Este fic es un Gojyo x Hakkai ( los adoro ), también algo de Sanzo x Goku ( aun pienso si solo será algo shonen ai o no, lo veré en el camino del fic, otra cosa, lemon, acción, algo de violencia, Mpreg. si no les gusta o no saben qué demonios es pues tienen chance de devolverse o cerrar la ventana, no obligo a nadie a leer lo que no quieren y es bajo su propio riesgo si lo hacen, por lo demás ahora si les dejo en el fic.
En nuestro camino.
Capitulo 6
¿Quien dijo que el sexo es fácil?
Dos cuerpos sudorosos, deseosos de sentirse juntos, de tocarse y experimentar una vez más aquellas sensaciones paradisiacas, sus manos recorriendo aquel delgado cuerpo para memorizarlo en sus manos, delineando con sus dedos cada contorno, cada musculo desprovisto de la incómoda ropa, saboreando como un catador experto aquella esencia entre dulce y salada que expedía la piel de su amante, que más excitante que eso...
- Di mi nombre. - aquel pedido prepotente sonó tan suplicante en su boca. -
- Sanzo... mmm... San...Sanzo... - gimió con fuerza ante aquellas caricias que sentía ir y venir por su virginal cuerpo. -
- Se escucha demasiado bien viniendo de los labios de un mono tonto. - sonrío con satisfacción. -
- Sanzo... - miro con sus enormes orbes doradas hacia el rostro del monje. -
- Dime. - ese rostro suplicante era su perdición, pero que mas podía hacer, le gustaba eso y todo lo demás de Goku. -
- Tengo hambre.
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- ¡BAKASARU! - aquel grito furibundo retumbo en medio del bosque -
- ¿Sanzo? - en un segundo Hakkai y Gojyo despertaron de su sueño alertados por el grito del rubio. -
- .......... - Sanzo parpadeo unas cuantas veces notando que todo lo que había experimentado había sido un "sueño húmedo" -
- ¿Tenias una pesadilla monje apestoso? - Gojyo le miro con burla. -
- Creo que estaba soñando que reprendía a Goku. - el castaño se le escapo una pequeña sonrisa al ver como estaba Sanzo con su abanico en la mano y listo para lanzar el golpe. -
- Vuelvan a dormir. - mascullo realmente sonrojado al notar como ese sueño le descoloco físicamente. -
La pareja se volvió a acomodar en sus improvisadas camas, habían acampado en medio del bosque ya que en su ruta el siguiente pueblo estaba a casi dos días de camino. Desde el incidente del beso ya habían pasado unas 2 semanas, Sanzo había estado mas intranquilo que antes, su cuerpo se desboco desde que probo aquellos labios, pero también se arrepentía de haberlo hecho ya que Goku había cambiado un poco con él, se había vuelto esquivo y no parecía estar cómodo cuando ellos dos compartían habitación o se quedaban solos, era como si el chico le tuviese miedo por alguna razón.
- Ya regreso. - el rubio se levanto de sus mantas, saco un cigarrillo y se fue perdiendo en el bosque fumando tranquilamente en medio de la oscuridad. -
- Se fue. - Hakkai miro con seriedad como la pequeña luz que emitía el cigarrillo de Sanzo desaparecía entre la espesura del lugar. -
- Va hacia el rio. - espeto Gojyo sin mucho asombro y cruzando sus manos sobre la nuca para apoyarse. -
- Hay demasiada tensión sexual últimamente. - Hakkai se acurruco sobre el pecho del pelirrojo. -
- El monje apestoso no sabe cómo deshacerse de esos deseos pecaminosos... - sin querer la mano de Gojyo se deslizo por cierta parte posterior de su compañero. -
- Creo que tu estas teniendo más deseos pecaminosos que Sanzo - sama. - se acerco más aun al cuerpo del medio demonio, casi que restregándose contra él en busca de calor. -
- ¿Qué tramas? - sintió cierta zona de Hakkai muy cerca de su muslo. -
- Estamos solos. - noto como la improvisada cama de Goku estaba vacía. -
- Pueden regresar en cualquier momento. - miro algo sorprendido a Hakkai, desde hacía unos días sus hormonas andaban de fiesta. -
- No lo creo. - deslizo su lengua en son provocador por todo el cuello de Gojyo. - algo de cariño para ambos.
