“La mejor manera de librarse de una tentaciónes caer en ella.” Oscar Wilde
Capitulo: 1
Al enterarse que su profesor titular no habia podido asistir a clases, por primera ves en toda la mañana Syusuke Fuji pudo concentrarse. Primero habían sido aquellas chicas en la biblioteca cuchicheando; luego los graznidos de los pájaros en la cima del árbol donde el se habia colocado para pensar, y para acabarla de rematar habia llegado Eiji de nueva cuenta a la biblioteca, para comentarle airadamente que Oishi habia pasado olímpicamente de él hoy en la mañana y que por mas que lo buscaba, seguramente para pedirme un explicación, habia sido borrado de la faz de la tierra como por arte de magia. En cualquier caso habia perdido prácticamente toda la mañana sin poder hacer nada de provecho.
O bueno, casi nada. Ya tenia parte de las tareas hechas, pero faltaba una de su capitán. No es que él le hubiera pedido que se la hiciera, aunque no se habría negado, de ninguna forma. Syusuke Fuji no podía negarle nada a Tezuka Kunimitsu, pero como el capitán tenia un enorme proyecto para dentro de dos días, veía éticamente correcto hacerle esa tarea al menos, para que su capitán no tuviera una mala nota en sus calificaciones aprobatorias y no se viera tan presionado con su proyecto.
Tomo la pluma y se rasco pensativamente la mejilla. ¿Qué podía opinar Tezuka acerca del intervalo (a, b) de una función f(x) dt?
“Que si la función f(t) es continua en el intervalo(a, b) la función f(x) dt es una función primitiva” Casi le oyó decir y sonrió. Nunca se lo habia preguntado, pero estaba mas que seguro de que aquella seria una respuesta del siempre frio capitán.
Se quedo pensativo unos minutos mas, y comenzó a escribir aquella opinión, un poco mas detallada y con dos ejemplos. Cuando terminó, se pregunto si debía poner el nombre o no. No quería que a Tezuka se le olvidara.
Da igual. Pensó escribiendo el nombre de su amigo en el papel. Esperaba que el profesor de calculo no revisara exhaustivamente las opiniones de esa tarea, por que iba a identificar que esa no era la letra grácil y pequeña de Kunimitsu. Habia intentado imitarla, pero pronto se habia dado por vencido, y se habia conformado con deformar un poco la suya propia para que asi, el profesor no identificara quien la habia hecho. Verifico que no hubiera ninguna mancha en la hoja, ni una arruga y que todo estuviera completamente limpio y recto.Estaba apunto de guardar aquella hoja para dársela a Tezuka, cuando de repente, una mano fría se poso en su hombro. Syusuke se llevo una mano al corazón sobresaltado. Volteo a ver quien era quien le habia dado semejante susto, y se quedo de piedra al ver a nada mas y nada menos que a Tezuka Kunimitsu en persona viéndolo.
- ¡Tezuka!-
- ¿Qué haces aquí Syusuke?- murmuro Tezuka mientras retiraba su mano del hombro del chico. Syusuke miro nerviosamente a su capitán, sin saber como contestarle. Sin mas cambio de tema rápidamente sin contestarle la pregunta a Kunimitsu.
- ¿Tu proyecto, ya lo acabaste?- le siseó inquieto. Tezuka levanto una de sus elegantes cejas.
- No, aun me falta parte de el, pero esta casi terminado- Murmuro Tezuka, la biblioteca le daba un aire mas impersonal a aquella conversación- solo salí del laboratorio para tomar aire fresco.-
Al oír aquello, Syusuke dejó escapar un suspiro. Típico de Tezuka, aprovechar el tiempo muerto para las cosas importantes.
- Toma – murmuro Syusuke, volteándose completamente, y tomando la hoja que momentos antes iba a guardar en su maletín. Tezuka la tomo y la observo detenidamente.
- ¿La tarea de calculo?- pregunto desconcertado el oji-miel antes de fijar su mirada en Syusuke.
- tu tarea de calculo – murmuro Syusuke sonriendo. Mientras que Tezuka leía su nombre escrito en la parte superior derecha de la hoja.
- ...¿Por qué la..?-
- ¿Hice?- termino la pregunta Syusuke, Tezuka lo observaba fijo- por que quise quitarte una tarea de encima-
- No tenias por que hacerlo Syusuke-
- Pero lo hice – dijo Syusuke sonriendo mientras apoyaba una mejilla en su brazo derecho, que estaba recargado en el respaldo de la silla.
