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Mercy rain por kozzha

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Notas del capitulo:

Si no les gusta éste capítulo, juro que las mato.

No ya en serio, espero y sea de su agrado éste capítulo. Lo tenía pensado desde que empecé a escribir el fan fic, hace 25 capítulos. ¡Imagínense!

Espero y sea de su agrado.

Me inspiré un poco en mi familia, que bueno...para las fiestas somos un gran desmadre. Si la fiesta está bien, nos encargamos de arruinarla jajaja y si  está arruinada, nos encargamos de mejorarla.

Así paso en la boda de un primo. Ya estaba arruinada pero los primos se unieron ( yo no y me siento orgullosa de no haber participado pues no se lo merecía) y la mejoraron.

Y en la boda, cuando los casados iban a bailar su vals que les ponen una cumbia jajaja y ni modo, tuvieron que bailarla, pero lo peor es que ni saben bailar -.-

Pero bueno, después de comerme a mi familia y romper mi juramento de no hablar mal de nadie, les dejo éste capítulo.

Que lo disfruten ;).

Dejen comentarios para saber si les gustó o no.

Besos mil.

-Me tenías muy preocupada Hisoka-le regañó Hiromi, camino a la disquera  XMR, en donde sería la rueda de prensa.

-Lo siento…-dijo escueto el menor mirando el paisaje urbano por la ventana. La mujer bufó inconforme pero se limitó a guardar silencio. 

-¿Shuichi nos  va  a alcanzar en la disquera?-dijo Dresde, rompiendo el incómodo silencio que inundaba en el vehículo.

-Así es, está terminando su mudanza-respondió James sin despegar la vista de  enfrente.

-Genial…él ya tiene su apartamento…-se quejó Hiromi.

-Para antes que termine el día tú también tendrás el tuyo.-respondió el manager.

-Ups…creo que pensé en alto.

Cuando llegaron a la disquera, Shuichi ya estaba ahí.

La rueda de prensa fue breve. El cantante regresó a su apartamento, no si antes presumirle lo bonito que estaba a su compañera de banda.  Camino al hotel, no solo Hisoka estaba malhumorado.

Llegando al hotel, Hisoka fue recibido con un hermoso arreglo de flores.

-¿Para mí?-preguntó escéptico.

-Si joven Ono-respondió sonriente la recepcionista en turno.

-Que bonitas son-comentó Hiromi.

-¿Se puede saber quién las mandó?-preguntó Dresde, curioseando junto con la soprano.

-Lo siento, quién las trajo fue el mensajero de la florería.

-Tiene una nota-señaló la jovencita Ono.

-Sólo dice: Lo siento…-leyó la rubia.

Dresde y Hiromi miraron curiosas al joven.

-No tengo ni idea de quién pueda ser-se encogió de hombros y se encaminó hacia el ascensor.

-Joven Ono, ¿Desea que se lo lleven a su habitación?-preguntó la recepcionista.

-Eh…ah…si…gracias.

La mujer llamó a un botones que posaba por ahí y le dio la orden. El hombre siguió al guitarrista hacia el ascensor.

Dresde, quién se había quedado con la nota miró a su amiga.

-¿Quién será?

-No lo sé Ashi…hasta donde yo sé, mi hermano no conoce a nadie en Japón.

-¿Será una admiradora?

-No lo sé, pero creo que es la responsable de que mi hermano esté de mal humor.

 

Por la tarde, tanto los hermanos Ono cómo Dresde y Tamaki se mudaron a sus respectivos departamentos.

 

 

Capítulo 26

Una desastrosa boda.

 

 

Un nuevo día se abría paso en la capital de Japón.

El escritor Yuki Eiri se levantó temprano-algo poco común en él-con una sola idea en la cabeza: ir a buscar a Shuichi al hotel. La repentina decisión de Mika le había desconcertado  y eso había trastornado un poco su día; no podía quejarse, puesto que todo había sido para bien pero eso había impedido que fuera a hablar con su ex amante sobre lo que había sucedido entre ellos dos.

-Te he dado un día de descanso Shuichi-musitó el rubio frente al espejo, mientras se acomodaba la solapa de su saco.

Cuando bajo a la cocina para comer algo antes de irse, se topó con su hermano quién  hablaba muy serio por teléfono.

-Va a caer un meteorito-comentó el moreno al ver a su hermano entrar a la habitación. Yuki le ignoró y se limitó a servirse una taza de café. Tatsuha dio la dirección del hotel en el que se hospedaba Shuichi al interlocutor, dio su número de cuenta bancaria  y confirmó su pedido, el cuál consistía en un paquete de wataron en forma de ositos-En la nota podría poner “Lo siento”-indicó el moreno-Gracias, eso es todo-el menor cortó la llamada y siguió desayunando.

-¿A quién le mandas wataron?-Yuki le miró con ojos escrutadores

-A nadie…

-Lo mandaste al hotel Hilton…

-Sí, pero no es para tu amor, si eso es lo que te inquieta-el escritor apretó los labios y no refutó nada.

Los dos desayunaron en silencio, cada quién sumergido en sus pensamientos.

 

 

-Y la tina está enorme-vociferó Hiromi.

-También nosotros tenemos tina-dijo Dresde sonriente.

-Ja…yo tengo jacuzzi-terció Shindo.

-Ay tú siempre te llevas la mejor parte…qué odioso eres-masculló Hiromi.

-Obvio, soy el líder, merezco lo mejor.

Ono apretó la mandíbula.

-Basta de tanta plática y comencemos con lo del casting-les ordenó James.

-Cuando termine esto los invitamos a nuestro graaan depa-dijo Hiromi, abrazando a su hermano.

-¿Quieres que llevemos algo?-preguntó Dresde.

-Alcohol-le susurró la chica a su mayor.

Hisoka se separó del agarre de su hermana y se acercó a su senpai.

-Senpai, necesito hablar con usted en la hora de la comida-se apresuró a decirle a Shu.

-¿Eh?-respondió Shu con sorpresa-Bueno, está bien-el mayor se rascó la cabeza, confundido.

En todo el casting; Shindo estuvo inquieto y ansioso.

Para la hora de la comida Shu y Soka se fueron a la zona de fumadores de la disquera, Hiromi; quién no le agradaba mucho el olor a cigarro, no insistió en acompañarlos.

-¿Y bien?-dijo sin más Shindo, encendiendo su cigarrillo.

