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¿¿¿Quien es el mejor??? por Diosa del viento

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Notas del capitulo:

 

 

Las fiestas siguen pero tantas emociones han dejado a nuestros caballeros exhaustos y  necesitan pensar, reflexionar y tener un poco de tranquilidad para poder estar mejor con sus mentes y sus corazones

 

 

 

Capitulo: 22: Calma

 

Hyoga llevaba a Shaka casi arrastrándolo ya que este se dejo vencer por todo lo que sentía. Se dirigían al sexto templo, pero a mitad de las escalinatas Virgo se detuvo y miro a Hyoga, rogándole con la mirada; se sentó esperando a que el otro lo siguiera. El ruso lo miraba con verdadero odio, se acerco y lo abofeteo

-¿Qué crees que haces Shaka? –Hyoga no soportaba verlo y saber que Ikki estaba profundamente enamorado de él

-nunca quise que me dejara… -Shaka pareció reaccionar un poco ante el golpe –nunca quise que me odiara

-¡¡pues lo lograste!! –Exploto el ruso –no pienso permitir que le causes daño a alguien que yo quiero

-¿estás enamorado de él? –pregunto inmediatamente el hindú

-No… -Hyoga cerró los ojos y la imagen de Shun apareció ante sus ojos –es mi amigo… y la persona más querida de aquel al que yo amo

-No entiendo –Shaka miro al cielo -¿Por qué te preocupas tanto por él?

-porque si algo le pasara… no podría perdonármelo… no solamente a Ikki… verlo a él triste –Hyoga no pudo evitar suspirar ante aquello

-¿él? ¿Quién?

-Eso no es de tu incumbencia –respondió Hyoga calmándose un poco –dime Shaka ¿Por qué tratas así a Ikki?

-Jamás quise que esto llegara a tanto… -el sexto caballero analizo las cosas; desde que había escuchado a aquel par sobre su apuesta, como había pensado que el obviamente podría vencer a Milo fácilmente, cerrarle la boca, no había sido nada fácil, escurrirse entre los brazos de sus compañeros. Desilusionar tanto a Ikki. Dejar que su orgullo se interpusiera ante todo. Le molestaba tanto la forma en que actuaba el escorpión… Pero no se había dado cuenta de que se estaba convirtiendo en el –fui un estúpido

-si… lo fuiste –el ruso por fin se sentó a un lado de Shaka –dime ¿de verdad lo amas?

-por supuesto que si… ¡¡¡LO AMO!!! –el mayor se dio un golpe en la cabeza –solo se lo dije una vez… aquella vez

-debes arreglarlo –respondió Hyoga

-si… pero debo esperar a que se calme –tantas emociones a la vez no le hacen bien

Los dos caballeros se quedaron en silencio, recostados en las escalinatas para poder mirar las estrellas; cada uno metido en sus pensamientos, deseando estar con otra persona. Shaka agradecido con aquel niño que lo había puesto tan celoso; Hyoga tranquilo, al haber logrado que Shaka reaccionara. El hindú se paro después de un largo rato de sentir como el aire mecía sus cabellos y antes de retirarse le dijo a él menor:

-Solo hay dos personas a las cuales les importa Ikki de aquella manera que describiste… Los dos somos virgo… y no creo que sea precisamente yo –Hyoga solo sonrió como  respuesta y miro como el caballero dorado se retiraba a su templo

 

AL DÍA SIGUIENTE

Todo el santuario estaba en silencio, solo se escuchaba el cantar de los pájaros; hasta cierto punto parecía desierto. Cada caballero estaba metido en sus cosas; pensando, reflexionando, mirando el cielo o disfrutando con su pareja. En la octava casa Milo aun seguía acostado, no podía olvidar esos ojos, lo último que había visto después de desmayarse; y esa mirada que le lanzaba Camus cada vez que lo veía era tan intrigante. Se escucho que tocaban a su puerta, el bicho no se movió, solo dijo “Adelante” Aioria se acerco y se sentó a un costado de la cama

-¿Qué te dijo el doctor? –pregunto el gato con verdadera preocupación

-Se fue hace unos minutos –La mirada de escorpio estaba en el vacío, las palabras aun retumbaban en su cabeza

-Si lo sé, estuve al pendiente… -Aioria se acerco a acariciar la mejilla de su amigo, pero este no lo miro -¿Qué te dijo? ¿Por qué te desmayaste?

-dijo que era cansancio…

-¿cansancio? –El gato no pudo evitar una risita – ¿de tantas fiestas?

