4
Ryuzaki, Light.
“¡Pelea!”
-¿Conoces a Light Yagami?- le pregunto de repente, él solamente sonríe de medio lado con expresión divertida.
-¿Y ese quién es?
No sé porque me molesté en preguntar si Light anteriormente había negado conocerlo, ya debía de esperarme algo así.
-No es nadie, olvídalo- de nuevo me dispongo a marcharme dándole la espalda –Por cierto, contestar a una pregunta con otra pregunta no es muy educado.- puntualizo para por fin salir de ahí, no he dado ni cuatro pasos cuando de la nada sale un sujeto vestido de traje y corbata.
-Esta área está restringida muchacho, acompáñame- sin más me jala del brazo y no opongo resistencia alguna, pero me molesta que no le diga nada al otro sujeto. -¿Por qué solo yo?, dígale algo también a ese hombre. El guardia me mira como si fuera un loco.
-¿Qué hombre?- un poco confundido volteo mi vista hacia donde estaba el sujeto misterioso y para mi sorpresa ya no está, ¿Cómo demonios le hizo para ocultarse tan rápido? Y además ¿Por qué se oculto? ¿Acaso no es un invitado?, ahora que lo pienso no traía ropa de fiesta, es más, sigue con la misma que le vi en la mañana.
-Olvídelo…- no le cuesta trabajo ignorarme y me arrastra de nuevo hacia la mansión, por la forma en que me conduce estoy seguro de que no sabe quien soy si así fuera me trataría con mas tacto y con mayor educación, puedo asegurar que en unos momentos estará pidiéndome disculpas de rodillas, pero bueno, no lo culpo, creo que tengo una apariencia un poco ordinaria.
Bien me pude quedar esperando sentado las disculpas por que nunca llegaron y no era para menos, apenas nos acercamos a la mansión y ya había un alboroto causado por los demás invitados, había mujeres llorando histéricamente y los hombres no soltaban los cigarros, fumaban como si su vida dependiera de ello, otros sujetos mas tenían cara de incredulidad y se llevaban las manos a la boca o a la frente.
Yamato Fuji fue asesinado, nada más ni nada menos que el anfitrión de la fiesta y reciente asociado de Watari, un poco aturdido tomo asiento en el rincón más apartado del salón, todos hemos sido conducidos a ese lugar como sospechosos, hay tipos realmente enojados despotricando contra los guardias alegando que no son asesinos y que no tienen por qué permanecer allí, es para ellos un insulto. En pocos minutos llegan las patrullas y el lugar se llenan de oficiales que empiezan darnos instrucciones de lo que se procederá a hacer a continuación.
Al final nos dejan ir avisándonos de antemano que seremos llamados a declarar, tomo mi teléfono móvil y le marco a Watari.
-Ya puedes venir por mí, la fiesta termino y Yamato está muerto.
*************************Light*************************
Estoy un poco nervioso, lo suficiente como para ignorar la clase de hoy y dedicarle mis pensamientos al asunto que Ryuk y Rem se traían en manos, es un poco desconcertante para mí ya que al fin y al cabo los estoy ayudando a que ejecuten sus asesinatos cosa que de alguna manera me convierte en cómplice y no me preocuparía tanto eso si no fuera porque no confío mucho en esos dos, a veces creo que hacen las cosas por su cuenta y rompen las normas de su propia sociedad, pasa por mi cabeza que pueden llegar a ser detenidos y solo con el afán de joder puedan involucrarme, de alguna manera me estoy arriesgando demasiado y creo que con Ryuk no estoy avanzando mucho que digamos para poder entrar.
-Hola Light-kun- un poco molesto me vuelvo hasta la conocida voz del freak que está a mi lado.
-¿Necesitas algo?- le pregunto un poco cortante sin mirarle, llevamos dos clases y apenas se dignó a saludarme, seguramente quiere pedirme algo.
-Anoche volví a ver al sujeto gótico de la entrada. Tuve un tropiezo mental, ¡¿está diciendo que vio a Ryuk?! Me vuelvo a verlo a los ojos los cuales me escrutan como si pudieran ver a través de mí.
-¿El que estaba en la entrada?
-Sí, y no solo lo vi, converse con él.- si les digo no estoy preocupado ¡mentiría!, ahora mismo me exprimo los sesos pensando que cosas pudieron hablar hasta temo que Ryuk lo haya atacado pero viendo a Ryuzaki parece ser que no, aunque lo más me preocupa es que Ryuk con su gran boca haya soltado que nos conocemos.
