Capitulo: 23: Blanco y Negro
La partida de los caballeros de bronce estaba muy cerca, solo faltaban tres días para que los menores regresaran a Japón. Muchos estaban tristes por sus partidas; pero en el sexto templo no había tiempo para estar triste, era el momento de poner las cosas en claro. Se vistió y fue a casa de escorpión, cuando llego Aioria estaba ahí, comiendo con el bicho. Milo lo invito a sentarse y le sirvió un plato de fideos, que él rubio rechazo cortésmente
-¿Qué sucede Shaka? –Pregunto el gato que ya suponía la respuesta
-¿ya te arrepientes de la apuesta? –Dijo Milo si sañosamente
-Si… tu eres el mejor Milo… -respondió el rubio sin ningún tono en particular –eres el mejor seductor del santuario… y espero que seas feliz con eso
-Ese no fue el acuerdo –dijo el bicho recuperándose de un pequeño ahogo al escuchar las palabras del hindú –debías de ser nuestro esclavo
-pues eso no podrá pasar… -Shaka miro a Milo y no pudo evitar sentir aquella sensación de odio
-No sabía que Shaka de virgo, uno de los caballeros más poderos, no cumpliera su palabra –El bicho sonrió de lado, no quería obligarlo a ser su esclavo, solo quería humillarlo un poco
-Si cumplo mi palabra… -El orgullo de virgo de verdad estaba siendo herido –hare todo lo que quieras… pero no puedo ser tu esclavo sexual
-no puedo dejar que me quites la oportunidad de volver a verte con ese disfraz de doctor –Milo se estaba divirtiendo con todo esto
-si quieres te lo regalo, úsalo con alguna de las cortesanas
-No, no Shaka… esto no está bien…
-Claro que no está bien… -La voz del león se hizo escuchar –Shaka, no nos debes nada
-¿Qué? Pero Aioria… -Milo se sorprendió de escuchar a su amigo de aquella manera
-Ya has sufrido bastante… y no solo tu… tu pago ya fue realizado por habernos retado, es momento de que las cosas vallan bien -El hindú sonrió al gato comprensivamente y agradecido, se paro y se fue del octavo templo
-Aioria ¿Qué hiciste? –el bicho no estaba molesto, pero ¿a qué se refería su amigo con que las cosas no iban bien?
-Milo, debes entenderlo, el sufrir por amor… es peor que cualquier cosa –Aioria miro a su amigo, con esa mirada que recordaba a Camus y Milo se dio cuenta, pero no dijo nada, no sabía que decir
EN EL TEMPLO DEL PATRIARCA
Shion y Dohko acababan de comer y ahora tomaban una copa de vino para relajarse, hablaban de todo; De los caballeros de bronce y como solamente él y Milo habían podido disfrutar a Shiryu entre sus brazos, de la forma en que Shun se había comportado con el patriarca y de cómo Ikki actuaba últimamente, de las parejas recién formadas y de la diosa que fingía sus desmayos
-Sabes, me parece que Saori está fingiendo –Dijo Shion
-¿tú crees? –dijo Dohko atónito
-si es muy obvio como ya no azota en el piso
-hay no lo creo… además ¿cómo podría fingir con la droga que le damos? –El antiguo maestro debía de cambiar de tema lo más rápido posible –oye ¿y ya has pensando en la fiesta de despedida para los caballeros de bronce?
-No, un no tengo la fiesta adecuada para que sea memorable –Shion había pensando incontables ideas para la fiesta de despedida –Tal vez debimos de haber dejado la de Japón para el final
-No, estuvo bien cuando fue, además ellos van a regresar a Japón, necesitan algo para recordar, algo diferente –Dohko también se rebanaba los sesos pensando lo ideal para los broncíneos – ¿Sabes cuando pienso mejor?
-Sí, pero este no es el momento –respondió el patriarca
-vamos ayúdame a pensar –dijo el antiguo maestro acercándose a el patriarca para robarle un beso
-te digo que no es el momento –volvió a decir, pero a pesar de sus palabras no se resistía a las caricias que le proporcionaba su amigo
-solo será un momento
Dohko cargo al patriarca y lo puso en la mesa para poder sentarse encima de él. Se besaron mientras la mano de Dohko se metía entre la túnica de Shion. Se miraron a los ojos mientras el moreno con su otra mano acaricio el rostro de su amigo
-Me encanta tu piel –le dijo con una sonrisa –tan tersa, tan blanca, tan hermosa…
-A mi me encanta la tuya, el contraste que se hace… es perfecto –le respondió el patriara
Las caricias siguieron junto con los besos, pero de pronto se escucho que abrían la puerta e irrumpían en la habitación. Saori entro en compañía de Aldebarán y los miro, acostados en la mesa y en una posición demasiado comprometedora
-ejem… ¿ya tienen el tema para la fiesta de despedida? –pregunto ignorando a los dos amigo y dándoles la espalda para que se acomodaran
-Disculpe Athena… -Shion de inmediato se acomodo sus ropas –todavía no tenemos el tema ideal
-Muy bien –La chica giro un poco la cabeza para cerciorarse si ya podía ver –sigan pensando, aunque recuerden que ya no tienen mucho tiempo –y se dio cuenta de que los dos amigos a pesar de estar separados, estaban agarrados de la manos
-Ya lo tengo –dijo Dohko aun miraba al patriarca de forma lasciva –tiene que ser algo elegante, especial y memorable ¿no? Pues que mejor que una fiesta de Blanco y Negro
-¿Blanco y Negro? Me parece perfecto –dijo la diosa admirando la idea de Dohko –bueno lo dejo todo en sus manos –dijo con especial énfasis mirando sus manos -aun tengo que pensar en varias cosas y arreglar otras –La diosa se despidió y salió seguida de Aldebarán
Los dos viejos amigos se quedaron en sus lugares aun con el impacto del encuentro de la Diosa; Pero una vez que se dieran cuenta de que ya no regresaría suspiraron aliviados.
