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Mercy rain por kozzha

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Notas del capitulo:

Hola.

¿Qué tal?

¿Cómo les pinta la vida?

Kyaaaaaaaa yo estoy muy feliz pq por fin ya puliqué este cap, lo había hecho desde hace más de un año y por fin lo publico *.*.

Tal vez muchas me odien ( la mayoría) tal vez no, no lo sé. Sé que una lectora me adorará, si, me refieron a ti ¬¬.

Una cosa mas, referente al cap. A veces los amigos y la familia no son mucho de ayuda para tomar ciertas desiciones.

Saludos.

Disfruten del capítulo.

Oyó a lo lejos el sonido de  campanas; no recordaba estar cerca de alguna iglesia cristiana. Ignoró aquél molesto sonido y se acurrucó. Las supuestas campanas eran insistentes por lo que el jovencito se alejó de los brazos de Morfeo a regañadientes. Estiró sus extremidades y dio un largo bostezo, se viró confiado de tener suficiente espacio cayendo de bruces sobre el tatami; como resultado de ese gran infortunio, Shuichi se había mordido la lengua. Se enderezó de golpe llevándose una mano a la boca, algunas lágrimas brotaron de sus ojos y el sabor de la sangre le indicó que no era una simple herida.

Miró en  su derredor  y notó que no estaba en su habitación, si no en la sala de su apartamento; había pasado toda la noche ahí.

El sonido de las “campanas” resultaron ser el timbre de su casa; alguien llamaba a la puerta.

-Shuichi…-se oyó una voz de mujer del otro lado de la puerta-¿Estás ahí? Soy Maiko.

-Que inoportuna-pensó Shu, poniéndose de pie. Tan cansado había llegado el día anterior  que ni sus zapatos se había quitado.

Caminó hacia la puerta dando traspiés a causa de  las lágrimas que aún seguían; provocando que el chico no viera bien. Abrió la puerta.

-¿Por qué tardaste tanto?-le espetó la mujer.

-Hoda Mako-habló el mayor.

Su hermana le miró de pies a cabeza y notó los ojos llorosos de su hermano. Shuichi la invitó a entrar.

-¿Qué te paso? ¿Por qué hablas así?-Maiko se quitó los zapatos en  el recibidor.

-Me modí la legua-balbuceó el jovencito, imitando a su hermana.

-Oh…

Shuichi guio a su hermana hacia la pequeña estancia y sin más se fue rápido al tocador. Maiko miró toda la estancia de hito en hito.

-Creí que iba  a ser  más lujoso-criticó, creyendo que su hermano estaba escuchando. Al verse sola bufó y tomó asiento en el único sofá.

Shuichi se lavó la cara y se cepilló los dientes, revisó el estado de su lengua y por suerte la sangre ya no brotaba de la pequeña herida. Salió del tocador y se dirigió a su cocina en donde puso a calentar agua. Sacó un par de hielos de la nevera, se echó uno a la boca, mientras el otro esperaba en un vaso. Regresó a la estancia para atender a su inesperada visita.

El jovencito escupió el hielo en el vaso y preguntó:

-¿Vinite sola?

-Si, papá se enfermó del estómago y mamá no quiso dejarlo solo-la chica se acomodó mejor en el sofá-Mamá mando un pan de matcha.

-Que dico-sonrió el jovencito-Ya pusse a caleta agua pada té.

-En verdad te mordiste fuerte, ¿Ne?-dijo Maiko a su hermano, quién asintió, después de echarse un hielo a la boca para que desinflamar la lengua.

Después de hablar de trivialidades, la hermana menor de Shu sacó un tema molesto para el chico: Yuki Eiri. Al sólo escuchar su nombre, el cantante sintió comezón en el dorso de su mano, la que había besado el rubio el día anterior.

-¿Le has visto?-preguntó la jovencita.  Shu negó con la cabeza-Entonces…no te ha buscado.

-No…-mintió. Se rascó con insistencia la mano.

-Vaya…

-Esso ya quedó en el ovido-musitó Shu, quién ahora hablaba así porque su lengua estaba entumida por el hielo.

-Entonces ya lo olvidaste por completo.

-Assí ess…

Maiko le miró con ojos entornados, dio un sorbo al café que  su hermano le había preparado y que ya estaba frío.

-Hermano…-el aludido le miro con ojos inexpresivos-¿Y has pensado en tener novia? Sé muy bien que te enamoraste de Yuki no porque fuera hombre; simplemente sucedió, así que…

-Ya lo he pessado…-Shu recargó uno de sus codos sobre la mesa  y su barbilla reposó sobre la palma de su mano.

-¿Y?

-Hidomi…

-¿Quién?-la chica se acercó a su hermano para poder entenderle más.

-Hidomi…piensso invitad a salid a Hidomi…

-¿Quién es Hidomi?-la castaña se rascó la cabeza.

-Agh…¡Mi compañeda de banda!-vociferó exasperado.

-Ah…ya…

Shu se cruzó de brazos y puso los ojos en blanco.

-Es buen partido-el mayor asintió- ¿Y te gusta mucho?

