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La Manada por Zafira

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Notas del capitulo:

Muchas gracias por sus comentarios... estuve escribiendo un poco más... digamos que poniendo todas mis piezas para continuar con el juego... ahora ya llegue en el punto de mis antiguas ideas... es decir, ya le agarre el hilo a la historia

Capítulo 8º: Peste y una Ayuda Inesperada

 

Cuando despertó, estaba en los protectores brazos de Hades, miró el camino que estaban andando, era una cueva muy larga… suspiró sonoramente, y el mayor sonrió…

 

¿Quieres caminar? – su pregunta era suave, los sonidos de la mañana inundaban el lugar…

 

No… pero si peso mucho, puedo hacerlo – respondió buscando más su calor… - ¿Cómo salió todo en el ataque?

 

Tendremos un invitado especial, quizás a Mime le agrade su compañía – la actitud de Hades daba a entender que no pensaba bajarlo.

 

¿Y cómo está Mime? Ayer estaba muy disgustado por tener que cubrirse con una manta luego de que se transformara – sonrió tras el recuerdo – Parecía muy conmocionado por la costumbre de los licántropos de andar al descubierto…

 

Aún no despierta… ¿Y qué le dijiste? – a Hades también le dio gracia el comentario, después de todo, solo bajo un ataque, ellos renunciaban a sus prendas humanas… por lo general se desvestían

 

Fue mi hermano el que le contesto… Ikki estaba muy enojado, el lobo de Mime se encogía ante su presencia, aunque su parte humana aún quiere luchar – habló tranquilamente el menor - ¿Quién es el invitado?

 

No podíamos permitir que una afrenta tal, como la que cometieron, esté sin un justo castigo – comento y sus sentidos le hicieron saber que ya estaban llegando – Según los cachorros trajimos a una bella princesa jejeje…

 

¿Qué?... – los ojos del menor se encontraron con lo del oji jade quien se sorprendió por aquella mirada llena de enfado - ¡¿Qué han  hecho…? Hades!… Afrodita debe volver con su gente… - la ceja del moreno simplemente se levanto, tuvo un atisbo de celos, por pensar que quizás esas palabras eran de preocupación por Shura…

 

¿Y eso por qué, si se puede saber? – preguntó ácidamente…

 

Afrodita está enfermo – Shun no había percibido el tono de alarma de Hades – Lo único que lo ha mantenido con vida, es el estricto tratamiento al que se somete… si no toma sus medicamentos, él va a morir

 

De todas maneras, va a hacerlo… mis primos tienen asuntos pendientes con él… - el mayor se sintió más tranquilo, aunque aún estaba molesto – Era venir con nosotros, o morir en el ataque… por como yo lo veo, tal vez hasta le haga bien estar aquí

 

Ahora si, Shun pudo notar el tono y la actitud del mayor… aunque no entendía la causa, ciertamente las instalaciones pertenecían Afrodita, pero él había ayudado a huir a los niños, no entendía por qué lo habían traído a él… recordó entonces a Shura, y su mirada bajó, el cazador solía decirle durante los entrenamientos que él no podía ser el eslabón débil de la familia, aunque  siempre supo que era así como consideraba a su hermano menor - ¿Qué asuntos pendientes tienen con él?

 

Te lo explicaré luego, lo prometo – aquella voz dolida le hizo sentir culpable… cuando levantó su mirada vio a los miembros de su manada esperándolos.

 

Será mejor que me bajes ahora -  Shun también había observado a los miembros de la manada que los esperaban, cuando sus pies tocaron tierra, dirigió su mirada hacia atrás, su hermano tenía a Mime de la mano, sonrió al notar como este se cubría con la manta que le había dado Ikki, una pequeña comitiva de niños los seguían, estaban todos muy emocionados y parlanchines observando todo con curiosidad, la más pequeña del grupo estaba en los brazos de Saga, mientras que cerrando la marcha, se encontraba Kanon con Afrodita, este estaba inconsciente cubierto con una de las mantas del avión. Era evidente que el oji magenta no había visto a su primo, de haberlo hecho, hubiera ardido Troya.

 

Hijo, me alegra que hayan vuelto con bien… estábamos muy preocupados por lo eventos que nos comunicaron el primer grupo que regreso – Azael se había adelantado, estrechó entre sus brazos a su hijo, y luego hizo una reverencia ante Shun, para luego también abrazarlo… - Ikki, veo que tu pareja ya es uno de nosotros – comentó el mayor mientras observaba a un Mime muy nervioso… aunque su expresión cambió al ver a los gemelos… - Todos están muy cansados, hablaremos de sus hazañas cuando se sientan mejor.

 

Es lo mejor, padre… hay mucho por decir – dicho esto todos tomaron su camino… nuevamente Shun dirigió su mirada hacia Kanon, quien se dirigía con su hermano hacia una zona en particular con su hermano.

 

¿Has sido un niño bueno, Abel? – cuando ingresaron en su habitación, un pequeño niño parecía estarles esperando…

 

Ti… - aquel ceño fruncido le indicó que no estaba satisfecho con su propia respuesta

 

Tranquilo, hijo mío, pronto podrás hablar con mayor claridad – el orgullo estaba pintado en su rostro, ese hombre realmente amaba a su hijo…

 

Shun simplemente observaba todo desde un rincón, no quería interrumpir, al final de cuentas, ese era un momento familiar…

 

Maaa… má – el pequeño casi salta de los brazos de su padre, para ir con Shun… - Mamá… - Hades sonrió cuando le entregó al niño…

 

Ni pienses que no perteneces a este cuadro… eres parte importante de él – susurró mientras los estrechaba a ambos en sus brazos…

 

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Sintió un escalofrío recorrer todo su cuerpo cuando se ubicó a su espalda, se sorprendió al notar que todo su cuerpo temblaba, por solo percibir su aliento en su cuello… intentó alejarse, pero un brazo rodeando su cintura se lo impidió…

 

Te dije… que arreglaríamos cuentas tú y yo – susurró en su oído, y sintió terribles deseos de gemir… intentó cerrar su boca con su mano, mas fue interceptada por el mayor… - Me excitas aún más, con tu vano intento de rechazarme…

 

Luego de voltearlo, forzó el beso… aún se sentía furioso por lo acontecido, la transformación de Mime no había sido en nada como lo había planeado, es más… así como su padre había perdido a su madre, él estuvo a punto de perder al menor. Debía admitir que era fuerte, pues aún rechazaba la atracción del apareamiento, aunque eso iba a terminar pronto, por más que dijera que no, la lujuria y el deseo eran palpables en el ambiente,  pronto se dejaría arrastrar por él, y buscaría su compañía…

 

Uhmmmm… - no quería aquello, no estaba bien… no podía entregarse a él, lo había obligado a ingresar a ese mundo, y peor aún, a traicionar a su padre. Colocó sus manos en el pecho del mayor, quería alejarse, pero no podía hacer mucho para conseguirlo, lo que mas rabia le causaba era que Ikki parecía estar disfrutando mucho de someterlo.

 

La manta que lo cubría fue dejada por el camino, poco a poco se dejó arrastrar por su pasión… el lobo de Mime era hermoso, no pudo evitar sentir la posesión, ese niño estaba muy equivocado si pensaba que se le podía escapar así como así, ahora él le pertenecía, y no lo dejaría ir nunca…

 

Uhmmm… Ikki… - gimió el más joven, mientras se sujetaba fuertemente de las sábanas, no podía acallar sus gemidos, y aunque se muriera por la vergüenza, no podía evitar dejarse arrastrar por aquellas sensaciones.

