Capítulo 10º: La noticia
Estaba tan cálido que no deseaba abrir los ojos, entonces recordó que jamás se había dormido en una cama… cuando sus ojos se abrieron se encontró con la imagen de Hades, este aún miraba fijamente hacia el frente, aunque sus brazos lo envolvían protectoramente… - Lo siento, me quedé dormido…
Descuida, mi pequeño, es agradable tenerte así – susurró el mayor sonriendo.
¿Crees que haya funcionado? – la esmeraldina mirada se posó en la misma dirección que las jades de Hades.
Si, se siente el olor de un nuevo lobo… ahora mismo está despertando – murmuró el mayor, y cargó en brazos al más joven – Vamos a descansar un poco… es muy temprano aún.
Espero que al final, Afrodita no me odie por esto… realmente me asusta un poco – Shun cerró nuevamente los ojos, y se acurrucó más entre los brazos de Hades
No temas, mi príncipe… como te había dicho, casi estoy convencido que el buen doctor se acostumbrará mucho antes de lo que imaginas a esta nueva vida – lentamente fue colocando al peli verde sobre le lecho – Después de todo, es ahora que comenzará a disfrutar de todas las cosas que lo rodean.
¿Y si lo que me reclama es que haya permitido la unión con los gemelos? – sus mejillas se sonrojaron violentamente, Hades lo estaba observando muy intensamente.
No lo hará… si antes sentía una pequeña atracción por ellos, el vínculo que se ha formado entre ellos hará que los considere irresistibles – acercó sus labios a los del joven – Te deseo…
Me consideras irresistible Hades – el peli verde acarició el rostro del mayor, justo antes de acercarse lentamente para rozar sus labios…
Estoy hambriento de ti… quiero sentirte, que seas solo mío – el beso fue necesitado, hacía bastante tiempo que se estaba conteniendo, pero ya no podía más con la espera… sus labios recorrieron primero su cuello, mientras sus manos iban despojando rápidamente sus ropas…
Hades… Hades – susurraba mientras sus manos sujetaban fuertemente las sábanas.
Adoro escuchar mi nombre en tus labios – sonrió al notar las mejillas totalmente pintadas, y aquella mirada cargada de deseo – Te amo demasiado, mi príncipe – no esperó a escuchar nada, simplemente volvió a besarlo, y lo llenó de nuevas energías el hecho de ser correspondido.
Su corazón se sentía desbocado, esa podría considerarse la primera vez que se entregaba sumisamente al peli oscuro, y aunque se sentía un tanto inseguro, no quería parar… sus ropas rápidamente dejaron su cuerpo, y devolvió con la misma pasión cada uno de los besos que le eran dados – Mi rey… yo también lo deseo
Una sonrisa adornó los labios del mayor por aquellas palabras, jade se encontró con esmeralda, dejando fluir libremente a su deseo y a su pasión… cuando por fin se hicieron uno, el ambiente se llenó de gemidos, se movían en una sincronización perfecta… fue cuando estaban a punto de llegar al clímax que el menor expuso su cuello, y dejando que sus instintos los gobiernen por completo lo marco como su pareja para la eternidad.
La intensidad de lo acontecido lo había dejado dormido, lo contempló rebosante de la felicidad, en aquella noche que selló sus sentimientos, él había evitado marcarlo debido a su hermano… pero cada momento que había trascurrido luego de su encuentro, había sido como plata fundida para su alma… tuvo que huir, cual lobo herido, para no presenciar la felicidad de su joya, en brazos de su hermano… su cuñado lo había perseguido para reclamarle lo del engaño, pero como negar si él mismo notaba el interés en las expresiones de ambos… su hermano menor amaba apasionadamente al elegido… y Shun también mostraba la misma atracción…
No había querido luchar con su hermano, pero al ver que este se había perdido en su instinto, y que podría dañar al príncipe, le obligaron a intervenir… y debido a la intensidad de la batalla se había segado en el éxtasis del deseo, y cobrado el premio que merecía por ser el campeón. Estuvo a punto de morderlo aquella noche, más la imagen sufrida de su hermano lo detuvo, y fue como si hubiera vuelto en sí. Sin embargo, su hermano no había marcado el menor, alegando que era demasiado joven… nadie cuestionó su decisión… - Hades… - susurró el peli verde en sueños
Pero ahora eres mío… jamás volveré a dejarte ir… - se dejó vencer también por el cansancio… había decisiones muy serias que debían tomarse una vez que todos estuvieran en pie.
