CAPTULO XIV “CAMINOS ENTRELAZADOS”, por ALEX MARKER.
En el Londres muggle. Hace un ao atrs…
Estaba solo, como todos los das. Las personas pasaban a su lado sin decir palabra alguna.
Su ropa, eran harapos que dejaban al descubierto su cuerpo. La desnudez y la suciedad estaban a la vista de todos… incluso de l.
-Quieres vivir?- pregunta un hombre de capa negra, cubriendo su rostro- dame tu respuesta.
-Puede sacarme de aqu?- pregunta aquel nio desamparado.
-Claro que puedo- resopla- para eso, debes pagar un precio.
-Cul?- se levanta del suelo.
-Convirtete en mi leal servidor y te dar todo lo que has perdido.
-Entonces, lo har- hace una reverencia y desaparecen.
Para ese nio, aquellas palabras al fin fueron pronunciadas…
Al ser la primera vez que era absorbido por el uso del traslador, aquel nio cay al suelo, casi desmayado.
-Levntate- le ordena- tienes una misin muy importante.
-S, mi seor- se levant del suelo, todava sintiendo los mareos del viaje y sigui aquel camino de piedras.
Su vista iba dirigida a su salvador. …l le rescat de ese mundo donde nadie saba que exista. Y eso, era algo que deba pagarle de alguna manera.
Lucius apareci.
-Lo ha encontrado, My Lord- dice el mortfago haciendo una reverencia a su amo.
-Que tome un bao y vstanlo… hay que comenzar la ceremonia de iniciacin- dice observando a su nuevo servidor y se retira hacia sus aposentos.
-En verdad que se parecen mucho- dice Lucius- son como una plaga, los Potter.
Al escuchar ese apellido, aquel nio sinti un profundo dolor. Como si hubiese sido abandonado.
-Quines son ellos?- pregunta a aquel hombre que le miraba con tanto odio sin siquiera conocerle.
-Todo a su tiempo- fue su respuesta.
Lucius condujo hasta el bao a ese nio y le indic todo lo que tena para limpiarse.
-Cmo te llamas?- pregunta para saber si recordaba algo de su pasado o no.
-Alex- respondi con cierto temor en la voz, mientras su vista iba hacia todos los rincones de ese bao.
-Bate y ponte esa ropa que est en esa silla- dice sin mucha paciencia- ms tarde vendr a buscarte ella.
-Quin es ella?- pregunta.
-Slo cierra la boca- responde el rubio y se fue, dejando solo a ese nio que ese lugar era como su cielo.
-Por primera vez… podr darme un bao sin que me estn sacando a patadas de un lugar- dice y esboza una amplia sonrisa.
Las paredes tenan un color amarillo ocre. Haba una tina al centro de loza. Un espejo y un lavamanos al costado izquierdo de la habitacin. Un bao por esa misma lnea. Y una silla de madera, que tena el aspecto de ser del siglo pasado, con ropa sobre su respaldo. El suelo todava estaba sin cermica. Slo un fro cemento bajo sus pies.
El agua ya estaba lista y haba una esponja con jabn.
-Estoy salvado…- dice muy aliviado.
Se saca su ropa y se mete a la tina. El agua ni muy caliente ni muy helada.
Tom la esponja de bao y con jabn, aprovech de fregarse el cuerpo hasta quedar muy limpio.
Para Alex, ese lugar era como de algn tipo de cuentos mgicos. Y no se equivocaba del todo.
Cuando iba a salir de la tina, se percat de que no haba dejado la toalla para secarse cerca de la tina, entonces, la toalla, levit hasta donde estaba.
-Que raro… toallas voladoras?- pens y se ri.
Se sec y comenz a vestirse. Era tan extraa aquella sensacin de limpieza. El poder usar ropa como corresponde.
Alex se puso unos jeans azules gastados que le quedaban perfectos, una polera tipo camiseta manga larga verde. Como sus ojos. Adems de ropa interior negra.
Haba un par de calcetines grises y unas zapatillas azules que estaban algo pasadas.
Pero de eso a andar descalzo, no haba donde perderse.
Una voz femenina, le llam la atencin. Pareca una loca como estaba vestida. Con ese cabello alborotado y la expresin melanclica y sdica de sus ojos.
-He venido a recogerte- dice la extraa mujer que traa una varita en su mano- nos vamos?- dice con su tono luntico y se lleva a Alex hasta una especie de saln donde haban hombres al igual que aquel que lo gui hasta el bao. Slo que ahora tenan unas mscaras que cubran sus rostros.
-Ha llegado el invitado que tanto esperamos- dice Lord Voldemort, presidiendo la ceremonia.
