9
Light, Ryuk.
“Engranes”
Me parece extraño que Ryuzaki no haya venido a la escuela, posiblemente aun no se recupera de la pelea de ayer aunque eso es poco probable, tampoco es como si lo hubiera aporreado con saña, bueno, no con mucha, de todas formas no creo que haya quedado mucho peor que yo, aunque posiblemente es más débil de lo que creí.
“-¿Hasta cuándo quedaras satisfecho?
-Hasta que seas completamente tú, hasta que muestres realmente como eres
-Te valdría decir eso si realmente me conocieras.
-Todo lo contrario, lo digo porque no te conozco, no permites que mire al verdadero Light Yagami, después de lo ocurrido hoy no puedo quedarme con la imagen que todos tienen de ti, no, ese no eres tú y francamente me molesta la gente así, la gente que no es honesta, que usa mascaras, las personas así son lo peor.”
¿Cómo se atreve ese idiota a juzgarme de esa manera?, se nota que él mismo se esconde dentro de un disfraz, maldito freak.
-Oye Yagami ¿acaso piensas quedarte todo el descanso en el salón?- al despegar la vista de la pizarra me encuentro a Mine de brazos cruzados a un lado ¿en qué momento terminó la clase?
-Lo siento, tengo unos asuntos en casa que me están absorbiendo el cerebro.
-Eso es raro en ti, bueno vayamos a la cafetería, Takada nos guardara lugar pero apurémonos.
Como es costumbre en nuestra cafetería todo es un caos, afortunadamente Takada nos guardo nuestros asientos y Kazuo con otro compañero nos consiguieron nuestras charolas evitándonos formarnos en la interminable cola.
-Vaya, no parece que te hayas peleado ayer te ves como si nada- es Mine abordándome, desde ayer no ha dejado de verme como un bicho raro.
-No sé porque le dices eso, mira, su rostro esta hinchado- me alarmé un poco ante las palabras de Kazuo, ¿hinchado? No lo creo, al menos cuando salí de casa me examine minuciosamente y no vi nada más que un moretón en el cuello, pero eso no fue resultado de la pelea si no de lo que pasó después…
-No quiero hablar sobre eso.- puntualizo pero al parecer Kazuo no quiere dar por zanjado el tema.
-Oye ¿pero por qué no?, si es la notica caliente de la escuela, todo mundo habla sobre ello, creo que Ryuuga ya se lo esperaba y decidió mejor no venir.
-Es eso o seguramente Yagami lo dejó en el hospital ya que no lo volví a ver en clase después del incidente.
-No creo, yo lo vi muy bien cuando se lo llevo la rubia, no parecía ir herido.- hasta ese momento había permanecido en silencio mientras terminaba mi almuerzo sin aparentar poner demasiada atención a los comentarios, pero la mención de la rubia me hizo volverme hacia Kazuo.
-¿Rubia? – la mirada que me lanzó a través de sus lentes fue de irritación.
-¿No la viste?- alzó la ceja confundido antes de acomodarse sus gafas, el breve momento de silencio que me es otorgado lo ocupé para hacer memoria y logro hacer aparecer en mi mente el momento en que Kazuo me jaloneaba hacia la enfermería, apenas había logrado separarnos y a lo lejos veo a Ryuzaki siendo halado también por una chica, no le vi el rostro y no supe enseguida quien era.
-Ya recuerdo, ¿es una estudiante de segundo no?- mi mente se aclara, me parece conocida su figura.
-Yo también la vi, es una sempai y es popular por cierto entre los chicos de su curso, sobre todo porque hasta ahora nadie ha podido conquistarla, dicen que rechaza a todos los que se le acercan además de que es una persona demasiado frívola y engreída, esa fama la sigue desde que era estudiante de primero, me parece que le dicen Wedy- me informa amablemente mi querida compañera Takada.
-Es una estúpida- todos nos volvemos hacia Mine -¿Qué?, lo es, pero lo son más los imbéciles que andan tras de ella, es una zorra.- nos volvemos a concentrar cada uno en nuestros pensamientos, Mine es algo envidiosa y quisiera acaparar la atención de todos los chicos solo para ella.
