Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mercy rain por kozzha

[Reviews - 542]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola!!!

Bueno pufff, estoy bien super recontra inspirada.

Necesitaba sacar de una manera mi frustración de que conseguí boletos hasta atrás para ver a SuJu :(.

Bueno, al menos si iré...muajajajá.

Ahora si empiezan los probelmas...y vaya que qué problemas.

Una lectora con la que paso hrs hablando por el facebook me hizo una pregunta, ¿Quién era la persona de la que estaba enamorada Maiko?

En primera, la chica no está enamorada, sólo le gusta; y en segunda...ya después verán de quién jajajaja.

Ahhh el fin del cap ya lo había escrito hace más de dos años y wujú... p fin lo he subido. De ahí es q el título del cap, q p cierto lo cambié ahorita.¬¬

Otra cosa de la que hablé con Kira, es que cuando ví kuroko no basket me quedé así de O.O...Hisoka es una mezcla de Kuroko y Himuro. Ahhhhhh...Lo kawaii de Kuroko y lo guapo y sexy de Himuro *¬*

El capítulo va dedicado para Isao, en ésto ultimos caps, cuando he subido el cap y me voy a responder los RR, pusshu!!! me topo con que la chica ya me dejo rr nuevo, muchas gracias ;). Disfruta del capi.

Besos

 

-Me colgó-vociferó Hiromi mirando el teléfono.

-Vaya…jamás creí que se molestara  por eso.-musitó Shuichi encogiéndose de hombros. Hiromi no dijo nada y se sonrojó-Y bien…¿Tú también estás molesta por lo que hice?-aprovechó la oportunidad para preguntarle  a su amiga.

Hiromi se puso más roja de lo que ya estaba. Después de lo sucedido, ni ella ni Shu mencionaron el tema y siguieron como si nada.

-No…no me molestó-murmuró, desviando la mirada del moreno.

Shuichi analizó bien la cosas, desde que Tamaki le había ido a visitar se percató de los sentimientos que sentía Hiromi por él. El cantante se sentía con el deber moral de corresponderle y más después de todo lo que había hecho la chica para animarle. Con el tiempo aprendería a quererla.

-Él ya tiene a alguien y es feliz-pensó-Es momento que yo haga lo mismo…-se aceró a la soprano y le susurró-Hiromi…

-¿Qué?-preguntó la niña, abochornada.

-Mírame-le pidió con voz dulce.  La mestiza le obedeció y le miró, Shindo le tomó el rostro con delicadeza y la besó-Me gustaría ser tu novio, ¿Qué opinas?

-Acepto…-susurró.

 

 

Capítulo 37

Una terrible pérdida.

 

 

Le despertó un fuerte dolor de cabeza. Miró con ojos entornados la habitación, la reconoció al instante, era su habitación en el apartamento de Tatsuha. Se apretó la cabeza para tratar de aminorar el dolor y al ver que en nada mejoraba, se puso de pie malhumorado y sediento.  Caminó arrastrando los pies hacia la cocina, bebió todo el jugo de fresa que había en el refrigerador.

-Ya has despertado…-oyó la voz de Tatsuha detrás suyo. Hisoka miró a su amigo y lanzó un gruñido. –Veo que no amaneciste con buen humor-sonrió con nerviosismo, creyendo que el menor estaba enojado por el beso que le había dado.

-Me duele la cabeza-se quejó, alborotándose el penacho que tenía.

Tatsuha se sintió un poco aliviado ante esto,  salió de la cocina y tardó unos minutos en regresar; tomó un vaso con agua y le puso una pastilla efervescente.

-Bébelo-le tendió el vaso-Esto te ayudará-Ono obedeció y lo bebió de un largo sorbo.

El par tomó asiento en la pequeña barra de la cocina.

-¿Cómo estás?-le preguntó Tatsuha.

-Física o anímicamente…-masculló Soka.

-Anímicamente.