- No creí que los papeles se intercambiarían. - movió su mano por debajo de la camisa negra de Hakkai tocando a placer su tersa piel. - juguemos entonces.
En un segundo el pelirrojo tomo la delantera colocándose encima de Hakkai pero sin poner todo su peso en el, debía ser cuidadoso con un bebe en camino, con casi 4 meses ya se notaba solo un poco como el vientre de su amante se redondeaba, era una onda pequeña pero hermosa, cada vez que deslizaba sus manos sobre ella notaba como la vida ebullia dentro del castaño, como cambiaba su cuerpo y como sus sentimientos de amor se expandían hacia límites insospechados, siempre sorprendiéndose de cuanto podía adorar a Hakkai, como su cuerpo pedía a gritos tenerle en todo el sentido de la palabra y eso hacia esa noche, comenzando por besar sus labios deseosos, traspasando aquella cavidad húmeda y cálida con su lengua, jugando a saborear y degustarle, mientras sus labios seguían en aquel ferviente beso, sus manos se dedicaban a desabrochar los pantalones del castaño, deshaciéndose rápidamente de aquella prenda que estorbaba en su camino de caricias para pronto tener a su amante en total desnudez bajo el.
- Te ves hermoso bajo la luz de las estrellas. - se detuvo un instante para contemplar a su amante. -
- Eres más romántico de lo que supuse. - sujeto entre sus manos el rostro de Gojyo. - te amo.
- Y yo a ustedes. - bajo su cabeza para volver a besar al castaño. -
Sus labios se deslizaron de la boca de Hakkai con rumbo a su barbilla, lamiendo y besando poco a poco todo el contorno de la misma, bajando en un recorrido delicioso hasta su cuello, su lengua moviéndose por aquellos surcos que le brindaban su clavícula y pasando un poco más abajo donde su pecho, con emoción poso su boca sobre uno de aquellos pezones erectos, tocando, lamiendo y mordisqueando a placer, aquellas caricias solo hicieron que el castaño comenzara a gemir por las sensaciones, su cuerpo estaba más sensible que antes y aquel lugar se llevaba el premio, sus manos se aferraron a la roja cabellera de Gojyo para dirigirle un poco en sus movimientos al tiempo que este seguía jugando con sus pezones paso su mano derecha por todo su vientre bajando hasta su entrepierna para comenzar un juego nuevo de caricias con su palpitante miembro, sus dedos se deslizaban por toda aquella piel, rozándose contra él, moviéndose de maneras únicas a su alrededor, pronto su boca le acompaño usando su lengua como si fuera una paleta dulce, lamiendo y succionando aquel órgano con placer desmedido.
- Gojyo... - susurro con sus manos tapando su boca, no podía gemir a placer en aquel silencioso bosque, no sabía que tan lejos estaban Sanzo y un desaparecido Goku de ellos. -
El aludido solo le miro con maldad, sabía que Hakkai estaba por venirse así que en un segundo se detuvo y le tomo de las caderas aprensando sus muslos con morbo como indicándole que pronto ese cuerpo seria suyo una vez más, que debía aguantarse un poco para él.
- No lo olvides.... Juntos es mejor. - deslizo dos de sus dedos en la boca de un jadeante Hakkai. -
Su rostro sonrojado solo le hacía ver más excitante a ojos del medio demonio, verle como succionaba sus dedos y jugaba con su lengua mojándolos lo suficiente para lo que seguía en aquel acto nocturno de pasión, pronto los dejo libres para que Gojyo siguiera su ruta de caricias, sus manos se aferraron a la espalda del pelirrojo cuando sintió como aquellos dedos entraban en su cuerpo, moviéndose y deslizándose de maneras provocadoras, en un segundo otra vez estaba gimiendo para él, diciendo su nombre entre jadeos y susurros, su cuerpo bañado en sudor perlado por las emociones sentidas, no pasaron más de unos minutos cuando ya era demasiado imperante la necesidad de Gojyo por poseer aquel cuerpo tembloroso y placentero.