Shu abrió la boca pero la cerró de inmediato. Era una buena pregunta pero él no tenía una respuesta. Sentía cierta atracción por Hiromi, era bonita y su personalidad  era interesante, se acoplaban bien pero;  no sentía nada de lo que había sentido con Yuki, ni siquiera se podía comparar al sentimiento que había tenido cuando le había visto por primera vez: su cabello rubio agitado por el viento, sus ojos fríos y amarillentos y su tez blanca que parecía porcelana; todo un Adonis. Su corazón fue cautivado desde el principio por ese hombre, por tal razón le había buscado de nuevo excusando que quería una disculpa de su parte.

-Ja…nunca me da dio-dijo en alto, olvidando que su hermana estaba  ahí.

-¿Cómo?

-¿Eh?

-Dijiste que nunca te dio…

-Nada…penssé en adto-el chico movió de un lado a otro su cabeza, en un intento de alejar ese recuerdo  de su mente.

Maiko le miro con suspicacia.

-Y bien…¿Qué planes tienes con Hiromi?

-Piensso invitada a ssalid…y a ved que ssucede.

-Me da tanto gusto hermano-sonrió la joven-Es bueno que te des una oportunidad, aún eres joven y tienes necesidades.

-Tad vez tegass dazón-el chico se encogió.

-No te veo muy convencido-le miró con ojos entornados.

-Lo esstoid…-respondió ceñudo.

-Bien, no me queda más que desearte suerte-su hermana le frotó un hombro como muestra de apoyo.

-Tad  vez no sea mada idea-pensó Shu, recordando que tanto Hiro como Fujisaki le habían sugerido eso.

 

 

Capítulo 31

Unos estúpidos celos.

 

 

Noriko esperaba en uno de los café de Shibuya, algo que le había desconcertado sabiendo quién era la que la había citado.

-Disculpa la tardanza-escuchó a sus espaldas. La mujer tecladista se giró para ver a la persona.

-No te preocupes-le sonrió.

Mika tomó asiento enfrente de la otra mujer.

-¿Cómo está Touma? No he podido ir a visitarlo-la tecladista hizo un puchero.

-No lo sé…-respondió tajante la castaña, desconcertando a la otra.

-¿Cómo?  ¿Y eso?-preguntó  Ukai.

-Por eso te cité aquí.

-¿Qué paso?-Noriko tomó la mano de Mika, en señal de apoyo.

Mika y Noriko eran las mejores amigas desde la universidad, gracias a Mika, Ukai había conocido a Touma y a Ryu quienes ya planeaban formar su banda.

-Me voy a divorciar-la castaña miró a Ukai. Noriko iba a decir algo pero fue interrumpida por una mesera. Las dos pidieron café y tan pronto como se fue la jovencita, Mika continuó-Resultó ser que Touma no es la persona que yo creí…

-¿Lo dices por lo que ese chico dijo? Como se llama…-la mujer se llevó un dedo a la barbilla-Kitasawa.

La Uesugi apretó los labios y haló todo el aire que pudo por la nariz.

-Si…-musitó, soltando todo el aire acumulado-Por Buda…-Mika se peinó con una mano-Eiri y Tatsuha son los responsables de que Touma esté así.

-¿Cómo?-Noriko se llevó una mano a la boca, sorprendida-¿Estas segura?-musitó la mujer acercándose lo más que podía a su amiga.

-Si…fue en venganza de lo que le hizo a Shindo.

-No entiendo…

-¡Seguchi fue el que mandó golpear a Shindo!-vociferó la castaña-Y también mandó espiar a sus compañeros de banda…-la mujer se cubrió el rostro, avergonzada-Mi marido hizo eso y más cosas que no tengo idea-chilló.

-Tranquila-le consoló Ukai, frotándole un hombro.

 

 

El lunes por la mañana, Mizuki pasó por Yuki quién ya tenía las maletas listas. En el camino al aeropuerto el escritor se quedó dormido, como también lo hizo en la sala de espera del aeropuerto y en el avión.

Llegando a  la capital de Corea, el hombre estaba más despejado y de mejor humor. En el almuerzo, le contó lo que había sucedido entre él y Shuichi.

Su editora le dijo que el viaje le había sentado bien, pues se olvidaría de su situación con su ex pareja . Aquél comentario no le agrado mucho al rubio, quien lanzó un gruñido. Sería una larga semana para los dos; pues Yuki estaría inquieto de ver a Shu y Kana tendría que soportar  el malhumor de su querido escritor.

Mientras tanto en Tokio, Japón; la banda Delerium seguía ajustando y agregando acordes a las melodías ya creadas para el par de canciones que serían bonus tracks. Hiromi no estaba del todo concentrada pues se encontraba sumamente preocupada por su hermano, quién aún seguía en Kioto junto a Tamaki. Ante tal actitud por parte de la jovencita soprano, Shu no se animó a invitarla salir.

El lunes pasó rápido para fortuna de Yuki, Kana y Hiromi.

 

 

Noriko entró a la gran mansión, se descalzó con delicadeza.

-Ya estoy aquí Ryu-dijo la mujer cruzando el pasillo principal.

Sakuma estaba en la sala de juegos, al fondo de la gran casa, en la planta baja.