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Observaba silencioso a ambos hombres, se cubrió un poco más con las mantas mientras notaba que los hermanos parecían no tener la intensión de apartar la mirada de su dirección… - ¿Tienes hambre? – sus mejillas adquirieron un color rojo escandaloso que no pudo evitar, pues justo en el momento en que iba a negarlo, su estómago protesto sonoramente…
Kanon ve a traer algo, por favor – Saga sonrió con algo muy parecido a diversión, especialmente cuando el peli turquesa cubrió su rostro con la manta. Cuando se quedaron solos en la habitación, fue que el mayor se aproximó al más joven, sonrió al notar un vano intento de huida – No te ocultes de mi – tomó la manta con una de sus manos y la estiró - ¿Cómo te sientes? – con su otra mano acarició las piernas, mientras que esa mirada asustada no se apartaba de la suya, se ubicó entre ambas piernas dejándose inundar por la fragancia, ya no había enfermedad en su olor, aunque si debilidad…
Un escalofrío recorrió por completo su cuerpo cuando lo sintió entre sus piernas, contuvo la respiración y ni siquiera se había dado cuenta de que lo estaba haciendo, más, cuando sintió los labios ajenos sobre los suyos reaccionó - ¡No! – retrocedió todo lo que la cama y la pared le había permitido, llevando en su camino nuevamente la manta y cubriéndose con ella…
¿No? – cualquier lobo con experiencia podría haber sentido el peligro que indicaba su descontento por ese rechazo, pero Afrodita aún no estaba familiarizado, cuando su mirada se fijó nuevamente en aquella imagen, esa molestia pasó – No debes temerme… y no puedes rechazarme – murmuró cuando lo acorraló esta vez contra la pared – Eso extraño que sientes, es deseo… mientras menos intentes negarlo, mejor vas a sentirte - tomó sus labios en un beso demandante, en un principio no le fue contestado, pero él lograría que lo fuera, el joven médico estaba muy equivocado si pensaba que podría alejarse fácilmente de él…
Saga… - susurró cuando su cuello era el blanco de aquellos labios, sus manos apretaban con fuerzas la manta que lo cubría – No, por favor… - una sonrisa adornó los labios del mayor, el pequeño cuerpo temblaba incontrolablemente…
Tuvo que soltar lo que lo cubría para intentar alejar al gemelo mayor de él, más lo único que había conseguido es ser cargado en brazos de una manera un tanto vergonzosa, cerró los ojos cuando fueron a parar sobre la cama, y no pasó mucho tiempo para que sus gemidos fueran el único sonido que emitiera, arqueó su espalda cuando aquella boca tomó su miembro, sus dedos se enredaron en esa larga cabellera, no podía creer lo que estaba a punto de ocurrir…
Sus sentidos se intensificaron cuando se hicieron uno, gruño de la pura satisfacción que sentía, el vaivén se hizo más intenso, conforme se acercaba su clímax, nuevamente lo estimuló, deseaba que se vinieran al mismo tiempo… lamió el lugar de su marca, justo antes de volver a morderlo…
Parece que llegué en el momento justo – Kanon sonrió al cerrar la puerta, acercó la bandeja con los alimentos hacia su hermano y su pequeño, quien aún estaba bajo los efectos del orgasmo - ¿Los privilegios de ser el alfa?
Sabes que nunca he usado mi posición en tu contra… solo no pude contenerme ¿Lo abrías hecho tú? – Saga acarició delicadamente las facciones de su joya, mientras que este posaba su mirada en los alimentos, se sentía sorprendido, había esperado más resistencia del joven, pero justo en ese momento, parecía perdido en miles de pensamientos…
Probablemente no… - admitió el gemelo menor, colocando los alimentos sobre la cama – Se que tienes hambre, princesa… así que come, necesitas recuperar fuerzas…
Inmediatamente notaron la desconfianza en aquella celeste mirada, y aunque parecía que rechazaría la oferta, se sentó y tomó los alimentos que le fueron traídos… - Uhmmm – gimió cuando los alimentos tocaron su paladar, el peli turquesa no fue consciente del efecto de ese gemido en los gemelos, cuando la brillante mirada se posó en ellos, su ceño se frunció – No soy una princesa… - soltó con tono mandón… - Y explíquenme… ¿qué se supone que haga ahora?
¿A qué te refieres? – a Kanon le sorprendió que su hermano no hubiera reaccionado con agresividad a aquel comportamiento…
No aceptaré ser una especie de juguete – su mirada había cambiado a una bastante desafiante, Kanon se sorprendió al notar el brillo en la mirada de su hermano, y la sonrisa que se formó en sus labios.
¿Qué harás?… a partir de ahora, disfrutar, vivir… eso harás… no eres ningún juguete – susurró el mayor, aunque no había molestia en el tono de su voz – Ahora nos pertenecemos, somos pareja… por lo que fidelidad y respeto, es lo único que condiciona nuestra unión…
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¿Ese olor es de mi primo? – susurró el oji magenta aún mirando en dirección a la puerta… Ikki lo había traído a aquella habitación para que se tranquilizara… ciertamente había conseguido su cometido, pero de eso había pasado un largo tiempo. Al despertar percibió el olor extraño, sabía que era su primo, pero necesitaba confirmarlo.
Funcionó… ese es el olor de un lobo recién nacido – el mayor sonrió ante la emoción en la mirada de su compañero, él también se sentía feliz, el joven doctor era muy bueno como para partir, alguien bastante valiente a pesar de su debilidad…
Me alegra saber que mi primo va a disfrutar ahora de la vida – comentó el joven con una sonrisa – Aunque no estoy conforme con que lo hayan atado a esos sujetos…
Ellos cuidarán de él, te aseguro que va a estar bien – el peli azul sabia que su niño aun no perdonaba a Saga por lo de la otra ocasión.
