Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

¿Te Quedas Conmigo? por Neon_Milliond

[Reviews - 12]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola, perdón el atraso de un día jeje je, pero a mi PC le dio un para cardiaco, por culpa de la tarjeta RAM que no se entendió con el procesador gracias al BIOS, I Hate it’s ajajá. En fin disfruten de él fic y nada. Tengo Facebook si quieren me agregan y  tengo blog en esto días lo voy a llenar apenas me queda tiempo entre tantas cosas, ajajá.


 


No saben lo que pasé con este fanfic T.T primero me costó un mundo hacerlo por que me cortaba a cada rato y cuando lo tuve listo, borre un archivo equivocado adivinen cual borre el capítulo ¬¬ tuve que hacerlo de nuevo, pero me gusto más la última versión XD. Disfruten del fanfic, nos vemos abajo.

Cap Dos: Sangre y más Sangre.

 

 

Kaede no encontraba las palabras suficientes como para poder expresar su asombro ante las acciones del pelirrojo, en efecto la herida de su ala, había desaparecido por completo junto con el malestar.

 

Eso no podía ser  posible, Kaede así lo entendía, sabía muy poco sobre los sanadores, lo que al parecer era el pelirrojo, éstos eran escasos muy escasos y siempre nacían como ángeles no como humanos, eso ciertamente era un sorpresa y no de las buenas, si algún demonio o cualquier ser descubría a Hanamichi podría comenzar una guerra de bestias mitológicas.

 

Sakuragi que no era muy propenso a estar callado, pero en ese momento lo estaba y mucho, espera que su invitado dijera algo al respecto, quizás al fin él iba a saber algo sobre su extraña naturaleza.

 

-Gracias-Atinó a decir Kaede-Es un don extraño, hasta entre los demonios y ángeles, no es algo que deberías mostrar a nadie, de verdad es un don por el cual muchos matarían a destajos-Al ver el rostro asombrado de Hanamichi agrego-No quiero asustarte pero eres aún más extraño que yo-Sonrió levemente-Contigo a mi lado no me siento tan raro-

 

-Oh estoy feliz que te sientas mejor, me alegra ser de ayuda para tu ánimo -Ironizó rodando los ojos.

 

-No te enojes en serio-Pidió más alegre el Hibrido-Míranos, ya no somos  únicos, ahora por lo menos podemos tener a alguien con quien hablar, yo llevo seis siglos sin poder hablar con alguien, siempre le hago el quite a los demonios que me ven, no son buenos, al menos no todos y los ángeles solo me darían caza-

 

-Zorro ahora que tienes tus alas en buen estado, ¿no hay forma de que las escondas?, ya sabes que parezcas más humano-Hanamichi se levanto, llevó su dedo a su boca y comenzó a succionar para parar el sangrado-Y si también me alegra haber encontrado a alguien con quien no me sienta tan loco, bueno la verdad-Se mordió el labio tratando de hallar las palabras para decir lo que sentía a Kaede, él hablaba mucho pero nunca cosas que verdad debería decir-Bueno con honestidad me alegró el encontrarte has aclarado mucho mis dudas y por lo menos tengo claro que no estoy loco-Se largo a reír nervioso-Vamos ve a darte un baño, iré por unos bocadillos, ¿te gusta el café? -El azabache asintió-Ok nos vemos al rato-

 

Salió de la habitación casi corriendo, la sonrisa del ángel era hermosa, y tenía cierto aire de niño pequeño, algo curioso, sonrió en sí estaba feliz, no era un loco, y debía aceptar que el chico le había gustado y mucho.

 

Mientras tanto Kaede había ido al cuarto de baño se desnudó y tal como había dicho Hanamichi el podía esconder sus almas, así lo hizo, abrió el grifo de agua caliente y dejó que la tina se llenara.

 

Se metió al agua, relajando sus músculos cerró los ojos, comenzó a tararear una nana que inventó, cuando era pequeño y tenía miedo del mundo, solo en un mundo cruel que no lo veía ni sentía, en donde debía correr y escapar de aquellos seres que solo querían abusar de él, logró escapar sobrevivió, pero algunas veces se cuestionó para qué lo hacía quizás lo mejor era morir, pero ahora lo entendía todo.

 

Lo que espero por siglos fue a ese pelirrojo, con ese ser con quien iba a compartir su vida, la eternidad, se dio cuenta de muchas cosas pero no quiso decir más a Hanamichi, lo mejor era que las cosas transcurrieran solas y conocer mejor a ese ruidoso pelirrojo.

