Estaba boca arriba, con las manos tras su cabeza y los ojos cerrados.
- - Puu... ¿Kurorin no tienes sueño? - Pregunto Mokona parada sobre la almohada, viendo al ninja, quien a pesar de estar recostado y con los ojos cerrados, se mantenía despierto.
- - Solo estaba pensando. - Entreabrió los ojos y miro a la bola blanca. - ¿Notaste que ese mago idiota está raro?
- - Si... - Dijo deprimida. - Pensé en dormir con él, para así animarlo... pero no me dejo entrar a su habitación.
- - ...... - Eso lo extraño un poco, Fye nunca rechazaba que Mokona se quedará con él; bueno, solo cuando no podía entrar a la habitación porque Kurogane estuviera dentro. - ¿Qué demonios te está pasando, Fye? - Pensó preocupado.
FLASH BACK
Una gran gota de agua se formo en el cielo, rompiéndose al contacto con el suelo húmedo
- - ¡¡Puu...!! Estamos en un nuevo mun...... - Se quedo callada. - ¡Puuuuu! ¿Dónde están todos? Dejaron sola a Moko-chan. - Alrededor de la pequeña todo era blanco y además hacía muchísimo frío. - ¡¡Mokona tiene miedo!!
- - ¿Moko-chan? - Era la voz de la princesa
- - ¿Ehh? ¡Sakura! ¡¡Sakura!! ¿Dónde estás?
- - Al tu lado Moko-chan
- - Ehh... - Giró el rostro y logro ver a la chica aunque más bien parecía un fantasma, pues se notaba muy tenuemente. - ¡¡Sakura!! - Grito la pequeña lanzándose a sus brazos.
- - Tranquila Moko-chan. Es solo neblina.
- - Una muy densa. - Comento Kurogane parándose al lado de la chica y volteando el rostro en busca de Shaoran y Fye.
- - Fiuu... No se logra ver nada. ¿Dónde estaremos? - La voz del mago se escuchaba a menos de medio metros ellos, y con trabajos lograba verse su sombra.
- - ¡Shaoran-kun! - Llamo la chica.
- - Aquí estoy princesa. - Dijo el chico como a un metro de ellos, aunque no se podía ver ni la silueta de este.
- - ¡Shaoran-kun! - Sakura trato de moverse hacia donde escucho la voz del chico, pero Kurogane le detuvo del hombro
- - Mejor no se muevan. - Ordeno el ninja
- - ¿Qué? ¿Por qué Kurorin? - Llamo el mago
- - No sabemos en donde estamos parados, podríamos estar en un terreno poco estable.
Se quedaron así y en silencio por algunos minutos... que en poco tiempo sumaron más de media hora.
- - La niebla no se disipa. - Se desanimo Sakura.
- - Es verdad... tal vez si debamos mover......
- - Shh... - Ordeno Kurogane
- - ¿Sucede algo? - Pregunto Mokona.
- - Escuchen. - Las dos se quedaron calladas, tratando de prestar atención a lo que sus oídos pudieran ofrecerles.
- - Mokona no escucha nada, absolutamente nada. - Dijo la bola blanca.
- - Exactamente. - Respondió el ninja mientras desenfundaba su arma. - Quédense atrás de mi ¡entendido!
De repente... y quien sabe de dónde, una flecha surco el aire, directamente al ninja, quien logro detenerla con su katana.
Varios sujetos, vestidos con armaduras medievales y cascos empezaron a verse a través de la neblina, haciendo que los viajeros vieran sus siluetas moverse.
- - Parece que tenemos compañía. - Rió Fye con toda la calma del mundo.
- - Déjate de idioteces, mago de pacotilla. - Ordeno Kurogane, le molestaba un poco que siempre se tomara las cosas tan a la ligera y más le molestaba que no pudiera verlo para saber si no estaba en peligro.
- - Fyu... Kuropu es malo... - Termino, justo cuando se escucho como una espada chocaba contra otra.
Empezó una batalla cuerpo a cuerpo entre los viajeros y aquellos misteriosos hombres de armaduras gris oscuro.
Kurogane atacando con su espada, Shaoran con sus patadas, Fye esquivando los golpes y contraatacando muy de vez en cuando, aprovechando el mínimo descuido de estos.
