Caminó por las calles de Shibuya sonriente. Después la jornada de trabajo, Sakano había decidido en ir a buscar su traje para la boda de Shindo. Después de recorrer algunas tiendas, el productor eligió un austero traje color gris Oxford.
Iba camino a la parada del autobús cuando escuchó su nombre a lo lejos, dio un respingo y detuvo su andar. Miró en su derredor buscando a la persona que le llamaba. A lo lejos vislumbró a Ryuichi quién sonriente se acercaba al joven productor. Sakano pestañeó varias veces y se ajustó sus lentes.
-Hola Sakano-le saludó el mayor.
-Se…señor Sakuma-inmediatamente hizo varias inclinaciones en forma de saludo-¿Cómo le va?
-Bien y ¿A ti?
-Bi…bien…
-¿Y qué haces por aquí? No es un lugar que sueles frecuentar.
-Oh…bue…bueno…vine a buscar mi traje para la boda del joven Shindo con el joven Eiri-ante esto, la sonrisa de Ryu se borró-¿Usted ya tiene su traje?-preguntó con inocencia el productor.
-Yo…-sacudió la cabeza y le dedicó una sonrisa forzada al moreno-¡Claro!-masculló.
-Vaya sorpresa que nos dio el joven Shindo-dijo Sakano.
-Si…¡Qué sorpresa!-dijo con sarcasmo el otro.
Capítulo 55.
Una actitud desconocida.
-Qué lugar tan feo ¿A quién se le ocurrió venir aquí?-se quejó una joven que tenía el cabello teñido de rubio y su maquillaje.
-A Yuri-dijo otra chica de cabellera castaña y rizada.
-Un chico me lo recomendó-dijo como defensa Yuri quién estaba maquillada de manera exagerada. Las chicas estaban en la planta alta de aquél antro.
-¿Pues con quién de acuestas?-dijo la rubia haciendo una mueca de asco.
-Bueno, si no les parece mejor vámonos-dijo Yuri ceñuda.
-Vamos a esperar a que regrese Tooru-dijo la castaña.
-Por cierto, ¿Qué onda con Tooru?-dijo la rubia de nombre Rin, con la intención de criticar a su amiga de juergas.
-¿Te refieres a su vientre?-dijo la castaña de nombre Mei.
-Sí. O sea…qué oso. Si está inflamada, mejor se hubiera puesto algo más holgado, ¿No?-dijo Rin.
-Tienes razón-dijo Yuri.
-¿Y quién la invitó?-dijo Mei.
-Yuri…-torció la boca Rin-Al parecer a ésta se le olvidó que Tooru se enredó con mi novio meses atrás.
-Pensé que ya habían arreglado sus diferencias-se volvió a justificar la aludida.
Rin puso los ojos en blanco.
Mei desvió su atención hacia la pista de baile de la planta baja y se rio.
-Miren allá-les dijo la castaña y les señaló a un grupo que bailaba feliz-El rubio de la corona no está mal pero…
-Qué oso-dijo Rin-O sea…¿Cómo se le ocurre anunciar que se va a casar? Y ¿Quién son esas locas que están con él? Ya son unas ancianas y esa enana extranjera…ay qué horror de lugar.
-Pero el rubio no está mal…-insistió Mei.
-Nada mal-terció Yuri y se relamió los labios-Yo si me lo comía.
-¡Iuu! Yuri, así o más zorra.
-Ash…-se quejó la otra.
-¿Qué tanto ven?-la voz de Tooru les hizo girarse.
-Por fin-resopló Rin-Tardas demasiado mujer, ¿Qué fuiste a hacer? ¿Vomitar?
-Yo no necesito de eso-dijo Tooru-No soy tú…-y le lanzó una mirada retadora, la cual la rubia se la devolvió.
-Entonces nos vamos a ir o no-terció Mei.
-Vamos a otro lugar-dijo Rin sin despegar la mirada de su rival-¿Te quedas?
-No…-las chicas pidieron la cuenta de lo poco que habían consumido.
Mei coqueteó con el mesero y gracias a esto los tragos fueron gratis. El grupo de chicas bajó hacia la planta baja para salir de ahí. Se abrieron paso de entre la gente. Tooru iba hasta atrás del grupo y en un descuido chocó su hombro con otra persona.
-Lo siento mucho-se apresuró la otra persona.
-No hay problema-dijo con indiferencia Tooru y siguió su camino.
-¿Tooru?- al escuchar su nombre la aludida se giró y se topó con su futura. Dio un respingo y sintió como se le iba el color. Notó como la mujer le miraba de pies a cabeza y se sintió desnuda ante la mirada desaprobatoria de la mayor.