-Estas aquí-dijo la mujer con las manos en la cintura.

Ryuichi llevaba puesto un kigurumi de kumagoro y le miraba con ojos inexpresivos.

-Llegaste rápido-le dijo en modo de saludo. El hombre estaba en su faceta madura.

-¿Por qué no fuiste a trabajar?-le regañó.

El castaño centró su vista en la pantalla, ignorando el rapapolvo de su amiga.

-Me siento cansado…que digo…agotado…

-Pero…es martes Ryu-la mujer tomó asiento junto a su amigo.

-Lo sé, pero el fin de semana lo tuve pesado-bufó sin despegar la mirada de la pantalla.

-Tan sólo fueron un par de presentaciones en televisión y unas entrevistas.

-Eso es bastante agotador-refutó el hombre. Noriko no dijo nada y recargó su cabeza en el hombro de su amigo.

-¿Y Tatsuha?

-En la universidad…supongo-dijo con indiferencia.

-Oh…vaya, ese jovencito no tiene vida social.

-¿Por qué lo dices? –murmuró el hombre. Estaba endiosado con el videojuego, tanto que no parpadeaba.

-Nunca lo he visto con amigos, no desde que regresaron: Veo que sale de la universidad y pasa directo a la disquera por ti, y si no está contigo está solo-Ukai alzó su cabeza y lo codeó-Hey Ryu sé que eres celoso pero al menos permítele que tenga un poco de amigos-le reclamó.

-No…-respondió tajante.

-¿Por qué?

-Porque no quiero…

-No abuses del amor que te tiene-le regañó de nuevo.

-¿Crees que me ama?-miró a la tecladista.

-Claro que sí…eres su mundo.

-Sabes algo…-el chico oprimió el botón de pausa. Sakuma miró con ojos brillosos a su amiga, de un momento a otro cambió su faceta a la infantil-Na Noriko linda…¿Quieres que te diga un secretito?-le dijo.

-¿Cuál?-la chica se acercó más, curiosa.

-Estoy jugando con Tatsuha-se mordió una uña.

-¿Cómo? ¿Jugando? Y ¿A qué juego? No entiendo-la mujer ladeó la cabeza.

-No, no…más bien, estoy jugando con los sentimientos de Tatsuha-sonrió mostrando los dientes.

-Con los sentimientos…-la chica repitió, tratando de entender a lo que se refería su amigo-Pero que dices…o sea que…¿No lo quieres?

-Me gustaba hace unos años, lo admito y fue muy divertido salir con él; pero sabes muy bien que siempre he estado enamorado de Shuichi.

-Por venganza…-musitó la mujer, desconcertada.

-Na Noriko linda, tú si me conoces bien-dijo jovial Ryuichi-Le haré sufrir como Yuki le hizo sufrir a Shu y como yo sufrí ante el rechazo de Shu.

-Pero él te ama…-dijo con voz en cuello.

-¿Y?-se encogió de hombros.

-No es justo…Tatsuha no tiene la culpa en todo esto.

-La vida no es justa querida-dijo Ryu, regresando a su faceta madura-A parte, yo odio a los Uesugi, tolero a Mika y eso es por Touma, pero a ese par de hermanos…los repudio…

-No…esto es broma…una broma de mal gusto-musitó la chica, confundida. Desconocía a su amigo, ese no era el Ryu que conoció hace años, o ¿Si? Touma había resultado ser todo lo contrario de lo que aparentaba.

-Y lo repudio más por el simple hecho de ser tan joven…de ser joven y lleno de vida y energía-Sakuma apretó los puños.

-No te conozco…-negó con la cabeza la mujer. Se puso de pie  y le dedicó una mirada  llena de desconcierto e incredulidad-Me decepcionas…

-Y tú a mí…

Noriko no quiso escuchar más y salió de ahí furiosa, aquél que consideraba su amigo estaba jugando con el hermano de su mejor amiga. Tatsuha no se merecía eso.

Ese día; por la tarde, Hisoka y Tamaki regresaron a Tokio.

El miércoles al ver que Hiromi se encontraba de mejor humor pues su hermano ya estaba en la capital; Shuichi se animó y la invitó a salir.

-¿Me estás invitando al cine?-preguntó la soprano, desconcertada. Dejando de tocar su instrumento.

-Bueno…si quieres ir al cine o a donde quieras-balbuceó con nerviosismo el moreno. Hiromi no muy convencida miró a Dresde, quién se encogió de hombros.

-¿Tú y yo? –señaló a Shindo y después se señaló a ella.

-Si…sólo tú y yo.

-¿Es una cita?

-Algo así…-Shu se rascó la cabeza y desvió la mirada.

Ono parpadeó un par de veces, no tardó mucho en asimilar lo que su amigo le decía y sin más soltó un grito, asustando a Watanabe quién estaba muy sumergido en tocar su guitarra.

-Waaaaa…soy tan feliz-saltó a los brazos de Shu, quién ante el repentino acto de su amiga había perdido el equilibrio y cayendo de sentón con Ono encima de él-lo siento…

-No…no te preocupes-chilló Shu.