-Creo que lo que le diré va  a ser un fuerte golpe para usted senpai pero…

-No le hagas de mucho suspenso Hisoka y dilo-masculló el mayor.

-Su amigo Tatsuha es el cuñado de Touma Seguchi, el que lo mandó golpear-dijo en tono serio el jovencito.

Shu abrió los ojos como un par de platos, el cigarro de cayó de sus labios, pestañó varias veces y soltó una carcajada.

-¿Eso era lo qué me ibas a decir?-recogió el cigarro y lo apagó.

-¿Por qué se ríe?

-Eso ya lo sé…

-¿De verdad?

-Si…-Shu bostezó-Tatsuha no se lleva muy bien con Seguchi, de hecho es Seguchi quién no quiere a Tatsuha.

-Oh…bueno…

-Si crees que él tuvo algo que ver, estás muy equivocado-el mayor encendió otro cigarro-Veo que ya intimidaste más con Tatsuha.

Ante aquél comentario Hisoka se sonrojó.

-Desafortunadamente.-el chico desvió la mirada tratando de cubrir su sonrojo.

-Curioso.-al ver que el chico no iba a soltar la sopa, Shu le sugirió que fueran a comer junto con las chicas.

 

 

-Lo siento mucho señor pero el joven Shindo ya no se hospeda aquí-dijo la joven recepcionista.

-¿Cómo? ¿A caso ya se fue de Japón?-preguntó Yuki.

-Lo siento pero no sabría decirle.

-Maldición…-Yuki golpeó la  barra de la recepción provocando que la chica diera un respingo-Bien…muchas gracias-masculló el hombre y sin más dio media vuelta y salió del lugar con paso firme.-No creo que hayas sido tan cobarde como para huir…-musitó.

 

 

Salió de la universidad con sus amigos de clase.

-Y bien, ¿A dónde quieren ir a comer?-preguntó una jovencita.

-Qué tal si vamos a Harajuku-sugirió otro.

Tatsuha iba  a decir algo pero sintió una fuerte presencia al otro lado de la acera, giró su cabeza y se topó con la mirada azulada de Ryuichi, tragó saliva.

-Lo siento, pero no voy a poder ir-se disculpó el moreno.

-¿Otra vez Usegui?-dijo uno de sus compañeros.

-Recordé que tengo que entregar un trabajo, ya sabes, lo que pasa cuando uno falta mucho a clases-se rascó la cabeza.

Sus compañeros le miraron con ojos escrutadores.

-De lo que te pierdes-dijo la chica que había sugerido la salida a comer.

-Para la próxima-y sin más cruzó la calle con pasos acelerados-Hola-saludó nervioso a Sakuma, quién estaba en su faceta madura.

-Me cancelaste ayer-fue lo único que dijo Ryu antes de empezar a caminar hacia su casa. Tatsuha sin dudar lo siguió en silencio.

Al llegar a la lujosa casa; Ryu invitó al menor, quién temeroso se quedó en el recibidor.

-Mereces un castigo por tú actitud-le instó el mayor.

-¿Qué tipo de castigo?-tragó saliva el jovencito.

-Serás mi esclavo…harás todos lo que yo desee por el resto del día, no importa que tan cansado estés, cumplirás todas mis órdenes.

Tatsuha sintió desfallecer cuando escuchó eso, la sangre se le acumuló en la nariz y temió sufrir de una hemorragia nasal.

-Mi primera orden es: Bésame.

Sin pensarlo dos veces Tatsuha se acercó al mayor y le besó delicadamente. El beso fue interrumpido por el timbre de una llamada entrante en el celular del monje. Por inercia el moreno tomó la llamada.

-¿Diga?...¿Cómo? ¿Ya no se hospeda ahí? Pero…-Ryu le arrebató el celular y cortó la llamada.

-No te ordené que contestaras-le dijo serio-No  quieres verme molesto Tatsuha.

Tat volvió a tragar saliva.

 

 

-¡Salud!-corearon los chicos de Delerium y Tamaki.

-Muy buen día de trabajo-sonrió Dresde.

-Si tú lo dices-bufó Hisoka.

-Qué bueno que ya terminó-suspiró Shu.

-Lo que menos importa es eso, ¿Qué opinan del departamento?-vociferó Hiromi.

-Muy bonito-dijo la rubia.

-No tanto cómo el de nosotros-alardeó Tamaki.

-Peleen todo lo que quieran, pero ninguno  se compara con el mío-sonrió Shu.

El aporreo de la puerta llamó la atención de Hiromi, quién emocionada saltó hacia la entrada para recibir al visitante.

-Ah eres tú-dijo con parquedad.

-Tanto tiempo sin vernos-dijo con sarcasmo James.

-¿Vienes a darnos más trabajo?-Hiromi se recargó en el marco de la puerta.

-No, sólo vine a traerle un paquete a tu hermano-le tendió una caja de wataron.

-¿De quién?

-No lo sé. Cuando regresé al hotel para cerrar la cuenta la recepcionista me lo dio.

-Otro regalo-Hiromi miró la caja-Bien, ¿Eso es todo?

-Si, ya no los interrumpo más.

-Nos vemos mañana-sonrió la chica con diplomacia.

-Algún día me vas a extrañar, créeme-le instó James.

-Lo dudo-la chica siguió con su sonrisa forzada y sin más cerró la puerta.

-Qué niña-rio divertido el mánager.

-¿Quién es?-gritó  Hisoka al ver que su hermana se había tardado.

-Era James, te trajo un paquete-la chica regresó a la estancia junto a sus amigos y tendió la caja en la mesa.

-¿Para mí?-preguntó con incredulidad el menor.

-Sí.

-¡Wataron!-exclamó Tamaki.

-¿Quién lo mandó?-preguntó Hisoka buscando alguna tarjeta.

-No viene-dijo Shu buscando también.

-Qué importa, vamos a comer-se apresuró a  decir Tamaki.

-Amor, son de chibi-le codeó Dresde.

-Son para todos-invitó el jovencito con los ojos brillosos, amaba los wataron.

Tamaki aplaudió y se apresuró en abrir la caja, dentro de ésta había una tarjeta que decía: “Lo siento”

-Otro “Lo siento”…-dijo Dresde.

-No importa, a comer Wataron-Hisoka le arrebató la tarjeta a su mayor y la lanzó lejos.