Dita estaba enamorado de su prometido – esa mirada parecía dolida – Si él era dominante estando enfermo, te aseguro que ahora va a ser un problema…
Supongo que es por eso, que el destino le dio dos parejas, no solo una – comentó acariciando el rebelde cabello que cubría el rostro del menor – Sin embargo, es cierto que él va a ser más fuerte de lo que era antes, pero no será mas fuerte que tú, por ejemplo… así que te pido, que no lo secundes en ningún tipo de aventura…
¿Me estas sugiriendo que no intentemos huir? – soltó con fastidio – ¿Por qué haces tanto hincapié en que él no va a ser más fuerte que yo?
Porque no lo será… físicamente no podría enfrentar ni a un lobo de nivel bajo – comentó con seriedad – Y tú no podrás enfrentar a sus dos molestas parejas si algo malo llegara a pasarle – a Ikki le encantaría no temer que su pareja huyera, pero le costaba confiar…
Tampoco es como si tuviéramos a dónde ir… seguramente Shura mataría sin piedad a su hermano si se llegara a enterar… igual que mi padre – la mirada se apartó de la contraria, un escalofrío recorrió todo su cuerpo cuando esos fuertes brazos lo rodearon.
Yo no permitiría que eso pase, ahora yo soy tu familia… mi familia es tu familia – comentó con cierta agonía – Tu lugar está aquí, conmigo… y verás que la de tu primo, es junto a los gemelos.
Ikki… - susurró el menor y eso captó la atención del mayor – No me estoy sintiendo muy bien…
Quizás sea el estrés de estos días – lo recostó en su pecho, e intentó brindarle calma… - Las cosas van a mejorar, te aseguro…
También tengo hambre – Ikki simplemente sonrió, besó en la frente a su joya y fue en búsqueda de algo para comer…
Caminó hacia donde habían dejado sus provisiones, levantó su ceja al toparse con el gemelo menor - ¿Por qué no te cubres?, pudo haber sido mi pareja el que viniera…
Lo hubiera olido, y me abría cubierto para no asustarlo – habló con diversión…mientras seleccionaba algunas cosas para llevar
Me alegra que haya salido bien… mi pareja lo está también – el príncipe habló también seleccionado algunas cosas… - Mi hermano querrá hablar con ustedes cuando despierte, sabes que ahora correrán mayor riesgo…
Hablaremos, Ikki… pero Saga será quien decida – el de ojos esmeraldas comentó fijando su atención hacia su habitación… - No puede tener las manos quietas… - su susurro fue escuchado por el otro hombre, quien sonrió…
Cuando el de cabellos cortos se quedó solo, se quedó pensando en aquella afirmación, y sonrió ante la idea, de que no sería el poderoso Saga quien decidiera, que bien podría ser su preciada joya quien lo haga… después de todo, el buen doctor seguramente querría estar con su primo… y su hermano, con su nuevo amigo.
Te traje un poco de todo – Mime prácticamente había saltado hacia él, comía con muchas ganas, lo que lo llenaba de calma, pues cada vez que se disgustaba parecía hacer huelga de hambre… sonrió cuando la mirada magenta se posó en él, y con las mejillas pintadas le ofreció un poco de los alimentos.
Gracias… realmente estaba muy hambriento – comentó apenado…
Debiste decirme, yo estoy aquí para protegerte… y alimentarte – guiño el ojo tomando un pedazo de sándwich de carne…
Se sintió muy apenado por el hambre que lo embargaba, pero considerando todo lo que habían pasado, era algo que parecía hasta lógico… aunque considerando que su hambre se había duplicado en los últimos tiempo, más le valía ejercitarse, o iba a ser un lobo con sobre peso… - ¿Los lobos engordan?
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Sus mejillas se calentaban sin que pudiera evitarlo, y mientras más recordaba lo que habían hecho, mas acalorado se sentía… de tanto en tanto una risa risueña se le escapaba de los labios, Hades tampoco ayudaba a su seriedad. Su despertar había sido de lo más agradable, ahora, se encontraban camino al lugar en donde ya estaban los gemelos, junto con su nueva, y muy curiosa pareja.
Afrodita parecía un niño hiperactivo, cuya atención era imposible de fijar en una sola cosa, aunque esa actitud solo arrancaba sonrisas de sus parejas, quienes lo dejaban ser, y respondían a cada una de sus interrogantes… - ¿Qué es ese aroma? – susurró el peli turquesa dirigiendo su atención hacia los recién llegados…
Dita… realmente me pone feliz verte con tanta energía – Shun se aproximo sigiloso, aunque él fuera quien es, no sabía como podrían reaccionar, dos machos alfas en periodo de celo…
Hueles dulce, es extraño… - susurró el otro joven, fijando su vista en el oji jade – También hay un olor que te impregna, muy parecido al de él – acotó señalando en dirección al peli oscuro.
