En menos de 15 minutos ya se hallaban frente a un fastuoso fraccionamiento. Sin duda Shuichi tenía que tener bastante dinero como para vivir en aquel sitio.
El pelirosa lo condujo por unos minutos más, subieron hasta el decimo piso, al parecer cada departamento ocupaba un nivel.
-¡Vaya! Todo este lugar para dos personas, que opulencia
Shuichi saco su tarjeta electrónica y abrió la puerta para dejar pasar al castaño
-Adelante
-Gracias
-Voy a dejar las cosas a la cocina por favor toma asiento
-Gracias pero si quieres te ayudo
-No hace falta anda siéntate ¿sí?
-Este sitio es grandísimo y su equipo de sonido es lo mejor que he visto, ¿será que a todos los escritores les gusta vivir en lugares tan espaciosos?
-Misaki ¿quieres algo de beber? –Escucho preguntar a su anfitrión-
-Un refresco estaría bien
-Ok
En un minuto más el pelirosa regresaba de la cocina con una charola en la que traía un par de latas de refresco y unas botanas, la cual acomodo en la mesa de centro y se sentó al otro lado del amplio sofá.
-Tu departamento es enorme –dijo el castaño para iniciar una conversación-
-¡Ah! muchas gracias pero tengo que decir que no es sólo mío je je je –objeto el pelirosa con una sonrisa- en realidad vivo con
-¡Ah!! Pero no me lo tienes que decir ya lo se
-¿Eh? –Pregunto confundido el ojivioleta- ¿ya lo sabes?
-Sí, bueno todo mundo lo sabe –contesto con algo de naturalidad-
-¿Todo mundo? pero… ¿cómo?
-Pues –el castaño ya se estaba arrepintiendo de haber dicho las cosas sin pensar pero de todas formas él no estaba inventando nada así que ¿qué más daba?- mmm… tu eres un cantante muy famoso y pues tu pareja también es uno de los escritores más reconocidos en Japón
-Ah! ya veo ¡Vaya! No pensé que los reporteros averiguarían tan rápido que vivo con Usami Akihiko… aunque me sorprende que no anden detrás de mí…mmm seguramente K se está encargando de ellos, si eso debe ser
-Perdón no quise incomodarte –se apresuro a decir el castaño al ver el mutismo del pelirosa-
-Ay no te preocupes, es sólo que me tomaste por sorpresa –respondió Shuichi despreocupadamente- y dime ¿has leído alguno de sus libros?
-¡Ah! pues ahora que lo pienso no he leído nada de Yuki Eiri. Sólo algunos fragmentos de sus novelas je, supongo que no puedo considerarme un lector asiduo
-Je pues créeme que yo tampoco
-Que te parece si ponemos manos la obra
-Sí, vamos a la cocina
Misaki comenzó a desempacar todo lo que habían comprado y una vez que tuvieron los ingredientes listos comenzó a explicarle a Shuichi la manera correcta de hacer aquel postre.
-El secreto esta no solo en usar los ingredientes y cantidades exactas sino en mezclarlos en el orden correcto, debes de ser muy cuidadoso de otra forma la pasta puede salir demasiado pegajosa lo que dificultaría el horneado
-Ok -el pelirosa anotaba como loco cada una de las indicaciones-
-Mira ahora bate esto
-De acuerdo
El pelirosa tomo el recipiente que le había dado y lo llevo hasta la batidora dejando que esta hiciera lo suyo pero dado que no había colocado el tazón correctamente todo el contenido salió en distintas direcciones ensuciando todo incluso a los cocineros. Misaki rápidamente apago la batidora y vio el desastre.
-Ah! lo siento Misaki kun, no se utilizar estas cosas –se disculpo un Shuichi con ojos llorosos-
-Ay no te preocupes a todos nos llega a suceder, no llores si, mira en un momento limpio. Sólo tienes que saber que para la próxima es muy importante que batas de manera manual ya que la consistencia es muy diferente
-Ok
-mmm…
-¿Qué pasa?
-Es que lo que se tiro llevaba jarabe de vainilla, de casualidad ¿tendrás más?