 

 

Mika había salido a pasear junto a su hijo por el barrio de Shibuya, con el ceño fruncido caminaba junto a Kaname por la plaza “Shibuya 109”.Aquél barrio no era mucho de su agrado pero para su desgracia; era el favorito de Kaname quién se divertía comiendo donas en forma de perro en honor a Hachiko y ver pasar  a los jovencitos vestidos de diferentes estilos harajuku.

Mientras se tomaban fotos en una cabina de  purikura, el celular de la mujer vibró dentro del  bolso de diseñador.  Sacó el móvil y atendió la llamada, para desgracia del niño, la  cámara tomó la foto en el momento en que la mujer buscaba el aparato en el bolso.

-¿Diga?-tomó la llamada, ignorando el berrido de su hijo.

-Mika, hola…¿Estas ocupada?-se oyó la voz de Noriko del otro lado.

-Estoy en Shibuya con Kaname.

-Vaya…

-¿Qué sucede?-Mika se inquietó por el tono de voz que estaba usando su amiga.

-¿Podrías venir a la casa?

-Claro-la castaña miró a su hijo que feliz decoraba las fotos que se habían tomado-No tardaré mucho.

-Nos vemos.-Ukai cortó la llamada.

-Kaname, vamos a ir a casa de tu tía Noriko.

-Wiii…-saltó el niño de felicidad, ante éste gesto la mujer esbozó una sonrisa de satisfacción.

Iban saliendo de la plaza cuando se toparon con Shuichi y Hiromi. Mika le miró con ojos suspicaces mientras que el moreno le dedicó una mirada retadora, tomó la mano de una despistada Hiromi y la haló hacia el interior de la plaza, el niño ni se percató de aquél incómodo encuentro algo que agradeció la castaña, pues sabía muy bien que su hijo adoraba a Shindo.

La mujer tomó un taxi y le ordenó al conductor que los llevara al barrio Nerima, en donde vívia Noriko con su familia.

La tecladista ya los esperaba con un delicioso “terciopelo rojo”. Mientras Kaname jugaba con el perro de la familia, Noriko y Mika se quedaron en la sala de estar.

-¿Cómo va todo?-le preguntó Noriko, sirviéndole un poco de té de sakura a su amiga.

-Más o menos, las cosas no van tan  mal.

-K sospecha algo del “supuesto” viaje de Touma.

-Vaya, ese hombre es muy suspicaz-Noriko asintió.

-¿Y estás viviendo en la  mansión de Roppongi Hills?

Mika negó con la cabeza, con parsimonia tomó la taza de té.

-Ahora me estoy quedando en casa de Eiri-le dio un sorbo a su té.

-Ya veo…-Noriko se sirvió un poco de “terciopelo rojo”

-No deseo estar más tiempo en Kioto con mi padre, no soporto sus comentarios-Ukai asintió ante la queja de su amiga.

-Te llamé porque necesito decirte algo. Sé que ya tienes muchos problemas pero…

-¿Qué pasó?-ante lo dicho por la tecladista, a la castaña se le fue el color.

-Es sobre Tatsuha.

-¿Y ahora qué hizo ese pervertido?-preguntó ceñuda, dejando la taza con fuerza sobre la mesa.

-Oh no…él no hizo nada-Ukai se aclaró la garganta-Me enteré que Ryu está jugando con él…-la mujer bajó el rostro.

-Así que lo que dijo Eiri es cierto…-musitó seria.

-¿Ya lo sabías?-la tecladista alzó el rostro.

-Si…él día de la boda de Nakano y Ayaka…esa fue la razón del por qué Eiri lo golpeó.  Pero creí que era una mentira de mi hermano para justificarse.

-¿Qué piensas hacer?

-Nada.-respondió con indiferencia la Uesugi.

-Pero Mika…

-Tatsuha es muy caprichoso y tiende a llevar la contraria. Tiene en un altar a ése hombre; si le digo lo que Sakuma está haciendo con él no me va a creer y se va a aferrar más a esa tonta relación-se cruzó de brazos y piernas.

-Nunca estuviste de acuerdo, ¿Ne?

-¿Cómo iba a estarlo? En primera es un hombre y en segunda, un hombre que le dobla la edad, podría ser…

-Su padre…-continuó Noriko.

-Exacto. Ya tengo suficiente con Eiri y la idea loca de andar con un jovencito.

-¿Te refieres a Shu?

-Así es…esos dos son un dolor de cabeza-bufó la mujer.

-Y, ¿Entonces?

-Sólo queda esperar  para así poder recoger los trozos del corazón de mi hermano-musitó Mika, mirando a un punto indefinido.

 

 

Aquél inesperado encuentro con la hermana mayor de Eiri había hecho estragos en su cita. Mientras esperaban a que diera la hora de la función de la película; la pareja degustaba de un par de helados en una heladería del centro comercial. Con sólo recordar a Mika  y por consiguiente a Yuki, Shuichi sentía una gran comezón en el dorso de su mano.

-¿Estás bien?-le preguntó Hiromi.

-Sí, ¿Por qué?-respondió nervioso el moreno.

-No dejas de rascarte tu mano, ¿acaso te picó algún bicho?

-Si…mintió.

Mientras Hiromi decía su monólogo, Shu, que por más que se esforzaba en atender a su amiga, pensaba una y otra vez en Mika y su hermano.

