Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mercy rain por kozzha

[Reviews - 542]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Buena tarde queridas lectoras.

Pues que les digo, no sé si me maten con éste nuevo capítulo, me adoren o les sea indiferente jajaja, la verdad no sé cuál será su reacción. Esperaré los reviews.

Gracias por seguir leyendo mi fic, tuve muchos RR el capítulo pasado.

Como siempre me pasa ¬¬, tuve que partir mi capítulo, o sea ( como dice mi hermana).

Si quieren estar en contacto con una servidora le dejo mi facebook, por favor mándeneme un msj privado diciéndome que son lectoras pq si no, no las agrego jajja, así de desconfiada soy ¬¬.https://www.facebook.com/kozzha.murphy

 

Si les interesa saber más de lo que escribo y que no sea yaoi, les dejo mi blog. http://aliciakarma.blogspot.mx/

Y  por último, les dejo el link de un blog que fue creado para asesorar a las nuevas escritoras de fanfiction yaoi. Próximamente subirán un escrito que una servidora hizo. También hacen entrevistas a autores de fics, por si les interesa saber sobre alguno y si no está en la lista, creo que pueden sugerirlo :).

http://tallerparaescritoresfanfiction.blogspot.mx/

Saludos

Disfruten del capítulo

Besos mil.

 

Pestañeó varias veces, incrédulo.

-No soy un fantasma-le dijo con voz neutra el cantante.

-¿A qué se debe tu visita?-dijo Yuki con los ojos entornados, ignorando el comentario de su ex amante.

-¿No tienes ni idea?-arqueó una ceja.

-Contigo ya no se sabe.

Shuichi esbozó una  sonrisa.

-Tengo una propuesta que hacerte.

El rubio le miró con ojos escrutadores.

-Propuesta…-repitió con parsimonia.

-Así es…te conviene-le guiñó un ojo el jovencito, divertido

-Supongo que tiene que ver con la “gran hazaña” que hiciste en el programa de televisión-dijo el hombre, ecuánime.

-¿Lo viste?-preguntó Shuichi con orgullo.

-Es tonta la pregunta-Yuki se hizo a un lado-pasa…-le invitó.

-Aquí podemos hablar.-Shu se metió las manos en los bolsillos de su pantalón, tenso.

-¿A caso tienes miedo de que te haga algo?-el rubio arqueó una ceja.

-No confío en ti-la seguridad de la que presumía el chico se había desvanecido y ahora estaba  a la defensiva.

-No te voy a violar Shuichi-ante el comentario el chico dio un respingo y por más que se esforzó no pudo controlar su sonrojo.

-No es por eso-masculló.

-Entonces…

El chico bufó y entró a la casa, se quitó los tenis y con paso seguro se encaminó a la sala de estar. Yuki sonrió divertido, cerró la puerta y siguió a su visita.

-¿Deseas té?

-No, gracias…-miró  con detenimiento la sala de estar.  La otra vez no había tenido el tiempo de criticar la casa de su ex pareja. Al recordar lo que había sucedido entre ellos semanas atrás le hizo sonrojarse.

-Compré wagashis.

-Mmm…bueno…-murmuró el chico, sin si quiera mirar al rubio.

Yuki asintió y se fue hacia la cocina.  Shu se aclaró la garganta, se puso cómodo en el mullido sillón y comenzó a tararear una canción, tratando de tranquilizarse. El escritor apareció después de unos minutos, cargaba una pequeña charola con las tazas, los dulces y la tetera.  Se puso de rodillas frente a la mesa de centro de la estancia y sirvió el té.

-¿Qué es lo que querías decirme?-dijo Yuki después de darle el primer sorbo a su té y verificar su sabor.  El rubio se encontraba  sentado frente Shuichi.

-¿Qué te pareció la respuesta?

-¿Te refieres a la segunda canción que interpretaste?

Shindo asintió, después de darle un sorbo a su bebida.

-¿Eso es lo que piensas?