-No, no creo
-Tendremos que ir nuevamente a la tienda
-Misaki kun ¿te importaría venir mañana también?
-No, por mi está bien
-¿En serio?
-En realidad ahora no tengo mucho que hacer, sólo buscar casa
-¿Cómo?, ¿no tienes donde vivir?
-¡Ah! pues por ahora me estoy quedando con un amigo de la universidad pero no quiero seguir causándole molestias
-Ya veo
-Bueno ya que voy a venir mañana que te parece si mañana traigo el jarabe de vainilla
-Oh no por favor yo me encargo de comprarlo
-En serio yo lo compro
-De acuerdo
El castaño se dirigió de inmediato a la casa de su sempai, pues ya era un poco tarde.
-Todavía no lo puedo creer conocí a Shuichi Shindou, uno de mis ídolos después de Ijuin-sensei… mmm ahora que lo pienso también tengo que conseguir un empleo de medio tiempo –con una cara de preocupación- el dinero que me dio nii-chan antes de venir solo me alcanzara para dar uno o dos meses de renta dependiendo del lugar que consiga aun así me hará falta cubrir el resto de mis gastos… aunque podría… ir a aquel lugar…. No no no, de ninguna forma aceptare que Usagi-san me regale ese departamento, como podría hacerlo, a ese lugar solo regresare cuando volvamos a estar juntos-pero lo más importante que tengo que hacer es encontrarlo –se dijo cambiando a un semblante decidido-
Al siguiente día Misaki decidió que iría a la editorial, debía hablar con Aikawa, probablemente ella era la única que podría darle noticias del paradero del novelista o eso creía.
Cuando llego a la enorme edificación se dirigió a la recepción
-Buenos días –saludo tan sencillo como siempre el castaño-
-Ah! Muy buenos días Misaki-kun –le respondió una chica de unos 25 años-
-¿Se acuerda de mi?
-Por supuesto recuerdo que estuviste trabajando como asistente de Aikawa-san una temporada. Y dime ¿qué te trae por aquí?
-Venia a hablar con Aikawa-san
-Lo siento eso no va a ser posible
-
-Veras ella se encuentra de viaje, Usami Akihiko está presentando su última novela en varias de las principales ciudades y ella e Isaka-san lo están acompañando
-¿Qué? Usami-san?
-Si
-¿Y sabe usted cuando regresa? –Inquirió el castaño-
-Vamos a ver –la chica reviso rápidamente su computadora- tengo entendido que el viaje está programado para tres semanas, calculo que el día 24 ya estará aquí
-Ah muchas gracias, entonces volveré después
-Que te vaya muy bien
Misaki apenas venia saliendo del edificio cuando se dio cuenta de que en uno de los aviseros estaba pegado un enorme cartel donde la editorial solicitaba personal de tiempo completo y de medio tiempo. Leyó detenidamente y cumplía con todos los requisitos excepto el manejo en algunos programas estadísticos aunque eso lo podía aprender así que de inmediato regreso a la editorial
-Ah! ¿Es cierto que están solicitando personal?
-Si así es- respondió la chica -la editorial Marukawa acaba de hacer importantes convenios con otra editorial por tal motivo necesitaremos mucha ayuda
-Genial yo estoy buscando un empleo de medio tiempo pero la verdad es que no se mucho de programas estadísticos
-mmm… ah pero no te mortifiques por eso –sonriéndole nuevamente- se podría decir que ese es uno de los requisitos para que trabajes dentro de la oficina pero en realidad hay muchos otras áreas en las que podrías colocarte, debe haber algo para ti además cuentas con el plus de que ya has trabajado como asistente de Aikawa así que supongo podrías ser asistente de alguien más
-Que bien, mañana mismo traeré todos los papeles
-De acuerdo, puedes pasar de inmediato a Recursos humanos y ahí te harán una cita
-Adiós y muchas gracias por todo –dijo el menor haciendo una leve reverencia-
Misaki estaba feliz no sólo por haber encontrado esta oportunidad sino porque ya tenía pistas del paradero de su amante
Compro un periódico para comenzara a buscar algún departamento que estuviera acorde a sus posibilidades. Encontró algunos y decidió llamar para saber las características de estos.
