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Mercy rain por kozzha

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Notas del capitulo:

Hola.

Pues que les puedo decir...

En éste cap tendrán sentimientos encontrados. Un poco de todo jejeje.

Las canciones que menciono en el cap son:

Los agachados -Tintán.

La célula que explota-Caifanes.

Adelante corazón-Daniela Romo.

Capítulo dedicado a bellkatekyo, quién fue el review 400 y por que gracias a ella dejando reviews en casi toooodos los caps es que he llegado-hasta ahora- a los 406 reviews :D.

Disfruten el cap.

Jugaba con sus manos nervioso, esa repentina reunión le daba muy mala espina.

-¡Estate tranquilo Tatsuha!-le instó con desesperación Ryosuke.

-Lo siento padre.

Aquél domingo el jovencito se había visto obligado a ir a Kioto para una reunión con sus futuros suegros; algo que lo inquietaba demasiado.

-Perdón por la tardanza-la voz grave del señor Asahi hizo que los Uesugi se pusieran de pie e hicieran una inclinación a modo de saludo. La pareja Asahi apareció en la sala de estar que era de un estilo tradicional japonés. El señor Asahi les dio la indicación de que se volvieran a sentar.-¿Cómo estás Tatsuha?-preguntó el señor sonriente.

-Bien señor.-el mayor amplio su sonrisa y miró a su amigo Ryosuke.

-En verdad es un gran muchacho amigo.

-Lo sé-dijo con orgullo el señor Uesugi.

-Confirmo que he tomado la mejor decisión al elegirte como el marido de mi princesa-Tatsuha esbozó una sonrisa diplomática.

-¿Y la señorita Tooru?-preguntó Ryosuke.

-En un momento está con nosotros-habló la señora Asahi-No se ha sentido bien últimamente-suspiró.

-Tan sólo tiene la presión baja-interrumpió el señor Asahi.

-Qué bueno que tiene como padre al mejor doctor de Japón-halagó su amigo.

-No exageres amigo-musitó el papá de Tooru.

-Con permiso-la suave voz de la hija menor de los Asahi interrumpió la charla.

-Adelante princesa-la joven entró con timidez, algo que a Tatsuha le pareció absurdo.

Tooru llevaba puesto un elegante kimono que a pesar de ser elaborado con las mejores telas, no lucía en ese cuerpo vulgar y carente de porte, pues “ La mona aunque la vistas de seda, mona se queda”.

Tomó asiento junto a su padres. A los pocos minutos apareció una sirvienta con una bandeja que contenía una tetera, tazas y wagashis. Sirvió el té y antes de salir del lugar hizo una pronunciada inclinación.

-Ya que estamos los interesados presentes-habló el señor Asahi-Deben de preguntarse el porqué de ésta inesperada reunión-Tatsuha asintió serio siendo codeado por su padre-Estuvimos hablando mi esposa y yo y dado que es mucho tiempo el esperar casi dos años para asegurar el compromiso-miró a Tatsuha-creo que  es mejor que se casen en éste año-el monje Uesugi alzó la vista y miró con ojos grandes a su prometida que sonreía con inocencia.

-¿En éste año?-dijo en un hilillo de voz el moreno-Pero…

-Si lo que te preocupa es de qué manera mantendrás a mi hija-dijo el señor Asahi-no te inquiete hijo, yo me encargaré de todos los gastos mientras terminas la universidad.

-No…no es eso…yo…-carraspeó y miró a su papá esperando apoyo.

-Por mi está bien-habló el señor Uesugi.

Ante lo dicho por su padre al joven Tatsuha se le fueron las fuerzas y se sintió mareado.

 

 

Capítulo 52

Un deseoso tabú.

 

 

Tan sólo vio a su amigo, Alicia saltó sobre el rubio y se pegó como una sanguijuela o eso fue lo que pensó Shuichi.

-Mi querido gruñón-canturreó la joven dándole un beso tronado a un sonriente Yuki.

Shuichi sintió que la sangre le hervía y estuvo a punto de tomar del cabello a aquella mujer pero se contuvo por que no deseaba hacer un show ahí.

-¿Cómo estuvo el viaje enana?-la chica se alejó del más alto e hizo la señal de amor y paz.

-¡Muy bien!-exclamó la chiquilla-Sólo que tengo mucha hambre-hizo un puchero.

-Me lo imaginé-amplió su sonrisa el rubio.

Shuichi miró con coraje al par, él era al único que le sonreía  así Eiri o eso había creído. Encabritado de ser ignorado por los dos, el moreno carraspeó.

-¡Oh! Es cierto. Él es Shuichi-Eiri haló a su prometido y lo abrazó.

-Por fin te conozco Shu. Mucho gusto, soy Alicia Karma-la joven hizo una inclinación.

El aludido se molestó aún más al notar que le llamaba con el diminutivo que sólo le permitía a sus amigos. Esa mujer se estaba tomando muchas confianzas.  

-Es Shuichi-le corrigió entre dientes.

-Lo siento Shuichi-dijo con sorna Alicia, remarcando el nombre del otro. La jovencita sintió que no era del agrado del novio de su amigo, cosa que era recíproca. Había una fuerte fuerza que hacía que ese par se repelara.

-Vamos por tus maletas-sugirió Eiri quién no había notado la poca empatía que había entre ese par.

El rubio cargó las tres maletas de la chiquilla y le siguieron hacia el auto los dos chicos quienes de vez en cuando se lanzaban miradas amenazantes.  Al salir del aeropuerto la mexicana se quitó su voluminosa chamarra.

-Creí que haría frío-se quejó Alicia antes de subir al vehículo.

-Aún estamos en otoño enana, pero no debes de confiarte-le dijo su amigo.

El trío montó al auto y por sugerencia de Shuichi fueron a comer pollo KFC.

-Yo esperaba comer comida japonesa-masculló Karma.

-No te preocupes enana, habrá tiempo para que puedas comer todo lo que quieras de nuestra comida.

-Está bien-gruñó ceñuda.

Shuichi sonrió gustoso.

Ya estando en el restaurante de comida rápida, Shuichi pidió una hamburguesa de pollo, Eiri pidió una gran ensalada y Karma-resignada-una hamburguesa doble.

-Por cierto-habló aún con la boca llena la niña-No logré conseguir hospedaje.

-Ya te dije que yo me encargaría de eso.

Ante lo dicho por el rubio, Shuichi dejó de comer y miró a su prometido con terror.

-¿Se va  a quedar con nosotros?-preguntó en un hilillo de voz.

Eiri negó con la cabeza a lo que Shu suspiró con alivio; Karma sólo se limitó a sorber su refresco en señal de que estaba molesta ante la reacción del otro.  

