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En nuestro camino por RAMSIN

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Notas del capitulo:

las hormonas mandan no solo en Hakkai, tambien Sanzo desea liberarse de su fastidiosa virginidad, y un festival unico que envolvera al grupo sin si quiera desearlo.

Este fic es un Gojyo x Hakkai ( los adoro ), también algo de Sanzo x Goku ( aun pienso si solo será algo shonen ai o no, lo veré en el camino del fic, otra cosa, lemon, acción, algo de violencia, Mpreg. si no les gusta o no saben qué demonios es pues tienen chance de devolverse o cerrar la ventana, no obligo a nadie a leer lo que no quieren y es bajo su propio riesgo si lo hacen, por lo demás ahora si les dejo en el fic.

 

En nuestro camino.

Capitulo 7

Peligro,

Emociones maternales

 

 

Una tarde tranquila en un pueblo tranquilo, todo estaba en paz dentro del grupo de Sanzo, aquel lugar apacible al que llegaron les brindaba un merecido descanso, lo único malo era el compartir una habitación entre dos parejas que quieren privacidad por diversas razones, pero en aquel lugar no había un mínimo de distancia, hasta el baño debían compartirlo y ese era el problema que aquejaba a dos de los  ocupantes.

-          ¡HAKKAI!, ¡ABRE LA PUERTA! - Goku daba brinquitos de aquí para allá sosteniendo su entrepierna, las ganas de orinar le estaban ganando la partida. -

-          ....... - silencio sepulcral en el baño, solo el sonido del agua cayendo hacia más cruel la espera para el mono. -

-          ¡Ve a orinar afuera! - Gojyo le empujo lejos de la puerta. -

-          ¡Ni que yo fuera un perro para salir a orinar así! - siguió dando saltitos al lado de Gojyo. - y tu porque me quitas de aquí, llegue primero.

-          Los niños tienen permitido hacer pis en cualquier arbolito así que ve. - le bloqueo el paso a Goku de mala gana. -

-          ¡TU TAMBIEN QUIERES IR! - noto como el pelirrojo tenía las piernas cruzadas aguantando. -

-          ¿Y ESO QUE? - extendió los brazos evitando que Goku se arrimara a la puerta. - yo necesito el baño más que tu.

-          ¡NO SE VALE! - hizo un mohín de niño regañado. - SANZO... ¡DILE QUE SE QUITE!

El mencionado estaba fumando muy tranquilo sobre su cama y leyendo el periódico del día, no tenía las más mínimas ganas de meterse en ese problema estúpido sobre quien iba al baño primero.

-          Disculpen la demora... - la voz suave de Hakkai resonó después de abrir la puerta del baño. - necesitaba una buena ducha.

Salió del baño con su cabeza tapada por una toalla y con solo sus pantalones puestos pero sin abrochar, ya no daban para ello por obvias razones de peso, atrás de el venia Hakuryu sacudiéndose el pelaje mojado gracias al baño que aprovecho de darle su dueño.

-          Hakkai... - Goku le miro con total asombro, sabía que las cosas cambiarían pero como no había visto al castaño sin ropa últimamente, era más que obvia su curiosidad. - ¡ESTAS REDONDO!

-          ¿Re...dondo? - Hakkai se quito la toalla de la cabeza y paso a mirar su vientre de ya casi 5 meses, en verdad había crecido más en las últimas semanas, sentía mejor los movimientos del bebe pero con tanto viaje y cosas en que pensar no había reparado en su cuerpo y los cambios que daba con rapidez asombrosa. - es verdad.

-          ¿Puedo tocar? - el chico lleno de curiosidad poso sus ojos al nivel del estomago de Hakkai. -

-          Eh... - se quedo un poco pensativo sobre dejar que Goku le pusiera una mano encima. - está bien, aunque no se está moviendo.

-          Se siente extraño. - apoyo la palma de su mano sobre aquel pequeño vientre. - ¿si le hablo se moverá?

-          A veces lo hace. - sonrió con una gota resbalando por su frente, seguía siendo un poco perturbador dejarse hacer eso. -

-          Hola bebe, soy Goku...  me pregunto como serás y espero que no salgas como el Kappa pervertido.