- Gracias...-
Syusuke ante todo aquello simplemente sonrió.
*********************
El entrenamiento estaba comenzando, Syusuke habia logrado un momento de paz en todo el dia, después de que Tezuka se retirara de la biblioteca para poder terminar sus propias tareas en paz, y feliz al saber que habia ayudado a su capitán en algo.
Después de irse a los vestidores a cambiar todo su uniforme por sus pantalones deportivos y escuchar uno que otro comentario graciosos de Momoshiro y Eiji. Salió de estos para comenzar con el calentamiento de siempre, volteo a ver las canchas y no era de extrañarse que Tezuka estuviera ya ahí listo, con sus ropas deportivas comenzando a calentar.
- Fuji -
- ¿Dime Tezuka?- pregunto Syusuke mientras se acercaba hacia el capitán, que se habia parado de donde estaba para estar a la misma altura que el tensai.
- hoy serás mi compañero de estiramiento- ordeno con unos papeles en la mano.
Syusuke sonrió, nunca habia podido decirle a Tezuka no, por mas que lo intentara, asi que simplemente se comenzó a quitar su chaqueta deportiva para ponerla en la banca donde generalmente se sentaba la entrenadora Sumire.Tezuka vigilaba sus movimientos tras sus gafas. Los movimientos de Syusuke Fuji eran suaves y muy ligeros, como el aleteo de una ave en vuelo.Syusuke se pasó la lengua por sus labios resecos, y se sentó en el suelo. Sabia que habría sido mucho mas fácil para él, si Tezuka hubiera comenzado con los estiramientos, asi solamente él tenia que tocarlo en los momentos en los que fuera sumamente necesario, como ayudarlo a estirar su espalda. Seguirle era mas sencillo. Siempre era mas sencillo.
Pero no estaba en aquella situación. Puso las manos en el suelo, sin dejar de mirar a Tezuka que no se habia movido en absoluto. Le vino a la cabeza una de las primeras riñas que habia recibido, por culpa de Tezuka, el mes pasado. “Si Tezuka te dice que saltes por un acantilado ¿tu saltas Syusuke?” le habia preguntado alteradamente una chica de un grado superior a él.
Parecía evidente que la respuesta siempre seria positiva.Alguien con más orgullo se habría horrorizado de que le acusaran de sumisión. Pero Syusuke siempre había sido diferente. Su docilidad era una opción consciente. Sabía que conseguía mucho más de Tezuka ejerciendo una resistencia pasiva que intentando ponerle un collar. Tezuka le necesitaba para todos aquellos momentos en que su propio carácter estaba a punto de engullirle. Tezuka le necesitaba tanto como él necesitaba a Tezuka. Era una simbiosis perfecta.
Demasiado perfecta.
Syusuke comenzó con los estiramientos, sin dejar de mirar el suelo, completamente callado, sintiendo las manos frías de su capitán comenzar a tocarlo en la parte baja de la espalda para ayudarlo a estirarla, podía escuchar su respiración acompasada en su oreja y el calor que desprendía el cuerpo de su capitán cada ves que volvía a su posición vertical.
- baja un poco mas Syusuke- murmuro Tezuka en el oído de su compañero.
Syusuke obedeció, dejando que sus dedos es escurrieran por sus piernas hasta tocar finalmente la punta de su pie, el tenia una flexibilidad buena, no tanto como su amigo Eiji, pero si lo suficientemente buena como para poder hacer movimientos que no muchos podrían hacer.
- Mi turno.-
Syusuke no respondió, pero se paro del suelo, sacudiéndose ligeramente el trasero para ayudar a su capitán con su propio calentamiento, sin dejarlo de ver en ningún momento. “Como ordene mi Lord” El sarcasmo era una buena, una grandísima solución para apartar su mente del cuerpo de Tezuka, del relieve de sus costillas al respirar, ni pensar en la superficie tersa y dura de su espalda, ni de su olor, ni de su calor a través de la ropa... oh, vaya. No funcionaba. Comenzó con el estiramiento y Syusuke tuvo obligatoriamente que ponerse atrás del oji-miel para tocar la cálida espalda del capitán y comenzarlo a empujar.
- un poco mas fuerte Syusuke, recárgate un poco mas- ordeno Tezuka mientras seguía con sus estiramientos.