-Hola señora Mika-dijo con nerviosismo.
-¿Qué haces aquí?
-Bueno…yo…-miró hacia la salida y notó que sus amigas la habían dejado. Fingió una sonrisa y abrió la boca para decir una excusa, la cual no tenía. Miró en su derredor con nerviosismo y sus ojos brillaron al ver a lo lejos a Eiri y a Tatsuha quien grababa a su hermano. -Tatsuha me invitó-fue lo primero que se le ocurrió decir.
-¿En serio?-preguntó con sorpresa.
-Sí.
Mika le miró con suspicacia.
-Anda amiga, vamos-Noriko la haló y Mika obedeció y siguieron su camino.
Tooru lanzó un suspiro, aliviada. Miró a Tatsuha y apretó los labios.
-Tendré que hacerlo-musitó y caminó entre la gente hacia su prometido.
El moreno había regresado a la mesa para darle un sorbo a su cerveza, cuando se giró dispuesto a regresar a la pista y continuar con su grabación se topó con su prometida. De la sorpresa el pobre se atragantó. Tosió varias veces mientras se agarraba el pecho.
-To…Tooru…-balbuceó.
-Hola-saludó la joven con una sonrisa.
Cuando se recuperó el monje, miró con ojos inquisidores a la chica y sacudió la cabeza. La chica vestía de manera provocativa, algo que le había desconcertado mucho pues la chica si no vestía el tradicional kimono, usaba vestidos corte princesa.
-¿Qué haces aquí?-le dijo al oído.
-¿Cómo que qué hago aquí?-fingió sorprenderse la mujer-Viene a …-miró a Eiri-a festejar el último día de soltero de mi futuro cuñado-y volvió a sonreír.
-Pero…tú…-el chico pestañeó, ahora estaba más confundido.
-Tú me invitaste, ¿No lo recuerdas?
-¿Eh? ¡Co…como!-el chico se rascó la cabeza-Yo en verdad…
-Ay Tat…tan despistado como siempre-dijo la chica. Tomó de la mano al moreno y lo llevó a la pista junto a los demás.
Eiri quién aún seguía debatiéndose en bailar o no, abrió los ojos al ver a la mujer ahí.
Shuichi y Hiromi hablaron de banalidades. La chica no pudo evitar sacar el tema sobre Hisoka y el supuesto encuentro cercano que éste había tenido.
-Me duele admitirlo pero esa mujer tiene razón-dijo Shu cruzado de brazos-Lo mejor será que le compres condones.
-Pero…mi manis…-la chica se cubrió el rostro.
-Lo sé Hiromi…-el chico lanzó un hondo suspiro-Nuestro Hisoka ya ha crecido y se está convirtiendo en todo un hombre.
-¡Pero sólo tiene diecisiete!
-Por favor Hiromi…¡Ésta en la edad en el que es una bomba de hormonas! Me acuerdo que yo también tenía esas inquietudes.
-¿A qué edad perdiste la virginidad?-la chica se quitó las manos del rostro y miró curiosa a su amigo.
Shu carraspeó y no pudo evitar sonrojarse.
-A los dieciocho.
-¡Yo también!-exclamó la chica y cuando reparó en lo que había dicho, se cubrió la boca, avergonzada.
-¿Y esa canción cuál es?-le preguntó Eiri a su amiga.
-Hot n´cold de Katy Perry.
-Oh…me gusta-dijo el rubio.
-Entonces ¡Baila!
-Pero…
-Hasta la amiga de tu hermano está bailando feliz-dijo la chica señalando a Tooru quién con un Martini en mano bailaba feliz mientras que Tat sonreía forzado junto a ella.
Eiri la miró con ojos entornados y lanzó un gruñido.
-¿Y no te inquieta saber quién es?-preguntó Shu, rompiendo el incómodo silencio que se había formado después de las confesiones sexuales que el par había tenido.
-La verdad es que si…-musitó la chica-Pero por más que pienso quién sea no se me ocurre.
Shu se quedó pensando por un rato hasta que tronó los dedos.
-¿Y si es una amiga de Tatsuha?
-¿Eh? Pero…-antes de continuar a la chica se le vino a la mente la imagen de Tooru y lanzó una exclamación de sorpresa-¡No puede ser!
-¿Qué sucede?¿ Sabes de alguien?-el chico le miró con ojos brillosos y llenos de curiosidad.
-No…-mintió la chica.
Shu torció la boca.
-Voy al baño-se excusó la jovencita. Se puso de pie y con paso acelerado se fue al tocador en donde se encerró. Se recargó en la puerta y se llevó una mano a la boca.