¿Cómo te sientes, Afrodita… cómo sientes todo lo que nos rodea? – Hades simplemente sonrió por el comentario… el tono medio mandón estaba bastante presente en el joven doctor, pero no le molestaba, pues se sentía feliz de que hubiera sobrevivido…
No sé cómo explicarlo… entre mis memorias no existe un registro que pueda usarse de parámetro… sospecho que puedo escuchar tan bien como ustedes, pero percibo que no cuento con la misma fuerza, sin embargo, la sensación de vida, es agradable – hablo con una radiante sonrisa pintada en el rostro – Tengo ganas de salir corriendo, saltar, nadar… todo…
Los mayores sonrieron aunque se mostraron precavidos, pues creían bastante capaz al nuevo miembro de la manada de cumplir con esas expresiones de deseo, mientras los más jóvenes simplemente sonreían – Siempre que lo desees, estoy seguro de que Saga y Kanon podrán acompañarte…
Shun había dicho con amabilidad, pues no sabía hasta qué punto al hermano menor de Shura iban a gustarle las reglas y las restricciones, y el seño fruncido le demostró claramente que se sentía contrariado… - Decir que cuando lo desee parece una afirmación demasiado idealista, ellos no demuestran una actitud tan favorable…
No eres un prisionero Afrodita, ahora formas parte de la manada – Hades notó el tenso ambiente que se formó luego de aquel comentario – Solo nos preocupa tu seguridad, sabes como nadie los peligros que nos aquejan… de hecho, es justo por eso, que espero que todos volvamos a nuestras tierras...
El peli verde notó las expresiones de los gemelos, así como la mirada cómplice que se mandaron entre sí, sabía mejor que nadie que aceptar iba a ser muy difícil, pero confiaba en no tener que interferir para conseguir ese cometido, después de todo, Afrodita iba a necesitar a su primo cerca…
Primo, nosotros siempre nos movimos de manera independiente a la manada real… - Saga habló con tranquilidad, le hubiera gustado haber hablado en privado sobre ese tema…
Sin embargo, es mi deseo que, siempre que Dita esté de acuerdo, podamos vivir todos juntos… - el menor había hablado con amabilidad, mientras el peli turquesa simplemente observaba ambas actitudes…
¿Mime volvería con ustedes? – preguntó al fin el doctor… recibiendo un asentimiento de la pareja… - Entonces, yo también quiero ir – fue firme en sus palabras, su mirada se posó en las gemelas, aunque era evidente que había cierta ansiedad y temor en el nuevo miembro…
Lo decidiremos después… querías nadar hace un momento – Kanon salió en defensa de su hermano, y Shun tuvo que darle crédito, habían puesto en una situación bastante incómoda al gemelo mayor.
¡Si quiero!… - el oji celeste pareció olvidar toda la conversación y siguió a los gemelos hacia el lago…
Parece que Saga está disgustado – Shun observó a Hades, pero se sorprendió cuando este sonrió… - ¿Qué te causa tanta gracia?
No creo que haya un problema verdadero… al final el buen doctor conseguirá absolutamente todo lo que desea de esos dos… - comentó el mayor - Conozco a mi primo, y se siente rebosante, su pequeña pareja es caprichosa y dominante… curiosa, y muy dulce… y él siempre fue del tipo malcriador…
¿Estás seguro?... no me pareció muy feliz – el peli verde no comprendía bien las palabras que le fueron dichas… aunque en la distancia, aquellas risas podrían ser prueba de que eran verdad.
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No pudo correr para abrazar a su primo como le había nacido hacerlo, debido a la impresionante energía que lo rodeaba, Ikki pareció notar su sorpresa y lo abrazó para atraerlo a sus brazos – Prácticamente son dos alfas, él no sintió esto mismo aquella vez porque era humano, pero creo que ni aún ahora identificará el peligro que supone la posesividad de un lobo en periodo de celo…
¿Por qué? – pregunto sin apartar la mirada de la sonrisa de su primo… - ¿Aun está enfermo?
No, su vida ya no corre peligro en ese ámbito… pero si hay una consecuencia de ese estado – comento acariciando el cuello de su pareja – Es mucho más débil, físicamente… en habilidades, pero está vivo… y a salvo…
Pero… de qué te sirve la vida… si están atado a personas que no amas – susurró el peli naranja con tristeza – Él ama a Rada, me lo dijo… no es justo todo esto
Ikki se quedó de piedra tras aquellas palabras, sintió su corazón oprimido… se imaginó que su propia pareja lo odiaba por haberle impuesto su apareamiento, había verdad en aquella afirmación, así como él había sido egoísta con Mime, también lo habían sido los gemelos.
No te pongas así, cuñado – Hades había sido testigo mudo de aquel intercambio de palabras...
Es mi justo castigo, yo actué para saciar mi sed de venganza... el precio es el desprecio de mi pareja - el peli azul suspiró luego de hablar - Aunque lo que aqueja a Mime son justamente los sentimientos de su primo, él sentía amor hacia ese sujeto, Radamanthys...
Pues conociendo a ese hombre, lo mejor es que lo hayamos alejado de él, es un psicópata - Hades posó su vista en la dirección que había tomado el peli naranja - Tu pareja notará, al ver las expresiones de su primo, que es feliz con los gemelos.
¡Mime! - Afrodita había corrido a encontrarse con los brazos del aludido, quien se puso un tanto nervioso al recibirlo - ¿Por qué estás tan tenso?
