Capítulo 2: Quiero vivir…
La mañana era fría, la ventana estaba abierta y las cortinas se mecían con aquel viento que se colaba. Se giro sobre la cama, estaba solo, en aquella habitación, quería volver a dormir y no recordar lo que estaba pasando. Solo cerrar los ojos, y perderse en un inmenso sueño.
Ni una llamada, ni una desde que había salido del departamento de Yuki.
-¿Por qué Yuki…?- esa pregunta sonaba una y otra vez en su cabeza quitándole el sueño.
Era doloroso reconocerlo, pero debía de aceptarlo, las cosas no cambiarían nunca y el no podría soportarlo mas…
-Shu-chan…- entro Sakuma brincando sobre la cama - ¡El desayuno esta listo!
-Sakum…Ryu-chan… no tengo hambre…- agacho la cabeza escondiéndose entre las sabanas.
-¡¡Shuichi!! – tomo del brazo al mas pequeño atrayéndolo hacia su pecho.
-Solo es que…- el pequeño se dejo abrazar por los fuertes brazos de Ryuichi, llorando abiertamente y ocultándose en el, -¿Por qué las cosas tienen que ser así?
Sakuma observaba en silencio, acariciando los sedosos cabellos rosas. –Créeme que no lo se – respondió.- Shuichi, no me gusta verte así – dijo separándose de el viendo fijamente aquellos ojos que ahora lucían tan enfermos, opacos, sin vida, dándole rabia e impotencia por no haber hecho nada por el. –Hay personas que si te queremos
-¡No es cierto! ¡Yuki me quiere! ¡Soy su vida!
-Deja de hacerte daño – le dijo suavemente, tomándolo de la barbilla y acercándose peligrosamente a el, besando con suavidad sus labios
Shuichi abrió los ojos ante tal sorpresa, y quedándose quieto, pero sin evitar su contacto.
-Shuichi, déjame hacerte feliz… - dijo separándose de el y secando las lagrimas que aun corrían por sus mejillas.
El pequeño no dijo nada, solo lo atrajo hacia el, dejándose caer de nuevo sobre la cama.
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Había pasado una semana completa desde que Shuichi se había ido, abrió los ojos, rogando internamente encontrarse con el. Al tantear la cama no estaba solo, había una mujer rubia, completamente desnuda, tal como lo estaba la noche anterior, no sabia quien era, ni como se llamaba, pero eso, era lo que menos le preocupaba, se incorporo buscando sus inseparables cigarros.
El no podía ser de nadie mas, de sobra lo sabia, Shuichi siempre seria suyo, a pesar de todas las cosas, se lo quería demostrar a el mismo, las cosas no habían cambiado, seguiría siendo el mismo Eiri de siempre y Shuichi tendría que entenderlo, así lo había conocido, y no cambiaria nunca. Por nada ni por nadie.
-¿Eiri? – pregunto aquella mujer con su adormecida voz
-…- seguía fumando como si aquella persona no estuviera con el
-Disculpa, tengo que irme, nos vemos luego – dijo recogiendo su ropa y saliendo de la habitación.
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Salió en busca de una cerveza y pudo ver en una revista su nombre y el de su amante.
“ Yuki Eiri y Shindo Shuichi: ¿La pareja de oro se separa? ¡Fotos inéditas captadas por un paparazzi!”
En aquellas fotos aparecía Shuichi con Sakuma, besándose, ¿Qué había pasado? Estaba aturdido, eso no era posible, quizás Shuichi estaba haciendo eso por venganza, pero no caería en su juego, no debía de importarle, solo seria cuestión de algunos días para que regresara a rogarle. Si, definitivamente eso pasaría.
Tomo en ese instante su teléfono, marcando un número en especial.
-Seguchi
-¡Eiri-san! Que sorpresa, que gusto que me has…
-¿Es cierto que Shuichi y Sakuma son amantes?
-Ah… eso… bueno….- dijo nervioso Touma
-Es cierto ¿Si o no?
-Si, desde hace una semana.
-…
-¿Deseas algo Eiri?- Pero era tarde, el ya había colgado.
