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Te amo en silencio por Lady_of_murder

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Notas del capitulo:

Hola de nuevo

Bueno...

Recuerden que este proyecto ya pronto terminara...

Y disculpen la demora

Pero mi red fallaba al momento de subir el cap

Espero les guste

¡Ahora a leer!

 

Fue lo mejor…

El decidió lo mejor para él…

Ahora me toca a mí decidir lo mejor para mí…

Y yo ya tome una decisión…

Me olvidare de Damián…

Para siempre…

No podía creer que aun existían las lágrimas en mí. Pensé que de tanto haber llorado ya estaba vacío por dentro. Me sentía triste pero a la vez me daba tanta rabia, tanto coraje el que Damián actué como si nada ha pasado, como si es cosa de todos los días irte a otro país y no avisarle a tu mejor amigo.

“Mejor amigo” Esas palabras se repitieron tantas veces en mi cabeza. ¡Claro! Fui un total imbécil. Me estoy comportando como si yo fuera el novio de Damián, no me estoy ubicando, solo soy el amigo, el amigo que siempre lo apoya. Para Damián solo soy un amigo más.

¿Por qué tengo que sentirme así?

¿Por qué sigo llorando?

Todo lo que siempre quise fue hacerlo sonreír y no me importaba si salía dañado en ese camino.

Siempre quise verlo feliz…siempre.

Pero ahora lo único que deseo es mi felicidad y es claro que con Damián no puede ser.

Me incorpore y tome asiento apoyándome en el respaldar de mi cama, seguía abrazando la almohada con fuerza pensando que esa almohada era la única cosa a la que me podía aferrar. Ya no tenía a nadie más.

Las lágrimas se habían detenido. Mi labio inferior estaba temblando.

Creo que ya es suficiente de estar haciendo un drama con todo lo que me suceda. Creo que ya se tiene que terminar esa etapa en donde solo pienso en los demás. Porque si a los demás no les importo… ¿Por qué me tienen que importar ellos a mí?

No estoy hablando que me volveré como Anne, no, estoy hablando de un cambio en mí, uno radical, tal vez, un cambio que no será externo solo interno.

Tal vez es cierto lo que dicen, por cada desilusión amorosa que tienes, tú forma de pensar y sentir cambian. Le daré mi total apoyo a ese pensamiento.

Pienso que ya es suficiente de dar lastima. Ya es suficiente de llorar por cada cosa que hace Damián. Ya es suficiente de estar amando a alguien que no muestra ningún interés en mí. Ya basta de manipular la realidad a mi antojo. Ya es suficiente de ser tan idiota.

Anne tenía razón, este amor me volvía estúpido. Pero ya no mas, he decidido que ya no más. Es por mi bien por lo tanto yo soy libre de tomar esta decisión.

Regresando al tema de mi cambio, aparentemente seré igual pero ya no seré tan iluso. Ya no creeré inútilmente en las personas. Mi perspectiva ya no será la misma. Sera un cambio interno pero no externo, como mencione antes.

De ahora en adelante estaré solo.

Escuche como tocaban la puerta, me incorpore de mi cama y fui a abrirla. Era mi madre con su mirada angustiada, le dedique una sonrisa como siempre, no, fue una sonrisa vacía.

Ella me miro interrogante, le indique con un movimiento de mi cabeza para que pudiera entrar a la habitación. Nos sentamos en mi cama, yo a un lado de ella, solté un suspiro y ella me miro de soslayo. Acerque mi mano a la de ella y la acaricie suavemente.

-Mati…- Habló mi madre con voz suave.

-No importa ya…- Intervine.

-Pero, cariño, si importa, Damián es…-

-Damián ya no es nada- Intervine de nuevo. Mi madre solo pudo desviar su mirada un poco impaciente ya que no la dejaba hablar. Solté una carcajada y ella me miro fijamente, mostrando duda en sus iris.

-Lo siento, madre. No pude evitar reírme- Ella me miro con recelo.

-¿Por qué te ríes?- Le dedique una sonrisa tierna.

-Porque nos estamos haciendo bolas con algo que no vale la pena. Madre, si te preocupas por mí, ya no lo hagas, no en esto. Porque para mí, Damián solo era un amigo y ya, no era algo importante, no era algo vital en mi existencia ¿entiendes?- Ella asintió y yo proseguí –Lamento la escena que hice, no sé que me sucedió, creo que fue la impresión de saber que no eras tan importante para alguien como creías. Te mentiría si te dijera que no me dolió pero es algo que dejara de dolerme algún día. Así que dime, ¿por qué mañana no haces esa pasta con salsa boloñesa que tanto me gusta?- Sonreí con naturalidad.

-Hijo…- Se quedo un momento pensando –De acuerdo, hare eso mañana de almuerzo- Asentí y ella se incorporo de mi cama y camino hacia la salida, se detuvo en el umbral de la puerta y agrego –No es necesario que finjas, es normal que duela pero es más normal fingir que no duele-

No había entendido lo último pero tampoco me iba a hacer bolas tratando de entender lo que había dicho.

Me recosté en mi cama y cerré los ojos lentamente.