-Pues…-lanzó un hondo suspiro-Creo que  esperaba ser rechazado…-se rascó la cabeza-lo único que me frustró fue que no pude darle un beso-resopló-Quería tener mi primer beso con ella.

Tat abrió los ojos de sorpresa y exclamó:

-¡Nunca has besado!

-No…-Hisoka se puso colorado.

-¡No puede ser!-el mayor se llevó las manos a la cabeza-Yo le di su primer beso-pensó.-Soy un asco de persona-murmuró y reposó su cabeza en la fría barra.

-¡Hey!-vociferó el menor-Tu reacción no me ayuda en nada-se quejó.

-Lo siento-se enderezó y se aclaró la garganta-En serio, ¿Nunca de los nunca  has besado a nadie?

-No…

-¿Ni uno de piquito?

-No…

-¿Ni por accidente?

-¡Basta!-dio un fuerte golpe en la barra con su mano izquierda. De inmediato se llevó la mano a la cabeza y lanzó un quejido.-Soy virgen en todos los sentidos-musitó con debilidad. Ese comentario no ayudó en el estado de ánimo del monje.

-Mika tenía razón-pensó para dolor suyo. –¿Pero…ni siquiera has visto porno o te has masturbado?

-Bueno…no soy virgen en algunas cosas-se puso rojo como un tomate-¿Qué cosas me preguntas?

-Ahhh…menos mal-suspiró Tat.

El mayor le preparó unos hot cakes  para la resaca; se sintió aliviado de que Hisoka no recordara el beso y se juró que nunca más se aprovecharía del guitarrista, le demostraría a su hermana que tenía autocontrol y que sus sentimientos eran puros.

Cuando a Hisoka se le quitó el dolor de cabeza,  habló y habló como si nada. Tat se sintió bien al ver que su amigo había asimilado muy bien el rechazo;  lo que el mayor desconocía, es que Ono había desquitado su frustración en su GPS.

Hisoka hablaba sobre el trabajo cuando fue interrumpido por el teléfono ; Tatsuha bufó y salió de la cocina para tomar la llamada. Era su padre. Ono le puso toda la mermelada que pudo a los hot cakes-como sugerencia del mayor-pues eso le ayudaría muy bien con las secuelas de la borrachera. Al poco rato regresó el monje, ceñudo.

-¿Todo bien?-le preguntó Ono.

-Me temo que no…-lanzó un hondo suspiro-Mi padre ha organizado otra reunión de negocios y tengo que irme ahora mismo a Kioto.

-Oh…bueno…

Tatsuha miró a su amigo y apretó los puños, no deseaba  dejarlo solo y mucho menos por esa reunión.

-Regresaré mañana-le dijo-Quédate y descansa lo que quieras-le alborotó el cabello-Nos vemos-el monje salió de la cocina y fue seguido por Hisoka.

-Tatsuha…-musitó cuando el mayo estaba por salir.

-Díme…

-Gracias…-Uesugi sonrió y le acarició el rostro al menor.

-Para eso somos los amigos-fue lo que dijo como despedida.

Hisoka tomó la mejilla que había acariciado Tat.

-¿Por qué nunca logro leer sus movimientos?-se preguntó.

Al verse solo, el menor regresó a su apartamento ese sábado.

 

 

Yuki degustaba de unos mochi de moras en  el jardín trasero de su casa. Estaba aprovechando de que estaba sólo, pues su padre había salido a quién sabe dónde.

-Joven Eiri…-susurró Akane, éste miró sobre su espalda. -La señorita Mizuki…-antes de que dijera algo más, la editora se había lanzado encima de su amigo provocando que el par se cayera sobre el pasto.

-Ouch…por Buda Kana-masculló.

-¡Volviste!-exclamó la mujer, aferrándose al cuerpo del rubio-Cuando me encontré con la señora Mika y me contó, no lo creí-le miró detalladamente y sonrió-tienes cachetes-el rubio se ruborizó. La editora no hizo otro comentario más sobre el aspecto de su amigo.