 

Cuando se introdujo en su interior, sintió las barreras de su mente quebrarse, y su instinto tomó el control, sus embestidas eran casi salvajes, así también lo eran los gemidos de su compañero, sintió como aquellas uñas se metían en su piel, y como eso lo excitaba más, sus labios reclamaron un demandante beso, quería que la primera trasformación de Mime fuera después de reclamarle, pero no había podido ser así, sin embargo, ahora lo haría, su pequeña pareja jamás olvidaría ese día.

 

Cuando sintió sus dientes hundiéndose en su cuello, ya no pudo más, así como aquella primera vez, innumerables estrellas brillaron tras sus ojos, y un placer sin precedentes lo gobernó todo, se vino con tanto ímpetu que creyó que se desmayaría… pero al parecer Ikki aún no se sentía satisfecho, la forma en que lo reclamaba era salvaje, y a la vez  eso lo estaba estimulando doblemente, ya ni encontraba su propia voz, todo eran gemidos… sintió una de las manos de Ikki, en su nuca, lo estaba levantando hacia su cuello… se sentía como en trance, un parte de él, grito en alarma… pero tarde.

 

Mime no se había dado cuenta de que había iniciado su transformación, cuando sus dientes brotaron y mordió la sentible piel de su pecho aulló de dicha al tiempo en que se corría en su interior… ahora bien el podía berrear, maldecir e incluso odiarlo, pero ya jamás podría rechazarlo, ahora eran Uno…

 

“Qué me hiciste”… intentó preguntar, pero sus fuerzas habían desaparecido por completo… la consciencia se le iba escapando segundo por segundo… frente a él, la mirada de un hombre lobo se alzaba, con orejas, incluso el hocico, pero a pesar de eso, aún era humano, más grande y fuerte, y con garras… ¿Qué me hiciste?... volvió a preguntar…

 

“No temas… ya no debes temer… ahora me perteneces”… observó como se iba perdiendo entre sueños, él también se sentía cansado, pero aún deseaba contemplarlo… el segundo nivel de transformación era un hombre con la fuerza de un lobo, con sus orejas y la cola, pero con la presencia de un humano, la transformación se estaba diluyendo ahora en Mime, pero era adorable esa imagen, le complació el saber que lo que sea que le hayan puesto al menor como supuesto antídoto no había tenido ningún efecto – Serás más ágil, fuerte y rápido… tu única debilidad será mi hermano, y probablemente… yo

 

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Una extraña sensación de calor, le obligó a abrir los ojos, aunque el ligero dolor que sintió en los ojos, nuevamente lo llevó a cerrarlos… suspiró con cansancio, él debió ser una muy mala persona en su otra vida, como para que en esta le fuera tan mal… cuando el sueño nuevamente iba a darle descanso, una avalancha de recuerdos lo pone alerta… recordó el laboratorio los lobos azules y el gran lobo negro, aquella criatura, la camioneta… Rada herido… un gran lobo frente a él.

 

Cerró con una de sus manos, su boca, sus ojos se habían abierto y le daban resumen de su situación… él estaba rodeado por una especie de mantas de piel, eso explicaba el por qué no tenía frío, fijó su vista a aquello que lo rodeaba, era extraño, parecía como que esa piel subiera y bajara de forma esporádica… - ¡Oh, por Dios! – su susurro apenas pudo haberse escuchado, no era una manta… eso respiraba… “No, no, no, no, no… por favor, que no sea lo que pienso”…

 

Dos pares de ojos, se abrieron para fijarse en quien parecía estar teniendo problemas para respirar, la mirada de Kanon se fijó en la de su hermano, quien ya estaba fija en la de su ahora invitado… se preguntó si le asustaría más enfrentar al lobo, o al hombre… a parecer su hermano decidió que lo mejor era al hombre…

 

Del susto había retrocedido hasta la cabecera de la cama… o nido, no estaba muy seguro como llamar a aquello… frente a sus ojos, pudo ver a esos  dos lobos ponerse de pie, y comenzar su metamorfosis a su apariencia humana, cuando percibió que lo que vería no sería del todo apropiado, oculto sus ojos con sus manos…

 

No deberías temer… de querer hacerte daño, ya lo habríamos hecho – habló con calma Saga, le resultaba cómico que cerrara sus ojos, como un niño asustado que teme a la oscuridad, y se piensa seguro sólo por no ver.

 

Acaso nos considera tan poco, que no somos dignos de dirigirnos la mirada – esta vez era Kanon el que hablaba, su voz era algo venenosa, y su hermano entendió que la actitud del menor le era molesta.

 

Ninguno espero lo que sucedió, Afrodita se había puesto de pie muy molesto, miro fijamente a ambos, y con la misma voz mandona que Saga conociera mencionó – No pongas palabras a mi persona sin conocerme antes, licántropo exhibicionista… Vístanse y después hablamos – cruzó los brazos mientras les daba la espalda…

 

Ambos se miraron con asombro, el más sorprendido era Kanon, pues no le había oído hablar aún… aunque luego sonrió con malicia - ¿Acaso nuestro importante invitado, no ha visto a un hombre desnudo? – sujetó la mano justo cuando iba a llegar a su rostro, no lo hizo con fuerza, pues era justo esa la reacción que quería, quería en su persona la mirada enojada del menor, aquella que no se dejaba vencer por ninguna enfermedad, cuando lo obligó a colocar esa misma mano en su pecho - ¿O tocado a un hombre desnudo?

 

Ya basta hermano, ponte esto – Saga se había puesto unos pantalones y le pasaba otros a su gemelo, era demasiado evidente la agitación del menor, aquello no podía ser bueno, cuando aquella mirada se posó en él, noto la realización de haberlo reconocido…

 

Entonces, fue así que la vigilancia de mis instalaciones fue violada… yo les ayudé a hacerlo – mencionó sin mucha emotividad – Aunque me tranquiliza… los creí muertos a manos de la manada de esos niños…

 

Esos niños forman parte de mi manada, de hecho… era mi hijo por el que estaban experimentando – Saga se acercó lentamente al más joven, quien permaneció quieto…

 

¿Qué es lo que quieren de mí? – intentó serenar su espíritu, el temor no le llevaría a ningún lugar… es más, quizás solo adelante los planes de esos sujetos – No se nada de las operaciones de los cazadores, así que no voy a poder ayudar en nada

 

Unos gritos procedentes del exterior, cortaron el ambiente… tanto Saga como Kanon salieron afuera, ni se percataron de que fueron seguidos… dos lobos totalmente convertidos estaban enfrentándose… Hades también había salido y no estaba entendiendo nada…

 

Tienen la mirada febril, ellos están bajo el efecto de algún narcótico – ambos gemelos miraron a quien hablo – Necesito una muestra de sangre para saber cual, y así suministrarle el mejor tratamiento – al notar las miradas en él se intimidó un poco, tal vez hablar de muestras no era bueno después de lo ocurrido en el laboratorio… - Yo… soy doctor al fin y al cabo.

