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¿Pareja a la Fuerza? por Varda

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Capítulo 5: Abre tu corazón

Shun se fue corriendo a buscar a Afrodita para ponerlo al tanto de todo, explicándole lo que había pasado con una extraña mezcla de alegría y de preocupación.
Afrodita: - Así que eso pasó, que duro es Ikki en cuestiones del corazón. ¿Sabes? Creo que tu hermano es algo tímido, ¿Tu que crees?
Shun: - ¿Ikki? ¿Tímido? - pensando un poco - No se me había ocurrido... es posible.
Afrodita: - algo desilusionado - En ese caso será más difícil, bueno, creo que ya no se me ocurre más nada que hacer.
Shun: - A mí tampoco. Ahora creo que todo dependerá de ellos.

Más tarde Ikki salió de su habitación con cara de muy pocos amigos, algunos de los caballeros que allí estaban (haciendo ruido y molestándose como siempre) al verle la cara se le alejaban pensando que mejor era dejarlo tranquilo. Iba en dirección de los elevadores cuando de encuentra con Afrodita, quien al verlo le sonríe forzadamente.
Ikki: - Perfecto - enojado - encontré al otro entrometido.
Afrodita: - Ehhh... yo...
Ikki: - muy molesto - Ya me enteré de todo ese "asunto" entre tu y mi hermano y te diré lo mismo que a el: no te metas en mi vida personal, ¿Está claro?
Afrodita: - forzando más la sonrisa, no se esperaba ver a un Ikki tan enojado - Si... Esta bien... Pero entiende que no tuvimos mala intención.
En ese momento otro caballero escuchaba la conversación.
Máscara Mortal: - Vaya... - en tono muy sarcástico - el caballerito necesita ayuda para encontrar pareja.
Ikki: - mirando a Máscara con furia - ¿Qué demonios te pasa?
Máscara: - ¿Y? ¿No tuviste suerte? - con más sarcasmo - Que pena. Para estos momentos Shaka se habrá dado cuenta que eres muy lento.
Y casi no termina la frase cuando Ikki le asesta un fuerte golpe a Máscara. Los caballeros que estaban allí se quedaron callados al ver como Máscara era empujado hacia atrás por el golpe. Afrodita corre a ayudar a Máscara a levantarse del piso, quien se limpiaba el hilo de sangre que salía de su boca. Ikki estaba por asestarle otro golpe cuando Shun corre tras el y lo detiene.
Shun: - ¡Detente hermano! - algo consternado por la situación -
Máscara: - con una sonrisa socarrona - Pero si digo la verdad...
Ikki intentó arremeter de nuevo contra el caballero de Cáncer, pero volvió a ser detenido por Shun, quien ésta vez era ayudado por Hyoga. A esa altura casi todos estaban allí para ver que ocurría.
Shun: - susurrándole a Ikki - No vale la pena, ya sabes que a Máscara le gusta provocar a la gente.
Ikki: - quien desiste de continuar con la pelea - Te lo tienes merecido por entrometido.
Soltándose de Shun y Hyoga se abre paso entre los caballeros que los rodeaban, quienes prefirieron no preguntar que le pasaba (por miedo a un golpe o algo así). Volviendo a su habitación, el Fénix comenzó a preguntarse si el golpe a Máscara fue más para desquitarse de todo lo que le pasaba que para vengarse de lo que el caballero le dijo. Pero con golpes no iba a solucionar absolutamente nada.

