Atobe sabe que mientras le hace el amor Tezuka, piensa en aquella otra persona, que piensa en él. Sabe que mientras se adentra con fuerza entre sus piernas, que mientras su cuerpo lo acoge, cierra los ojos para pensar que es él. Sabe que juega a imaginar que es él cuando lo acaricia y lo aprieta con ansiedad. Sabe que lo besa, acallando sus gemidos para no escuchar su voz. Por que no es él.
Sabe que cuando irrumpe alterado en su casa y lo llama con una mirada, que mientras le sigue a su cuarto y él lo toma en sus brazos, lo hace pensando en él. Lo hace por él. Por que lo ha visto, porque se han peleado, porque lo ha deseado. A él.
Sabe que cuando lo acaricia con ternura casi reverente es porque logra ver los rasgos de él sobre los suyos propios. Sabe que cuando se vuelve ávido y violento, está tratando de encontrar la imagen de él en su cuerpo.
Sabe que cuando lo sorprende en algún callejón y lo arrincona al cobijo de la oscuridad para besarlo como si quisiera beberle en alma, es porque ha querido hacérselo a él. Sabe que las noches en que se queda en su cama y le abraza, estrechándolo contra de él, es por que se imagina que es él. Sabe que cuando se marcha, furioso y frustrado en cuando acaban de acostarse, es porque no lo ha conseguido. Por que no ha logrado sentir que es él. Sabe que la razón de sus enfados, de su ánimo cruel con su persona, que lo aguijonea y maltrata, es por él. Sabe que si sonriera sería por él. Sabe que cuando se queda abstraído en cualquier lugar, con gesto imperturbable y la mirada miel perdida, piensa en él.Sabe que cuando impone reglas mas estrictas a los novatos, cuando los hace correr mas de cincuenta vueltas por toda Seigaku, cuando descubre a los de intermedio hablando y los manda a limpiar toda Seigaku por una semana, lo hace por él. Para vengarse por no poder tenerlo.
Para provocarlo y que él repare en su presencia. Aunque sea para sancionar lo que hace, para marcharse colérico. Porque es el único modo que tiene de acercarse a él.Sabe que cuando la llama distraído e incompetente le está diciendo que lo quiere. A él. Sabe que se lo dice con insultos porque no puede hacerlo de otra forma.
Sabe que cuando se ríe de la edad mental del neko o de o’chibi, es sólo para que él le mire. Con recelo, pero le mire.
Sabe que el breve momento en que sus ojos se encuentran es el mejor día para él. Aunque lo oculte, aunque lo entierre y esconda en un lugar que sólo él conoce.
Y sabe que eso sólo lo saben dos personas. Tezuka y él. Atobe
Sabe que Syusuke Fuji guarda su corazón, pero él guarda sus secretos.
Del mismo modo que sabe, que siempre seguirá esperando a que él repare en su persona. Verdaderamente en él.