-¿De dónde sacaste la idea? –pregunto el oji rosa
-de ti –respondió Dohko –hace un momento dijiste que te encantaba el contraste de nuestras pieles… pues que mejor contraste que el blanco y el negro
Los preparativos ya se estaban realizando y todos debían de asistir, así que Dohko los cito en su templo para hablarles con más detalle de la fiesta.
-Queridos Caballeros y querida Diosa–Dijo el patriarca una vez que todos estuvieran presentes en el séptimo templo –Como todos saben la partida de los santos de bronce y de Saori se acerca. –Todos asintieron con la cabeza –e igualmente todos ya sabe que se realizara una fiesta de despedida para ellos
-Sera una fiesta en Blanco y Negro –Dijo Dohko poniéndose a un lado de Shion con una caja en las manos –Se festejara en el templo del patriarca, los preparativos ya están en marcha, ya que será mañana en la noche y todos deben de asistir
-Por orden mía –rectifico Shion
-Ahora deberán de formar una fila para decirles, por medio de un sorteo, el color que deben de vestir –Declaro el antiguo maestro
Todos formaron una fila, empezando por Saori, a quien le teco ir de color Blanco, al igual que a Hyoga, Seiya, Afrodita, Milo, Shaka, Saga, Aioros y Aldebarán; los que debían de vestir color Negro eran: Shun, Mu, Kannon, Death Masck, Ikki, Shiryu, Aioria, Camus y Shura. Por último, los dos viejos amigos tomaron los dos últimos papelitos dentro de la caja.
-Me toco negro –afirmo Shion
-y a mi blanco –dijo Dohko y en voz muy baja le dijo a su migo –El contraste perfecto
-Recuerden que es la fiesta de despedida de nuestros amigos –hablo Shion en voz alta con una sonrisa por lo que le había dicho su amigo –y no quiero ningún numerito fuera de lo normal
-más bien “ningún numerito de los que se hacen siempre” –rio por lo bajo Death Masck
Al día siguiente el tiempo paso demasiado rápido, los caballeros no lo notaron hasta que llego la hora de empezar a arreglarse para no llegar tarde a la fiesta. Muchos decidieron llegar en pareja para ir de acuerdo a la fiesta, como Death Masck y Afrodita, Seiya y Shiryu, Shura y Aioros, pero los que se veían divinos eran los gemelos con Mu; Saga vestido de blanco, estaba en medio y a sus lados, Kannon y Mu vestidos de negro, formaban un hermoso trió. Milo y Aioria eran otra pareja que llegaban juntos, para el bicho era raro vestirse de blanco, ya que decía que era un color demasiado puritano para él.
Por otro lado del templo de Shion, Hyoga había quedado de acuerdo de pasar por los dos hermanos de bronce. Shun parecía estar más tranquilo, ya hablaba con Hyoga y se veía realmente feliz. Después de estar Hyoga y Shun juntos, pasaron por Ikki, pero su puerta ya estaba ocupada por otro rubio. Shaka esperaba pacientemente a que el fénix saliera, cuando los vio simplemente les sonrió
-lamento cambiar sus planes, pero ya mañana se van y no puedo dejar las cosas como están –les dijo Shaka sin moverse de su lugar
Hyoga se acerco a la puerta, aun mirando a Shaka y llamo al moreno –Ikki ¿ya estás listo?
-voy –la puerta se abrió casi de inmediato y el fénix salió por ella, sonriendo, miro a su hermano y a Hyoga, pero ellos no lo miraban a él, se fijaban en otro rubio, que estaba parado frente a su puerta -¿Qué haces aquí?