-Hablé con mi hermana y ella se ofreció en alojarte en su casa.

-¡Cómo!-exclamó Shu sorprendido.

-¿En serio?-terció Karma no muy convencida-No deseo causar molestias gruñón.

-No es ninguna molestia enana. Ella está muy agradecida contigo, aparte que en tu condición no puedes estar sola.

Karma chasqueó la lengua.

-¿Mika dijo eso?-preguntó con incredulidad el cantante. Eiri sólo asintió-Increíble-puso los ojos en blanco.

Por el resto de la comida Karma no habló, dando a entender que estaba inconforma con esa idea. Por más que el rubio trataba de entablar alguna conversación con ella, ésta sólo le respondía con monosílabos. Después de comer, Eiri decidió llevar a casa de Mika a su amiga para que descansara por el largo viaje.

-En serio. No es necesario molestar a tu hermana-insistió Karma por enésima vez camino a la casa de la castaña.

-Ya te dije que no es ninguna molestia-masculló Eiri fastidiado-Un “no” es un “no”…fin de la discusión-dijo golpeando el volante. Karma gruñó y Shuichi se regocijó ante el regaño que le había dado su prometido a la mexicana.

-Ogro gruñón-musitó.

-¡Te escuché!-le instó el rubio. Shuichi soltó una risilla-Es por tu bien enana-suspiro el rubio-Aparte le prometí a tu hermana que cuidaría de ti-ante lo dicho por su amigo, Alicia abrió los ojos de sorpresa.

-¿Hablaste con Denisse?-exclamó.

-Pues si…al parecer se las ingenió para conseguir mi celular.

-Pero ella no sabe japonés.

-Pero sabe inglés.

Karma se cruzó de brazos y frunció el ceño.

-Esa mamá gallina metiche-farfulló en español.

Cuando llegaron a casa, Midori recibió a la mexicana pues Mika y Kanama habían salido al cine.

-Midori está al tanto de tu situación, cualquier cosa que necesites no dudes en decirle a ella, ¿Está bien?-le dijo Eiri.

-Si.-masculló la joven.

-¿Cuál es su habitación?

-La que tiene baño propio-dijo la ama de llaves-el rubio asintió y llevó las maletas de la chica a la planta alta.

-Bienvenida sea señorita Karma-dijo la señora haciendo una inclinación.

-Gra…gracias-la chica se cohibió.

-¿Desea algo?

-No…gracias. Sólo quiero dormir.

-Bien. Por cierto, ¿Ya se tomó su medicina de la artritis?

-No-dijo la chica sorprendida.

-Entonces ahora mismo le traigo agua para que se la tome-dicho esto la mujer se fue hacia la cocina.

Karma se hundió en el mullido sillón e hizo todo lo posible de ignorar la mirada de Shu.

-No creí que estuvieras tan enferma-le dijo.

-Para tu desgracia no tengo una enfermedad terminal, así que si esperas que me muera me temo que eso no sucederá.-ante lo dicho por ésta Shu se sintió mal, había pasado la línea.

-Lo siento-se apresuró a decir.

Karma se encogió de hombros.

Midori apareció con un vaso con agua y se lo tendió a la jovencita. Alicia sacó del bolsillo de su pantalón un pequeño pastillero y sacó una píldora redonda. La echó a su boca y bebió todo el contenido del vaso.

-Gracias.

-Listo-dijo Yuki bajando las escaleras-Te dejamos para que descanses.

-Gracias gruñón.

La pareja se despidió y salió de casa de Mika.

 

 

Llegó a Tokio al anochecer. Con un andar lento y cansado entró a su apartamento, se descalzó con pesadumbre. Caminó con la espalda encorvada hacia la sala en donde se dejó caer sobre el sofá. La verdad que todo esto se le había salido de las manos, jamás creyó que el aceptar aquél compromiso le causaría tantos problemas y tristezas. Lo había tomado a la ligera, creyendo que cuando llegara el momento de casarse con Tooru las cosas serían diferentes, como había pasado con Ayaka y Eiri.  

-Qué tonto fui-susurró Tatsuha.

Y ahora para el veinticinco de diciembre firmaría su sentencia.

Se quedó por un tiempo sumergido en sus pensamientos hasta que harto del silencio, el chico buscó a sus costados el control del televisor, chasqueó la lengua al ver que estaba en el mueble del aparato junto a su consola de videojuegos. Con movimientos lentos se puso de pie y caminó arrastrando los pies hacia el televisor, tomó el control y encendió el aparato. Sus ojos se abrieron como un par de platos cuando vio a Hisoka en el televisor. En aquél canal había puesto el video del sencillo del dj Tamaki que había sido interpretado por el mestizo. Hipnotizado por el chiquillo de la televisión, Tatsuha acarició la pantalla.

-Perdóname-susurró  mientras se dejaba caer de rodillas-Perdóname…-se cubrió el rostro y lloró-No debo de involucrarte en esto…no debo de involucrarte en esto-se repitió miles de veces entre sollozos.

 

 

-Y ¿Bien? Que te pareció la enana-le preguntó Yuki a su prometido mientras se ponía la pijama.

-¿En serio quieres saber la verdad?

Eiri soltó una risilla.

-Sé que no conociste el mejor lado de ella, pero debo de aclararte que le resulta bastante molesto que la traten de un modo especial debido a su enfermedad. Lo que ella más desea es ser una chica común y corriente. Sólo es cuestión de que hables más con ella…sé que se llevarán bien ya que son tan parecidos.

-¡Parecidos!-vociferó Shu.

-O ¿Me equivoco?-preguntó Eiri recostándose en la cama.

-Increíble-bufó Shu antes de ir al baño a cepillarse los dientes.

-¿Dije algo malo?-se preguntó Yuki rascándose la cabeza, confundido.

 

 

El lunes Shuichi recibió muy buenas noticias pues las grabaciones del nuevo sencillo habían finalizado y sólo quedaba hacer ciertos ajustes, eso significaba que tan sólo iría por esa semana a la disquera y no sólo eso, sino que la jornada de trabajo no sería completa. Aprovechando eso, el manager se aventuró a aceptar las entrevistas en algunas televisoras y radiodifusoras, como también algunas presentaciones en vivo en algunos programas musicales, siendo así que tanto Tamaki como Hisoka aún tenían trabajo por hacer. Siendo así, para la siguiente semana retomarían las grabaciones pero ahora de las canciones ya viejas del dj que cada quién interpretaría. Como los gemelos Chiba eran los más problemáticos, Tamaki y su equipo les eligieron para qué fueran los primeros.

Ese mismo día Eiri viajó a Kioto para ver a su padre e informarle sobre su unión con el cantante. El rubio llegó para medio día y mientras esperaba a que su papá regresara de hacer un exorcismo, Eiri bebió té verde en compañía de su nana quién recibía la gran noticia feliz.