-Ya es la hora-fue lo que sacó de sus pensamientos al cantante.

-¿Eh?

-Que ya es la hora para ver la película.

-Oh…si claro-se rascó de nuevo.

-¿En serio estás bien?-Hiromi se puso de pie.

-Si, si…estoy bien-Shu la imitó. La pareja salió del lugar para ir al cine.

Hiromi se maldijo al salir del cine. La película que eligió había sido de terror; de monstruos para ser exacta. Fueron dos horas y media de lenta agonía y no sólo de para ella; si no también para Shu, quién era  de nervios frágiles; el jovencito no tuvo con las escenas de terror; si no también con los inesperados gritos histéricos de su cita.

El par caminó por Shibuya con paso trémulo. Habían elegido la última función, por lo que al salir se habían percatado de que ya no había transporte.  Buscaron algún taxi, pero para su desgracia todos los que pasaban cerca estaban ocupados. Caminaron hacia la casa de la jovencita miedosos. A cualquier ruido extraño que percibían saltaban del susto.

Iban por una calle solitaria cuando un ruido raro, muy parecido al de la película llamó su atención. Hiromi saltó a los brazos de Shu, quién tembloroso se aferró a la soprano.

-¿Qué es?-chilló la jovencita.

-No…no lo sé-dijo con voz a cuello el moreno.

Algo pequeño y negro se acercó a ellos y sin poder contener más su miedo, el par gritó.

-Miu…-maulló la cosa extraña, qué resultó ser un minino negro.

-Es un gato…-musitó en un hilillo de voz Shu.

Hiromi estuvo a punto de desmayarse.

La pareja respiró aliviada cuando llegaron al edifico en donde estaba el apartamento de los hermanos Ono. Dejó a Hiromi en la puerta del apartamento, sana y salva. Hisoka se había quedado dormido en el comedor, esperando a su hermana.

Shindo salió del edifico satisfecho. La sonrisa se le borró al ver las calles solitarias de la ciudad, volvió a tener miedo y para desfortunio de él, ahora estaba solo. Llegó al parque Ueno con los nervios de punta.

-Si Yuki me viera, estaría muerto de la risa-pensó sin darse cuenta. Cuando hubo reaccionado la comezón regresó a su mano-Yuki siempre se burlaba de mí cuando veía películas de terror…-remembró-pero aun así me consolaba diciendo que no debía tener miedo, que él me iba a proteger-sonrió, nostálgico.

A pesar de que siempre le decía eso cuando el jovencito tenía miedo, era inevitable jugarle una que otra broma, provocando que el pobre cantante tuviera algún  accidente.

Tomó asiento en una banca cercana. Recordó la única cita que habían tenido. En todo el tiempo que llevaron de relación, sólo una cita habían tenido.

-Qué triste…-musitó Shu.

Al día siguiente Hiromi no se había presentado en la disquera, pues James le había conseguido una audición; por tal razón, el manager les dio permiso de salir temprano. Shu aprovechó para salir a comer con sus amigos Hiro y Suguru y así poderles contar como había resultado su cita.

En la entrada de N.G. Records se topó con un jovial Tatsuha, que venía de la universidad.

-Hey Shu, qué milagro.

-Lo mismo digo. El par entró al edificio y esperaron en la recepción.

De la nada apareció Ryuichi.

-¡Tat lindo!-se abalanzó hacia el monje, quien lo recibió gustoso-Na no da…llegaste puntual-dijo el hombre que están en su faceta infantil. Al ver al mayor, Shindo se tensó y frunció el ceño. Sakuma se separó de su amante y miró sonriente al moreno-Hola Shu-dijo jovial.

-Hola-respondió tajante.  La sonrisa de Ryu se borró, sin pasar desapercibida por el monje.

Al ver la tensión en el ambiente, el monje habló.

-¿No quieres ir a comer al Mcdonald´s?

-Si…

-Entonces vamosnos-tomó de la mano a su amante-Nos vemos Shu-Tat haló  a Sakuma hacia la salida.

-Adiós…

-Hey, por cierto-detuvo su andar-Me debes una invitación a tu apartamento-Sakuma miró a su amante desconcertado.

-Lo había olvidado-el cantante se rascó la cabeza-Cuando quieras y tengas tiempo.

-Gracias.

-Pero con una condición.

-¿Cuál?

-Qué vengas solo…tú entiendes, ¿Ne?

Tatsuha miró a un cabizbajo Ryu y después posó sus ojos oscuros en Shu.

-Oh…ya veo…-respondió desconcertado.

Iba a decir una cosa más cuando Hiro y Fujisaki aparecieron.

 

 

En el Mcdonald´s…

Ryu miraba sus manos, alicaído esperando en una mesa  a Tat quién había ido por la orden de hamburguesas.

-Te compré tu cajita feliz-dijo el moreno, poniendo la charola en la mesa y tomando asiento frente a Ryu-El regalo es un Kumagoro.

-Ne, Tatsuha…-el mayor jugó con sus manos-¿Desde cuando eres amigo de Shu?

-Bueno…-el monje se rascó la cabeza –Pues creo que desde que lo conozco.