-Ese sujeto se ve peligroso Ryuzaki, no debiste acercarte a él-. Puntualizo de forma grave a lo que él no mueve un solo musculo facial.
-No lo dudo, tanto él como esa mujer Rem son unos asesinos.
¡Hey ustedes si no quieren poner atención a la clase lárguense y dejen de cuchichear!- me dejó totalmente mudo, no, mudo es poco, prácticamente me mató de un infarto y reviví para luego volver a morir de la sorpresa, ¡de dónde demonios conoce a esos dos!, esto me está preocupando demasiado ¿Quién es Ryuzaki? ¿Y por qué me dice todo eso? ¿Cómo es que conoce a esos dos? ¿Qué sabe? ¿Qué le han dicho?, prácticamente he pasado por alto la advertencia del profesor y Ryuzaki sigue examinándome, no puedo llamar de otra forma eso que hace, siento como intenta ver algo, se que busca una pista, un gesto, una palabra, un pestañeo de mi parte.
-Lo siento.- alcanzo a disculparme con el docente y vuelvo mi atención al frente, me estoy tomando muy apecho esto, no puedo permitir que me den ataques de paranoia, tengo que relajarme, claro no es fácil sabiendo que de verdad me estoy involucrando con esa gente y ya pienso que todos me ven de forma sospechosa pero no tienen manera alguna de saberlo ¿no?, ¿a quién demonios intento engañar?, por supuesto que pueden relacionarme con ellos, el estúpido de Ryuk siempre me busca cada vez que puede así que ya me he reunido numerosas veces con él en lugares públicos y no solo con él, también con Rem y por si fuera poco aparece Ryuzaki diciendo que los conoce y que son asesinos, ¡bien Light! por pensar que nadie se daría cuenta estas en un lio gordo ahora.
En el receso Ryuzaki es el primero en levantarse y me indica que lo siga, finjo sorprenderme y asiento totalmente de acuerdo, lo sigo directo a los baños, lo veo entrar y se asoma para indicarme que me apure, apenas entro él ha cerrado con seguro.
-¿Ryuzaki?, ¿Qué sucede?- lo interrogo haciéndole ver mi desconfianza.
-Light-kun hace rato no terminamos de hablar- pero por supuesto que no terminamos, ¿Cómo hacerlo? Si estábamos en clase, idiota…
-Fue iluso de tu parte iniciar una plática a media clase, pero ya que estamos acá, dime ¿Qué sucede?- interrogo de nuevo.
-Ayer estabas con ese sujeto Light-kun.
-Te dije que no lo conozco y la verdad es lo último que quisiera hacer después de lo que dijiste hace un momento.
-¿Qué es un asesino?
-Exacto, y la verdad espero que estés equivocado, sería peligroso que ande suelto si realmente lo es.
-Es justo lo que pienso…- me tallo la sien un poco irritado, lo que sea que quiera decirme se toma su tiempo para hacerlo.
-¿Entonces?, la verdad no se para que me dices todo esto, si estas convencido de que es un criminal denúncialo y punto.
-No es cualquier asesino- se frota constantemente los pies uno sobre otro.- Él es un Shinigami.- puntualiza mirándome fijamente a los ojos.
-¿Que quieres decir?-
-Light-kun, ¿conoces la Death Note?- ¡No! Estoy a punto de gritar pero me contengo, hasta cierto punto sería ilógico hacerlo.
- Si, mi padre me ha hablado de ese dominio, no he visto la pagina en realidad pero me ha comentado que ahí parecen los nombres de las personas que mataran o que han sido asesinadas por los shinigamis.
-Correcto.- asevera con mirada ausente.
Ya han pasado cinco semanas desde la última vez que vi a Ryuk y tuve esa extraña platica en el baño con Ryuzaki, quién solo me advirtió que tuviera cuidado y si veía a Ryuk cerca de la escuela de nuevo le avisara a mi padre, después de eso abandonó el baño dejándome con varias dudas, como no pude contactar con Ryuk aun no sé cómo y dónde se conocieron y porque conoce también a Rem, además de que tampoco me queda claro porque me preguntó si conocía la Death Note, aunque en estos momentos pareciese que esa platica no ocurrió, Ryuzaki volvió a su comportamiento “normal y arisco” para conmigo, también me deshice en disculpas con el profesor de literatura pidiéndole que buscara otro compañero de estudios para él porque yo tendría ocupadas mis tardes.