Eran demasiados hombres, todos con la misma técnica, pero MUY buena. El mismo Kurogane sabía que no podría contra todos... era seguro que de seguir así solo conseguirían que los mataran. No le quedaba de otra más que atacar a la mayoría de un solo tajo.
- - ¡¡Chiryujinenbu!! - El ataque de Kurogane rompió la bruma por unos momentos y lastimando a varios guerreros. - Eso fue bueno. - Pensó para después ver que otras sombras le rodearon y que esos hombres comenzaban a levantarse. - Aunque no tan útil como pensé. ¿De qué están hechos?
- - ¡Retirada! - Ordeno la voz de un hombre. Las sombras se alejaron y de nuevo se vieron solos envueltos por la neblina.
- - ¿De dónde habrán venido esos? - Pregunto Kurogane mientras enfundaba su arma.
- - Kurogane-san ¿Esta herido? - Pregunto la princesa
- - ¡Claro que no! - Dijo con orgullo. - ¿Tu estas bien?
- - Si... lo estamos ¿verdad Moko-chan?
- - ¡HAI!
- - Si nos quedamos aquí, nos exponemos a otro ataque, lo mejor será caminar, aunque no veamos nada.
- - ¡Eso se puede solucionar! - Dijo Mokona saltando de los brazos de la chica y abriendo la boca para empezar a succionar la neblina hasta dejar aquel lugar sin bruma. - ¡Listo, ahora ya podemos ver!
- - ¡Moko-chan...! ¿Qué hiciste? - Pregunto Sakura extrañada.
- - Esa es una de las 108 habilidades de Mokona. ¡La súper succión!
- - Tuuuuu... - Gruño Kurogane, agarrando a Mokona de las orejas. - ¡Maldita bola blanca! ¿Por qué no lo hiciste desde un principio?
- - Jejeje... se me olvido..........
- - Condenada bola de masa... nos hubiéramos ahorrado muchos problemas.
- - Jejeje... ¿eh? - Dejo de ver a Kurogane y miro sobre el hombro de este, haciendo que él también virará el rostro.
Fye estaba a unos 5 o 6 metros, con la cabeza baja y recargado en un árbol; a su lado - justo a la altura de la cabeza - había una honda marca de algo que se había introducido en el tronco, es la marca que dejaba una espada al ser clavada con gran fuerza; eso sin duda asusto al ninja, temiendo que el mago hubiera sido herido
- - ¡¡ Fye!! - Grito Mokona
- - ¡¡Ahh...!! - Salió de su asombro y les miro. - ¡¡Fyu... que rápido se quito la neblina!! - Sonrió.
- - ¿Estás herido? - Pregunto el ninja
- - No... estoy bien
FIN FLASH BACK
Cierto, no estaba herido... pero desde ese momento estaba extraño... muy extraño. Y eso lo preocupaba profundamente ¡¡¿Qué demonios paso durante esa batalla?!!
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
En otra habitación, recostado en la cama sobre su espalda se encontraba Fye, quien tampoco podía dormir.
Quería estar solo y así poder pensar mejor. Sabía que si Mokona entraba ella leería su estado de ánimo y la preocuparía. Pero le era imposible no sentirse así
FLASH BACK
No sabía quienes los atacaban en aquella terrible bruma.
No estaba armado con nada y esos sujetos llevaban espada, lanzas y arcos.
- - Parece que caímos en una zona de guerra. - Pensó sin dejar de esquivar los golpes.
Salto y cayó sobre la espalda de uno de esos sujeto, dejándolo en el suelo...
Suspiro con algo de fatiga. Eran demasiados, si seguía así no llegaría a ningún lado. Sabía que con uno solo de sus hechizos podría librarse de ellos, pero no pensaba usar su magia. Al menos no si la situación seguía medianamente controlada.
De repente escucho los pasos de una persona que se acercaba a él por atrás.
Primero pasos lentos pero poco a poco iba tomando gran velocidad.
Se movió hacia su lado derecho, viendo como una espada quedaba muy cerca de su costado. De no haberse movido, aquella cosa le hubiera atravesado el abdomen.