Ikki no volvió a ver a Shaka hasta muchas horas después. Para esa noche el grupo tenia varios planes y no lograban llegar a un acuerdo, así que resolvieron separarse en dos grupos para salir. Tanto Shun como Afrodita vieron con desilusión como Ikki se iba con un grupo y Shaka con el otro, definitivamente Shaka seguía ofendido.
El grupo de Ikki fue el primero en regresar. Más malhumorado que de costumbre entró a su habitación sorprendiéndose al encontrarla vacía. "Mejor así", había pensado el, de esa manera no tenia que enfrentar a Shaka. Luego de quitarse la ropa y dejarla tirada sobre una silla (no era muy ordenado el chico), se metió en la cama e intentó dormir. Un rato después cuando casi lograba dormirse escucha unos pasos provenientes del pasillo y el ruido de la puerta abriéndose, Shaka había llegado. Ikki se encontraba algo nervioso y quizá también algo ansioso al sentir al caballero de Virgo cerca, imaginando que de seguro éste aun continuaba molesto. Unos minutos más tarde y tratando de hacer el menor ruido posible, Shaka se recuesta al lado del Fénix. Si Shaka hubiese prestado atención, habría escuchado los acelerados latidos del corazón de Ikki, quien simulaba estar dormido.
La mente de Ikki era un remolino de pensamientos y sentimientos totalmente confusos; aun era presente el beso de Shaka y más aun el sabor de sus labios y el aroma de su perfume, el cual volvía a sentir al tenerlo a su lado. Por un lado sentía tremendas ganas de tomarlo por la fuerza y besarlo sin importarle nada, pero por otro algo le impedía obrar así. ¿Acaso no quería aceptar que Shaka le gustaba? Sí, esa era la pregunta que se hacía. El hecho de no saber si Shaka lo tomaría enserio le carcomía la mente, no quería pasar por idiota, aunque en realidad no quería ser rechazado. El ver a Shaka dándole la espalda lo hacía temblar... sentía mariposas revoloteando en el estómago. Pero no se animaba a hacer o decir nada, que extraña paradoja. En ese momento pensó en su querido hermano Shun, el jamás sintió pena por demostrar sus sentimientos y eso era lo que lo hacia realmente un hombre valiente. Comparándose con él, Ikki se sentía solo de porte valiente, solo en apariencia, pero en la realidad no era capaz de abrir su corazón de esa manera. Y eso debía cambiar.
Tomando valor Ikki se acercó a Shaka - quien seguía dándole la espalda - y lo abrazó, sin importarle nada. Shaka aun estaba despierto, también pensando, cuando sintió los brazos de Ikki estrechando su cuerpo. Volvió a quedarse inmóvil y sorprendido. Por un momento surgió la idea de apartarlo de un empujón pero pensándolo mejor sintió que era eso lo que realmente quería, que Ikki se le acercara. Si bien no le gustó la forma en que lo trató tras ese beso, no pudo apartar en ningún momento la imagen del Fénix de su mente durante el resto del día. Y Ahora Ikki lo abrazaba, era un abrazo dulce y tierno; podía sentir el calor emanando de su cuerpo y ese aroma varonil que lo caracterizaba. Era como si toda la bronca que sintió ese día desapareciera sin dejar rastros. El corazón del caballero de Virgo latía a mil por hora y sentía que el rostro le ardía. Primero pensó que Ikki estaba dormido y que lo abrazó sin darse cuenta, pero tras apartar el ruido de su corazón de su cabeza pudo escuchar la respiración entrecortada de Ikki y sus acelerados latidos. Por unos momentos más (que parecieron horas) Shaka continuó inmóvil, como procesando lo que ocurría. El abrazo continuaba con la misma fuerza y decisión, a esas alturas Ikki creía que Shaka se había dormido al no percibir respuesta alguna, y fue justo ahí cuando Shaka desliza su mano hasta tomar la de Ikki entre la suya.
Tras ese simple acto de tomarse las manos Ikki se quedó mucho más tranquilo, aunque continuaba algo inseguro. Jamás se había imaginado en una situación así, por lo que tendría que improvisar. El Fénix se acercó más y ciñó más fuerte a Shaka, quien sentía la respiración de Ikki en su nuca. El caballero de Virgo se sentía fundirse en la calidez de Ikki, estar entre sus brazos fue hermoso. Volteó para encontrarse cara a cara con Ikki, quien le dirigía una mirada dulce acompañada de una suave sonrisa. Nunca pensó en encontrar tanta dulzura en alguien como Ikki, quien siempre mostraba un porte duro y aguerrido. Ikki veía una tenue luz reflejándose en los ojos azul turquesa de Shaka, enmarcados por el bello rostro de ángel de dorados cabellos. Totalmente hipnotizado por esos hechizantes ojos no se dio cuenta cuando Shaka había comenzado a besarlo. Ahora el sorprendido era Ikki, pero no dudó en corresponder ese beso, el cual estaba esperando ansiosamente. No había necesidad de palabras, entre besos, abrazos y caricias ambos expresaron lo que sentían, todas las dudas eran dejadas de lado. Y así entrelazados se quedaron dormidos.


A la mañana siguiente Ikki despertó abriendo sus ojos lentamente al ser deslumbrado por la luz del sol. Miró a su lado y un sentimiento de angustia lo inundó al encontrarse solo en la cama, ¿Dónde estaba Shaka? ¿Acaso todo fue un sueño? En ese caso no hubiese querido despertar. La habitación parecía estar vacía, la recorrió con sus ojos y de pronto se percató que la ventana que daba al balcón estaba abierta, la suave brisa movía las blancas cortinas. Se levantó y se dirigió al balcón, y lo que vio allí le pareció espectacular, una visión celestial. Allí estaba Shaka con sus largos cabellos al viento, tan dorados y brillantes que competían con el color del sol. De fondo el bello mar azul verdoso casi transparente contrastando con el azul del cielo, había tanta belleza en aquella imagen que parecía quemar los ojos. Ikki contemplaba a Shaka totalmente hipnotizado y temiendo que si se movía rompería esa ilusión.
"Tan sólo te faltan las alas", murmuró Ikki al contemplar al caballero de Virgo. Shaka escuchó la voz de Ikki y volteó dirigiendo su mirada hacia el Fénix, quien aun lo contemplaba inmóvil. Al verlo moverse salió de su ensimismamiento regresando a la realidad.
Ikki abrió la boca para hablar, pero no supo que decir. Le hubiera gustado amanecer teniendo a Shaka entre sus brazos, sintiendo su perfume y su calidez; ahora el se volvía a encontrar confuso y dubitativo, ¿Pasaría algo entre ellos?
Shaka: - sonriéndole desde el balcón - Al fin despertaste, te veías tan tranquilo mientras dormías que me dio pena despertarte.
¿Qué era lo que realmente sentía por Shaka? Ikki siempre fue algo duro respecto a los sentimientos; además del cariño que sentía por su hermano Shun, el tan solo había amado a una sola persona: Esmeralda. Después de su muerte el decidió sellar su corazón, tan solo para protegerse, pues jamas sintió un dolor tan grande como su pérdida y temía volver a sentir algo así. Y ahora... ahora contemplaba a Shaka y mientras lo hacía su corazón se aceleraba.
Un nervioso Ikki, que temía demostrar sus sentimientos, camina hacia el balcón hasta situarse al lado de Shaka, quien aun contemplaba con ojos soñadores el bello horizonte.