-          ¡OYEME! - Gojyo le sujeto del cuello en un segundo por las palabras que decía. - no le vuelva a hablar mal a mi hijo de mi.

-          ¡Suéltame! - mordió el brazo de Gojyo para que le liberara del agarre. -

-          ¡MALDITO MONO! - soltó a Goku por el dolor de la mordida. -

-          No sería mejor que alguno de los dos vaya al baño. - Hakkai dio dos pasos atrás para alejarse de la trifulca. - bebe, no sé cómo voy a evitar que aprendas malas palabras y mañas que estarán a tu alrededor.

-          ¡EL BAÑO! - Goku y Gojyo  se enfrascaron por llegar a la puerta pero cuando se disponían entre empujones vieron como Sanzo se levantaba de su cama y se metía al baño dejándolos nuevamente afuera. -

-          ¡SANZO! - ambos gritaron al unisonó apretando las piernas para aguantar. -

Cuatro personas en un espacio reducido trae siempre problemas, la noche empezaba a caer y Goku fue el primero en ser llevado por los brazos de Morfeo después de cenar a lo grande, dormía muy a pierna suelta sobre su cama, sin arroparse si quiera y con un hilito de baba cayendo de la comisura de sus labios, por su parte Gojyo estaba sentado en el borde la ventana fumando y bebiendo unas cervezas, estaba muy relajado sin el mono cerca para fastidiar, de vez en vez observaba hacia donde estaban Sanzo y Hakkai mirando los mapas que este ultimo adquirió de la zona, debían trazar los siguientes días de viaje.

-          ¿Porque estas rodeando las montañas? - Sanzo señalo con su dedo las marcas que había pintado el castaño minutos antes. -

-          Son caminos más riesgosos para.... - llevo su mano a un costado con un dejo de dolor, el bebe estaba bien despierto y se lo hacía saber a Hakkai con unas buenas patadas. - cálmate.

-          No estoy armándote un lio por eso, solo quiero saber porque daremos tantas vueltas innecesarias.

-          No te hablaba a ti...  - señalo con su dedo hacia su vientre. -

-          ¿El mocoso? - miro con escepticismo al castaño. -

-          Oh... dios. - otra patada certera le hizo inclinarse hacia delante por el dolor, el niño le había dado en el estomago sin duda alguna. -

-          ¿En serio golpea así de fuerte? - la curiosidad invadió hasta a Sanzo. -

-          ............ - para ese momento el bebe le había propinado algunas mas, Hakkai estaba pálido sintiendo como aquella criatura se revolvía dentro de el. - Sanzo.... No hables.

-          Pe... - hizo silencio al ver como Hakkai le lanzaba una mirada asesina, de esas que nunca muestra porque son aterradoras. -

-          Creo que reacciona a tu voz. - sentencio mas aliviado y secando el sudor de su frente, aquellos movimientos le lastimaron. -

-          ¡ESO ES MUCHACHO!, APRENDE A DETESTAR AL MONJE APESTOSO - Gojyo coreo feliz desde su puesto. -

En dos segundos la lata de cerveza que bebía Gojyo estaba agujereada por un balazo y su contenido se derramo en el suelo.

-          ¡MI CERVEZA! - dejo la lata en el marco de la ventana y de paso apago el cigarrillo dentro de la misma. -

-          Haz silencio maldita cucaracha roja. - regreso su vista hacia Hakkai y los mapas. -

-          Se derramo. - Hakkai miro el suelo manchado y después las latas de cerveza vacías en el piso a los pies de Gojyo. - está sucio todo...

 Una especie de brisa fría y tétrica se coló en la habitación, tanto Sanzo como Gojyo notaron que el ambiente se ponía pesado de un segundo a otro, hasta Hakuryu salió volando entre ellos a esconderse junto a un dormido y desprevenido Goku, era la gota que derramo el vaso para Hakkai, estaba muy estresado con el compartir su espacio personal con mas seres que no fuera Gojyo, se sentía muy sensible en esos últimos días y había tolerado todo parsimoniosamente, era de mucha paciencia pero desde que el embarazo entro a su vida las cosas cambiaban, y la sola cerveza derramada en el piso le crispo los nervios.