Se me hacia fácil evitar la mirada de Ryuzaki por que en parte él parecía evitar la mía, ya antes me había dicho que no lo molestara (de una forma más tosca por cierto) y no tenía intenciones de que me dijera acosador de nuevo aun cuando fue él quien me dirigió la palabra al día siguiente; pero bueno, la vida sigue y tengo mejores cosas que hacer como…
¡Ganarle a ese FREAK precisamente!, desde que entró a la escuela no ha dejado de competir conmigo, así es, ahora nos disputamos el puesto del mejor estudiante de primer curso, en deportes es lo mismo, nuestras competencias en atletismo son concurridas, el chico perfecto contra el chico raro, el popular contra el asocial, no importa que disciplina es, siempre terminamos enfrentándonos y hasta ahora la cosa va igualada, fui feliz cuando lo aplasté en un juego de tennis, pero el desgraciado me la devolvió poco después en natación, le partí la cara en kendo y el hizo literalmente lo mismo en soccer cuando reventó el maldito balón en mi cara y rebotó directo a la portería de mi equipo dándole al suyo la victoria.
-¡LO ODIO!- gruñí furioso mientras Kazuo sostenía una bolsa de hielo en mi cara en los vestidores.
-No lo odias, solo odias que sea mejor que tu- fulminé a mi amigo con una mirada con claras tendencias asesinas.
-Ya, no me mires así, solo bromeo, pero enserio Light, relájate no es para tanto, deberías de estar contento de tener un poco de competencia.
-¡No!, ¡si la competencia no me molesta, lo que odio es terminar en la enfermería después de cada encuentro!
-Bueno, no siempre es culpa de Ryuga, a veces te sobre esfuerzas demasiado.
Por cierto Kazuo parece ser el único en todo el instituto que parece agradarle Ryuzaki, aun no sé porque si no lo ha tratado ni un poco, aunque para mi dicha el resto de estudiantes parece odiarlo y ahora las mujeres están más que antipáticas con él debido a que me ha maltrato en este último encuentro.
-¡¿Crees que no hemos notado la envidia que le tienes a Light?!, ¡olvídalo Ryuga, por más que lo intentes jamás serás como él!
Kazuo y yo escuchamos los gritos saliendo de los vestidores nos miramos y corrimos hacia la una multitud de jóvenes de dónde provino; a medida que nos acercamos puedo ver que varios compañeros con cara de pocos amigos tenían rodeado a Ryuzaki y a una chica de nuestra clase, ella no dejaba de soltarle insultos y este ni parecía estarla escuchando siquiera, estaba concentradísimo comiendo su chocolate.
-¡Eres un patán! ¡se vio claramente que ese tiro fue intencional!- alegó otra chica aun mas furiosa pero Ryuzaki seguía en su propio mundo, probablemente esperando a que se apartaran y le dieran lugar por donde pasar.
-¡Te está hablando mi novia estúpido, lo menos que puedes hacer es mirarla cuando lo hace!- no importa que tanto me desagrade Ryuzaki, esto ya es demasiado, incluso para mí este nivel de provocación es exagerado, no entiendo que tienen en su contra.
-No me importa lo que ninguno de ustedes tengan que decirme.- fue mala idea decirle eso a la turba iracunda, el novio de la ultima chica totalmente furioso lo agarra de su camisa provocando que la barra de chocolate se le caiga.
-¡quién demonios te crees estúpido!- no miento cuando digo que solamente estoy esperando la respuesta mordaz de parte del freak y ver cómo queda su cara después de eso, está bien... Dije que era demasiado pero también quiero ver como sale de esa, honestamente estoy furioso con Ryuzaki.
-Tiraste mi chocolate…- solo escuche algunos gritos ahogados de unas chicas cuando vieron que el puño de ese gorila se dirigía al rostro de Ryuzaki.
-¡ALTO!- Kazuo salió al rescate de Ryuzaki y se interpuso entre ellos -¡¿se puede saber que están haciendo?!, está prohibido pelearse en los pasillos, idiotas.- bueno es acá donde tengo que hacer mi aparición también, por mucho que me desagrade tengo que intervenir para suavizar las cosas y quedar bien por supuesto.
-¡Pero él empezó!
-No es cierto, los que empezaron fueron ustedes- todos se vuelven a verme apenas dije eso. –No entiendo porque se toman tan apecho lo que sucedió en el juego, esos accidentes suelen suceder- en serio, la expresión feliz y despreocupada que pongo derrite el hielo mas gélido. –Además son unos abusivos al rodear a Ryuzaki entre todos.