Se movió aún más, alejándose un poco de aquel sujeto y logrando perderlo entre la bruma. Retrocedió unos pasos, chocando contra algo duro, giro el rostro y vio que tenía la espalda pegada un árbol...... eso no pintaba nada bueno...
De nuevo aquellos ágiles pies corriendo hacia él, esta vez el ataque fue de frente, Fye de nuevo esquivo aquella mortal espada, haciendo que esta quedara clavada en el tronco, al lado de su rostro. Y viendo así a su oponente, quien estaba a escasos centímetros de él. Sintiendo la respiración del otro sobre su cara: Piel blanca, cabellos platinos, ojos granate.
- - ¡¡Pero qué!! - Musito aquel hombre al ver tan de cerca a Fye. Era un en verdad hermoso, además de......... ¡¡No imposible!!......... pero era él......
- - ...... - La vista que tenía Fye tampoco era mala, aquel hombre era apuesto y su mirada era tan profunda que podía perderse en ella. por unos segundos figuro a Kurogane en esos ojos, pues eran idénticos hasta en el color.
¿Cuánto tiempo se quedaron así? Solo viéndose... segundos, minutos, horas, toda una vida.
Sin ser del todo consciente, soltó la espada, llevo sus manos al rostro del rubio.
- - Eres... hermoso... - Susurró gentilmente antes de......
- - ¡¡......!! - Abrió los ojos sin creer lo que sucedía. ¡Estaba unido labio a labio con aquel hombre!
Tenía que quitárselo de encima, por él y por Kurogane. Pero su cuerpo no reaccionaba, era como si estuviera paralizado, como si lo hubiera hechizado para evitarle moverse.
Sintió algo húmedo acariciar sus labios. ¡Quería profundizar el beso! ¡Rayos! ¿Por qué no podía moverse? Y lo que era peor... ¡Por un instante pensó en abrir la boca y responder aquel beso! ¿Eran aquellos ojos lo que lo mantenían confundido o era algo más?
- - ¡¡ Chiryujinenbu!! - Ambos escucharon aquel grito, fue esa voz la que hizo reaccionar a Fye y tratar de empujar al otro lejos de él.
El hombre, al sentir la resistencia, dejo de besarlo a pesar de no moverse. Se relamió agradablemente el labio superior y le regalo una sonrisa de lo más sensual; notando que el mago lo miraba con confusión y asombro. Giro levemente el rostro, viendo a varios de sus hombres en el suelo, tratando de levantarse.
- - Retirada. - Anuncio.
Volteo el rostro y miro de nuevo a Fye, quien aún no salía de su shock, el hombre sonrió ligeramente y lo abrazo.
- - Debo irme - Susurro a su oído
- - ......
- - Pero volveré pronto... mi bello ángel.
- - ......
- - Recuerda mi nombre...... - Dijo antes de susurrarle una simple palabra.
- - ¡...! - Sintió un beso en la comisura de su boca.
Aquel sujeto saco la espada del árbol con extrema facilidad, la enfundo en su cintura y le hizo una pequeña reverencia al mago para después irse
FIN FLASH BACK
Paseo las yemas de sus dedos por sus labios en una sutil caricia.
- - Yoru... - Musito sin dejar de mirar fijamente el techo.
Se giro para quedar acostado sobre su costado derecho, nadie lo había besado de esa forma tan repentina, pero al mismo tiempo tan suave y gentil...
Kurogane no era muy tierno con él, normalmente era pasional y salvaje...... pero ¿dulce? Imposible.........
Pero no era solo el beso......... había algo más en ese beso, algo que sabía que era, pero no podía definir con palabras la sensación que le produjo en ese momento y que ahora hacían que sus pensamientos se confundieran un poco............
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Mokona dormía tranquilamente al lado de Kurogane, quien, cansado de pensar y no llegar a ninguna solución, se había dormido.
- - Mekyo...... puu............ - Había sido un rápido despertar, seguido de un profundo sueño, dejando aquella reacción en algo trivial
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
El día siguiente llego.
Kurogane, Mokona y Fye caminaban por el pasillo
- - ¡¡Que hambre tengo!! - Dijo Fye con las manos tras su nuca y esa fingida sonrisa en su rostro.
