El chico delante el estaba loco, como podría preguntarle algo así si apenas y se conocían, lo único que sabían el uno del otro era sus nombres, pero aun así ese chico le había dicho con todas sus letras SAL CONMIGO como si se tratase de una simple petición, como podía ser tan ingenuo y tan… tan… TONTO. Si esa palabra era hecha a su medida.
Iwak: te has dado cuenta de lo que me estás diciendo?
Katou: perfectamente, no sé si lo sepas pero cuando se conoce al amor de tu vida, jamás pero jamás se le tiene que dejar ir.
Iwaki: amor de…
En definitiva o estaba loco o se quería burlar de él, como era capaz de hablar de esa forma, acaso nadie le dijo que eso era de mala educación, además parecía que fuera un año menor que él, como se atrevía a tratar así a su sempai? El mundo se estaba volviendo cada vez peor.
Así con esos pensamientos decidió que sería mejor retirarse a otro lugar donde ni las moscas lo molestaran, si, en definitiva necesitaba paz y tranquilidad pero sobre todo necesitaba alejarse de ese chico tan extraño.
Katou: oye a dónde vas?
Le acababa de decir lo que jamás se imagino decirle a una persona a la cual recién conocía y el solo lo ignoraba y emprendía marcha a sabrá dios donde, no en definitiva tenía que insistir, como podría dejar ir a la única persona que con una sola mirada había robado su corazón, por más extraño que sonase eso era lo que había sucedido, jamás en su corta existencia se imagino que eso de los cuentos de hadas de verlo y enamorarse existiera pero ahí estaba, lo había comprobado, el amor a primera vista si existe.
Katou: por favor no te vayas, o al menos contéstame
Quería que le contestara bien eso haría, le diría hasta de lo que se iba a morir con tal de que esa persona tan molesta lo dejara en paz.
Iwaki: quieres saber que pienso? Pienso que eres una persona que cree que con poner su linda cara todo mundo le dará lo que quiere, creo que eres una de las personas que ni siquiera se esfuerza y aun así tiene todo lo que se propone, y pienso que estás loco, tanto que eres capaz de pedirle a una persona que apenas conoce que salga contigo, pero que te pasa?
Mentiría si digiera que no le dolió lo que le dijo, pero era verdad el siempre había logrado lo que quería sin esfuerzo alguno, pero eso no le daba derecho a decírselo así, el que tuviera esa linda boquita a la cual solo veía moverse y a la cual se comería sin restricciones, no le daba el derecho de decirle eso, tan solo bastaba con que le dijera que no, aunque eso no evitaría que lo persiguiera hasta el fin del mundo si este quisiera.
Katou: admito que tienes razón
Iwaki: qué?
Katou: tienes razón, siempre he conseguido lo que quiero sin siquiera proponérmelo, siempre he pensado que todas las cosas de este mundo se pueden conseguir si uno quiere y eso de estar loco también tienes razón, estoy loco, tú me has vuelto loco, no lo ves?
Rayos que había sido eso? Jamás en su vida había conocido a una persona así, bueno solo había conocido a una parecida pero no era como él, se podría decir que era único, esa personalidad tan alegre, vaya si ni siquiera había dejado de sonreír desde que lo vio, pero eso no le daba el derecho a burlarse así de él, no, jamás volvería a caer, eso sí que no.
En algún punto de la conversación Katou se había dado cuenta de que Iwaki no era lo que quería aparentar, de hecho su personalidad así como todo él le daba una sensación de que tenía enfrente suyo a la persona más frágil que jamás había conocido o conocería, era desconfiado y tal vez era eso lo que le impedía hacer amigos, aunque sus amigos no le digieran el nombre del príncipe de hielo estaba más que seguro que la persona frente a él era el chico del cual sus amigos le habían hablado.
Katou: príncipe de hielo
Más que nada fue un susurro pero muy audible a los oídos de Iwaki.
Iwaki: así que si eres uno de esos locos que creen que soy su juguete, vaya ya te habías tardado en mostrarte
Katou: no, yo… solo lo había escuchado
Sí, eso lo había confirmado el tan llamado príncipe de hielo era él, Iwaki Kyousuke, el más encantador, guapo y perfecto hombre sobre la tierra.
Iwaki: en serio dime porque haces esto? Es tan divertido burlarse de mí, si ese es tu propósito será mejor que dejes de molestarme, que conmigo no funcionan esos trucos.
Trucos? Acaso había escuchado bien? Iwaki cree que solo se quiere burlar de Él?
Katou: no, yo no estoy bromeando y mucho menos quiero herirte, jamás haría eso, se que te acabo de conocer pero eso no evita que quiera protegerte
Iwaki: protegerme, acaso te escuchas, eres menor que yo, no es así? Dime cuántos años tienes?
Katou: 16
Iwaki: ves soy mayor que tu como podrías pensar que yo necesito de tu protección, más bien yo diría que tú te tendrías que cuidar y más exactamente… de mi.
De él? Si de él seria de la última persona que huiría, jamás se alejaría aunque su vida dependiera de ello.
Katou: dime una cosa, te da miedo conocerme?
Miedo? Miedo él? Ahora sí que confirmaba la locura del tipo delante suyo, como se atrevía primero: a arruinar su perfecto día y segundo: a llamarlo cobarde, porque aunque fuera con otras palabras eso era lo que había dicho.
Iwaki: si que no me ves estoy temblando es mas estoy aterrado… mira porque no dejas de molestar y así me dejas tranquilo.
Iba a replicar cuando alguien lo llamo, tan solo un segundo en el que volteo para ver de quien se trataba y al regresar su vista hacia Iwaki este ya iba unos metros de distancia, se le había escapado, por ahora.