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Después de... por EijiTonks

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Notas del capitulo:

Viva la Strongest y Golden Pair!!!!!

 

 

 El sub-capitán le dirigía miradas cómplices al pelirrojo mientras se vestían nuevamente, se sentía extraño y nervioso pero también se sentía inmensamente feliz, no pudiendo evitar que una sonrisa cruzara su rostro. El pelirrojo también sonreía nerviosamente y parecía que aun no salía de su sorpresa, porque así se sentía el pelirrojo bastante sorprendido, de que al fin había estado con Oishi después de desearlo para ser honestos durante bastante tiempo.

 

-Bueno… ¿y cómo te sientes?  –pregunto Eiji mientras ataba las agujetas de sus zapatos.

 

-Bien, muy bien –contesto Oishi de inmediato, poniéndose su saco –¿cómo estas tu?

 

-Bien, bien.

 

-Estuvo bien… ¿cierto? –pregunto Oishi inseguro.

 

-Honestamente, la mejor que he tenido –respondió Eiji tranquilizándolo –¿yo estuve bien?

 

-¿Qué si estuviste bien? –dijo Oishi con incredulidad –Eiji tu sabes que tenía el propósito de escribir notas de agradecimiento, pero olvido hacerlo, bueno créeme que tu recibirás una gran nota.

 

-Hoi, hoi, creo que debemos volver antes de que noten nuestra ausencia –sugirió Eiji dirigiéndose a la puerta –necesitamos una coartada, nya, digamos que fuimos por hielo porque… tuvimos sexo.

 

-Fuji es una mala influencia para ti –comento Oishi besando la mejilla del pelirrojo –mejor yo me encargo de la plática.

 

 Después de darse un beso bajaron para unirse a la recepción, una suave música se podía escuchar, los invitados rodeaban a la pareja de recién casados mientras bailaba lentamente la pieza de jazz de “My funny Valentine”, Oishi abrazo por un momento a Eiji, dejándose envolver por la música. Cuando termino la canción los novios se les acercaron mientras los demás invitados empezaban a bailar.

 

-Syuichiroh, Kikumaru-kun, ¿dónde se habían metido? –pregunto Yuki algo agitada.

 

-Nya, solo nos fuimos por un minuto, no hay por qué armar tanto jaleo –contesto Eiji nervioso –solo fue un minuto.

 

-Para ser honestos Eiji, fue más de un minuto –dijo Oishi satisfecho.

 

-La habitación de mis tíos está cerrada –intervino Haru algo impaciente –¿nos prestas la tuya?

 

 Oishi una vez más miro con incredulidad a su primo y de no ser por que tenían cierto parecido físico, apenas podía creer que eran de la misma familia, no podían ser mas diferentes el uno del otro, Fuji se acerco a donde estaban, para poder tomar una bebida, dejando a Tezuka al parecer charlando con una señora.

 

-Oishi una de tus tías está tomada y me está acosando –acuso Fuji sin darle vueltas al asunto –Kunimitsu está hablando con ella pero parece que también le quiere meter mano.

 

-En un momento te atiendo Fuji –le dijo Oishi a su amigo antes de volver a la discusión que tenia con su primo.

 

-Eiji… ¡oh por Dios! –exclamo Fuji al ver al rostro al pelirrojo.

 

-¿Qué? – pregunto Eiji nervioso.

 

-¡Oh por Dios! –volvió a exclamar Fuji volviéndose creyente en un segundo –tenemos que hablar, ¡ahora mismo!

 

 Fuji tomo del brazo al gato y lo saco de la fiesta en busca de un lugar donde pudieran hablar sin interrupciones, si lo que sospechaba era cierto tenía que saber los detalles además de felicitar de una vez a Eiji, pues creyó que ese momento nunca llegaría, ya que para su punto de vista la golden pair no iba a paso de tortuga sino de caracol o más bien de cangrejo.

 

-Bueno dime todo –pidió Fuji cuando entraron en la cochera.

 

-Mejor no –contesto Eiji nervioso y sonrojado.

 

-Vamos, se supone que somos amigos, gatito –alego Fuji interesado por saber –nos contamos todo, ¿no somos amigos?

 

-Bueno si, nya –admitió Eiji con timidez –¿cómo sabes que lo hicimos?