Ahora comprendía todo, la razón del porque Tatsuha y su hermano se había peleado. La razón había sido esa chica, no había duda.
-En definitiva, tengo que comprarle condones a mi hermano. No deseo tener un sobrino que se parezca a ella-musitó.
-Fondo…fondo…fondo…-canturrearon todos, mientras Eiri se empinaba un coctel.
-¡Listo!-exclamó el rubio, más ebrio que nada.
-¡Sí!-aplaudieron todos, los cuales estaban en las misma condiciones a excepción del conductor oficial: Tatsuha y a Alicia, quién tenía prohibido beber.
La canción de “Don´t stop the music” de Rihanna retumbaba en el lugar.
-Wow, ésa canción está buenísisisima-le dijo Yuki a Karma.
-¡Lo sé!
Eiri, quien ya había fluido con la música, bailaba de manera desinhibida. Y a pesar de que su corona ya estaba de lado, ésta se negaba a caerse.
Tooru se acercó tambaleante a la pareja.
-¿Me acompañas al tocador?-le dijo a Karma.
-Claro.
Tooru tomó de la mano a la chica y las dos se fueron hacia el tocador. Al principio la mujer había ignorado a la mexicana, pero después de unas copas, Tooru se había vuelto inseparable de la mexicana.
Eiri no le dio importancia a esto y siguió bailando junto a las demás. Cuando el dj puso “Livin´la vida loca” Mika y Noriko se emocionaron.
Estando en el tocador, Tooru corrió encerrarse en uno de los cubículos para poder orinar; por su parte, Alicia miraba su reflejo en el espejo.
-¿Y eres la mejor amiga del hermano de Eiri?-dijo la chica.
-Soy su prometida-dijo Tooru.
-¿En serio?-se sorprendió ante lo dicho por la otra. No les había puesto atención, pero a Karma le daba la impresión de que existía cierta tensión entre ellos.
Se escuchó el agua correr, Tooru salió del cubículo y caminó hacia los lavabos para lavarse las manos.
-Nos vamos a casar el veinticinco.
-¿En serio? Qué genialoso.
-Lo sé…-Tooru sonrió a su reflejo.
Las nuevas amigas regresaron cuando la canción había finalizado.
Y la gran celebración continuó. Tatsuha no perdió oportunidad de tomar fotos de todos y grabar algunos videos.
El chico dejó de grabar cuando pusieron una canción de Tamaki y sin pensarlo dos veces el también comenzó a bailar. Después de haber ido a su concierto, el monje se había vuelto un fan más del hombre.
A pesar de la insistencia de Tatsuha de que no bebiera más, Tooru le ignoró y cuando menos lo pensó estaba sumamente ebria a tal grado que en cuanto escuchó la canción “Buttons” de Pussycat dolls la chica se subió a una mesa y comenzó a bailar de manera sensual.
-Esa es la actitud-dijo entre risas Eiri.
Muchos hombres al verla comenzaron a aplaudir.
-Tooru, bájate-le instó Tatsuha.
-¿Por qué? Si estoy bailando para ti.
-En serio Tooru, es peligroso. Puedes caerte.
-No quiero.
-Tooru-masculló el moreno al ver como muchos chicos la miraban con lujuria.
La chica le ignoró y siguió moviéndose de manera sensual. Uno de sus pies falseó y dado su estado, la chica perdió el equilibrio y cayó de la mesa. Por fortuna Tatsuha evitó que azotara en el suelo.
-¡Wow! Eso es tener buenos reflejos-dijo Karma.
-¿Estás bien?-le preguntó el monje, teniendo a la chica en sus brazos.
-¡Eres mi héroe!-exclamó la mujer besando en los labios a su prometido.
-¡Espera Tooru!-instó el moreno, rompiendo el beso.
Mika se llevó una mano a la boca, mientras que Eiri arqueó la ceja.
-Na…¿Qué tiene de malo?
Tatsuha se mordió el labio y miró a sus hermanos.
-Será mejor que te lleve a tu casa.
-No quiero…-la chica hizo un puchero.
-No te estoy preguntando-dijo con fastidio Tatsuha.
Tooru lanzó un bufido.
-Iré a dejarla-le dijo a sus hermanos-regresaré por ustedes.
-No te preocupes-dijo Mika-tomaremos un taxi-Eiri asintió.
-Bien…-suspiró el menor de los Uesugi.
Karma le dio su cartera a su amiga. Tatsuha se despidió de todos y se disculpó miles de veces antes de irse con una Tooru enfurruñada.