-Sí, si…ya…anda, quítate de encima-la mujer obedeció.

Akane sonrió y se retiró del lugar.

-¿Por qué estás en casa de tu padre? ¿No piensas regresar a Tokio?-el par tomó asiento en el tatami del pasillo que daba al jardín.

-No, no pienso regresar-contestó serio.

-Es por él, ¿Verdad?

Eiri asintió.

-Si ella se entera, me dirá que soy un cobarde, pero no me importa…lo soy…

Mizuki no dijo nada. Comieron mochi en silencio hasta que Yuki lo rompió.

-¿Te puedo pedir un favor?

-Lo que sea.

-¿Podrías ir por Nyankotaro? Lo extrañé mucho.

-Claro que si…-sonrió Kana.

-Pero por favor; si te pregunta por mí, que lo dudo, dile  en dónde estoy…

-¿Por qué?

-Para que esté seguro de que no le molestaré más.

-O sea que…¿Te vas  a quedar por siempre aquí en Kioto?

-Tal vez.

El par se despidió y cuando la mujer estaba por irse, se topó con el señor Uesugi y Tatsuha; los dos vestían el traje monstuki con el símbolo de la familia a la espalda.

-¡Mizuki!-exclamó Tat.

El padre sólo se limitó a hacer una leve inclinación y siguió su camino.

-Hola joven Tatsuha-sonrió la mujer.

-Tan bella como siempre-le pasó un brazo sobre los hombros de ésta.

-Y usted tan coqueto como siempre.-le quitó el brazo.

-Dejaré de hacerlo cuando me des el “si”-le guiñó el ojo.

-Tal vez pronto lo haga…

-Ahhh estaré esperando ese día-lanzó un suspiro, Mizuki sólo se limitó a mover la cabeza en forma negativa.

-Tengo que irme joven.

-Entonces nos veremos pronto “amor”-le besó la mano a la mujer y ésta sólo volvió a sonreír.

-Nunca cambiará-dijo esto y se despidió del chico que sonrió divertido.

Le encantaba jugar con la editora de su hermano y se divertía aún más cuando ésta le seguía el juego.

Había llegado con el tiempo justo por lo que no había podido saludar a su hermano mayor y así ofrecerle una disculpa. Aprovechando que se quedaría en Kioto hasta mañana, decidió poner las cosas claras con Eiri.

Le fue a buscar al lugar favorito del rubio y sonrió de satisfacción al verlo comer tranquilo.

-Hola Eiri.

Yuki se puso de pie y miró a su hermano. Tat se quedó boquiabierto al ver el aspecto del escritor.

-Estas bien gordo-fue lo único que se le ocurrió decir. Adiós a la reconciliación.

-Vete al diablo mocoso-vociferó el rubio, lanzándole la caja de los mochi que ya estaba vacía.

-Perdón…-dijo Tat, esquivando la caja-Era broma-fue lo que se le ocurrió decir.

-¿Qué quieres?-masculló.

-Vine a  hablar contigo-respondió serio Tat.  Yuki le miró dubitativo, lanzó un hondo suspiro y volvió a tomar asiento en el tatami, el menor le imitó.

-Y bien…¿Me equivoqué?-dijo, refiriéndose al plan de Ryuichi.

-Me temo que no…-bajó la cabeza su hermano. Yuki apretó la mandíbula, molesto.

-¿Qué te hizo ese imbécil?-farfulló, tratando de contener su furia.

-Me dijo todo y después me corrió de su casa-esbozó una sonrisa pálida-Lo siento tanto Eiri…te dije tantas cosas…

-Olvídalo-Yuki alzó la vista y miró el cielo azul

Tatsuha miró de soslayo a su mayor y recodó lo que Hisoka le había dicho sobre Shu y Hiromi. Se sintió comprometido de decírselo a Yuki, aunque le resultara doloroso.