Dita... - el oji magenta sintió el frío peligro que suponía que a su primo lo impregnara su olor... al parecer aquello estaba pasando desapercibido por el oji turquesa - Me alegro mucho de que estés bien, primo.
Ikki y Hades llegaron en el justo momento en que los gemelos se aproximaban a la joven pareja, solo para quedar sorprendidos al no presenciar ninguna reacción por parte de ellos... - Esto sí que no lo puedo creer... - susurró el moreno impresionado.
¡Ahora sí te voy a poder acompañar a correr, nadar, incluso podríamos luchar! - el doctor se alejo de Mime para analizarlo, sudaba frío y era evidente que estaba nervioso, volteó el rostro para observar a los gemelos, pues había sentido que se aproximaron - ¡¿Están intimidando a mi dulce Mime?!
¡¡No, claro que no!! - el peli naranja se quedó sorprendido al ver las expresiones de susto en ambos poderosos hombres, bajo la mirada molesta de su primo... él podía percibir a la perfección que se sentían molestos por su cercanía, pero era evidente que se estaban conteniendo para no molestar a Afrodita... sonrió al admitir que esos sujetos si iban a saber cuidar bien a quien simplemente sonrió satisfecho por aquella respuesta.
Ellos no han hecho nada, solo que me estaba sintiendo algo indispuesto, nada más - habló por fin el menor...
¿Cómo que indispuesto? - rápidamente ante la mirada de los presentes, Afrodita había cambiado a modo doctor, y sin esperar respuesta alguna del oji magenta se lo llevo para examinarlo - Vamos a examinarte inmediatamente, seguramente es el estrés... aunque no sabía que los lobos sentían eso...
Con ustedes, uno no termina de sorprenderse - Ikki sonrió a los gemelos - Y yo que venía dispuesto a proteger a mi pareja de su furia.
No te creas, Fénix, fue bastante difícil luchar contra nuestro instinto - habló el gemelo menor - Pero suponemos que estamos a prueba, y nuestra pequeña pareja no entiende de nuestras costumbres...
Pero podrían enseñarle, porque va a tener que vivir en base a ellas - Hades quería medir que tan condescendientes serían sus primos con el nuevo miembro de su manada...
Lo haremos, pero quiero que disfrute de todo aquello que se le negó... y si para eso, debo aprender a contener mis instintos... ambos lo haremos - sin decir más, Saga tomó la misma dirección que los jóvenes...
Vaya... realmente... - murmuró Ikki y Hades solo asintió mientras con una sonrisa maliciosa Kanon también partía.
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Shun los había encontrado en el camino, y había decidido acompañarlos... él sentó a su primo, y comenzó a inspeccionarlo con seriedad - La verdad es que difícilmente un lobo enferma... - el peli verde había murmurado, mientras se acomodaba en el lecho...
Solo me he sentido cansado, un poco mareado... y alguna comida me cae muy mal - comentó el oji magenta, observando a su amigo...
Afrodita, se había quedado serio por unos minutos... luego su vista se topó con la esmeraldina de Shun, y algo en aquella mirada preocupó al príncipe de los licántropos - ¿Qué ocurre Dita?
Nada... solo recordé algo... - cuando abandonó la habitación su corazón comenzó a acelerarse, sentía que le faltaba el aire, y solo había una cosa que podría aclarar el temor que lo embargaba, pero para eso necesitaba con urgencia, una farmacia...
¡Espera Dita! - Shun lo tomó del brazo - Te estaba hablando, ¿qué pasa?, ni siquiera me escuchabas...
Contéstame algo, Shun... ¿tu alguna vez leíste las leyendas que corrían en torno a ti? - el mayor se puso serio, y había algo en su aura que no le estaba gustando nada al menor...
Solo algunas cosas... la mayoría de los escritos de mi pueblo se perdieron en el tiempo... ¿Por? - el peli verde sabía que algo había preocupado a Dita, y ese algo le había robado todo el color de su rostro...
Necesito una farmacia - dijo sin más - Y mientras más rápido aclare esto, mucho mejor... ¿vas a ayudarme?
¿Ehh? - ahora si sabía que estaba en problemas, las farmacias estaban en los pueblos... pero algo le decía que debía ayudarlo, o de todas maneras iría y solo... - Podríamos pedirle a Milo que vaya a buscar lo que requieres una vez que volvamos...
No, debe ser más rápido... además aún no quiero responder preguntas de por qué quiero lo que quiero - la fragancia de sus parejas indicaba que estaban cerca - Encontraré otra manera...
No le gustó escuchar lo que escuchó, y algo le decía que debía vigilarlo... pero, sabía que si se lo contaba a Hades, este se lo iba a decir a Saga, y ahí Afrodita se iba a enojar bastante con él... todo aquello había comenzado luego de que el doctor analizara a Mime, entonces su corazón se estrujó... "Y si Mime está enfermo... y no lo dice para no preocupar a todos... Ikki va a enloquecer si algo malo le pasa"... - Ahora sí que estoy en una buena...
¿Qué te sucede mi pequeño? - aquel susurró le puso todos los pelos de punta...
Hades... solo estaba pensando, me asustaste... - se acurrucó en sus brazos, rogó para que no preguntara más - Mime se quedó dormido, y creo que también yo quiero descansar...