Hiromi miró el techo de su recámara. A pesar de que Shuichi se había ido hace más de una hora, la chica simplemente no lograba conciliar el sueño. Estaba cansada, sumamente cansada, pero el pensar que su hermano había tenido sexo con aquella desagradable mujer hacía que no lograra poder estar en brazos de Morfeo. Se giró sobre la cama y miró el reloj de Hello Kitty que reposaba en su buró. Ya pasaban de las tres de la madrugada.
-Será una larga noche…-musitó.
Eiri, junto a Noriko, Mika y Alicia caminaban por las solitarias calles de Shibuya.
Please don't stop the music…
Cantó Eiri, abrazando a su hermana.
Después de lo de Tooru, los chicos siguieron bailando. Mizuki ligó con chico y se apartó del grupo. Más ebrios- menos Karma-y cansados que nada, los demás decidieron darle fin a la despedida de soltero del rubio.
-No pasa ningún taxi-se quejó Noriko-Si no llego a casa, Tetsu me matará.
-No te preocupes amiga-dijo Mika buscando en su bolso-Le marcaré a K para que venga por nosotros.
-Buena idea-dijeron Eiri y Karma.
Quedaron de verse con el norteamericano en el parque del pingüino gigante que estaba cerca de ahí y mientras le esperaban, los chicos se columpiaron.
Apostaron a ver quién llegaba más lejos con el columpio; la que ganó el reto fue Alicia gracias a su corta estatura y su peso pluma.
-Eiri, aún te puedo ganar en ver quién salta más lejos del columpio-le retó Mika al rubio.
-Ja…lo dudo.
-Yo también me uno-canturreó Noriko.
-Bien, quién gane invitará a los demás a comer el domingo-dijo Mika.
-De acuerdo-corearon Eiri y Ukai.
-¿No te unes enana?-le dijo el rubio a su amiga quién se columpiaba en silencio.
-Me gustaría pero quiero que mis huesos me duren un poco más-ante lo dicho por la mexicana, todos rieron.
-Está bien…a la una…-Eiri se columpió aún más-a las dos…-la dos mujeres le imitaron-y…a las tres-saltaron al mismo instante. Se oyó un ruido seco cuando éstos cayeron sobre el césped-¡Ouch!-vociferó el rubio.
-Ah…ya estamos viejos para esto-se quejó Mika entre risas.
-Tú serás la anciana-dijo Eiri y Noriko rio.
Ante la risa de los tres, Karma se contagió y comenzó a reír también. El trío se quedó tirado ahí hasta que se escucharon unos pasos.
-What the fuck?-exclamó K.
Shuichi cambiaba un canal a otro, inquieto. Ya eran la cinco de la mañana y Eiri aún no regresaba, incluso Nyankotaro se había cansado de esperar a papá Eiri y se había ido a dormir. Sabía que no era correcto marcarle a su prometido, pero le inquietaba no saber de él.
El ruido de la puerta principal provocó que éste se pusiera de pie de un salto. Corrió hacia la entrada y vio a K quién llevaba como costal de papas a su amor.
-¿Está bien?-preguntó Shu en un hilillo de voz.
-Muy bien, diría yo-dijo el mayor.
Bajó al rubio quién al ver a su novio se abalanzó a él y le abrazó con efusividad, Shu percibió un fuerte olor a licor y comprendió todo.
-Ya está seguro Mr. Eiri-dijo K.
-Seeeeh…gracias soldado-dijo el rubio y se llevó una mano a su frente, en forma de saludo militar. K correspondió al salido.
Cuando el norteamericano salió de la casa de la pareja Eiri le dio un beso tronado a Shu.
-¿Sabes que te amo mucho mucho mucho?-canturreó.
-¿Eh? Bueno…si…-musitó el chico, desconcertado por la peculiar actitud de su novio.
Muchas veces había visto ebrio al escritor, pero éste nunca se había comportado así.
-Muy bien Shu, te has ganado un premio-le dijo y se alejó del menor dando traspiés-Te veo en la recámara-y le guiñó el ojo.
Camino a las escaleras. Yuki se estrelló con algunas cosas, tropezó con otras y cayó dos veces pero se puso de pie de inmediato. Shu apagó el televisor y le siguió en silencio.
Cuando entró a la habitación, el rubio estaba recostado de lado, recargado en uno de sus codos. Ante el movimiento, el gato se había despertado y con las orejas hacia atrás-en muestra de su molestia-bajó de la cama y salió de la recámara.
-Ven Shu-le dio unas palmadas al colchón-Ahora mismo te daré tu premio…raw…-y lanzó un rugido como de león.
Shuichi pestañeó varias veces incrédulo, no tenía idea qué carajos había bebido su novio, pero sabía muy bien quién le podría sacar de todas sus dudas respecto a la despedida.
-Tatsuha…-susurró antes de acercarse a la cama.