-Eiri…-le miró con preocupación.

-¿Mmm?-bajó la mirada y observó al moreno.

-Me temo que Shuichi ya tiene novia.

-Ya lo sabía-dijo con tranquilidad.

-¿Eh? Pero…

-Él mismo me lo dijo-suspiró-Por esa razón es que me fui a México.

Tat se sorprendió de lo tranquilo que estaba su hermano.

-Y, ¿Qué piensas hacer?

-Nada…ya no hay nada que hacer.

 

 

Shuichi le había mandado un mensaje a su amigo, dándole las buenas nuevas; Hiroshi le respondió felicitándolo y recordándole que el jueves de la semana entrante era el cumpleaños de Suguru. El pelirrojo junto a K habían apartado una cabina en un karaoke lujoso para el sábado.

-Espero que lleves a tu novia-le había dicho Hiro en el mensaje de texto a Shuichi.

Al día siguiente pasó por Hiromi para ir juntos al trabajo, seguidos por un ceñudo Hisoka.  Ese lunes los ánimos estaban al por mayor en la sala de ensayos #6 del cuarto piso de X.M.R. Dresde se había alegrado con la noticia de que Hiromi ya era novia del moreno;  pero quién no había  recibió la noticia tan bien había sido Tamaki.  Aunque Shu estaba sonriente y daba ideas para la composición de la melodía, en el fondo sentía que algo le faltaba, sentía un vacío en su corazón.

Cuando finalizó la jornada, llevó a Hiromi a su casa y de ahí se fue a su apartamento. Se llevó una gran sorpresa al ver  a Mizuki fuera de su casa.

-Mizuki…-exclamó.

-Buenas noches joven Shindo-la mujer hizo una inclinación en forma de saludo.

El cantante abrió su apartamento e invitó a pasar a la mujer, Nyankotaro apareció para darle la bienvenida al par. Los dos tomaron asiento en la sala. 

-¿A qué se debe tu visita?-preguntó serio el joven, tratando de disimular su nerviosismo.

-Vine por Nya nyan.

Shuichi se sorprendió y miró al gato que yacía en su regazo.

-¿Por qué?

-Eiri me pidió de favor que viniera por él.

-¿Yuki?-se puso de pie y abrazó al gato-¡Me niego! Si lo quiere, que venga él personalmente-instó.

-Bien, le daré su recado-la chica se puso de pie.

-Mizuki…-la aludida le miró-¿Yuki ya está de regreso?

Sonrió y dijo:

-Si joven, está en Kioto con su padre.

Shuichi sintió un vuelco en el corazón y se aferró más al gato.

-Buenas noches-hizo una inclinación y salió del apartamento.

-¿Por qué Yuki?-murmuró-¿Por qué me haces esto?

La tranquilidad que comenzaba a disfrutar Shuichi se vio mermada por el rubio.

Por el resto de la semana Shuichi permaneció un poco inquieto, el apetito se le fue y dormía poco. Fingió estar bien a la vista  de sus amigos y novia.

 

 

El viernes por la tarde se había quedado de ver con sus amigas. Desde la vez en que había tenido que cancelar a última hora por que tuvo que cuidar  a Kaname, Ayaka no las había visto. Ahora era su oportunidad. Se arregló más de lo que estaba acostumbrada, para evitar las críticas de sus amigas.

Llegó puntual al lugar: el restaurante de un hotel lujoso en Shinjuku.

Le esperaban las gemelas Ichimonji, Rei, Momoi y Nana.

-Ayi-saludaron las gemelas, la castaña sonrió y tomó asiento.

-¿Y Tooru?-preguntó al ver un lugar vacío.

-¿Quién sabe? Tal vez no venga-se encogió de hombros Nana-Últimamente anda muy rara.