-Pues quien sabe, pero al parecer Wedy y Ryuuga son amigos y parecen conocerse desde antes y fuera del colegio, además ambos son extranjeros.- le doy la razón a mi compañero
-¡Ya no hablemos de esa mujer por favor, me irrita!
-No seas envidiosa Mine.
-¡Cállate cuatro ojos!- tanto Kazuo como Mine comienzan a discutir pero apenas les pongo atención, quisiera saber el motivo por el que no asistió a la escuela, ¿será que ya no volverá?, es poco probable pero se ve que su familia es de dinero o eso me hace pensar la limosina con la que lo vienen a dejar, posiblemente pueda cambiarse de colegio cada vez que quiera y los hay mejores que este.
-Pero Ryuuga si vino.- mis compañeros interrumpieron su discusión y todos quedamos viendo a Takada, que hasta ese momento se había mantenido reservada.
-¿Cómo? ¿Lo viste?- me ganó Kazuo al preguntar.
-Sí, hoy llegué más temprano de lo habitual ya que mi padre me trajo en su auto y no tuve que tomar el tren. Cuando me estaba bajando del coche lo vi entrar al colegio pero cuando me dirigí al salón de clases él no estaba y pues hasta ahora no ha aparecido, posiblemente solo se presentó para hablar con el director y se fue. ¿Qué tan temprano habrá llegado Takada que nadie más que ella lo vio?
-Pues qué raro… ¿Qué opinas Light?- me pregunta Kazuo con interés y una sonrisa burlona dibujada en su rostro.
-Debe ser como dice Takada, tal vez solo se presentó para hablar con el director, posiblemente tramitó su permiso.
-Sí, puede ser… ¿Oye Takada y traía su uniforme?- vuelve a preguntar en el mismo tono.
-Sí, bueno, le faltaba el saco y la corbata pero el siempre se lo quita.
-Sí, él normalmente se quita el saco pero no la corbata ¿traía su camisa?
-Sí.- termino rápidamente lo que quedaba de mi almuerzo y me disculpo con ellos argumentando que tenía que ir a los lavabos, mas sin embargo apenas salí de la cafetería corrí hacia los casilleros, busqué el de Ryuuga y lo abrí, en efecto, no estaba su saco, solo su corbata y su camisa.
Hoy antes de entrar a clase, metí en su casillero la ropa que me había llevado conmigo, supuestamente él no había venido pero según Takada si lo hizo, así que quería asegurarme si abrió su casillero, al parecer así fue e incluso tomó su saco, eso me hace pensar que aun está en la escuela ¿Por qué tomaría solo su saco? Yo en su lugar tomaría toda la ropa y me iría a casa, pero él debe estar en el instituto, solo para confirmarlo, iré a dar un vistazo en la azotea.
Tal como lo pensé allí esta, abrí cuidadosamente la pesada puerta que da al exterior con la intención de no hacerla rechinar, no quiero que se dé cuenta de mi presencia, bueno ya lo vi ya me voy…
Él permanece sentado con las rodillas pegadas a su pecho y sus brazos cruzados sobre estas, al parecer también su rostro descansa sobre sus brazos, en realidad ya que esta de espalda no puedo asegurarlo. Tengo una extraña inquietud, siento que necesito hablar con él, después de todo la última vez que nos vimos fue en una situación demasiado incomoda, y lo es más tener que hablar sobre el asunto pero quiero dar por zanjado todo esto, me acerco sigilosamente poco a poco y de alguna manera me perturba un poco verlo con su saco lo sostiene aún como lo doblé entre los brazos, estaba por abrir la boca pero me detuve justo en el momento en que al parecer se detiene a olerlo, y digo se detiene por que parece querer deleitarse con el aroma de la prenda.
