Ya había pasado media mañana desde que milo había encontrado en tal mala situación afrodita, lo dejo recostado en la cama mientras le preparaba algo de comer ya que hacia ya dos días desde que no probaba bocado.
-te tengo una sorpresa-entrando en la habitación con una bandeja
-gracias, pero por el momento no tengo hambre-
-nada de eso tienes que comer algo perdiste mucha sangre y no has comido nada desde hace dos días-mientras se acomodaba al lado de afrodita- te prepares fresas con crema como te gusta, junto con hojuelas de avena, y este jugo de naranja-
Resignado viendo que el escorpión no se daría por vencido-esta bien tal vez coma las fresas-con una sonrisa melancólica
Milo quiso preguntarle que había sucedido pero no se atrevió al ver lo susceptible que estaba afrodita prefería no molestarlo.
-espero que te guste-
Milo le daba las fresas en la boca hasta que una resbalo de sus manos untando el cuello de este. El escorpión tomo una servilleta para limpiar el cuello de este se acerco a el al punto de quedar en frente de el y ver de frente esos ojos que quisiera solo lo observaran a el, pero no tenia el valor de decirlo que sentía hacia el ya que dita solo consideraba su mejor amigo era el único que sabia de su relación con Deathmasck.
**********flash back*********
Afrodita había descendido desde su templo hasta el octavo para contarle lo sucedido.
-milo, milo-lo buscaba con mucha ansiedad
-sube afrodita estoy en mi habitación-
En menos de un segundo ya había ascendido y entraba en la habitación para encontrar una situación un poco vergonzosa, milo se encontraba cambiándose y se estaba poniendo su ropa interior.
-discúlpame milo, debo tocar...tocar la puerta cuando valla a entrar- aclaro rápidamente, dando la vuelta, escondiéndose entre sus hombros para que no se notara lo rojo de sus mejillas
-no te disculpes, no es nada- terminando de cambiarse - para que me necesitabas -
-ya me puedo voltear-
-si-poniéndose una camisa ajustada, que se notaba el trabajado torso del escorpión
Dando media vuelta - estoy feliz -
-a que se debe tanta felicidad-
-por fin me dijo que si-
-que-
-por fin le dije a DM lo que sentía por el y acepto tener una relación con migo-abrazando a milo
Este sintió como su corazón se desquebrajaba por las palabras que este le decía.
-no te alegra la noticia milo-
-s...si claro es tu vida no-
- si pero te voy a pedir un favor-
-dime-
-no le digas a nadie de lo mío con DM que me pidió que por favor no se lo comentara a nadie-
-esta bien, pero no se por que quisiera ocultar su relación-
-eso no importa lo único que importa es que este con migo-abrazando a milo, mientras este lo emulaba pero con la mirada perdida.
*********fin flash back*********
Afrodita al ver ese contacto tan cercano con milo hizo un esfuerzo para no golpearlo el tener a alguien tan cerca lo hacia recordar lo que Kanon y DM le había hecho solo empuño sus manos y cerro sus ojos con fuerza para escapar de ese momento, milo se dio cuenta que algo malo estaba sucediendo así que termino de limpiarlo lo mas rápido posible.
-afro pasa algo-lo miraba buscando una respuesta
-n...no es nada-
-entonces por que no abres los ojos-
Afrodita abrió sus ojos lentamente para encontrase con la cara de milo que lo miraba con algo de preocupación.
-afro por que no tomamos el resto de el día para nosotros y vamos alas tiendas del pueblo y compramos algo de ropa, como te gusta-
Afrodita no pudo esconder su cara de felicidad no lo odia negar era fanático alas compras pero unas palabras vinieron inmediatamente a su cabeza "eres demasiado engreído".
-no, por el momento no tengo ganas-
-seguro por que tu boca dicen una cosa pero tus ojos otra-
-no estoy seguro-
- al menos acompáñame que me quiero comprar algunas cosas-
-ya que veo que nunca te vas a rendir, esta bien te acompaño-
Milo lo abrazo como gesto de agradecimiento lo que tomo por sorpresa a afrodita que no pudo articular palabra, cada ves que milo se acercaba, recordaba esos momento de impotencia que tuvo que vivir cuando esos dos cretinos se aprovechaban de el, solo cuando ese abrazo termino fue capaz de decir algo.
-espera mientras me baño y me cambio-
-esta bien-
El pisciano trato de levantarse de la cama pero sus piernas le volvieron a fallar y un dolor punzante lo volvía a atacar en su espalda, se hubiera ido cara al suelo si no hubiera sido por milo que lo detuvo a tiempo, los dos no había notado que afrodita aun estaba desnudo, provocando en afrodita una vergüenza enorme, y en milo un sonrojo que le era imposible ocultar solo lo tomo entre sus brazos y lo dejo sentado en la tina y abrió a llave del agua caliente. Dejando que la tina se llenara mientras que pasaba los jabones y aceites que afrodita usaba para su baño.