-calla… no estoy de humor

-lo siento pero creo que deberías tomar unas vacaciones –respondió Aioria aun sonriendo

-¿vacaciones? ¿De qué? –el bicho comenzó a estirarse

-de ser tu

Ninguno de los dijo nada, Milo se levanto y fue al baño a lavarse la cara, cuando regreso, el que estaba acostado ahora era Leo, que miraba el techo, el escorpión lo miro ^+^+^+^+^ ¿Por qué se preocupara tanto por mi? ^+^+^+^+^

-mi techo es más bonito con el traga luz –dijo Leo interrumpiendo la pregunta que se estaba formando en la mente del otro

-ya quisieras… aunque he estado pensando en  poner uno –Milo comenzó a sonreír –se ve exquisito en la noche cuando tienes sexo… aunque es muy ruidoso cuando llueve

-eso no es cierto –el gato se levanto de inmediato –yo puedo dormir perfectamente cuando llueve

-eso es porque eres un dormilón con sueño pesado jajaja –el bicho volvió a acostarse, a un lado de su amigo

-mentiroso –dijo y después los dos se quedaron callados, sintiendo la calidez del otro

-¿y qué esperas mugre gato? –dijo Milo golpeando a su compañero en las costillas obligando al otro a sentarse y abrazarse a si mismo

-¿Qué te pasa loco? –respondió enojado Aioria

-estoy convaleciente, deberías de haberme preparado ya el desayuno y traérmelo a la cama –dijo riendo por lo  bajo

-estas completamente loco si crees que te subiré el desayuno –contesto Leo poniéndose de pie –solo porque me caes bien y ayer no fue una buena noche, preparare el desayuno o bueno  almuerzo ya –miro el reloj y ya era media mañana –pero deberás bajar para comer, arréglate en lo que lo preparo

Aioria salió de la habitación y bajo a la cocina para preparar algo ligero para comer; mientras Milo se quedo otro rato acostado, pensando en todo lo que sentía por su amigo y después se metió a bañar para bajar a comer.

EN LA CASA DE SAGITARIO

Shura acariciaba el cabello castaño de su novio, lo amaba tanto. Aun sentía la lujuria de la noche anterior, las caricias, los besos. Era la primera vez que hacían el amor ellos dos, nunca había pasado más allá de un beso deseoso, pero siempre que las cosas iban a llegar más lejos evitaban el contacto. Ya era un poco tarde para seguir en la cama pero había sido una noche extenuante y satisfactoria y los dos estaban cansados. Aioros despertó, acomodado en el pecho de Shura ^+^+^+^+^ No fue un sueño  ^+^+^+^+^ se dijo; sintió como la mano de su amor acariciaba su cabello de aquella forma tan tierna, se enderezo un poco para compartir  un beso de “Buenos días” y se volvió a acomodar en el pecho del otro. Los dos sonrientes miraron por la ventana, el sol ya estaba en su apogeo.

Después de un largo rato de despertar sus mentes, Shura volteo al hermano de Aioria y lo coloco abajo de él, para poder besarlo y acariciar aquel pecho tan formidable. Y como toda pareja recién formada el fuego en sus cuerpos se apodero de ellos y  no tardo mucho para que se pudiera sentir la erección del otro. –No puedo dejar de besarte –le dijo el español al centauro quien solo respondió con otro beso. Las caricias se  concentraron solo en un lugar: la entrepierna de su compañero; se masturbaban y se besaban, cobrándose de todas aquellas veces en que lo habían deseado, de todas aquellas veces en que estaban solos en sus templos pensando en el otro y de la noche que acababa de pasar, de todo lo que no pudieron seguir haciendo por que el sueño los venció. Poco a poco Aioros se coloco boca abajo, dando a entender que querían que lo penetraran. La cabra aguanto un poco más y mientras besaba el hombro de su compañero metía un dedo en su entrada para masajearlo. El griego se volvía loco con estas caricias, comenzó a retorcerse y a gemir descontroladamente, Shura sabia a la perfección como manejar a su amigo con solo besar su hombro. Siguió así por un rato hasta que el mismo ya no  aguantaba y de una sola estocada lo penetro. El español se enderezo un poco para poder “cabalgar” mejor al centauro que solo pedía por más. Sus cuerpos estaban perlados por el sudor generado en el acto y se escuchaba una sinfonía de gemidos por todo el cuarto. Aioros estaba a punto de llegar al clímax así que subió un poco su trasero para que el español tuviera mayor facilidad y en pocos mementos llego al éxtasis para caes rendido  en la cama. Shura aun no terminaba y el griego se dio cuenta, siguió un rato y después con una velocidad y sincronía perfecta, Aioros se volteo para dejar que la esencia de la cabra terminara en su boca. Todo finalizo con beso, compartiendo el sabor de Shura.