Un par de ojos agazapados a dos balcones de la habitación 315 estaban observando aquella escena. Era Afrodita quien estaba atento a lo que pasaba tras ver a Shaka y a Ikki de pura casualidad cuando salía al balcón. "Vamos... que se dé algo entre ellos" - pensaba mientras cruzaba los dedos -
Máscara: - ¿A quien espías? - asomándose al balcón -
Afrodita: - ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Shhhhh!!!!!!!!!! - metiéndolo de nuevo a la habitación - O se darán cuenta.
Máscara: - ¿Aun siguen con esa estupidez? - riéndose - Si llegan a conseguir que esos dos sean pareja, lo cual dudo, podrían abrir una agencia matrimonial - riéndose a carcajadas -
Afrodita: - Oh... quizá pase algo. Hazme un favor, trae a Shun, debe ver esto - entusiasmado -

Transcurrieron algunos minutos, ambos con la mirada perdida en la nada hasta que el silencio se tornó algo incómodo.
Shaka: - algo más nervioso de lo que parecía - Eh... yo quería...
Ikki: - al mismo tiempo que Shaka - Yo...
Ambos se miraron nerviosos esperando que alguno empezara la conversación. Al final Shaka habló.
Shaka: - sonriendo - ¿Aun piensas en no darle el gusto a esos dos?
Ikki: - tomando valor y acercándose a Shaka dejando toda duda de lado - Estuve pensando en cambiar de idea... - rodeando la cintura del caballero con sus brazos - después de todo... creo que haríamos buena pareja.
Y tras decir eso Ikki envolvió con sus brazos a Shaka y lo besó apasionadamente. Ahora Ikki si estaba seguro de sus sentimientos.

Afrodita casi saltaba de alegría al verlos, mientras los espiaba asomado por la ventana. En ese momento llega Shun, quien era traído casi a la fuerza por Máscara Mortal, seguido por Hyoga que acompañaba al caballero a Shun.
Shun: - ¿Pero que pasa Afrodita? - algo preocupado -
Afrodita: - ¡Mira! - asomando casi por la fuerza a Shun para que espíe -
Shun: - ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Lo logramos!!!!!!!!!! - muy contento - ¡Y casi pienso que sería imposible!
Máscara: - también espiando - Vaya... lo lograron - incrédulo -
Hyoga: - asomando la cabeza - Increíble... me pregunto cuanto durará, conociendo el carácter de Ikki.
Shun le dirige una mirada furibunda a su novio, no le gustaba que hablaran así de su niisan.

La recién formada pareja continuaba besándose bajo la luz del sol, ambos completamente ajenos al resto del mundo. De pronto Shaka se detiene y mira a Ikki.
Shaka: - susurrándole al oído - Ikki, mira detrás tuyo... tenemos público.
Ikki: - ¡¿Qué?! - volteando para ver -
Ambos miran como desde dos balcones a la izquierda del que estaban, cuatro cabezas espiaban atentas (y sorprendidas) todo lo que ocurría. Cuando los cuatro fisgones se dieron cuenta de la mirada asesina de Ikki (que estaba muy rojo, tanto de vergüenza como de furia) se metieron rápidamente a la habitación.
Máscara: - Bueno... ¿Cuándo abren la agencia matrimonial? - con cierto sarcasmo - Si cobraran por eso se llenarían de dinero.
Shun: - Espero que mi niisan no se enoje... bueno, ahora no tiene motivos para enojarse, al contrario.

Shaka entró a la habitación matándose de risa, a Ikki en cambio no le hacia mucha gracia que los vieran, de seguro esparcirían la noticia por todos lados.
Shaka: - No es para tanto... después de todo creo que les debemos un agradecimiento.
Ikki: - sonriendo - Tienes razón - tomando el rostro de Shaka con sus manos - Gracias a ellos estamos juntos. ¿Y sabes una cosa?
Shaka esperaba expectante que Ikki prosiguiera.
Ikki: - Me he dado cuenta que después de todas las cosas que pase en mi vida mi corazón no se ha cerrado del todo. Ahora me doy cuenta de que puedo amar.
Shaka: - ¿De verdad? - dirigiéndole una mirada llena de ternura -
Ikki: - Te amo Shaka - expresó sinceramente y sin temores -
Shaka: - Y yo te amo a ti - dejando todas las dudas de lado -
Y una vez más ambos se abrazaron, sintiéndose que sus corazones se fundían en uno solo. Después de todo, la idea de Afrodita y Shun no resultó tan mala.

Fin

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