Unas horas más tarde se dio cuenta de que ya era hora de ir a la casa de su nuevo amigo, ya había comprado el jarabe y estaba seguro que no necesitaría nada más.
Shuichi estaba impaciente, ya quería que llegara su “maestro”. La verdad es que le había caído de perlas conocer a Misaki, y no solo porque ya tenía quien le ayudara con el regalo para Usagi, sino que era una gran compañía. Sentía que él y el castaño podían llegar a ser grandes amigos, era un muchacho sincero, noble, valiente pero algo triste o por lo menos esa fue la impresión que le dio el día anterior.
-Siento que Misaki y yo tenemos algo en común, pero no se que sea… ahora que lo pienso su nombre me suena de algún lado
En eso escucho sonar el timbre y corrió hacia la puerta
-Misaki, que bueno que llegaste, entra
-Gracias, he traído el jarabe así que podemos empezar cuando quieras
-Si
Ambos muchachos comenzaron a sacar todo lo que necesitarían. Se sentían muy a gusto el uno con el otro, los temas de conversación salían de la nada
-Oye Misaki –decía el pelirosa- la verdad es que me caes muy bien siento que podemos llegar ser grandes amigos
-¿En serio? A mí también me lo parece… mmm en realidad no tengo muchos amigos solo mi sempai de la universidad pero con él a veces me siento incomodo
-¿Por qué?
-Es como si sus palabras siempre llevaran un mensaje oculto, eso me confunde… en cambio tu eres tan
-¿Simple?
-Oh no digas eso
-La palabra que yo usaría seria sincero
-
-A mi me pasa lo mismo contigo y ¿sabes? me gustaría que fuéramos amigos
-¿En serio? Cl… claro
-Genial. La verdad es que yo también cuento con mi amigo Hiro pero desde que se caso siempre anda con muchas preocupaciones y la verdad no quiero darle más problemas de los que ya le he dado –decía un melancólico pelirosa-
-Ya veo… pero… ¿tienes a tu novio no?
-¿Ah?
-Perdón creo que no debí decir eso
-Ja ja ja Misaki siempre te andas disculpando por todo, en eso también nos parecemos. Pues tienes razón, lo tengo a él, y la verdad es que es muy bueno conmigo, lo tienes que conocer
-¿Qué? ¿En serio? Wow no lo puedo creer, conocer a Yuki Eiri, que emoción
-Si mira solo que habrá que esperar a que regrese de su viaje, está presentando su nueva novela
-¡Ah! Vaya parece que todos los escritores son personas muy ocupadas aunque claro si consideramos que Usagi-san siempre dejaba todo para el último momento. Me imagino que debe ser una gran persona
-Sí lo es –lanzando un gran suspiro- la verdad es que nunca imagine encontrar a una persona como él después de haber vivido todo aquello
-Entonces… ¿debes de ser muy feliz? –Concluyo el castaño-
-¿Eh? ¿Feliz?
-Sí, bueno después de las maravillas que me has contado, debes de ser muy dichoso-
-¿Feliz? Si claro, soy feliz –contesto el pelirosa mas para sí mismo que para su invitado-
-Que bueno, me alegro.
Y Misaki lo decía de corazón, en el fondo empezaba a tener un poco de envidia, pero de la buena, a Shuichi, él parecía tener todo lo que cualquiera necesitaría para ser feliz y pensar que él algún día lo tuvo pero el destino se empeño en que no era momento para recibir tantas bendiciones.
El pelirosa se quedo pensativo unos momentos hasta que decidió seguir con la conversación.
-Y tu Misaki kun, ¿tienes novia?
