Capítulo V "CUANDO EL DIABLO SE ENFURECE", parte 2
-¿Quién eres?- preguntó entre asustado y con rabia el moreno.
-Ya deberías saberlo... ¿acaso Draco te dejó ir por los pasillos solo?- inquirió Zabini.
-¿Zabini?, suéltame- intentaba zafarse, pero un hechizo lo mantenía atado de sus manos- ¿pensaste que era Alex?, siento decirte que está demasiado "ocupado".
-No espero a nadie, ¡suéltame!- intenta moverse, pero es en vano, las manos estaban muy bien sujetas con una soga y eso hacía que Blaise se excitara aún más.
-Es tan excitante tenerte de esta manera Potter- dice mirándolo lujuriosamente.
-¿Por qué haces esto Zabini?, ¿acaso no estabas interesado en Ron?- inquiere el ojiverde para ganar tiempo.
-¿Weasley?, sólo para el rato... aunque debo admitir que no está nada de mal.
-Quédate con él y a mi déjame en paz.
-Eso quisieras, pero no se me da la gana.
-¿Qué quieres de mi?
-Todo, y sabes a lo que me refiero... todo- le dice sugerente al oído.
-No será por las buenas.
-Tampoco pretendía que fuese tan fácil, no tendría gracia... para eso tomo a uno de primero... contigo, voy en serio.
-Eres un pervertido.
-Soy un hombre, es lo común, a menos que, como no soy Draco o Alex, me rechazas.
-¿Alex?, puede irse al demonio, no quiero a nadie.
-¿Estás seguro?... Draco va en serio contigo, ahora como ve que te ha perdido, se le ha metido en la cabeza de que no puedes tener a nadie, tonterías, él te dejó ir, y yo te recogí.
-Lo dices como si fuera un trapo que se usa, luego se tira y viene otro para reutilizarlo... si vas por ese camino, estás mal.
-¿Debería hacerlo como te lo hace Draco?, dime, ¿te gustaría de esa manera?
-¡No digas tonterías!
-Dímelo ya, todavía crees que esto es un juego.
-No lo es, lo se, pero a pesar de que Draco sea un cretino incorregible, nadie puede reemplazarlo.
-¿Todavía lo amas?, ¡responde Potter!
-Él se cansó de mí, no soy lo suficientemente bueno y ya, ahí se acaba mi cuento de hadas.
-Todavía lo quieres- desvía la mirada y suelta la soga, Harry cae al suelo.
-Zabini... yo...
-Ni creas que me he rendido- sale del aula.
-He tocado fondo... ya no podría caer más bajo- se queda sentado en el suelo, letargado dentro de sus pensamientos.
¿Por qué todavía tengo la sensación de que sigo cayendo?
creo que no podré huir a ninguna parte,
aún así, todavía no llego a tierra firme,
estoy confundido,
tengo miedo,
frustración, dolor,
arrepentimiento, desesperanza,
¿por qué nadie puede reemplazarte?
si bastara con que otro me toque como tú,
que me use como tú,
no lo querría,
sería un engaño, una ilusión,
y ya no quiero más de ellas...
estoy cansado de soñar,
y de no despertar.
¿Qué es Draco Malfoy para mí?... ¿por qué todavía lo siento tan presente dentro de mí?, ¿qué debo hacer para sacarlo de mi corazón?... si él no está, ¿estaría mal un sustituto?, aunque si sólo buscara su sombra cada vez que lo abrace, sería injusto con la otra persona, no podría, no quiero dañar a nadie... no se, qué debo hacer... creo que dentro del amor hay un tiempo determinado, si no lo aprovechas, todo muere...
Si mi corazón estuviese regido por las estaciones, ahora sería invierno... o la entrada del otoño, cuando los recuerdos con formas de hojas, caen para ser pisadas por otros... una y otra vez...
Llegué a pensar que Zabini me forzaría; sin embargo, se detuvo... Draco no se detendría, aunque no quisiese me forzaría de todas las formas habidas y por haber para que terminara cediendo... que ambos sean serpientes no quiere decir que sean iguales... no puedo evitar compararlo y pensar en Zabini como un posible tropiezo, caer dos veces en la misma trampa no tiene gracia alguna.
Draco dijo que era suyo, él jamás fue mío... a decir verdad, creo que ambos nos cansamos de la rutina, de los polvos... mi amor se desgastó tanto... ni siquiera pelear por algo pequeño era atrayente, resultó aburrido.
Permitimos que la rutina hiciera lo suyo y destruyera lo nuestro... estoy demasiado cansado como para construir una fantasía feliz y engañarme de que puede ser cierta...
Este es nuestro fin... Draco...
-No estoy de acuerdo- interviene el rubio- no hables por mi.
-No me vengas con esas Malfoy, tú y yo no tenemos nada pendiente- se defiende Harry.
-Pero hay algo que no me quedó claro... ¿todavía me amas?- pregunta el ojiverde observando la reacción por parte del gry.
-No- responde el moreno.
-Estás mintiendo.
-No.
-¿Tienes algún interés por Blaise?- pregunta tratando de ocultar el tono de celos en su voz.
-Tampoco, ya aprendí la lección, y no caeré de nuevo en tus jueguitos- le dice con fastidio Harry.