Dita se había quedado mirando el cielo, como comenzaba a oscurecerse, su primer día había sido bueno, y no tan bueno, pues él si conocía las leyendas en torno al elegido de los licántropos, aquel con poder sobre todos, y que instauraría a un nuevo rey... su padre siempre le había dejado leer todos los documentos que incautaban, y aunque en aquel entonces solo le parecían historias, mitos... Shun le daba otra visión a su óptica... "¿Qué hemos hecho?"... cerró los ojos con pesar - La sangre del elegido fue el ingrediente principal de ese suero... - él sabía que el suero había sido un fracaso para impedir la transformación, tanto Mime como él eran la prueba de ellos...
¿Qué haces aquí solo? - Kanon se había sentado a su lado, y lo observaba fijamente...
Acabo de recordar algo - susurró y sintió temor de las consecuencias de sus actos... fue cargado por el mayor, y llevado a su cuarto - Quisiera dormir solo hoy, por favor...
Aquel pedido no les agradó, pero comprendían que quizás había sido demasiado para su pequeño, y que necesitaba descansar - Esta bien, prometemos que mañana saldremos a pasear contigo... te enseñaremos todo lo que debas saber.
El peli turquesa asintió a las palabras de Kanon, mientras que Saga simplemente se retiró sin decir nada... sabía que su pedido lo había disgustado, pero necesitaba estar solo, y actuar... cuando ya habían pasado unas cuantas horas, y se respiraba un ambiente de gran calma en el lugar, un pequeño lobo se escabullía en dirección a la salida, ciertamente se sabía más débil de lo que debería ser, pero su olfato le había indicado la dirección que debía tomar, si todo salía conforme al plan, debería volver antes de que alguien se percatara de su ausencia...
Sabes que no puedo dejarte ir - Shun casi y lo mata de un susto, por lo que se concentró para volver a ser un humano... - Esa mochila que llevas, me indica que piensas huir...
Voy a volver, lo prometo... debo traer algo, es de vida o muerte que sepa si mis suposiciones son correctas, por favor Shun, no intentes detenerme - el menor sabía que eso no estaba bien, más al notar la angustia de su compañero, no tuvo más remedio que asentir...
Te cuidado...
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Casi no había podido dormir en toda la noche, aquello estaba destrozando sus nervios, sabía que pasara lo que pasara, los gemelos y el mismo Hades iban a enojarse bastante. Comenzaba a arrepentirse de no haber acompañado a Afrodita, pero sabía que de haberlo hecho, solo sería una molestia, pues aunque él era bastante ágil, no pasaría tan desapercibido con lo iba a hacer el mayor, pues al menos, sería un lobo en todo su camino, aunque en el pueblo… “Ahí si que va a llamar bastante la atención”…
¿Qué es lo que te perturba, mi príncipe? – hasta lo pelos de su nuca se erizaron cuando escuchó la susurrante voz de Hades – Y será mejor que no me mientas… - un aullido rompió el silencio de la noche, y ahí supo que ardería Troya…
Shun… ¿dónde fue? – la voz del oji jade sonó fría, y disgustada…
Él dijo que volvería, y quiero confiar en su palabra – mordió su labio inferior mientras su corazón latía desbocado… tanto Ikki como Mime ya habían salido de la habitación.
La discusión que siguió fue bastante agotadora, tuvo que ordenarle a ambos gemelos que se tranquilizaran, pues estaban a punto de salir a buscar a su pareja… Hades estaba molesto con él, y decidió simplemente no dirigirle la palabra…
¿Dónde fue mi primo, Shun? – el peli naranja estaba sumamente ansioso, temía que algo malo le pasara a Afrodita…
Fue al pueblo, prometió volver – el menor estaba asustado, entre las palabras que le habían dicho, es que el oji turquesa bien podría comunicarse con su hermano, él no quería creer eso, pero era una posibilidad bastante probable – Por favor, deja de preguntar…
Hades se sentía como animal enjaulado, ya había dado la orden para preparar todo para la huida… no pensó que aquello pudiera ocurrir, se confió demasiado… aunque sentir a su pequeño triste y asustado le hacía sentir culpa… sin embargo, Shun debía comprender que lo que había hecho no estaba bien, independientemente de que el buen doctor no tuviera la intensión de huir, el era un lobo demasiado joven, y corría peligro estando solo.
Primo, realmente lo siento – habló al fin el soberano, impotente al notar la angustia de los gemelos…
Es nuestra culpa, Hades… nos confiamos, no debimos haberlo dejado solo, menos considerando que él no quería saber nada de nosotros – Saga sonaba derrotado, como si toda su confianza se hubiera esfumado…
Hermano, iré a buscarlo – Kanon hablo con la voz contenida…
Si no llega para el medio día, iremos a buscarlo – Hades dijo con firmeza…
Shun suspiró largamente luego de escuchar esas palabras, notó que su amigo se había puesto extremadamente pálido - ¿Mime?