Cuando Ryosuke regresó a casa, su hijo le pidió hablar a solas por lo que el par se encerró en la sala principal.

-¿A qué se debe tu repentina visita?-le dijo el señor Uesugi.

-Vine para avisarte que me voy a casar-dijo lacónico.

-¿Cómo? ¿Con quién? No me has presentado a la señorita-comentó desconcertado el mayor.

-Sabes muy bien que no es una mujer, ¿Por qué te quieres engañar?

-¿Ese ese?-farfulló con desdén.

-Ese tiene un nombre y es Shuichi y es mi futuro esposo-le aclaró. En su tono de voz se podía apreciar un poco de molestia.

Ryosuke se puso de pie furibundo ante el atrevimiento de su hijo y sin pensarlo dos veces le abofeteó, volteándole el rostro por el fuerte golpe. Eiri sólo apretó los ojos e hizo un esfuerzo por aguantar el dolor pues sabía que si se quejaba le iría peor. Se lamió el hilillo de sangre que escurría de la comisura de su labio y haciendo un esfuerzo por permanecer ecuánime, giró su rostro y  le miró con ojos inexpresivos.

-Retráctate-le instó su papá, colérico.

-No lo haré. Le amo padre, ¿Qué no lo entiendes?

-¡No! No lo entiendo. Es un hombre…eso es antinatural…es repugnante.

-Entiendo-Eiri se puso de pie y caminó hacia la entrada de la sala-Sólo quería informarte de mi decisión-dijo estando ya en la puerta.

-Si sales de ésta habitación y te casas con ese te negaré como mi hijo y te prohibiré el acceso a ésta casa-le amenazó desesperado el mayor.

-Bien-dicho esto salió con paso seguro de la sala.

-¡Eiri!-gritó su padre y darse cuenta que su hijo le ignoraba volvió a gritar -¡Eiri!-patió el pido y masculló con frustración-Maldita sea…-

El rubio estaba por salir de la gran casa cuando Akane le dio alcance.

-¡Joven Eiri!-gritó con desesperación, el aludido detuvo su andar y se giró-¿Es cierto? ¿Es cierto que usted ya no regresará?-le preguntó con los ojos llorosos.

-Me temo que es cierto-asintió Yuki.

-Pero…

-Cualquier cosa que necesites, pídele a Mika mi dirección y teléfono y no dude en marcarme nana, ¿Si?-le dijo el joven tomando entre sus manos las pequeñas manos de la anciana.

-Si joven-asintió la mujer hecha un mar de lágrimas.

-La espero en mi boda nana, ¿Vendrá verdad?-y le besó las manos.

-Lo haré joven.

 

 

Para los cantantes, la jornada de trabajo había finalizado por lo que todos se alistaban para regresar a sus respectivas casas. El único que se quedaría era Hisoka quién tenía que dar voz a la melodía de Tamaki en la presentación en vivo en donde entrevistarían al Dj.

-Buen trabajo a todos-se despidieron Tomoya y el matrimonio conformado por Paul y Suzuki.

-Gracias por su trabajo-corearon Dresde, Hiromi y Shu.

Los hermanos Chiba jugaban por PSP y Tamaki hablaba con Hisoka sobre la presentación de ese día.

Shuichi estaba por irse también recordó que Yuki le había dicho que invitara a sus amigos a comer un día de esos. Vio que los gemelos aún estaban ahí y chasqueó la lengua y después de pensar de qué manera podía hablar con sus amigos, lo único que se le ocurrió fue el de hablar como el buen líder que era.

-Miembros de Delerium y…Tamaki-dijo por fin con seriedad. Los aludidos voltearon a verle con desconcierto-¿Puedo hablar con ustedes en privado?-todos asintieron-Bien, sigánme-Shu salió seguido por Tamaki y Hisoka.

-¿Y ahora que le sucede?-le preguntó Hiromi a Dresde quién se encogió de hombros.

-No tardamos-dijo Dresde a los gemelos que no se dieron ni por enterados.

Hiromi y Dresde les alcanzaron en la zona de fumadores en donde el líder de la banda encendió un cigarrillo y les miró con los ojos entornados.

-Eiri quiere invitarlo a comer a mi casa…-soltó sin más.

Todos pestañearon desconcertados. Y cuando reaccionaron:  Tamaki soltó una carcajada mientras que Hisoka ponía los ojos en blanco, Dresde suspiraba aliviada y Hiromi le zarandeó molesta.

-¿Eso era todo?-le espetó.

-Si…perdón por hacerlo de ésta manera pero es que no quería que los gemelos se enteraran.

-Está bien-masculló Hiromi soltando a su amigo-¿Y para cuando es la cita?

-Pues…debido a los compromisos de Tamaki y Hisoka. No sé qué día puedan estar todos.

-No cuentes conmigo senpai-se adelantó a decir Hisoka.

-¿Eh? Pero…

-No ando de humor para las reuniones, lo siento. Con su permiso-dicho esto salió del lugar.

Shuichi miró a Hiromi esperando alguna respuesta pero la Ono sólo se  limitó a suspirar con resignación.

-Yo mañana tengo la tarde libre como ustedes-sonrió Tamaki.

-Cuenta conmigo-sonrió Dresde.

-¿Qué dices Hiromi?-miró con ojos esperanzados a su amiga quién se veía indecisa.

-Está bien-vociferó-Pero que quede claro que sólo lo hago porque tu novio va  a hacer comida casera.

Shuichi sonrió.

-Bien, entonces mañana saliendo del trabajo, ¿Ne?

-Si-corearon todos.

Shindo se despidió de sus amigos y regresó a la sala de grabaciones para tomar sus cosas. Los hermanos Chiba ya se había ido y sólo estaba Hisoka mirando al vacío. Shu se sintió mal por su amigo y sin pensarlo dos veces se acercó a él.

-Hisoka, ¿Estás bien? Si hay algo que te preocupa o…

-Estoy bien senpai, sólo quiero estar solo-el mayor torció la boca ante lo dicho por su kohai.

-Bien-resopló y caminó hacia su morral-Si cambias de decisión seré todo oídos, ¿Ne?

Hisoka sólo asintió. Shindo tomó sus cosas y se despidió del menor.

Cuando llegó a casa, Eiri estaba encerrado en su estudio.

-Ne, Eiri…Vamos a comer-le dijo tras la puerta el chiquillo.

-Ya voy-se escuchó la voz apagada de su prometido. El moreno le esperó fuera de la habitación y cuando éste salió del estudio, Shuichi se llevó unas manos a la boca  a causa de la impactante imagen que tenía frente a él: Su prometido tenía el labio hinchado y la mejilla amoratada.

