Luego de ser arrastrado por el mayordomo preferido del "Noble" Hijo del respetable conde, hasia una habitacion que nada de reconfortante tenia, almenos no como el gran salon en el que habia estado hasta hace unos minutos, pudo ver como le mayordomo sacaba unos trapos muy parecidos alas toallas pero mas paqueños, tomo varios y mirando al niño le dijo-
- Te bañaremos y te dejaremos en condiciones, cosa de que puedas presentarte en forma descente frente ala servidumbre...- hiso una pausa y miro su ropa- no por que seas el niño de los castigos estaras todo sucio y mas oliente- luego de lo expresado Albert se sintio mas intrigado de como podia desempeñar el, un rol como "niño de los castigos" no entendia y nadie se tomaba la miserable descencia de explicarle. El no era un niño para nada timido solo en algunas ocaciones el se sabia defender muy bien y si queria podia en ese instante salir corriendo y escapar, era un niño poco comun aprendio a leer el solo y cuando la suerte se lo permitia robaba uno que otro libro de algun negocio, llegando a sus manos una ves un libro de filosofia del gran pensador aristoles, cuando lo leyo recordo no entender casi nada de lo que decia y solo podia aclarar sus dudas preguntadole a los borrachos de las cantinas cercanas al orfanato, no obstante no obtenia ninguna respuesta concreta ya que lo tipos sabian nada y menos que el, y avese conseguia que el hombre anciano que servia las cervesas le explicara una que otra palabra y asi con ayuda de su diccionario pudo no en su totalidad entender el libro. Era un niño muy inteligente, avil con las manos, trabajador, no se rendiria asi de facil solo por que no sabia como despeñar un rol como un niño de los castigos, ademas ya no veia la hora de ver otra ves la cara de ese niño que le propino un insulto tratadolo de sucio y demas. Asi que decidio no preguntar mas y esperar era bueno para eso.
Cuando ya estuvo listo, limpio radiante, con su larga y negra cabellera recogida en una coleta, vestido con ropas limpias que olian a algo muy similar como la lavanda. Miro al mayordomo que tenia en frente que aun se encargaba de los ultimos detalles de sus ropajes y entonses se atrevio a preguntar
- No creo que solo este aqui parado para vestirme y listo verdad? - tenia una mirada pentrante, el mayordomo poso su mirada en sus ojos y se dio cuenta de que el niño parado en frente suyo no era como los demas y le dijo
- Claro estas aqui para servir al Hijo del conde... se puede decir que tu...-hiso una pausa para acomodarle bien su camisa- recibiras los castigos coorespondientes por las travesuras del Noble Frederick
Albert abrio los ojos de par en par, habia entendido muy bien lo que dijo el hombre vestido de negro, lo que no entendia era por que se suponia que el debia pagar por unas travesuras que no cometeria, si querian castigar a alguien por que no al causante de dichas travesuras, era algo logico el no estaba dispuesto a pagar por los paltos rotos de nadie y mucho menos del creido ese que se atrevio a llamarlo sucio y entonses dijo
- Yo no dejare que me castiguen por causa del niño ese, si deben castigarme haganlo por lo libros que robe eso si me lo meresco, ya que se robar no es algo digno pero no tenia otra opcion leer me gusta y si me tienen que castigar por eso bien venido sean pero no me castigaran solo por que no se atrven a regañar al enano ese - el mayordomo se le quedo mirando con asombro jamas hubiera esperado que un niño de su edad tuviera tales prencipos tanta moral nisquiera el niño Frederick se expresaba de esa manera se sentia un poco culpable a el tapoco le gustaba el metodo empliado para los castigos pero no tenias otra opcion el conde jamas dejaria que le pongan una mano asu hijo el usaba ese metodo por que creia que frederick al ver sufrir a niños inocentes por su causa lo haria entrar en razon y sentiria compacion por ellos y no haria mas travesuras pero este metodo se le salio de las manos, al niño le gustab aun mas ver sufrir y suplicar a esos niños piedad se sentia superior eso no estaba bien, el mayorodomo sabia que era malo pero, no tenia otra opcion el solo era un simple mayordomo que acataba ordenes y nada mas que eso.
