Duo Maxwell esbozo una enorme sonrisa ¡Seria tan fácil obtener ese auto! Hacia tanto tiempo que no tenia necesidad de robar algo –Si Quatre lo sabe me matara- Pensó sonriendo, imaginando la cara de su amigo, desde hace tres años vivía en la Hacienda Winner, donde Quatre se había convertido en su mejor amigo, después de que el manantial se seco tuvo que aprender a sobrevivir, pues todos se fueron de la Hacienda Maxwell y el se quedo solo, convirtiéndose en un asaltador de caminos para poder comer… Hasta que conoció a Q-chan, quien le ayudo de manera desinteresada, le dio casa y alimentos.
-Vamos levante las manos, tengo cosas que hacer- Sin borrar su sonrisa, Duo corta cartucho- Seria una lastima tener que matarlo- Esas palabras eran falsas, jamás se atrevería a matarlo, observo al joven, aquella mirada lo ponía nervioso.
Heero levanto las manos lentamente, por ahora haría lo que aquel joven le pedía, al levantar sus manos dejo ver aquella cicatriz de su mano
-¡Heero Yuy!- Grito Duo sorprendido, ¿Por qué el asesino mas buscado de la región se dejaba asaltar tan fácil? Tal vez no era tan peligroso como todos creían…
Heero volteo los ojos hacia arriba, en señal de fastidio, ahora tendría que matar a aquel chiquillo aunque no quisiera, ya había ideado un plan para dejarlo inconsciente y salir de allí, pero ahora todo cambiaba, estaba a punto de sacar su arma cuando…
-Mi nombre es Duo Maxwell, ya esta por anochecer si gustas puedo darte asilo, mi hacienda no esta lejos- Le da la espalda y comienza a caminar, sabe que darle la espalda es el peor error que puede cometer, que puede dispararle y matarlo en un instante, pero algo en la mirada de Heero le dice que no sucederá así.
Heero se queda unos instantes estático, no entiende lo que acaba de pasar, pero por alguna extraña razón, sin pensarlo tomo un saco con comida y siguió a Duo.
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Las llamas de la fogata brillaban con intensidad, sin embargo los ojos de Heero brillaban aun más, por lo menos eso creyó Duo que no dejaba de observarlo.
-¿Qué miras?- Heero no soporto mas aquella mirada sobre el
-Na-nada- Duo miro hacia la oscuridad, el silencio solo duro algunos segundos, pues Duo no podía estar callado tanto tiempo- sabes… hace muchísimo tiempo que no venia aquí, no pensé que estuviera aun de pie, aunque no los muebles ya no están, aun es acogedor estar allá adentro- Señala la casa- Allí pondremos algunas mantas y podemos…
- ¿Nunca te callas niño?
-Mi nombre no es niño, es Duo ¿Entiendes? Du-o, Vamos es fácil, repítelo ¿Cuál es mi nombre?- Al parecer a Duo no le importaba que estuviera frente a un asesino
-¿Nunca te callas, Duo? Esto ultimo Heero lo dijo con sarcasmo, se sorprendió asimismo al darse cuenta que no estaba fastidiado de Duo, al contrario, se sentía muy bien con el, tal vez por que no mostraba ningún temor, el aludido se callo de repente y volvió su vista a la fogata, Heero pudo ver cierta tristeza en sus ojos, pero no duro demasiado
-Fue una gran idea que trajeras algo de comer, porque aquí no hay nada, es que yo no pensaba quedarme tanto tiempo, ya iba de regreso a la Hacienda Winner, pero es que tu Jeep se veía tan tentador ja ja ja – Duo rió de tal manera, que Heero por un momento sintió deseos de reír también, pero de inmediato su mente le puso un alto a aquello- Bueno será mejor irme a dormir- Duo dio algunos pasos rumbo a la casa, pero volteo a ver a Heero- Heero, ¿Vas a quedarte mucho tiempo por aquí?