 

¿Una muestra dijiste? – Hades se les había acercado, cuando Afrodita se topo con él, ya no se impresionó por quien era…

 

Aunque no se como podría lograrse eso, ellos parecen muy enojados – susurró mirando los estragos que estaban ocasionando

 

¡BASTA! – ambos licántropos se detuvieron y miraron a la fuente de la voz, Shun se les había acercado muy molesto, y Hades sintió que su propio corazón se detenía de la impresión – Quietos ambos…

 

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Afrodita, acércate… ellos no van a moverse – Saga intentó detener al peli turquesa, más este se había acercado al menor sorprendido…

 

Siempre creí que eras extraño, ahora veo por qué – murmuró mientras se acercaba al peli verde, observó a los lobos – Necesito algunos instrumentales básicos, me temo que sin ellos, sólo podré suponer en base a síntomas – Cuando el joven estaba por inspeccionar a uno de los lobos este lo miró desafiante, Kanon se había aproximado rápidamente para retener al lobo, mientras Hades sostenía al otro.

 

Shun observaba al primo de su amigo, arrodillado frente a una bestia que acobardaría a cualquier cazador… en alguna ocasión Sheena le había dicho que sólo el temor a la muerte nos haría precavidos, justo luego de que le preguntara por ese mismo joven, que parecía no temer a nadie… ni a nada.

 

Ikki se había colocado a sus espaldas, todos miraban con curiosidad a quien sin miedo alguno revisaba las pupilas de sus pacientes, y les tomaba el pulso… - El aura de ese muchacho es muy tenue… no debería sobre exigirse así… ¿No es muy joven para ser doctor? – aquel susurro solamente lo escucho el menor…

 

Afrodita tiene una inteligencia privilegiada, podría darle cátedra a cualquier maestro de medicina – Shun nunca lo había visto en acción, solo sabía de él lo que le comentaba Shura a Diogo, o de las veces que Dohko expresaba que sería valioso en la organización…

 

Lentamente en lugar de lobos, había hombres… al peli verde le dio gracia ver el sonrojo en las mejillas del peli turquesa, y como este apartaba la mirada de los sujetos… por suerte para él, Hades los cubrió con una manta, ambos estaban demasiado desorientados.

 

¿Qué fue lo que inhalaron? – el joven doctor preguntó directamente, mientras tomaba la temperatura de uno de ellos – Y será mejor que no mientan, por lo general es una sustancia muy tóxica para los niños,  si es lo que pienso…

 

Hablen – esta vez si Shun se puso serio… ambos tenían expresiones culpables…

 

Uhmmm… será mejor que los recluyan hasta que pasen los efectos, deberán consumir mucha agua, y quizás un baño en agua helada los despierte… - siguió diciendo el peli turquesa, poniéndose de pie – Si hubo casos semejantes, lo mejor es que se pueda realizar análisis de sangre, eso descartaría muchas posibilidades…

 

Tienes un tono bastante mandón para ser un simple humano – esta vez fue Azael quien había hablado, aquel chiquillo le era familiar… miró a sus sobrinos, por la forma en que lo estaban observando supo que no estaba errado.

 

¡Señor Hades!... – una de las mujeres de la manada se acercó presurosa, llamando la atención de todos - ¡Señor, los niños… tienen fiebre! – cuando el peli turquesa se disponía hacia ese lugar, la mujer lo atacó… sólo los rápidos reflejos de Hades y Saga le habían salvado de ser dañado.

 

¡Mujer, no vuelvas a levantar tus manos contra él! – Azael se había adelantado a sus sobrinos, o estaba seguro que ahí correría sangre… su hijo también se había puesto en guardia, los débiles le solían inspirar protección.

 

Tranquilos todos, Afrodita, toma mi mano, si estas conmigo nadie va a dañarte – el aludido le hizo caso y fueron juntos…

 

Cuando llegaron todos al lugar donde estaban los cachorros, la imagen los inquietó a todos, el propio hijo de Hades observaba preocupado a sus amiguitos, Shun lo cargó en brazos inmediatamente y se alejó de los demás, había un cierto tono de alarma en su expresión, y Hades no  pudo evitar sentir calidez en su pecho debido a eso…

 

El hijo mayor de Saga, miraba asustado a su propio gemelo ardiendo en fiebre, en su mayoría se trataba de los niños que estuvieron prisioneros, Afrodita observó todo con mucha seriedad, sin mirar a nadie en particular, simplemente comenzó a impartir indicaciones…

 

La mujeres embarazadas deben salir afuera… debemos evitar el contacto con ellas… necesitamos bajarles la fiebre, y es preciso que alguien me consiga algunas herramientas básicas – el joven se quitó su abrigo y remangó las mangas de su camisa, comenzó con la más pequeña del grupo – No puedo asegurar que no haya contagio, por lo que los niños que no presenten síntomas deben ser recluidos en otra habitación y ser vigilados – mencionó mientras hacía lo propio sin ningún instrumental – Shun, tu encárgate de eso…

 

Si… - respondió el menor y a esas palabras, todos comenzaron a movilizarse

 

Nosotros nos aseamos en manantiales naturales – hablo el peli negro, mientras le entregaba al peli turquesa un maletín que le trajera uno de sus subordinados – Por lo general, nuestra raza no se enferma… sin embargo, Milo tiene ciertos conocimientos en medicina… lo mandé llamar para que ayude.

 

Necesito un laboratorio… no hace falta mucha complejidad – mencionó mientras verificaba los signos de la niña – ¿Hay alguna parte de ese manantial que podríamos usar?…

 

Te improvisaremos ambas cosas – acotó Azael retirándose. Saga observaba a su hijo, y a una distancia cercana, Kanon hacía lo mismo…

 

Shun acomodaba a los niños sin síntomas como le habían dicho, aquello no estaba bien, los lobos jamás se enferman, no tienen fiebre, ni nada que se le parezca… aquello no puede ser natural, Mime bajo hasta donde él se encontraba, no entendía el revuelo que había… noto a una distancia a Ikki que parecía estar dictando órdenes…

 

¿Qué está pasando? – susurró cuando se le aproximo

 

Te lo explico luego, solo te diré que no es bueno – sin más el menor cargo a su sobrino, quien no parecía nada feliz por estar ahí…

 

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Habían pasado dos horas, y para no sentirse inútil, decidió ayudar a Shun para entretener a los cachorros que parecían muy asustados… luego, fueron a ver a dos hombres que parecían aturdidos… se sorprendió al saber que su primo estaba ahí con ellos, y aunque le preocupo de sobre manera, pues sabía que él no debía exigirse mucho… entendió que sin importar qué, el haría su trabajo.

 

Habían llevado varios recipientes de agua a la habitación, así como unas tinas amplias… notó la zozobra entre los miembros de la manada, aunque todos ellos estaban colaborando. Hades no había salido en ningún momento, y notó que eso inquietaba no solo a Shun sino también al pequeño hijo de ese hombre.

 

¿Comiste algo? – Ikki había susurrado a su oído, un escalofrío recorrió por completo su ser al sentir el aliento en su cuello

 

Si… ¿cómo están los niños? – preguntó, y se sorprendió de lo tímido que se sentía

 

Se ha logrado bajarles la fiebre, sin embargo aún no están bien… no saben que pudo ocasionarlo – murmuró cerrando los ojos, se le notaba muy cansado.

 

¿Puedo pedirte algo? – el mayor se sorprendió por aquellas palabras, aunque asintió – Conozco a mi primo, él no descansará hasta desfallecer… apuesto a que no ha comido nada, él suele tomar su medicamento cada doce horas… morirá si no lo hace, no te pediré que vayas a buscarlo, pero si que veas que se alimente…

 

Ikki se sorprendió por el pedido, hasta ese momento había olvidado por completo que aquel chiquillo estaba delicado… cuando levantó la vista se encontró con la de Hades, que parecía muy seria.