Syusuke nerviosos se volvió a pasar la lengua por sus labios y clavó la mirada en una pequeña mancha que tenia en la playera del capitán justo a lado del cuello, pero por más que intentaba centrar su atención en ella, su visión se negaba a dejar a la periferia a aquel tendón blanco, terso, flexible, que salía a relucir en el cuello de Tezuka en aquella postura.
El corazón de Syusuke tuvo un brusco acelerón, acorde con el repentino fluido interno de sangre que amenazaba con disparar su anatomía y revelar para siempre su pequeño secreto. Por supuesto podía dar una excusa cualquiera, pero ese era el problema, no lo sentia, y estaba ya muy cansado de mentir. Muy cansado.
- Eso es todo Syusuke– El de ojos celestes se retiro como un resorte, como si hubiera sido quemado por alguna llamarada que desprendía el cuerpo de su capitán, incorporándose torpemente y agradeciendo internamente a alguna deidad inconcreta por su misericordia. Tezuka lo miro de reojo frunciendo levemente el ceño, ante el alejamiento acelerado de su compañero y amigo.
- Bien, es momento del entrenamiento, los titulares tomen sus raquetas y busquen un contrincante- dijo fuertemente el capitán del equipo con autoridad- los novatos corran 20 vueltas y los de intermedio comiencen con los titulares.-
- ¡Si!- se escucho un gripo al unísono.
Syusuke sonrió con alivio mientras se iba a buscar a Kawamura para poder comenzara entrenar, el castaño sonrió alegremente al encontrare con su compañero que acepto gusto el reto y comenzaron con el set.
Tezuka tenia la mirada fija en el tensai desde que este se comenzó a alejar de él, para buscar un compañero de entrenamiento y no habia retirado su penetrante mirada del castaño en ningún momento, pendiente de cada uno de sus movimientos. ***- ¡Bien terminamos!- dijo la voz grave de Tezuka dado por terminado aquel entrenamiento.– Los novatos recojan las pelotas.
- ¡Buen trabajo chicos!- les alentó Oishi mientras sonreía.
Las canchas se fueron vaciando poco a poco. Los titulares estaban utilizando los vestidores y las regaderas. Syusuke por el contrario esperaba pacientemente a que ellos salieran, no por que no hubiera regaderas, si no por que no le gustaba tener publico cuando se cambiaba, era bastante penoso para él aquella situación, mas cuando se habia dado cuenta de su secreto. Quería respetar a sus compañeros asi, que esperaba pacientemente a que estos salieran para cuando el entrara ellos se cambiaran y no hubiera tanto problema. Además de que no le gustaba estar sudoroso cuando iba de camino a su casa, era bastante higiénico cuando se trata de el mismo y de sus cosas.
- ¡Fujiko!- Grito alegremente su amigo pelirrojo mientras se secaba tranquilamente el cabello- ¿No te ducharas hoy?-
- Claro Eiji, solo espero que no haya tanta gente- dijo mientras sonreía y pacientemente esperaba a que las duchas se fueran vaciando.
Eiji sonrió simplemente, mientras trataba con algo de dificultad secarse la espalda. Syusuke lo observaba sonriendo. Su compañero y amigo de travesuras era simplemente adorable, a pesar de tener la misma edad, las acciones desinteresadas del pelirrojo, sus gestos, sus manías y acciones lo hacían a los ojos de Syusuke una persona simplemente adorable. Un pequeño niño jugando a ser grande.
- Permíteme ayudarte Eiji- dijo Syusuke mientras se dirigía hacia el pelirrojo que aun no podía quitar el pequeño rocío que habia quedado en su espalda con la toalla.
Con mucha delicadeza, como si el pelirrojo fuera de un material frágil y fácil de romper, Syusuke comenzó a quitarle las pequeñas gotitas esparcidas en el cuerpo del pelirrojo con mucha tranquilidad. Eiji estaba sonrojado, mas no habia abierto la boca para reclamar o decir algo en contra de lo que su querido amigo estaba haciendo. El que si se veía algo molesto, ante todo eso era el sub. capitán del equipo de tennis de Seigaku, que observaba la escena pasmado, con los ojos fijos en la mano que sostenía la toalla de Eiji. Syusuke Fuji nunca se habia tomado la libertad de hacer eso con nadie, ni aunque se lo hubieran pedido en mas de una ocasión entonces ¿Por qué ahora lo hacia con tanta libertad? Y lo peor ¿Por qué Eiji se lo permitía también?