Sakuma alzó la vista y miró con ojos brillosos al menor.

-¿Desde que era novio de Yuki?

-Si…supongo-se encogió de hombros.

-Y a pesar de todo, él te sigue hablando.

Tat le dio una mordida a su hamburguesa y asintió.

-¿Por qué?

-Supongo que…-dijo con la boca llena. Le dio un gran sorbo a su refresco y tragó-Porque he permanecido con una actitud ecuánime.

-Tú…-Ryu apretó los puños, molesto.

-Por cierto…-Tat le dio un mordisco a una papa-¿Estás peleado con él?

-No-respondió serio. Había cambiado a su faceta madura.

-Y ¿Entonces?

-No  lo sé…-mintió el hombre, desviando la mirada. Estaba molesto…más bien, celoso.

Uesugi le miró con suspicacia.

 

 

El trío de amigos había salido a comer a un restaurante de ramen.

-Y bien, ¿Qué tal te fue?-preguntó ansioso el guitarrista.

-Bien…-respondió escueto Shu, separando el par de palillos de madera.

-¿Bien? ¿Sólo eso?-le espetó.

-No lo presiones-terció Fujisaki, quién revolvía su ramen.

-Todo estuvo bien pero…

-Ahg, o me digas que sigues pensando en él-bufó Nakano.

-Claro que no-mintió Shu-Sólo que…

-Estas confundido-continuó Suguru.

-Si-Shu se encorvó.

-¿Confundido de qué?-el hombre engulló un poco de tallarines.

-No sé…me la pasé bien ayer…muy bien, tenemos muchas cosas en común y es muy divertida, aparte de bonita-Shu se sonrojó-Pero…-miró su plato de ramen-tengo miedo.

-¿De qué?

-¿De qué las cosas no resulten?-dijo Fujisaki.

-Si, así es-asintió Shindo-somos compañeros de banda y si las cosas no funcionan, será muy incómoda para los dos.

-Hey, relájate-le picó la frente con un dedo su amigo-Sal con ella y deja que las cosas fluyan, no te estoy diciendo que te cases, por Buda Shu-Hiro se cruzó de brazos.

 

 

Después de comer, la pareja de Tat y Ryu había ido a la mansión de éste último. Para darle ánimos al mayor, Tat le retó en los videojuegos.  Sakuma aceptó de mala gana.

Mientras jugaban…

-¿Tienes planes para mañana en la noche?-le preguntó el monje, sin despegar la mirada de la pantalla.

-No, ¿por qué?

-Me gustaría que me acompañaras a un concierto.

-¿De qué?

-De música electrónica.

-Y si no voy…

-Pues le pediré de favor  a otra persona.

Ante lo dicho por el monje, Ryu le puso pausa y miró con ojos inexpresivos a su novio.

-¿Y piensas dejarme solo?-le espetó.

-No…pero si no quieres ir…-Uesugi se puso nervioso.

-Iré…-dicho esto Ryu reanudó el juego. Tat sonrió.

 

 

Al día siguiente…

Hiromi estaba decaída, algo que estaba siendo común en ella en esos últimos días. ¿Estaría en su periodo? Se había preguntado Shindo. La razón estaba muy lejos de lo que el chico pensaba puesto que la chica se encontraba así porque ése día tendría que irse a Sapporo a acompañar a la sinfónica de Japón. Estaría todo el fin de semana de viaje, impidiéndole ver a su querido hermano en su concierto junto a Tamaki.

-Será para otra ocasión-le había consolado Dresde antes de despedirse de ella.

Hisoka también se encontraba con el mismo humor, pues no había podido despedirla pues tenía que ensayar en el escenario del Tokyo Dome antes del concierto de la noche.  El único que estaba feliz con la partida de Ono había sido Shu, quién tomaría ese pequeño tiempo para analizar mejor las cosas, aunque Hiro insistía que no había nada que pensar.

Por la noche, tanto Tatsuha como Ryu se prepararon para el concierto. Al monje se le veía feliz, algo que inquietó a su novio.

Llegaron al Tokyo Dome con veinte minutos de antes de lo que el boleto indicaba. Tatsuha había comprado boletos hasta adelante, para poder disfrutar mejor el concierto.

-¿Y desde cuando te gusta la música electrónica?-le preguntó Ryu, tratando de hacer plática con un mudo Tatsuha.

-Mmm…desde hace un par de días-rio.

Sakuma le miró con los ojos entornados, recordando que su novio había regresado un poco “extraño” de su viaje a Kioto.

Mientras el público iba llegando, tras bastidores Hisoka repetía un mantra.

-¿Nervioso?-le preguntó Tamaki.

-Un poco…-tragó saliva, tratando de calmar su garganta seca.

-No hay por qué, lo hiciste muy bien hace unos días.

-Lo sé, pero…éste lugar es más grande.

-Olvida eso, no te ayudará para nada-dijo Shu que había ido a  apoyar a su amigo.

Dresde apareció con un letrero que decía: Animo chibi.

-Gracias…-musitó el jovencito que estaba casi transparente de los nervios.

Mientras tanto en la explanada.