Ahora estaba confundido, ¿Una semana? Exactamente, el mismo tiempo que estaban separados, ¿Por qué lo había hecho? ¿Era una simple venganza? O definitivamente había pasado.
Claro que no, solo era una venganza, se repetía una y otra vez, tratando de creer sus propias palabras y que todo saldría a la perfección, tal como el lo había imaginado. Si, eso quería creer…
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Contemplaba el atardecer, en aquel parque, donde lo conoció, donde, por primera vez, se topo con esos hermosos ojos, que le quitarían el aliento, que lo estremecían por completo, y que ahora, por ellos, su corazón se detenía, al saber que no podría verlos mas…
Por mas que quisiera ocultarlo le dolia, y todo el mundo podia notarlo, todos, menos el…
-¡¡Shuichi!! – le grito Hiro haciendo que volviera a la realidad.
-Lo siento es que….
-No tienes que decírmelo.
-Hiro, no podre vivir sin el un dia mas…- dijo girándose por completo.
-¡Espera! – dijo deteniéndole del brazo. –Shuichi, tu has hecho demasiado, has soportado todo, una relación es de dos, no debes cargar con ese peso tan grande tu solo.
-Pero, Hiro, yo lo amo
-¿Y el? ¿Te ama tanto como tu a el? ¿Seria capaz de todo? ¿Dejar su orgullo?
-Pero…
-Shuichi, entiéndelo, aunque Yuki Eiri lo sea todo para ti, para el, tu no eres nada…
Los ojos de Shuichi se humedecieron, era cierto, todo, incluso el lo sabia, pero aceptarlo…
Se abrazo a Hiro y, de nuevo, comenzó a llorar, aun mas, mas que en todos esos días. A pesar de dar su vida por Yuki, todo había acabado, Yuki no lo amaba, nunca lo hizo y nunca lo haría, esa era la realidad. Era cierto, la realidad dolia, nunca dejaría de ser así y, a pesar de que seria difícil, debía de aceptarlo.
Se alejo bruscamente de su amigo, secando con coraje sus lagrimas, finalmente, alzo la vista con esa mirada tan decidida que solo Shuichi podía tener…
-¡¡Olvidare a Yuki Eiri!! ¡¡Para siempre!! – grito con todas sus fuerzas, dejando mas que sorprendido a su amigo, pero sabiendo, que esta vez, iba demasiado en serio…
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El cursor parpadeaba en la pantalla de su laptop, hace días trataba de terminar la misma pagina, pero solo se quedaba frente a la pantalla, viendo pasar el tiempo. Desde que Shuichi se había ido, se había llevado todo, su inspiración, su desahogo en las noches, el radiante sol de la mañana.
El timbre de su celular empezó a sonar, era Tohma.
-¿Eiri? – pregunto Tohma alarmado al otro lado.
-¿Qué quieres?
-¿Cómo puedes estar tan tranquilo?
-¿Por qué no habría de estarlo?
-Veo que aun no lo sabes
-¿Saber que?
-Shindo y Sakuma se van del país
-¿A dónde?
-Es lo que quisiera saber…
-¿Cuándo regresan? ¿Se han ido de gira?
-No estas enterado de nada…- suspiro Tohma – Ellos han presentado formalmente su renuncia, Bad Luck se termino y Ryuchi, no se porque lo ha hecho, ambos se han marchado Eiri.
Yuki no supo que contestar soltó el teléfono, rompiéndose al chocar contra el suelo.
Tomo las llaves de su auto, manejo tan rápido como pudo, al bajar, corrió dentro del aeropuerto, pero, ya era demasiado tarde.
-Eiri-san, le mentiría si digo que me da gusto verlo…
-¡¿Dónde esta?! – grito interrumpiendo a Hiro, quien se atravesó en su camino.
-¿Crees que te lo diría?
-¡¡¿Dónde esta?!! – grito tomándolo de los hombros, agitándolo con fuerza.
-Lejos de ti, ha decidido irse de Japón gracias a ti, no quiere saber nada de ti, quiere hacer una nueva vida, es muy tarde.