Algunos me quedan viendo raro y es entonces que recuerdo que muchos no saben su sobrenombre pero bueno me importa poco eso. Ryuzaki se acomoda su camisa y levanta su barra de chocolate del piso, pero Kazuo se la arrebata, supongo que teme que se la coma después de haberse ensuciado, el freak solo encoje los hombros y se digna a mirarme por primera vez.
-Gracias- atina a decir, pero bueno no pienso dejar que esto termine acá.
-Descuida Ryuzaki, supongo que han de pensar que somos enemigos o algo así y pensaran que por eso me golpeaste pero entiendo perfectamente que fue un accidente.
-Estas en lo correcto, no creí que fueras tan tonto como para cruzarte en la trayectoria de mi disparo.- ¡QUE!
-¡Light-kun! ¡No defiendas a ese envidioso, es obvio que te está provocando!- quedo viendo a Ryuzaki un poco confundido, la verdad no pensé que de verdad quisiera darme picones, por su parte él me mira como siempre, pero de pronto algo cambia, una sutil sonrisa se asoma de sus labios.
-Es broma, lamento haberte golpeado con el balón Light-kun, fue un completo error mío, la verdad no estoy familiarizado con el soccer e intenté meter un tiro en la esquina del lado izquierdo pero de alguna forma terminó en tu rostro, bueno aunque al final si entró el balón a la red, debo practicar mas ya que aun no se darle dirección a la pelota.
-No hay problema Ryuzaki.- así debe ser, pero ya veré la forma de darte tu merecido.
-De todas formas, gracias por poner tu enorme cara que nos ayudó a ganar. -¡ESE CABRON!
Todo mundo comenzó a gritar, unos alentando otros diciendo que nos detuviéramos, lo cierto es que dijeran lo que dijeran no podíamos parar aquello, en un arranque de ira me fui sobre Ryuzaki y le di un puñetazo en el rostro, no sé ni por qué lo hice, fue un impulso, creí que todo quedaría ahí, solo lo vi caer pesadamente, un poco aturdido me acerque a él ofreciéndole disculpas y extendiéndole la mano para ayudarle a levantarse y lo que recibí por respuesta fue… una patada en mi cara que si bien ya estaba roja y adolorida por el pelotazo ahora el dolor apareció con el doble de intensidad a la vez que fui disparado hacia atrás, a partir de ahí ya nadie podía detenernos, llovieron mas puñetazos y patadas por parte de ambos y debo de aceptar que el condenado tiene buena condición, ha quedado más que claro en las clases de deporte pero confirmarlo ahora con mi cuerpo como costal de arena ha sido más que doloroso, tiene una fuerza endemoniada, en más de una ocasión me ha dejado sin aire con sus patadas aunque puedo decir lo mismo, sé que mis puños han acertado en más de una ocasión en su rostro y seguro que mañana despertara con unos cuantos hematomas algo dolorosos.
-¡CHICOS!-
Kazuo saltó de pronto interponiéndose nuevamente, el pobre ya lo había intentado antes pero incluso él terminó recibiendo un par de golpes, pero esta vez logro detenernos a pocos milímetros de estrellar sendos golpes en su persona a lo que quedó encogido sobre sí mismo. Al percibir el peligro proveniente de los dos lados cerró instintivamente sus ojos e intento protegerse lo mejor que pudo, pero para su fortuna Ryuzaki y yo nos detuvimos a tiempo de molerlo a golpes, incluso el mismo Kazuo dudada que fuese a salvarse de esa tunda ya que tardó en abrir los ojos temeroso.
-¡Estúpidos!- bufó cuando recupero el aliento y furioso jalo de mi brazo arrastrándome a la enfermería al tiempo que una chica rubia se colgó del brazo de Ryuzaki y se lo llevó, después de que Kazuo interfiriera nadie dijo nada, ni siquiera nosotros dos, solo nos mirábamos desafiantes antes de ser separados.
-Nunca pensé que de verdad fueras un imbécil Light, ¡le saltaste encima!
-Él me provocó ¿acaso no lo notaste?- atropelladamente llegamos hasta la enfermería dejando miradas de asombro y preocupación por todos los pasillos donde pasamos.
-¿Light?- la enfermera que minutos atrás me había despachado con una bolsa de hielo me veía asombrada ahora, no la culpo, mi ropa está hecha un desastre, siento la cara del tamaño de un camión y creo que así mismo se ve.