-Eh? –no había pensado en que el pelirosa le hiciera esa pregunta, pero tenía que ser sincero después de todo momentos antes habían hablado de ser amigos y cualquier amistad comenzaba con la sinceridad- pues la verdad es que más o menos
-O o ¿Cómo? Ah! ya se apenas están saliendo con ella
-mmm primero que nada tengo que aclararte que no es “ella” es “él”
-
-Y pues es algo difícil de explicar
-Ah no te preocupes sino me quieres contar esta bien
-No es eso, la verdad es que si necesito hablarlo con alguien
-Pues yo tengo todo el tiempo del mundo -declaro el pelirosa con una cara comprensiva-
-De acuerdo…mmm… que te parece si de los que se hornea el paffete te cuento
-Ok
Unos minutos más tarde Misaki ya se había encargado de meter el paffet al horno de lo que Shuichi terminaba de limpiar. Una vez terminaron se fueron a la sala.
-Ahora sí, soy todo oídos
-Pues veras yo salía con un hombre 10 años mayor que yo –observo la reacción del pelirosa esperaba algo así como sorpresa o incredulidad pero al ver que sus acompañante no hizo ningún gesto decidió continuar- lo conocí por mi hermano, ellos asistieron a la misma escuela. Yo tenía algunos problemas para presentar el examen de admisión a la universidad así que nii-chan le pidió que fuera mi tutor. Fue en ese tiempo que me di cuenta de que él sentía algo más que simple amistad por mi hermano pero no se atrevía a confesársele. Un día nii-chan nos sorprendido con la noticia de que se había casado así que termino con las esperanzas de mi tutor, y al poco tiempo debido a su trabajo nii-chan fue trasladado a Osaka; y como yo ya había aprobado el examen de admisión le pidió a su amigo que me dejara quedar en su casa y este acepto. Se podría decir que esa fue la forma en que comenzamos a vivir juntos-
Poco apoco Misaki le fue contando la historia de su vida con el escritor, claro está, omitiendo algunos detalles “vergonzosos”
-No sé en qué momento paso, cuando me di cuenta él y yo ya teníamos algo especial… aunque a mí se me hacía difícil de creer que hubiera dejado de interesarle así como así mi hermano sin embargo, día a día él hacia algo, cualquier cosa, con tal de demostrarme que yo era importante. Siempre se esforzaba por que yo tuviera lo mejor y me sintiera cómodo. Éramos muy felices –dijo el chico con una enorme sonrisa en su rostro, mientas su mente viajaba a aquellos días, olvidándose de su acompañante hasta que este lo saco de sus cavilaciones-
-Y entonces, ¿qué paso? –Pregunto curioso el ojivioleta, aunque se arrepintió pues se dio cuenta de que la mirada del ojiverde cambio a una triste y llena de dolor-
-Desde pequeño yo siempre tuve dolores de cabeza pero eran esporádicos así que nunca le dije nada a nii-chan para no preocuparlo, desde hace un par de años esos dolores se habían hecho cada vez más comunes y fuertes, un día hasta me desmaye. Me hicieron algunos estudios y descubrieron que tenía un tumor.
Shuichi no sabía si había escuchado bien, ¿un tumor?, a pesar de su sorpresa decidió seguir escuchando a su amigo
-El doctor dijo que tenía que someterme a un tratamiento y operarme para lo cual tenía que viajar a Inglaterra donde están los mejores especialistas. Dijo que el tratamiento era la parte más dolorosa de todo y la verdad es que si lo fue. Había días en los que el solo hecho de estar despierto me agobiaba. Verme en el espejo era de las cosas que menos soportaba, mi cabello que no dejaba de caerse, mi rostro pálido, mi piel reseca, fue la experiencia más horrible y no se la deseo a nadie.
-¿Pero y él?
-Nunca se lo dije –Esta vez Shuichi si lo miro consternado- el único que se entero fue su hermano. Supongo que fue el destino… el día que me lo diagnosticaron yo estaba muy mal y por casualidad me lo encontré y le conté todo; Le debo mucho, y no solo me refiero a lo económico, sino a su apoyo moral, en realidad no se que habría hecho de no haberlo encontrado aquella tarde. El pago todo, el viaje, el tratamiento y la operación.
-Aun no logro entender ¿por qué?