-Eso es algo que no te interesa
-Bueno yo solo decía que si te quedaras por aquí, podrías quedarte con Quatre no creo que le importe tener un huésped más
Heero levanto una ceja, ¿Duo estaba loco? ¿Cómo era posible que lo invitara a una casa que ni siquiera era suya? Eso era algo que jamás haría, Duo no era tan confiable como parecía, y quizá toda esta habilidad era una trampa…
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A pesar de que era un lindo día, Quatre estaba preocupado por Duo, se suponía que tenia que llegar la noche anterior, pero ya era medio día y no había rastro de el. Quatre entendía que quisiera ser libre, que tarde o temprano Duo se iría de la Hacienda, lo decían sus al ver el horizonte, pero no podía evitar preocuparse por su amigo. Una sonrisa aprecio cuando a lo lejos vio la figura de Duo sobre un auto que le saludaba.
-Hola Q-chan- Grito Duo
-Siéntate sino quieres matarte- Con una mano Heero sentó al trenzado.
-Quatre- Al estar frente a su amigo, Duo Salio del auto de un salto y abrazo a Quatre- Perdóname por no llegar anoche, pero es que no quise regresar sin ver la hacienda
-No te preocupes, lo importante es que estas a salvo- Quatre sonrió de manera dulce.
Heero los observo, ¿Acaso ellos… sacudió su cabeza eso era algo que no tenia importancia para el, sin embargo se sentía molesto
-Quiero presentarte a alguien- Duo se soltó de Quatre- El es un amigo que esta de paso por la región, no tenia a donde quedarse, así que le ofrecí quedarse aquí por un tiempo, ¿Verdad que si se puede quedar?- Duo parecía un niño pidiendo un cachorro o un dulce. Quatre sonrió
_Claro que se puede quedar, sabes que esta es tu casa, así que cualquier amigo tuyo será bien recibido- Después se acerco a Heero y extendió su mano- Bienvenido a la hacienda Winner- Heero acepto el saludo de Quatre, este lo apretó un poco- Heero Yuy
Heero se sorprendió mucho que supiera quien era- ¡Maldita sea una trampa!- Pensó- Nunca debí confiar en el chiquillo- De inmediato saco su arma y le apunto a Quatre
-Heero- Grito Duo
-Tranquilo, aquí no hay ningún riesgo, como le dije a Duo, cualquiera de sus amigos son bien recibidos en este lugar, así que guarde su arma- A pesar del peligro la voz de Quatre se escucha tranquila- Además yo no podría juzgarlo por un crimen que hasta yo mismo he cometido-Dio la vuelto y comenzó a entrar a la casa- Vamos Duo, tienes que contarme todo lo que hiciste en estos tres días- Duo lo siguió.
Heero se quedo parado, Quatre era la segunda persona que le daba la espalda, era como si pudieran leer a través de el
-¿Heero no vienes?- Grito Duo a lo lejos, mecánicamente Heero se puso en camino.
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El día había pasado tranquilo, Duo llevaba horas platicándole a su amigo cada detalle de su viaje a la Hacienda Maxwell. Ahora Quatre recogía los platos de la cena.
-Por cierto- Duo sonrió con malicia- ¿Dónde esta Trowa?
Se escucho un plato romperse en la cocina y lo murmullos de Quatre maldiciendo al pobre plato- Este… el, el fue al pueblo, dijo que vendría por la noche- Quatre apareció con un leve rubor en sus mejillas
-¿Entonces ya te le declaraste y hoy será su gran noche?- Soltó Duo de repente
-¡¡¡¡¡DUO!!!!- Quatre se puso totalmente rojo- DEJA DE DECIR TONTERIAS
-ja ja ja , deberías de verte ja ja ja es tan divertido- No podía dejar de reír, pero al ver la molestia de Quatre- Lo siento, prometo no reírme mas, mejor voy por Heero ¿Si?- Y salio de allí
Después de algunos segundos Quatre logro tranquilizar a su corazón que latía con fuerza, y es que desde que conoció a Trowa su vida había cambiado y su corazón ya no le pertenecía
-------------------FLASH BACK------------------------
Quatre estaba acorralado en una cerca que establecía los limites de su propiedad, dos hombres se acercaban a el.
