Había pasado un mes desde que Malfoy y Nott habían entrado en el grupo dorado de los Gryffindor, y hasta el momento todo iba bastante bien, Hermione y Harry se estaban esforzando lo mas posible por aceptar a Draco y a Theo, al igual que Ron pero al pelirrojo aun le costaba un poco aceptar la situación. Draco había empezado su vida en el grupo de leones pidiendo perdón de corazón por todas las veces que había intentado y conseguido fastidiarles la vida, eso había dado pie a que empezara a comportarse mas como una persona que como una serpiente, al igual que Theo que ahora era mas hablador y menos huraño. Gracias a Theo tanto Ron como Neville y Hermione habían logrado conjurar un patronus corpóreo ante toda la clase de DCAO, Ron ahora podía invocar un pequeño jack terrier, Hermione una nutria y el buen Neville demostró que era un autentico Gryffindor cuando su patronus resulto ser un león lo que dejo muy impresionados a todos sus compañeros. Aquella mañana, los seis, se encontraban desayunando en la mesa de los leones cuando entro Dumbeldore,
-buenos días a todos, como sabéis este viernes es Halloween, por lo que no habrá clases-aplausos y gripos de alegría por parte del alumnado-pero eso si, será un baile-(grillo)-todos los alumnos de cuarto en adelante deberán venir por parejas, los demás se quedaran en las salas comunes viendo películas de terror muggles y comiendo dulces, pero no demasiados, el baile será de disfraces y las parejas pueden ser del mismo sexo, les agradecería a los señores Potter, Weasley, Longbottom, Nott y Malfoy además de a la señorita Granger que acudan a mi despacho cuando acaben las clases por favor.
Las clases de aquel día pasaron casi sin incidente alguno ya que los chicos estaban un tanto distraídos por lo que el director quería hablar con ellos, el mas nervioso de todos era el buen Neville, el pobre temía que los expulsaran a el y a Theo por ser gays, tan nervioso estaba que su caldero exploto en clase de pociones dejándolo todo perdido y ganándose una bronca de Snape por su torpeza y Theo una reprimenda por “comerse a besos a Longbottom” para consolarlo. Tras las clases los chicos se dirigieron al despacho de Dumbeldore en cuya puerta les esperaban McGonagall y Snape, aquello solo hizo incrementar el miedo de Neville.
Para cuando bajaron a cenar ya todo Hogwarts sabía que habían sido llamados al despacho del director pero nadie sabia porque, por eso cuando entraron todos los esperaban ansioso por saber que era lo que pasaba, pero no fue hasta que se sentaron en la mesa de los leones que Ginny, la hermana de Ron, se acerco a ellos y les pregunto
-¿Qué os ha dicho?
-pues nada-contesto Harry-que nos toca organizar la fiesta
A ninguno le hacía gracia el tener que organizar el baile pero según el viejo chivo, como lo llamaba Draco, “sois un ejemplo de unión entre las casas” así que había que apechugar con “el problema” para no complicarse y como había tanto que hacer se pusieron al ello al día siguiente nada mas desayunar ya que gracias a la organización del baile se habían librado de clases en una semana. Lo primero era elegir la música y la comida, después venia la elección de las películas que pondrían en las salas comunes para que los que no fueran al baile estuvieran entretenidos, la decoración era otro de los aspectos mas polémicos del baile ya que cada uno quería poner una cosa diferente ,aunque la mejor idea al final fue la de Neville, también había que poner en marcha todas y cada una de las armaduras del castillo para que cuando alguien pasase cerca esta le asustara. Otro punto era saber quien iría con quien y que profesores se encargarían de hacer de hacer de carabina y cuales de vigilar a los que se quedarían en las salas comunes. También debían buscarse unos buenos disfraces ya que al ser los organizadores de la fiesta debían ir mejor que nadie.