-¿No se lo dije a él? –el pelirosa asintió- Yo… no quería que el sufriera –con pequeñas lagrimas saliendo de sus orbes- no quería preocuparlo, el solo pensar que hubiera tenido que verme en aquel estado… eso si me hubiera matado porque yo siempre he sabido de que a pesar de su frialdad e indiferencia para con los demás él es un ser con un alma delicada y frágil, no sé si hubiera soportado el verme en mi estado.
-Misaki
-Acaso no hubieras hecho lo mismo Shuichi? –Pregunto desesperado el chico- No hubieras hecho lo que fuera con tal de no hacerlo sufrir
Shuichi se sorprendió, ¿Qué habría hecho él en el caso de Misaki?
-Tienes razón, yo hubiera actuado igual que tu, pero entonces ¿qué le dijiste a él?
-Le invente varias cosas –contesto llevando sus manos a su cabello para enseguida llevarlas a sus ojos y limpiar sus lagrimas- aunque ahora ya no sé si fue lo correcto
-¿Por qué?
-Lo lastime Shuichi, en mi maldito a fan por protegerlo creo que lo herí demasiado. Cuando regrese a buscarlo él ya no estaba, sólo me dejo una carta… de despedida. Fui un estúpido –dijo el castaño para sí mismo-
-No digas eso Misaki, lo hiciste por amor
-Pero de que me sirve eso si el debe de esta odiándome
-No no creo, si él en verdad te amaba tanto como me has dicho entonces el no puede odiarte, nunca podrías odiar a una persona que has amado tanto. Lo que debes hacer es hablar con él y explicarle todo
-¿Crees que entienda?
-Claro que si,
-Gracias, aunque la verdad es que ahora no sé donde este.
-mmm… debe haber una forma de encontrarle.
-Bueno de hecho sí, ya fui a su trabajo y me dijeron que está de viaje y tardaría un par de semanas en volver
-¡Ves! Ahí lo tienes –dijo un sonriente Shuichi – lo que tienes que hacer es esperar a que vuelva y contarle todo mmm… probablemente será muy difícil pero me parece que esa es la única manera en la que lo recuperaras, porque tú lo sigues queriendo ¿no?
-Claro que si –contesto de inmediato el castaño- yo… no solo lo quiero… lo amo
-Misaki tal vez yo sea la persona menos indicada para decirte esto pero… si lo amas debes luchar por él
-Gracias Shuichi, en verdad agradezco tus palabras
-Ahora dime una cosa… tu salud… ¿ya estás bien?
-Si –contesto el ojiverde con una enorme sonrisa- todo valió la pena, estoy completamente curado
-Me alegro… así que entonces ya no debes de pensar en cosas tristes ¡sí! Tienes que centrarte en recuperara a tu novio y en ser feliz… mmm… ya se, tienes algo que hacer mañana?
-Eh? No, bueno más o menos
-Pues entonces que te parecería ir a NG a escuchar la grabación del primer sencillo de nuestro nuevos disco
-¿Nuevo disco? ¿Lo dices en serio?, ah!! Claro que sí, me encantaría
-Comenzaremos como a eso de las 12, ¿está bien?
-Si esta perfecto, de hecho me cae de perlas pues por la mañana tengo que ir a dejar algunos papeles para mi nuevo empleo
-Eh?
-Ah!! Encontré un empleo a medio tiempo
-Ah!! Misaki en serio no sé cómo puedes, según me contaste pronto entraras a la escuela, necesitas un lugar donde vivir y ahora un empleo
-Pues por eso mismo, necesito un empleo si quiero un lugar donde vivir y ese empleo tiene que ser de medio tiempo si quiero continuar con mis estudios
-Eres increíble
-Oh!! No más que tu, pero ya lo tengo todo bajo control, todo estará bien
-Se que lo lograras. Entonces dejare dicho en la recepción que puedes pasar
-Genial
En esos momentos sonó la alarma del horno y Misaki se dirigió hacia él para sacar el postre, Misaki le dio las últimas indicaciones a Shuichi, mientras este no dejaba de apuntar en su libreta, es que de verdad quería que la receta le saliera a la perfección para cuando Usa-chan regresara. Una hora después ambos chicos se despidieron.
