Mi habitación tiene un aire confortable, acogedor…mi cama esta tendida, el closet totalmente arreglado, mi escritorio cerca a la ventana. Me gusta trabajar ahí junto a mi laptop, y que el viento entre en un vaivén, así mismo puedo apreciar la luna en su esplendor. Lo único que no esta en su lugar es la ropa con la cual pensé cambiarme, luego de que Andreita me arrojara el agua con vaso.
Mi amiga esta sentada en el borde de mi cama, mirándome con una sonrisa. Mientras yo quiero matarla hasta que suelte toda la información sobre Cris.
Me vas a decir de una vez ¿Qué pasó? – Le pregunto toda intranquila, mi paciencia se agota muy… muy rápido – estoy desesperada, apiádate.
¡Ok! No exageres – Da un bufido, y comienza el relato – Fui a su departamento con todas las ganas de traerla, entonces toque su puerta…y ¿adivina?
De veraz quieres que llore ¿no?... ¡CUENTAME! – Le respondí, no estoy para juegos de adivinanza. Me siento al costado de ella y la miro directamente – Andrea por favor, en lo más calmada que estoy… te pido atentamente me digas ¡QUE DIABLOS PASO!
Si mis ojos emitieran fuego, ya estaría calcinada mi amiga…uhm, ahora no estoy segura, si era mas peligroso que se encontrara con Cris a que me haga enojar. Ella sabe que mi temperamento es tranquilo, apacible…pero si me molestan a tal grado, pierdo los papeles. Y correría sangre en este cuarto.
Bien…bien, este…no estaba ella, me abrió su hermana creo – Añadió mi amiga, al tiempo que me mostraba una sonrisa nerviosa – Me dijo que se había ido a la universidad, y bueno me pregunto de donde la conocía… yo le conteste que era una amiga de su “ex novia”… – Cuando llego a esta parte…mis ojos se abrieron de par en par. Yo la mato, ¡la mato!, la corto en pedacitos y no importa que me la pase en prisión años y años. Total…hay comida todos los días, una cama donde dormir, que mas puedo pedir.
Vio mi mirada desquiciada, apretando fuertemente mis puños y apunto de soltarle un par de palabrotas. La observé girar su rostro hasta la puerta, no podrá escapar…puse seguro y Joaquín entrará ya muy tarde. No hay quien te defienda.
Es broma…Mía, no, no le dije eso ¿cómo crees?...jejeje – se paso la mano por la frente a limpiarse un poco el sudor que le provoque – como que no tienes sentido del humor hoy eh…jejeje – mi rostro inexpresivo contesto su frase.
Bueno, le dije que era amiga de Cris, y como no había podido saludarla por su cumpleaños vine después de una semana a verla – Ese comentario relajo mis músculos, y le di unas palmaditas en la espalda a Andrea en conformidad con su leve “mentira” – trate de que me suelte un poco como estaba ella pero Mariana sólo menciono que le daría el encargo de que vine a saludarle y se despidió.
¿Mariana?...uhm…su hermana ¿cierto? – inquirí. Creo que ese nombre lo había escuchado antes.
Pues claro que es su hermana…cómo se te ocurre no conocer a su familia, que clase de noviecita eres eh – replico Andrea sonriéndome – mínimo deberías saber quien es…ya que podrías “confundirte” y no se…terminar besándola igual que al primo.
¡Ok! Piensa martirizarme toda mi vida con ese asunto. Para error una vez, no quiero repetir algo así. Aunque ya no este con Cris…yo la quiero. Al pronunciar su nombre, mi cuerpo siente un vacio…el frio cala hasta mis huesos. No se que hacer…estoy muriendo cada segundo que no estoy con ella, nadie podrá llenar mi corazón.
Te extraño cada día de mi vida,
Las horas me traen agonía,
Si por lo menos un minuto pudiera hablarte,
Los segundos se volverían arte.
Eres mi obsesión.
Mi cielo y mi desvelo.
La persona que me encontró
Y de mi mundo me sacó.
Mi angelito risueño,
Mis delirios del corazón,
Mi razón y mi perdición.
Eres como el aire que entra por mis pulmones,
La sangre que recorre mis venas en pulsaciones,
Eres lo que mis ojos anhelan mirar,
Lo que mis manos ruegan palpar.
Hoy desperté con tantas ganas de tu presencia,
Lamentablemente la compañía que tuve fue tu ausencia.
Suspiros involuntarios se escapan de mis labios,
Tengo esperanzas que lleguen a tu lado.
Creo que tengo algún desorden bipolar, ni idea. Las lágrimas han comenzado a recorrer mi rostro. Y aunque Andrea intente que me reponga, es inútil. No volveré a ser la misma, se ha llevado mi alegría.
¡Ey! amiga, para ya…lo siento, no quise decir eso – Se disculpaba Andrea, y me da un abrazo con el cual pensaba que me abrigaría el corazón – Vamos Mía, aun no te rindas, me quedare todo la noche en su puerta hasta que llegue esa chica y hablara contigo. Lo prometo.
Pretendo aplacar mis sollozos, llevar esta pena yo sola. Para qué amargarle la vida a mi amiga, no es justo.
En ese preciso instante suena mi celular, es tan insistente el timbre, a quien se le ocurre llamarme ahora. Andrea ve mi reacción y decide coger ese estúpido aparato.