- De lado... - susurro aquella orden a Hakkai mientras tomaba sus caderas y le ayudaba a ponerse sobre su costado izquierdo. - no quiero lastimarte.
- Está bien. - asintió superado por el placer, su cuerpo estaba al límite de lo posible y ni si quiera le había hecho suyo, en verdad las hormonas del embarazo le estaban dando una nueva y placentera gama de emociones. -
Con mucho cuidado el pelirrojo se ubico entre las piernas del castaño, tomando una de sus piernas y subiéndola sobre su hombro para ubicarse mejor, en pocos instantes ya estaba adentrándose en aquel estrecho y cálido lugar, haciéndolo suyo en carne propia, sintiendo como su amante se estremecía con los movimientos de cadera que le propinaba Gojyo para culminar de penetrarle, unos segundos de quietud precedieron a aquel momento, ambos tratando de controlar sus emociones y adaptarse a sus cuerpos, aquella unión era algo dolorosa siempre, un poco de cariño ayudaba a alivianar aquel inicio así que con sumo cuidado el pelirrojo se agacho hasta posar sus labios sobre los de Hakkai, besándole suavemente mientras comenzaba un vaivén de caderas, embistiendo poco a poco, aquellos movimientos solo excitaron más la situación, ambos hombres se deshacían en placer, amándose a su modo, Gojyo acelerando el paso con las sensaciones que le brindaba el tocar aquel punto dentro de Hakkai, sus espasmos descontrolados con ese contacto, sus manos aferradas a las mantas y sus jadeos le hacían ver más excitante aun, con paso apresurado tomo el miembro del castaño ya necesitado de atenciones, acariciándole al tiempo que imprimía mas velocidad y fuerza a aquellas embestidas.
- Sigue... Gojyo.... Voy... voy... a... - tapo su boca al sentir como el pelirrojo le acariciaba más rápido como provocándole, aquel calor recorriendo su cuerpo de pies a cabeza, los espasmos en su bajo vientre le anunciaron lo inevitable, en pocos segundos se cuerpo de deshizo en un orgasmo sobre su propio vientre. -
Aquel cumulo de sensaciones solo hicieron que Gojyo llegara también, su cuerpo emocionado dio las ultimas y desesperadas estocadas dentro de su amante para terminar en su interior, dejando que aquel sentimiento cálido y divino recorriera su cuerpo como una droga poderosa pero aletargante. Entre jadeos agotados y sonrisas cómplices ambos se separaron quedando tendidos sobre la improvisada cama de mantas, muy abrazados y mirando al cielo infinito como único testigo, bueno también Hakuryu que dormía en una esquinita de aquella cama sin molestar a la pareja, se había rendido en alejar a Gojyo de su dueño.
Se dice que las tensiones del alma las refleja el cuerpo, y muy cierto que era para un pobre y caliente Sanzo, aquel sueño solo lo había alborotado al punto de que necesitaba un baño de agua fría, su cuerpo estaba al limita, ni si quiera el caminar un largo tramo entre la espesa maleza le deshizo su problema entre las piernas, el fumar tampoco le ayudo ya que para él un cigarrillo era como una droga mas, aun pensando en nada y a la vez en todo siguió su camino hacia el rio que vieron cuando acamparon, el sonido suave del agua moviéndose, los reflejos brillantes de la poca luz se podían apreciar sobre el agua desde la distancia. El monje sonrió satisfecho de poder si quiera sacarse el peso del "deseo" con agua fría, dio unos pasos más apresurados mientras lanzaba la ultima parte de su cigarrillo al suelo y lo pisaba, se deshizo de su túnica de monje mientras se acercaba al lugar, al final solo se encontraba con sus pantalones puestos cuando llego a la orilla del rio, sin prestar mucha atención busco un árbol para dejar sus ropas, sutra y pistola, dudaba que algún demonio fuera a atacarle a campo abierto y en medio de esa noche tan tranquila, se quito la ultima prenda de vestir quedando totalmente desnudo en el desolado paraje, nunca le agradaron mucho los ríos, le recordaban su procedencia y su pasado triste, pero quería solucionar su problemita así que aun muy alborotado se encamino al agua dando pasos largos para terminar su suplicio.