 

Cuando trajimos a Afrodita, tomamos unas cuantas cosas… podrías venir a revisarlas y decirnos si su medicamento está entre ellos – el peli oscuro también parecía muy cansado, aunque eso no afectaba su porte dominante…

 

Cuando ingresó a aquel depósito, revisó cada una de las cosas que habían traído… no le costó nada identificar aquello que pertenecía a su primo, abrió una pequeña maleta, y era una suerte que Afrodita nunca cambiara su código, era como una mini Farmacia, había jeringas, y ampollas bien aseguradas en lo que parecía pequeñas conservadoras. Había suficientes como para unas buenas semanas, vio su inhalador, y unas pastillas que bien sabía él, que el peli turquesa odiaba. En otro maletín encontró más cosas, lo que seguramente iba a servirle para atender a sus pacientes.

 

Creo que deberían llevarle esto – mencionó dándole a Hades el maletín – Él se tendría que aplicar esto – Le dio a Ikki una ampolla y una jeringa, así como un par de torundas.

 

Después de que el peli negro se marcho, el oji azul simplemente reclamo los labios de su pareja en un casto beso, antes de retirarse a cumplir su misión. Mime sentía que su corazón volvía a latir sereno, ahora por lo menos sabía que su primo iba a estar razonablemente bien, hasta que pudiera ayudarlo a huir de ese lugar…

 

Mime, ven, necesito tu ayuda… - Shun salía presuroso de la habitación, se le acercó rápidamente – Otro de los niños presenta síntomas…

 

Aquello asustó a ambos, por lo que fueron a verificar qué era lo que sucedía…

 

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Con lo que pudieron traerle, quitó unas cuantas muestras… si era lo que pensaba, estaba seguro que aquellos lobos se lo iban a comer crudo… Radamanthys fue muy lejos, si hizo lo que le parecía… aunque no quería pensar en eso todavía, su vista de tanto en tanto le jugaba una muy mala pasada, era evidente que estaba cansado… mientras el sujeto llamado Milo atendía a los pequeños, el analizaba las muestras con el equipo de microscopio que le habían instalado.

 

Se puso de pie, y su atención se dirigió hacia la puerta, un gran e intimidante hombre lo estaba observando con seriedad – Creo que esto te hace falta – dijo sin un asomo de duda, y le entregó el kit que utilizara para su enfermedad…

 

Gracias… - susurró, y sólo ahí notó cuan debilitado se sentía ya. Ambos gemelos se acercaron al recién llegado, mientras hablaban, decidió que ya había pasado un largo rato, por lo que preparó la dosis, con la precisión de alguien con mucha práctica, y se la aplicó en el brazo. El mareo que le siguió no era tan normal, pero justo ahí recordó que no había comido nada, al abrir sus ojos, frente a ellos había lo que parecía un sándwich…

 

Come… no has probado bocado aún – Saga le estaba ofreciendo algo de comer, aceptó sin mencionar nada, así como acepto el jugo que traía Kanon…

 

Ninguno de los oji esmeralda estaba seguro si debía comentarle al menor sobre el nuevo caso, aunque no hizo falta que ellos lo hicieran… - Necesito un laboratorio un poco más avanzado para sintetizar un suero… no es una peste… creo que es plata, supongo que cuando estuvieron prisioneros les dieron plata mezclada en sus alimentos

 

Y si yo te dijera, que hay un nuevo caso… y que el pequeño, no fue uno de los prisioneros – Saga hablo lentamente sin perder de vista la mas joven, quien pareció asustarse

 

Entonces… o hay un cazador infiltrado… o alguien lo ha traicionado – las palabras de Afrodita sorprendieron a los presentes, entre los que se hallaba ya Azael y Hades – Esa criatura, ¿pertenece a la manada local o a la anterior?

 

Era de mi manada, pero el no fue capturado – respondió Saga, y Kanon dirigió su vista hacia el exterior…

 

Como hubo vómitos antes de los episodios de fiebre, deduzco que fue suministrado en sus alimentos – mencionó el joven antes de salir rumbo al lugar en donde estaban los niños – Creo que con ese dato disminuirán los sospechosos, es mejor que se actúe con celeridad, o podrían haber nuevos casos… recuerden, no es de ninguna manera contagioso.

 

Una parte de él sintió alivio cuando le dijeron que había un caso de un niño que no fue secuestrado, juraba que castraría a Rada si él había cometido tal abominación, aunque si lo pensaba mejor, era evidente que no envenenaría a sus sujetos de prueba.

 

Pasaron más horas de las que sintió, con la ayuda de Milo, pudieron mantener fuertes a los niños para que sus cuerpos sean los que se sanen de manera natural sin aplicarles ningún suero, al parecer no confiaban mucho en él con respeto a posibles sustancias que sean aplicadas a sus cachorros. Luego de verificar que la situación ya no era tan seria, decidió dejarlo así, sin embargo, como todo buen envenenamiento, indicó cuales deberían ser los procedimientos a seguir en caso de repetirse, su vista se nublo nuevamente, y su cuerpo se sintió tan pesado, cuando alguien lo sostuvo, le sonrió en agradecimiento…

 

Gracias, Milo – aunque el gruñido a sus espaldas lo inquietó, no tenía fuerzas para voltearse, solo fue medio consciente de que era cargado en brazos, y que a la distancia su compañero de trabajo solo se había reído con incomodidad.

 

Shun se les acercó seriamente, observó a su amigo antes de mencionar – Hades les espera, necesita que vayan ahora mismo… descuiden, Mime y yo, cuidaremos de él.

 

Tanto Mime como Shun estaban en la habitación con Afrodita, escucharon el revuelo… el peli naranja fue a ver que ocurría, mientras que el peli verde miraba desde la puerta…

 

¿Qué está sucediendo? – el joven doctor se puso de pie, y se dirigió al lugar del barullo, a pesar de la insistencia del menor por que no se moviera – Quiero saber qué sucede… además ya descanse suficiente…

 

Ni siquiera has dormido una hora – Shun se sintió asustado, su amigo era muy sensible y quizás la actitud de algunos lobos, que rallaba en la barbaridad, no le iba a agradar…

 

¡SON NUESTROS CACHORROS! – Saga parecía fuera de si, la misma mujer que lo atacara cuando fue a ver a los niños se hallaba en el centro de un círculo de lobos a medio transformar…

 

TÚ ME RECHAZASTE… NO ME TOMAS EN CUENTA… QUERÍA VENGANZA – rubio la mujer, y ella realmente daba mucho miedo – SIN ESAS MOLESTIAS ME MIRARÍAS…

 

¡TÚ NOS VENDISTE A LOS CAZADORES! – esta vez era Kanon quien rugía, ellos estaban fuera de si.

 

SON DÉBILES… los vuelven débiles a ustedes – parecía que la mujer quería hacer entender su punto de vista – SU PADRE, HABRÍA ENTENDIDO…

 

Qué pena mujer, que yo no sea mi padre – Saga miró en dirección a Hades, este asintió y su vista se fijó en los recién llegados…

 

Shun sabía que significaba esa mirada - ¿Qué van a hacer? – cuando escuchó susurrar el peli turquesa se inquieto…

 

La van a desterrar – Azael se había acercado a ellos – Aunque la muerte es lo que amerita en estos casos…

 

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Shun aún estaba algo alterado por lo sucedido, su cabeza se recostaba por el pecho de Hades… todo había ocurrido tan rápido, que no dio tiempo de asimilar nada. Shun aún recordaba como había sido todo, el momento justo en que esa loba se transformó y saltó en dirección de ellos, Azael le había protegido del ataque, pero ella había ido no tras él, sino tras Afrodita.