- - ...... - Siguió caminando, con pasos apresurados y la pequeña Mokona sobre su hombro.
- - ¿Nee? Kuropu ¿Me estas prestando atención?
- - ......
- - Uff... Nee... Moko-chan. - Llamo con alegría. - ¿Podrías venir tantito?
- - Claro. - La pequeña bola blanca salto del hombro del ninja hasta las manos del rubio. - ¿Qué sucede Fye?
- - Hazme un favor
- - ¡El que quieras!
- - ¿Podrías ir a buscar a Sakura-chan y a Shaoran-kun?
- - Ehh... pero...
- - Por favor ¿sí? - Le guiñó el ojo.
- - Ah... si claro. - Comprendió al momento y salto de las manos del mago para irse saltando a largos pasos. Espero a que la pequeña hubiera desaparecido de la vista.
- - ¿Qué sucede? - Pregunto con voz seria, provocando que el más alto se detuviera en seco.
- - ¿Y me vienes tú a preguntar eso? - Gruño entre dientes.
- - No entiendo porque estas enojado.
- - Mejor olvídalo ¿quieres?
- - No, no quiero. - Camino y se planto delante de él. - ¿Qué pasa Kurogane? - Dijo su nombre, y eso solo lo hacían mutuamente cuando la situación en verdad lo ameritaba
- - ¿Qué: qué pasa? - Dijo molesto. - Pasa que ayer estas como idiota en tu propio mundo y hoy vienes tan campante como si ayer no hubiera sucedido absolutamente nada
- - Es que no paso nada.
- - Si claro, y yo soy idiota
- - Tienes razón, mejor hay que olvidarlo. - Dijo tratando de seguir su camino, pero Kurogane se movió más rápido, interceptándolo.
- - Ahora no.
- - ¿Me quieres llevar la contraria? - Le miro directo a los ojos con algo de molestia
- - No. - Dijo sin esquivarle el rostro.
- - ¿Entonces? - Se cruzo de brazos sin dejar de mirarle fijamente
- - Creí que habíamos quedado en confiar el uno en el otro. Y tú no lo estas cumpliendo
- - ...... - Esquivo levemente la mirada del pelinegro y tras ello volvió a verlo, ese gesto no paso desapercibido para el ninja.
- - ¿Qué sucedió ayer? - Insistió
- - ... - Cerro los ojos. - Nada... - Soltó en voz baja
- - Bien. - Con una mano empujo a Fye para hacerlo a un lado y quitarlo de su camino, avanzó unos cuantos pasos y de nuevo se detuvo. - Piensa si aún quieres seguir con esto
- - ¡...! ¿Qué insinúas?
- - No te hagas el idiota, sabes lo que estoy diciendo.
- - ......
- - ¿Confías en mi o no?
- - ......
- - Tú decides - Y dicho esto se fue, dejando solo al mago, quien no dijo nada
- - ...lo siento pero... no puedo decírtelo...... - Sonrió con amargura. Sabiendo que quizá esta situación podía hacer que diera por terminada su relación, era algo que no quería pero..................
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
- - ¿Puedes sentir una pluma, Mokona-chan? - Shaoran llevaba a la pequeña Mokona sobre su hombro
- - Mmmm... la verdad es que no estoy muy segura. Siento un gran poder mágico, pero no sé si sea la pluma
- - Eso quiere decir que tendremos que investigar.
- - ¡FYE! - Grito Mokona brincando hacia el mago, quien se giro y la recibió con una sonrisa.
- - Buen día Sakura-chan, Shaoran-kun.
- - Buen día Fye -san. - Saludaron ambos.
- - ¿Y Kuropi?
- - ...creo que tiene ganas de esta solo. - Sonrió como siempre, fingiendo esa sonrisa que ya lo caracterizaba.
- - ¡¡Los caballeros del reino Granate!! - Aquel grito los hizo voltear a todos.
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Entraron a toda prisa en la gran sala. Kurogane ya estaba ahí; también estaban Ferio, vestido con una armadura blanca con vivos verdes. Ascot estaba a su lado, mientras que veían en una burbuja mágica al ejército de aquel reino acercándose a ellos.