-Aún falta más...si quieres, te lo puedo decir de una manera menos sutil.

Eiri le miró con ojos inexpresivos  y sin más tomó un wagashi.

-¿Cuál es la propuesta?-mordió el dulce y le dio otro sorbo a su té.

Ante la actitud indiferente del mayor, Shu se enfureció, sintió que los cabellos de la nuca se le erizaban pero trató de disimularlo.

-Bueno…-tragó saliva-La propuesta es que  si mi canción tiene más éxito que la tuya, me dejarás en paz por el tiempo que permanezca en Japón…en cambio; si es la tuya la que tenga  mayor venta…tendré una cita contigo.

Eiri se quedó boquiabierto.

-¿Crees que tengo seis años?-preguntó ofendido-Incluso para un niño de esa edad puede resultar ofensiva tu “propuesta”.

-No estás en posición de objetar-respondió con seriedad el chico.

-¡Qué no estoy en posición!-vociferó el hombre, molesto. Se puso de pie y respiró hondo, tratando de no  perder los cabales.-Si, estoy en posición de exigir algo más equitativo, pues yo he compuesto una canción para  banda-le señaló- Y si quiero puedo negarme a que usen mi  canción, en cambio tú, no puedes negarte a  interpretar mi canción, así que el que no está en posición de exigir eres tú-sin darse cuenta Yuki ya estaba gritándole a Shu, quién le miraba con ojos rencorosos.

-Sigues siendo el mismo-el cantante se puso de pie también-Creí que se podía negociar contigo pero…-dejando esa frase al aire, el jovencito salió de la casa, cerrando de un portazo.

Yuki no hizo nada para detenerlo, pues la ira y el orgullo pudieron más.

 

 

Capítulo 29

Una disculpa que dar.

 

 

-En verdad eres un completo idiota.-suspiró Ayaka.

-Estoy de acuerdo con usted, señora Nakano-asintió Mizuki.

-No les conté esto para que me insulten-vociferó Yuki.

-Pero es que fuiste un idiota-reiteró la recién casada, sorbiendo su té con parsimonia.

-Ni como ayudarle profesor-terció Mizuki.

-¿Ya terminaron?-se quejó el hombre.

-Supongo que quieres que te ayudemos-inquirió la menor.

-Pues si…no crean que las llamé para tomar el té y chismorrear.

-Yo sólo vine por su manuscrito-dijo Kana.

-Aún no lo he terminado…-respondió con indiferencia.

 -Me lo imaginé-dijo con una sonrisa forzada.

-Olvidemos eso de los manuscritos y todo lo demás-interrumpió con seriedad la castaña-tenemos que ver de qué manera te reconcilias con Shuichi.

-Pues las cosas no serán tan fáciles con “la gran hazaña” que hizo el profesor-la editora engulló un wagashi.

-No tienes perdón de Buda-suspiró Ayaka.

Yuki trató de no perder los cabales, haló todo el aire que pudo y oprimió el arco de su nariz.

-Lo mejor que puede hacer es disculparte con él-sugirió Mizuki. El escritor abrió la boca para refutar pero Ayaka   se adelantó.

-No estás en posición de negarte, si es que quieres recuperar a Shuichi. Tienes que dejar tu orgullo a un lado, eso sólo te está estorbando…

-Y no le permite ser feliz con la persona que ama-continuó Kana.

-Hoy mismo le pediré a Hiro el celular de Shu…-dijo con firmeza la jovencita.

 

 

Una enfermera joven; de apariencia aséptica, monitoreaba los signos vitales del dueño de la disquera N.G. Después de hacer algunas anotaciones en el historial clínico del paciente dejó la silenciosa habitación.

No pasaron ni dos segundos cuando los ojos de Touma se abrieron después de un largo tiempo. La primera pregunta que pasó por su aturdida mente fue: ¿En dónde estoy?

 

 

Hiromi guardaba con parsimonia algunas prendas en un maletín.