-Light…- una descarga eléctrica sacudió mi cuerpo cuando le escuché nombrarme ¿me descubrió?, parece que no ya que permanece inmóvil, o acaso ¿está pensando en mi? -¿Cuánto tiempo más vas a permanecer mirándome?- dice de pronto al tiempo que voltea a verme con la misma cara burlona que una vez me hizo Kazuo, me desconcertó demasiado aunque no lo demostré pero me irrito el hecho de no saber hasta qué momento se dio cuenta de mi presencia ¿habrá hecho ese gesto con el saco apropósito porque sabía que estaba aquí?
-¿Qué sucede Light, no vas a contestar?- fastidiado me acomode el cabello mientras formulaba mi respuesta.
-Te vi demasiado pensativo y no quería importunar.- pareció extender su sonrisa pero esta luego desapareció y volvió su vista al horizonte.-¿Y qué haces aquí?- suspiro antes de contraatacar con otra pregunta.
-¿Por qué no entraste a clases?
-¿Qué haces aquí?- parece que no le gustó que lo hiciese.
-Pensé que te encontraría acá.
-¿Qué haces aquí?- ¡este sujeto!
-Vine a buscarte.
-¿Para qué?
-Necesitamos hablar
-No lo creo.
-Sobre lo que pasó ayer.- permanece en silencio perdido en sus pensamientos hasta que lo veo ponerse de pie lentamente al tiempo que se coloca el saco.
-Lo que pasó ayer fue algo desafortunado, pero tienes mi palabra de que no volveré a golpearte.
-No me refiero solamente a la pelea si no a lo que pasó después.
-¿Lo que pasó después?- por un momento me mira confundido, chasquea la lengua y saca del bolsillo de su pantalón una paleta a la cual le quita el envoltorio fácilmente. –Ah sí, quieres hablar de cómo me atacaste y te me fuste encima como perro en brama. - ¡CIELOS!
-¡¿Qué estás diciendo!?, ¡lo haces ver como si yo hubiese sido el único!, ¿acaso no recuerdas como te estrujabas contra mí? ¿Tampoco recuerdas los gemidos que soltabas?- su mirada permanece sombría y la mía petulante, él fue el débil no yo, él fue el que se dejó arrastrar no yo.
-Acepto parte de la responsabilidad- dice por fin pero desvía la mirada y puedo notar un ligero rubor en sus mejillas.- ya que los dos pusimos de nuestra parte para terminar así, pero quiero dejarte claro Light que mi cuerpo solo reaccionó a los estímulos, fuiste tú el que tuvo una erección y la estuviste restregando sobre mi pene ¿Cómo no excitarme con ello?, fue obvio que mi virilidad pedía más contacto, se sentía bien y no podía reprimirme.- ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ESTE TIO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
-¿¡Acaso siempre hablas de ese forma tan desagradable?! ¡No tienes la menor delicadeza al decir las cosas!
-Solo digo las cosas como son, no tengo por qué disfrazar mis palabras o hacerlas ver más bonitas, en todo caso de eso no es de lo que estamos hablando, fuiste tú el que se mostró furioso y aparentemente agresivo ¿querías golpearme no?, ¿¡Cómo demonios puedes estimularte con eso!?- ¡no pasó así como él dice, definitivamente no!
-¡Eso fue porque te estabas frotando contra mí!
-Claro que no.- me reta con la mirada y aparece su sonrisa burlona de nuevo -Te gustan los hombres verdad Light, ¿acaso soy tu tipo?- esto es demasiado, no pienso seguir soportando esto, totalmente furioso lo tomo del cuello de su camisa y acerco mi rostro al suyo, casi escupiendo mis palabras.
-Escúchame bien subnormal, no me gustan los hombres y si remotamente así fuese definitivamente TU no serias mi tipo, no me agradas, si de mi dependiese el que no te volviese a ver créeme ya habría hecho valer esa extraordinaria opción, así que no te creas tanto tampoco solo porque alguien ha tenido un pequeño desliz desafortunado contigo que además fue involuntario, para que te lo sepas; me repugnas y dudo que a alguien le llegues a interesar por que no solo tú si no también tu carácter son horribles.- sus ojos vacilan, e intenta zafarse pero antes de que lo logre lo lanzo y se estrella contra la malla de protección que rodea la azotea, por un momento nos sostenemos las miradas, la de él se muestra dudosa, la mía por el contrario segura y furiosa.