-          Alguien va a limpiar eso ahora mismo. - siseo con malicia, sus ojos estaban ocultos bajo el flequillo de sus cabellos castaños, parecía un asesino a punto de cometer su pecado. -

-          Gojyo. - Sanzo le señalo con aplomo, sentía que toda la culpa se la podía echar al pelirrojo. -

-          Ambos. - dio unos pasos hasta el monje. -

-          Tengo un mal presentimiento de todo esto. - susurro el medio demonio para sí. -

Entre el miedo que les infundía Hakkai no percibieron como el peligro les rodeo, en un segundo la puerta de su habitación fue tumbada como si un grupo comando hubiese ingresado, de la nada un grupo de más de 10 demonios estaban agolpados en la única salida que había, Gojyo saco su lanza muy dispuesto a empezar la batalla mientras que Sanzo desenfundó su pistola presto para repartir balazos, los demonios se lanzaron dentro de la habitación a toda carrera pero una luz cegadora y el sonido de lamentos y gritos desgarradores acabo con el espectáculo, cuando la intensa luz se extinguió ya el grupo de demonios estaba vuelto polvo en el suelo, las paredes de la posada calcinadas y el suelo tenía un boquete del tamaño de una mesa, sin duda alguna un ataque fuera de serie.

-          Creo que todo termino... - Hakkai bajo las manos agotado, había lanzado aquel ataque con el coraje a flor de piel. -

-          Hakkai. - Gojyo y Sanzo le miraron estupefactos. -

-          ¿Te imaginas monje apestoso que ese ataque lo hubiese lanzado contra nosotros?

-          Seriamos parte de ese agujero en el suelo. - Sanzo bajo la cabeza derrotado. -

-          Entonces, ¿van a limpiar este desastre? - el castaño volvió a sonreír amablemente, como si no hubiese sucedido nada. -

-          ¡SI SEÑOR!

Desde ese día en adelante no hubo más cervezas con colillas de cigarrillo adentro, ni latas tiradas y mucho menos desorden, nada que pudiese alterar las emociones de la "futura madre", era un acuerdo tácito y sin contemplación entre Hakkai y los dos adultos, porque de Goku ni hablar, el no bebía y al ver que los demás limpiaban se puso también en ese plan, no sabía porque pero de lo que si estaba seguro es que una sensación desagradable les torturaba cada vez que Hakkai se molestaba.

Otro día y otra situación, de aquel pueblo salieron no muy bien ya que el posadero quería ponerlos a reparar el boquete que causo Hakkai, pero ninguno de los presentes quiso cooperar, Sanzo solo se excuso con el dueño del lugar diciendo que ellos le habían hecho el favor matando a los demonios y así no mas partieron presurosos en su viaje, los días seguían pasando y otra parada sin novedad en uno de los pueblos más grandes que hayan visto les tentó a detenerse no solo por una noche, para ideas extrañas, el mismo Sanzo pidió una parada de varios días, en verdad lo único que deseaba era tiempo con el mono para completar su misión de perder la virginidad, no había podido lograrlo y su cuerpo nuevamente extrañaba el contacto del joven, sus labios inocentes y todo de él.

-          Dos habitaciones... - el rubio saco su tarjeta de crédito en la recepción de la posada. -

-          Este lugar se ve muy animado. - Hakkai miraba con soberana alegría como las personas entraban y salían del lugar, recorrían las calles y parecían ajenas a los sucesos demoniacos. -

-          Eso es gracias a nuestro protector. - la joven que los hospedaba señalo una especie de estatua pequeña que estaba  en un nicho en la pared rodeada de flores, lazos de colores, además de tener algunos pequeños adornos parecidos a juguetes. -

-          Una diosa... - Sanzo miro sin mucho ánimo a la estatua. -

-          No sabemos si es tan poderoso como un dios pero es un ser especial lleno de amor que nos cuida como si fuéramos sus hijos... - la chica sujeto sus manos con una sonrisa enorme. - si se quedan podrán ver el festival que hacemos todos los años para agradecerle por todo.