De regreso a su departamento Misaki compro un par de periódicos, no podía olvidar que debía comenzar con la búsqueda de un lugar donde vivir.
Al otro día
El castaño se levanto más temprano para llevar todos sus documentos. Como fue el primero en llegar lo atendieron rápidamente además de hacerle una entrevista. Dado que contaba con muy buenos antecedentes le pidieron comenzar a partir del lunes, ese mismo día le indicarían el área en la cual estaría. Así que se encamino a la disquera pero como vio que aun era muy temprano decidió revisar los periódicos que había comprado, alegrándose al ver que tenia por lo menos tres opciones para sitios en los que podía vivir y sin perder tiempo hizo unas cuantas llamadas.
Después de aquello ahora si se encamino a NG, saludo amablemente a la recepcionista y a continuación le dijo su nombre, esta atentamente lo hizo pasar indicándole que subiera por el ascensor hasta el decimo piso, que era donde BL tenía su estudio de grabación.
Un par de minutos más tarde ya se encontraba frente a la puerta, toco y recibió como respuesta un “adelante”
Lo primero que vio fue a un hombre rubio, muy alto y bastante imponente pero lo que le causo horror fue que en su mano derecha sostenía un arma motivo por el cual creyó que se había equivocado y estaba dispuesto a dar media vuelta cuando escucho su nombre
-MISAKI!!!!! Qué bueno que has llegado –escucho que alguien decía efusivamente, aunque le tomo un segundo reconocer la voz-
-Shuichi –se alegro al ver a su amigo-
-Ven te voy a presentar
El pelirosa lo tomo del brazo y lo llevo ante Hiro y Fujisaki, cada uno saludo al muchacho cordialmente. Enseguida el ojivioleta comenzó a hacer las respectivas presentaciones de su manager y de su productor.
Misaki estaba muy emocionado, no podía creer que estaba conociendo a los integrantes de su banda favorita.
-Bien Pink Boy –ya ha llegado tu amigo así que no tienes más excusa para seguir “descansado” a menos que quieras enfrentarte a esta preciosura –dijo el norteamericano levantando su arma-
-No no no, ya estoy bien je je je
Ni tardo ni perezoso el pelirosa se dirigió hacia la cabina de grabación. Mientras el castaño opto por quedarse lo más callado posible no fuera que el loco ese se enojara
Escucho la canción atentamente nunca en su vida había oído una melodía como esta, la letra transmitía un sentimiento sin igual, estaría dedicada a Yuki Eiri, era lo más probable… pero… ¿Por qué era tan triste?
Al finalizar el día, Misaki y Shuichi se despidieron de todos y salieron de NG, el ojiverde aun estaba anonadado, no cabía duda de que Shuichi había nacido para cantar.
Durante el resto de la tarde ambos chicos se dedicaron a turistear por el centro, comieron algo, vieron un espectáculo callejero sorprendiéndose por las cosas que se podían ver en aquella ciudad y que por una u otra cosa nunca se habían detenido a observar.
Después de un rato los amigos se despidieron, Misaki, no sin antes avisar a Shu que no podría ir a visitarlo al día siguiente pues ya había quedado en ir a ver algunas viviendas cosa que Shu entendió.
En los días posteriores el castaño ya había conseguido un buen lugar para vivir, era pequeño pero acogedor además de barato. Así ya no tenía por qué seguir molestando a su sempai, ya tenía también un trabajo. Solo tenía que repasar algunas materias pues tampoco podía olvidarse de que regresaría a la escuela, había perdido tiempo muy valioso por culpa de su enfermedad y ahora lo único que podía hacer era seguir adelante.
Muy lejos de ahí se encontraba Yuki Eiri en uno de los hoteles más lujosos de Kobe. La última ciudad donde presentaría su novela antes de regresar a Tokio.