Tamaki y Hisoka estaban a  punto de darle la primera mordida cuando:

-¿Y si están envenenados?-dijo Hiromi.

-Ay niña…bonita manera de arruinar un postre-se quejó Tamaki, Hisoka sólo bufó.

-No exageres-le criticó Shu, quién tomaba un wataron.

-No exagero, las fans asiáticas son muy apasionadas.

-No creo que alguien quiera envenenar a Chibi  cuando le pone una tarjeta con un “Lo siento”-recalcó Tamaki, dándole una gran mordida a su wataron. El joven Ono afirmó con la cabeza e imitó a su senpai.

-Y si le puso ése “Lo siento” disculpándose porque lo va a envenenar-objetó la niña.

Tamaki tosió pues se había atragantado, mientras que Hisoka escupió el bocado en una servilleta.

-O simplemente es una persona que hizo algo que molestó a Hisoka y sólo quiere disculparse-dijo con fastidio Shuichi. Dresde asintió con la cabeza.

Hiromi ya no pudo refutar más.

-No conozco a nadie aparte de ustedes aquí en Japón y nadie me ha hecho enojar-dijo el joven guitarrista-¿No será que se equivocaron de persona?

-Posiblemente-dijo la inglesa.

-Qué más da…estamos comiendo wataron gratis-dijo Tamaki feliz.

 

 

El resto de la semana fue muy ajetreada para los miembros de la banda, el casting se había vuelto pesado y tedioso para los chicos, quienes ya fastidiados eligieron al guitarrista al azar. Su nombre era Watanabe Matsumoto, joven de 27 años  con una gran habilidad en la guitarra;  se dedicaba  a tocar en las calles de Tokio. Su personalidad no era muy atractiva, era de pocas palabras y su apariencia dejaba mucho que desear, perfecto para pasar desapercibido por la multitud, algo que había pensado Hiromi, quién no quería que se notara la ausencia de su hermano.

 

 

 

El ansiado sábado llegó, aquél día tan esperado para Ayaka y Hiro y  por qué no, para Hiromi también.  

La jovencita se había pasado casi todo el día en el salón de belleza, mientras que un desesperado Shuichi buscaba un traje para la boda de su amigo.

-¿Cómo me veo?-le preguntó a Hisoka cuando llegó al apartamento.

-Hermosa…-le dijo sonriente Hisoka-Senpai se va  a sentir muy orgulloso de tenerte como pareja.

-¿Tú crees?-la chica se dejó caer en el sofá junto a su hermano.

-Tenlo por seguro.

-¡Por eso te adoro!-la soprano le dio un efusivo abrazo a su hermano-Por eso eres mi hermano favorito.

-Soy tú único hermano…

-Con más razón te adoro-le dio un beso tronado en una de sus mejillas.

-Me lastimas…-se quejó el chico cuando no puedo soportar más la efusividad de su hermana mayor.

-Lo siento manis.

-¿A qué hora pasa por ti?

-A la siete.

-Aún tienes tiempo-comentó Hisoka mirando el reloj de cucú que les había regalado Dresde.

-Por cierto, Dresde y Tamaki van a venir a cuidarte.

-¿Cómo?

-No pienso dejarte solo en la noche.

-Hey…tengo 17 años.

-Aún estás chico y si mamá se entera se infarta.

-Mamá no tiene por qué enterarse.

-No importa, no me estaré tranquila si te quedas sólo aquí.

El menor lanzó un bufido.

 

 

Cuando Shuichi logró conseguir un smoking para la fiesta de su amigo; se apresuró en regresar a su apartamento para cambiarse e ir por su amiga Hiromi.  Estaba sumamente nervioso pues se encontraría con Eiri en la boda. Había tratado de estar lo más ocupado posible y no pensar en lo que había sucedido el domingo pasado y lo había logrado, pero todo su esfuerzo se venía abajo con la boda de su amigo.

¿Y si lleva pareja?,  era la pregunta que giraba en su cabeza mientras se anudaba su corbata. Sintió que el estómago se le estrujó de tan sólo pensar en Yuki entrando con una mujer o con un hombre.

-Maldición…deja de pensar  en tonterías…él ya es del pasado…-dijo el chico tratándose de convencer a sí mismo. Los ánimos decayeron cuando vio el desastroso nudo de su corbata, ni Yuki ni sus sentimientos por él eran             cosa del pasado.

 

 

 -¿Ya estás listo?-le preguntó Tatsuha a Yuki, quién estaba encerrado en su habitación.

-Sí, ahora salgo.

Eiri miró su reflejo en el espejo,  jaló aire por la nariz y de un soplo lo sacó por la boca.  El escritor temió que Shuichi hubiera regresado a los Estados Unidos, pero recordó de la boda de Hiroshi y Ayaka y eso lo tranquilizó, pues sabía perfectamente que el jovencito no iba a dejar a su amigo en un momento tan especial, ¿O sí? Eso lo iba a descubrir en la boda.  Salió de su habitación y bajó a la estancia en donde lo esperaba su hermano.

 

 

Se paró frente a la puerta del apartamento, se acomodó la corbata y jaló aire. Miró el corsal con una orquídea azul, dudó un poco pero sacó todo pensamiento negativo de su cabeza y aporreó la puerta.

Hiromi abrió la puerta. Shuichi se quedó boquiabierto al ver lo bonita que se veía la joven. La joven Ono llevaba puesto un vestido  strapless de tela de raso en un tono rosa eléctrico.

-Hola, saludó ella.

-Ho…hola-el chico sacudió la cabeza.

La chica le invitó a pasar. En la estancia se encontró con un malhumorado Hisoka quién estaba en medio de Dresde y Tamaki.

-Pero qué guapo-comentó la inglesa al ver a Shu entrar.

-Gra…gracias…-el chico no pudo evitar sonrojarse-Por cierto…-el moreno le tendió el corsal a su acompañante-Si no te gusta y no deseas ponértelo porque  no te combina no importa yo…

Los ojos de Hiromi se iluminaron al ver el lindo detalle.

-Claro qué me gusta-le arrebató el regalo y se lo puso.-Muchas gracias.-miró con ojos brillosos a la rubia, quién le guiñó el ojo.

-Hiromi se ve muy bonita, ¿No crees?-terció Tamaki en tono pícaro.

-Si…en definitiva…-Shu la miró de pies a cabeza aún abochornado.