Se lleva a la boca su paleta que hasta ese momento no había tenido oportunidad de degustar, le da unas dos vueltas antes de sacársela de nuevo.
-Supongo que tu tipo han de ser asesinos gigantes de apariencia hostil con look gótico.- no tiene caso seguirle en su juego, lo mejor es irme de ahí, sin decir nada más me doy media vuelta pero antes de que cierre la puerta tras de mí le escucho exclamar:
-Gracias por la ropa- doy un portazo antes de bajar corriendo las escaleras.
El resto de las clases transcurrió normalmente, claro con la ausencia de Ryuzaki a quien ya no volví a ver en el resto del día escolar, al terminar las clases opte por pasearme en la zona comercial antes de ir a casa, necesitaba pensar fuera de ahí ya que sentía que me traicionaba a mi mismo al permitirme aceptar ideas que no iban con la ética familiar, así que para mi propia tranquilidad e incluso salud mental (por pensamientos obscenos que de repente me asaltan) he decidido que lo mejor es despejarme en la calle, o es eso o simplemente no quiero llegar a mi casa eso es todo.
No he recorrido ni la mitad de lo que planeaba cuando una silueta conocida me distrae, esa figura alta, voluptuosa y extravagante la conozco, esos cabellos plateados se mecen con su andar.
-¡Rem! ¡Rem-san!- para mi alivio se detiene al parecer logré hacer que me escuche, con tranquilidad se vuelve a verme pero se nota la sorpresa en su rostro además de la molestia también, probablemente no le agrada para nada encontrarse conmigo.
Apresuro mis pasos y en poco tiempo ya estoy con ella quien no deja de mirarme de forma inquisidora a través de sus gafas.
-¿Qué quieres?- definitivamente no quiere regalarme nada de su tiempo ¿ni un saludo ni nada?
-Necesito hablar contigo.
-Si se relaciona sobre el asunto de Yamato olvídalo, Ryuk ya me dijo que andas paranoico lo que francamente no me importa pero tampoco quiero que me andes molestando con eso así que entérate de una buena vez que ese asunto con la policía ya está arreglado.- niego con la cabeza, es cierto que eso me preocupaba pero no era de lo que quería hablar.
-No se trata de eso.
-He investigado a un amigo tuyo, Ryuk me dijo conocerlo y también dijo que le parecía sospechoso.- ¡¿q..qué?!
-¿Te refieres a….- no quise pronunciar su nombre, tal vez le caiga una maldición o algo así.
-Ryuuga Hideki, va en tu colegio ¿no? Y no solo eso, también va en tu grupo, ese niño declaró a la policía que había visto dos shinigamis refiriéndose a Ryuk y a mí obviamente y ha asegurado que nosotros somos los asesinos de esa noche.- estoy sorprendido pero no porque Rem haya estado investigando, si no por el hecho de que ¡está hablando de todo eso en pleno pasillo comercial!
-Ah… pues, él es listo no me sorprende que dedujera eso ¡pero es culpa de ustedes por dejarse ver!, además Ryuk me dijo que ambos hablaron con él ¿¡En qué demonios estaban pensando!?- la veo acomodarse sus gafas de sol lanzando un suspiro de fastidio.
-Mira, solo lo investigué porque tengo ese habito, de hecho a ti también ya te he revisado, además de que quería descartar sorpresas pero la verdad no hay de qué preocuparse, ese niño es inofensivo…
-Entonces por qué comenzaste a hablarme de él…
-Para que tengas cuidado, tú nos conoces a ambos y si se te ocurre abrir la bocota con ese chico solo porque es tu amigo ten por seguro que yo misma me encargare de matarlos y lanzar sus cuerpos al rio, pero tendré especial cuidado contigo haciendo más dolorosa y lenta tu muerte.- un horrible frío circuló por todo mi cuerpo erizándome la piel.