 

Sakuragi ya tenía lista la bandeja con algunas sopas instantáneas, sándwich, tallarines fritos y un jarro de café, y más cosas, silbaba tranquilamente.

 

-Al parecer tu animo mejoró bastante-La voz de Akira Sendoh, a su espalda arruinó toda su alegría, era un hombre alto de espectacular presencia y bien parecido-Por favor sigue silbando, es melodía para mis oídos y tu cuerpo deleita mis ojos-

 

-Por favor Puercoespín, no empieces no quiero arruinar mi animo después de todo lo que me costo arreglarlo, déjame en paz quieres-Sakuragi tomó la bandeja-Ahora si me disculpas-

 

-Dos tazas, vaya Hanamichi llevas todo en par y eso-Inquirió observando el contenido de la bandeja-Con quién estás-

 

-Como si te importara idiota-Hanamichi salió de la cocina sin tomar en cuenta a Sendoh, podía sentirlo detrás de él pero no iba a molestarse por él, no hoy.

 

-Vamos no seas receloso-Insistió el mayor, ya muy cerca de la habitación de Sakuragi.

 

-Podrías darme privacidad-Estaba enfrente de la puerta de su habitación,  no quería abrir la puerta por que estaba seguro que Sendoh iba querer entrar.

 

Pero aún así Akira permaneció detrás de él esperando a que Hanamichi abriera la puerta, éste soltó un suspiro de fastidio como odiaba el comportamiento tan relajado y hostigante del peliponcho.

 

-Deja que te ayude con la puerta-Sin esperar respuestas o algo de parte del pelirrojo abrió la puerta-Pero qué demonios significa esto-Akira se irrito con ver a otro hombre en la habitación de su pelirrojo.

 

Hanamichi como había anticipado a Kaede ocurrió Sendoh también podía verle, sonrió al encontrar al ángel sin las alas que lo delatasen y al mismo tiempo fascinado por el cuerpo de Kaede, delgado pero bien formado cada línea de sus músculo se notaban, Hanamichi realmente quería dejar caer la bandeja y lanzar al hibrido a la cama y comérselo no importa que una noche de pasión le costara toda su sangre.

 

Kaede conecto su mirada con la almendrada de Hanamichi, se miraron incontables segundos a vista e impaciencia de Sendoh, pero los otros dos ajenos a él se sumergían en su mundo de deseos por el otro.

 

-Me quedo un poco grande-Hizo una ademán con la mano al pantalón de pijama-Esa es comida por favor dame-

 

-Hanamichi quién es ese estúpido y qué hace en tu habitación semidesnudo-Sendoh entró a la habitación con la claras intensiones de sacar a patadas a ese otro chico que se atrevía a osar estar tan cerca de Hanamichi, el pelirrojo jamás lo dejó entrar a su habitación siquiera a Yohei Mitto que era su mejor amigo, lo dejaba entrar y a ese muchacho que jamás había visto entraba como si nada.

 

-Sal de aquí Puercoespín-Amenazó Hanamichi perdiendo la paciencia dejó la bandeja con comida sobre una mesita de hierro de tres patas con tres sillas del mismo material.

 

-Lo mismo puedo preguntar yo-Kaede miró al extraño con frialdad la misma que uso para hablar, Hanamichi se sorprendió ya que en lo poco que lo conocía el chico de mirada zafiro jamás le hablo con ese tono.

 

 

-Eres muy temerario verdad, sobretodo para meterte en lugar como este, acaso Hanamichi no te hablo de lo letal que soy-Akira no estaba nada contento.

 

-Eso no me da miedo, no creo que seas más letal que yo-Kaede lo desafío con la mirada-Rukawa Kaede, y tú debes ser Akira Sendoh-Tanto Hanamichi como Sendoh lo miraron-Te he visto antes, y no me das miedo, más miedo me da Sakuragi-Se colocó la parte superior del pijama.

 

-El Zorro es mi amigo de infancia-Mintió Hanamichi-Nos encontramos por casualidad y ahora está aquí por que yo quiero, no pienses cosas donde no las hay, puercoespín ahora en serio vete, quiero descansar y mi amigo también-

 

-Hazle caso, no somos novios o algo por el estilo, así que no me mires como si al irte de aquí nosotros nos las vamos a montar, aunque-Rukawa miró el techo-Si eso pasara tampoco es de tu incumbencia-

 

-Cómo te atreves-Sendoh tomó por la solapa al más pálido-Tú no tienes idea de cómo lo amo-

 

-Suéltame y vete ahora de aquí, por que soy yo el que está perdiendo la cabeza, si quisiera te mataría pero sé que Hanamichi te estima-Kaede se liberó de ataque con facilidad, colocándose detrás de Sendoh quitándole el pequeño cuchillo que tenía entre las manos Akira-En serio, hoy no quiero matar a nadie y menos al segundo hombre más letal de este lugar-Habló al oído de Sendoh.