Usami asintió, coincidía con la chica, pues desde que su mejor amiga Tooru se había enterado de su compromiso con Hiro, la chica había cambiado de actitud, se portaba un poco grosera y déspota, dejaba plantada a Ayaka cuando ésta le pedía favor que la acompañara para las cosas de la boda, entre otras cosas.

-Olvidémonos de ella-terció Rei ceñuda-Santo que no es visto, no es adorado.

El mesero se acercó y tomó la orden de la recién llegada.

-Y bien, ¿Cómo es la vida de casada?-corearon las gemelas.

-De maravilla-suspiró Ayaka-Él es tan maravilloso…

Sus amigas suspiraron y la miraron con ojos brillosos.

-Kyaaaaaa…yo quiero casarme con un hombre así-dijo Momoi.

El joven mesero le llevó un té de sakura a la castaña.

-Aunque Tooru diga que es un perdedor tu esposo…-soltó sin darse cuenta una de las gemelas, Rei le codeó-Lo siento…se me salió-se cubrió la boca avergonzada.

-¿Cómo?-preguntó Ayaka.

-Nada, olvídalo-rio nerviosa la chica.

-Hola , hola- Tooru apareció con su sonrisa hipócrita-¿Cómo están chicas?-preguntó, tomando asiento junto a Momoi, que se tensó al verla.

De inmediato se sintió la tensión en el lugar.

-Pensé que no ibas a venir-le sonrió Ayaka.

-Pensé lo mismo, pues tengo taaantas cosas que hacer-la chica se peinó su sedoso cabello largo.

Rei puso los ojos en blanco.

-¿Y se puede saber qué cosas son?-inquirió Nana.

-Ay mis queridas amigas…ni griten cuando se los diga…-sonrió  con aire de superioridad.

-¿Qué es?-preguntaron curiosas las gemelas.

-Me temo querida amiga-se dirigió a Usami-qué no eres la única…

-¿A qué te refieres?-le preguntó Ayaka con voz inquisidora.

-Me voy a casar-sonrió.

-¡Cómo!-corearon todas las chicas.

-Con un “verdadero” hombre-miró a su “mejor”  amiga. Ayaka frunció el ceño.

-¿Quién es?-preguntó Nana.

-¿ES guapo?-dijo Momoi.

-Si…es un muy buen partido.

-Ay Tooru no seas cruel y dinos ya-se quejaron las gemelas.

-Me voy a casar con Tatsuha Uesugui.

Ayaka se quedó atónita ante lo dicho por la otra.

 

 

El sábado llegó, Tatsuha esperaba a Hisoka a que se terminara de bañar; mientras que Hiromi se alistaba para ir a la fiesta de uno de los amigos de Shuichi.

Cuando llamaron a la puerta, la chica le pidió de favor al monje que atendiera. Miró ceñudo cuando vio a Shuichi.

Se sentaron uno frente al otro.

-En verdad has caído muy bajo-susurró Tat, para que la chica no oyera.

-¿No sé de qué hablas? –dijo inexpresivo Shu.

-Jugar con Hiromi…en verdad…-apretó los labios y negó con la cabeza.

-No estoy jugando con ella-masculló.

-A mí no me mientes…lo haces para vengarte de mi hermano. Sólo te advierto algo-le señaló con un dedo-si haces llorar a Hiromi, te las verás conmigo-le instó.

Shu iba  a refutarle cuando apareció la jovencita.

-Ya estoy lista Shu-sonrió.

-Te ves muy bonita-le halagó.  Ono se sonrojó, mientras que Tat apretaba la mandíbula.-¿Nos vamos?-la soprano asintió, se despidió de Tat y salió del apartamento junto  a su novio.

La fiesta de Suguru estuvo bien, sin ningún por menos muy a pesar de que Mr. K había sido uno de los organizadores. Todos brindaron por la nueva pareja.

 

 

Mizuki había estado tan ocupada con el trabajo, que hasta ése sábado había podido mandarle un mensaje con la negativa de Shuichi al escritor.

