Capítulo IV "CUANDO El DIABLO SE ENFURECE"
-Él es mío, lo será- con el puño en la pared.
Nos separamos como si nada, sin abrazos o despedidas, no éramos de ese tipo de parejas, ya lo habíamos hecho, acrecentar más la brecha, ¿para qué seguir con esto?... que sea Zabinni o cualquier otro... otro que tome su lugar, que sea capaz de borrar cada evidencia de su paso por mi cuerpo, que me desintoxique de una vez por todas de ese veneno llamado Draco Malfoy...
un destello plateado,
recorrió tus ojos,
sentado en un balcón,
la brisa nocturna,
tan casta y pura,
sin remordimientos,
sin emociones,
rompí a llorar.
Cualquier persona puede reemplazarte,
eso es lo que siento,
aunque lo niegue, mi ex amante,
si tú fallaste... otro tomará tu lugar.
Dentro de mi habitación, mi amigo estaba esperando una explicación... cómo dolía quererlo, y cómo dolía no hacerlo; sin embargo, lo que no sabía era que un nuevo integrante, se uniría a mi fantasía.
Un dónde estabas, fue todo lo que pronunció el pelirrojo... no hubo respuesta por parte del moreno... esa noche había terminado.
Al otro día, se levantó con unas ojeras marcadas debajo de sus ojos, sin vida o motivación para asistir al Gran Comedor.
Gran Comedor...
Se sentó en el lugar de siempre, con Hermione mirándolo, buscando alguna pista por su extraño comportamiento.
Bebió su jugo de calabazza y una fugaz mirada hacia la mesa de slytherin, ahí estaban, su ex némesis y su amigo, observándolo.
Bajó los ojos a su plato, comía sin saber qué se echaba a la boca, y Dumbledore, con una cuchara, tocó su copa para pedir la atención de todos los alumnos.
-Queridos alumnos, sé que estamos a mitad de año, pero he recibido un pedido de otro colegio para que un nuevo estudiante se integre... antes le hemos hecho la prueba del sombrero seleccionador y su nueva casa está... en gryffindor.
Todos aplaudían...
Un chico de 15 años, ingresó al Gran Comedor, causando una gran espectación entre las chicas.
-Les presento a Alex Marker- dice el anciano.
-El placer es mío- responde haciendo una leve reverencia y clavando sus ojos en el pelinegro.
Alex era un chico de cabello castaño claro, ojos color violeta y piel blanca... usaba unos lentes con marcos delgados y al aire color negro. Poseía unos finos labios y es de complexión delgada, pero fuerte.
Todas las chicas quedaron sorprendidas por el gran desplante y personalidad de su paso decidido.
Lo peor estaba por venir...
Llegó hasta donde estaba Harry y con un brusco movimiento, lo levantó de su puesto y lo beso, demostrando toda su ira contenida por lo de la anterior noche.
Quedaron de una pieza al ver el espectáculo, fue un amor frustrado.
Se separaron luego de unos minutos y se fue a sentar como si nada.
Harry estaba totalmente en shock, mientras que Draco y Blaise, sólo deseaban lanzarle un avada a Alex y un crucio a Harry por permitirlo.
-Él es mío... eres sólo mío... nunca debes tentar tu suerte- pensó el rubio saliendo del lugar.
-Debo hacer algo... o perderé terreno- siguió bebiendo su jugo de calabazza.
Y esto está recién comenzando...
Llegó la deseada clases de Pociones...
Snape escribía en la pizarra los ingredientes para la poción.
-Ahora trabajen sus desgastadas neuronas e inútiles manos, debe entregarme esto al final de la clase- se sienta a leer un libro.
Alex, por ser nuevo, se quedó en el grupo del trío dorado para preparar la poción.
Cortar raíces, agragar líquidos, no parecía difícil, pero si alguien se la pasaba hablándote de lo atractivo y seductor que eres, de que tus labios son tan exquisitos, tu cuerpo tan fuerte y perfecto... te empieza a incomodar, este chico se las trae.
Así pasaron toda la clase, provocándose mutuamente y podía notar lo duro de su miembro.
-Pueden retirarse, es un fastidio estar viendo sus caras de espanto- pausa- lárguense de una buena vez.
Todos los alumnos salieron rapidamente.
Harry se fue al baño, no podía creer lo que estaba pasando... primero lo besa, y luego lo estimula con frases lujuriosas e indecentes.
Liberó su miembro y comenzó a masajearlo, con movimientos rítmicos y cada vez más rápido, su cuerpo estaba bañado en sudor, pero alguien llegó a su encuentro... fue encerrado y silenciado por esos labios hambrientos de deseo.
-Yo soy a quien buscas... yo lo reemplazaré y haré que me ames- le susurró al oído y volvió a besarlo... pasando sus manos por debajo de la camisa.
Mientras que en slytherin...
-¿Que pretendes con Potter?- preguntaba Draco molesto.
-Acostarme con él, o me dirás que no debo porque él te pertenece.
-Ya sabes la respuesta... no te involucres con mi pertenencia.
-Me imaginaba que veías a Potter como un objeto... tú lo dejaste, te cansaste de él, bueno, no esperes que nadie lo acose.
-Basta Zabinni, aléjate de él, si sabes lo que te conviene.
-Y ahora me amenazas... después que anoche te revolcabas con él... sólo deseas su cuerpo, y un cuerpo se halla en cualquier parte.
-¡Cállate!, tú no sabes nada de mi y de Potter.
-Cuánto te has equivocado Draco... con polvos no puedes retener a nadie... Potter necesita amor, que lo mimen, no a alguien que se acerca y lo toma por la fuerza...
-Eres tú quien no entiende.
-Qué... no me dirás que lo amas- una mano del rubio lo dejó estampado contra la pared- nunca más digas eso... siseó... o no vivirás para contarlo.
Sus ojos destelleaban un oscuro sentimiento de venganza... luego soltó a Blaise y salió de la sala común al baño.
Harry estaba solo... mirándose al espejo y lavando su rostro.
No podía olvidar las manos de Alex recorrer su cuerpo, con una desesperación y exactitud impresionantes... daba la sensación de que lo conocía mejor que él mismo.
Estaba por salir y se topa con Draco... una pésima señal.
Todo en Harry delataba que estuvo con alguien, todo estaba fuera de su lugar y sobre todo... sus labios hinchados.
-Apenas te dejo media noche y tú ya tienes a otro- dicen entre sarcasmo y celos.
-No tengo nada que decirte Malfoy, sal de mi camino.
-Tú eres mío- lo toma por los hombros y lo estampa en la pared.
-Nunca lo he sido... te cansaste de mi, vete- dice exasperado el pelinegro.
-Nadie jamás podrá borrar mi paso por tu cuerpo... no importa con quién te involucre, nunca podrás olvidarme.
-Para tu sorpresa, por ti sólo siento rencor... odio.
-¿Por qué todavía tiemblas cuando estoy cerca?
Harry lo observó por unos breves minutos...
-Cualquiera es mejor que tú- lo empuja y se va corriendo.
-¡Demonios!, me las pagarás, Alex Marker- se fue dando un fuerte portazo.
-Pero quién se cree ese de Malfoy... pensaba Harry furioso, ignorando que era seguido en las sombras.
Una mano lo tomó con fuerza y se lo llevó a una aula vacía.
continuará...