- ¿Qué demonios es eso? - se detuvo en un segundo pensando en devolverse por su pistola, había algo flotando en el agua, eran como especies de piedras redondeadas, quizás eran ramas, o quizás algún juguete de niño que se llevo el rio en algún pueblo más arriba de su caudal, lo que fuera no le daba buena espina así que tomo una rama larga que flotaba cerca de sus pies y se dispuso a piquetear aquella cosa con suma puntería. -
- AAAAAAAAAAHHHHH!!! - un grito desgarrador fue la respuesta al acto de Sanzo y la rama. -
- ¡MONO IDIOTA ERAS TU!- el monje se termino de meter en el agua para golpear con la misma rama al chico que aun chillaba por el piquete en uno de sus glúteos. -
- ¡ESTABA BUSCANDO PECESITOS! - con sendas lagrimas Goku se acariciaba su pobre traserito, estaba con la cabeza bajo el agua y por ello Sanzo solo vio cierta parte posterior del chico fuera de ella. -
- Haz silencio. - sentencio ya más calmado y soltando la rama en el agua. - ¿qué haces a estas horas aquí mono idiota?, quieres pescar un resfriado. - se hundió un poco en el agua para refrescarse, el incidente de hace un instante le bajo por completo la libido. -
- No podía dormir. - se dio la vuelta dándole la espalda a Sanzo, solo de verlo le recordaba lo que había pasado entre ellos, o mejor dicho, lo que el monje le había hecho. -
El rubio no dijo nada más y siguió en su baño nocturno, ambos estaban a una prudente distancia, no fijaban miradas y mucho menos conversaron, solo se hacían una especia de compañía no deseada pero como Goku es Goku, no pudo contenerse en saber el porqué Sanzo estaba en el rio y mas el que odia los ríos.
- Oye Sanzo. - se movió un poco hacia el mencionado. - ¿porque viniste tu?
- No tenia sueño. - respondió tajantemente. -
Goku le miro curioso, estaba algo molesto con el monje por propasarse y más aun cuando sus sentimientos hacia el eran contradictorios, había estado muchos años con él y le tenía una especia de adoración sana, le creía su salvador pero entre sentimientos el corazón manda y un cariño más extremo a la gratitud se anidaba mas y mas, pero cuando descubrió en Gojyo y Hakkai el amor de "pareja" sus creencias de cómo quería a Sanzo lo asombraron, ese dulce sentimiento era amor, un amor que no podía darle nombre ni significado pero que si le hacía sentir cosas raras en el cuerpo, su mejor manera de comprobarlo fue con el beso, ese beso que lo descoloco por completo y sin si quiera poder explicarse a sí mismo que sentía.
- ¿Porque lo hiciste? - Goku pregunto en un tono suave y casi como una súplica. -
- ¿Hacer qué? - en verdad que ni imaginaba por donde iba la pregunta del chico. -
- Besarme. - sus mejillas se enrojecieron en segundos, era vergonzoso decir esa palabra si quiera, se sentía tan arropado por ese sentimiento inexplicable. -
- Me dio la gana de hacerlo. - noto el rostro confuso de Goku, era una ternura cuando ponía esa bendita cara, así que sus emociones corporales volvieron a estar en alerta roja, ni el agua fría le salvaba esta vez de sus sentimientos. -
- ¡Esa no es una respuesta! - camino unos metros más acortando la distancia entre ambos. - dime porque.