El nuevo niño fue llevado ante la presencia de la "noble criaturita" Frederick, cuando este lo vio abrio los ojos incredulo y dijo-
- Aunque la mona se vista de seda, mona queda - se acerco un poco a el y exclamo - ay te dije eres interesante no veo la Hora se estranarte - dicho eso se dio la vuelta, dejando el pelinegro parado y con la sangre hirviendo sabia que no podia haserle nada el mayordomo le advritio quesi atrevia a ponerle un dedo ensima a Frederick el mismo se encargaria de cortarle la cabesa, cosa que Albert tomo muy enserio y no quiso indagar por lo dicho. Asi que solo le restaba soportar los posibles insultos de su "amo" y en un futuro no muy lejano los latigasos por sus travesuras.
Asi como lo pajaros no tardaban en canturrerar cada mañana apenas el sol se asomba en los cielos, Frederick tampoco trado en haser de las suyas para asi poder deleitar sus ojos y sus oidos ante las suplicas del niño que seria castigado.
Una travesura comun dejar escapar a los caballos de los oficiales hasia el bosque facil con eso conseguirira que le dieran al menos doce latigasos a su nuevo niño, que se encontraba en su habitacion con el mayordomo que le proporcionaba material de lectura al enrarse que el niño sabia leer, que le gustaba haserlo y que ademas lo hacia muy bien, cuando le llega la noticia de que el Angelito habia cometido una de sus faltas, no hiso mas que ver al pequeño posible genio que solo observaba los libros cual regalo de navidad , y penso que si el Noble Angelito no lo Llevaba a la muerte podria ser un abogado o un medico reconocido, pero todo eso estaba muy lejos, por que hasia mucho que el hijo del conde no le resultaba algo tan ientresante como ese niño y se dedicaria a llevarlo alo mas ondo de la tiera si fuera posible, penso pobre niño podiar haber tenido un buen futuro es una lastima, abandono esos pensamientos lugubres y se acerco al niño al cual lo tomo del hombro y le dijo -
- Lo lamento en verdad, pero es hora de que sepa con mas certesa la funcion que desempeñara de hoy en mas en esta casa que no solo se limitra a leer un libro si no tambien lo que ya le dijimos resivir castigos- Albert se quedo parado y como un diplomatico se paro le dijo al mayordomo
- y yo ya le dije que no pienso pagar por los platos rotos de nadie - dijo en un tono muy parecido al de un noble que declina con mucho respeto una invitacion a un baile, pero era ovio que no hablabamos de una baile ni nada menos. lo unico que dansarian serian los latigos en su espalda, el mayordomo al escuchar tales palabras se rio un instante en verdad le daba mucha lastima por primera ves, le parecio injusto arruinarle la vida aun niño con tanto futuro por delante, pero bueno su labor no era cuestionar ni nada solo obedecer y tomo al niño cual verdugo y lo llevo hasta la habitacion donde seria seriamnete castigado. Albert por primera ves se sintio espantado por el poorvenir miraba con suplica al Hombre que lo dirijia hasia su infierno este lo miro y se detuvo y dijo-
- no me odie esto es parte de mi trabajo - dijo sin bajar la mirada estaban parados frente al puerta del infierno y le dijo- yo intentare que los latigasos sean disminuidos se los prometo- y abriendo la puerta del aberno cercano empujo hasia adentro al niño de cabellos negros el cual fue sostenido de forma violenta por un hombre con unas sogas en las manos que se limito a sacarle del saco que traia puesto y le desabrocho la camisa dejando al descubierto su delgada anatomia, lo puso de cara sobre una mesa de madera dejando su espalda lista para recibir los golpes, cuando ya estuvo listo todo para la ceremonia digna de ser vista por le mimso satan, llamaron al verdadero niño que debia ser castigado, este entro muy expectante se pro lo mas cerca posible de su victima y le dijo
- quiero verte sufrir!! gritarr de dolor!! quiero ver como tu sangre cae a borobotones de tu esplada!!! vamos empiesen con los latigasos y espero que se la docena justa de ellos - dicho eso se sento en una silla cercana listo para ver el espectaculo.
Dentro de la cabesa de Albert los pensamientos recorrian con rapides, que haria en el momento de la verdad gritaria?.. no, no lo hare!!.. suplicaria?... ni pensarlo, lo ultimo que haria seria satisfacer la maldita nesesidad sadica del demonio que tenia en frente... no lo haria ni aunque eso lo llevara ala muerte habia decidico permancer abulico alos castigos que pronto resiviria.. no le daria el gusto soportaria!!... eso haria soportaria lo mas que pudiese... y hasta mas no poder pero no haria que en esa cara demoniaca se dibujara una risa de triunfo no lo haria!!.. era imperdonable para su persona dejar que lo humillen de esa forma, un insulto para un niño que nada de tonto tenia y el lo sabia
- ponme a prueba y tu decide si yo soy el indicado para pagar por tus crimenes - dijo un Albert dicidido, mirando fijo a Frederick que lo fulmino con la mirada, nadie se habia atrevido a insultarlo de esa forma, al igual que el odiaba ser puesto a prueba el era Fredercik el hijo del Conde Arturh y nadie en su sano juico intentaria desafiarlo a menos de estar completemente, pero era algo imposible,desafiarlo sin salir herido. Y sin mas esperas el momento de los bifes habia comensado quien resultaria triunfante en esta batalla?...