-No se te olvide llamarme cuando llegues al hotel-le ordenó a su hermano, quién con mucho trabajo trataba de doblar una playera.

-Voy a estar bien, no tienes que preocuparte, sólo me iré por cuatro días.

-Pero es que es la primera vez en dos años  que te irás de viaje sin mí-la chica hizo un puchero.

-Es por trabajo…

-Lo sé…-la chica suspiró-Tampoco se te ocurra salir sólo, ¿Está bien? Me preocupa tu poco sentido de la ubicación.

-Descuida, recuerda que iré con el señor Tamaki-dijo Hisoka.

-Sí, bueno…pues…para serte sincera él no me da mucha confianza-la joven se rascó la cabeza.

-Tampoco a mí…siento que terminaré cuidándolo a él.

Los hermanos permanecieron en silencio, pensativos.

-Bueno…qué más da…-resopló Hiromi-recuerda comer bien y tomarte toda tu medicación y no hagas muchos esfuerzos, cualquier molestia coméntasela al doctor que les acompañará.

-Sip…

 

 

En Kioto, Mika, Kaname y el señor Usegui cenaban plácidamente cuando el sonido del celular de la mujer interrumpió la tertulia.

La castaña se disculpó y salió de la habitación para tomar la llamada.

-¿Diga?

-Buenas noches, disculpe por la hora-al otro lado del auricular se oyó la voz apacible de una mujer-Hablo del hospital Tokio Kensei…

Mika sintió que le faltaba el aire y que su estómago se le subía hasta la garganta, apretó el aparato y se recargó en una pared, para no caer al piso.

-La razón de mi llamada es para informarle que el señor Seguchi  ha despertado.

-Ya despertó…-repitió la mujer en un hilillo de voz.

-Así es…

-Muchas gracias señorita-la mujer dulcificó la voz.

-Buenas noches señora Seguchi.

Mika cortó la comunicación. Miró por unos minutos su celular.

-Por fin ha despertado…-susurró.  Trató de descifrar los sentimientos que habían aflorado ante aquella llamada, tenía sentimientos encontrados. Por una parte, felicidad por que su aún esposo había recuperado la consciencia; y por otro lado, coraje y resentimiento por todo lo que había hecho.  

Aún con ésta mezcla confusa de sentimientos, la hermana mayor de los Usegui marcó un número, no esperó mucho a que del otro lado se oyera la voz grave de un hombre.

-Buenas noches señor Ariwa…disculpe la llamada a ésta hora pero quería informarle de que mi marido acaba de despertar.

-Ya veo…

Se escuchó que la puerta principal se abría.

-Ya estoy en casa-se oyó una voz jovial en el pasillo principal.

-Le marco mañana a primera hora-dijo Mika.

-Hasta mañana señora.

La aún esposa de Seguchi cortó la comunicación y se encaminó hacia la entrada de la casa.  Se llevó la gran sorpresa de ver a su hermano Tatsuha hablar con una sonriente anciana.

-¿Tatsuha? Pero…¿Qué haces aquí?

-Ahora mismo le diré a Aki que le prepare algo para cenar joven-dijo la anciana.

-Muchas gracias Nana.

La mujer mayor hizo una inclinación y se fue hacia la cocina para dar la orden.

-Hermanita-el moreno abrazó con efusividad a su mayor.

-No me has respondido.

-Vine a verlos, los extraño mucho-sonrió el monje.

Mika se separó del chico y le escudriñó.

-Nos visitas un viernes por la noche…

-Bueno…-Tat se rascó la cabeza-La verdad es que papá me pidió que viniera, dice que mañana hay una reunión muy importante y es necesaria  mi presencia.

-Qué raro…papá no me comentó nada…-la mujer se puso una mano en la barbilla, pensativa.

-Qué mas da, mañana lo averiguaremos, vayamos a cenar. 

 

 

Hiromi acompañó a  su hermano a la estación del tren bala, en donde ya lo esperaban Tamaki, Dresde y todo el equipo de éste.