-No es necesario que me amenaces Rem-san, además no has investigado muy bien ya que ese chico y yo no somos amigos, es cierto que somos compañeros de clase pero hasta ahí, si pusieras más cuidado cuando investigas incluso habrías notado que más bien somos rivales.- levanta una de sus cejas y vuelve a acomodarse sus gafas, me irrita ese tic que tiene, además de que no ha dejado de voltear insistentemente hacia el otro extremo del corredor.
-Interesan…- no termina su frase y se queda perpleja, lo que sea que descubrió del otro lado de la calle la dejó con la boca abierta, no logro contener mi curiosidad y discretamente volteo hacia la misma dirección que ella topándome con una conmoción parecida, no se la razón por la cual quedó Rem petrificada pero al menos yo casi me infarto al ver a Ryuzaki en el extremo opuesto, no es que me sorprenda verlo mucho en sí, pero se me hace extrañísimo ya que él nunca anda paseándose o esa impresión me ha dado ya que siempre lo llegan a recoger en su limosina y he pensado en la patética idea de que ese sujeto solo conoce su casa, la limosina y la escuela, no me parece que sea alguien que guste de caminar y pasearse por lugares públicos populares ya que él mismo ha dejado más que claro que odia “engentarse”
¿¡Por que precisamente hoy se le ocurre a él también salir a caminar al mismo sitio que yo!? Y no solo eso ¿¡cómo demonios puede aparecerse justo cuando estoy platicando con Rem!? ¡Una shinigami que además él conoce y de quien sospecha!
Afortunadamente no parece haber reparado en nuestra presencia y nos escabullimos dentro del local de artesanías frente al cual nos encontrábamos, desde adentro seguimos husmeando ya que Ryuzaki se quedó estático en ese lugar platicando con una chica. Erróneamente creí que la aflicción de Rem era por ver a Ryuzaki pero nada de eso, más bien se trataba por verlo con “alguien” más y ese alguien es una rubia de coletitas.
-Misa…- murmura
-¿La conoces?
-Sí, no me agrada que se haya topado con ese chico.- por lo que pude observar Ryuzaki se tropezó con la tal Misa y le tiro las bolsas de compras que llevaba consigo, cuando nos escondimos la estaba ayudando a recogerlas y en este momento ambos parecen despedirse y mi compañero se aleja lentamente dejándola ahí, cuando se ha perdido de vista es cuando Rem aprovecha y sale en busca de la joven.
-¡Misa!
He salido corriendo también tras de ella hasta que llegamos al encuentro de la rubia.
-¡Rem!, te he estado buscando, ¡no estabas en donde quedamos!
-¿Estás bien?, ¿te dijo algo ese sujeto?
-No, solo chocamos porque ambos veníamos distraídos ¡te estaba buscando REM!- hace un enorme puchero antes de soltar sus bolsas en un acto infantil de berrinche, Rem solo lanza un suspiro y se voltea a verme es entonces que la rubia aparentemente repara en mi existencia y me queda viendo con un rostro que ni siquiera se capaz de definir.
-¿Tu… quien eres?- la shinigami solo se frota la cabeza con irritación y se acomoda sus gafas antes de interponerse entre Misa y yo, al parecer no le agradaba encontrarse conmigo y menos le agrada el hecho de que ahora me vea con esa niña. A pesar de todo me hago a un lado y me acerco a saludarla.
-Mi nombre es Light, soy un amigo de Rem-san.- la susodicha me lanza una mirada furiosa, no puedo verla debido a sus gafas pero cualquiera puede notar su disgusto.
-¡Rem! ¡¿Por qué no me habías hablado de él!?- protesta antes de acercarse y pegarse a mi brazo- ¡Mi nombre es Misa! ¿De dónde conoces a Rem? ¿También eres un shinigami?
-¡Misa!- le riñe totalmente irritada pero me empeño en seguir el hilo de la conversación antes de que Rem la rompa.