Por interminables segundos, se pudo ver la delicadeza y la sutil manera de Syusuke al mover las manos en torno a la espalda de su amigo pelirrojo, al tratarlo con verdadero cariño que nada tenia que ver con lo fraternal, se veía mas una muestra de cariño familiar en toda la escena, como si Syusuke viera a Eiji como a su pequeño hermano menor. Solo Oishi fue conciente de eso cuando Syusuke le sonrió a Eiji separándose lo suficiente de su pequeño y delgado cuerpo para comenzar a secarle las hebras rojizas de su hermoso cabello. Eiji se dejaba hacer, hace bastante tiempo que habia querido pedirle eso a su amigo Syusuke, pero nunca habia tenido el valor suficiente para pedírselo. Era algo nuevo, nada vergonzoso y muy tierno lo que Syusuke estaba haciendo con él, no solo le estaba demostrando su cariño y afecto; si no también la forma limpia y la preocupación de un hermano hacia su persona.
- Listo Eiji-
- Gracias Syusuke- dijo Eiji feliz.
Todos los titulares habían presenciado la escena de aquellos dos, mas ninguno dijo nada, por que en ese mismo instante, la presciencia de su capitán inundo el lugar de una atmósfera tensa. Syusuke sonrió mientras se dirigía a las duchas. Los titulares habían ya salido de ellas y ya no habia nada que hacer esperando enfrente de ellos.
Tezuka Kunimitsu lo observo entrar a las regaderas y tomando también su toalla se dirigió a ellas sin el menor indicio de detenerse. Desde hacia ya bastante tiempo su compañero y amigo se estaba comportando mas reservado de lo acostumbrado. De momento se le vio esperando a que los demás titulares salieran de la ducha para después el entrar. Muchas habladurías se habían hecho, mas ninguna tenia coherencia, además la extraña sumisión con la que lo estaba tratando lo habia dejado pasmado. Se le veía distraído, silencioso, misterioso y débil. Como si en el tuviera el peso de un gran secreto y no pudiera con ello.
Se acercó pausadamente hacia la puerta, sus esbeltos dedos de porcelana se cernieron en trono a la perilla con delicadeza, pero a la ves con una firmeza y seguridad que al equipo se le antojaron una replica perfecta de su temperamento firme. Entro y por un momento solo se pudieron escuchar los pasos pausados del capitán del equipo.
Syusuke completamente ajeno a lo que acababa de ocurrir, se habia quedado observando las regaderas con detenimiento, simplemente observando sin ver nada. Suspiro cansadamente. Necesitaba con urgencia un tiempo para el solo, necesitaba pensar, razonar y sacar sus propias conclusiones sin tener que estar todo el tiempo observando a los demás. Necesitaba descansar y dejar de ser por un momento el chico relajado y tranquilo que todo el mundo pensaba que era. Se recargo en la pared, cansado. Aquel secreto le estaba cansando ya mucho. Pero no quería perderlo... ¡No podía perderlo!
La puerta, a lado suyo lo saco de sus pensamientos, el molesto rechinido que siempre hacia era una clara señal de que alguien aparte de él quería estar en las duchas. Pero eso paso a menores cuando vio ante el la presciencia de su capitán. ¿Qué hacia el ahí? El corazón de Syusuke se volvió a acelerar, mas cuando el capitán sin importarle sinceramente si Syusuke lo estaba observando comenzó a desabrocharse la chamarra.
Syusuke estaba completamente pasmado, mas que pasmado, estaba en estado de shock absoluto.
- ¿Q... Qué haces?- tragó saliva al ver que Tezuka se había quitado la chamarra y ahora la estaba doblando para ponerla a lado suyo, donde habia un cubículo, pero eso paso a mayores cuando vio que se habia quitado los lentes y estaba apunto de quitarse la playera.
- Preparándome para ducharme- explico Tezuka, quitándose la playera y volviéndola a doblar para colocarla en el mismo lugar donde habia parado su chamarra. Syusuke sintió que se le secaba la boca.- Supongo que tu vas hacer lo mismo- dijo observándolo.