-Ay que tiernos-exclamó Dresde-Parece como si fueran un par de adolescentes que van a su baile de graduación.

-Esperemos que pierdan la virginidad antes de la media noche-dijo Tamaki.

-¡Pero qué carajos!-vociferó Shu aún más abochornado.

-¡Qué cosas dices Tamaki!-le instó la soprano, colorada.  Dresde le pisó el pie a su marido.

-Ni se te ocurra tocarle un cabello a mi hermana Shuichi.-le advirtió en tono mordaz Hisoka, quién hasta ése momento se había dedicado a beber leche en silencio.

El hombre mayor  rio divertido.

-¡Oh! es cierto…ninguno de los dos es virgen -Hisoka escupió su leche.

-¡Tamaki!-le gritó su esposa.

-Será mejor que nos vayamos-le sugirió Shu a Hiromi. La chica asintió ya roja como un tomate.

-Cuiden bien de mi hermano-dijo en un hilillo de voz.

-Descuida, sólo se terminará su leche y directo a  la meme.-Tamaki acarició la cabeza de chibi-¿Quieres que tía Dresde y tío Tamaki te lean un cuento?-le musitó con ternura al menor.

-No gracias, no quiero tener pesadillas.

-Eres tan cómico chibi- rió aún más divertido el mayor.

Hiromi y Shu se despidieron y salieron apresurados del apartamento.

-Comienzo a arrepentirme de haber dejado a Hisoka con él-dijo la soprano.

-Descuida, Dresde se encargará de él…

Cuando salieron del edificio, Shu guió a la chica a unos metros de ahí, en dónde se encontraba el auto que había alquilado.

-No quería que caminaras-fue lo que dijo cuándo la chica le miró con sorpresa.

 

 

Al llegar al salón, la pareja fue recibida por Mr. K.

-Hello Shuichi-saludó el hombre que parecía más un guardia de seguridad que un invitado.

-Hola K. ¿Recuerdas a Hiromi?

-Of course…my lady-el norteamericano le tomó la mano y se la besó. La jovencita se puso colorada.

-Hey, cuidado…ella viene conmigo-masculló Shuichi.

-Sorry, sorry…

-Por cierto, ¿Quiénes han llegado?

-Mr. Yuki no ha llegado, si eso es lo que te preocupa-le susurró a su compañero.

-No era por eso…-farfulló el moreno. Shu le dio el brazo a la joven Ono y entraron al salón.

La edecán los guio a la mesa que estaba asignada para los invitados especiales del novio; Fujisaki y Sakano ya estaban ahí.

Algunas mesas estaban ocupadas por personas vestidas de kimono y yukata, Shu sacó a conclusión que eran los invitados de Ayaka.

-Buenas noches -saludó Hiromi con una leve reverencia antes de tomar asiento.

-Bu…bue…buenas noches señorita-se puso de pie de un salto Sakano e hizo varias reverencias .

-Buenas noches.-terció Fujisaki, haciendo la reverencia  muy exagerada.

-Vaya, los traes locos-le murmuró Shu a Hiromi. La chica sonrió complacida-¿Sólo están ustedes?

-Hasta ahora sí…-dijo Suguru.

Al poco rato llegó Noriko y su anciano esposo, los padres del novio que se sentaron en la mesa principal. La tertulia en aquella mesa era agradable, contando miles de anécdotas de cuando se formó Bad Luck y otras cosas.

-Ya llegó el señor Sakuma-dijo un sonriente Sakano.

-Na Ryu…llegas tarde-le regañó Noriko.

Shu sintió el estómago estrujado y un poco de ira al recordar lo que había sucedido entre ellos.

-Lo siento mucho-se disculpó el hombre que se encontraba en su faceta madura. Tomó asiento junto a Hiromi . Le miró con curiosidad.

-Buenas noches, no nos han presentado-le tendió la mano a la soprano. Hiromi pestañeó varias veces, pues le reconoció de inmediato, era el hombre que había invitado a Tatsuha en la tienda de wataron.

-Mi nombre es Ono, Hiromi Ono-la chica correspondió al saludo.

-Es mi pareja-dijo Shu en tono retador.

-Oh…-Ryu se desconcertó-Vaya…mucho gusto-Sakuma le sonrió de manera política a la jovencita.

-Por cierto, señorita Ono…él es el ídolo de Shuichi-le dijo Ukai.

-Era  mi ídolo…-se apresuró a decir Shu.

Todos guardaron silencio ante el comentario de Shindo. Y muy pronto se sintió la tensión en el lugar.  Todos guardaron silencio y nadie se animó a romperlo.

El silencio fue roto por el jovial hermano de Hiro, Yuzuki, quién iba con sus característicos lentes oscuros, su acompañante llamaba mucho la atención pues sobresalían sus grande pechos del vestido de noche.

-Hey Shindo, tanto tiempo sin verte-le saludó el hombre.

-Hola Yuzzi.

-Buenas noches-saludó la mujer.

Sakano  y el señor Ukai sólo asintieron sin despegar la mirada del escote de la mujer.

-Hey hombres, los ojos de mi chica están arriba-se burló Yuzzi. Sakano se puso rojo como un tomate y el anciano sólo se rio.

Noriko, Sakano, Ryu y Hiromi miraron curiosos a la pareja.

-Es el hermano mayor de Hiro-dijo Fujisaki.

-Así es, soy el fracasado hermano mayor de Hiroshi.

-¿Sigues aspirando para actor?-le preguntó Shuichi.

-Tú pregunta me ofende…ya soy actor-el hombre se irguió.

-Actor de comerciales-continuó su pareja, orgullosa.

-Vaya…-Shu arqueó la ceja.

Yuzzi miró hacia la mesa principal en donde estaban sus papás hablando plácidamente.

-Oh, ya llegaron los viejos-exclamó-Vamos amor, quiero que te conozcan-le dijo a su pareja-De seguro le da un infarto a mi madre cuando te vea-la pareja se puso de pie y con pasos largos se encaminaron a la mesa principal.

-Todo un caso…-se quejó Fujisaki.

Los comensales de la mesa agradecieron la presencia de Yuzuki, pues la tensión en el ambiente había desaparecido.