- - Son esos sujetos. - Dijo Kurogane sin dejar de mirar a esos hombres de armadura gris oscuro siendo liderados por un hombre de armadura negra.
- - El ejercito del reino Granate. Su Rey es el hombre de la armadura negra.
- - ¡yoru! - Susurro Fye, provocando que Kurogane volteara ligeramente a verlo. Le molestaba saber que Fye lo conocía, aunque tal vez era una persona que conocía de su dimensión: Ceres.
- - Son más de 500 hombres su majestad. - Dijo Ascot. - Además, siento que la magia del Rey Yoru es mayor.
- - Eso es imposible ¿Cómo puede aumentarla tan fácilmente?
- - La pluma. - Dedujo Shaoran.
- - ¿Qué pluma? - Pregunto Ferio extrañado.
- - Después se los explicamos, ahora lo importante es enfrentarnos a ellos. - Respondió Shaoran
- - Hace mucho que no peleo. - Rió Kurogane, caminando hacia la salida y pasando a un lado de Fye. - Quédate con la princesa
- - ¿Qué? - Pregunto Fye extrañado, y hasta molesto porque le diera ordenes ¿De cuándo acá?
- - Fye -san. Por favor, cuide de Sakura-hime
- - ...... - Miro a Kurogane con algo de molestia, como diciéndole "Ya hablaremos luego", y el ninja le regreso la misma mirada. - Cuenta conmigo. - Dijo Fye viendo al castaño y regalándole una sonrisa.
- - Ascot, ya sabes que hacer. - Pidió Ferio, caminando junto con Kurogane y Shaoran.
- - A la orden majestad.
El castaño levanto su mano derecha y trazo rápidamente una estrella una estrella de 6 picos encerrada en dos círculos.
Desde la base del castillo se figuro aquel símbolo y con ello se creó una barrera invisible.
- - Kekkai - Dijo Fye con calma
- - No es una kekkai común y corriente
- - ¿Ehh?
- - Esta kekkai tiene la virtud de crear monstruos. Si algún enemigo intenta cruzarla, de inmediato saldrá una criatura para enfrentarse contra el enemigo
- - Fiiiuu eso es algo que nunca antes había escuchado. - Musito Fye sorprendido de aquella virtud tan extraña.
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Yoru detuvo su corcel negro y levanto la mano, haciendo que todos sus hombres se detuvieran.
Delante de él estaba Ferio, montando un corcel blanco, atrás de él estaba sus hombres, vestidos con armaduras de color gris claro.
- - Ataques muy continuos ¿No lo cree así, Yoru-sama? - Pregunto Ferio.
- - Por algo es una guerra. - Respondió.
- - No lo dejare avanzar más allá de este lugar
- - Jah! - Una media sonrisa se dibujo en su rostro y levanto la mano, ordenando el movimiento. - Esto no es un ataque como tal. - Pensó. - Nataku. - Llamo
- - Su majestad - Dijo, dando a entender que lo estaba escuchando
- - Ya sabes que hacer
- - A la orden. - Respondió.
- - ¡¡Ataquen!! - Ordeno Yoru, haciendo que sus hombres cabalgaran rápidamente hacia los demás.
- - ¡¡Caballeros de Esmeralda, protejan su reino!! - Grito Ferio.
Una terrible batalla a muerte comenzó, solo se lograban escuchar los sonidos de las espadas chocar unas con otras.
Kurogane y Shaoran atacaban con sus katanas a aquellos hombres, sin matar a ninguno, pero sí dejándolos fuera de combate.
- - ¿Dónde se metió Yoru-sama? - Pregunto Ferio sin dejar de buscarlo con la mirada.
- - Deje de buscar a nuestro rey; él no está aquí. - Anunció Nataku.
- - Capitán Nataku. - Musito Ferio.
- - Yo seré su oponente. - Dijo mientras desenfundaba su espada.
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Sakura, Mokona, Fye y Ascot se encontraban en el salón principal, viendo, a través de la gran esfera mágica, aquella batalla.
- - Son demasiados. - Pensó Ascot preocupados.
- - Shaoran-kun, Kurogane-san.
- - No te preocupes Sakura-chan, ellos estarán bien
- - Pero...
- - Te lo aseguro, no les pasará nada.