 

-Eres fácil de leer, tienes escrito “tuve sexo” en toda la cara –respondió Fuji con naturalidad, para luego preguntar con morbo –así que, ¿cómo lo tiene?

 

-¡Fujiko!

 

-No te enojes, solo era para relajarte… pero ya regresaremos a esa –dijo Fuji divertido –¿y cómo fue?

 

-Nya, realmente no quiero hablarlo –confeso Eiji apenado.

 

-¿Tan mal estuvo? –pregunto Fuji con pena.

 

-No, no, no, fue genial –dijo Eiji de inmediato y luego se mostro pensativo –solo que no fue lo que esperaba… no creo que lo hayamos hecho bien.

 

-¿Oishi no lo hizo bien?

 

-Nya, fue más como si ninguno de los dos lo hiciera bien.

 

-Eiji en esta instancia no depende de ti ser el bueno –interrumpió Fuji.

 

-No sé, Fujiko, amo a Oishi y tú sabes que deseaba esto –se explico Eiji sinceramente –pero cuando llego el momento fue solo como… incomodo y raro, yo bueno, yo me sentí lejano, ¿sabes de lo que hablo?

 

-No, nunca me paso –contesto Fuji con toda su atención en el pelirrojo –pero continúa.

 

-Bueno cuando estábamos, tu sabes, recuerdo pensar: ¿esto es?, esto es lo que todos…

 

-¿Todos qué?

 

-Es lo más lejos que llegue –admitió Eiji avergonzado –no vi estrellas o escuche el canto de sirenas, ni nada… termino mas rápido de lo que había imaginado que seria.

 

-Ese es el problema –concluyo Fuji analizando la situación –casi no se logra a la primera.

 

-Ese no es el problema –dijo Eiji un poco molesto.

 

-Créeme, ese es el problema –reitero Fuji tomándolo de los hombros.

 

-¿Sabes qué Fujiko?, todo está bien –dijo Eiji girándose para regresar a la fiesta –solo no le digas a nadie sobre esto, ¿está bien?

 

-De acuerdo.

 

 Regresaron a la casa donde aun se podía escuchar un buen jazz, Oishi y su primo aun discutían por lo de la habitación y Tezuka prácticamente se escondía de la tía de Oishi, pues le incomodaba el acoso, a no ser que fuera de Fuji el cual soportaba por que no le quedaba de otra; durante el brindis Tezuka como el padrino improvisado dio un muy pequeño discurso que se podía resumir en: “Por Haru y Yuki”. Ya que prácticamente acababa de conocerlos y no tenía ni la más remota idea de que decir, aunque el primo de Oishi estuvo fascinado por su brindis, pues según él fue claro, corto y preciso. Ya había oscurecido y la fiesta parecía ser para largo aun así Oishi acompaño a Eiji a su casa y Tezuka y Fuji, ya que había terminado con las fotografías, se fueron por su lado donde entraron a una tienda de mangas ya que el tensai buscaba algo nuevo que leer y en que gastar su paga, donde además de buscar una amena lectura puso al corriente a Tezuka de los más recientes acontecimientos.

 

-¿Oishi y Kikumaru tuvieron sexo? –pregunto Tezuka algo incrédulo.

 

-Aja, y Oishi no lo hizo bien –dijo Fuji sonriendo siniestramente –¿no te parece genial?

 

-En verdad parece que lo disfrutas, tienes una mente retorcida –opino Tezuka.

 

-Gracias eres muy amable –dijo Fuji tomándolo como un cumplido.

 

 Fuji tomo un par de libros y fue a la caja junto con Tezuka a pagar, por lo que ninguno de los dos se dio cuenta que al otro lado del estante escuchaba la conversación una persona que los conocía, y cuando la pareja del Seigaku salió de la tienda un chico moreno de gafas redondas salía, con un par de novelas románticas en la mano, muy divertido por lo que se había enterado.

 

-Atobe tiene que saber esto –dijo Oshitari sacando su celular.

 

 Al día siguiente algunos miembros del Seigaku se vieron sorprendidos ante la inesperada invitación de Atobe Keigo a su spa privado en unas aguas termales a las afueras de la ciudad, los chicos de tercero no entendía muy bien el por qué Atobe solicitaba su presencia y de manera tan insistente en especial por que pidió que Oishi y Kikumaru no faltaran bajo ninguna circunstancia, hasta les había mandado transporte. Una vez que estaban instalados en sus habitaciones del lujoso spa, se separaron para curiosear los alrededores aunque Atobe y Oshitari se aseguraron de que se ellos se encontraran con el sub-capitán del equipo rival, el cual estaba acompañado por el chico de lentes en el sauna.