uno!- grito el agresor, Albert no le quito los ojos de encima al pequeño kerubin, no se quejo ni nada
-dos!- continuaba torurandolo pero pese al dolor el no mostraria dibilidad ni exprecion de dolor alguno
- tres!- este le dio en medio de la columna y lo hiso erguirse un poco, Frederick espero atento algun gemido de dolor pero no hubo respuesta
- cuatro! - este paso desapercibido ya que estaba concentrado en los ojos del causante de esas agresiones no hasia mas que odiarlo con cada latigaso
-cinco!- ya no lo soportaba ver tan inherte y sin reaccion al estupido ese, se impacientaba este niño no podia ser de acero
-sies!- y entonses grito- suplica!! grita de dolor!! vamos haslo!! no finjas!! - se salio de sus cabales este pobreton no podia estar ganandole en su propio juego
-!siete- aun puedo soportarlo penso no puedo terminar asi aun debo despedirme de raquel
- ocho- El kerubin que nada tenia de angelical grito otra ves- si suplicas una ves hare que los latigasos se detengan pero debes suplicar maldito!! - le dijo acercandose un poco a el del cual esta ves obtuvo repuesta - no lo hare!!- se le quedo mirando con rabia y odio
- nueve!- con cada latigaso se sentia triunfador
- dies!- Frederick no lo soportaba mas no dejaria que semajante perro de la calle lo insultara asi
- once!- y frederick grito - maldtio no me arruinaras la divercion!! quien te has creido!!
doce!- el ultimo sin decir ni un solo ouch y el agredido contesto - soy Albert Su Majestad - con vos altanera y poniendose bien derecho aunke los latigasos le dolian hasta la ultima punta de sus cabellos...- soy su niño de lo castigos- finaliso la noble frase
Frederick no hiso mas que darse la vuelta y se marcho de la habitacion donde habia sido terrblemnte insultado, demigrado, burlado, y para peor nadie habia dicho nada ante semejante insulto no podian estar en su contra no lo permitiria.
Mientras tanto en el aberno el mayordomo se acerco al pequeño agredido y puso la mano sobre su hombro con mucha delicadesa y le decido un muy agradable - grasias
- no fue nada no me rendire el no me hara caer - el mayordomo le dedico una sonrrisa y se lo llevo de ay para curale sus heridas estaba seguro de que eso solo avivaria la furia de pequeño frederick pero por hoy el ya sabia que su batalla la habia perdido pero si el niño continuaba proocandolo asi estaba mas que seguro que no duraria ni dos semanas.
Y asi continuaron meses, Frderick no sedia conseguia a diario que Albert llevara con sigo al final del dia 24 latigasos, y mas si se lo proponia.
Mientras tanto Albert tampoco estaba decidido a poner en duda su rejides el no se doblegaria ante tales abusos es mas los soportaria sin reclamar nada.
Asi tambien paso un año y Frederick ya sedia un tanto ya no conseguiria esa satisfaccion al ver un niño suplicar y llorar por su vida se habia resigando, pero aun espraba el bendito dia en el que de esa boca sucia slieran gritos de ayud, llevandolo a el mismo a querer asotarlo.
Ya con doce años Frederick decidio que no serian mas latigasos los otorgados por una travesura sino algo peor algo que definitamente llevaria ala muerte a ese niño que tanto odiaba y ese mismo niño mientras mas pasaba en esa casa mas se tragaba los libros que podia con ayuda del mayordomo del Noble casi adolescente.
Su idea le parecio genial esta ves no se salvaria esta ves no podria nisiquiera su maldita fuerza de voluntad o lo que fuere que lo hacia soportar los latigasos salvarlo de su destino, era un demonio y con mucha razon, lo que le esperaba al joven Albert futuro abogado o medico no era nada bueno, en realidad nada era buenodesde que se topo con ese maldito ricachon , al menos asi lo creia el.