-Hola chibi-le saludó con efusividad el hombre.

-Hola-dijo en tono escueto el chiquillo.

-La mejor manera de ir a Kioto es en el tren bala-le dijo al menor.

-Qué mas da, mientras no sea un avión.-respondió con indiferencia el guitarrista.

Hiromi y Dresde les despidieron  y esperaron hasta que subieran al tren.

 

 

Y el sábado llegó. ..

Yuki fue despertado por el sonido del teléfono.  La persona del otro lado del auricular era su amiga Ayaka, quién-como lo había prometido-llamaba para darle el número del celular de Shindo.

-Al parecer está viviendo en un departamento que la empresa rentó para él, Hiro aún no sabe la dirección pero no te preocupes, yo me encargo de conseguir la dirección-le dijo la mujer a Yuki.

-Muchas gracias-musitó el hombre con voz ronca, aún somnoliento.

-Suerte Eiri.

Tan sólo colgó la chica, el rubio se volvió a  acomodar en la cama quedándose dormido.

 

 

El primero en llegar a la disquera X.M.R. fue Shuichi, quién no pudo dormir bien después del fallido encuentro con el escritor. Había llegado malhumorado, algo que ya era costumbre en él desde que estaban en Japón. Dresde y Hiromi llegaron tras de él; notando el estado de ánimo de su líder por lo que mantuvieron sus reservas. Watanabe llegó con quince minutos de retraso, mostrando un documento en donde se informaba que el metro había tenido una avería y por esa razón el chico había llegado retrasado.

Dresde recibió un mensaje del manager, informándole que como era sábado, ni él ni el productor irían a la disquera.

-Es una broma-corearon Hiromi y Shu.

-No…-negó la inglesa-Es nuestra sanción, ¿Recuerdan?

-Y todavía falta lo que la jefa diga-continuó Watanabe.

-No es justo-bufó Hiromi.

-Aprovechemos el tiempo para perfeccionar lar canciones, ¿No creen?-sugirió Dresde.

Shu y Hiromi le lanzaron una mirada desaprobatoria.

-Era una sugerencia-la mayor encogió los hombros.

 

 

En la tarde…

El rubio miraba ceñudo el teléfono que yacía en la mesa de centro de la sala. Se acomodó en el sofá y cruzó los brazos, aún indeciso.

-¿Por qué tengo que ofrecerle una disculpa?-habló al aire-Si él fue el que me ofendió…-se justificó.

El aparato comenzó a sonar, el rubio dio un respingo.  Dudó en tomar la llamada pero el insistente sonido le hizo oprimió el botón de “llamar”.

-¿Diga?

-¿Ya hablaste con él?-preguntó Ayaka.

-No…-suspiró el hombre.

-¿Por qué?

-Me manda al buzón-fue lo primero que se le ocurrió. Escuchó un bufido del otro lado.

-Insiste…

-Eso intento hacer.

-Bien…parece que yo soy la que más interesada estoy en que se reconcilien y eso me incomoda.

-Cuelgo…-y sin más el hombre cortó la llamada-No me gusta que me presiones-se quejó.

 

 

-Buen trabajo-corearon los integrantes de Delerium.

-Por fin-Hiromi estiró sus brazos.

-Vayamos a comer gyoza-sugirió Dresde.

-¡Si! Yo ya tengo hambre-la jovencita se sobó su vientre.

Todos tomaron sus pertenencias y salieron de la sala de ensayo. En el camino Shu verificó su celular, pues con todo el ruido no se escuchaba el timbre de éste. Se percató de que tenía varias llamadas perdidas de un número desconocido, inquieto pensó que tal vez sería su hermana o sus padres, estaba por remarcar aquél número cuando su celular vibró. Lanzó un grito de susto llamando la atención de sus compañeros.

-Lo siento…una llamada-dijo en un hilillo de voz. Los chicos siguieron su camino-¿Diga?

-Hola Shu-al escuchar esa voz tan conocida para él sintió que los cabellos de la nuca se le erizaban.