-Le traigo a este idiota de nuevo, haber si tiene una bolsa de hielo más grande para dejársela caer en todo el cuerpo, entre más grande mejor, con suerte se le entume el cuerpo y así ya no sentirá dolor mañana.- la encargada solo niega un par de veces y lanza un suspiro antes de tomarme de un hombro y conducirme a su propio asiento.
-No creí que Light Yagami vendría a parar a la enfermería por una riña.- dice al tiempo que comienza a limpiarme las heridas con un algodón sujeto por una pinza, el solo contacto me arde endemoniadamente.
-Se lo encargo, iré a ver si encuentro al otro idiota.- solo veo como mi amigo sale del consultorio y no puedo evitar soltar un bufido de frustración.
-¿Sucede algo Yagami?, ¿acaso tú fuiste el que quedó peor?
-. . . – ¿no tengo por qué contestar a eso verdad?, de todas formas creo que a los dos nos toco igual, no creo haber quedado en peor estado que Ryuzaki, maldito freak, de todas formas creo que fue mi culpa, me deje provocar, pero no puedo evitarlo ese sujeto pone a prueba mis limites.
Poco después de que me pusiera una gasa arriba de la ceja y unas banditas en las mejillas, me condujeron a la dirección, para mi fortuna Kazuo no llegó con Ryuzaki mientras me curaban aunque mi gusto duró poco al encontrarme al ojeroso en la dirección, tenía una gasa que cubría toda su mejilla derecha y una bandita en la izquierda.
Escuchamos un largo sermón del director sentados incómodamente cerca, el hombre no dejaba de decir que lo decepcionamos, que esperaba ese comportamiento de cualquiera menos de nosotros y una sarta de salmearías más. Cuando por fin termino Ryuzaki fue el primero en ponerse de pie y disculparse, alegando que no volvería a pasar, me toco hacer lo mismo y fuimos despachados con la amenaza de que mi padre y su tutor se enterarían.
Fui el último de los dos en salir, cerré la puerta despacio tras de mi viendo la espalda de Ryuzaki quien se quedo parado esperándome.
-Lo siento Light-kun.
-Discúlpame tú a mi Ryuzaki, fue mi culpa, no debí perder la cordura.
-Descuida, no es que me haya molestado en realidad, solo que no podía permitir que te quedaras sin tu merecido.
-No entiendo que…- acá el golpe seco de su puño estrellándose en mi cara me impido terminar la frase, así es, ¡el muy maldito me golpeo de nuevo!
-¡Ryuzaki! ¿¡Qué te pasa! Estás loco o qué demonios!?
-No, con ese golpe quedamos a mano, me detuvieron antes de que pudiera regresártelo.
-¡QUE!- el imbécil se puso a relatarme la pelea mientras me sobaba mi mancillada mejilla y me enumero cada uno de los golpes que nos repartimos.
-Así que con este golpe ambos quedamos iguales, 12 de 12.- ¿es una broma?, ¿acaso estuvo contando cuantos golpes nos dimos?
-No tenías que golpearme de nuevo imbécil.
-¿Sucede algo?- ambos nos volvemos hacia la voz del director, seguramente nos escuchó apenas salimos, grandioso, otro sermón.
-Ya olvídalo Light, esta vez tuviste la culpa- me dan ganas de golpear a Kazuo, ¿Cómo diablos dice eso?, es cierto, yo di el primer golpe ¡pero él me provocó!, ahora nos encontramos sentados en uno de los jardines del instituto, al parecer el profesor de algebra tuvo un imprevisto y no hubo tiempo de conseguir un suplente, es un alivio ya que es un martirio estar en clase con todo el cuerpo molido.
-Si… tienes razón, yo fui el que se le lanzó pero no sé por qué no lo soporto Kazuo, siento que todo lo que hace lo hace solo con el propósito de molestarme.- al final decidí soltarme un poco con mi compañero.
-Ya bájate de tu nube Light- volteo a verlo confundido pero su vista está centrada en un punto especifico del cielo. –Sólo porque todo este tiempo has sido el centro de atención no quiere decir que nadie más puede serlo, es cierto que Ryuga no es tan popular como tu pero también está en boca de todos, la mayoría del tiempo está bajo escrutinio público, su forma de ser tan apático, solitario, inteligente, atlético y con una apariencia que dice lo contrario es obvio que es una rareza en la escuela.
-Grrr, eso ya lo sé, pero…
-Es eso lo que te molesta, tú con toda tu perfección estas siendo opacado por alguien como él.