-Te amo –Dijo Aioros mientras se enredaba en los brazo de su amor

-Yo también te amo –Respondió el otro para volver a acostare –y la verdad le debo mucho a Camus

-¿Qué le debes? –pregunto Aioros

-El me dio la fuerza para declararme y poder decirte que te amo –respondió la cabra abrazando con más fuerza a su amor – y siento tan feo que las cosas no resultaran para el

-A veces las cosas pasan por una razón… -Sagitario lo miro a los ojos –tal vez no era su media naranja…

-Tal vez

 

Nunca hubo tantas fiestas tan seguidas en el santuario como en los días siguientes; Todas organizadas por Dohko, siguiendo las órdenes del la diosa, que aprovechaba para estar a solas con Aldebarán. Pero para nuestros protagonistas no era momento de festejar, sino más bien de reflexionar sobre sus actitudes. Milo se la pasaba en su templo recordando aquellos ojos, analizando las miradas de cada una de sus presas, tratando de averiguar a quien le recordaba esa mirada, a veces su amigo león lo visitaba, para que no estuviera todo el tiempo solo y para contarle sobre lo que sucedía en las fiestas. Shaka, entre la meditación, el ayuno y pensar en el momento adecuado para acercarse a Ikki sin salir del templo, se le iba el tiempo. En cambio, el fénix, deseoso de pagarle con la misma moneda al virgo iba a todas las fiestas, a veces en compañía del pato y otras veces solo. Shun, evitaba la compañía de todos a excepción de su amigo Dragón que lo visitaba unas pocas veces; la mayoría del tiempo lloraba, recordando aquella imagen de su amigo y su hermano. Hyoga estaba tranquilo y se divertía en las fiestas cuando acompañaba a Ikki, pero sentía que algo sucedía con su amigo Andrómeda, no lo había vuelto a ver desde la fiesta en que hablo con Shaka, parecía que el menor lo evitaba.

Una tarde, Hyoga se estaba arreglando para acompañar a Ikki a una de las fiestas de Dohko y se le ocurrió que tal vez sería buena oportunidad para hablar con Shun y aclarar las cosas de una vez. Le dolía de sobre manera no poder estar con el menor, poder escuchar su risa, mirar sus ojos y sentir aquella tersa piel blanquecina en algún abrazo. Fue a buscarlo a su habitación, toco la puerta y como de costumbre nadie contesto. El ruso fue insistente, pero nada funciono.

 

-Shun, soy yo… -Hyoga se acerco a la puerta para que su voz la traspasara –por favor abre –de nuevo nadie contesto –Shun… por favor… dime que es lo que te pasa –La puerta seguía muda –Shun… de verdad necesito hablar contigo –el rubio espero un poco pero aun así no conseguía escuchar alguna respuesta.

Desesperado de no poder ver a su amigo, trato de forzar la puerta para abrirla, tardo un poco, hasta que escucho un clic. Entro y vio al menor, acostado en su cama, abrazando un cojín, parecía dormido. Hyoga se acerco y se sentó a un lado de él, admirando la anatomía del otro y se percato de que tenía los ojos abiertos; esos hermosos ojos esmeraldas estaban hinchados y se notaba que había estado llorando. Hyoga acaricio la mejilla de Andrómeda

-Hola Shun –dijo sonriendo sin dejar de acariciarle la mejilla –hace mucho que no te veo… sabes, he extrañado mucho tu presencia estos días –Shun no se movía seguía rígido, con los ojos abiertos –quisiera saber… que te ha pasado estos últimos días… por que estas encerrado…. Porque no hablas con nadie… -Shun no parecía escuchar, pero tampoco ponía alguna objeción. Hyoga ya no sabía que decir, así que se acomodo a las espaldas del peli verde y se acostó para poder abrazarlo –Sabes…iba a ir con Ikki a la fiesta de hoy… pero prefiero estar contigo… a tu lado… aunque no digas nada

Ninguno de los dos se movió de su posición, Hyoga abrazaba a Shun y este dejaba que lo abrazara. El tiempo empezó a transcurrir lentamente, y el sueño los invadía poco a poco, hasta que Hyoga cayó profundamente dormido. Shun aun seguía con los ojos abiertos, pensando en todo lo que le había dicho Hyoga; y verdaderamente se sentía feliz pero cada vez que comenzaba a ilusionarse recordaba a Ikki y al rubio ^+^+^+^+^ Una imagen vale más que mil palabras ^+^+^+^+^ Se decía una y otra vez. Una vez que sintió al ruso profundamente dormido se levanto de la cama y ahora él era el que admiraba al otro. Esos ojos cerrados, su respiración, el cabello rubio un poco despeinado, su piel; no pudo evitar sonreír al verlo, lo amaba tanto. Fue al baño y se dio una ducha rápida, se arreglo y se peino ^+^+^+^+^ Es el momento de salir ^+^+^+^+^ se dijo en su cabeza y después de pasarle una cobija encima a su amigo rubio salió por la puerta.