-¿Cómo conseguiste mi número?-farfulló.

-Un pajarito me lo dio-respondió con cinismo Yuki.

-¿Qué es lo que quieres?-masculló el chico, quedándose atrás de sus compañeros.

-Hablar contigo, obvio.

-Voy a colgar-instó.

-Espera…tenemos que hablar

-Yo no tengo nada que hablar…

-Deseo ofrecerte una disculpa por mi comportamiento, pero quiero que sea en persona-se apresuró a decir Yuki.

Shu detuvo su andar.

 

 

Se miró en el espejo del recibidor, se dio ánimos y sin más tomó las llaves de su auto. Al abrir la puerta se topó con su hermana mayor y con Kaname.

-Tío Eidi-el pequeño se abalanzó a su mayor, abrazándolo de una pierna.

-Pero que dem…

-Qué bueno que te encuentro hermano-suspiro con alivio Mika.

-¿Por qué? ¿No estabas en Kioto?- aún confundido el rubio tomó en brazos a su sobrino quién jovial se aferraba a él.

-Necesito que cuides a Kaname por unas horas.

-Espera…yo tengo…

-Nana Akane no pudo cuidarlo porque está muy ocupada organizando una comida, al parecer alguien importante va a ir a la casa-la mujer entró a la casa seguida por un desconcertado Yuki  quién aún tenía en brazos a su sobrino-Supongo que es una reunión de exorcistas, pues mandó llamar a Tatsuha, el llegó ayer por la noche…

-Oye, espera Mika…escúchame.

-Y yo tengo que ir al hospital…-miró con seriedad a su hermano-él ya despertó.

-¿Cómo? ¿Cuándo? Pero…

-Muchas gracias Eiri, en verdad estoy en deuda contigo-la mujer sonrió-Voy retrasada, pues tengo que verme con alguien antes…ay por Buda…tantas cosas-sin más Mika salió de la casa, dejando a su hermano con la palabra en la boca.

-Tío Eidi, ¿me llevas a la feria?-le dijo un sonriente Kaname.

 

 

Ayaka terminaba de ponerse la mascara cuando el timbre sonó.

-Vaya…-miró su reloj de pulsera-Llegaron antes de la hora.- la castaña fue a abrir la puerta-Hola-saludó sonriente al abrir.

-¡Hola!-saludó jovial Kaname.

-¿Eh? Kani…Eiri…pero…

-Dices que te importa mucho que me reconcilie con Shuichi…pues bueno tengo una cita con él, por lo que me será imposible cuidar a mi sobrino.

-Hermana Ayaka, tanto tiempo sin verte-el niño abrazó a la jovencita.

-Pero Eiri, yo no puedo…

-Kaname…Ayaka te va  a llevar a la feria-dijo el hombre con voz dulce.

-¿En serio?

La mujer no pudo negarse a los ojos ilusionados del niño.

-Suerte con Shu-suspiró la castaña.

-Gracias-Eiri se despidió de su sobrino y salió del apartamento.

 

 

Shuichi esperaba a Yuki en el parque Yoyogi, en donde se vieron por primera vez  y  en donde todo comenzó.

-¿Por qué precisamente en éste lugar?-dijo al aire Shu, melancólico. Pensó en irse de ahí y dejar plantado al rubio y así dar fin a ese estire y afloje, pero también deseaba  verlo, más que eso, deseaba ver a aquél hombre orgulloso ofrecerle una disculpa-No lo voy a perdonar-murmuró.   

El aire comenzó a soplar, jugando con su cabello. Se pasó el flequillo hacia atrás y sin entender por qué razón, volteó hacia su costado derecho. Sus ojos violetas se cruzaron con los ojos amarillentos de Yuki, quién, como en aquella ocasión, llevaba un cigarrillo entre sus labios.

La mente del chico retrocedió a unos años atrás, cuando estudiaba en la preparatoria y aspiraba a ser un cantante famoso.

Aquél hombre frente a él le criticaba su “intento” de canción.