-No, no lo soy pero nada me gustaría más que ser un camarada de Rem-san.- le sonrió de la forma más cálida que tengo y de pronto siento un nudo en el estomago y me quedo hecho piedra, acabo de aceptar semejante cosa ¡en medio de la calle!, bueno, al menos creo que tengo eso en común con el resto de los shinigamis: parece no importarles hablar de ese tema tabú en público… Ah y no te he dicho mi nombre por cierto, soy Light, mucho gusto Misa-
-Nos vamos-
-¿Ehhhh?, Rem ¿¡por qué?!- sin dar tiempo para protestas veo como la monumental mujer se lleva a rastras a la rubia.
-Hablaremos después Light, nuestra platica no está terminada- sentencia antes de irse, al menos me ha dicho que hablaremos de nuevo, eso es bueno pero en realidad no tengo intenciones de esperar más tiempo, por lo que he notado a Rem le dificulta decirle “NO” a Misa y afortunadamente puedo tomar ventaja de ello.
-Rem-san, por favor permíteme acompañarlas, nada me gustari…
-¡Sí! ¡Que nos acompañe Light!, anda Rem, tiene mucho que Misa no habla con nadie de su edad y ¡menos con un chico!
-Misa… esta vez no
-¡Anda! No seas mala Rem sabes que me he estado muriendo del aburrimiento, ¡Light es tu amigo! Así que no debería de haber problema para hablar con él.- la shinigami me lanza una mirada y al parecer medita la petición de la chica.
-Está bien, acompáñanos Light, compraremos pizza.- ¿Qué ha dicho?, ¿pizza?
-¡Siiii! ¡Light cenará con nosotras!- después de eso sentí como mi brazo era prácticamente arrancado por la rubia mientras era arrastrado a cualquiera que fuese el destino de esas mujeres.
/////////////////////// R Y U K ///////////////////////
A veces me pregunto si la gente no tiene mejores que hacer aparte de joderme, ese imbécil lleva bastante tiempo tocando la puerta de mi habitación y no tiene clara intenciones de irse.
-¡Ryuk bastardo, se que estas ahí abre!- denme un respiro maldita sea, me han estado tratando como un miserable peón, primero me mandan a América, me hacen encontrarme con esos estúpidos que resultan ser unos niños ¿Qué demonios piensa el rey? Y ahora regreso a Japón y todo para encontrarme con que nuestro nuevo socio es un mocoso también ¿me vieron cara de niñera o qué?, al menos deberían dejarme relajarme de vez en cuando.
-¡RYYYYYYYYYYYYUUUUUUUUUUUK!- maldita sea…
-¡Ya voy! ¡Deja de azotar la maldita puerta!- furioso arrojo las frazadas y me levanto de la cama antes de darme cuenta de que estoy desnudo, inmediatamente mis ojos se posan en la mata de cabellos negros que descansan en la almohada contigua a la mía, ese chico sí que tiene el sueño pesado para no despertarse con semejante escándalo, bueno aunque tampoco puedo culparlo de verdad ha de haber quedado agotado después de que lo hicimos kukuku.
-¡Ryuk!- ese maldito desesperado, al menos debería dejarme encontrar mis calzoncillos.
-Un segundo, no encuentro mi ropa.
-Lo sabía maldito ninfomaníaco, solo abre no es que tengas algo diferente a mi.- al final encontré mis calzoncillos para que al fin pudiese abrir la puerta y me encuentre a un tipo moreno enfundado en unos pantalones vaqueros y una camiseta apache, usa un par de colmillos como aretes y otro más cuelga de una cadena en su cuello.
-¿Qué demonios quieres Zerh?- no solo ignora mi pregunta si no que además me hace a un lado y entra en la habitación.
-El rey me ha mandado a buscarte, apagaste tu móvil y necesita hablar contigo.
-Entonces que haces tú aquí, si quería hablar hubiera venido él a buscarme.- ignorándome nuevamente camina hasta la cama para quedarse viendo inmóvil a la figura debajo de las cobijas que sigue durmiendo tranquilamente, su respiración acompasada es visible al ver el subir y bajar de las frazadas sobre su cuerpo.
-Hey tu, levántate.
-Déjalo, vayámonos nosotros.
-¿Hum?, no me digas que es un chico esta vez.
-Sí y no quiero estar aquí cuando despierte, así que vámonos.
