El regalo de Grecia
By SakuraChan
Capítulo 2: Mi primer enemigo
El faraón entró a la habitación del atlante, tras él, venía el sacerdote supremo de Ra. Mu bajó su cabeza en señal de respeto, ya que sabía que estaba frente a su amo, Shaka lo miró unos segundos y se sentó en un sillón que había en la estancia. Miró a su sacerdote, quien rápidamente se acercó al pelilila y lo llevó ante el faraón.
- Dime tu nombre- le preguntó en griego.
- Mu, señor-
- Más respeto, tú eres a partir de ahora posesión mía. Dime ¿Cómo sobrevivieron?
- La verdad no entiendo muy bien, ya que mis antepasados escaparon de Atlántida y se refugiaron cerca de Grecia, pero ese hombre nos descubrió y tomo para si a mi hermano mayor y a mi me regaló, pero como escaparon mis antepasados es algo que ignoro, mi hermano me contó que habían escapado en un barco cuando Atlántida se hundió, pero mis padres solían decir que los dioses los guiaron y los salvaron de las aguas, la verdad no estoy seguro.
- ¿Cuántos años tienes?
- Veinte señor
- No está mal…sabes, a partir de ahora serás mi concubino, tómalo como un gran honor ya que soy el faraón de Egipto y tú eres mi regalo.
Mu bajó la mirada. Sus ojos se llenaron de lágrimas. De ser el hijo mimado de su familia a pasar a ser un regalo de otra persona.
En esos momentos entró la reina Tyalu, con su hermoso vestido de seda, su tocado de reina y su fabuloso collar de oro con esmeraldas.
- Dime Shaka ¿qué te ha parecido el regalo?
- Es muy hermoso si te fijas, Tyalu.
La rubia se acercó a Shaka rodeando su cuello con ambas manos.
- Amor ¿te voy a ver en mis aposentos? –preguntó con voz mimosa
- Cuando quiera una concubina iré con ellas, recuerda que tú deber es perpetuar la estirpe, nada más- repuso el rey con frialdad.
La reina se separó de él, con una mueca perpleja, miró al joven concubino, en sus azules ojos el desprecio y el odio se empezaba a expandir como un gran tumor.
- Te aseguro que más satisfacción te dará Ahssesupth que este niño
El joven atlante miraba los pies de la reina cerca de los pies del rey, pero no entendía que decían. Sintió una mirada fuerte sobre su persona y levantó los ojos. La mirada de la reina lo asustó. La joven Tyalu salió de la habitación dando un gran portazo. Nunca, nadie, había captado la atención del rey como lo había echo ese joven. Sabía que su posición no peligraba, pero la idea de que alguien tuviese una piel más linda que la suya la enardecía. Caminó rápidamente por los corredores hasta llegar a sus aposentos. Una hermosa habitación enorme, con una gran cama al centro cubierta por cortinas, su largo tocador lleno de maquillaje y perfumes traídos desde Babilonia. Tomó su espejo y se miró en él. Su rostro era perfecto. La más linda de todo Egipto. Sonrió, pero su mueca se convirtió en horror cuando descubrió que las líneas de la sonrisa comenzaban a marcársele. Pensó en el atlante. Ese muchacho no se veía mayor que el rey y ella, ya contaba con veintiocho años. Mandó a que le llenaran una tinaja con leche. Se daría un baño para recuperar la juventud.
Mientras, el joven pelilila seguía bajo el escrutinio del faraón. Después de un rato pronunció en griego.
- Me molesta hablar en griego, por lo cual vas a empezar a aprender egipcio. Para ese propósito, el gran sacerdote, Camus, te enseñará a hablar como nosotros. No hablaré contigo hasta que hables civilizadamente- terminó diciendo el faraón y levantándose.
Luego de eso, abandonó la habitación, dejando a Camus en ella.
- Hola, mi nombre es Camus- le dijo en griego- no te sorprendas de las palabras del faraón, es sólo que a nosotros Grecia nos ha esclavizado desde antes de que el faraón subiera al trono, y por eso no tiene mucho aprecio por los griegos. Empéñate en aprender egipcio y todo irá bien
- Muchas gracias- le agradeció besando su mejilla.
Y a partir de ese momento comenzaron las clases del joven atlante.
Continuará..