El salón se fue llenando de poco a poco. La mayoría de los invitados eran de la novia. Mika llegó del brazo  de Mr. K, para sorpresa de Ryu y Noriko, pues creían que no iba a  ir por la situación en la que se encontraba su marido. El semblante de la mujer se le veía un poco apagado, pero como toda una Usegui, no se iba a dejar vencer y mucho menos iba a mostrar debilidad ante la gente.

El  norteamericano guio a la mujer a la mesa asignada para la familia Usegui. Como todo un caballero se quedó  con ella. Shuichi la miró con recelo.  Los últimos en llegar, algo que no sorprendió a nadie, fueron los hermanos Usegui. Eiri dio un respingo cuando vio a Shuichi acompañado por Hiromi. Tomaron asiento junto a su hermana y Mr. K. El rubio le susurró algo a Tat, quién se encogió de hombros.

Shu se regocijó al ver la reacción de su ex amante.

La miembros de la orquesta  se acomodaron en su lugar y el presentador  tomó el micrófono.  El dj guardó lugar en una esquina de la tarima.

-Buenas noches-dijo el hombre. La gente guardó silencio.-Gracias-el presentador hizo una leve inclinación y prosiguió- Démosle la bienvenida a nuestra querida pareja-el hombre dio una señal y la orquesta comenzó a tocar. Desafortunadamente el dj creyó que aquella señal era para él y se apresuró a poner música. Los acordes de la canción I like to move it opacaron la melodía que la orquesta tocaba.

Hiro y Ayaka que estaba por salir, tuvieron que regresar a su lugar, abochornados por aquél error.

-Si…hay que mover el bote-gritó Yuzzi feliz, su pareja le jaló del saco y lo obligó a sentarse. Los padres del novio se hicieron pequeños en sus sillas. Tatsuha rio divertido. 

-Si la joven de senos grandes mueve el bote, yo me doy por bien servido-dijo el señor Ukai; Noriko le dio un codazo a su marido.

-Qué pena…-le susurró Hiromi a Shu.

-Pobre Hiro y Ayaka-musitó el joven, también abochornado.

El presentador se acercó al dj y le regañó. El pobre joven hizo una exagerada reverencia en forma de disculpa y se apresuró a quitar aquella música. Hubo muchos murmullos en todo el lugar.

-Ya comienzan criticar las arpías-dijo Yuki a Tat, refiriéndose a los invitados de Ayaka, que eran sumamente conservadores y tradicionalista.

-Pobrecita…-musitó Mika.

Mientras el presentador hablaba con el director de orquesta, Ayaka lloraba desconsoladamente en el hombro de su esposo.

-No llores mi amor, se te va a arruinar el maquillaje.

-Se arruinó…mi boda se arruinó…

-No digas eso-Hiro enjugó las lágrimas de Usami con delicadez-Vamos nena, demuestra que eres una Usami…ustedes no se doblegan ante nada.

-Tienes razón-la chica se limpió la nariz. Revisó su maquillaje y vio que no se notaba mucho sus ojos llorosos, se dio varias palmaditas en el rostro.

-¿Lista?-Hiro le dio el brazo.

-Si…

Esperaron a que el presentador dijera sus nombres para volver a salir.

-Démosle un fuerte aplauso a nuestra querida pareja Ayaka y Hiroshi.

La orquesta comenzó a tocar los acordes de la melodía “Morir de amor” de Franck Pourcel.  La pareja salió y comenzó a bailar en medio de la pista.

Todos los amigos de Hiro se quedaron boquiabiertos al ver que el joven había decidido cortarse su gran melena.

-Su cabello…-chilló Sakano.

El chico había decidido cortase el de casquete corto, haciendo que se viera más maduro con aquél corte.

-Se ve muy guapo-dijo Noriko.

Hiromi lanzó un hondo suspiro, Shu notó que la chica lloraba conmovida.  Le tendió su pañuelo.

El amor que sentían uno por el otro se podía percibir en sus ojos, sus labios, en el mismísimo ambiente. Todo era amor en el lugar.

A Shindo se le formó un nudo en su garganta, ¿Por qué el no pudo ser feliz con Eiri?, ¿Por qué no fue correspondido? El también merecía  ser amado. Inconscientemente miró a Yuki, quién lo observaba desde lejos, sus miradas se cruzaron. ¿Por qué? Fue la pregunta que se formó en los ojos acuosos del cantante, Eiri conmovido sólo se limitó a desviar la mirada.

La melodía llegó a su fin y la gente aplaudió feliz.

-Muy bonito…-sollozó Hiromi.

-Vamos, no es para que llores-le frotó la espalda con cariño Shu.  Ryu no perdía de vista ningún movimiento que el menor hacía.

La pareja hizo una leve reverencia y fue a sentarse en la mesa de honor junto a los padres de cada quién.

Hiro y Ayaka agradecieron la presencia de todos y los invitaron a degustar de la cena. Cuando todos terminaron de comer, los meseros se dedicaron a servir la champaña, era el momento del brindis.  El presentador dio en anuncio.

Una joven golpeó su copa con la cuchara, en muestra de que quería ser la primera en dar unas palabras.

-Buenas noches a todos-saludó la joven. -Antes que nada quiero agradecer a mi amiga Ayaka por brindarme su amistad.

-Tooru…-sonrió  Ayaka.

-Eres mi mejor amiga y sabes que te quiero mucho.

-Yo también.

-Ay amiga, en verdad me da mucha felicidad el saber que te casas. Después de la anulación de tu matrimonio con él joven Usegui por que el andaba con un hombre, creí que nunca te  ibas a casar y vestirías con un furisode por el resto de tus días.

Ante estas palabras, la sonrisa de Ayaka se borró y se puso pálida. La gente comenzó a cuchichear.

-Pero mírate ahora, casada con un músico-la chica sonrió y alzó la copa-Salud.

-Salud-corearon todos los invitados, desconcertados.

-Vaya, si esa es su amiga, no quiero pensar cómo serán sus enemigas-le susurró Hiromi a un boquiabierto Shu.

-La arpía mayor habló-dijo Tat y sin pensarlo dos veces se puso de pie-¿No les huele como a celos?-miró a Tooru-No…creo que es mi imaginación supongo-rio-Bien…-se aclaró la garganta-Ayaka, sabes muy bien que fuiste la protagonista de mis fantasías hasta los doce años-le guiñó el ojo. Hiro le miró desconcertado mientras que Ayaka roja como un tomate negaba con la cabeza-Creo que por tú reacción no lo sabias-se rascó la cabeza-Bien…ejem…bueno…Hiroshi…te llevas a una de las flores más bellas de Kioto, la otra es mi hermana…aclaro-Mika sólo sonrió-Bueno, basta de habladurías…les deseo lo mejor…¡Salud!