-No estaría tan seguro de ello- dice el rubio muy confiado- si todavía tiemblas cuando me acerco, si tu corazón late de esta manera... no lo estoy imaginando.
-Déjame tranquilo- aparta la mano- ¿quieres que te lastime?
-Puedes decirme todo lo que quieras, no te escucharé.
-Esto acabó Malfoy, convéncete de una vez, terminó- dice Harry ya algo histérico.
-No lo acepto.
-Tú lo terminaste primero, barriste el piso conmigo, no creas que volveré contigo... si me quieres, tendrás que ganarme.
-Tú seguirás siendo mio y te humillaré una y otra vez, una y mil veces, te tomaré y te reclamaré.
-Eso está por verse- dice desafiante e intenta irse.
-Detente- le dice molesto el sly.
-Por esta noche, basta de pláticas, no abuses de tus privilegios de Prefecto- se marcha.
-Volverás a caer en mis redes, te lo aseguro- le casi grita Draco a Harry.
-Ya lo veremos- responde el ojiverde y camina rápidamente por el pasillo.
No corras,
por más que lo intentes,
es imposible,
imposible.
¿Puede su poder afectarme?
parezco un esclavo,
que ha sido abandonado,
y ahora,
viene el amo a reclamar,
derechos que ya no tiene.
No volverás a tocarme,
tampoco a besarme,
estoy harto,
de estas noches sin dormir,
ya destruiste mis alas,
no puedo, es demasiado lejos,
y aún así, me retienes.
Basta, por favor,
no hables,
sólo escucha,
esto acabó,
ambos nos cansamos,
¿qué puede quedar de los dos?
No me abraces,
parece sólo un gesto de compasión,
ya no quiero nada de ti,
así que...
renuncia de una vez.
Una vez toqué las estrellas con las manos,
brillaba como el sol,
resplandecía,
fui feliz,
y tú,
quitaste el suelo bajo mis pies,
secaste mis ojos,
me dañaste,
me heriste,
y te amaba tanto,
ciertamente, te amaba,
ahora,
déjame partir.
Alex Marker, había terminado su pequeña incursión y ahora, caminaba por los pasillos oscuros, sin temor a que lo descubrieran. Se sentía demasiado confiado, seguro y satisfecho como para alarmarse.
-Miren a quien tenemos aquí- dice Draco cruzándose de brazos.
-Pero si nos Malfoy- dice con sarcasmo Alex.
-Está prohibido estar fuera de los dormitorios en la noche.
-Es mi primera noche aquí, déjemoslo pasar.
-Ni lo sueñes- dice cortante- daré aviso.
-Creo que esto sería un problema ya que también tendrás que decir que estabas con Harry, es una pena, ¿no lo crees?
-No he visto a Potter.
-Di todo lo que quieras... olvídate de él, pronto lo tendré subyugado a mi voluntad.
-Si sabes lo que te conviene y no deseas convertirte en abono para la clase de herbología, aléjate de él.
-No soportas los celos, ni menos la posibilidad de que no seas el único.
-No me provoques.
-Eres tú quien debe ir con cuidado.
-¿Te atreves a amenazarme?
-Tómalo como quieras, pelear contigo es una pérdida de tiempo- Alex comienza a caminar.
-Detente, Marker.
-¿Tienes algo más que agregar?
-Potter es sólo mío- lo apunta con su varita sobre la garganta de Alex- si aprecias tu vida, desaparece.
-Huy, que miedo me das- dice entre risas.
-Tú no sabes hasta dónde puedo llegar.
-Lo mismo digo.
-El león amenazando, esto si que es interesante.
-Cállate serpiente, Harry no volverá contigo, resignate.
-¿Por qué estás tan seguro de ello?
-Porque hoy tuvimos una pequeña presentación "privada"
-No vas a llegar a nada más que eso.
-¿Me desafías?
-Tómalo como quieras, león.
-Tengamos un duelo... huirás de seguro.
-Tú lo harás.
-Potter será el premio.
-Acepto.
-Mañana en la noche... que tengas suerte- dice y se aleja- la necesitarás.
-Lo mismo digo, ojalá te arrollé el expresso de Hogwarts y así evitar verte a la cara.
-Gracias por tus deseos, me encargaré de darle el beso de las buenas noches a Harry por ti, aunque apenas gane el duelo, que va a ser así, él se acostará conmigo.
-¡Eso nunca!
Alex desapareció y sólo se escuchaba la risa del gry.
Draco regresó a las mazmorras muy molesto, con ganas de golpear lo primero que tuviese enfrente. De un portazo cerró la puerta de su cuarto...
-Pero, quien demonios se cree...
¿Cómo iba a ganar el duelo?... si perdía, Potter definitivamente, no volverá a él... estaba claro que si fallaba, otro tomaría su lugar, candidatos nunca faltarían... sustitutos, tampoco... imaginarse sin su moreno de ojos verdes, provocó que Draco sintiera dolor y la márcara de frialdad que siempre llevaba puesta, cayera, delatando el temor de perderlo... no sólo se enfrentaba a Alex, también a la probabilidad de que Potter jamás lo volviera a aceptar y una vida sin él, no llegaba a imaginársela...
El resto de la noche, no logró conciliar el sueño, y el mal humor, era su principal compañero...
continuará...