-Y ¿Cómo está Nyankotaro?-le respondió con un mensaje.

-Bien, el joven Shindo lo cuida mucho.

-Ya veo…

-¿Piensa ir por Nyan nyan?

-No, si Shui lo quiere y él está feliz, no quiero interferir en eso.

Se despidieron y el joven se metió a darse una ducha.  Desde que Tat le había dicho que estaba gordo, Yuki había comprado una caminadora y todos los días corría en ella.  Estaba por bañarse después de su rutina de ejercicios cuando la editora le había mandado un mensaje. Después de disfrutar del agua fría que tonificaba sus músculos, el joven salió despejado de la ducha.  Se vistió y estaba por empezar a escribir en su diario cuando su celular sonó, había recibido un mensaje por medio del what´s up.

-¿Cómo te pinta la vida? mi querido amigo enojón.

Yuki sonrió. No había sabido nada de Alicia después  que la chica le preguntara sobre el estado de su papá.

-Bien…

-¿Y tu papá? ¿Sigue sin cagar?

-¡Ni me lo recuerdes!-lanzó un bufido.

-Jajajajajaja…lo siento pero fue muy divertido.

-Para mí no, viajar 20 hrs. Sólo por eso.

-Ya…ya…al menos tu papá sigue vivo. -Yuki no supo que responderle-¿Cómo vas con eso de Shuichi?

-Igual…

-Caray hombre…en verdad me desesperas.

-Entiende Alicia, eso ya no tiene solución.

-Bien, si crees que eso ya pasó, ¿Por qué no rehaces tu vida?-el rubio se quedó pensado y no respondió nada-Me atrevo a  asegurar que desde que llegaste no has salido de esa casa…

Yuki miró en su derredor, creyendo que la chico lo estaba espiando, sacudió la cabeza.

-Lo estoy haciendo…

-Seeeh…claro…-el hombre torció la boca-Vamos Eiri, sal con tus amigos, disfruta de la vida, ¿Quién te dice que conoces a alguien? Y esa persona te hace olvidar a Shuichi.

El escritor analizó lo que la mexicana le decía.

-Tal vez tengas razón.

-Piénsalo…espero tener noticias alentadoras para la siguiente ocasión.

Karama se despidió. Yuki  tomó asiento en su escritorio, puso la fecha en una esquina de la página y narró la conversación que había tenido con su amiga.

¿Debería de olvidarte? Shuichi…”

 

 

Aquél viernes 24 de Julio, Hiromi y Shuichi habían cumplido dos semanas de relación, Hisoka, al ver a su hermana tan feliz, había dejado a un lado sus celos y aceptó su relación con senpai.

 Para celebrar, Shu había llevado a la mujer al centro comercial de Shibuya.  Tan felices estaban disfrutando de su cita que no notaron  que a los lejos alguien les miraba con odio. Ryuichi Sakuma se había topado con la pareja y se había llevado una gran sorpresa, les siguió por el resto de la tarde; incluso recorrió los pasos del par hasta el apartamento de ella.  Satisfecho de su gran descubrimiento, se fue hacia a  su mansión. Si él joven cantante nunca fue para él, tampoco  permitiría que fuera para nadie más.

Ese viernes, Hisoka le había avisado a su hermana que pasaría todo el fin de semana en el apartamento de Tatsuha. La chica aprovechó eso y pensó en invitar a Shu a su casa… pero al pensarlo bien y darse cuenta que aún era muy pronto para eso, descartó la idea.

La pareja se despidió con un beso breve.

A primera hora del sábado, Sakuma fue a visitar a Hiromi. La chica al principio no le reconoció, pues aún estaba somnolienta.

-Soy Sakuma, el amigo de Shu-dijo el joven. La soprano aún sin entender bien la situación, invitó al hombre a entrar-Siento mucho el haber venido sin invitación-musitó en su faceta infantil.

