El cetro de la reina ( a falta de neuronas...cof cof)
Abrió con aprensión la puerta principal del departamento del piso 12 en donde si “alguien” no había incendiado una parte de la casa aun debería seguir teniendo su cuarto.
FLASHBACK
El viaje a China lo pilló de sorpresa al igual que la llamada del manager diciéndole que hiciera las maletas en ese preciso instante porque en un día debía comenzar a grabar un dorama. ¡Su primer dorama!
-¡¿Q- Qué?! Pe…
-En media hora te recogerán en la puerta. ¡Estate listo porque esta es una oportunidad única!- Le había anunciado el manager antes de dejarlo con la palabra en la boca a las 2 de la mañana.
Metió lo que pudo en la maleta pensando en mil cosas y cuando justo iba a comunicárselo a sus compañeros a pesar de tener que despertarlos su movil sonó para informarle que el coche ya estaba abajo.
Lo que encontró HeeChul por la mañana encima de la mesa de la sala fue una nota con una letra que seguramente había sido escrita a una velocidad aplastante. Apenas hizo el primer bostezo cuando su mente consiguió descifrar aquel jeroglífico y se atragantó con su propia saliva.
Los demás se despertaron sobresaltados pensando que a HeeChul le había dado un ataque de histeria.
Aquella mañana fue infernal para todos pero sobretodo para Hangeng que recién pisaba tierra China pensando en que en cuanto aquel Dorama acabara iba a ser chino muerto.
FINAL FLASHBACK
*………………..*
El vuelo de vuelta se había adelantado un día pero no lo comunicó a los otros Sujus porque quería darles una sorpresa así que dejó las llaves con cuidado en el mueble del recibidor y abandonó las maletas allí con una lentitud pasmosa intentando no hacer el mas mínimo ruido, pues era tarde y por el silencio del departamento todos estaban ya durmiendo.
Caminó a oscuras y con cuidado por la casa aunque sin mucho éxito. Había varios cajones que antes de irse no estaban en aquellas zonas de las paredes y se tropezó con más de uno hasta que llegó a la cocina.
Sonrió al ver el delantal de la malvada madrastra colgado en la pared –nunca supo como consiguió un delantal de cocina blanco y rosa con un dibujo de una corona, un cetro y su nombre-
Delantal diseñado por mi XD
Spoiler: 
Yo kiero tener uno asi XDDD
pero al momento esa sonrisa se desdibujó al recordar que la reina del melodrama aun seguía en escena y no le dirigía la palabra, ni por Messenger ni por teléfono.
-Me pregunto cuando dejará de aporrearme con su maldito cetro - comentó al aire sirviéndose un vaso de zumo que se bebió de un sorbo.
Lavó el vaso –no era plan de ir dejando cosas sucias por la casa cuando esta estaba asombrosamente e imposiblemente impecable- y lo dejó secando.
-Por aquí ha pasado Wookie… y no solo una vez – sonrió para sus adentros mientras apagaba las luces para dirigirse a su cuarto no sin antes recoger las maletas del recibidor que ahora se le antojaban mas pesadas que minutos antes.
Abrió la puerta despacio ya que justo al costado había otra de las habitaciones y si hacía ruido iba a despertarlos a todos, pues con uno de ellos en pie seguir durmiendo era tarea imposible.
La luz que se filtraba por la ventana – la mínima- dejó ver a Hangeng que todo estaba igual. Al parecer Rella no había quemado nada –cosa rara- y no había destruido sus pertenencias.
Dejó a un lado los bultos y comenzó a quitarse prendas de ropa dejándolas tiradas en cualquier lugar –ya tendría tiempo de recogerlas horas mas tarde- quedándose en boxers y una camiseta ajustada de color blanco. Se acercó a la cama con la ilusión reflejada en sus ojos y se dejó caer como un niño que por primera vez se tumba en la mejor cama del mundo. Echaba de menos “esa” cama.
Nada mas sentir el contacto de su cuerpo con la colcha supo que algo andaba raro… Esa cama estaba ligeramente tibia, no estaba echa y por alguna extraña razón olía a… ¿Frambuesa?
Hangeng afinó su vista cuando viró hacia su izquierda para encarar la pared pero lo que vio fueron unos ojos oscuros como la noche que lo observaban sorprendidos para después sentir un doloroso golpe y ver el techo.
Esa bestia le acababa de dar un rodillazo tan certero que si su mini Hannie tuviese boca habría gritado a todo pulmón hasta quedarse afónico.
Ahogó un grito llevándose una mano a su parte dolorida.
-¡¿Estas loco?! –gritó en un susurró aferrándose a la colcha de la cama intentando ponerse en pie. Una mano pellizcó sus dedos hasta obligarle a soltar la suave tela. Lo miró con reproche.