-¿Quién te golpeó?-dijo con voz a cuello el menor, tomando el rostro del rubio con delicadeza.

-Fui a ver a papá-fue lo único que dijo Yuki.

 

 

Sólo bastó de un día para que Karma se adaptara al cambio de horario; por lo que aquél martes la chica se despertó fresca como la mañana. Bajó hacia la cocina para hacer su debida presentación, dado que el día anterior se la había pasado encerrada en su recámara.

Se asomó a la cocina y vio a Midori de espalda muy concentrada en guisar. En la mesa estaba una mujer castaña de gran porte que hablaba amenamente con un niño de seis años aproximadamente quién tenía un gran parecido a Eiri.

-Buenos días-dijo, entrando un poco cohibida al lugar.

-Oh, vaya…veo que ya te adaptaste al cambio de horario-sonrió Mika, poniéndose de pie.

-Sí. Muchas gracias-miró a la mujer y de inmediato se inclinó-Mi nombre es Alicia Karma, por favor cuide de mi-se apresuró a decir.

Mika le miró detalladamente y amplió su sonrisa.

-Encantada de conocerte Alicia-la aludida se enderezó y ahora fue el turno de Mika-Mi nombre es Mika Uesugi y soy la hermana mayor de Eiri.

-Yo soy Kaname-dijo el niño desde su silla.

-No seas grosero-le regañó su mamá-Saluda bien.

-Descuide, en mi país es común ese tipo saludos-sonrió la chica.

-Está bien-Mika chasqueó la lengua y tomó asintió, no sin antes invitar a Karma a que hiciera  lo mismo.

Midori se acercó y les sirvió el desayuno a los tres.

-Dice Eiri que puede comer de todo.

-Así es.

-Que bien-después de servir toda la comida, Midori también tomó asiento. Agradecieron por los alimentos en coro.

Mientras Karma degustaba de los platillos de Midori, Mika le miraba de soslayo.

-En verdad que mi hermano te describió muy bien-sonrió la castaña.

Karma correspondió a la sonrisa.

 

 

Por la tarde del martes, los invitados a casa de Shu y Yuki estaban alistándose para darle fin a esa jornada de trabajo.

-¿En serio que no quieres ir?-le preguntó Hiromi a su hermano, éste respondió con una lacónica negativa-Está bien-suspiró resignada-Vete con cuidado a casa, ¿Si?.

-Lo haré.

-¿Traes contigo el GPS?

-Sí.

Shuichi se echó su mochila al hombro y dijo.

-¿Listos?

-¡Sí!-corearon los tres amigos.

-Cuídate manis-Hiromi se despidió de beso de su menor y salió tras los demás.

 

 

Después de que Mika y Kaname se fueran, Karma se quedó sola con Midori. A la mexicana le agradó mucho la ama de llaves de la hermana de Eiri y estaba en una deliciosa conversación cuando el rubio llegó.

-Qué inoportuno eres gruñón-se quejó Karma al verlo aparecer en la cocina.

-A mí también me da gusto verte enana.

La chica pestañeó varias veces hasta que reparó en la mejilla morada de su amigo.

-Pero, ¿Qué chingados te pasó?-exclamó en español. Al ver la reacción de la chiquilla no fue necesario preguntarle que había dicho.

-Mi padre me golpeó-la chica le miró con horror.

-¿Por qué?

-Por mi boda con Shuichi.

-¡Qué pen****!-masculló en su idioma natal. La chica salió furibunda de la cocina y fue a buscar a Midori quién estaba en la planta alta tendiendo la cama de Kaname.

-¿Chocolate en polvo?-preguntó Midori.

-Sí. ¿Tienes?

-Mmm…si…está en la alacena.

-Gracias.-la chica regresó sobre sus pasos.

Cuando entró a la cocina se topó con un  tranquilo Yuki quién bebía un poco de té. Karma abrió la alacena la gran alacena y buscó.

-¿Qué haces enana?

-Busco chocolate en polvo.

-Oh…

-¡Lo tengo!-la chica tomó un frasco con un polvo e color café oscuro. Lo abrió y se vertió un poco en una de sus manos, se acercó a su amigo y le dijo-Lámeme la mano-y le estiró la mano libre.

-¿Eh?

-Anda, hazlo-le instó.

-No lo voy a hacer-gruñó con un dejo de asco.

-¿Qué prefieres? Tu baba o la mía.

-Está bien-puso los ojos en blanco y sacó la lengua y lamió con asco la mano de su amiga.

-Buen niño-sonrió Karma y llenó su mano de chocolate en polvo y se lo untó en la mejilla.

-Qué asco.

-Es el mejor remedio para los golpeas. Créeme, en unas cuantas horas habrá desaparecido-la chica volvió a repetir el ritual.

Cuando se fueron de casa de Mika, Yuki tenía embarrada en su mejilla una especie de pasta de chocolate.

El par de amigos charlaron mientras preparaban la comida para los invitados de Shu. El rubio insistió en saber cómo le había ido a su amiga en todo ese tiempo, dado que la chica había sido poco comunicativa en el Skype.

Una hora antes de que su prometido llegara con sus amigos, Eiri se fue a lavar el rostro por orden de Alicia. El joven se llevó una gran sorpresa al ver que su mejilla se había deshinchado y el moretón se había borrado.

Para el joven Shindo no fue muy grato el ver a la mexicana en su casa.

-¡Bienvenidos!-dijo la chica apareciendo en la sala-¿Desean algo de beber?

Todos los ahí presentes se quedaron boquiabiertos al ver el aspecto de la chica. Tamaki se centró en sus grandes senos, mientras que Dresde en su piercing.

-¿Quién es ella?-le susurró Hiromi mirando con desdén a la mexicana.

-La amiga de Eiri.

-¿En serio?

Karma molesta ante la reacción de los invitados carraspeó y sin mucha diplomacia habló.

-Van a querer beber algo o no.

-Yo quiero leche-dijo Tamaki sin despegar la mirada del escote de la chiquilla, Dresde se dio cuenta de esto y le dio un codazo a su marido-¡Lo siento! ¿Tienes limonada?

-Claro-sonrió  con sinceridad la chica y todos se quedaron boquiabiertos, incluso Shuichi quién al percatarse de su reacción sacudió su cabeza.

-¿Tienes ramune?-preguntó Dresde.

-Sipi. Hay de fresa y lichi.

-Entonces quiero de lichi.

-Yo uno de fresa se apresuró a decir Hiromi.

-¿Y tú Shu?

-Es Shuichi.

-Cómo sea.

El moreno lanzó un gruñido nada discreto y farfulló.

-Un ramune de fresa.