-No se preocupe-la chica bostezó.  Le indicó que tomara asiento, el castaño se sentó frente a la jovencita.

Ryu la miró y lanzó un suspiro.

-Siento tanta pena por ti, querida.

-¿Cómo?-la chica pestañeó y se borró todo rastro de sueño-¿A qué se refiere con eso?-preguntó desconcertada.

-Me acabo de enterar de que eres novia de Shu.

-Si…

-Supongo que estás enterada de Yuki, ¿Ne?-le interrumpió.

-Yuki…si…-la chica se acomodó el cabello largo-la chica con la que andaba Shu antes de irse de Japón.

-¿Chica?-Ryu abrió los ojos y soltó la carcajada, divertido-Querida…en verdad eres tontita.-le dijo ahora con su faceta madura.

Hiromi frunció el ceño.

-Vaya al grano señor-le espetó.

-Bien, pues me temo informarte que Yuki no es mujer, es un hombre…un hombre muy guapo.

-Está diciendo que Shu es …-dijo en un hilillo de voz.

-Gay…bueno, eso creía pero al verte con él me ha hecho pensar que tal vez sea bisexual-se encogió de hombros-o…-sonrió de manera perversa-está jugando contigo.

-¡No es cierto!-vociferó Ono.

-Claro que es cierto…Shu no ha olvidado a Yuki, de hecho ellos siguen andando mientras que tú suspiras porque por fin Shu es tu novio-fingió un  suspiro-Siento mucho decírtelo, pero me creí  con el deber de hacerlo… de hecho acabo de ver a Yuki entrar al edificio en donde vive Shu.-se puso de pie-me temo que Shuichi ya no es el mismo chico que conocí…que lástima…-Ryu disfrutó la cara de la jovencita que se encontraba con los ojos desorbitados.

No dijo nada más y salió del apartamento satisfecho.

 

 

Hiromi caminaba hecha un mar de lágrimas. No podía creer lo que ese hombre le había dicho, era mentira, si eso debía de ser, se lo repitió como si de un mantra se tratara.

Cuando estuvo frente a la puerta de su novio, temió encontrarse con Yuki. Dudó un tiempo en tocarla. Se enjugó sus lágrimas y con decisión llamó a la puerta.

Un somnoliento Shuichi en ropa interior le abrió.

-¿En dónde está?-preguntó la chica, entrando al apartamento sin quitarse los zapatos.

-¿Quién?-pregunto confundido Shu, siguiéndola.

-Yuki…tu novio-le encaró.

Ante esas palabras, Shu abrió los ojos.

-Ya sé todo…él me lo dijo-la chica comenzó a llorar-¿Cómo pudiste?

-No…yo puedo explicarlo-le tomó de los hombros.

-No me toques-se alejó de su novio- Un hombre, con un hombre me engañas…¿Por qué Shu? ¿Por qué?

-Yo no ando con Yuki…eso ya quedó en el pasado.

-¡No mientas!-la chica se le fue a manotazos. Shindo se dejó hacer sintiéndose culpable.

La chica se dejó caer de rodillas y soltó en un llanto amargo.

-Lo siento tanto Hiromi…-se acercó a ella para consolarla, pero la chica manoteó.

-No me toques-se enjugó las lágrimas con el dorso de su mano y haló todo el aire que pudo, miró con ojos vidriosos al chico.

-Supongo que nunca sentiste algo por mí.-se puso de pie junto al moreno. Shu desvió la mirada.

-Estuve haciendo todo el esfuerzo para corresponderte pero…

-No pudiste…-la chica apretó los puños e hizo todo para no seguir llorando-No puedo creer que me haya enamorado de ti…-se acercó a un cabizbajo Shindo-eres despreciable-masculló la soprano.

Salió del apartamento dando un portazo.

 

 

Lo primero que sintió al abrir la puerta fue un fuerte puño estrellarse en su cara.  Tat miró aturdido a la persona que lo había agredido.

