Ella dice sí, ella dice que lo quiere… y ella lo pierde.
Tal vez se trata de lo mala que soy. O de que no me importa la vida ajena, siempre sumergida en mi mundo de ilusiones egotistas. Tal vez es solo que estoy demasiado obsesionada como para refutar tanto en tan poco tiempo. Quien sabe, a la mejor si que estoy loca. Tsunade-sama ha dicho que la locura es rebatida no solo con fármacos, sino con amor. Yo perdí el amor, en muchos sentidos, o en ninguno si lo pienso largamente; no se pierde lo que nunca se tuvo.
Cuando perdí el amor de Sasuke no creí que de verdad lo estuviera perdiendo, sólo pensé que se estaba alejando, e ilusa y patética me aferré a un regreso idealista. Cuando intenté detenerlo, realmente creí que él no se iría, y tanto lo creí que termine esperándolo cuando de cualquier modo se fue sin mí.
Al perder el amor de Naruto, me abracé al ensueño de que su amor por mí, guardado como una oruga en su capullo, algún día se mostrar ante mi con brillantes colores, maximizando los atributos de mi amigo y minimizando su muchos defectos, incluso me prometí ser cauta con sus sentimientos, y darle la oportunidad de recibir mi amor. Pero fue él quien primero me olvido, ninguna metafórica mariposa abrazo mi corazón de esperanza, simplemente la oruga murió en el olvido. Y el, seguro, morirá en los primeros brazos que deseé; los de Sasuke.
Después de él, pensé que Sai tal vez era el indicado para amarme por siempre, y me equivoqué. Mis sueños de verlo lleno de vida por mi, se vieron rotos cuando lo vi muerto en el campo de batalla y yo no sentí nada, tal vez solo un poco de odio por llevarse un resquicio mas de mi amor, y una punzada de desprecio al observar como el maldito e insulso Kazekage se robaba su último aliento… y llorara las que debieron ser mis lágrimas.
Si volvemos a lo mismo, yo realmente nunca perdí nada.
Tal vez nací sola, tal vez por más que me abrazará a una esperanza, esta nunca resistiría el influjo del tiempo que otorgo a mis enamorados, obsesionada por ver madurar un amor que nunca existe. Estoy cosechando, con desespero, las semillas que no me molesté en sembrar, estoy sola, en la extensión patética de la palabra, por que soy la peor persona del mundo.
Porque no merezco una lastima que tampoco me moleste en pedir, ni merezco una mirada que en la vida supliqué.
Tal vez, por poner ejemplos estúpidos, yo soy la oruga que nunca logro su punto de esplendor.
O quizás, no soy más que lo que soy; una Kunoichi muerta de amor imaginario.
Y eso, seguramente, te hace feliz.
Porque todos ellos se quedan juntos…
Sin mi.
********
(Lo siguiente es para llenar espacio, es sobre la pareja que quieran, realmente lo hice en un momento de ocio hace milenios y milenios u//u, aunque si estaba pensando en una parejita, ya me contaran en cual pensaron ustedes ^^, espero lo disfruten n.n)
Me falta algo…
Incluso siendo tan bruto como aparentemente soy, no es inteligencia lo que anhelo… por que en mi situación no tendría importancia…
Me falta algo…
No es ser mas guapo, o mas alto… por que eso tanbien carece de importancia en este momento…
Me falta algo…
No es dinero, por que nada en este mundo podría comprar eso que me falta…
Me falta algo…
No es ni siquiera tiempo, al contrario, ese me estorba para poder simplemente llegar a mi muerte…
Me falta algo…
¿Realmente tienes ganas de saber que es?
Me falta algo…
Es algo que no conseguiré nunca, pero que deseo con tantas fuerzas que me duele.
Me falta algo…
Me lo repito para dejármelo claro, con la esperanza de que algún día pueda aceptarlo.
Me falta algo…
Algo tan absurdo…
Me falta algo…
Algo tan trivial.
Me falta algo… me sobra algo…
Dos cosas tan… tan faltas de verdadera importancia…
Me falta algo… me sobra algo… pero quizás sean mas…
Necesito busto, me sobra “algo” abajo…
Me falta algo… me sobra algo… pero quizás sean mas…
Me falta lógica para entenderlo… Me sobra corazón para aceptarlo…
Necesito algo…
Lo necesito a él…
Necesito su perdón.
Pero antes de ello…
¿Qué necesito para estar con él?
Necesito ser una chica, suave, firme y agraciada, perfecta. Inteligente, amada, de largas piernas y prudente lengua.
Y no lo soy.
No lo soy.
Pero antes de serlo…
¿Por qué lo necesito a él?