-Ya no eres bienvenido a esta casa- murmuró HeeChul alzándose lo suficiente como para ver al chino a los ojos –vete.
Ya ahí estaba la reina del melodrama.
-¡¿Qué?! –Ahogó otro grito - ¡Espera un momento hyung! –Bajó el volumen de su voz - ¿Cómo que me vaya?- consiguió ponerse en pie no sin sentir un latigazo de dolor justo “ahí”.
-No tienes derecho a volver – HeeChul frunció el ceño.
-Oh vamos Rella… -suspiró Hangeng viéndolo a los ojos- ¿Después de tanto tiempo y tu lo único que quieres aun es matarme?
-¡Te fuiste sin despedirte! –gritó reprochándole.
-¡Deje una nota y luego hablé con todos por teléfono explicándolo y si no me equivoco el manager también os lo explicó!- dijo incrédulo.
-Eso no fue una despedida – arrastró las palabras.
-¿Habrías preferido que os despertara a las dos de la madrugada para deciros que en 10 segundos debía estar abajo para irme a China? –HeeChul lo zarandeó, acuchilló, destripó y disecó con la mirada.
-Vamos Hyung, este enfado tuyo ya no tiene sentido- consiguió alzarse lo suficiente como para apoyarse en la pared aun con el dolor en su entrepierna- Sólo tu andas de morros y en vez de una patada en los huevos habría preferido un abrazo reconfortante porque os eché mucho de menos allá-suspiró. HeeChul entrecerró sus ojos y eso era un signo inequívoco de que algo de lo que acababa de decir el chino le había sentado como una cuchillada.
-Os eché…-repitió el mayor tensando ligeramente sus labios. Te faltó una frase… idiota, pensó HeeChul.
-Hombre, no esperaba que hicierais una fiesta pero tampoco que mataras a mi pobre Hannie, si te sirve de algo –obvió el mas pequeño – Mira hyung, estoy agotado, tengo sueño, me “duele el cuerpo” y quiero de vuelta mi cama así que o te haces a un lado o me veré en la obligación de combatir a la malvada madrastra con todo lo que tengo –HeeChul alzó una ceja.
-Este es mi cuarto ahora – sonrió con maldad- y yo no comparto mi cama. Con nadie- se dejó caer en ella como un saco de patatas abriendo brazos y piernas lo suficiente como para no dejar hueco para nadie mas. Hangeng sonrió entonces.
-En verdad me extrañaste…-caminó despacio hasta el lateral de la cama con una sonrisa que no le gustó nada a la princesita- Admítelo…-dijo tiernamente posando una de sus rodillas en el colchón- Di… Hannie en verdad te eché de menos-lo invitó a repetir sus palabras pero Rella manoteó intentando sacarlo de la cama.
-No voy a decir semejante mentira – Hangeng no pudo verlo pero HeeChul estaba mordiéndose el labio inferior. Heechul hacía acopio de toda su resistencia para no saltarle encima porque cada vez que le contestaba veía esa desalmada camiseta ceñida al cuerpo que le quedaba tan repulsivamente sexy y lo hacía endemoniadamente…follable. Reprimió un gruñido cuando el castaño lo miró de aquella manera tan depredadora.
-Estoy seguro que sabes de memoria todos los mensajes que dejé en tu buzón de voz- continuó quedando con las dos rodillas sobre la cama.
-No se de que me hablas –se hizo el desentendido-. Tengo sueño- ladeó la cabeza hacia el lado en que no veía al chino apretando fuertemente los ojos.
Este suspiró rendido. Algún día no te saldrás con la tuya, se dijo el menor.
-…Esta bien bruja piruja –Rella ante aquél sobrenombre se alzó apoyándose sobre sus codos y le deleitó con una majestuosa mirada asesina-. Hoy dormiré en el sofá pero mañana desalojas los vestiditos de aquí.
Salió del cuarto con un molesto gesto fingifo. Acababa de renunciar por una noche a su queridísimo cuarto para irse a dormir a un incomodísimo sofá, aunque siempre le quedaba la opción de dormir en la cama que “antes” era de la caprichosa princesita.
Se dirigió al cuarto que Shingdon y HeeChul compartían pidiéndole a todos los angelitos que Siwon conocía para que algo de claridad se filtrara en aquella cuadra porque aquellos dos chicos eran bien desordenados.
Uno de los angelitos pareció escucharle aunque eso no le sirvió de mucho a Hangeng…La cama de Rella ya tenía ocupante, un pilar enorme de lo que parecía ropa. El chino bufó sonriendo pensando que HeeChul no cambiaría nunca.
-Dale un dedo que te quedarás sin brazo- murmuró cerrando la puerta no sin antes ver removerse a Shindong entre las sabanas.