Andrómeda camino por los pasillos del templo de Shion, cuando se encontró a su hermano, estaba tocando en la puerta de Hyoga, venía a buscarlo seguramente. Shun se acerco y detuvo la mano de su hermano que tocaba la puerta insistentemente.

-Seguramente no está –le dijo Shun al fénix como si no supiera nada de su amigo

-maldito me va  dejar… -Ikki se veía muy apuesto con un toque rudo que lo caracterizaba. Recordaba los momentos en que estaba en Japón y desaparecía por las noches -¿tu como estas? ¿Ya te sientes mejor? –pregunto a su hermano quien le había dicho que estaba enfermo y por eso no salía de su cuarto

-Sí, ya me siento mejor, gracias hermano –respondió sonriendo –si quieres, yo te puedo acompañar a la fiesta…

-pero ¿seguro que ya te sientes mejor? –pregunto el mayor

-sí, de verdad, creo que me falta distraerme un poco, vamos –Shun tomo el brazo de su hermano y lo encamino a la salida. Ikki mientras tanto no le quitaba la vista de encima, evaluando si su hermano no le mentía

Ya en la fiesta, Shun condujo a su hermano a una mesa apartada, quería platicar un poco con él, decirle lo que sentía. Eran pocos los que estaban en la fiesta, Dohko y Shion, Aldebarán y Saori, Saga, Kannon y Mu, Afrodita y Aioria. La plática entre los hermanos fluyo poco a poco, siendo un poco forzada por el oji verde; pero después de un rato Shun fue directo al grano

-¿Qué se siente estar enamorado y que no te correspondan? –le pregunto el menor a su hermano ya que estuviera un poco mas tomado

-¿Por qué preguntas eso? –respondió Ikki con otra pregunta

-porque… tal vez te pueda entender –Shun bebió de su copa para tapar que se había ruborizado

-¿de quién estas enamorado?

-de alguien que parece estar enamorado de ti…  -Shun miro sus manos. Ikki no supo que responder y menos que su mente no estaba tan clara por culpa del alcohol

- …Me sentía como basura… me siento como basura, no podía evitar estar separado de él… aunque sabía que me lastimaba. Entregar tu corazón y que te lo hagan pedazos poco a poco, es peor que estar en el infierno

-pero a pesar de todo… ¿aun lo amas? –pregunto Shun con esperanza en sus ojos

-si… no puedo evitarlo

-entonces… ¿no sientes nada por Hyoga?

-¿Hyoga? –El fénix abrió desmesuradamente sus ojos al escuchar el nombre de aquel que lo había ayudado tanto, tal vez ahora entendía por qué –es él ¿verdad?

-¿Qué? –Andrómeda se sonrojó

-Si… ¿desde cuándo lo has amado?

-hermano lo siento… pero… tal vez desde las batallas… pero –Shun ya no sabía que decirle –si él te prefiere a ti… si yo fuera él, te preferiría a ti que a mi…

-Shun escucha –dijo Ikki interrumpiéndolo –Hyoga no me ama a mi… se ha preocupado tanto por mí, porque tu lo estabas. Me a cuidado porque no soportaría que tu estuvieras triste por mí. Es un gran amigo y le debo mucho por todo lo que ha hecho. Pero empezó a hacerlo por ti, no precisamente porque me amara

Shun lo miro sorprendido, esa era la forma de demostrarle a Shun que le importaba. Estaba tan feliz que no pudo evitar empezar a llorar; Ikki tomo a su hermano entre los brazos y dejo que se desahogara. Entendía perfectamente cómo se sentía el menor; la persona que amaba y su hermano, debí de ser peor que lo que le había hecho Shaka

-Hermano, debo pedirte una disculpa –dijo Andrómeda entre sollozos

-créeme, no hay nada que me pudiera molestar ahora

-me acosté con Shaka…

-enserio… -el fénix levanto una ceja –al parecer ¿Quién no lo ha hecho?

 

Notas finales:

Espero que les guste, ya estamos cera del final

¡¡¡Gracias por leer!!!


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