-Hace una reverencia, mocoso- ordena Bellatrix unindose al grupo de los mortfagos.
Alex obedeci. Hizo la reverencia y se qued quieto.
-El hijo perdido de los Potter, qu les parece?- dice el Lord, levantndose de su trono y acercndose hacia su nuevo servidor- quin lo dira?- aade- invocu ocularis- pronuncia y de su varita sali una luz violeta que fue directo a sus ojos. Enrojecindolos y sacando un grito de dolor.
-Qu me ha hecho, mi seor?- preguntaba Alex, desorientado, sin poder abrir sus ojos.
-Para servirme, debes cambiar tu apariencia o te reconocern- dice y ordena- abre tus ojos.
Alex obedeci y sus ojos, antes verde esmeralda, eran de un profundo tono violeta.
-Todava esto no acaba- convoc un hechizo para el cambio de cabello y despus de un largo proceso, hasta su gran parecido con Harry, pasaba desapercibido.
-Es una excelente obra, My Lord- dice Lucius, alabndolo.
-Gracias, Lucius.
-Comencemos con la ceremonia de iniciacin- invoca Lucius y apareci un hombre que estaba ensangrentado- mtalo- le ordena a Alex que vea con una gran conmocin aquella macabra escena.
-No puedo hacerlo- dice y se lamenta.
-Hazlo- su voz era una orden que no poda negarse- y obtendrs todo lo que deseas- le entrega una varita- hazlo.
Alex slo confi de lo que estaba a punto de hacer era lo correcto.
-Es muy sencillo- y esboza una sonrisa al notar la determinacin de Alex- pronuncia, Avada Kadavra y morir.
-Est bien- al tomar la varita, Alex sinti que una fuerza lo llenaba por dentro y sala por sus poros- Avada Kadavra- y de esa varita una luz verde golpe en el pecho de aquel hombre, muriendo al instante.
-Ests listo, para servirme- dice complacido Voldemort, quien se acerca y Alex extiende su brazo derecho. La varita emite una luz y una especie de tinta negra se iba fundiendo con su piel, provocndole un gran dolor, hasta formar el emblema del Lord Oscuro.
-Qu es esto, mi seor?- pregunta Alex, notando que aquella marca reaccionaba ante su presencia.
-Es mi emblema, cada vez que te llame, quemar- responde el Lord Oscuro, volviendo a su posicin inicial.
-Cules son sus rdenes, My Lord?- pregunta Lucius, quien haba permanecido al margen de la situacin.
-Llvalo a Hogwarts, y que enamore a Harry Potter, esa es su misin- dice y sonre maquiavlicamente- sus papales ya estn arreglados, al igual que su identidad.
-Como ordene, My Lord- hace una reverencia y se lleva a Alex del refugio.
-Adnde vamos?- pregunta el castao sin entender nada.
-A Hogwarts- llegan hasta el sitio donde haba un traslador- vamos- y son absorbidos hasta llegar al jardn del colegio- toma esto- le entrega un cuaderno- son hechizos para que practiques y no noten tu falta de conocimiento en la magia.
-Entiendo, muchas gracias- sonre.
-Vamos- entran al colegio y van hacia la oficina de Dumbledore.
-Buenos das Lucius- saluda el Director- el nuevo alumno- mira a Alex- buenos das, Sr. Marker.
-Buenos das, Director- saluda respetuosamente.
-Esperemos que tu incorporacin a nuestro colegio sea de lo ms beneficioso- dice el anciano, comiendo un caramelo de limn.
-Gracias Director- agradece Alex y de pronto, parte de su personalidad comenz a cambiar.
Una seguridad que antes no tena. Desplante y unas ganas locas de conocer a ese tal Harry Potter.
-Lucius, de ahora me encargo yo- dice Dumbledore, despidiendo al rubio.
-Hasta luego, Albus- Lucius se retira.
-Primero vayamos al Gran Comedor, para anunciar tu llegada a este colegio.
Ambos salen de la oficina, mientras que todos los alumnos permanecan en el Gran Comedor, para la hora de almorzar.
Dumbledore, hace callar a todo el alumnado y anuncia la noticia.
-Desde hoy, se incorporar un nuevo alumno, su nombre es Alex Marker.
Alex ingresa al Gran Comedor, mientras que todas las miradas se posaban en l.
Cuando vio a un chico que era su vivo reflejo, asumi que era Harry Potter. Su misin.
-Eres Harry Potter?- pregunt cuando ya estaba cerca de l.
-S- la respuesta que esperaba.
-Soy Alex Marker, es un placer- lo atrae hacia su cuerpo y le besa enfrente de todos.
Continuar…
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