-gracias-
-no tienes por que-mientras pasaba la cortina para no ver a afrodita mientras se aseaba
El ver el cuerpo desnudo de afrodita lo hizo sentir una sensación extraña sintió un fuerte movimiento desde la cabeza hasta la punta de los dedos de los pies, había hecho un esfuerzo sobre humano para no acoger el cuerpo de afrodita sobre el suyo y besarlo eufóricamente, en su mente se repetía ese momento una y otra vez. Solo despertó al oír la voz de afrodita que le pedía que por favor lo ayudara a parar de la tina y le pasara una toalla.
Lo levanto y llevo nuevamente a su habitación dejándolo sentado en el borde de la cama mientras el le indicaba que ropa llevaría.
-afro no crees que deberíamos ir a ver un medico no es normal que no puedas caminar-
Mientras se vestía como podía - no creo que se algo muy importante ya me pasara -
mientras con toda su fuerza se ponía de pie y daba algunos pasos hacia milo que estaba de espaldas para no ver mientras este se cambiaba
-esta bien te voy a creer que no quiere sir aun medico pero se que algo malo te paso solo espero que cuando estés preparado me cuentes -
-te lo aseguro que serás la primera persona en saberlo pero será en otro momento por ahora no quiero problemas-
- esta bien -
Se marcharon como afrodita pudo bajo algunas escaleras nunca en su vida le había parecido que esas escaleras fueran tan largas, milo dándose cuenta de lo sucedido alzo a afrodita en sus espalda y con toda su velocidad bajaron en menos de dos segundos, lo primero que hicieron fue ir a conseguir la susodicha ropa de milo pero este tenia planes diferentes compro casi compra medio centro comercial.
- luego dicen que yo soy el que exagero en mis compras- mientras se sentaban en una de las bancas del centro
-es verdad, creo que me excedí en mi ropa- mientras acomodaban la cantidad de bolsas
- no creo que tu vida te alcance para utilizar toda esa ropa-
-sabes tienes razón, te la regalo- dejando la mitad de las bolsas a afro
-que-
-que te regalo esta ropa-
-estas seguro-
-si no creo que haya problema en la media ya que somos de la misma talla-
-pues si pero es demasiada ropa-
-no importa, espero que te guste-
-esta bien-
Milo se recostaba en la banca para mirar al cielo ya había pasado el día y la noche estaba alumbrada con un centenar de estrellas.
-mira que tarde es-decía afrodita mirando su reloj
-no están tarde, que tal si comemos aquí-
-esta bien, pero sabes que soy muy exigente cuando de comida se trata-
-no importa, aquí hay un restaurante donde solo hacen comida vegetariana-
-parece que conoces bien el lugar-
-claro cuando estuve con Camus veníamos a pasar las tardes asolas-
Un silencio incomodo se formo entre los dos.
-pero Camus prefirió a Shura-con una sonrisa en la cara - espero que sea feliz -
- lo tomaste muy bien-
- si de todos modos no creo que de verdad no lo amaba creo que siempre e querido a otra persona -
- y esa persona quien es si se puede saber-
- esa persona es... te lo digo cuando tu me digas que te paso-
-ah eso es injusto, pero es un trato-
La conversación había terminado y fueron a buscar el restaurante que había mencionado milo, todo transcurrió normal les dieron una mesa para dos el ambiente era muy romántico el lugar era alumbrado ala luz de las velas y con música romántica de fondo, milo se escondía su cara par que no se notara su leve sonrojo al imaginarse que esa fuera su primera cita, pero tendría que despertar solo eran amigos y si estaban allí era para reconfortar a afrodita y por ningún otro motivo.
Salieron del lugar rumbo al santuario ya había caído la noche con todo su fervor, pero tomaron su tiempo para subir por las escaleras llegaron al octavo templo sonde milo se tendría que despedir de afrodita.
-hasta luego milo-levantado las bolsas del piso
Milo tomando la mano de dita- quédate esta noche aquí-
-pero no hay lugar, y además no te quiero incomodar ya has hecho mucho por mi-
-no es ninguna molestia y no te preocupes tu puedes dormir en mi cama y yo duermo en algún sillón-
-no podría-
-si puedes- tomándolo y llevándolo al segundo piso- además no estas muy bien físicamente para subir lo que resta de camino mejor quédate aquí-
-esta bien-
Ya en la recamara afrodita se despojo de su ropa dejándose la camisa y la ropa interior y acomodándose en la cama que era muy amplia cabían perfectamente dos personas, mientras milo se acomodaba en un sillón que estaba al lado de la cama.
-ven duerme con migo., aquí cavemos perfectamente-
-estas seguro-
-si-
Milo trajo su cobija y almohada que había acomodado en el sillón y se recostó al lado de afrodita. Mientras que afrodita se dejaba llevar por el sueño, milo jugaba sutilmente con el cabello del pisciano. Cuando ya se vio dormido.
-esa persona eres tú, te amo contadas las fuerzas de mi corazón-
Dejándose llevar también por el sueño