 

-Oishi-kun se te ve muy relajado –comento Atobe sentándose frente al sub-capitán.

 

-¿En serio?, debe ser por el vapor –contesto Oishi sonriente –gracias por invitarnos.

 

-Descuida, ya sé que es abrumadora mi magnificencia.

 

-Yo pienso que estas así de relajado por otra razón –opino Oshitari quitándose los lentes que estaban empañados –normalmente cuando uno hace “la bestia de dos espaldas” se relaja de esa manera.

 

-¿No puedes decir simplemente sexo? –pregunto Tezuka molesto tratando de que sus gafas no se empañaran.

 

-Tú haces eso con Fuji muy a menudo, ¿y bien? –volvió a insistir Oshitari.

 

-No te voy a decir algo tan íntimo de Eiji y de mí…

 

-Eso es un sí –intervino Atobe complacido –no lo negaste.

 

-Bueno, ¿cómo estuvo? –cuestiono Oshitari sonriendo maliciosamente –vamos ya sabemos que lo hicieron, unas palabras mas no te mataran.

 

-No tiene por qué responderles –interrumpió Tezuka tratando de proteger a su amigo.

 

-Bueno… fue como si todo a nuestro alrededor dejara de existir y solo fuéramos Eiji y yo, como si fuéramos los únicos –conto Oishi con tono de ensueño.

 

-Entonces estás diciendo que fue bueno –dijo Atobe tratando de no reírse.

 

-Si fue bueno –contesto Oishi seguro de sí mismo.

 

-Cuando Gakuto y yo lo hicimos me dijo que fui un digno recuerdo –conto Oshitari con arrogancia –¿qué clase de recuerdo fuiste tú?

 

-¿A dónde quieren llegar con esto? –pregunto Oishi con desconfianza.

 

-A ninguna parte –dijo Atobe entre risas, acompañado de Oshitari.

 

-¿De qué se ríen?

 

-Fuji dijo que eras realmente malo en el sexo –confeso Oshitari riendo.

 

-¿Fuji dijo eso?, ¿por qué dijo eso? –pregunto Oishi preocupado.

 

-Kikumaru le dijo a Fuji y Fuji se lo dijo a Tezuka –dijo Atobe casi llorando de la risa.

 

 El sub-capitán volteo a ver de manera acusadora al capitán de su equipo, no podía creer que su mejor amigo hubiera ido a contárselo a medio mundo, cuando apenas si hablaba, el chico de lentes no era de esa manera, aquello no era propio de él. Tezuka por su parte seguía en su lucha por no quedarse ciego, pues seguía limpiando sus lentes.

 

-Yo no dije nada –aclaro Tezuka irritado.

 

-Escuche cuando Fuji se lo dijo en la tienda de mangas –dijo Oshitari divertido por la expresión del chico del Seigaku –quizás el sexo no sea lo tuyo, si me permites puedo atender a Kikumaru para que conozca lo bueno.

 

 Oishi fue incapaz de responder el comentario de Oshitari ya que seguía en shock, por lo que se había enterado, se cubrió el rostro con las manos mientras escuchaba salir a los chicos del Hyotei mientras se reían. No quería creerlo, no podía asimilarlo, el creyó que había estado bien y que Eiji estaba feliz por haber estado con él, pero al parecer no era así, ni siquiera se lo había dicho, lo habían bajado de su nube de manera brutal y pronto toda su confianza se había reducido a cenizas.

 

-No puede estar pasando esto –se lamento Oishi.

 

 El par de chicos de iris azules habían pasado gran parte de la tarde explorando los terrenos, volviendo prácticamente a la hora de la cena, no habían vuelto a tocar el tema ya que Fuji a pesar de ser sádico no le gustaba ver sufrir al gato, tal vez traumarlo debes en cuando pero ambos sabían que era un acuerdo mutuo e implícito en su amistad, fueron a sus respectivas habitaciones a tomar un baño antes de ir al comedor y reunirse con los demás; cuando Eiji entro en su habitación encontró a Oishi sentado en la terraza leyendo un libro.