-Salud.

Ahora fue el turno de Yuzzi, quién ya llevaba la tercera copa de champán.

-Yo sólo les deseo a la bella pareja que sus altibajos sólo sean en la cama…

Hiro se oprimió la sien, mientras que Usami se cubría el rostro, avergonzada.

Fujisaki se puso de pie para decir algo pero…

-Muy bien, que comience la música-se apresuró a decir el presentador, también abochornado.  Fujisaki se encogió de hombros y tomó asiento resignado.

Tasuha se puso de pie y caminó a grandes zancadas hacia la mesa de Shu y los demás.

-Hola-saludó jovial.

-Hola-respondieron todos al unísono.

-Creí que ya no estaban en Japón-les dijo a Hiromi y Shu.

-No que va…tenemos mucho trabajo aquí-dijo Ono.

-Qué bien…Oye Shu, ¿Me permites bailar con la señorita Ono?

-Claro, bueno… si ella quiere.

-Claro-la chica aceptó la mano de Tat y los dos se fueron a la pista de baile.

Ryu miró desconcertado a Tat, quién le guiñó un ojo. Lo que no consideró, fue que al sacar a Hiromi a bailar, no había nada que impidiera que Shu y el hablaran y así, el monje iba a comprobar que Ryu le había dicho la verdad respecto a sus sentimientos hacia Shindo.

Shu ignoró la mirada que Yuki le lanzaba y se dedicó a mirar a Hiromi y a Tat. Ryu aprovechó la oportunidad.

-Siento mucho lo de la otra vez…-dijo el hombre sin moverse de su lugar. El moreno le miró de soslayo con ojos inexpresivos.-En verdad lo siento…yo…si sólo puedo ser tu amigo…con eso me conformo pero…pero por favor….no te alejes de mí…

-¿Cómo puedo asegurar que dices la verdad?

-He regresado con Tatsuha…yo…también siento algo por él…no es como lo que siento por ti pero…

Shindo volvió a centrar su vista en la pareja de Tat y Ono y vio que el monje no le quitaba la vista a Ryu.

-Déjame pensarlo…-fue lo único que dijo Shu.

Tat al ver la reacción de Shu soltó un suspiro de alivio.

-¿Sucede algo?-le preguntó Hiromi.

-No…nada…-le sonrió a la jovencita-Por cierto, ¿Qué te parecieron mis palabras?

-Pésimas…

-Jajaja…pensé que los había conmovido.

-Creo que tienes un concepto muy torcido de lo que puede conmover a alguien-le recalcó la jovencita. Usegui volvió a reir.

-Por cierto, ¿Cómo sigue tu hermano?

-Bien, aunque últimamente ha estado muy malhumorado.

-¿Pero está bien?

-Si…va mejor en su recuperación.

-Eso me da mucho gusto. ¿Por cuánto tiempo se van a quedar en Japón?

-Mucho…creo que van a ser unos meses más De hecho, la disquera nos ha alquilado un apartamento.

-O sea que ya no están en el hotel

-Así es…por cierto, si quieres al rato te doy la dirección de nuestro apartamento para que nos visites cuando gustes, a Hisoka le va a dar mucho gusto.

-¿Tú crees?

-Claro, se ve que hacen buena química ustedes dos.

-Supongo…-sonrió complacido el monje. Ya sabía dónde se encontraba aquél chiquillo malhumorado.

Shindo desesperado de sentir la mirada de su ex amante, decidió ir por Hiromi.

-Hey, ya bailaste mucho con ella-le dijo a Tat.

-Pero si aún no termina la canción…

-No importa-el joven empujó al monje.  Usegui se encogió de hombros y resignado fue a sentarse junto a Ryu quién le sonrió forzado.

Shuichi y Hiromi bailaron un par de canciones más y regresaron a su mesa. Ahí estaban Noriko, el señor Ukai y Sakano. Yuzuki y su pareja bailaban al igual que Fujisaki con una amiga de Ayaka. Ryu y Tat se habían ido a una esquina del salón a “hablar”.

Después de un poco más de música, el presentador anunció la sección de karaoke, toda la multitud aplaudió. La mayoría de las personas que participaron en el karaoke eran mujeres.  Sakano; quien ya había bebido de más, se dio valor y subió a la tarima a cantar.

Le dio la orden al dj quién entre trató de disimular la risa y le puso la pista. Todos en la mesa de Shu prestaron atención, curiosos, al igual que Hiro, Mr. K. y Mika, pues sabían que Sakano era muy tímido.

La pista empezó y Sakano comenzó a cantar arrastrando la palabras:

A mis dieciséis
anhelaba tanto
un amor que no llegó
siempre lo esperé
todos mis amigos
se encontraban
en la misma situación
y después yo vi
como iban cambiando
su manera de vivir
todos con su amor
cada uno de ellos
muy sonrientes muy felices
menos yo
y la soledad
cada vez más triste
y más oscura yo viví
y a esa edad
todos preguntaban los motivos
yo solía siempre decir
yo no nací para amar
nadie nació para mí
tan solo fui
un loco soñador nomás
yo no nací para amar
nadie nació para mí
mis sueños nunca
se volvieron realidad
siempre lo busqué
pero nunca pude
encontrar ese amor
siempre lo esperé
y en todas partes que esperaba
ese amor nunca llegó
hoy mi soledad
cada vez más triste
y más oscura pueden ver
hoy en esta edad
aún me preguntan mis amigos
y es triste responder
yo no nací para amar
nadie nació para mí
tan solo fui
un loco soñador nomás
yo no nací para amar
nadie nació para mí
mis sueños no se realizaron
yo no nací para amar.

 

Al finalizar la canción, el pobre hombre cayó desmayado. Todos gritaron de sorpresa y susto. Mr. K. se apresuró y sacó al inconsciente de Sakano del salón. Fujisaki los siguió preocupado.

-Lo llevaré a su apartamento, no tardo-fue lo que dijo el rubio, subiendo al hombre a su auto.

En el ambiente se tornó un poco lúgubre ante esto último.

-Vamos Shu…-Hiromi se puso de pie y jaló al moreno-Animemos la fiesta de tu amigo.