 

Pudo haber muerto, realmente, pudo haber muerto… - susurró mientras cerraba los ojos… el peli turquesa había retrocedido sin entender nada, justo tropezó y cayo de espalda lo que impidió que la bestia pudiera atraparlo, ella había gritado algo de que no volvería a inmiscuirse en su manada, justo al momento de cambiar - ¿A qué se refirió esa mujer?... ¿fue por que ayudo a salvar a los niños?

 

Mi príncipe… quizás sus motivos vayan más allá de lo que tú consideras – Hades también se había transformado para intervenir, pero fueron los gemelos los que actuaron…

 

Tú me dijiste que me lo explicarías luego… quiero saber qué es lo que me tienes que explicar – Shun se sentó sobre el lecho, el mayor suspiró sonoramente antes de sentarse también… - No me importa que sea una larga historia… de todas maneras no podré dormir.

 

Bien… verás, lo que voy a contarte sucedió hace ya casi diez y seis años… - esta vez Hades se acomodó en el lecho, mientras era fijamente observado por el menor - Saga y Kanon eran los hijos mayores del alfa de su manada, su madre… hermana menor de mi padre, justo había muerto en un ataque de unos  cazadores que deseaban capturarla, y ella decidió lanzarse al río antes de entregarse… fue una pena que se golpeara fuertemente la cabeza… murió ahogada, y fue un golpe que el antiguo alfa nunca acepto… su amargura lo cegó, y se dejó influenciar bastante por las otras lobas de la manada… casi ya no les prestó atención a sus hijos…  ellos fueron secuestrados durante una noche… mi padre piensa, que fueron ellas las que los entregaron a los cazadores – Shun estaba más que sorprendido por aquellas palabras… sus ojos daban fe de eso, pero seguía sin entender la relación entre los hechos… - Por lo que se contó… ellos fueron mantenidos como conejillos de indias en un laboratorio, les daban de comer, y de tanto en tanto les quitaban muestras de sangre… aún no habían tenido su primera transformación, ese fue el principal motivo de la desidia de su padre…  las mujeres de la manada que aspiraban el lugar de mi tía, se encargaron de poner en juicio la aptitud de su primogénito para sucederlo.

 

¿Por eso no intentó rescatarlos? – preguntó el más joven, y un deseo muy fuerte de golpear a ese hombre, le nació en el pecho.

 

Algo hubo de eso… la verdad, él ya no era ni la sombra del lobo que fue… volviendo al punto… cuando ellos escaparon de ese laboratorio, no volvieron solos… ellos trajeron a una criatura muy pequeña con ellos – Hades sonrió al recordar, que justamente fue el padre de Shun con el suyo, los que encontraron al trío de fugitivos – Nuestros padres los hallaron vagando sin rumbo en el bosque…

 

¿Me estás diciendo… Afro? – aquello sí que no lo podía creer, si Mime le había contado bien, la madre de su primo murió hacia ya diez y seis años, en un accidente de laboratorio

 

Si… ellos le contaron a tu padre, que el pequeño les ayudó a escapar, y que lo trajeron por que les gustó a ambos, y era su nuevo amigo – comento el oji jade sonriendo, podía apreciar la expresión asombrada de su pequeño, y le intrigó saber qué pensaba - ¿En qué piensas?

 

Solo pienso, que ya de niño liberaba a los lobos… Shura solía quejarse todo el tiempo de él… veo que de pequeño fue así – había contestado el menor acomodándose en la cama… - Afrodita no los recuerda…

 

No, era muy pequeño… aunque si, vivió con ellos un par de meses… justo antes de que Saga se convirtiera en lobo, y se convirtiera en el alfa de la manada de su padre – terminó de decir Hades, también abrazando a su joya.

 

O sea, que se reconciliaron con su padre – dijo más tranquilo el joven, el sueño ya lo estaba venciendo… no logró escuchar las últimas palabras susurradas…

 

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¿Estás seguro que está bien?  - Mime caminaba de un lugar a otro en la habitación… a su primo le habían dado un susto de horror, si él se había impresionado con aquella exhibición qué sería él, que estaba enfermo…

 

Tranquilo, está descansando… - respondió Ikki, una parte del mayor se sintió mal por el joven doctor, y otra parte, estaba radiante… el propio Mime había llamado a su lobo para ir a defender a su primo, y eso era excelente… quería decir que a pesar de todo el rechazo que el menor sentía hacia ellos, había una parte de él que los aceptaba, pues de no ser así, no hubiera podido haber ningún cambio…

 

¡¿Qué me tranquilice?! – el peli naranja estaba fuera de sí – Iba a matar a mi primo, y todo por qué, por salvar a sus cachorros… él debería ser liberado para que vuelva con nuestra gente, él no le ha hecho mal a nadie y ustedes lo exponen a este tipo de peligros

 

El veneno en aquellas palabras era palpable, el peli azul no soportó contemplar al menor, por lo que se retiro de cuarto… respiró profundamente para serenarse, a cualquier otro le habría volteado el rostro de una bofetada, pero lo irónico era que él pensaba casi lo mismo…

 

¿Qué ocurre Ikki? – Azael estaba observándolo desde cierta distancia… - ¿Peleas de pareja?

 

Lo que sucedió solo le hizo considerarnos un peligro para su primo… ¿por qué no lo liberan?... realmente no es igual a los demás… no tiene la culpa de quien sea su medio hermano – comento derrotado…

 

Si el regresa con los cazadores, sólo encontrará la muerte – Azael habló sin rodeos… - Aquí tiene una esperanza…

 

Por la expresión que puso cuando Saga le rompió el cuello a esa mujer… dudo que siquiera considere esa posibilidad – el oji azul bajo la mirada… al final la expresión que mostrara Afrodita era muy humana – Nos cree bestias… no creo que quiera ser uno de nosotros…

 

¿Uhmmm… pues no recuerdo que Mime haya aceptado? – Esta vez el mayor se sentó a lado del primogénito de su mejor amigo, y rey – Que yo sepa él también era inocente de los crímenes de su padre…

 

No es lo mismo – dijo con amargura el peli azul…

 

Tal vez… pero los gemelos tienen la última palabra en esta historia… pues así como tú impregnaste a Mime de pequeño… - aquello logró atraer la atención de Ikki – Ellos lo impregnaron a él…

 

¿Qué… ambos? – eso sí que definitivamente él no lo sabía… - ¿Pero cuando?