-          Solo estamos de paso, gracias. - el castaño se despidió amablemente para después seguir al grupo rumbo a sus habitaciones asignadas. -

La posada constaba con 3 pisos así que el espacio era muy grande  y cómodo, pronto el grupo de dividió en dos, Gojyo y Hakkai en una habitación y al lado de ellos Sanzo y Goku.

-          ¡UNA CAMA GRANDE! - Goku se lanzo de una sobre aquella confortable superficie para después rodar de un lado a otro como un chiquillo feliz. -

-          ¡Quítate los zapatos antes de subirte! - Sanzo le regaño con abanico en mano y listo para lanzarle un buen golpe. -

-          Gomen... - se bajo rápidamente de la cama para no solo quitarse los zapatos, sin pena alguna se deshizo de la mayoría de sus ropas quedando solo con una franela y sus jeans puestos. - que comodidad.

Toda aquella escena la vio el monje con total lujuria, estaba a mil solo de ver aquel cuerpo delgado y bien definido contorsionándose en la cama para él, eso quería pensar,  que todos esos movimientos solo eran una inocente invitación de Goku para que le acompañara en la cama, y no dudo ni un segundo en seguir sus pensamientos, con total rapidez se quito las ropas quedando tan solo con sus pantalones desabrochados y listos para también sacárselos lo más rápido posible.

-          Goku. - camino hasta la cama y subió a ella con un rostro seductor y lujurioso. -

-          Dime. - se sentó en la cama muy tranquilo y sin imaginar si quiera lo que Sanzo tramaba hacer con su cuerpecito virginal. -

-          ¿Recuerdas lo que hablamos hace unos días? - se sentó tras Goku con sus piernas separadas entre el mono, parecía estar preparando una estrategia de caza si el chico se negaba. -

-          Eh.... - se quedo pensativo con su dedito en el mentón pero sus pensamientos fueron desviados por la sensación de una mano deslizándose debajo de su camisa, recorriendo su vientre y subiendo poco a poco hasta rozar su pecho suavemente. - San...Sanzo ¿qué haces?

-          Dime de qué hablamos la otra noche mono tonto. - acerco sus labios hasta el cuello de Goku, posándolos en aquella superficie aterciopelada, sintiendo como el chico se estremeció bajo él cuando sus dedos atraparon uno de aquellos pezones para jugar con él, apretándolos. - dímelo.

-          No... no lo recuerdo. - jadeo por lo bajo, sentía como su piel se volvía de gallina ante las caricias del rubio, no sabía cómo pero su cuerpo se descontrolaba con solo sentirle, era una nueva gama de sensaciones que nunca imagino que podía experimentar. -

-          Hablamos sobre como dos personas se demuestran lo que sienten. - mordió con delicadeza la base del cuello de Goku, mientras sus manos volvían a bajar tanteando el terreno en busca de su nuevo objetivo. - haremos algo que será único.

-          No... no se.... - sus mejillas se tiñeron de rojo al sentir como una de las manos de Sanzo se adentraba entre sus pantalones tocando a placer ciertas partes suyas. -

-          Solo cierra los ojos y deja que haga todo. - tomo entre sus dedos la naciente excitación del chico, sentía su tibia piel, como palpitaba y cambiaba gracias a las caricias que le estaba dando, era la primera vez que hacia algo así, pero solo se dejo llevar por el deseo y la mal sana curiosidad de tocar todo lo que fuera de Goku. -

En un segundo Sanzo estaba totalmente concentrado en besar los labios de Goku vorazmente mientras sus manos seguían deslizándose por el miembro del mono, rozando, tocándole como deseaba hasta que ya el inocente chico no aguanto más aquellas caricias, en un segundo su cuerpo se contrajo sin poder detenerse, su vientre ardía en placer, tuvo que separar su boca de la del monje para dejar que sus desesperados gemidos salieran agónicos, era algo nuevo, totalmente diferente a cualquier cosa que haya vivido antes. Con suma fuerza se sujeto a los brazos de Sanzo para darse apoyo mientras echaba su cabeza hacia atrás junto a su espalda, arqueándose como un gato, dejando que los espasmos recorrieran su cuerpo hasta que no pudo mas, sintió como algo caliente salió de el manchando las manos del monje y las sabanas de la cama, aun con su respiración entrecortada trato de articular su asombro con palabras pero no pudo, sus labios enrojecidos e hinchados fueron presa nuevamente de los de Sanzo, besándolo con pasión desmedida y mas excitado aun por ver como su pequeño mono había llegado al punto máximo del placer gracias a él.