-¿Qué piensas hacer?

-Lo que mejor sé hacer…cantar.

La pareja subió a la tarima, Hiromi le dio algunas indicaciones al dj. Tanto Yuki como Ryu no perdieron de vista ningún movimiento de la pareja, celosos.

-¿Te sabes la última canción de Hyde?-le preguntó Ono a Shindo.

-Si…bueno…no muy bien…

-Hagamos un dueto, tu cantas primero y después yo…cada quién una estrofa. ¿Está bien?

-Pero…¿Y si me equivocó?

-Improvisas…como muchas veces lo has hecho.

Shindo se sintió ofendido ante éste último comentario de Hiromi.

-¿Listo?

-Bueno…-masculló-Todo sea por Hiro

- Y el amor.-la soprano encendió su micrófono-Buenas noches…somos Hiromi y…

-Shuichi…

-Vamos a cantar “Como un lobo”-la chica le dio la señal al dj.

La pista comenzó.  Shu cerró los ojos y se concentró.  

Parece que
el miedo ha conquistado
tus ojos negros
profundos y templados
¿Qué va a ser de ti? ¡Qué va a ser de ti?.

Hiromi continuó.

Panteras son
vigilan mi destierro
me he condenado
y en ellos yo me encierro
¿Qué va a ser de ti? ¿Qué va a ser de ti?.

Corearon los dos. Yuki no perdía de vista ningún movimiento de su ex amante y sus celos fueron en aumento, no podía competir contra esa niña que compartía la misma pasión que su amor.


Miénteme y di que no estoy loco
miénteme y di que solo un poco
quien teme... quien teme di... si yo me pierdo.

Y Shindo volvió a cantar…


Mi corazón
salvaje y estepario
lamo poemas caídos de tus labios
¿Qué va a ser de ti? ¿Qué va a ser de ti?.

Fue de nuevo el turno de la soprano.

Tu pecho es
tan cruel como bendito
tu cuerpo en fin
babel y laberinto
¿Qué va a ser de ti? ¿Qué va a ser de ti?

Volvieron a corear los dos. En poco tiempo la pareja se posesionó del escenario y entraron en trance, olvidándose que estaban en medio de más de un centenar de personas.


Miénteme y di que no estoy loco
miénteme y di que solo un poco
miénteme y di que no estoy loco
miénteme y di...
Mil años pasaran
y el duende de tu nombre
de luna en luna ira
aullando fuerte woh, woh, woh!.
Miénteme y di que no estoy loco
miénteme y di que solo un poco.
Y como un lobo voy detrás de ti
paso a paso tu huella he de seguir
y como un lobo voy detrás de ti
paso a paso... paso a paso...

Cuando hubo terminando la canción, el público soltó en miles de aplausos, el par hizo una reverencia, complacidos.

Yuki sintió que los celos lo carcomían, mientras que Ryu miraba con odio a la soprano.

-Muy bella interpretación-dijo el presentador. –Ahora por favor…se les solicita a todas las bellas señoritas solteras pasen al centro de la pista.

Hiromi le dio un gran sorbo a su copa de vino, se quitó las zapatillas y se fue a grandes zancadas a la pista.

Ayaka caminó hacia la pista y con ayuda de su marido se subió a una silla, era el momento de lanzar el ramo.

-¿Están todas listas?-preguntó el hombre.

-Si-gritaron todas, emocionadas.

-A la una…a las dos…y…a las tres…-gritó el presentador. Ayaka lanzó el ramo, Hirmo, quién se había preparado para coger el ramo, tomó impulso y dio un gran salto.

-¡Lo tengo!-gritó extasiada al ver el bello ramo de flores entre sus manos-Lo tengo Shuichi…-le gritó a su pareja quién se atragantó.

-Muy bien-le hizo la seña con el pulgar, mientras trataba de cubrir su sonrojo.

Hiromi iba camino a su mesa cuando fue interceptada por Tooru, quién con su cuerpo la tiró al suelo.

-Ese ramo es mío-le instó mientras forcejeaba con la chica.  La demás mujeres trataron de separarlas, pero la dama de honor estaba furiosa y agredía sin piedad a una asustada Hiromi.  Hiro alejó a a Ayaka de ahí y trató de poner orden ahí. Shuichi, olvidando su bochorno se apresuró a ayudar a su amiga. Ryu se rio divertido, pues estaba gozando lo que le estaba pasando a la pareja de Shu.

-Déjala en paz-gritó.

Entre Hiro, Fujisaki, Tatsuha y él lograron quitarle de encima a Tooru. Fujisaki  y Usegui se  llevaron a  rastras a la dama de honor, mientras que Nakano y Shu verificaban el estado de Ono.

-¿Cómo está señorita?-le preguntó el pelirrojo.

-Mi cara-sollozó la joven, cubriendo su rostro con sus manos.

-Vamos Hiromi, muéstrame tu cara-le pidió Shu en tono pastoso.

Como pudo Shuichi le retiró las manos a Hiromi, quién ante el ataque de la otra mujer había sido arañada sin piedad.

-Por dios…-exclamaron los dos amigos.

-Me arde-chilló Hiromi.

-Tranquila…-le ayudo a ponerse de pie-vamos…-la guio hacia fuera del salón.

Hiro le ordenó a uno de los meseros que le llevaran hielos. Le sugirió a su esposa que atendiera a los invitados mientras él veía ayudaba a Shu.

Ayaka se apresuró a susurrarle algo al presentador  y regresó a su mesa.

-Y volvemos con la música para bailar-dijo un nervioso hombre.

Yuki, quién tenía sentimientos encontrados, pues por una parte sentía pena por la jovencita y por otra, le tenía unos terribles celos.  Fastidiado de todo eso, salió a uno de los balcones  del salón a tomar aire. Sakuma notó esto y le siguió.

Eiri encendió un cigarro y soltó el humo despacio.

-Vaya escena la de ahorita, ¿Verdad?-dijo Ryu, divertido.

-¿Qué es lo que quieres?

-Nada…sólo salí a tomar el aire.

Yuki bufó y le dio otra calada a su cigarro. Trató de ignorar al mayor.

-Oh, vamos, admite que tu también disfrutaste esto último. Como la loca ésa arañaba sin piedad a nuestra rival.

-Ja…no me compares contigo, no soy cómo tú-le miró con ojos frío. No quería caer en la jugada de Sakuma.