 

Las amatistas y zafiros se enfrentaron con odio y respeto al mismo tiempo, cuando Akira se dio vuelta, se alejaron lentamente.

 

-Si que eres rápido-Sonrió Sendoh-Muy rápido, seguro que cuando eran pequeños entrenaban juntos-Miró a Hanamichi-Debiste decir de un comienzo que no te gustaba por que ya tenías a alguien, eres una mala persona Sakuragi-Palmeó el hombro del pelirrojo, sonriendo alegre-Tonto pelirrojo, admito que está bueno tu amante-

 

-Puercoespín que no es mi amante-Rodó los ojos  fastidiado-Seguro que eres bipolar peliponcho tus cambios de ánimos no son normales-Ante eso Sendoh rió.

 

-Es solo que no puedo hacer nada por el momento, tu novio perdón tu amigo, al parecer es mucho más experto que yo, pero ya nos veremos, Rukawa Sakuragi es mío-

 

-Es un idiota no lo tomes en cuenta-Hanamichi cerró la puerta una vez que Sendoh se marchó-Has como si nunca te topaste con él-

 

-Están buenos-Kaede ya se devoraba un plato de tallarines fritos-Los hiciste tú-Preguntó con la boca llena de comida.

 

-Si y tranquilo hay mucha comida así que no comas como desaforado Zorro Apestoso-Se sentó la una de las sillas alcanzando un Ramen instantáneo-Y bien como sabías el nombre de Akira Sendoh-

 

-A eso, no lo sabía-Contestó con indiferencia-Solo lo supe con mirarlo a sus ojos, es mi mejor don puedo ver todo de una persona cuando lo miro a los ojos, pero en ti no puedo, es natural por que no eres normal, ya sabes un simple humano-Siguió con algunos sándwich y se sirvió café-Por eso me es fácil saber lo que siente o como son en realidad las personas, es algo muy útil sobretodo para encontrar a mis victimas-

 

 

-Realmente no dañas a personas inocentes, y que pasa con aquellos que no inocentes pero desean cometer algún asesinato o violación-

 

-También los ataco pero no los mato, y casi siempre les cambio sus deseos-

 

-Woo, puede hacer algo así cambiar los hechos, eso si que es genial-Hanamichi ya estaba pensando en como ocupar el don de Kaede-Sabes deberías hacerlo con Sendoh para que ya no me moleste, te lo agradecería mucho-

 

-No puedo hacer eso, es poco ético él en verdad te ama, y tampoco es una mala persona, a pesar de que sea un asesino, a personas como él yo no ataco mal que mal solo asesina gente igual de peligrosa que él, no vi en Sendoh algún hecho de pasado que involucrara asesinar a personas inocentes, pero háblame de ti-Quiso cambiar el tema.

 

-De mí, mmm  haber, mi madre era una asesina que trabajaba para este clan, se caso con mi padre pero por diferentes razones, ella terminó matando a mi padre por que este tramaba traicionar al clan, yendo con la policía, después se mató y me dejaron solo, el patriarca quien le ordeno a mi  madre ejecutar a mi padre, me tomó como ahijado, claro que él no sabe lo que sé es más yo estuve presente cuando el asesinato ocurrió. A pesar de eso creo que lo intuía por lo que  llegamos a un acuerdo si llegaba recibir alguna oferta del extranjero, una beca para estudiar o jugar basketball me podría marchar, también le deje claro que yo no mataría a nadie-

 

-Eso debió ser fuerte, no sé si yo hubiese podido estar al lado de la persona que me causo tal desdicha, oh espera un segundo, no estoy cerca de él-Ironizó-Nunca te invadieron las ganas de querer matarlo arrancar sus entrañas con tus propias manos, crearles el peor de todos los dolores, dejando que todos tus bajos instintos anularan tu razón, yo si tan solo tuviera una sola oportunidad de estar cerca de él no dudes por un segundo que  lo haría, tomaría venganza de todos estos siglos en solitario-Hanamichi se sorprendió de ver un brillo maligno en los zafiros.

 

Sakuragi se fue hasta su cama en donde se dejó caer, miró con mucha atención el cielo raso de la habitación, pensando en las palabras de Kaede, pudo palpar el odio el inmenso odio que el Zorro tenía en su corazón, quizás tatuada en el alma.