 

-Hoi, hoi, ¿qué hay de nuevo? –saludo Eiji abrazando al sub-capitán.

 

-No mucho, solo resulta que realmente soy pésimo en el sexo –contesto Oishi apartando al pelirrojo de su lado –¿qué hay de nuevo para ti?

 

-¿Nya?

 

-¿No lo has escuchado?, son las ultimas noticias, le dijiste a Fuji, Fuji le dijo a Tezuka, Oshitari escucho cuando se lo dijo –dijo Oishi levantándose y mirando molesto al gato –y él le dijo a Atobe y a medio mundo, bueno perdóname por ser pésimo en el sexo.

 

-Yo nunca dije eso, nya –dijo Eiji defendiéndose –yo dije que fue algo incomodo y raro.

 

-Qué alivio, eso es mucho mejor –dijo Oishi con sarcasmo –¡me pudiste haber dicho!

 

-¿Cómo se supone que te dijera eso? –pregunto Eiji cruzado de brazos.

 

-No lo sé, que tal: Oishi eres incomodo y raro –contesto Oishi molesto.

 

-¿Por qué armas este jaleo?, no es gran cosa.

 

-No me ayudes Eiji.

 

-Ahora siento que ni siquiera puedo hablar contigo –dijo Eiji triste.

 

-Bueno, sabemos bien que siempre puedes hablar con Fuji –respondió Oishi con un dejo de rencor –yo sabía que esto iba a pasar.

 

-¿Qué?

 

-Yo sabía que una vez que lo hiciéramos todo iba a cambiar –dijo Oishi con tristeza –ojala que todo volviera a como era antes.

 

-Si esa es la manera en como lo sientes tal vez no deberíamos hacerlo otra vez.

 

-Genial, por mi perfecto –acepto Oishi.

 

-¿Nya?, espera un momento no hablaba en serio –dijo Eiji contrariado –estas exagerando las cosas.

 

-Creo que ha sido lo más sensato que has dicho en estos días –dijo Oishi.

 

 Eiji tomo sus cosas y salió de la habitación que hasta hace unos momentos compartía con Oishi, no quería seguir peleando con este, esperaría a que se le bajara un poco y tratar de hablar una vez más con él. Apareció delante de la puerta de la habitación de Fuji y fue recibido por Tezuka que se encontraba mojado y solamente con la bata de baño, no espero a que el chico de lentes lo invitara a pasar y se adentro en el cuarto dejando sus cosas sobre una de las camas.

 

-¿Qué paso? –pregunto Tezuka creyendo saber la respuesta.

 

-Discutí con Oishi y me corrió de la habitación, nya –contesto Eiji con pesar.

 

-Mitsu, ¿por qué no regresas a la ducha? –pregunto Fuji saliendo del baño.

 

 Apenas y puso un pie afuera Fuji se metió otra vez al baño para ponerse una toalla o una bata, pues había alcanzado a ver al gato, se enrollo una toalla en la cintura y salió para ver qué era lo que le había pasado a su amigo, encontró a este sentado en el borde de su cama y todas sus cosas sobre esta.

 

-Me voy a cambiar –dijo Tezuka tomando algo de ropa y metiéndose en el baño.

 

-¿Qué fue lo que paso? –pregunto Fuji sentándose al lado del pelirrojo.

 

-Oishi se entero, nya, y dijo que no lo volveríamos a hacer.

 

-Se le va a pasar.

 

-Creo que por el momento no quiere verme ni saber de mi, nya –dijo Eiji sollozando.

 

-El se lo pierde entonces.

 

-¡Fujiko!

 

-Esta ofendido, Eiji, su orgullo esta herido deja que se le baje y el vendrá a rogarte que estés con él.

 

-¿Tú crees?

 

-Claro, ¿quién podría resistirse cuando eres un lindo gatito?

 

-Solo estaba en el baño no en el vestíbulo –dijo Tezuka saliendo ya vestido del baño.

 

-¿Nya?

 

-Eres adorable cuando estas celoso –opino Fuji levantándose para abrazar al chico de lentes.

 

-¿Entonces me puedo quedar? –pregunto Eiji antes de que la pareja olvidara que estaba presente.

 

-¿Cómo que quedarte? –pregunto Fuji confundido.