-En un momento regreso.

No tardó mucho en regresar la chica, pero ahora en compañía de Eiri quién llevaba la bandeja con las bebidas. La depositó en la mesa de centro. Karma tomó asiento en el sofá individual.

-Disculpen si no salí a recibirlos, pero estaba terminando de hacer la comida-dicho esto el rubio se inclinó-soy Eiri Uesugi, encantando de conocerles.

Dresde se quedó boquiabierta al recordar que él había sido el  compositor de una de las canciones inéditas de la banda; por su parte Tamaki se puso de pie y se inclinó en respuesta al saludo.

-Soy Tamaki Hiroki.

Cuando la rubia reaccionó también se presentó. Eiri y Hiromi cruzaron miradas.

-No hace falta que me presente, ¿Verdad?-masculló la soprano.

-No-dijo serio Eiri.

El ambiente se tensó, incomodando a los presentes hasta que Karma sintió un vacío en su estómago y  sin querer pensó en alto.

-Ya tengo hambre.

Tamaki y Desde soltaron una carcajada.

-Ups…-la mexicana se rascó la cabeza.

Shuichi agradeció la impertinencia de la mexicana.

Eiri invitó a todos al comedor y le pidió de favor a su amiga que le ayudara a servir. Mientras los invitados degustaban de sus bebidas y charlaban. Karma iba sirviendo la comida.

Yuki y Alicia tomaron asiento, Eiri se integró a la plática mientras que la chica miraba a Hiromi y a Dresde en silencio. Jamás le había pasado por su cabeza comer con algunos miembros de la banda favorita de su amiga Pampi.

-Se va a infartar cuando se entere-pensó.

-Por cierto-Hiromi al ver que la otra le miraba centró su atención en ella-Hay algo que me inquieta-y miró con ojos entornados a Karma-¿De qué país eres? Por tu aspecto debo de suponer que eres latina.

Todos centraron sus miradas en la mexicana.

-Soy de México-respondió en español.

-¿En serio?-preguntó Hiromi en el mismo idioma-¿De qué parte?

-Del Distrito Federal.

-Yo también-exclamó con ojos brillosos-Ya decía yo.

Tamaki, Dresde y Shuichi miraban atónitos a las chicas, quienes en vez de hablar parecía que estaban cantando. Yuki sonrió al ver que la chicas habían tenido química.

Al terminar la comida, Hiromi invitó a su apartamento a su nueva amiga, Alicia aceptó gustosa y mientras las chicas terminaban de beber su té, Shuichi se ahogaba en celos. Aquella mujer no sólo le robaba la atención de su prometido sino que también de su amiga.

 

 

Hisoka miraba el televisor en compañía de Barbacoa cuando su hermana llegó. Lanzó un gruñido cuando se dio cuenta de que venía acompañada.

-Ponte cómoda-le dijo Hiromi antes de correr al baño.

Karma obedeció y tomó asiento a un costado de Hisoka.

-Hola-le saludó en español.

Ono le miró por el rabillo del ojo.

-Hola-respondió parco y centró su atención en el televisor.

Notó que aquella extraña resplandecía de una manera especial y por primera vez ese brillo le molestó. Alicia no sólo resplandecía para Hisoka, sino que también irradiaba felicidad.

-Qué desagradable-pensó.

Barbacoa se acercó a la chica y la olfateó, le movió la cola y se acomodó entre sus piernas. Mientras el chiquillo miraba la televisión, Karma le observaba con detenimiento llamando la atención del otro, quién incómodo ante la mirada penetrante de la invitada le miró ceñudo.

-¿Por qué me miras?-habló en tono golpeado.

-Porque pienso que te ves más guapo en persona-y le dedicó una de sus encantadoras sonrisas.

Hisoka se sintió perturbado por el comentario de la mujer y por esa sonrisa. Estaba por responder al comentario cuando Hiromi apareció.

-Pufff, no llegaba-dijo en español. Alicia soltó una carcajada, irritando al moreno.

 

 

Al día siguiente;  Shuichi se topó con que Hiromi hablaba maravillas de Alicia a tal grado que tanto como los gemelos Chiba y Suzuki se habían interesado en conocerla.

-Es una joven muy agradable-dijo Dresde.

-Y bonita-continuó Tamaki.

Dresde le codeó.

-Pero sólo tengo ojos para ti, amor.

Y así todo el medio día, hablar de Karma y las cosas que iban a hacer Dresde, Hiromi y la mocosa esa.

Hastiado de todo eso, en el descanso, Shuichi se fue hacia la zona de fumadores; ahí se encontró con un pensativo Hisoka.

-¿Tú también has caído bajo el encanto de esa mujer?-le dijo molesto.

El chiquillo dio un respingo y miró con ojos grandes a su senpai.

-¿De qué hablas senpai?

-De Karma-masticó el apellido de la chica.

-Esa chica me desagrada-ante éstas palabras Shuichi se sorprendió, era la primera vez que alguien le desagradaba al menor de los Ono.

-¿En serio?-preguntó incrédulo.

-Sí, su felicidad me irrita-masculló recordando las miles de carcajadas de la joven que se había visto obligado a escuchar.

Shuichi le miró con desconcierto y en vez de sentirse feliz por tener un aliado, se preocupó por su amigo.

-En serio Hisoka, ¿Qué es lo que te sucede? Me preocupas.

-No es nada-el chico caminó hacia la salida-Regreso a la sala de grabaciones.

Ese día, Dresde y Hiromi habían quedado que después del trabajo pasarían por Alicia para ir a ver los vestidos para la boda.

Hiromi regresó a casa en compañía de Alicia. Cuando vio a la mexicana aparecer en la sala, Hisoka lanzó puso los ojos en blanco y se fue hacia su habitación.

-Hey niño, saluda-le regañó Hiromi, como respuesta a esto el chico cerró su habitación de un portazo-Hay éste niño, en serio no sé qué le sucede.

-¿Está en la edad difícil?-preguntó Alicia.

-Pues creo que sí.

Hiromi fue a la cocina por el teléfono del restaurante de maki sushi y mientras esperaban por su pedido para cenar, las chicas hablaron de los vestidos que habían visto.

Y cuando la cena llegó, Hiromi obligó a su hermano a salir de su habitación ya cenar con ellas. A regañadientes el menor obedeció. Todo marchaba bien, incluso Karma no sentía ninguna molestia de su enfermedad. Desafortunadamente la joven comenzó a perder la vista y sintió que su cuerpo se desconectaba de su cerebro. Ante la mirada de los hermanos, la joven se convulsionó.

Lo que le hizo recobrar el conocimiento fue la fuerte luz de la lámpara del doctor que le revisaba las pupilas. Con debilidad la chica manoteó.