 

-No hables de venganza, no le queda a tu cincuenta por ciento alado eso, sabes el viejo murió salvándome así que eso paga sus pecados y faltas para conmigo, además es cosa mía el querer estar aquí o proteger a los hijos del viejo mono, Haruko-San es una buena chica un tanto despistada y enamoradiza mientras que su hermano el Gorila, es buena persona si pasamos por alto lo gruñón y amargado que es-Hanamichi esbozo una sonrisa al recordar al mayor-Ahora él está a cargo de todo esto solo quiere acabar con las guerras por territorios nadie está dispuesto a ceder una pulgada de terreno a otro, así las guerras jamás acabaran-Se incorporó-Me daré un baño rápido ve algo en la tele zorro si sabes utilizarlas-Desafió entrándose al cuarto de baño entre carcajadas de burla.

 

Kaede solo gruñó, fue a prender el televisor y tomar el mando a distancia, quién se creía qué era el pelirrojo pesado, claro que sabía como funcionaba la televisión de hecho debía aceptar que los humanos eran ocurrentes. Vago de canal en canal buscando algo que ver y al mismo tiempo pesando en ese ser al cual se había encadenado.

 

 

Sendoh hervía de ira, como si el descubrir que Hanamichi estaba al lado de un ser alado, por que Oh sí, Akira Sendoh tenía el extraño don de poder ver y rastrear esencias que carecían de ser humanos, ese hombre que se hacía llama Kaede Rukawa tenía menos de humano de lo que el tenía de tonto. Era un don que se desarrollo una vez hace años cuando Hanamichi lo salvo en un tiroteo, había entrando a servir a ese clan hacía tan solo tres meses, y un encuentro entre Yakuzas salió muy mal parado por un tonto descuido que le costo la vida, por que él pudo sentir la muerte a su lado pero algo lo saco de ahí algo metálico oxido y sal, la sangre de Hanamichi, desde ese momento desarrollo aquel sentido.

 

No, si no fuera poco, Koshino su mejor amigo de infancia, estaba al cuidado de su medio hermano Kiminobu Kogure, tenía diecinueve años era mudo y sordo de un oído, por que cuando era un bebe  su padre lo golpeó reiteradas veces en la cabeza, y esa fue la primera vez que Sendoh manchó sus manos de sangre a sus cortos siete años.

 

Y de ese momento en adelante jamás paro de teñir sus manos con la vid de otros, no quería pensar en las muertes que cargaba en su espalda, a cuántas familias destruyo simplemente por que le pagaban por hacerlo, pero en el momento en que Hanamichi lo salvó hubo un cambio en él, desde lo más profundo del alma, en ese momento dar su vida por aquel pelirrojo revoltoso, lo amaba tanto que sería incluso de dar su vida, y dar un pie atrás para que fuera feliz con ese otro muchacho de ojos azules, por que en el fondo Akira Sendoh era una alma blanca enamorado de un imposible su único pecado fue nacer y creer en ceno de una familia violenta con una madre prostituta y drogadicta y un padrastro que lo golpeaba hasta dejarlo casi muerto.

 

A pesar de los años, a pesar que fueron sus propias manos las que se llenaron de la sangre de ese hombre no podía dejar de odiarle sobretodo por haber incapacitado a su hermanito, la única persona después de Hanamichi por la que Sendoh se entregaba en cuerpo y alma su hermano.

 

Kogure, su hermanito siempre quería demostrarle lo independiente que era, siempre se escapaba de la casa para salir por ahí,  a explorar el mundo y quizás sentirse libre y no la carga que creía ser para su hermano, pero la verdad era que Akira le adoraba por ello lo cuidaba quizás lo sobreprotegía demasiado pero era simplemente por amor, por cuidarle de todo ese asqueroso mundo en el que estaban sumergidos.

 

Se desesperaba cada vez que su hermano se iba sigilosamente, por ello tenía las ganas de matar a Koshino, pero se recordaba una y otra vez que era su amigo de infancia quien siempre estaba ahí ayudándole en todo y además debía admitir que su hermano era como un pequeño ratón escurridizo cuando quería escaparse.

 

Entre regaños  y  balbuceos fue en busca de su hermano, junto a Koshino y otros hombres, todos temerosos que Sendoh matara a uno de ellos por su ineptitud.