 

Ciertamente eras muy joven, cuando tu padre y yo encontramos a mis sobrinos – comento el mayor – Yo le había pedido ayuda a Abel para buscar a los hijos de mi difunta hermana, ya que mi cuñado parecía no hacer nada… dimos con ellos por pura casualidad, ambos estaban maltratados, hambrientos y cansados, pero no estaban solos – siguió relatando – Un pequeño niño humano iba con ellos… uno con una deslumbrante belleza, parecía un ángel… y mis sobrinos dijeron que él los había ayudado a salir, y que debido a una explosión en aquel laboratorio, lo trajeron con ellos…

 

Me estás diciendo que el doctorcito… ¿él ya se conocía con tus sobrinos? – el peli azul sonrió con cierta ironía, sólo recordaba de Saga y Kanon que peleó con ellos debido a que… “¡Claro, yo quería ver a su joya!”…

 

Claro está que tu padre, quería devolver a la criatura con su gente, su salud era mala… sin embargo, no pudo hacerlo, pues justo llegó mi cuñado para reclamarlos, no nos pidió autorización, simplemente los llevó aprovechando nuestra ausencia… cuando volvimos no dimos con nadie, sólo quedó el olor de ese sujeto -  Azael continuó, y aunque percibió que tenía más audiencia no paró de hablar…

 

Pero mi padre y tú fueron a buscarlos… recuerdo eso – el príncipe de todos los licántropos parecía vagar entre recuerdos, como si quisiera ver más allá de sus memorias.

 

Cuando llegamos a sus dominios… Saga ya había derrotado a su padre, su primera transformación se dio justo cuando este intentó dañar a Afrodita… Kanon lo siguió inmediatamente después, y mientras uno protegía al niño, el otro daba muerte a su progenitor – un largo suspiro siguió a ese comentario…

 

Entonces… aquellos rumores que los circundan… son todos ciertos – Saga era conocido como el Alfa más joven desde entonces… implacable y poderoso… así como también se conoce que con su hermano gemelo, lo comparte todo… desde el liderazgo de la manada, hasta las parejas y los hijos… - No creo que a Mime le agrade saber esa parte… ese muchacho está muy débil, aunque lo transformaran, podría no sobrevivir… y quizás no desee estar atado a sus sobrinos

 

Él se asustó a muerte cuando vio lo que vio… justo momentos después de que llegáramos y la pelea terminara, un escuadrón de cazadores llegó al lugar… recuerdo, que el pequeño tenía una de sus crisis… Saga intentó acercarse, y este huyó – Azael debía admitir que Ikki tenía razón, lo pensó en aquel entonces y lo pensaba ahora – Su padre estaba en ese escuadrón… entre llanto le pedía volver a su casa… nosotros tuvimos que huir, pero los gemelos habían impregnado al chico justo antes de que este huyera…

 

¿Está diciendo… que mi primo… está comprometido con esos dos? – Mime se había hecho notar, su expresión era horrorizada, si antes pensaba que Afrodita debía ser sacado de ese lugar… en ese mismo instante estaba más que seguro.

 

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Esa misma expresión… él puso esa misma expresión aquella vez – susurró Saga mientras contemplaban al durmiente… Kanon no había pronunciado ninguna palabra, hacía ya tanto tiempo de que le perdieran la pista, que jamás pensó que lo tendrían nuevamente con ellos.

 

Era pequeño, e impresionable… ahora es un adulto – murmuró Kanon, y su vista se encontró directamente con la de su hermano – No estoy dispuesto a dejar que se vaya esta vez…

 

Tampoco pienso permitir eso… si es necesario, yo mismo lo obligaré – la imagen del gemelo mayor era sombría, se aproximó al durmiente y se acostó a su lado, lentamente iba desprendiendo sus prendas…

 

Eso no va a gustarle nada – aunque aquellas palabras sonaban serias, había un cierto brillo en las pupilas del gemelo…

 

Estaba seguro que todo su rostro estaba al rojo vivo… cuando recuperó la consciencia, se encontró firmemente sujeto, esta vez no por una manta de piel de lobo, sino que por dos cuerpos totalmente desnudos… cuidadosamente se fue apartando de ellos, cuando estuvo de pie notó que no llevaba puestos pantalones… es más, aquella no era su camisa… parpadeo intentando comprender lo ocurrido, no quería hacer un escándalo por lo que se contuvo de reclamar.  Lentamente salió de la cama, sin perder de vista a aquellos sujetos, descubrió su pijama en una silla… cuando iba a tomarla, se sintió mareado…

 

Quizás ese sea un castigo, por abandonar nuestro lecho – comentó Kanon con malicia

 

¡No me toque! – el peli turquesa intentó alejarse, pero no pudo… sintió el cuerpo del mayor a sus espaldas, Saga se colocaba frente a él… un escalofrío recorrió por completo su ser, aquello no le estaba gustando nada.

 

¿Por qué tanto apuro? – susurró el mayor acariciando su rostro…

 

Tengo pacientes que atender – hablo con firmeza, aunque se notaba que temblaba ligeramente.

 

Cuando ambos se apartaron de su cuerpo, fue consciente de que su maleta y su maletín estaban en una de las esquinas… ninguno de los gemelos parecía tener la menor intención de apartar la mirada, por lo que cuando tuvo las prendas seleccionadas, los miró con molestia.

 

¿Ocurre algo malo? – Kanon se veía de lo mas inocente, por lo que el menor se sintió tentado de sonreír… sin mirar a ninguno de los dos, comenzó a cambiarse… esta vez los nerviosos eran ellos, y eso si saco una maliciosa sonrisa de menor, cuando ya se hubo vestido, tomó su maletín y quitó su medicamento… no le prestó atención a nadie más mientras se aplicaba la dosis de esa hora.

 

Nos veremos luego… - Afrodita no fue consciente de las miradas afligidas de ambos lobos por haber presenciado aquella escena, la sola idea de que su vida estuviera asociada a un medicamento los llenaba de amargura…

 

Cuando su mirada se topo con una muy familiar color magenta, se detuvo en seco… - ¡Primo! – lo llamó Mime, y el sonrió y corrió hasta él…

 

¡Mi niño! – murmuró el mayor en el preciso momento en que se abrazaron… un gruñido amenazante se hizo escuchar, el peli naranja sintió el peligro… sin esperarlo ninguno, por un lado dos pares de brazos alejaron a Afrodita y lo protegieron de un muy molesto peli azul, que había tomado a Mime por el brazo y lo había colocado tras de él - ¿Qué significa esto?... suéltenme…

 

¡Ikki… él es mi primo! – el menor estaba que echaba fuego por la mirada – No actúes como un patán con él…

 

Están en periodo de celo, cuñado… es normal que actúe posesivo – Hades había intervenido con una sonrisa, jamás había visto a Ikki actuar así…

 

¿Qué quiere decir con cuñado?... ¿Mi… me? – Shun notó de inmediato el cambio de ambiente, el peli turquesa negaba con la cabeza y se cubría la boca, mientras su amigo simplemente ocultaba el rostro tras un mechón de su cabello… - Ya veo… iré a verificar a mis pacientes… - sin decir más se retiró del lugar, su mirada se dirigió a Ikki, había angustia en sus ojos, pero lo ocultó tras un velo de seriedad.

 

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Había sentido el cambio de ambiente desde lo sucedido en aquel día, Afrodita repelía como peste a los gemelos, a Ikki y a Mime… a Hades lo trataba con respeto, pero de ser posible lo evitaba, a menos que sea algo relacionado a la atención de los niños… y a él, bien… a él si le hablaba, pero con reservas… “Leí leyendas sobre ti, pero jamás creí que fueran ciertas”… había mencionado en alguna ocasión, pero luego simplemente se concentró en su labor y ya no mencionó nada.

