El día de nochebuena por la mañana, llegaron a la mansión Black, los Malfoy y Bellatrix. Andrómeda como buena anfitriona y persona salio a recibirlas y Bella y Narcisa como buenas hipócritas la saludaron “gustosas” de volver a verla. La tensión apareció cuando Sirius bajo por las escaleras, llevaba el pelo recogido en una coleta, unos pantalones de color negro, botas de piel de dragón y una camiseta abierta hasta el tercer botón, dejando en claro que a pesar de sus treinta años, aun estaba en forma y de muy buen ver. Detrás de el iban Remus y Tonks, muy acaramelados y por ultimo haciendo gala de una habilidad que solo podía poseer Hermione, leer y andar a la vez, iba Harry. El moreno leía un libro sobre objetos mágicos que había encontrado en la biblioteca de la mansión, al verle Draco sonrío internamente, el moreno llevaba la misma ropa que el había elegido el día después de su primera vez, cuando empezaron a salir. Al sentirse observado, Harry levanto la cabeza, saludo a los recién llegados y se excuso por no haber notado su presencia antes.
El día fue bastante entretenido, Andrómeda consiguió que tanto Narcisa como Bella y Tonks la ayudaran en la cocina, que Draco y Harry pusiesen la mesa y fuesen a buscar el árbol mientras que los hombres fueron mandados a comprar todo lo que faltara, todo sin magia claro esta. Harry le estaba muy agradecido a Andrómeda por haberle dejado a solas con su dragón, y Draco estaba que saltaba por que podría pasar las navidades con su novio delante de sus padres sin que estos se enteraran. Entre besos y caricias Harry y Draco tardaron casi una hora en poner la mesa, y otra mas en localizar y poner el árbol de navidad, pero como nadie los vigilaba nadie se entero.
Para cuando todo estuvo listo, ya eran mas o menos las ocho de la noche. La cena consistía de bolitas de cerdo en salsa, sopa de pollo, pavo relleno, huevos cocidos con verduras, salmón relleno de bacón y jamos, pudding de calabaza y tarta de queso y fresas como poste. Harry y Draco estaban flipando, nunca se habrían imaginado que las menores de las hermanas Blacks cocinaran tan bien. Por supuesto Andrómeda había insistido en que la cena era trabajo de las cuatro. La cena fue en verdad tranquila, mientras cenaban iban apareciendo sobre ellos unas lucecitas verdes que empezaron a hacer figuritas y repetir el mismo mensaje en todos los idiomas del mundo,”feliz navidad”. Harry miro a su novio, estaba seguro que aquello era cosa de el y su sonrisita se lo confirmo. Después de la cena, empezó a nevar ,-otro truco de Draco-pensó el moreno y desde luego no se equivoco.
A la mañana siguiente, tanto Draco como Harry se levantaron bien temprano, después de ducharse junto y de vestirse bajaron al salón a abrir sus regalos, el regalo de Draco era un collar con sus iniciales entrelazadas, y el de este para su rubio era un maletín mágico del cual se podía sacar cualquier ingrediente de poción. Antes que bajaran los adultos, ellos ya habían guardado sus regalos. Cuando los mayores por fin bajaron e primer regalo que abrió Harry fue el de Remus y Sirius, que era una llave.
-y ¿que es?- le pregunto el moreno menor a su padrino
-es la llave de tu casa Harry- le contesto Remus
-pero si vivo con vosotros
-de la otra cielo de la de James y Lily-le aclaro Sirius muy serio. En ese momento Harry empezó a llorar y a maldecir a Voldemort por haberle quitado a sus padre, de repente escullo unos ruidos y cuando miro vio a Lucius, Narcisa y a Bellatrix muertos en el suelo y a Draco con varias cartas en la manos tras haber salvado a su novio de que sus padres lo matasen, cuando Harry se dio cuenta, abrazo al rubio y le beso delante de los demás, Draco solo le devolvió el abrazo y el beso.
-¿que acaba de pasar?-pregunto el moreno tras recuperar el aire que habia perdido por el beso.
-en pocas palabras, mi padre quiso lanzarte un avada, para lo que hice que cambiase su posicion contigo, luego fue el turno de Bellatrix, pero con un reflejo lo desvie, por desgracia-y esto lo decia con una lagrima en su ojo izquierdo-le dio a mi madre y por ultimo yo mismo me ocupe de Bellatrix.
la explicacion de Draco fue clara, concisa y escalofriantemente fria.