-¡Todos le odian! ¡De ninguna manera puedo sentirme opacado por alguien como él!
-Puedes tener razón, ciertamente no es del gusto de la mayoría pero eso no quita que te moleste el interés que levanta, te has sentido humillado cada vez que te gana en algo o cuando empatan, a fuerzas quieres ser mejor, quieres sobrepasarlo para así tener de nuevo toda la atención tu mismo, quieres que nadie lo tomé en cuenta, que solo vean lo grandioso que eres.
-No es así como lo estás diciendo…
-¿No?, eres mi amigo y por eso te digo todo esto, Light, estas celoso de Ryuga.
-¡Por supuesto que no!
-Y en tu pequeño mundo de perfección crees que él está tratando de sobrepasarte así como lo haces con él, pero te digo algo, creo que Ryuga apenas y se interesa en tu existencia.- ¿Q..Que ha dicho?- ¿crees que eres el único ser especial en el mundo?, ¿acaso te has auto impuesto ese título?, ¿crees que los demás quieren alcanzarte y hacerte enfadar solo para que los notes o algo así?, por la forma en que me hablas de él pareciese que eso piensas, que te está siguiendo, que él vive y muere por humillarte, pero amigo mío, tengo que decirte que estas equivocado.
-¡No digas nada Kazuo! ¡Estas equivocado, no pienso de esa manera!- hasta entonces deja de ver el cielo y me lanza una mirada afable cosa que me molesta mucho, me siento como un niño siendo consolado.
-Me alegra escuchar eso- asiento lentamente al tiempo que él me lanza una sonrisa para luego volver a perderse en el cielo, la verdad por alguna razón me encuentro analizando cada una de sus palabras- aunque…- sus palabras me sacan de mis cavilaciones – en realidad quien parece desesperado por alcanzarle eres tú, no, más bien pareciese que estas empeñado en hacer que Ryuga te note.
-¿Qué me note?-
-Sí, creo que te esfuerzas demasiado en llamar la atención de Ryuga... sí, eso es más preciso, siempre has tenido la atención de todos pero ahora ese chico nuevo parece no tomarte en cuenta y eso te ha hecho enloquecer Light, si que te has desvivido compitiendo con él solo para que te haga caso y te pone furioso que a pesar de todo lo que hagas él siga sin dar muestras de interesarse por tí.- siento la cara arder de vergüenza y de ira a la vez ¡como se atreve a decir eso!, hasta ahora he considerado a Kazuo un amigo pero que diga esas cosas me hace odiarlo ¡cómo puede suponer siquiera semejante barbaridad!, totalmente molesto me pongo de pie y lo dejo ahí.
-Eres un estúpido Kazuo, solo dices cosas sin sentido.- me alejo de él a toda prisa y entro al edificio, no tengo ánimos de asistir a otra clase ni de ver a Ryuzaki, lo mejor es ir a la enfermería de nuevo y que me den un pase o me dejen permanecer ahí hasta la hora de la salida no creo que me lo nieguen después de todo la pelea me da la excusa perfecta.
Antes de llegar hago una parada en el baño, intentaba refrescarme el rostro pero al verme en el espejo con las banditas en la cara preferí prescindir de eso y solo me humedecí un poco la nuca; afortunadamente no había nadie, quería permanecer un rato a solas y sin que me estuvieran preguntado en todo momento si me sentía bien, si me dolía algo o si quería ayuda para vengarme de Ryuzaki; solo, quería estar solo, de alguna manera las palabras de Kazuo me perturbaron un poco, por supuesto que el hecho de que yo esté pidiendo a gritos que Ryuzaki me tome en cuenta está descartado, lo que me preocupa en si es el hecho de que me estoy tomando muy apecho esta situación y no sé hasta qué punto tiene razón Kazuo respecto a todo lo demás que dijo.
De cualquier manera no es importante, tratare de ya no molestarme tanto por las acciones de Ryuzaki aun y cuando él hace todo eso para molestarme ¡lo sé!
Vuelvo a refrescarme la nuca y me seco perfectamente las manos, cuando estoy a punto de salir la puerta se abre antes y frente a mi aparece Ryuzaki, no sé cómo ni porque pero de nuevo una extraña sensación recorre mi cuerpo, siento mi sangre hervir y aprieto los puños con fuerza, odio a Ryuzaki y no creo poder evitar ese sentimiento.
-Light…
-Ryuzaki…