- - ¡¡Mekyo!! Fye, Sakura, puedo sentir la pluma
- - ¿Dónde está?
- - Aquí mismo
- - ¿Qué?
- - ¡¡Imposible!! - El grito de Ascot les hizo voltear el rostro.
- - ¿Qué sucede? - Pregunto Mokona.
- - Alguien...... alguien entro al castillo
- - ¡¿¿Qué??!! Pero... la kekkai. - Musito Mokona.
- - La destruyo, destruyo la barrera por completo.
- - ¿Quién es? - Pregunto Sakura.
En aquella pantalla cambio la imagen. Yoru caminaba con paso rápido por uno de los pasillos del castillo.
- - ¿Yoru-sama? ¡Imposible! - Pensó Ascot. - Nunca ningún ejército había podido destruir mi kekkai ¿Cómo pudo hacerlo un solo hombre?
- - Ascot-san ¿Puede darme un arma?
- - ¿Qué?
- - Pelearé contra él
- - Es imposible, Yoru-sama es poderoso, y desde hace unas horas lo es aún más
- - Pero si toma el castillo será el fin de Esmeralda ¿No es así?
- - Si pero...
- - Entonces, deme un arma. - Repitió Fye. - Quizá no logre mucho, pero haré algo de tiempo en lo que viene alguien.
- - De acuerdo.
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
El príncipe de Esmeralda tenía una cruenta batalla cuerpo acuerpo contra Nataku. Ninguno de los dos quería darse por vencido, y estaban en verdad muy parejos
- - Ferio-sama. -Esa voz le parecía conocida, y le hablaba directamente a su mente
- - ¿Ascot? ¿Qué sucede?
- - Yoru-sama ha entrado al castillo.
- - ¡Imposible! La barrera es......
- - La destruyo por completo. No sé cómo, pero lo hizo.
- - ......
- - Debe volver de inmediato.
- - ¡¡Al castillo!! - Grito Ferio, justo cuando levantaba la espada para evitar ese golpe que le hubiera partido la cabeza en dos.
- - ¿Acaso está pensando en escapar?
- - Rayos, no puedo hacer nada hasta que derrote a Nataku.
Kurogane y Shaoran se enfrentaban a decenas de soldados.
- - Shaoran, Kurogane. Vengan al castillo.
- - ¿Qué? - Musito Kurogane.
- - Kurogane-san ¿También puede escuchar a Mokona?
- - Si.
- - ¡¡Esa es otra de las 108 habilidades de Mokona: la telepatía!!
- - Deja de presumir ¿Para qué nos hablaste bola de pelos? - Ordeno en voz alta Kurogane sin dejar de atacar
- - El rey Yoru está dentro del castillo. Él tiene la pluma, puedo sentirla
- - ¿Cómo estás tan segura?
- - Porque su presencia es más fuerte, sobre todo cuando usa su magia.
- - Ya veo. - Musito Kurogane. - Mocoso, vamos al castillo
- - Hai.
Corrieron hacia atrás, abriéndose paso entre los guerreros, derrotando a uno que otro en el camino.
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
- - Es aquí. La puerta al gran salón del rey. - Pensó mientras apoyaba la mano sobre la puerta. Un extraño resplandor rojo rodeo el contorno de su mano y al momento la puerta se abrió.
- - Hola. - Saludo Fye mientras sostenía una lanceta de doble cuchilla, una de cada extremo del arma.
Sakura y Mokona se encontraban atrás de Ascot, quien permanecía a un lado del trono.
- - Así que no me equivoque. - Sonrió discretamente.
- - ¿A qué te refieres? - Pregunto Fye.
- - A tu ubicación.
- - ¿mi ubicación? - Musito extrañado Fye
- - ¿Sabes? Tu magia es poderosa, por eso no me costó trabajo encontrarte. - Se comenzó a acercar.
- - No se acerque más. - Ordeno mientras lo apuntaba con el arma.
- - ...... - Camino sin inmutarse por el arma, hasta que el filo de la navaja quedo sobre su pecho. - ¿Lo harás?
- - ...
- - ¿Atravesarme el corazón?
- - ...... - No se movió, de nuevo su cuerpo no le respondía, aquellos profundos ojos le impedían moverse como quería. ¿Cómo atacarlo si tenía la misma mirada que Kurogane?