Shun… creo que necesito acostarme – la impresión de ver como su amigo se desvanecía le había helado la sangre…
¡Ikki! – llamó mientras tomaba el pulso de el peli naranja… - Él esta frío…
Sin perder tiempo, el mayor lo cargó en brazos y se lo llevó rumbo al cuarto… todos, sin excepción se alarmaron lo el reciente suceso… especialmente Shun que se sintió desorientado, Hades lo estrechó entre sus brazos para calmarlo.
Perdió la consciencia, no reacciona – el peli azul de cabellos cortos murmuró acariciando los cabellos de su pareja…
Quizás sea la preocupación por lo de Afrodita – mencionó Kanon…
No, él ya se había estado sintiendo mal… ¿creen que el golpe de aquel ataque pudo afectarlo? – Shun necesitaba respuestas, aunque sabía quien tal vez podría darlas…
Ikki se había quedado con su pareja... mientras los demás permanecían afuera, los gemelos mirando el horizonte, a punto de salir a buscar al peli turquesa. Hades respiró profundamente, no entendía lo que estaba sucediendo, pero esperaba que no sea nada grave, algo le decía que pronto obtendrían respuestas, solo esperaba que sean buenas.
Parece que nadie tendrá que salir, después de todo - el soberano se puso de pie, inmediatamente notó que Afrodita se acercaba rápidamente, aunque al notarlos, disminuyó un poco la velocidad.
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Sabía que estaba en problemas desde que notó el sol en lo más alto, olvidó pensar en algunos detalles antes de salir, como por ejemplo, que el pueblo estaría lleno de cazadores, y que uno de ellos era su amado hermano. Ni siquiera se animó a mirar a los gemelos, sabía que algo había pasado, porque todos estaban serios, y su primo e Ikki no estaban esperándolo.
¿Volvió a sentirse mal? - preguntó al peli verde, a lo que este asintió... - Bien, voy a examinarlo, y después ajustamos cuentas... Dame Diez minutos Ikki... - se sorprendió de que ninguno dijese nada, aunque tal vez era de esperarse.
Una vez que terminó y comprobó sus sospechas, sintió un gran pesar en el pecho, quería romper a llorar, pero intentó contenerse... no tenía ni idea de cómo iba a explicar aquello - ¿Qué le sucede a mi pareja? - la voz casi quebrada del poderoso hombre lo trajo de nuevo a la tierra, sus miradas se encontraron, así que le pidió con un gesto, que salieran.
Yo... rayos, esto no es muy profesional - murmuró el joven, ante la consternación del peli azul...
¡¿Qué le sucede a Mime?! - Ikki había sostenido con fuerzas de los hombros al doctor, su actitud había puesto en alerta a los gemelos...
¡Ya! - hablo con fuerza el peli turquesa al momento en que levantaba una mano para detener a sus parejas... - Quiero que se tranquilice... las explicaciones pertinentes, las voy a dar más adelante, cuando logre procesarlas por completo - exhaló el aire aún sin poder levantar la mirada - Deberás tener mucha paciencia con él, será normal, que haya cambios de humor, mareos, nauseas... somnolencia... - sus palabras parecían no tener sentido para nadie - Deberá guardar reposo y... tomar vitaminas, ácido fólico...
¿Qué le pasa a mi pareja? - esta vez Ikki realmente daba miedo, aunque no intimidó en nada a quien le hablaba... quien simplemente levantó la vista e inspirando bastante aire soltó de repente...
Felicidades, vas a ser papá - un silencio mortuorio inundó el lugar, todos se habían quedado de piedra – Dejé un… tiene lo que debe tomar, cada doce horas…
¿Estás seguro? – susurró el mayor sin apartar la mirada del doctor…
No es conveniente que él lo sepa aún, no tengo manera de apoyar mi diagnóstico, aunque sospecho que a lo sumo tiene unas tres semanas de gestación – su voz se iba apagando paulatinamente – Creo que deberíamos partir, ciertamente fui muy precavido en mi incursión, sin embargo, tuve que retirar algo de dinero, fue de mi cuenta privada, pero no dudo de que Shura se entere tarde o temprano – dijo sin levantar el rostro – Ve con mi primo, no se lo digas aún, temo que el impacto sea dañino para el… bebé…
Nadie aún se había manifestado, Afrodita simplemente tomó rumbo hacia su cuarto… mientras que Ikki por fin había ingresado a la habitación, seguido por Shun. Saga, Kanon y Hades se observaron sin entender que estaba sucediendo – Saldremos al anochecer – habló por fin el de mirada jade…
Se sentó sobre la cama con la mirada perdida, estaba tan impactado, que hasta le pasó el recuerdo de haber visto a su hermano, sintió a su espalda ambas presencias… no se sentía con fuerzas para enfrentarse a ellos, por lo que simplemente decidió ignorarlos. Saga se colocó frente a él, estaba muy serio, aunque su mirada era cauta, se arrodilló ante él y acarició su rostro - ¿Pasó algo malo?... ¿Estás herido?