-Vístete primero estúpido.- hago caso de su recomendación pero por qué no me queda de otra no por que necesariamente le obedezca… una vez vestido enciendo mi móvil y este inmediatamente comienza a sonar asustándome, en mi aturdimiento apreté el botón rojo y cancele la llamada.
- . . .
-De verdad que eres un tonto.
-Cállate.
-¿Ryuk?- ambos nos volvemos hacia la cama de dónde provino la endeble voz, entre las cobijas emergía la delgada figura quedando descubierto su torso desnudo.
-Mira, ya despertó tu amiguito. – se bufó Zerh y no pude hacer menos que molestarme, en realidad pensaba escabullirme dado que la oportunidad era buena, no creí que ese chico despertara en realidad, pero ahora ahí estaba sentándose y tallándose los ojos con los nudillos en un aire por demás infantil, me pregunto ¿él también se levantara de la misma forma?
-Oye qué bueno que por fin despiertas, vístete y sal de aquí, tengo trabajo que hacer.- deja de tallarse los ojos y hace a un lado las sabanas para ponerse de pie, en el momento en que ve al idiota de Zerh prácticamente palidece y parece contener un grito, rápidamente corre a refugiarse en la cama de nuevo.
-¡Ryuk que significa esto! ¡¿Quién es él?!
-Solo haz lo que te ordené, después te llamo, ahora mismo tengo que tratar negocios con él así que vete.- por más que intento no puedo recordar su nombre, me pongo a buscar su ropa y se la aviento.
-Vístete rápido.
-¿Por qué?, esto es muy repentino- obedece pero no deja de quejarse, se pone su uniforme de camarero y se marcha.
-Dime por favor que es mayor de 18 años.- desganado me dejo caer en una silla
-Pues me dijo que tenía 20 y supongo que es así, no creo que dejen trabajar a menores de edad en ese bar.
-Parece más joven, ¿De verdad le llamaras?
-¿De qué hablas? Ni siquiera guardé su número, solo quería divertirme un rato.
-Rem no se equivoca al decir que eres despreciable.
-Vete al demonio y de una vez suelta lo que tengas que decir, o solo venias a darme el recado del Rey.
-Hey, tú fuiste el que dijo que nos iríamos.
-Pero ahora se largó él así que da igual ¿tienes algo más que decirme?
-No, solo era eso, se supone que fuiste a Los Ángeles para traer a Beyond pero no lo hiciste, regresaste solo, no te presentaste ante el rey a informarle y solo dejaste un recado diciendo que ese sujeto llegaría hoy a primera hora cosa que no ha sucedido, no has hecho bien tu trabajo y está furioso.- no sé cómo se les ocurre mandarme por ese par, simplemente les informe que tenían que acompañarme y no quisieron, les dije que era una orden y alegaron que si vendrían pero que tenían cosas que hacer antes y no podían acompañarme así que vendrían por su cuenta ¿tenía que obligarlos? No me dijeron que lo hiciese, además para mí su palabra es confiable.
-No les conviene no venir así que no deberían preocuparse por ellos, no han de tardar en…- la escandalosa melodía de mi celular vuelve a hacerse presente, esta vez compruebo el numero y no puedo evitar soltar una risa de satisfacción antes de contestar.
-Ey, me están regañando por tu culpa ¿en dónde demonios estas?... ok, nos vemos allá.- guardo el celular en mi bolsillo antes de tomar mi chaqueta y dirigirme a la puerta.
-Ya deja de llorar Zerh, nuestros invitados ya llegaron, vayamos con el anciano.
-¿Qué?, ¿B ya está en Japón?- no me molesto en contestarle, solo lo dejo seguirme, de alguna manera me siento revitalizado, desconozco las razones que tenga el Rey de mandar a llamar a esos chicos, siempre los ha querido lejos pero sin duda alguna que los traiga a su madriguera es porque piensa hacer algo grande me pregunto que será, posiblemente tenga que ver con el reciente nombre en la Death Note, después de todo esos dos alguna vez fueron chicos de Wammy y compañeros de L, kukuku, creo que sucederán cosas interesantes.