- Un porque... - susurro con dolor, no había un porque lógico, era pedirle mucho a su corazón dar razones valederas para excusar ese beso, pero tampoco las abría otra vez para volver a pensarlas. -
Se atrevió una segunda vez, lanzo sus brazos hasta atrapar al chico entre ellos, sin pérdida de tiempo y sintiendo como Goku se quedo petrificado, le volvió a besar, devorando su boca como un animal hambriento y deseoso por mas, no sería experto pero su cuerpo mandaba solo, era como cuando los pájaros aprender a volar, nadie les enseña cómo hacerlo, eso esta tatuado en el subconsciente, en el alma misma de los individuos, así aprendía de ese beso. Sus brazos rodearon más aun la cintura desnuda de Goku, su cuerpo tiritaba y no sabía si por el frio del agua o por lo que sucedía, aun curioso por ese nuevo descubrimiento de besar, paso a profundizar su invasión, deslizando su lengua dentro de la boca del chico, aquello fue increíble, superaba al primer beso por mucho, se emociono mas, su entrepierna estaba alzando vuelo bajo el agua, necesitando de cariño y de liberación, se perdió en aquella sensación hasta que el aire fue vital para sus pulmones, Sanzo se separo de aquella boca con suavidad, dejando un pequeño hilo de saliva que aun le unía a la de Goku, este tenía la cara más roja del mundo, sus hombros estaban contraídos y sus orbes doradas parecían como par de platos decorativos en una pared.
- Eso... te responde mi pregunta. - estrecho entre sus brazos al joven, estaba impresionado de el mismo, como logro dar algo de pasión a pesar del miedo. -
- Sanzo... - susurro entrecortado, sus pulmones parecían colapsar por las emociones, su corazón estaba desbocado y una sensación nueva en su bajo vientre le indicaba que esto no era normal, el sentir todo eso por alguien tenía que ser único. - ¿qué significa... esto?
- No tengo nombre aun para ello. - deslizo su mano por la cara de Goku, su piel estaba tan suave y cálida, miraba con asombro como los labios del chico estaban sonrojados aun, provocándole una vez más a besarle. -
- Yo te quiero. - sonrió tímidamente al notar como Sanzo acercaba su boca peligrosamente otra vez. -
- Buena respuesta mono. - tomo lo que era suyo, otro beso desesperado por emoción, mientras daba rienda suelta al beso, una de sus manos se deslizo de la cintura de Goku hasta su espalda, rozando todo aquella piel mojada de arriba abajo llegando hasta donde la espalda pierde su nombre, no sabía cómo pero quería tocar un poco más abajo, no estaría conocido en el arte del sexo pero no podía ser muy difícil hacer algo con lo apasionado que estaba. -
Aun Goku creía que solo eran simples caricias inocentes, el pobre estaba con la cabeza embotada de emociones nuevas, sentía como Sanzo prácticamente se restregaba contra él y no podía ni imaginar que era lo que sentía bajo el agua rozando su vientre de vez en vez, su inocencia no le daba para pensar que el monje no solo quería sus besos, también deseaba comerse ese dulce completo, mientras, Sanzo aun debatía mentalmente si bajar su mano o no, solo pensaba en el problema que palpitaba entre sus piernas, estaba sintiendo más de lo que imagino en toda su vida, no había llegado tan lejos con una erección, y el rozar el cuerpo del mono contra ella lo volvía mas loco aun, al final tomo una decisión, era ese momento o era nunca, necesitaba sacarse esa idea rara de cómo era una primera vez, muy dispuesto a seguir sus instintos, dejo la boca de Goku para besar sus mejillas y darle una orden en su oído, debía informarle al mono de que harían algo más que besitos pero antes de poder si quiera hablar Goku bajo una de sus manos hasta donde sentía aquel intruso que se rozaba contra él, su inocente curiosidad solo logro que Sanzo abriera los ojos de golpe, el contacto de los dedos del chico contra su ser le hizo perder la cabeza.
- Sanzo... ¿porque esta así? - hizo un movimiento de arriba abajo sin querer. -
- No... no si.... - ya no pudo mas, enterró su cabeza en el hombro de Goku mientras una nueva sensación se apodero de su cuerpo, era algo que no pudo detener, un calor incontrolable que irradiaba sus bajos y subía hasta su pelvis, sus mejillas se enrojecieron cuando sintió como los espasmos en su vientre le hacían moverse un poco como buscando ayudar a aquella liberación, pronto todo acabo y solo quedo un letárgico rubio preguntándose cómo pudo pasarle eso con tan solo el contacto de Goku contra su cuerpo. -
- Sanzo... ¡Sanzo!.. - el nervioso chico solo veía como su rubio dueño se quedaba jadeando y tratando de recuperar el aliento por lo vivido. - ¡no te mueras!