-¿Y es un grupo o un Dj?-preguntó Sakuma, insistiendo en hacer plática con el distraído de su novio.

-Es un DJ.

El mayor asintió. Pasaron un par de minutos y lanzó un bufido, esperando llamar así la atención del menor pero al ver que no funcionó, habló de nuevo.

-¿Y cómo se llama?

-Mmmm…-Tat se rascó la cabeza y forzó su memoria-Tamaki…Hiroki Tamaki.

-Oh…ya…-y de nuevo el incómodo silencio.

Al poco tiempo las luces se apagaron y la gente gritó de emoción. Ante eso tan inesperado, Sakuma gruñó molesto.

Y la música comenzó seguida por una voz grave:

 

 

Words like violence
Break the silence
Come crashing in
Into my little world
Painful to me
Pierce right through me
Can't you understand
Oh my little girl

All I ever wanted
All I ever needed
Is here in my arms
Words are very unnecessary
They can only do harm.

 

La introducción finalizó y la mezcla de luces de neón alumbró todo el foro. En medio del escenario apareció Hisoka vestido con un pantalón entubado de color mezclilla y una playera azul turquesa con un estampado de Takahashi Murakami.

 

Vows are spoken
To be broken
Feelings are intense
Words are trivial
Pleasures remain
So does the pain
Words are meaningless
And forgettable

All I ever wanted
All I ever needed
Is here in my arms
Words are very unnecessary
They can only do harm.

 

Tat sintió un escalofrío al verlo. Cuando la canción terminó la gente aplaudió y gritó extasiada; mientras que Sakuma miraba con ojos entornados al jovencito que estaba arriba de escenario. Tamaki hizo su mezcla de melodías y comenzó a tocar otra canción.

Hisoka sintió que alguien del público le miraba, buscó aquél par de ojos, topándose con los ojos oscuros y profundos de Tatsuha.  El jovencito abrió los ojos de sorpresa.

-Vino…-pensó abochornado. Gracias al efecto de las luces el público no pudo notar el sonrojo del vocalista. Sacudió la cabeza y se concentró en la melodía.

 

You shout it out,
But I can't hear a word you say
I'm talking loud not saying much
I'm criticized but all your bullets ricochet
You shoot me down, but I get up


I'm bulletproof, nothing to lose
Fire away, fire away
Ricochet, you take your aim
Fire away, fire away
You shoot me down but I won't fall
I am titanium
You shoot me down but I won't fall
I am titanium


Cut me down
But it's you who'll have further to fall
Ghost town and haunted love
Raise your voice, sticks and stones may break my bones
I'm talking loud not saying much


I'm bulletproof, nothing to lose
Fire away, fire away
Ricochet, you take your aim
Fire away, fire away
You shoot me down but I won't fall
I am titanium
You shoot me down but I won't fall
I am titanium
I am titanium
I am titanium


Stone-hard, machine gun
Firing at the ones who run
Stone-hard as bulletproof glass


You shoot me down but I won't fall
I am titanium
You shoot me down but I won't fall
I am titanium
You shoot me down but I won't fall
I am titanium
You shoot me down but I won't fall
I am titanium
I am titanium

 

La voz del jovencito era preciosa, o al menos eso había pensado Tatsuha. Alcanzaba notas altas sin mayo esfuerzo y a pesar de que su voz era grave, le llenaba de paz, una preciosa paz. Nunca había sentido esa sensación, ni si quiera con la voz  Sakuma. Mientras Uesugi miraba sin pestañear al joven Ono, Ryu le miraba con la mandíbula apretada. Envidió al jovencito por su voz, por su aspecto, por su juventud.

El concierto duró dos horas.

De regreso a  la mansión Sakuma, el cantante iba en completo silencio, sumamente molesto, pues en todo lo que duró el concierto Tatsuha no le había puesto atención, ni siquiera le había volteado a ver, como si no existiera.  Su un tic en el ojos izquierdo vibraba cada vez que el monje lanzaba un suspiro.

Estaba celoso, celoso de aquél mocoso que había robado toda la atención  de su novio y no era porque sintiera algo por el moreno, no lo quería para él, pero tampoco lo quería que alguien más lo tuviera.

Se quitó los zapatos con brusquedad y sin decir palabra alguna se dirigió a su habitación. Tatsuha quién seguía en el limbo, optó por ver un poco de televisión mientras esperaba  a que el cansancio le invadiera. Estaba por irse a la cama cuando el móvil sonó, tomó la llamada.

-¿Diga?-susurró, pues estaba fuera de habitación de Sakuma; no deseaba despertarlo.

-Hey Tatsuha, soy Shuichi-habló alto el chico.

-Hola Shuichi.-Ante la mención de ese nombre, Ryu abrió los ojos, fingía estar dormido. Se enderezó y escuchó la conversación.

-Estamos celebrando el éxito que tuvieron Hisoka y Tamaki, hoy fue uno de sus conciertos-aclaró el cantante.

-Lo sé…fui al concierto.

-¿En serio?-Shu vociferaba pues Tamaki tenía una gran alboroto.

-Si.

-Oh bueno, entonces te esperamos acá en mi apartamento para celebrar, a Hisoka le dará gusto. ..