- - No vine a atacar Esmeralda, menos a tomar el castillo.
- - ......
- - Si estoy aquí... es solo por ti... - Sujeto con una mano la lanza y la hizo hacia su costado, acercándose más al rubio y quedando a escasos dos pasos de él, soltó el arma y sujeto la muñeca del mago. - mi hermoso ángel. - susurro con dulzura
- - ¡...! - Fye le miraba sin comprender nada, sintiendo extraña aquella cercanía, esas palabras y la forma en la que lo miraba.
- - ¡¡Suéltalo!! - Aquella voz venía de atrás, de la puerta principal
- - Kurogane. - Susurro Fye al reconocer la voz, aquello hizo que Yoru frunciera el ceño molesto
- - ...... - el rey de Granate volteo ligeramente, viendo por sobre su hombro al ninja y a Shaoran, quienes estaban listos para atacar en cualquier momento. - Más sabandijas. - Musito molesto.
- - ¿Sabandijas? ¡Jah! Miren quien habla. - Se burlo el pelinegro. - Te dije que lo soltarás. Yo seré tu oponente.
- - Jah! ¿Qué te hace pensar que dejare ir a quien vine a buscar?
- - ¡¡¿Qué?!!
- - ¡Es mío! - Musito viendo al nipón con odio contenido.
Yoru desglosó una media sonrisa de forma cínica, giro el rostro, jalo a Fye, con su mano libre le sujeto de la cintura y......... lo beso.
Sin ser consciente, Fye soltó la lanza; tenía los ojos bien abiertos, sintiendo como, esta vez, Yoru introducía su lengua en su boca.
La expresión de sorpresa y desconcierto apareció en el rostro de todos y cada uno de los presentes. Sobre todo en Kurogane, quien además de estar anonadado, estaba furioso. ¡¡Ese sujeto estaba besando a SU amante!! ¡¡En SU cara!! ¡¡Y Fye NO hacía NADA!!
Presionó con fuerza su espada, deseando correr hacia ese idiota y atravesarlo... pero si hacía eso podría lastimar al rubio. ¿Qué hacer? Tenía que pensar rápido.
Mokona abrió los ojos, gritando un "Mekyo"; anunció que no paso desapercibido para Sakura, Shaoran y Kurogane. Ya no había duda: ¡¡Ese hombre tenía la pluma!!
Yoru se separo lentamente de los labios del mago, quien no dejaba de mirarlo, aunque su vista estaba opaca.
- - Mi hermoso ángel, he venido por ti.
- - ...yo...ru...sa...ma... - Musito el mago antes de perder el conocimiento.
Yoru sonrió discretamente, sujetando al rubio con una sola mano por la espalda.
- - ¡¡FYE -SAN!! - Grito Sakura asustada al ver que Fye se había desmayado.
- - Maldito ¿Qué le has hecho? - Gruño Kurogane amenazándolo con su espada.
- - Nada... solo duerme un poco. - Dijo antes de cargarlo en sus brazos.
- - ¡¡Suéltalo!!
- - ¿Por qué habría de hacerte caso?
- - Porque de lo contrario, te asesinaré
- - No te tengo miedo.
- - ¡¡¡QUE LO SUELTES!!!
- - ¡¡JAMÁS!! - Respondió, liberando una onda expansiva de energía, que obligo a todos a cubrirse y cerrar los ojos.
Cuando aquel derroche de poder termino, todos abrieron los ojos, y descubrieron que Yoru había desaparecido, llevándose consigo a Fye.
- - Ese malnacido. ¡Juro que lo matare! - Pensó Kurogane, hecho en verdad una furia.
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Con su espada arrojo lejos a Ferio, quien dio una vuelta en el aire y cayo hincado en el suelo.
- - ¡RETIRADA! - Grito Nataku.
- - ¡¿Qué?! - Pregunto extrañado Ferio
- - Los dejaremos en paz... al menos por esta vez.
- - Pero... ¡Si su rey ya está dentro del castillo!
- - El castillo no nos importa, no ahora. - Y dicho esto se marcho.
- - ¡¡......!!
CONTINUARÁ