-Si dan un paso mas disparare- Grito Quatre, pero sus manos estaban demasiado temblorosas. Estaba completamente solo a merced de aquellos sujetos, era la feria del pueblo y nadie estaba a unos 10 kilómetros a la redonda. Los dos hombres sonrieron al ver a aquella oportunidad, dieron un paso mas, las manos de Quatre dejaron de temblar y ruido ensordecedor salio de la pistola de Quatre, incrustándole una bala en la cabeza a uno de los sujetos que cayo muerto
-Vete- Murmuro Quatre al otro hombre, este lo iba a hacer, pero se dio cuenta de algo, el arma del niño se había atascado
-Ahora estamos solo tu y yo-Dijo el hombre con una sonrisa, Quatre intento disparar pero fue imposible, cerro los ojos, su vida terminaría en aquel instante, pero el sonido de un disparo hizo que abriera los ojos, frente a el estaba el cadáver del otro hombre
-¿Estas bien?-Una voz hizo que volteara hacia arriba, se encontró con un joven alto de ojos verdes y de peinado un tanto extraño. Lo único que pudo hacer fue abrazar a su salvador
-------------FIN DEL FLASH BACK-------------------
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Heero estaba sentado a unos metros de la casa, parecía que solo estaba ahí, observando los campos que rodeaban el lugar y que gracias al manantial aun eran verdes, pero en realidad su mente no pensaba en aquel lugar, estaba demasiado ocupada en otras cosas. Por ejemplo, ¿Por qué había dejado vivir a Duo? Más aun, ¿Por qué lo había seguido hasta este lugar como un cachorro perdido? No podía negar que en un primer momento, la belleza de Duo lo había impresionado, pero después fue la familiaridad con que lo trataba, y sus ojos, bueno eran hermosos y no dejaban que su dueño mintieran eran demasiado transparentes, le dieron confianza de seguirlos hasta aquí… Pero la sensación que tiene cuando Duo estaba cerca
-O simplemente te estas volviendo muy blando – Se dijo asimismo
-No deberías estar tanto tiempo aquí, comienza a hacer frió y puedes resfriarte- Duo se sentó a su lado
Heero lo observo, otra vez esa familiaridad, otra vez esa sensación- ¿Por qué?
-¿Por qué que?
-¿Por qué…
-¡Trowa!- Grito Duo feliz, poniéndose de pie, ignorando a Heero, quien volteo para encontrarse con un joven alto.
-Hola Duo, ¿Cómo te fue? ¿No hiciste una de tus travesuras?- Trowa pregunto con voz calmada
-¿Yo? Claro que no, pero mira lo que me encontré en el camino, Trowa el es Heero, un amigo- Duo no le veía importancia que supiera quien era, de todas formas Quatre se lo diría- Heero, el es Trowa Barton un amigo.
Ambos jóvenes se miraron algunos segundos
-Duo ¿Por que no vas por un poco de agua para el caballo? Lo deje en las caballerizas- Trowa aun conservaba su tranquilidad de siempre
-Sip, también le aviso a Quatre de que ya llegaste- Duo huyo, sabia que su amigo odiaba esas bromas y que su integridad física corría peligro.
Cuando Duo se alejo lo suficiente, Trowa saco su pistola y le apunto en la cabeza a Heero, este otro lo observo, en su rostro apareció una diminuta sonrisa.
-He estado esperando por ti hace mucho tiempo
-Hn- Heero no hizo ninguna señal de defensa-Siempre he estado listo para que tu me mates, por eso he sobrevivido estos años, por que mi sangre es solo tuya…
Trowa lo observo, en sus ojos vio aquella decisión, o mejor dicho el deseo de morir, nunca había visto algo así, guardo su pistola- No aun no, ahora no seria suficiente matarte, por que te haría un favor, cuando desees con todas tus fuerzas seguir con vida, cuando quieras luchar hasta el ultimo respiro por ella, entonces yo vendré y te arrebatare todo, entonces estaremos a mano- Trowa se alejo rumbo a la casa, sabia que Heero no haría nada en su contra.
-Te estaré esperando, sabes perfectamente que mi vida es tuya- Murmuro Heero tan alto como para que el otro lo escuchara, Trowa escucho pero aun así no se detuvo en su camino.
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