Solo raspones… fue interesante correr – susurró levantando la mirada hacia el mayor – Llevé esta ropa, me cambié justo antes de llegar… vi a mi hermano, fue difícil, realmente doloroso – ambos gemelos simplemente escuchaban atentos lo que el menor quisiera compartirles, la verdad era que se sentían felices de que haya vuelto, y también estaban sorprendidos de que haya podido hacerlo solo - No me animé a volver a transformarme, temía perder algo, pero fue más complicado andar así por eso me tarde más… - había lágrimas acumuladas en aquellos ojos, era claramente percibido el miedo…
No te haremos daño, no quiero que temas de nosotros – a Saga le dolía pensar, que Afrodita estaba así de alterado por su causa…
Cuando recibí aquella muestra no sabía que eran de su elegido… jamás me imagine que sus leyendas fueran ciertas – ambos gemelos se impresionaron cuando las lagrimas comenzaron a caer, y la desesperación y angustia se apoderaban del menor – Se suponía que debía inhibir el gen que provoca la transformación de un humano en lobo, solo me dijeron que el sujeto tenía la capacidad de no transformarse, y que descendía de un linaje puro… y ni aún ahí… yo lo asocié con su elegido…
Dita… mi pequeño… ¿qué estás diciendo? – Kanon también se arrodilló junto a su pareja, y él también comenzaba a asustarse…
Es mi culpa esto… si algo malo le pasa a mi primo, nunca me lo voy a perdonar – Saga atrajo a Afrodita a sus brazos, mientras intentaba consolarlo, aún sin entender exactamente lo que pasaba por la cabeza de su niño.
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Cuando despertó se encontró con la mirada preocupada de su pareja… levantó la ceja sin comprender qué pasaba, Shun también estaba ahí – ¿Ya volvió Dita? – ambos asintieron sin hablar…
¿Me quedé dormido? – notó a la perfección que ambos, primero se miraron y luego asintieron presurosamente – Tengo hambre, ¿aún no almorzamos?
Claro, iré por algo… - Shun salió del cuarto…
¿Le pasa algo? – Mime comenzaba a sentir que algo malo había pasado…
Te quedaste dormido… y, nos preocupó – el peli azul, había encontrado la prueba de embarazo, que indicaba positivo… así como la bolsa que contenía las vitaminas que había mencionado el doctor… le costaba creer que todo aquello fuera verdad, sin embargo, él había sentido el ligero cambio de aroma de su pareja, que se había vuelto más dulce, pero no lo asoció a nada en particular debido a su condición de hombre…
¿Mi primo está en problemas? – preguntó totalmente ajeno a toda la guerra interna que enfrentaba el mayor…
Seguramente, lo van a vigilar mas… pero dudo que esté en problemas reales – respondió sin pensarlo mucho, ahora suponía que asociado a los síntomas y a su experiencia como médico, la pequeña pareja de los gemelos había huido para buscar algo que confirmara sus sospechas… ahora solo deseaba saber cómo…
Espero que no realmente… ¿Cuándo volvemos? – preguntó ahora acomodándose en el lecho… tenía tanto sueño…
Hades dice que al anochecer – Shun ingresaba con una bandeja llena de alimentos, con él de regreso a la habitación, se sintió más cómodo y acompañado… deseaba ver a Afrodita también, pero le habían dicho que estaba durmiendo… aunque cuando preguntó por qué había huido, nadie pareció dispuesto a responderle…
Cuando los rayos de sol se despedían del día, emprendieron la marcha… para mayor seguridad lo harían en su apariencia humana, mas bien para seguridad de Shun, quien hasta ese momento era el único que no se transformaba…
¿Estás bien, Dita? – ambos primos se miraron unos segundos, antes de que el aludido, sonriera y asintiera…
Claro que si, solo quería explorar los alrededores – respondió sin mucho preámbulo, aunque posterior nuevamente se perdió en sus pensamientos…
Y fue así, que sin mayores conversaciones, emprendieron rumbo a su hogar…
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¡Señor, tiene una llamada! – Shura no se había movido del bar en donde deseaba enterrar todas sus penas, es más, deseaba enterrar su propia vida… Diogo tomó el teléfono móvil y atendió en su lugar…
Diga… en este momento no puede atenderlo, soy su primo… si es urgente, me lo puede decir – el moreno notó la palidez que se instauró el su casi hermano - ¿Está seguro?
¿Por qué parece que hablaste con un muerto? – intentó decir el cazador…
Hubo un movimiento en la cuenta privada de tu hermano… justo esta mañana – mencionó con cautela, pues había sido el mismo Shura el que había mandado vigilar todas las cuentas de su hermano menor, incluso las que supuestamente él no conocía…
¿Cuál de ellas? – parecía que todo el alcohol había abandonado su sistema…
La que no necesita tarjeta, la que es con clave – Diogo sabía lo que esa novedad significaba, aunque no quiso pronunciarla…
Mi hermano está con vida – susurró y una sonrisa adornó su rostro…
Shura… quiere decir que lo transformaron – el moreno de cabellos azules habló con pesar…
¡No lo vuelvas a repetir! – aquello sonó como lo que era, una fría amenaza – Si Dita está con vida, lo encontraré… es lo único que tiene valor para mí… lo demás es detalle, uno que vamos a solucionar con Rada…
Y con esas palabras simplemente salió del bar… el peli azul sacó su billetera y observó la imagen que tenía guardada, Shun lo observaba feliz desde ella – Bien primo, entonces tú traerás a Dita, y yo a Mime y Shun…