-          ¿Cómo se sintió? - al fin soltó aquellos tentadores labios para preguntar.-

-          Fue... ¡mejor que comer! - sonrió muy feliz por su conclusión, hasta pasaba de inocente con lo vivido. -

-          Je je je... algo que suena impresionante sin duda alguna. - hizo que Goku se girara para quedar frente a él. - eso fue un orgasmo... es como morir.

-          ¿Eso fue lo que te paso en el rio? - sus ojos dorados le miraron curioso mientras preguntaba  sin pena alguna. -

-          Si. - poso sus manos sobre la camisa de Goku  jalándola hacia arriba para quitársela. - pero, aun falta que te enseñe algo más.

-          ¿Será igual de bueno? - subió sus brazos dejando que Sanzo le terminara de desnudar. -

-          Ni yo mismo lo sé. - tiro la camisa al suelo y paso a quitar los pantalones del chico. - pero podemos intentar averiguarlo los dos.

-          Te quiero, Sanzo. - susurro con delicadeza al oído del rubio, lo dijo tan dulcemente que el mencionado se le hizo un nudo en la garganta, aquella frase era demasiado inocente para lo que harían. -

-          Porque me quieres, ¿te dejas hacer esto? - miro con curiosidad a Goku. -

-          Así es, confió en ti. - paso sus brazos por el cuello del monje. -

-          Diablos. - mascullo para si algo inseguro. - Goku.

-          Si

-          Te dolerá... dolerá y no sé cómo evitarlo así que si no quie.... - sus labios fueron callados por los del chico, un beso dulce y tímido que silencio aquella confesión salida de la conciencia de Sanzo. -

-          no lo creo, siento tantas cosas nuevas aquí. - señalo su corazón con su mano derecha.- que no tengo miedo a lo que pasara.

-          Te lo advertí. - sonrió malicioso y tomando las caderas de Goku entre sus manos. -

Mientras Sanzo vuelve realidad su sueño de perder la virginidad y hacer que el mono también le diga adiós a ella, en la habitación contigua la situación era otra, Gojyo miraba muerto del aburrimiento como Hakkai estaba recostado en la cama tejiendo, estaba más que fastidiado a muerte viendo como el castaño aprovechaba el rato apacible dando rienda suelta a sus habilidades con las manos, mientras que el dragoncito blanco se divertía rodando una pequeña pelotita de estambre de un lado a otro de la cama como si fuera un gatito.

-          ¿Cuándo vas a dejar de hacer eso? - suspiro resignado dejando salir una gran bocanada de humo. -

-          Ya estoy por terminar. - sonrió concentrado en terminar de darle las ultimas puntadas a lo que era una botita para bebe. -

-          Quiero hacer algo más interesante. - gruño por lo bajo al tiempo que caminaba hasta la cama junto a su amante. - un ratito de cariño.

-          Más tarde. - dejo las agujas de tejer sobre una pequeña cesta que compro. - necesito mas estambre.

-          Vamos después de... - quiso besar a Hakkai pero este se levanto de la cama antes de que Gojyo pudiese atraparlo entre sus brazos. - ¡Hakkai!

-          Tu hijo necesitara ropa. Y se me acabo el estambre azul, quiero ir a comprarlo antes de que anochezca. - miro por la ventana como el sol de la tarde empezaba a caer. - ya regreso.

Gojyo solo pudo quedarse sentado en la cama con los brazos cruzados y mirando las cosas que Hakkai había hecho desde hacía algunos días en los ratos libres, se había esforzado sin duda alguna por el bebe.