Todos estos días en los que supuestamente “descansaría” habían sido un infierno… y todo por culpa de ese maldito escritor que se había llenado la boca con mentiras porque a él nadie le quitaba de la cabeza que todo lo que Usami Akihiko le había dicho era mentiras. Shuichi, SU Shuichi no podía estar viviendo con ese cretino aunque, aquellas palabras no dejaban de taladrar su cabeza “Pues será difícil que no me acerque a Shu-chan si estamos viviendo juntos… Ahora él está conmigo”
-No, NO, NO, eso no puede ser, pero… si fuera cierto… ¿cómo?, ¿cuándo? Ah!! Maldita sea, en ese caso el idiota de Akihiko debe estar aprovechándose de Shuichi. El baka siempre ha sido demasiado ingenuo para ver la malicia de las personas… lo debe haber embaucado porque yo se que Shuichi me ama y si de alguna forma ese idiota le ha metido ideas se arrepentirá pues conocerá de lo que soy capaz además… -con una sonrisa vistoriosa- yo siempre he logrado todo lo que me he propuesto así que lograre que Shuichi regrese… para siempre
Pasaron un par de días más en los que Mizuki le comunico a Yuki que gracias a la reciente fusión con Marukawa ahora como nueva política de la editorial todos los escritores contarían con un asistente.
-mmm… pues por lo menos ya tendré quien me haga las compras –fue la seca respuesta del rubio- pero no lo quiero rondándome las 24 horas del día, solo lo ocupara por la tarde, ah!!! Ya has reservado el boleto del avión, el lunes quiero estar de regreso en Tokio
-Si sensei, todo está listo, aquí tiene el boleto
-Bien, ya te puedes ir
-Hasta luego sensei
El resto de la semana pasó rápidamente: Misaki instalado en su nuevo departamento mientras se dedicaba estudiar y Shuichi grabando.
Mientras tanto en Yokohama con Usagi
Recién llegaba de su última presentación, ya estaba más que fastidiado de todo aquello, esta era una de las partes que más le molestaban de su labor, ¿por qué simplemente no lo dejaban hacer lo que él quería?, ¿era mucho pedir? Pero hasta aquí había llegado, ya no iba a soportar más esta situación, decido tomo el teléfono y reservo un pasaje, nada ni nadie lo detendría de retornar a Tokio y lo haría fuera como fuera.
Debido a ciertas irregularidades que se estaban presentado en las principales vías de trasporte debido a las fuertes lluvias tuvo que conformarse con un boleto para regresar el lunes por la mañana, bueno no era tan malo todavía tenía que idear la manera de escapárseles a esos dos “amantes del trabajo” (Isaka y Aikawa).
El lunes por fin llego y Misaki se presento a trabajar. Le comunicaron que sería asistente personal de nada más y nada menos que de Yuki Eiri. El castaño no se la creía, se había hecho amigo de Shuichi y ahora trabajaría para el novio de este.
-Bueno Misaki-kun- hablo el encargado de Recursos humanos- ya has firmado el contrato así que espero no tengas dudas en tus obligaciones. Yuki Eiri es uno de los escritores que más ganancias deja con la venta de sus libros así que como su asistente tu deber será hacer que se sienta cómodo, en todo lugar y en todo momento. Procurar que nada ni nadie interrumpa sus momentos de inspiración. No está de más decirte que es una persona un tanto difícil, aprecia su soledad así que toma en cuenta lo que te estoy diciendo. Aquí esta su dirección –extendiéndole un papel-
-Muchísimas gracias Fui-san, me voy entonces
-Suerte
Misaki salió de la oficina y se dirigió al ascensor
-¿Una persona difícil? Shuichi lo ha descrito más bien como una persona maravillosa, que raro, saco el papel que le había entregado su jefe…
-No puede ser, esta no es la dirección de Shuichi
De inmediato regreso nuevamente a la oficina de su contratante, lo más probable era que se hubiera equivocado.
-Eh? ¿Que esta no es la dirección? –pregunto confundido Fuji-san-
-
-Claro que lo es, anda vete ya o se te hará tarde –comento restándole importancia a las dudas de su empleado-
Misaki salió un tanto confundido probablemente Yuki Eiri no acostumbraba trabajar en casa
-Sí, eso debe ser, aunque es extraño
Continuara…