-Ha despertado-anunció el hombre, Hiromi se acercó a la chica.

-¿Estás bien?

Karma cobró por completo el sentido y miró en su derredor. Estaba recostada en una cama y  Hiromi le miraba preocupada mientras que un hombre mayor le observaba con detenimiento. En una esquina de la habitación yacía Hisoka quién le miraba con sus ojos fríos.

-¿Dónde estoy?-preguntó con debilidad.

-En mi recámara.

-¿Cuál es su nombre?-se apresuró a preguntar el médico.

-Alicia Karma.

-¿Qué día es hoy?

-Miércoles.

-Fecha completa.

-Miércoles primero de diciembre-respondió con fastidio.

-¿En qué país te encuentras?

-Japón.

-Su capital es…

-Tokio.

-¿Sabes quiénes son ellos?

Karma miró a la joven.

-Ella es Hiromi Ono y-miró a Hisoka-él es Hisoka Ono.

El doctor miró a Hiromi y ella asintió.

-Bien.

-¿Cuál es el presidente actual de E.U.A.?

-Barack Obama.

-¿Qué medicina tomas para la epilepsia?-ante la mención de esa enfermedad, Hiromi palideció.

-Tomo keppra. No tengo epilepsia, tengo lupus.

-¿Lupus?-musitó la mestiza sin comprender.

-Oh, ya veo. ¿Cuál es tu dosis?

-Una tableta diaria de 250 miligramos.

El doctor asintió y volvió a preguntar.

-¿Qué medicamentos tomas para tratarte?

-Dexametasona, azatioprina, enalapril, losartán, aspirina infanti, plaquenil…

-Tienes fallo renal crónico.

-Si-musitó incómoda la joven.

-¿Crónico?-repitió Hiromi.

-Bueno, pues…está muy bien controlada. El episodio es común dado tu situación. Lo único que te puedo recomendar es que no dejes de tomar tus medicamentos y que seas puntual en el horario, ¿Si?-Alicia asintió-Bien, pues me retiro-caminó hacia la salida de la habitación seguido por Hiromi-Para cualquier cosa, no dude en llamarme señorita, ya sabe mi número.

-Muchas gracias doctor-Hiromi guio al hombre hacia la salida del apartamento.

Mientras Hiromi le pagaba al doctor, Karma trataba de enderezarse de la cama. Ignorando  la mirada de Hisoka, la chica le dio la espalda.  

-Lo sé…soy un monstruo-musitó tratando de ahogar su nudo en la garganta- De seguro que haz de creer que soy repulsiva...pero lo único que me queda decir en mi defensa es que mi enfermedad no es contagiosa-dicho esto se puso de pie y cabizbaja salió de la habitación.

Hisoka, por su parte quiso decirle algo pero de su garganta no salió ningún sonido. Hiromi al ver que la chica tomaba sus cosas se desconcertó.

-¿Te vas?

-Sí, siento mucho haberte causado tantas molestias-y fingió una sonrisa.

-No es nada.

Karma caminó hacia la puerta principal.

-¿Cuánto fue de la consulta?

-No te preocupes por eso.

-Pero…

-Tranquila, lo que importa es que tu estés bien.

Alicia apretó los labios haciendo un esfuerzo por no llorar.

-Será mejor que me vaya-dicho esto salió del apartamento ignorando a Hiromi.

 

 

A la mañana siguiente, Eiri pidió a su amiga que le acompañara a comprarse ropa nueva para renovar su guardarropa. En toda la mañana que estuvieron juntos la chica permaneció en silencio y de vez en cuando soltaba dolorosos suspiros.

-¿Y a ti que te sucede?-preguntó Eiri, desesperando ante la actitud de la menor.

-Nada, sólo estoy enamorada-mintió la chica.

-¿En serio?

-No tonto-y fingió una sonrisa-No es nada importante-dijo la chica más que para Eiri, había sido para ella.

Terminaron de recorrer las tiendas hasta que llegó la hora en que Shuichi salía del trabajo, ese día el rubio le había prometido ir por su novio.

-¿Podrías dejarme en la disquera?-le preguntó Karma.

-¿Vas a salir con Ono?

-Vamos a estar en su casa, prometí que hoy llevaría mi karaoke-y esbozó una sonrisa pálida. Aunque en el fondo no deseaba ver nunca más al par de hermanos, ella era una mujer de palabra y cumplía sus promesas.

Cuando llegaron a X.M.R. Shuichi ya estaba fuera de la disquera esperando a su prometido. Al ver el auto de Yuki el chico esbozó una amplia sonrisa, misma que se borró de inmediato cuando vio bajar del auto a Karma.

-Hola Shu-saludó la mexicana.

-Es Shuichi-masculló molesto.

-Sí, como sea-dijo con indiferencia la mujer, provocando la ira del otro-Bye bye gruñón.

-Adiós enana.

Shuichi empujó sutilmente a la chica y se subió al auto de su novio y sin darle tiempo a  reaccionar a Yuki, le besó de manera apasionante para después alejarse de él mirar de manera amenazante a Alicia.

-Adiós enana-dijo con sorna Shu antes de cerrar la puerta del vehículo.

El auto arrancó y se perdió entre el humo.

-Como me fastidia ese hombre-masculló Alicia.

A los pocos minutos salió Hiromi en compañía de su hermano.

-Licha-exclamó la soprano y abrazó con efusividad a su nueva amiga-Si viniste.

-Por supuesto-forzó una sonrisa y trató de evitar la mirada fría de Hisoka.

-¿Te parece si compramos botanas en el camino?-Hiromi tomó de la mano a la chica y la guio hacia la dirección en donde tomaban el autobús.

-Está bien.

-Vamos manis-le ordenó a su hermano y éste las siguió en silencio.

Al llegar al apartamento, Hiromi sacó todas las botanas, golosinas y demás que había comprado mientras que Karma conectaba su portátil al televisor. La chica le había presumido a la mestiza del karaoke que tenía en su PC en el cual había hasta las más extrañas y poco conocidas canciones. Hiromi pidió de favor a Hisoka que pidiera unas hamburguesas del McDonald´s.

Decidieron primero comer antes de empezar a cantar por lo que mientras esperaban a que llegaran las hamburguesas, los chicos comenzaron a abrir las botanas. Cuando la comida llegó, Hiromi se apresuró en recibirla. Karma se encontraba tratando de abrir sin mucho éxito un ramune, Hisoka al ver que la chica se encontraba desesperada, aprovechó esa oportunidad.

-Permíteme-dijo y le quitó la botella. Con suma facilidad abrió la bebida bajó los ojos expectantes de la mexicana-Aquí tienes-le estiró el ramune.

-Gra…gracias.