-¡No es cierto!-se escuchó la voz del jovencito. Tat sonrió.

-¿Entonces en tu apartamento?-confirmó Uesugi. Al escuchar esto Ryu se encabritó y ya no quiso escuchar más.

-Si…

-Hey Shu-Tat miró la puerta de la habitación de Sakuma-¿Puedo llevar a Ryu?-del otro lado se escuchó sólo la carcajada de Tamaki y el golpeteo de algo de vidrio.

-Si…claro…-respondió no muy convencido Shindo.

-Bien, ahora mismo le digo, nos vemos en un rato. –cortó la llamada. Entró a la habitación y se encontró con Sakuma sacando toda su ropa del gran armario- ¿Qué sucede?-musitó desconcertado el monje.

-Lárgate-le instó Sakuma.

-Pero…¿Por qué? –Tat le miraba desconcertado.

-Porque ya no te soporto-farfulló-Ya no quiero estar contigo-le lanzó una maleta, que logró esquivar el menor.

-¿Estas molesto por algo?-dijo con la voz trémula.

Ryu apretó la mandíbula.

-No me gustas…hace mucho tiempo que dejaste de hacerlo.

-¿Cómo? Pero…

-Entiende mocoso…-le miró con desdén-Sólo estuve jugando contigo para vengarme de tu hermano.

Tat sintió que le caía encima un balde con agua fría.

-No…no es cierto-negó con la cabeza-Es broma, ¿Ne?-dijo a voz de cuello.

-No, no es broma. La verdad no creí aguantar tanto tiempo…permitir que me hicieras el amor…que asco…-masculló.

-No…no…-repitió Tat, atónito.

-Toma tus cosas y lárgate-pasó de largo y antes de salir de la habitación-Si no te vas en veinte minutos, llamo a la policía.

 

 

A pesar de que Shu le insistió que se quedara en su apartamento, Soka se negó. Le pidió al matrimonio Hiroki con lo dejaran en su casa. Dresde no muy convencida instó a Tamaki para que convenciera al jovencito en irse con ellos a su casa, pero el resultado fue el mismo.

-¿Qué harás solo en tu casa?-había sido el argumento de Tamaki.

-Lo mismo que hago si Hiromi estuviera-dijo el chico.

Rendidos por la terquedad de Soka, dejaron el apartamento de un ebrio Shindo,  la pareja tomó un taxi, pues el esposo de Ash no estaba en las mejores condiciones para irse caminando junto a Soka y su esposa.

Dejaron al jovencito en la entrada del edificio en donde vivía junto a su hermana. A lado de la entrada vio a un hombre hecho ovillo en el suelo, junto a unas maletas; sin darle importancia pasó de largo y entró al edificio. Estando a un paso del ascensor, Ono se quedó parado, dubitativo.

-¿Será?-musitó, rascándose la cabeza y sin poderlo evitar más, regresó sobre sus pasos. Salió del edificio y con recelo se acercó al hombre-¿Tatsuha?-musitó.

El hombre alzó la vista, en definitiva, era él.

-¿Pero qué haces aquí? ¿A caso te perdiste? La reunión era en casa de senpai-el aludido le miró con ojos vidriosos-¿Estas bien?-preguntó al ver el estado en que se encontraba el chico. Uesugi no respondió y volvió a bajar la cabeza.-Qué tonta pregunta-se recriminó a lo bajo el jovencito.-Hey, vamos, no te quedes ahí, ya es tarde para que andes solo-le sacudió el menor.

Como si de un títere se tratara, Tat  se puso de pie.

-Bien, vamos…-le ordenó Hisoka, entrando de nuevo al edificio, el monje tomó sus maletas y le siguió.

Estando en el apartamento, Hisoka pasó directo a la cocina. Sacó un par de platos, sacó la leche y el cereal. Se quedó pensando la razón del por qué el joven estaba ahí.

-¿A caso también se reveló a su padre y éste lo corrió?-murmuró para sus adentros, sacando eso de conclusión por las maletas que el monje llevaba-Tal vez sea eso-se encogió de hombros. Tomó la leche y el cereal y lo llevó al comedor, en donde estaba Tat  alicaído. Volvió sobre sus pasos por el par de platos y unas cucharas. Preparó el cereal-Buen provecho-musitó el chico, antes de engullir su cereal. Por delicadeza, el chico optó por no preguntarle que es lo que le sucedía.

Tat no probó bocado y siguió en el mismo estado. 

-¿No te gusta éste cereal?- no recibió respuesta-Lo siento mucho, pero no tengo otra cosa, mi hermana y yo no hemos podido hacer las compras.

En un movimiento rápido e inesperado para Soka, Tat abrazó el cuerpo de éste y lloró. Desconcertado Hisoka sólo atinó a frotar la espalda del mayor con su mano sana.

-Tranquilo…todo va  a estar bien-le dijo con voz pastosa, como si de un niño se tratara-Mañana será otro día.

Antes las cálidas palabras que le había dedicado el mestizo, Tatsuha se aferró más al cuerpo del jovencito.

Notas finales:

Las canciones son:

1- Enjoy the silence (depeche mode)

2- Titanium (David Guetta)

Dejen RR.


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