Aguanto los suspiros, dejando que las lágrimas se sequen solas. El móvil no deja de sonar, y me pregunto porque mi amiga simplemente no lo apaga. Quiero borrarme del mundo, permanecer como un recuerdo.
Mía…el primo de Cris se llamaba Alberto ¿cierto? – Me pregunta esto sin dejar de mirar la pantalla de mi móvil. Ya le había comentado su nombre al relatarle lo que paso, ¿ahora que planea ella? – Tengo una idea, para saber como esta Cris.
Dicho eso ultimo, la veo contestar mi teléfono y me deja consternada por ese hecho. Con una seña me pide mantenerme en silencio, mientras ella habla con quien me llamó.
Hola Alberto ¿Cómo estas? – Repica Andrea. Yo no puedo dejar la cara de asombro e intriga, uhm…para que se hace pasar por mí - jeje…si mi voz suena algo diferente, estoy algo enferma, jeje es eso.
Le cuestiono en silencio que le ocurre…porqué habla con ese chico, si yo no quiero saber nada de él. Ya son suficientes complicaciones las que me causó. Si bien no tiene completamente la culpa, el me provocó. Ese parecido que tiene con Cris, me altera.
Ah que bueno…jejeje, ha si… ¡genial! planes…uhm, hoy es mi cumpleaños ¿no sabias? – Para que le da esa información, ni que fuera amigo intimo ni nada. Le pido que corte de una buena vez la llamada, mas ella no me presta atención – oh…gracias, jajaja...si pues, ah ¡Ok! ya veo, y hablando sobre eso…uhm ¿Qué sabes de Cris?, hace días que no se nada de ella.
Comprendo todo, me sacaron la venda de los ojos. Piensa sacarle datos del estado de Cris a su primo pero que inteligente mi amiga por eso la adoro…es un ángel. Ahora me tomo con las manos mis mejillas y le regalo una sonrisa fugaz para que siga hablando por teléfono...no me importa se gaste todo el crédito del celular de ese chico.
Ajá…oh, ya veo…y….oh...entonces…a si, y ¿cómo sabes eso? – Que le estará diciendo Alberto, tengo curiosidad. Andrea se pasea por mi habitación con el móvil bien pegado a su oído, lo único que puedo hacer es seguirla con la mirada a la vez que interpreto un poco lo que menciona – oh, claro…jeje…si, tienes razón.
La veo detenerse como sorprendida por algo, y luego me mira de reojo, parece que ya va a cortar la comunicación.
Este…Alberto, ¿te gustaría cenar hoy conmigo y mi familia? ya sabes por mi cumpleaños – Esa frase removió mi cerebro; ahora si que se gano ella una bofetada, atreverse a invitarlo a la cena…es el colmo. Se aleja de mi, Andrea sabe que quiere quitarle el celular – si, así esta bien…jejeje…entonces, ¡ok!, te espero. Besos, cuídate.
Muevo aceleradamente mis brazos y manos en señal de prohibición, no quiero tener que compartir mi cumpleaños con el, no, no y ¡NO!
Finalmente desconecta la llamada.
Tienes un segundo Andrea antes que te mate, ¡COMO PUDISTE INVITARLO! – Le reclamo, mientras ella solo atina a sonreír y sentarse en mi cómodo colchón – sabes lo que paso con el, aun no le aclaro que fue un lapsus ¡no quise besarlo!
Antes que sigas con tu melodrama…adivina lo que averigüé de tu ex novia – Tiene expresión de astucia y esa sonrisita que no se va. Me tranquilizo un poco y me acomodo también en mi cama – Al parecer no ha estado muy bien, me conto Alberto que no le habla desde su fiesta, y que Karla…uhm…supongo una conocida de ella, le había llamado para saber que sucedió luego de que se fue porque Cris esta sumamente extraña estos días.
Extraña… ¿a que te refieres? – Indago con preocupación. Aunque ella no quiera verme y no me deje hablarle, la estimo mucho. Si algo le pasa quiero ayudarla.
Eso es lo que vamos a descubrir hoy…no podía simplemente preguntarle todo sobre Cris sin que pareciera que busco “algo mas” – Añadió mi rubia amiga, soltándome su plan para la cena – entonces, hoy con mucha sutileza averiguaras todo de ella, si no es con el primo iremos en busca de sus amigos y amigas.
Me hizo recordar a una estratega maestra, de esas que hasta lo mas mínimo es importante; Andrea a tomado esto como algo personal y no piensa parar, ni retroceder un centímetro.
Es…es…brillante tu idea. Pero – Se me ilumina el rostro al poder saber que tiene Cris, si es que ya no me odia tanto – no estaría dándole ilusiones falsas a Alberto, el piensa que yo quiero algo…y uhm...al invitarle a cenar…bueno, tu entiendes.
No es que has aceptado casarte con el primo de Cris, sólo por invitarlo a cenar con la familia – Me reprocha Andrea, apaciguando mis dudas. Uhm…el es buena persona, y yo no quiero que termine pensando que me gusta – vamos Mía, es la única forma…así que arréglate, hoy será una noche interesante.
Sin oponer más resistencia, la miro algo confusa. Y salimos de mi habitación para unirnos con Joaquín a ver algo en la televisión. Que clase de cumpleaños tendré. Creo que los veintitrés es una época peligrosa…todo sale mal.
No me abandona el presentimiento de que este asunto me traerá más problemas que soluciones. Espero no sea mas que pesimismo. Ya no aguantaría alguna otra tragedia.