-Tal vez no, pero sé que te molestó el tener una rival más.

-Ella es su compañera de banda.

-Claro…con la que convive todos los días…te recuerdo.

Eiri apretó los labios.

-Pobre de ti, no sólo tienes que lidiar conmigo, si no qué también con ella. Y lo peor de todo es que, con ella las cosas se ponen más difíciles, pues es un pedazo de carne con senos y vagina…una mujer…no hay punto de comparación. Tú me entiendes, ¿Ne?-le susurró.

-Así que sólo estás jugando con mi hermano. Por qué hasta donde me dijo Tatsuha, se habían reconciliado. –Eiri cuando se enteró de que su hermano había regresado con el cantante supo perfectamente del plan de Sakuma, pero no quería decirle nada a su hermano, pues sabía que no le iba a creer.

-¿Apenas te das cuenta?-dijo con cinismo Ryu.

La sangre se le heló por completo a Yuki, quién trataba por todos los medios no enfurecerse.

-En verdad eres muy inocente mi querido Eiri…bueno…que se puede esperar de un mocoso como tú…y si tú eres inocente uy que podemos decir de tu hermano.

-Deja en paz a  Tatsuha, te lo advierto.-le instó.

-Y si no qué…¿Me vas a golpear?-le retó, divertido.- O le vas  a decir qué sólo estoy jugando con él para vengarme de ti.

Eiri apretó sus puños y trató de permanecer en sus cabales

-Si vieras el gran esfuerzo que hago por no vomitarme cuando me besa...iiiu…qué asco.

-Basta…

- Y cuando tenemos sexo…bueno…que asco…todas las veces pienso que estoy con Shuichi.

-¡Te dije que ya es suficiente!-le gritó encabritado y sin más se abalanzó sobre Ryuichi. Del fuerte impulso, los dos salieron volando hacia el salón. Yuki cayó encima de Ryu y son más comenzó a golpearlo.

La gente comenzó a gritar asustada.

-¡Eiri!-vociferó Ayaka.

Mika se apresuró a ir con su hermano, trató de separarlo pero fue lanzada por éste.

-Te voy a matar…-masculló. El rubio no tenía piedad y le daba un puñetazo tras otro. Se había vuelto loco y nadie podía hacerlo entrar en razón. 

Mr. K., quién había regresado de dejar a Sakano sacó su pistola y dio un tiro al aire y fue así como Eiri reaccionó.

-Suficiente Mr. Yuki-le dijo el norteamericano.

Eiri miró a su alrededor desconcertado.  Ayaka era consolada por Hiro, quién le miraba encabritado, Mika era auxiliada por Noriko y su marido. Tatsuha corrió a auxiliar a Ryu quién tenía el rostro deforme y ensangrentado por la tremenda golpiza.

-¿Pero qué has hecho hermano?-le preguntó desconcertado el moreno.

-Buaaaa Tat…yo no hice nada malo-chilló el mayor, aferrándose al saco de su amante-Tan sólo le pedí un cigarro.

-Yo no…-todo se vino abajo cuando cruzó su mirada con los ojos amatistas de Shuichi, quién lo miraba inexpresivo-Yo no…-volvió a repetir.

-¿Cómo pudiste?-le dijo Tat.

-No…yo no…

-Será mejor que te largues-le instó Hiro.

-Yo…-Eiri se puso de pie y volvió a mirar a Shu, en busca de apoyo. Shindo desvió la mirada-Lo siento…-tragó saliva…-Yo en verdad…en verdad lo siento-miró a su amiga Ayaka y le hizo una reverencia; sin más salió del lugar dando trompicones. Fue seguido por una Mika preocupada.

-Será mejor que te lleve a la enfermería-le dijo Tat a su amante, ayudándole a ponerse de pie.

-Yuki…-susurró Shu al ver desaparecer entre la multitud al rubio.

 

 

-Lo siento mucho…pensé que sería una velada agradable y…-dijo Shu, mientras conducía en dirección al apartamento de los hermanos Ono.

-Descuida…sólo son unos rasguños-dijo Hiromi, mirándo su reflejo en el pequeño espejo de la polvera-Es algo que el maquillaje puede cubrir.

-Hisoka me va a matar-suspiró el moreno.

-No creo…sólo fue…dejémoslos con que fue un accidente, ¿OK?

-Bueno.

-Si te pones a pensar, no me fue tan mal; comparado con el señor…¿Sakuma?

-Tienes razón.

-Qué loco el otro hombre. ¿No crees?

-No lo creo…

-¿Por qué? ¿Lo conoces?

-Un poco…-mintió Shu-Y sé que él no ataca sin ser provocado.

-Vaya…como Soka…

Shu conocía perfectamente a Yuki y sabía que tenía fama de temperamental y agresivo pero también sabía perfectamente que él no agredía sin ser provocado.

 

 

Se paseaba como león enjaulado de un lugar a otro, deseaba hablar con Tatsuha y aclararle todo. Oyó la puerta abrirse y se apresuró a ir a la entrada.

-Tatsuha…

-No…-le dijo cortante el moreno-No quiero hablar contigo.

-Pero…

Tatsuha pasó de largo, subió las escaleras y cerró de un portazo su habitación. Yuki se mordió las uñas, nervioso. Cuando iba a subir a la habitación del monje oyó que éste salía de ella. Le esperó al pie de las escaleras.

-¿Qué haces?-le preguntó cuándo lo vio con una maleta.

-Me voy…después vendré por lo demás.

-¿A dónde? Pero…

-Me voy con Ryu…-miró a su hermano con el ceño fruncido-Ahora entiendo porque Shuichi te dejó.

-No te vas a ir-le amenazó Eiri, tomándole la maleta.

-Déjame…-forcejeó el menor.

-No, ¿Qué no entiendes que él sólo juega contigo? El sigue enamorado de Shuichi.

-¡No es cierto!-vociferó Tat.

-Si es cierto, él se quiere vengar de mí…date cuenta Tatsuha.

-Cállate…

-No te dejaré ir con él-gritó desesperado Yuki, jalando con todas sus fuerzas la maleta de su hermano. Ante éste repentino movimiento, Tat perdió el equilibrio y cayó de bruces, golpeándose en la frente con la esquina del recibidor y quedando inconsciente.-¡Tatsuha!-vociferó Yuki.

 


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