-Y no…no me resultas repulsiva-musitó mirando con calidez a la mayor-Y  respecto a lo de monstruo…a pesar de que la circunstancias son diferentes…yo también soy un monstruo para mucha gente-dijo cabizbajo el moreno.

Karma iba a decir algo cuando Hiromi apareció con las hamburguesas.

-A comer se ha dicho-comentó sonriente.

La chica repartió las hamburguesas. Hisoka había pedido una doble, Hiromi una cajita feliz y Karma dos hamburguesas dobles. El par de hermanos miraron sorprendidos cuando la chica devoró las dos hamburguesas en un abrir y  cerrar de ojos.

-Dime Licha, ¿Cómo es que te mantienes en forma?-se aventuró a preguntar Hiromi.

-Pues en realidad es por la enfermedad-se encogió de hombros.

-Oh…lo siento.

-Descuida. Eso y que yo tengo un efecto contrario al de la gente en general respecto a la cortisona. En vez de engordar, yo adelgazo más de la cuenta. Sorprendentemente todo se me adelgaza menos éste par de nenas-y señaló su gran busto.

Ante lo dicho por Alicia, Hisoka se atragantó y comenzó a toser pues había sido imposible el no ver el gran escote de su mayor.

-Hombre tenías que ser-masculló molesta Hiromi.

Aquella plática llevó a otra y ésa a otra, haciendo que las dos chicas terminaran  hablando de comida y mientras lo hacían degustaban de sus papas fritas.

-Yo prefiero mil veces la comida japonesa-dijo Hiromi.

-¿En serio?-preguntó incrédula Karma.

-La verdad es que amo el pescado, por lo que me inclino más por la comida japonesa.

-Pero entonces, ¿No te gustan los chilaquiles?

-Chilaquiles-terció sonriente Hisoka.

Las dos chicas miraron al menor sorprendidas, pues el chiquillo había abierto la boca sólo para engullir comida.

-A ti ¿Cuál te gusta más?-se animó a preguntar Licha.

-Las dos-y amplió su sonrisa Hisoka.

-Éste niño es un glotón, no hay nada que no le guste.

-Sólo no me gusta el hígado y el plátano…

-O sea que eres de los míos-asintió Karma.

-Supongo-se encogió de hombros.

-Y dime, qué prefieres, ¿Chilaquiles verdes o rojos?

-Verdes.

-Muy bien.

-¿Cuál es tu platillo favorito?

-Es difícil, pero creo que son los pambazos.

-¡Ay que rico!

-Yo debo de admitir que siento una debilidad por el pozole-terció Hiromi.

-¡Yumi!-exclamó Licha.

-O el mole poblano con pollito-dijo con ojos brillosos Hisoka.

-Los tamales oaxaqueños-continuó Karma.

-El ceviche de pescado-dijo Hiromi.

-El salpicón de res-dijo Hisoka.

A los tres chicos se les hizo agua la boca al recordar tantos platillos tan deliciosos de la gastronomía mexicana y al mirar su papas a la francesa lanzaron un suspiro de frustración.

-A comer pancita con los agachados que vengo muy cruda hoy…-cantó Karma y el par de hermanos le lanzaron una mirada amenazante-Lo siento…

Mientras Hiromi elegía los temas que iba a   interpretar, Hisoka se animó a preguntarle qué tipo de música le gustaba a la mexicana.

-Tengo gustos eclécticos pero debo de decir que son la fanática número uno de La Cuca.

-¿En serio? A mí también me gusta.

-Qué chévere.  También me gusta La Lupita, La Maldita Vecindad, Los Estrambóticos y de música en inglés: Gun´s and roses, Metallica, Tool.

-¡Te gusta Tool!-exclamó Ono.

-Sí.

-Yo soy el fan número uno de Tool-y la miró con ojos brillosos.

-Y a ti ¿Qué grupos te gustan Hiromi?

-Mi hermana es fresa.

-¿En serio?

-Sí, soy fresa y de mucha honra-dijo seria.

-No me digas que te gustan los Backstreet boys.

-Sí y también Belanova, Jesse and Joy, OV7.

-¿Los que eran la onda vaselina?

-Así es.

-Wow, ellos me recuerdan mi infancia, hasta me sabía las coreografías.

-¡Yo también!

-Anda, cuáles más.

-Caifanes, Madonna, Lady Gaga, Timbiriche, Kabah…Maná.

-¿Qué? Te tolero todo, hasta Belanova pero…¿Maná?

-Es uno de mis gustos culposos-dijo sonrojada la jovencita.

Después de hablar un rato más de música, la nostalgia entró en Karma y le pidió a Hiromi que cantara junto a ella una de las canciones de la onda vaselina. Y con los micrófonos de los hermanos Ono conectados al amplificador de Hiromi las chicas comenzaron con su show. Bailaban las coreografías del grupo mexicano mientras que Hisoka les aplaudía.

Terminaron agotadas por lo que optaron por las canciones de desamor. Ante la energía de las chicas, Hisoka se contagió y para él anochecer, los tres chicos cantaban a  todo pulmón una canción de Caifanes.

 

Hay veces que quisiera ahogarte en un grito
Y olvidarme de esa imagen tuya,
Pero no me atrevo…

 

-Para qué quiero croquetas si ya te has ido, perro-gritó Karma.

Al finalizar la desgarradora melodía, Hiromi tomó el control del micrófono y buscó una canción que se prestaba para la situación que ella estaba viviendo ahora, según les había dicho a los otros dos.

La melodía comenzó a sonar, la chica se irguió y comenzó a cantar:

 

No, no puedo comprender
porque el amor nos llena de sorpresas
su perfume me envolvió
y ahora de repente se evapora
se me escurrió de entre la piel
y fue mucho más allá
rebasando mis fronteras
y me llego la soledad
pero tengo que escapar
a vivir con nuevas fuerzas. 

Adelante corazón no pares más
que la vida sin dolor no sabe igual
es inútil esperar
no quiero morir de amor  
adelante corazón no llores más  
que el camino aun es largo para amar  
tienes que latir muy fuerte que la vida espera ya.  

Si yo quiero aun creer
quiero recuperar las ilusiones
ya mis heridas cerraran
y serán la cicatriz
de que yo si se entregarme 
porque la vida es el amor
seguirás latiendo hoy
arrancándome la pena.  

Adelante corazón no pares más
que la vida sin dolor no sabe igual
es inútil esperar
no quiero morir de amor  
adelante corazón no llores más  
que el camino aun es largo para amar  
tienes que latir muy fuerte que la vida espera ya.  


Loca, yo lo tuve entre mis manos
y dormí entre sus brazos
y mientras yo estoy llorando  
él con ella reirá.