Syusuke se pasó una mano por el pelo, nervioso. Hubiera preferido estar en Australia; cualquier lugar menos allí, por que había empezado a sudar, y no era por el calo que hacía en la estancia. Por el rabillo del ojo observó como las manos de Tezuka doblaban tranquilamente sus pantalones antes de ser colocados junto a la chamarra.Cerro los ojos con fuerza. Esto no podía estar pasándole. Escucho como, Tezuka comenzaba a quitarse lo que restaba de ropa, con bastante naturalidad, con la indestructible confianza que tenia él de si mismo.
- ¿Tú no te ducharas?- preguntó, casi sorprendido de ver a Syusuke enteramente vestido, agarrado como un gato al dintel y con los ojos fuertemente cerrados. ¿Qué le pasaba?Syusuke tragó con dificultad saliva. ¿Por qué tenia que preguntarle aquello? Decirle que no, que prefería quedarse allí de pie... ¿mirándole? ¡wtf! ¡Eso era aun peor! Pero decirle que sí... La verdad es que ya se habían bañado juntos antes, no es como si fuera su primera ves con él en las duchas, pero... siempre en aquellas veces en las que habían compartido regadera habia gente, estaban los dos rodeados del equipo y ahora no, ahora habia un silencio ensordecedor, ahora no podía, no en aquel silencio, no en aquel lugar, no ahora que Syusuke estaba más cansado de fingir que no pasaba nada. Maldición.Sin esperar respuesta del el estresado Syusuke, Tezuka se metió en las regaderas. Syusuke escucho el sonido del agua cayendo y suspiró. ¿Por qué todo tenia que ser tan difícil? Esto era ya insostenible, solo bastaba una frase, para acabar con todo aquello y con aquella sensación de ridículo que lo inundaba cada ves que Tezuka estaba cerca. Cualquier frase valía: “Tezuka me gustas mucho. Me vuelves loco. Me apasionas. Me fascinas. Te quiero. ¡Te amo! Oh Tezuka ¿Cómo no has podido notarlo?”
Cualquiera de aquellas simples frases de no mas de 3 palabras restauraría su dignidad, su ser entero ¡Volvería a ser el Syusuke Fuji de antes! pero el oji-azul siempre se habia preguntado ¿A que precio? ¿A perder todo aquello que habia construido a lo largo de los años de conocerlo para siempre? ¿A perderlo? ¿A perderlo todo?Syusuke se quitó la playera con dedos lentos y tristes.
No podría soportar algo asi. No soportaría perderlo. Antes preferiría morirse, aunque fuera morir mintiendo. Tezuka hacia que todo valiera la pena; incluso morirse debía valer la pena con él, pensó el de ojos celestes mientras acomodaba sus pantalones junto con su playera. Cuando acabo de desvestirse se dirigió a las ducha continua a la de Tezuka, cerrando la mampara de cristal, sonrió y abrió el grifo.
- Y dime Syusuke ¿Crees estar preparado para este torneo que se avecina?- se escucho al otro lado de la pared.
Syusuke se echó a reír, tal parecía que el único que se sentia ridículamente inquieto era él, en todo aquello. Los temas que tocaba con Tezuka eran trascendentales, nada fuera de lo normal. Simplemente hablaban del tennis y pocas veces mostraban los pensamientos y sentimientos que sentían en su vida o contaban algo aparte de eso. Pensó la pregunta de Tezuka antes de responderla.
- No puedo estar cien por cien seguro, pero daré lo mejor por Seigaku- Al contestarle, se le habia puesto la piel de gallina. Se froto el brazo tratando de que aquello desapareciera.
- Bien...- se escucho en contestación a aquello que habia dicho Syusuke- Me alegra escuchar eso, ya que desde hace tiempo te he notado bastante extraño.-
A Syusuke se le paro por unos interminables segundos el corazón.
- ¿Ex... Extraño?- pregunto con cierta tensión en su tono de voz. Se maldijo en voz baja por dejar que aquello pasara y rezaba por que Tezuka no lo hubiera notado. Oyó como el agua se cerraba de golpe y eso lo altero todavía mas.
- Si- se volvió a escuchar la voz de Tezuka en el lugar- Como si...- casi pudo ver el ceño levemente fruncido de su capitán buscando la palabra asertiva para terminar aquella frase- como si tuvieras algo que te estuviera carcomiendo ¿Algún secreto quizá?-
Syusuke cerro los ojos bajo el chorro de agua caliente. Cual asertivo podía llegar a ser Tezuka en ocasiones como aquella. Syusuke se estaba planteando seriamente si su capitán tendría alguna habilidad de leer mentes. Esperaba sinceramente que aquello no fuera alguna verdad. Y rogaba por que si aquella teoría tuviera coherencia, el capitán no hubiera leído su mente.