El comedor lucía oscuro, un oscuro azulado relajante. La luna filtraba su luz por el amplio ventanal que ahora era visible con unas bonitas cortinas blancas que hacían contraste con los sofás nuevos de color rojo.
Palpó con la mano la fina tela que cubría el sofá y presionó para comprobar su dureza. Era perfecto pero no para dormir ahí una noche tras otra.
Se dejó caer flácido quedando sentado a la orilla del mueble con los brazos sin vida. Suspiró.
Menudo retorno acababa de tener. Sabía que HeeChul no lo iba a recibir con los brazos abiertos, pues desde hacía como un año mas o menos su hyung había cambiado con el lo inimaginable. El fanservice desapareció, ya no lo arrastraba de compras y en su lugar iba el pobre Bummie. Nunca se quedaba a solas con el por mas de 15 minutos y cuando le hablaba nunca lo miraba a los ojos y sus temas de conversación decayeron hasta tocar el sub-suelo.
No entendía a su hyung. Tanto tiempo dándole por saco con Hannie para arriba Hannie para abajo y de repente, PLOF, adiós Hannie.
Al principio cuando Rella lo rodeaba con su brazo o cuando hacían fanservice se sentía incomodo pero con el tiempo se acostumbró e incluso un tiempo más tarde le gustó y mucho. ¿El motivo? Había descubierto que perdía el sentido por HeeChul y que las mujeres habían pasado a un séptimo plano, aunque Rella parecía una y de las que te crispan los nervios con sus aires superiores. Lo peor de todo era que el no sabía que hacer con ese sentimiento que lo dejaba sin aire en los pulmones y con la revelación de que Rella, la malvada madrastra era, pura y castamente – a pesar de haber medio violado a casi todo Suju en los escenarios- heterosexual.
Lo había dicho en una ocasión que todos se habían reunido en el departamento 11 para ver películas un día que tenían libre y en el que uno de los protagonistas descubrió que le iba la carne y el pescado. Ahí Hangeng lo vio todo negro.
Suspiró por enésima vez en aquella noche dándole la espalda al mueble de la tv dispuesto a dormir un par de horas hasta que alguno se diera cuenta de su existencia en el salón y lo aporreara a cojinazos por no haberlos despertado.
No fue consciente de que un par de ojos lo observaba desde la oscuridad.
A la mañana siguiente Hannie pudo contar más de veinte cojinazos, un par de pucheros y muchos abrazos.
Les contó con entusiasmo como había sido su vida rodando aquel Dorama que en breves iba a retransmitirse en tv. Les contó que cuando se presentó en las oficinas para conocer a la gente del staff se enteró de que el Dorama no iba a ser chino, si no coreano pero ambientado en China y que al parecer no era el único sorprendido.
Justo antes de mostrarles las capturas que había hecho, Henry llegó al departamento. Había quedado con Kyuhung para no seque cosa de unos discos. El chico se le aferró como una lapa muy contento de su regreso, siempre se habían llevado de maravilla desde la primera vez que se vieron y de acuerdo con Kyu se quedaron a ver las fotos.
Les enseñó las miles de fotos que había echo enchufando con un cable la cámara a la tv y les fue explicando la situación de cada foto aunque mas bien parecía que le contaba a Rella, pues las miradas iban dirigidas casi siempre a él y las que recibía por parte del otro eran de odio. Claro que el pobre Hannie no sabía que era por tener una lapa pegajosa a su lado.
Pasó una de las fotos rápidamente, pero Yesung que era mas vivo que ninguno de los que había presentes le arrebató el mando volviéndola a poner.
-Yiaaa~ dongsaeng – gritó eufórico Sungmin- ¡Es una chica muy linda! – nadie supo porqué el pinku se aferró al brazo de Kyu sonriendo como un tonto.
-Hannie, no me digas que te echaste novia allá –preguntó Teuki con una sonrisa pícara.
-No y no, digo, si es linda pero no somos nada –una mirada fugaz a HeeChul que tenía un tic nervioso en el ojo- De veras, solo amigos –sonrió Hangeng al líder.
-Pero…parecéis muy acaramelados –sonrió malicioso. Yesung podía meterse la lengua donde se la metía Hyuk en sus ratos libres, pensó el chino.
-Ahh~ -le dio un manotazo en el hombro para que dejara de meter baza.
-Es linda pero a “cosita” no le gusta esa chica – todas las miradas se posaron en Henry que sonrió triunfante al captar todos los radares de cierta persona- Es rubia y a “cosita” le gustan morenas y mas bajas que el y que den buenos masajes y que… -cada vez que el chico pronunciaba la palabra “cosita” un volcán explotaba en el interior de HeeChul- Bueno, que no es su tipo – sonrió inocentemente acercándose mas a su hyung.