 

 

-Parece demasiado tranquilo, tanto que no nos siente-Dijo un hombre de cabellos castaños y ojos chocolate a otro de cabello y ojos ébanos, uno estaba sentado en una rama de un árbol y otro de pie en la misma rama-Kaede se ve tan a gusto-

 

-Tú crees Kenji-Mitsui apenas le dirigió la mirada a su acompañante demasiado ocupado observando al joven hibrido que él podía contemplar perfectamente de esa posición-Estoy consternado sobre ese muchacho de cabellos rojizos de nombre Hanamichi, estoy seguro que es un humano su esencia lo es, aun así Kaede tiene razón es un Sanador-

 

-Así es, el chico es un sanador y de los grandes, lo mejor será vigilarlos no vaya a ser que otros se percaten de su don, sobretodo con Rukawa a su lado, lo mejor es estar muy cercas sobretodo por Maki-Kenji Fujima era un hibrido mitad demonio y mitad humano, que había desarrollado todo su lado oscuro más que el humano, por lo que era alguien muy fuerte incluso en los de sus especie.

 

-Ya lo sé-Mitsui se molestó con solo escuchar de Maki un estúpido ángel caído en la primera rebelión del cielo y que ahora se la pasaba entre en infierno y en la tierra, Maki era poderoso y dudaba que alguien pudiera hacerle frente sin salir considerablemente lastimado, lo peor de todo era que estaba casi obsesionado con Kaede, en tanto Mitsui se desvivía por proteger a ese hibrido.

 

La razón era simple, él, Mitsui era un  ángel renegado, no lo habían forzado a bajar él se ofreció solo y si seguía haciendo la voluntad del padre no tendría problemas en volver cuando el quisiese pero tenía una razón más fuerte para estar en los humanos que disfrutando de la paz y los placeres que solo el paraíso podía brindar.

 

Pero se lo había prometido a su padre él cuidaría de su medio hermano, en el momento que se enteró de que existía ese hijo concebido con amor pero prohibido por ambos lados, sacrificando a la madre y a su padre aprisionándolo en la eternidad y Kaede el pecado original de una relación censurara y destinada a fracasar a la más absoluta soledad.

 

Pero por algún motivo que desconocía pero agradecía su medio hermano hubiera sido visto por aquel pelirrojo de carácter voluble, el muchacho le había agrado y al parecer su hermanito casi mil años más joven que él se sentía muy a gustito.

 

 

-Qué ves Zorro-Hanamichi ya estaba listo para meterse en la cama, Kaede estaba despreocupadamente tendido en la cama demasiado a gusto.

 

-Deja de llamarme Zorro Do'Aho-El zorrito se levantó con pereza de la cama-Solo ve un partido de basketball, siempre he querido aprender a jugarlo-

 

-Si te portas bien y no me llamas Do'Aho, Zorro por que si fueras otro te mataría-Hanamichi detestaba que le dijeran algún insulto sobretodo que viera con su inteligencia, aun así lo pasó por alto-Mañana mismo te enseñare a jugar-Se metió a la cama  arreglando algunos cojines sobre la almohada-Rukawa, tienes dos opciones dormir en aquel sillón-Apuntó uno lleno de cojines apegado a la ventaja-O quizás preferías dormir aquí-Miró hacia otro lado al decir eso.

 

-Por supuesto que duermo en la cama-No dijo nada más ya estaba colado en la gran cama de Hanamichi-Sabes Do'Aho desde que era un niño, te hablo de centenares de años atrás, siempre he añorado dos sueños-

 

-Así, y cuáles son, quizás pueda cumplir aun al menos-Pero más Hanamichi no recibió respuesta si no que un abrazo de Kaede-Zorro-Llamó sorprendido.

 

-Desde pequeño siempre anhele un simple abrazo, poder sentir la calidez de otra persona junto a mí un corazón-Hanamichi se sintió tocado con esas palabras por lo que lo atrajo más a él para abrazarle mejor, en tanto Rukawa que se acomodo en el amplio pecho de Hanamichi como un gatito-Y también dormir-Dijo cerrando los ojos.

 

Hanamichi colocó una mano sobre la frente del hibrido, sin querer besó los cabellos ébanos de Kaede, Sakuragi también se sentía a gusto con el pelinegro.

 

-Entonces te concedo tus dos deseos, ahora duerme si es eso lo que quiere-Dictamino el pelirrojo.

 

Y como un hechizo Kaede comenzó a caer en un sopor tan dulce y calido que lentamente su mente se fue sumergiendo en un letargo hasta quedarse placidamente dormido en los brazos de Hanamichi.

 

Después de seiscientos diecisiete años el joven hibrido pudo cerrar los ojos, apagar su mente y darle paz a su alma al lado de la persona que desde momento se convertiría en todo para él.

 

Notas finales:

Y bien...jajaja nos vemos en dos semanas entre viernes y sábado, responderé los rr está semana gracias por ellos y sería feliz con otros jaja, nos vemos que tengan lindas semanas.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).