 

Su actitud le está afectando mucho a Mime… - habló Ikki observando en dirección a su pareja, este estaba bastante deprimido desde aquel día, y aquello le preocupaba – Me siento bastante culpable… no se que hacer

 

Hermano… no es tu culpa, ni es culpa de nadie – tomó fuertemente aquella fuerte mano entre las suyas – Cuando lo haya asimilado, se va a acercar a Mime y arreglaran todo…

 

Hades me dijo que los cachorros ya están todos bien, que Azael le dijo que lo justo es que lo liberen, sus medicamentos están acabando… no quieren dañarlo – mencionó el mayor, la verdad es que a él últimamente le entraban deseos de romperle el cuello, especialmente cuando Mime se negaba a comer…

 

Sé lo que dice Hades… pero también sé que lo gemelos no están de acuerdo con eso – Shun había hablado varias noches con el mayor sobre eso, había sido claro… no podían mantenerlo contra su voluntad, y menos considerando que ahora le debían algo tan grande como la vida de los niños

 

Supongo, que para él es difícil aceptar que su primo sea uno de nosotros – había cierta amargura en la voz de oji zafiro… aún se reclamaba, si hubiera controlado su instinto en aquella ocasión, quizás las cosas no hubieran resultado así.

 

No sabemos lo que piensa hermano… y no debemos suponer por él – esta vez el menor acarició el rostro de su hermano – Debemos esperar, quizás él nos sorprenda… lo ha hecho hasta ahora, ¿no es así?...

 

Cuando hablas así te pareces tanto a Pandora – mencionó Ikki con nostalgia – Me sentiría tan perdido, Shun… si te volviera a perder, enloquecería…

 

Prometo que en esta ocasión, no voy a permitir que me pierdas – ambos hermanos se abrazaron con cariño… había otro par que estaban de lo más amargos, y ni sus pequeños cachorros lograban levantarles el ánimo, cada día que pasaba veían más lejana la posibilidad de un buen final.

 

Hades se dirigió hacia donde se hallaban los hermanos, pareció hablar con ellos, y por lo que se podía apreciar, la novedad no les había gustado nada… una vez que se marcharon, el peli negro se aproximó al peli verde…

 

¿Algo malo? – Shun se dejó envolver por lo brazos del mayor, mientras su hermano los miraba serio…

 

Afrodita me ha informado que todos los niños están fuera de peligro... – comenzó a decir, y no hizo falta que continuara para que ambos hermanos supieran la parte mala – Me preguntó si sería liberado, y cuando…

 

¿Y qué le respondiste? – Ikki observó en dirección de su niño, mientras este miraba fijamente hacia la guardería.

 

Que le agradecía todo lo que había hecho… y que si desea irse, no podría detenerlo… aunque – parecía que el oji jade temía la reacción de Shun más tomó valor y acotó – Iba a hacer lo que esté en mi alcance para hacerlo…

 

¡¿Qué?! – el menor se alejó de quien lo abrazaba y lo miró con reproche – No pueden obligarlo, si él desea irse yo lo apoyaré…

 

Es la pareja de los gemelos – intentó acotar el peli oscuro – Además está enfermo…

 

Pues él los desconoce como pareja… y su enfermedad es justo el motivo por el que quiere volver, aquí no tiene las comodidades y la tecnología que lo mantenga saludable – dijo todo eso con firmeza – Sólo se quedará si es su deseo, si no… yo mismo le ayudaré a huir.

 

Shun se alejó furioso de ellos en dirección a Mime, a pesar de estar distanciado con su primo, estaba seguro que él tampoco aprobaría la actitud que pensaba tomar Hades, además estaba el hecho de que Afrodita seguía siendo hermano de Shura, este iba a buscarlo hasta debajo de las piedras, de eso estaba seguro… y a pesar de que el peli turquesa estuviera débil, era de armas tomar.

 

¡Deja de tener esa actitud… ve y habla con él! – le dijo a su actual cuñado, quien pareció sorprendido de verlo ahí… - Le pidió a Hades para que lo deje ir… y él esta pensando en no hacerlo…

 

Tengo miedo, Shun… - había tanta tristeza en su vos, que al peli verde le apretó el corazón – Suficientemente mal me siento con el hecho de que mi padre ahora me odie…

 

No sabrás lo que piensa… a menos de que lo enfrentes y hables con él…

 

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Sabía que lo que le decía Shun era lo mejor… sin embargo, se sentía descompuesto y sin ánimo para intentarlo. Aquella sola mirada había bastado para minarle la confianza, al fin de cuentas… Afrodita y él siempre habían sido muy cariñosos… “No voy a soportar que me odie”…

 

Para alguien que tiene una pareja, no te vez muy feliz – aquella voz lo había sacado de sus pensamientos, se puso de pie y observó a quien se le acercaba lentamente - ¿Puedes transformarte en uno de ellos? - asintió sin emitir ningún sonido… - ¿Te molesta mi presencia… es mi olor a enfermedad y muerte lo que hace que me evites?

 

¡NO! – Mime se había puesto de pie, y pálido… no podía creer que su primo pensara eso de él, pero entonces recordó que ciertamente, Afrodita siempre se sintió excluido por causa de su mal – Pensé que me odiabas, por lo que soy ahora… por eso no podía verte a la cara

 

Si te odio – aquellas palabras detuvieron el corazón del más joven – No puedo creer que mi primito menor, ya tenga una pareja formal, y yo sigo soltero… - Había una sincera sonrisa en el rostro del peli turquesa, quien ya tenía los brazos extendidos, Mime simplemente se dejó envolver en ellos, y comenzó a llorar amargo – Lo siento, no llores… ¿cómo podría odiarte?... ni que me compararas con Shura… más que odio, siento envidia

 

¿Envidia? – aquella voz sonó quebrada, pero parecía menos dolida.

 

Pues sí, ya de por sí eras más fuerte que yo… imagínate mi mancillado orgullo, de saber que ahora vas a ser incluso mejor que antes, y además… estás con la persona que te gusta – Mime no creyó conveniente explicarle al peli turquesa los antecedentes de su relación con Ikki, dudaba que tenga una reacción favorable – Yo daría cualquier cosa, por estar con la persona que amo…

 

¿Primo? – Afrodita se había puesto un poco triste - No me digas que te refieres a Rada, ¿cómo puedes amar a ese sujeto?

 

Entonces no te lo diré… - una suave sonrisa siguió a ese comentario – Pero no puedo estar con él, Mime… después de lo del laboratorio le dije que terminábamos, que él debía buscar a alguien con un futuro… no lo aceptó, pero fui muy claro… ¿qué vida puede tener con alguien como yo?

 

Realmente… ¿tú quieres estar con él? – sabía esa frase de que polos opuestos se atraían, pero aquello era el colmo – Y sinceramente… tú eres demasiado para alguien tan bajo como él.

 

Primo… yo no cuestiono a tu novio energúmeno – había cierta picardía en su tono de voz – Pero no tienes que pensar en eso… ya te dije, no puedo estar con él… pero, si me curara… si hubiera una pequeña posibilidad de tener una vida, al menos un poco normal… yo lucharía por él, no lo dejaría ir…

 

¡Pero qué tiernos!... vaya doctor, no pensé que sería tan apasionado – el sarcasmo era palpable, ambos jóvenes se asustaron al ser interrumpidos, Saga se dejaba ver recostado por unas rocas, su mirada era sumamente fría, casi se podría decir que rabiosa…

 

¿Qué sucede? – Afrodita lo observaba fijamente, notó que Kanon también estaba ahí, pero extrañamente silencioso.