 

-¿Qué no me pusiste atención?, nya, Oishi prácticamente me corrió de la habitación.

 

-Bueno…

 

-Ya tomo mis cosas y me paso a la habitación con Oishi –dijo Tezuka abriendo el armario.

 

-¿Cómo que te vas? –pregunto Fuji en voz baja –¿no puedes quedarte?, Eiji en una cama y nosotros en la otra.

 

-Tú y yo en la misma cama no es un buena idea –contesto Tezuka sacando su maleta.

 

-¿Qué acaso no te dan celos que me quede con Eiji?

 

-Un poco, pero él me desespera y tendré deseos de ahogarlo –respondió Tezuka saliendo de la habitación –los veo en la cena.

 

 El pelirrojo se acomodo en la cama que era de Tezuka mientras el tensai se metía a cambiar al baño, en secreto y dentro de él esperaba que las cosas entre Oishi y Eiji se arreglaran para que Tezuka pudiera volver, aunque le molestaba que Oishi hiciera sufrir al gatito, tenía que mantenerse al margen, ellos tenía que solucionar su problema y además de esa manera resultaba más divertido para él. Cuando Fuji se hubo vestido bajaron al comedor para encontrarse con el resto de sus amigos y cenar, aunque cuando Fuji vio a Tezuka este se adelanto y dejo solo al indefenso gato cuando un lobo andaba merodeando muy cerca.

 

-Kikumaru te ves algo afligido –dijo Oshitari a espaldas del pelirrojo.

 

-¡Nya! –exclamo Eiji dando un brinco –Oshitari me asustaste.

 

-Lo lamento no fue mi intención darte una preocupación mas –se disculpo Oshitari acercándose un poco más al pelirrojo –¿cenamos juntos?

 

-¿Cenar?

 

-Tenemos que comer después de todo y me gustaría hacerlo con una agradable compañía, el chef de Atobe ha preparado algo exquisito –dijo Oshitari tratando de convencerlo –y claro hay una gran variedad de helados.

 

-Hoi, hoi, que rico anda vamos –acepto Eiji entusiasmado.

 

 Oshitari sonrió para sí mismo antes de seguir al pelirrojo al comedor, sin embargo antes de entrar el tensai del Hyotei dirigió a Eiji a través de otra puerta, donde estaba una pequeña sala privada con una mesa puesta y un mesero esperando a sus comensales, Oshitari le indico al pelirrojo que se sentara para poder pedir. Pronto entablaron una amena conversación recordando la vez que habían jugado juntos, el pelirrojo se puso en verdad entusiasmado cuando llego la hora del postre y pudo elegir varios sabores de helado.

 

-Se que este tema puede ser algo incomodo… bueno escuche que discutiste con Oishi.

 

-Nya, eso es cierto, ¿escuchaste cuando Fuji le dijo a Tezuka? –pregunto Eiji jugando un poco con su copa de helado.

 

-Coincidencias de la vida –contesto Oshitari en tono casual –un consejo nada más, si te caes del caballo debes volver a montar.

 

-¿De qué hablas? –pregunto Eiji confuso.

 

-Que no dejes que una mala experiencia arruine lo que por naturaleza es placer.

 

 Antes de que Eiji se diera cuenta ya tenía a Oshitari a su lado y hablándole muy de cerca, aquella voz era hipnotizante, como si el chico de gafas fuera capaz de ponerlo bajo un hechizo haciendo que todo a su alrededor se convirtiera no más que en neblina.

 

-No quiero que te quedes con una mala impresión –susurro Oshitari al oído del gato mientras lo abrazaba –no basta con tocar hay que sentir para disfrutar y descubrir el placer que encierra.

 

-Este…

 

-¿Qué me dices Eiji? –dijo Oshitari con suavidad.

 

 El pelirrojo se hallaba perdido mientras Oshitari delineaba con su pulgar sus labios siendo incapaz de registrar un pensamiento razonable, mas allá de que su nombre se escuchaba tremendamente bien cuando era pronunciado por Oshitari, en realidad cualquier cosa aun así fuera el menú del restaurante resultaba sexy con aquella profunda voz.

 

Notas finales:

Espero les este gustando el pequeño dilema de Oishi, ya el proximo sera el final y veremos si se arreglan las cosas, entonces estare por aqui el proximo fin, si gustan dejar reviwes seran bien recibidos, adios.


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