragón, nunca me cansaré de decirte que te amo.

-Yo tampoco, mi ángel- el móvil suena en mi bolsillo.- ¿Tengo cobertura aquí? ¿Qué extraño, verdad? Vaya, es mi madre, querrá saber si vamos a casa a comer.

-Llegaremos con hambre pero eso se le puede decir más tarde- dice cogiendo el móvil de entre mis manos y apagándolo antes de tirarlo al suelo lejos de mi alcance- ahora tú eres todo mío y lo único que tenemos que hacer es gemir de placer el nombre del otro, no contestar a llamadas, no preocuparnos por nada, porque por fin estamos juntos sin problemas de por medio, mi Draco.

 

Notas finales:

gracias por estar a mi lado todo este tiempo, espero ke el fic os haya gustado y me vayais dejando un webo de reviews, dentro de poco estrenaré el nuevo fic Entre cuadros

en este fic vuelvo a un colegio internado solo para chicos y todos los cuales son famosos o hijos de famosos, Hogwarts se divide en las cuatro casas dependiendo del don que los estudiantes poseen, la música, el baile, la pintura o la escritura

Draco es un pintor famoso ke pierde su inspiracion y decide seguir sus estudios en la academia Hogwarts

Harry es el mejor estudiante de Hogwarts que tiene mania a los pintores por un suceso pasado y traumante

Draco conoce a Harry y se obsesiona con querer que sea su modelo

a ver que tal me queda ^.^

Kisses


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).