LO QUE HEECHUL VE:
http://i147.photobucket.com/albums/r291/NAGASH_666/henryyhanniesegunchul.jpg
-Morenas…-sonrió divertido Sungmin señalando a Hangeng con una piruleta que a saber de donde había sacado.
-No le atosigamos mas –salió en su defensa Siwon.
-Aww~ Siwi como te quedo –Hangeng abrazó a Siwon haciendo el paripé de nene pequeño. Todos rieron menos uno que estaba dejando la funda del sofá mas arrugada que un higo chumbo.
-¿Y no saliste de noche? –Preguntó Kangin- Solo veo fotos de los alrededores de los decorados del Dorama y poco más.
-Bueno, salíamos a cenar pero no fuimos mucho de fiesta. Casi todos los días teníamos que trabajar así que no estábamos para muchas salidas nocturnas- dijo sincero- Y como yo tampoco estaba de mucho animo pues…
-¿Te dio un bajón? –Hyuk se extrañó.
-No pero…os echaba de menos –se avergonzó un poco al decir eso.
-Awwwww~ -dijeron al unísono lanzándose a por el para abrazarlo.
- Aquí también te extrañamos –Sungmin hizo puchero- ¡Chul parecía un ahhhhhhh!- El nombrado había pellizcado el brazo del pinku para que no hablara mas de la cuenta.
- ¿Eh?
-Nada –sonrió forzadamente sobándose disimuladamente el brazo.
- Bueno, yo se de uno que no me perdona por haberme ido – Chul sabía que eso iba por él.
-¿Ah? ¿Quién no te perdona? –Leeteuk abrió sus ojos en demasía mirando a los otros Sujus.
-No importa “cosita”, yo te daré todos los mimitos que esa persona no te da – Rella cerró los puños aguantando el patearle el trasero a Henry, a su palabra “cosita” ¡Y a Hannie ya que estaba por dejarse sobar de esa manera!
El chino se percató de que a Chul no le hacía gracia que Henry lo tratara de esa manera y se aprovechó de eso pensando que igual y en una de esas consigue que la princesa consentida se fije en él. Porque Chul sería heterosexual, pero Hannie era su chino pervertido y las cosas de HeeChul no se tocan… ¿O si?
Días mas tarde una revelación impacto fuertemente a Hangeng.
Henry los visitaba seguido y casi siempre acababa saliendo a los sitios con él dejando de lado las costumbres del pasado de no alejarse de Rella por más de un metro, pero la princesita no podía decirle nada pues supuestamente andaba “aun” enfadado con él.
-En verdad HeeChul te ha echado de menos – le susurró Yesung un par de días mas tarde de haber llegado de China en la cena, poniendo énfasis en “te ha echado de menos”.
-¿En verdad? –Hannie alzó una ceja llevándose un palillo a la boca dando una imagen sumamente inocente. Rella los observaba receloso desde el otro lado de la larga mesa del restaurante.
-En serio –aseguró el otro- Cuando hablábamos contigo por teléfono o cuando poníamos la cámara de messenger, él siempre andaba revoloteando alrededor e disimuladamente incitaba a alguno a poner el manos libres para poder oírte y cuando preguntabas por Rella el se hacía el desentendido- se llevó un trozo de pera del Pulkoki a la boca- Lo que yo no sabía era que manteníais una relación –Hangeng apenas pudo procesar aquellas palabras y la almendra que había cogido con los palillos se escurrió cayendo al plato.
-¿Q- que?
-Oh vamos, lo escuché en la habitación haciendo tu sabes – sonrió de lado dándole un sonoro manotazo en el hombro al chino que hasta asustó a Wookie que estaba al lado- Tendréis ganas de estar solitos, ¿eh? –el chino tomó su vaso de agua y se lo bebió de un trago. Tosió cuando Yesung hizo un gesto con las manos bastante sugerente.
-Son las primeras noticias que recibo sobre el tema –carraspeó intentando tragar el agua que se había quedado atorada en su garganta. Por un fugaz segundo sus traicioneros ojos se posaron en Rella pero al sentirse correspondido con la mirada la desvió sonriendo para sus adentros.
-No me digas que no…-murmuró aterrorizado el moreno preocupado por haber metido la pata, el pato y todo el corral.
-Necesito beber – se sirvió otro vaso de lo que estaba tomando y se lo embuchó.
-¿Tan mala ha sido la revelación? –Hangeng lo miró de lado divisando como Henry con unas mejillas tan rojas como el carmín se les acercaba con algo en las manos.
Yesung no quiso descifrar que significaba esa sonrisa tan macabra.
CONTINUARÁ (aunque nadie me comente xDDD)