-          Kiuuuu.... - Hakuryu miro curioso una de las botitas que saco el pelirrojo de la pequeña cesta. -

-          Sí, yo también creo que el bebe nos desplazo en el corazón de Hakkai. - ambos agacharon la cabeza resignados. -  

Mientras este par sufre de celos, Hakkai estaba muy feliz caminado por aquel enorme pueblo, era un espectáculo con cada calle que atravesaba, las decoraciones empezaban a extenderse por todos los balcones de las casas, muchas cintas de colores, flores y un aire de paz y armonía reinaba por doquier, en el trayecto se sintió reconfortado por estar en un pueblo tan apacible, con ese pensamiento se le vino otro a la cabeza, ese sería un buen lugar para dar a luz, ya tenía 5 meses y en 4 más su hijo vería la luz del mundo, aun no sabía muy bien cómo pero estaba seguro que con una buena partera todo se solucionaría, entre ideas sus manos se deslizaban por aquel pequeño bulto que era su vientre, sus ropas quedaban ajustadas y cualquiera que le viera notaria esa onda resaltante, sentía tanto cariño por ese bebe, no sabía cómo sus emociones le hacían estrechar lazos con un ser que no veía y que ni sabia como era pero que solo de sentirle dentro suyo era más que suficiente para llenarle de amor. Sus pasos distraídos le llevaron a una pequeña zona comercial, estaba buscando algún lugar parecido a una mercería, un sitio que vendiera lo que necesitaba pero para su asombro encontró algo mejor, una tiendita donde todo lo que había era para niños, emocionado y olvidando si quiera que era un hombre en cinta, se adentro al lugar, el sitio no era muy grande pero si tenía muchas cosas que le harían falta a su hijo.

-          ¡Gracias! - con una sonrisa de oreja a oreja Hakkai salía una hora después de la tienda, había comprado algunas cosas y estaba con sus manos llenas. - bebe... este es nuestro día de suerte.

Suspiro satisfecho y emprendió el camino de regreso hacia la posada, ya estaba oscureciendo y no deseaba preocupar a Gojyo, para acortar camino decidió meterse por algunas calles anexas a las vías principales, caminaba muy calmado hasta que sintió como alguien le seguía el paso a sus espaldas.

-          ¿Quien anda allí? - detuvo su andar y miro detenidamente hacia el callejón que transitaba. -

-          Disculpe. - una tímida voz resonó en el lugar, hasta que desde la sombras de una esquina salió una niña de unos 10 años. -

-          Dime pequeña. - bajo la guardia al ver a la niña. -

-          Se le cayó esto. - extendió las manos mostrando lo que era un pequeño gorrito de bebe color blanco. -

-          Disculpa... - se devolvió en sus pasos para ver mejor. - lo siento pero no es mío.

-          Si lo es... - una sonrisa grotesca se dibujo en sus labios al tiempo que Hakkai sintió como algo le sujeto del cuello y lo tumbo en el suelo inmovilizándolo. -

-          ¡SUELTENME! - grito con todas sus fuerzas pero pronto su rostro se vio cubierto por una especie de paño húmedo, aquel aroma impregnado en la tela le mareo hasta el punto que perdió todo sentido de lo que sucedía con él. -

-          Al fin... - la niña se agacho junto al cuerpo inconsciente del castaño. - esto no es una mujer, es un hombre.

-          Pero mi señora... le vimos salir de la tienda de bebes. - una de las figuras que sujeto a Hakkai hablaba muy nervioso. -

-          Que es un hombre maldita sea. - tiro al suelo el gorrito con que atrajo al mencionado. -

-          ¿Y ese vientre?- el otro desconocido señalo hacia el estomago de su víctima. -

-          Espera... - la niña se agacho hasta Hakkai y poso su mano sobre el estomago del mismo. - dame tu daga.