- No... me muero ¡BAKASARU! - le dio un zape por la cabeza al pobre chico. -
- ¿Porque me pegas?, ¿qué hice de malo? - pregunto con su carita totalmente confundida. -
- Olvídalo... igualmente lo que hiciste me hizo volver a la normalidad. - suspiro por lo bajo y acaricio la cabeza de Goku. - vámonos.
- Y... ¿qué hice?- siguió al monje fuera del agua totalmente confundido. -
- Tendremos mucho tiempo para que sepas que hiciste.
- Entonces, ¿somos novios como Gojyo y Hakkai? - pregunto emocionado. -
- NO VUELVAS A REPETIR ESO Y MENOS DELANTE DE ELLOS. - nada mas de imaginarse las burlas del Kappa pervertido y los comentarios soeces de Hakkai le entraban ganas de vaciarles la pistola desterradora en sus corazones. - esto que sucede entre nosotros es secreto y cuando me refiero a secreto es que si hablas o si quiera mencionas algo de lo que sucede entre nosotros... - tomo su pistola de entre las ropas - serás mono muerto.
- Entonces... es un secreto. - mascullo algo decepcionado. -
- Vístete. - le beso la frente con ternura. - ¡y no digas ni una sola palabra o te mueres!
- Monje cascarrabias.
- Mono idiota.
- Igual te quiero. - sonrió Goku con total inocencia y se alejo en busca de sus ropas que estaban ocultas en el agujero de un árbol. -
- Yo también. - hablo para sí con asombro, era una aceptación que le gustaba, una nueva sensación en su alma y corazón. -
Continuara......
Pobrecito Sanzo, de la emoción se le fueron los perros ja ja ja ja, pero es inocente en toda la extensión de la palabra, no sabía que las primeras veces son así, impredecibles y llenas de contratiempos así que tendrá muy difícil eso de "consumar" su primera vez con el monito inocente, ese sí que le dará malos ratos con sus comentarios salidos de la pureza misma, hasta se sentirá pervertido XD. Pero sigamos, que esto se pone más interesante, como serán los meses que resten y si las emociones seguirán al grupo de Sanzo, necesitan acción demoniaca de vez en vez!
Próximo Capitulo:
Peligro,
Emociones maternales
¡URASAI!
Una mañana radiante, el sol salía y los pajaritos cantaban a coro entre los árboles, Hakkai era el primero en levantarse a hacer el desayuno con sus ya escasas provisiones, como estaba deseoso de llegar al siguiente pueblo para dormir en una cama cómoda y comprar comida, además de que tenía un terrible antojo por comer dulces, ya vería saciado su deseo pero mientras pensaba en eso noto como Gojyo y Goku regresaban del rio discutiendo y aventándose una toalla mojada que fue el inicio de la trifulca.
- ¡La mojaste mono idita! - evento la toalla contra el rostro de Goku. -
- ¡NO FUY YO! - se la devolvió de un solo manotón. -
- Gojyo, Goku... ¡está listo el desayuno! - Hakkai les llamo con su voz melodiosa. -
- ¡COMIDAAAAA! - el mono salió corriendo hasta donde estaba Hakkai con unos tazones en mano. -
- ¿No ha despertado Sanzo? - el castaño pregunto con curiosidad ya que no le había visto desde la noche anterior cuando se fue al rio. -
- No. - Goku tomo su ración emocionado. -
- ¡El monje apestoso se desvelo anoche jugando en el rio! - Gojyo alzo la voz para hacer que Sanzo se levantara cabreado pero no tuvo respuestas. - duerme como piedra.
- ¿Será que está enfermo? - Hakkai camino hasta donde estaba el rubio bien abrigado con sus mantas y dormido. - Gojyo... ven a ver esto.
- ¿Qué sucede con Sanzo - sama? - miro con seriedad el rostro del dormido rubio. -
- Algo le sucedió anoche. - Hakkai se cruzo de brazos meditativo. -
- ¡Tiene la sonrisa del maldito hombre más feliz del mundo!- Gojyo observaba la enorme y placida sonrisa que adornaba los labios del dormido Sanzo. -