-¿Cómo pudiste?-farfulló un colérico Shu.

-Shu…Shuichi…-murmuró con desconcierto el menor, sobándose el rostro magullado.

-¿Por qué le mentiste a Hiromi?

-¿Mentirle? Espera, no sé de qué me hablas.

-Patrañas…-gritó.

-Calma Shu, despertarás a Hisoka.

-Maldita sea-se pasó una mano por el rostro-Hiromi ya sabe lo de Yuki…y cree que yo ando con él-dijo, tratando de sonar calmado.

-Lo siento mucho Shu pero…yo no dije nada. Sé que nunca estuve de acuerdo en que ustedes anduvieran pero hacer eso…no, no-negó con la cabeza.

-Y entonces, ¿Quién fue?-se sobó la sien.

-Supongo que alguien que no desea que estés con Hiromi.

Shu abrió los ojos y miró a Tat.

-Yuki…-farfulló. Se dio media vuelta y caminó a zancadas hacia el ascensor.

-Espera Shu…-salió detrás de él-no cometas una tontería por favor-el cantante le ignoró y se subió al ascensor-Maldición…regresó sobre sus paso, pues estaba descalzó. Cuando entró a su apartamento, Hisoka ya se había despertado y le miraba con los ojos entornados.

-¿Qué sucede?-´preguntó, rascándose un ojo.

-No es nada…-Tat cerró la puerta y se cubrió la mejilla hinchada.

 

 

Aquella mañana, el rubio se despertó temprano, había estado inquieto toda la noche y al no poder conciliar más el sueño, optó por ponerse a escribir. Aún con el yukata puesto, el rubio salió al jardín trasero. Llevaba en una mano una taza de café y en la otra su diario. Abrió la puerta corrediza del pasillo y tomó asiento en el tatami. Disfrutó de la mañana.

Con la última plática con la mexicana, Yuki entró en un dilema en seguir pensando en Shuichi, aunque estuviera muy lejos de su alcance o aferrarse a su amor no correspondido. Abrió el diario, le dio un sorbo a su café y escribió.

“Me resulta doloroso la decisión que he tomado, pero creo que es por el bien de los dos. Me olvidaré de ti Shuichi, guardaré todos los recuerdos en el fondo de mi corazón y…”

Un manotazo hizo que  saliera volando la pluma con la que escribía, molesto ante está acción tan agresiva alzó la vista y sus ojos dorados se abrieron de sorpresa.

-Shu…ichi…-musitó, incrédulo.

-¡Eres un maldito!-le espetó.

-Lo siento mucho joven Eiri-dijo Akane, agitada-le dije que usted estaba escribiendo.

Eiri negó con la cabeza, se puso de pie y haló de un brazo a Shu. Le llevó hacia el jardín; Shindo se soltó del agarre y abofeteó a Yuki.

-¿Cómo pudiste?

El rubio apretó los ojos y se llenó de toda la paciencia que pudo.

-No sé de qué me hablas…-dijo con voz neutra.

 -¡Mientes!-gritó-Si ya eres feliz con tu novia, ¿Por qué insistes en hacerme infeliz ?

-Novia-repitió el rubio, sin entender nada-Creo que estas confundido.

-Confundido mis testículos-gritó aún más fuerte-¿Por qué te empeñas en molestarme?…ya déjame en paz de una maldita vez…-le miró con ira-comenzaba a ser feliz hasta que tu apareciste-le señaló-siempre eres tú el responsable de mis desgracias.

-Ya es suficiente…-le instó Yuki, ceñudo.

-No me callaré-gritó sin importarle que su garganta le doliera-Te odio…te odio tanto…-sus labios se movieron pero de su garganta no salió ningún ruido. Shuichi abrió sus ojos y se llevó una mano a la boca.

-Shuichi…-musitó asustado el rubio-Tu voz…

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).