-Peor que el de las colegialas…-le  había dicho. 

Y muy a pesar de lo ofensivo que había sido con él, Shuichi no pudo olvidarlo y sin poder evitarlo se enamoró de aquél extraño hombre. Gruñón, poco paciente,  orgulloso, nada delicado, cruel y con un tormentoso pasado; pero que era amante de los animales, adicto a las cosas dulces y susurraba pikachu cuando dormía.

-Yuki…-susurró.

-Siento llegar un poco tarde-se disculpó el rubio, sacando de sus cavilaciones al menor. Apagó el cigarro y lo tiró en un cesto de barusa.

-No importa…-Shu se sacudió la cabeza para despejar su mente-Bueno…eso te quitará puntos-el chico se cruzó de brazos.

-Supongo…-masculló, haciendo lo posible por no explotar, aún estaba molesto con lo que le había dicho ayer, tal vez estaba exagerando, tal vez no.

-Y bien…-Shu le miró con ojos entornados-Sobre qué quieres hablar… entendí algo como que quieres ofrecerme una disculpa o algo así.

-Así es…-masculló-Yo…-se aclaró la garganta, dudó por unos momentos en hacerlo pero la vocecita de Ayaka le hizo cambiar de parecer. Aspiró un poco de aire –Yo en verdad… en verdad estoy arrepentido de la actitud que tuve ayer, no había razón…quisiera tener una buena relación contigo…-aquellas palabras las había estado repasando camino al parque cómo si de un libreto se tratase.

Shuichi notó que  a Yuki le estaba costando mucho trabajo hacer su orgullo a un lado y ofrecer una disculpa, pues por lo que sabía, el hombre nunca lo había hecho. Se sintió conmovido y deseó aventarse a los brazos del mayor pero no lo hizo, ahora era el orgullo de él el que se lo impedía. Los papeles estaban cambiando.

-Híncate…-dijo tajante.

-¿Cómo?-Eiri le miró desconcertado.

-Deseas que te perdone, ¿No? Pues la única manera que lo haré es si te hincas y me lo pides así-lo dijo, sabiendo de antemano que Yuki jamás lo haría.

Eiri le miró incrédulo; abrió la boca para objetar  para inmediatamente cerrarla.

-Puff…y saber que perdí una comida con mis amigos por esto-bufó-Será mejor que me vaya…-el chico dió media vuelta. El rubio apretó los puños, sabía que esa era su única oportunidad y no podía desperdiciarla, tenía mucho que ganar y poco que perder. Dejó a un lado su exagerado orgullo y se hincó.

-Lo siento…-murmuró Yuki. El menor se giró y vió a su ex amante de rodillas, con la vista en el suelo y las manos cerradas en puño sobre sus piernas.

-Yu…

-Siento mucho el haberte hecho sufrir tanto….siento mucho el haberte hecho llorar tantas veces…siento mucho el no haberte dicho que te amaba…yo…-tomó la mano de Shu y la besó-en verdad…-le miró con ojos vidriosos-Yo en verdad lo siento mucho. Perdóname por todo el daño que te hice.

Shindo quitó su mano.

-Qué triste…-musitó-desde hace mucho tiempo desee esto…-tragó saliva para ahogar el nudo que se estaba formando en su garganta-desee una disculpa tuya…ja…cuantas veces lo soñé…ahora que tuve la oportunidad, simplemente no siento nada…-le miró con ojos inexpresivos-a pesar de que estás haciendo algo humillante, simplemente no siento nada…Te perdono por lo de ayer…por lo demás…-la voz se le quebró-ya es demasiado tarde.

-Shuichi…

El viento sopló aún más fuerte.

-Si eso era todo…adiós Yuki- Shu se giró y caminó con pasos vacilantes, como si de un zombie se tratara.

-Espera…-el rubio se enderezó  y trató de alcanzarlo pero algo entró en uno de sus ojos-Maldición-masculló, cubriéndose el ojo.

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).