-          ¿Qué va a hacer mi señora? - uno de los sujetos se saco el arma de la funda de su cinturón. -

-          Comprobar algo. - una media sonrisa se apodero de sus labios infantiles. -

En pocos segundos aquella daga se clavo en las ropas de Hakkai, la niña corto de un solo tajo la camisa del mismo para descubrir aquel extraño abultamiento, en posos segundos soltó la daga y poso sus manos pequeñas por toda la piel tensa y expuesta del castaño, deslizándolas de arriba abajo por todo el torso y después subiendo hasta el pecho del mismo, su inspección culmino cuando sintió los claros movimientos de vida dentro de su posible victima esa noche.

-          Tenemos algo mucho más interesante de lo que esperaba. - se puso de pie satisfecha. -

-          ¿Es o no es un hombre?

-          Es un espécimen único, será el mejor sacrificio que la diosa podría esperar. - señalo con su dedo hacia Hakkai. - levántenlo y vayámonos...

-          ¿Pero el pueblo no se dará cuenta de que es un hombre? - uno de los lacayos alzo de mala gana el cuerpo del castaño. -

-          De eso me encargo yo, por lo demás ya tenemos a la sacrificada y amorosa madre de este año.

 

Continuara...

 

¡Suspenso!, ¿quién será esa niña?, ¿Y porque atraparon al pobre de Hakkai?, ¿el grupo de Sanzo se dará cuanta a tiempo de su desaparición? Muchas preguntas y sin respuesta, espero sigan disfrutando de este fic y que perdonaran mi demora je je je.

 

Próximo capitulo:

Un vientre infértil

 

¡Urasai!

 

Gojyo se estaba más que quedando dormido en la habitación, cabeceaba de vez en vez mientras Hakuryu se había hecho una improvisada cama en la cesta de estambres acomodado sobre la ropa del bebe hasta que el silencio reinante fue cortado súbitamente por unos alaridos horrorosos.

-          ¡AAAAAAAHHHHHHHH! ¡PARA!, ¡PARA!... ¡DETENTE!

-          ¡Goku! - Gojyo salto presto de la cama al escuchar aquellos sollozos desgarradores que daba el mono, no sabía que le había pasado pero debía ser algo muy horrible para que gritara de ese modo. -

En rápida carrera salió de la habitación y sin pedir permiso abrió la puerta del lugar de donde provenían los chillidos de animal herido, saco su lanza muy dispuesto a pelear por la vida de su tonto compañero de viaje pero la escena que encontró fue muy diferente a lo que imagino.

-          ¡GOJYO! - tanto Sanzo como Goku estaban rojos de pena tirados en la cama. -

El escenario no era el más lindo, Sanzo estaba totalmente desnudo con las piernas de Goku sobre sus hombros y tratando de cumplir con su misión de perder la virginidad,  el pobre mono bajo el también como dios lo trajo al mundo, sujetando una almohada con saña para mitigar el dolor que había sentido segundos antes de que el kappa tumbara la puerta y se les quedara mirando perplejo  para después guardar su arma y salir de la habitación como si nada hubiese pasado.

-          ¡ES TU CULPA POR GRITAR TANTO! - Sanzo tenía las mejillas como par de tomates maduros. -

-          ¡ME DOLIA! - Goku grito todo avergonzado y tapando su rostro con las almohadas. -

-          ¡TENIA QUE ENTERARSE TODO EL MUNDO DE QUE TE ESTABAN FOLLANDO!

-          ¡NI SE QUE SIGNIFICA ESO QUE DIJISTE!.... ¡SOLO SE QUE ME DOLIO! - trato de bajar sus piernas de los hombros de Sanzo. - ¡no quiero más!

-          No sé cómo diablos hacerlo sin que te duela. - mascullo con inocencia, en verdad era ignorante por obvias razones. -

-          Er.... Para eso existe algo llamado lubricante. - una vocecita conocida resonó en la habitación. -

-          ¡LARGO DE AQUÍ MALDITO KAPPA PERVERTIDO! - de quien sabe donde Sanzo saco su pistola y empezó a disparar hacia la puerta donde estaba oculto un asombrado Gojyo por el descubrimiento. -

-          ¡Solo quería ayudar! -. El medio demonio grito enfurecido y esquivando las balas. -

 

Notas finales:

gracias y sigan leyendo!


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