Adelante corazón no pares más
que la vida sin dolor no sabe igual
es inútil esperar
no quiero morir de amor  
adelante corazón no llores más  
que el camino aun es largo para amar  
tienes que latir muy fuerte que la vida espera ya.  

Al terminar la canción la jovencita se quebró y se soltó a llorar. Karma se apresuró en consolar a la chica.

-Ando llora todo lo que quieras-le dijo.

Hisoka miró a su hermana llorar y analizó la canción que había interpretado y comprendió todo. La vida seguía, no se detenía y él tenía que seguir adelante, con o sin Tatsuha. Resultaba doloroso pero el sufrir era parte de la vida, ¿O no?

 

 

Aquél viernes, Mika se tomó un leve descanso entre el trabajo y la organización de la boda de su hermano, aprovechando ese tiempo citó a Tatsuha con él que no había podido hablar por todo lo que tenía que hacer. El chico llegó puntual a su cita y entró con paso cansado a la oficina de su hermana mayor y tomó asiento en el sillón de cuero, la castaña se sentó frente a él.

-Hola Tatsuha.

-Hermana-musitó cabizbajo.

-¿Gustas algo de beber?

-No-dijo firme, alzó la vista y miró a su hermana-Iré al grano…lo que tu deseas es saber si me he sobrepasado con Hisoka, ¿O no?-ante lo dicho por el menor Mika se sorprendió.

-Bueno…yo…-balbuceó.

-Estate tranquila por que no he hecho tal cosa, de hecho él y yo ya no somos amigos.

-¿Cómo?

-No me preguntes más, ¿Si?

-Pero…

-Tengo mucha tarea que hacer, con permiso-dicho esto el chico salió de la oficina dejando a Mika con las palabras en la boca.

 

 

Y el sábado llegó y con esto la fiesta de compromiso que Mika había organizado para Eiri y Shu. La cita era en la tarde, en el mismo salón en donde había sido su fiesta de cumpleaños y la condición era que la gente se presentara de media gala. Los primeros en llegar fueron Hiro y Ayaka, ésta última presumía un pronunciado vientre.

-Te ves tan linda-le dijo Shu a la joven, acariciando el vientre de ésta.

-Muchas gracias Shu.

-Muchas felicidades-les dijo Eiri a la pareja.

Una hora después todos los invitados habían llegado y habían formado algunos grupillos mientras degustaban algunos bocadillos. Y todos charlaban bajo la tranquila melodía de un piano.  

Hiro, Ayaka y Fujisaki charlaban amenamente. K, Sakano discutían sobre el trabajo junto a Noriko. Tetsuya Ukai bailaba con su hermosa hija. Los Shindo y Maiko hablaban con los futuros esposos. Dresde  y Tamaki platicaban con Suzuki, Paul y Mizuki. -únicos que sabían sobre la relación homosexual de Shu-Karma había obligado a bailar a Hisoka mientras que Hiromi les aplaudía. En un rincón, Tatsuha observaba lleno de celos a Hisoka. A pesar de que Hiromi notó al menor de los Uesgui, no hizo nada por saludarlo o hablar con él, aún seguía molesta por lo que había pasado unas semanas atrás.

-¿Tú fuiste el que decidiste terminar tu amistad con él?-le dijo su hermana, tendiéndole una Martini.

-Así es-aceptó el coctel.

-Supongo que no es fácil el verle con ella.

-¿Quién es?-masculló.

-Amiga de Eiri.

Tatsuha miró con odio a la chica. A pesar que deseaba ver feliz a Ono, sentía unos grandes celos el verlo sonreír con alguien más que no fuera él.

Por su parte, Hisoka a pesar de que sonreía, en el fondo sentía que su corazón iba a estallar pues el tener tan cerca a Tatsuha le inquietaba y las miradas tan insistentes que el mayor le lanzaba  no ayudaban en nada en su intento de olvidarle.

Y durante toda la fiesta, Tatsuha no dejó de mirar a Hisoka, perturbándolo. Desesperado el chiquillo se disculpó con K –con quién hablaba-y se fue hacia el sanitario para despejarse un poco. Tatsuha al verle salir del salón  le siguió.

En el baño de caballeros, Hisoka se enjuagó él rostro y lanzó una gran bocanada de aire y lo sacó en un resoplido, tomó una toalla desechable y se secó el rostro.  Las miradas insistentes de Tatsuha le perturbaban, ¿Por qué simplemente no lo dejaba en paz? Sus ojos oscuros le miraban de una manera que él no lograba descifrar y lo único que provocaba era que al pobre jovencito se le acelerara el corazón y se sintiera confuso.

Escuchó que la puerta del tocador se abría, miró hacia ella y dio un respingo al ver a Tatsuha ahí observándolo con esos preciosos ojos oscuros. Sintió coraje hacia el mayor y sin pensarlo dos veces habló:

-¡Deja de mirarme!-le espetó Hisoka fastidiado-¿Por qué me miras así?-se acercó a él y le empujó-Yo deseo olvidarte y tu…tú me miras así y…-tomó la solapa del saco del mayor y lo apretó -Si soy un monstruo para tí…¿Por qué no me dejas?

-¿Tú crees que para mí es fácil?-le tomó las manos a Hisoka y le hizo que lo soltara-No tienes ni idea de todo lo que estoy pasando…-masculló

-Tat…su…

-El verte con otra persona que no sea yo…me vuelve loco…-soltó las manos del menor y se peinó su cabello con una de sus manos- Maldita sea…-masculló y unió sus labios a los del chico en un beso desesperado. Ono abrió los ojos ante la inesperada reacción de su mayor y alejó su rostro.

-Tatsu…-pero fue acallado nuevamente por los labios de Uesugi. Le guio hasta el último cubículo y ya estando dentro puso el seguro.

Hiromi al no ver  a su hermano salió en su búsqueda, en el pasillo de topó con Dresde quién regresaba del tocador.

-Asi, ¿No has visto a mi manis?-le preguntó.

-No Hiromi, tal vez está en el baño.

-Supongo.

El par de chicas regresó al salón. Al ver que Hiromi entraba al lugar, Karma caminó a zancadas hacia ella y le tendió un par de bocadillos.

-¿Ya los probaste?

-No.

-Están deliciosos.

-Tragona.

-Yo estoy casada con la comida.

En el baño de hombres, Tatsuha se secó las manos, se miró en el espejo y se acomodó la ropa. Lanzó un hondo suspiro y miró de soslayo la puerta del último cubículo, apretó los labios. Salió del sanitario cabizbajo.

Mientras tanto, en aquél cubículo, Hisoka-quien estaba sentado en el suelo y  tenía el pantalón y la ropa interior a mitad de los muslos-se cubría el rostro avergonzado.  

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


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