 

Si ya terminó su trabajo con los niños, debe volver a su reclusión… recuerde que Usted aquí, no es un invitado – Saga se aproximó a ambos, sujetó del brazo al peli turquesa y se lo llevó prácticamente a rastras,  nada le importaba los reclamos del oji magenta…

 

¡Saga, deje a mi primo… como se atreve… lo está lastimando! – justo Kanon se interpuso en el camino de Mime, y este se sintió asustado…

 

Ve con tú pareja, cachorro… mi hermano no está con ánimo para  escuchar, si lo sigues sólo conseguirás que le haga realmente daño… - aquella mirada puso en alerta a joven…

 

Van a arrepentirse si le hacen daño, mi primo no es un juguete – Mime corrió en dirección a donde se encontraba Ikki, estaba muy alterado - ¡Ikki… tienes que ayudarme!... le van a hacer daño, has algo por favor…

 

El mayor se sorprendió por aquella actitud, unas cuantas lágrimas comenzaban a escapar de sus ojos… él se había dado cuenta que ambos primos estaban conversando, y para no volver a cometer ningún tipo de imprudencia, decidió concentrarse en sus labores, para evitar que sus celos tomaran nuevamente control de sus actos.

 

Dime qué te ocurre… tranquilo voy a ayudarte – acarició su mejilla con ternura, y eso le ayudó a serenarse…

 

Ese energúmeno, patán de Saga, se llevó a mi primo casi a rastras – habló con rabia – Se le notaba muy enojado… temo que lo lastime, le dijo que él no era un invitado…

 

Él no le hará daño… pero descuida… iré a verificar que todo esté en orden – Ikki sabía que no podía meterse en ese tema… aunque quizás Hades sí podría…

 

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Cuando ingresaron a la habitación lo llevó directo hacia el centro para saltarlo, este se había quedado mudo, aunque era más que evidente que estaba furioso se lo decía su mirada, parecía demasiado contrariado como para hablar… - ¿Qué? – preguntó con soberbia…

 

Soy yo el que debe preguntar, ¿qué?... – murmuró y era más que evidente que estaba controlando su temperamento - ¿Qué… le sucede,  qué… hice para ser tratado así,  qué… se traen los dos conmigo? Y quizás lo más importante… ¿Quiénes se creen para hacerlo? – había un ligero temblor en sus puños…

 

Saga no respondió ninguno de los qué, simplemente tomó sus labios en un demandante beso, en el justo momento en el que Kanon cerraba las puertas… el menor no contestaba el beso, ni se movía, simplemente seguía en shock, pero esto fue aprovechado al máximo… aunque cuando su boca fue invadida, sus sentidos despertaron, y de manera desesperada intentó alejarse…

 

¡Hermano… lo estás asustando! – el gemelo menor se inquieto, desde que trajeran al pequeño jamás había olido de parte de él, aquella fragancia característica del temor… y ahora lo hacía – Hermano, por favor… Saga pareció escucharlo e interrumpió el contacto, incluso su transformación parecía querer manifestarse - ¡Sal! – Afrodita no necesitó otra palabra para salir presuroso…

 

Ama a ese sujeto… ¿cómo puede amar a ese sujeto? – murmuraba Saga al tiempo de dejar que su furia lo dominase… el aullido se escuchó potente en todas las instalaciones.

 

Hades e Ikki se dirigían justo a la habitación cuando escucharon el alarido, ingresaron sin siquiera tocar, encontraron a los gemelos uno en brazos del otro, a ambos los rodeaba un aire melancólico… - ¿Dónde está el chico?... – ambos hermanos se miraron, hubo temor en sus miradas, y aún sin responder salieron a buscar a quien sin dudas quería escapar.

 

Corrió a todo lo que le daban sus fuerzas, y aunque su respiración se hacía más dificultosa, no tenía intensión de detenerse, una rama en su camino le tenía preparada otra historia, por lo que fue a parar al suelo, a duras penas se arrodillo en el suelo, no entendía qué había sido eso… y sin embargo esa molestia en el pecho…

 

¿Por qué lloras? – esa voz le obligó a levantar la mirada… - ¿Estas muy lejos de la manada? – era el muchacho que había estado a punto de morir en el laboratorio, y ahora sabía que el hijo mayor de Saga – Debemos volver… si se lastimó yo lo cargaré

 

Negó lentamente con la cabeza… el joven lo seguía mirando fijamente, su corazón comenzó a acelerarse, él debía oler a su padre, ahora sí se veía bien muerto… - También estás lejos… - murmuró, y se alegró de que su voz saliera constante…

 

Espero que no esté intentando huir… mis hermanos, mi tío y mi padre no estarían felices – el joven se arrodillo frente al mayor – A ellos, ni a mí, no nos gusta verlo llorar… así que no lo haga por favor

 

No tienes que actuar así, ¿sabes…? era mi deber liberarte, a ti y a los otros chicos – le sonrió al acomodarle el cabello – Yo, necesito ir a casa… ustedes ya están en la suya

 

Se equivoca, doctor… usted es el que ya está en la suya – el menor miró en alguien a sus espaldas, y fue cuando Afrodita encontró el asombroso parentesco entre padre e hijo – Nunca he visto a mi padre y a mi tío, tan radiantes… ¡¡Padre!!

 

Cuando escuchó el llamado, intentó ponerse en pie… y maldita sea su suerte que justo se había lastimado, Kanon fue el primero en presentarse, rehuyó su toque mirándolo con sospecha… Saga se había mantenido al margen… ese rechazo pintó en la expresión de ambos, mucha pena… Ikki y Hades llegaron tiempo después, el de cabellera mas corta fue quien lo cargó y se lo llevó a la manada…

 

Lo devolveremos a su gente – afirmó el gran líder – A menos, de que en esta semana… le hagan cambiar de opinión…

 

El hijo se aproximó al padre… todos mirando a su líder seguir a su cuñado – Padre, creo que han sido muy pacientes… mis hermanos ya lo han aceptado, y también yo…

 

¿Qué haremos? – susurró Kanon…

 

Escucharé cualquier sugerencia… - murmuró mientras también seguía el camino…

 

Aquella noche le habían obligado a permanecer en aquella habitación, su estado de ánimo se había animado cuando el compañero de Shun le había dicho que en una semana lo liberarían, aunque luego dijo que en ese periodo él seguía bajo los cuidados de lo gemelos. Se sentía cansado, y tuvo que aplicarse una dosis de su medicamento y tomar un tranquilizante. Se tensó en el momento justo en que los sintió entrar, cerró los ojos y esperó…

 

Se había quedado profundamente dormido hacía a penas unos momentos, se acurrucó en su inconsciencia entre sus brazos, observó a su hermano aún en el sofá pensando… - ¿No vas a venir?

 

¿Cómo puede amarlo?... ¿Cómo pudo olvidarnos? – Kanon, se alejó con cuidado del menor… Saga aún no había superado la confesión de Afrodita…

 

El era un niño muy pequeño, hermano… además, en aquella ocasión, se había dado un susto terrible – el gemelo mayor miraba al suelo – Incluso su alteza perdió los recuerdos de su pasado, y él ya era mucho mayor

 

No es lo mismo, a su alteza lo torturaron… - acotó fríamente el mayor…

 

Y a ti te parece… hermano… que a él no lo torturaron también bastante – aquellas palabras impactaron al Saga…

 

Tienes razón… gracias Kanon… esta vez, no lo dejaremos ir…

 

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado... un saludo para todos... ahhhh y FELIZ DIA DE LOS ENAMORADOS...


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