- ¿Secreto?- pregunto en voz alta Syusuke- tal ves Tezuka, pero nada de que preocuparse.-
Espero pacientemente la respuesta de su capitán con aire ansioso, mantener una conversación con la persona que mas quieres y ver que de cierta forma el esta preocupado por ti, es algo que no puedes esperar todos los días, mas teniendo en cuenta que la relación que Syusuke se planteaba en su cabeza es algo sinceramente imposible.
- ¿Algún sueño quizás?- volvió a preguntar Tezuka, Syusuke pudo escuchar de nueva cuenta el agua al caer y chocar con el suelo.- ¿Algún sueño que no has logrado?-
Syusuke tragó saliva. De momento sintió un dolor agudo en el pecho, como si hubiera recibido un golpe, este le hubiera roto alguna costilla y esta hubiera atravesado su corazón. Syusuke bajo la cabeza y se apoyo con una mano en la pared clavando la vista en el desagüe, que hacia desaparecer en círculos el agua que caía encima de él.
- Procuro soñar con cosas que se puedan hacer realidad algún día- respondió quedamente.
- Comprendo-
Syusuke se inclino para tomar el bote donde estaba el champú, poniendo una pequeña cantidad en su mano para después frotarse la cabeza con fuerza, como si quisiera purgar por fuera todos los pensamientos que le corrompían por dentro. ¿Por qué le hacía eso?¿Era verdaderamente inconsciente de lo que él sentia? No podía ser tan cruel sin querer.
¿Algún sueño que no has logrado?
El dolor regresó con más fuerza.
Sí.
Si es un sueño, una tentación.
Algo que no debería de tener, pero lo tengo. No puedo evitarlo.
Sorbió por la nariz y se apretó los dedos contra los párpados cerrados. Los ojos le ardían. Tal ves le habían entrado jabón en ellos, o quizá fuera otro tipo de ardor diferente, de aquellos que vienen de dentro. Tomo el grifo y cerro el agua caliente. Dejo que el agua fría lo mojara, y esta tuvo un efecto balsámico sobre sus ojos enrojecidos y lagrimieantes. De hecho, también el agua fría se habia convertido en su gran aliada a la hora de cargar con su pequeño e intenso secreto.
Cerró el grifo y solo entonces fue conciente de que no se oía el agua en la ducha de al lado.
- ¿Tezuka?- pregunto tomando nuevamente el recipiente de champú en su mano.
No hubo respuesta. Perplejo, Syusuke se quedó en silencio esperando alguna reacción de su capitán por dar signos de vida.
Nada.
Absolutamente nada.
Syusuke salió de la ducha y lo que vio lo dejo paralizado, completamente lívido. El recipiente que contenía el champú se le resbalo de las manos y fue a parar al piso donde hizo un ruido ensordecedor en aquel lugar tan silencioso. Ni siquiera pensó en recogerlo. Se quedo como un poste contemplándole con los ojos abiertos de par en par. El vapor acumulado cubrió parte de aquella hermosa visión emborreciéndola un poco. Tezuka estaba completamente desnudo frente de él.
- ¿Syusuke?-
El susodicho no respondió.
- ¿Syusuke estas bien? – volvió a preguntar el castaño mientras se acercaba al mas chico, con claras intenciones de tocarlo.
Syusuke tragó saliva. ¿Qué se suponía que tenía que hacer ahora? Tezuka estaba tan cerca que las gotas de su pelo castaño mojado caían sobre sus propios pies. Es mas, incluso podía ver los poros de la cara de su capitán.
No recordaba Syusuke haber estado tan cerca de él desnudo. Con sólo extender el índice, podría rozar su muslo.
Ignorando la ola de calor que le trepaba por las entrañas se obligo a centrar su atención en lo que le habia preguntado el ojos avellana.
- S... Si, estoy bien- respondió
Tezuka emitió un gruñido al no creerle nada, e inconscientemente paso su lengua por sus labios.
- ¿Seguro?- se acerco un poco mas. Ten piedad, por Dios, ten piedad.