-componer las cosas –respondió el aludido – ¿les importaría dejarnos unos momentos a solas? –les pregunto a los dos menores
Ninguno dijo nada, Ikki se quedo estupefacto en su lugar, Shun y Hyoga se retiraron en silencio, esperando tal vez una objeción por parte del fénix. Shaka en cambio se veía muy tranquilo, seguro y quizás por eso los demás se quedaron tan sorprendidos; Se acerco a Ikki, que parecía una estatua y le robo un beso, para después abrazarlo
-perdóname… -fue lo único que pudo decir –de verdad… lo siento, te debo una explicación –Ikki seguía sin poder articular alguna palabra –Me deje llevar por mi orgullo y me convertí en algo que yo verdaderamente odio… Un maldito patán desmoralizado, sé que no merezco tu perdón… Pero no puedo olvidar esos momentos en los que estábamos los dos solos, tus caricias, tus besos, tus palabras… Siempre te ame y siempre lo hare
-¿crees que es así de fácil? –Ikki al fin pudo recuperarse de su estado de shock -¿crees que solo con venir a pedir disculpas, te perdonare? ¿Así de fácil? –La mirada de Ikki era penetrante
-Ikki las cosas son realmente fáciles, son las personas las que las vuelven difíciles, dejándose llevar por cosas demasiado banales –Dijo el hindú soportando la mirada del fénix con una sonrisa –aunque… debo de admitirlo, fui yo quien complico las cosas
-Te acostaste con mi hermano –dijo Ikki sin furia, pero con dejo de tristeza
-y tú con Milo –respondió el rubio al oír el golpe de las palabras
-¡¡y tú con medio santuario!! –El fénix al fin exploto, soltando su ira, golpeo la pared para no permitir que sus ojos derramaran alguna lágrima -¿por qué? ¿Por qué te escurrías entre sus brazos si yo podía hacer todo lo que tú querías? ¿Por qué preferías su compañía si me tenías ahí a tu lado?
-Hice una apuesta –respondió Shaka a centímetros del puño de Ikki que golpeo la pared. El rostro del rubio no dejo ver ninguna expresión
-¿Qué? –Pregunto Ikki sorprendido -¿Por qué? ¿Qué querías probar? –El fénix estaba realmente pasmado –Sabes… no te entiendo
-Sí… Lo lamento, no te quería usar, ni que nadie más te usara… pero no pude evitarlo al escuchar las palabras de Milo…
-¿ósea que querías probarle a Milo que eras mas pelandusca que él? –interrogo el moreno con una cara escéptica
- lo lamento y luego… saber que tú estabas en sus brazos… Necesitaba vengarme de él… de humillarlo por haber usado lo que más quería
-El que me humillo y me uso fuiste tú… -Dijo el fénix volviendo a golpear la pared
-yo no… no quería –El hindú comenzó a morderse el labio, pero en cuanto su interlocutor lo miro volvió a mostrarse calmado –Si quieres golpearme, humillarme ^+^+^+^+^ aunque sea por partida doble ^+^+^+^+^ lo que quieras… solo te pido que no me olvides…
-Shaka, jamás voy a poder olvidarte… -Ikki se acerco y lo acorralo contra la pared, examinando cada centímetro de su rostro, sus ojos, su boca, su frente, pero no descifró nada –pero tu… ¡¡¡aaaaa!!! No te entiendo, siempre serio, siempre calmado y callado, no puedo saber qué es lo que quieres y soy yo el que no sabe si tú me olvidaras
-Nunca te olvidare, te acabo de decir que te amo y siempre lo voy a hacer –Shaka le sonrió y dejo que Ikki mirara a través de sus ojos, mostrando su preocupación por que el otro no lo perdonara, su arrepentimiento y a pesar de todo su felicidad por poder hablar con él. Sin previo aviso Ikki lo beso con desesperación, pero de igual manera sorpresiva en que lo beso se separo
-Esto no está bien –se dijo a sí mismo el fénix, masajeando sus sienes
-Hace mucho que la cosas no están bien -le respondió el rubio -¿no crees que es momento en que las cosas vallan bien?
-Es lo que más quiero
-Entonces… ¿borrón y cuenta nueva? –interrogó el virgo
-si… solo te pido que me muestres un poco mas… déjame entenderte –Ikki giro su cabeza para mirarlo a la cara –pero esto no significa que te perdone… te lo tienes que ganar –le dijo al rubio tomando su brazo para encaminarlo a la fiesta
-no te pediría otra cosa
Todos ya se encontraban en la fiesta de despedida. Los dos viejos amigos se habían lucido con la decoración; El salón estaba dividido en dos, de un lado las paredes, techo y piso estaban pintados de blanco y del otro lado de negro, para hacer mas el contraste, del lado negro, los sillones eran blancos al igual que las mesas y los globos en el techo que de vez en cuando explotaban soltando pétalos blancos y Viceversa en otro lado, solo que el amueblado era negro; creando una ilusión del tipo negativo en los dos lados. Justo en medio y enfrente de la entrada había una especie de balcón en los que estaban Shion, Dohko, Saori y Aldebarán, admirando desde las alturas a los caballeros y la decoración con una sonrisa.