--Al día siguiente—

Me incorpore asustado de la cama ya que no había escuchado la alarma, corrí hacia el baño y me cepille los dientes y luego entre a la regadera para asearme. Al salir de la regadera me coloque una toalla alrededor de mi cintura y tome otra para secarme el cabello. Puse el uniforme sobre la cama y comencé a vestirme. Me acerque al espejo una vez ya terminada mi tarea de vestirme y comencé a peinarme.

Salí de mi habitación y corrí hacia la cocina, bebí el jugo de naranja que estaba sobre la mesa y luego le di un beso en la mejilla a mi madre, tome mis llaves y mis cuadernos y antes de salir de la casa, grité

-¡Ya me voy!- Cerré la puerta y comencé a correr hacia el Instituto.

La razón por la que corro es que se me hizo un poco tarde. Llegue al Instituto en 10 minutos, antes de entrar al salón de clases, trate de regularizar mi respiración y luego solté un largo suspiro y entre.

Todos me miraban extraño, algunos con duda, otros con recelo y otros con miedo. No entendía nada.

Tome asiento en mi lugar correspondiente pero me di cuenta que Alicia no estaba. Tampoco estaba “él”. Sin poder evitarlo, baje mi mirada. Escuche como tomaban asiento enfrente de mí y alce el rostro para ver de quien se trababa, era una compañera de mi curso pero nunca nos hablábamos a menos de que fuera estrictamente necesario. Al parecer la mandaron para saber lo que los demás quieren saber.

-¿Y Damián?- Alce una de mis cejas en señal de incredulidad.

-¿Para qué quieres saber?- Agregué y ella roto su mirada.

-Matías, sabes que no me gustan los juegos, escuche que Damián tuvo un accidente y de que se fue de viaje porque Alicia le reclamo la paternidad de su hijo- Abrí mis ojos con sorpresa y luego comencé a reír a carcajadas.

-¿Eso están diciendo?- Ella asintió con mucha seriedad.

-Bueno, Jajaja, entonces también diles que yo soy gay y que me escape con Damián para hacer realidad nuestro amor- No todo lo que dije era mentira ya que en realidad si soy gay pero no me escape con Damián. Fue 50% verdad y 50% mentira.

-Matías déjate de hacer el gracioso- Bufo molesta.

-De acuerdo, Lissette. En realidad Damián si se fue de viaje pero no fue por Alicia. Lo de Alicia no lo sé con exactitud pero Damián se fue porque a su madre la trasladaron- Ella parecía analizar las palabras que dije.

-¿Están todas tus dudas aclaradas?- Ella me miro fijamente por un breve momento y luego asintió, sonriendo.

-Sí, ya está todo aclarado. Por cierto, eres muy guapo Matías- Me guiño un ojo y luego se incorporo del asiento. Yo me quede, literalmente, con la boca abierta. La chica más linda de mi curso me dijo que yo era guapo. Lástima que no bateo para ese lado pero si lo hiciera no dejaría pasar esta oportunidad.

Se escucho el timbre por lo que todos tomaron asiento. Me pareció extraño que Lissette tomara sus cosas y se haya sentado delante de mí pero no mencione nada acerca de eso.

Ingreso el profesor de Matemáticas al salón y comenzó a escribir en la pizarra la fecha. Se giro y comenzó a hablar. Aparentemente estaba prestando atención pero en realidad no lo hacía, solo miraba que sus labios se movían pero, para mí, no emitían ningún sonido. Asentía de vez en cuando para que el profesor no sospechara que no le estaba prestando atención. De pronto, vi que todos movían sus pupitres, me quede estático ya que no sabía qué íbamos a hacer. Lissette se giro y me miro con una sonrisa, le correspondí sonriéndole también.

-¿Te unes conmigo?- La mire extrañado y ella agregó –Digo, como tus amigos no han asistido a clases, tal vez…pensé que podrías unirte conmigo pero si te quieres unir con otra persona yo lo respeto y acepto aunque claro me sentiría mal porque le dije a mis amigas que no iba con ellas ya que quería ir contigo pero no te preocupes, no sientas culpa ni remordimiento al dejarme sola, está bien, puedo trabajar sola aunque me gustari…- Me parecía completamente sorprendente su habilidad para hablar.

-Ya, Lissette, está bien. No tienes que recitar la Biblia- Reímos por mi comentario y luego ella se incorporo y movió el pupitre hasta dejarlo a la par mía.

-Lo siento, cuando estoy nerviosa no puedo dejar de hablar- Me miro un poco ruborizada.

-¿Nerviosa? ¿Acaso te está viendo el chico que te gusta?- Pregunté en tono bromista mientras miraba a los chicos que estaban a nuestro alrededor.

-Pues aun no sé si me gusta así que no puedo decirte pero en cuanto me asegure, te prometo que serás el primero en saber- Asentí y luego agregué

-Bueno, está bien, ya hiciste una promesa Lissette-

-Dime Liz, es más fácil- Sonrió y yo asentí.

-Entonces Liz, dime Mati- Ella asintió y comenzamos a reír como si hubiéramos contado un chiste. Siempre pensé que ella era una chica vanidosa y exclusiva con sus amistades pero veo que no es así. Es una chica muy amable y linda.

-Está bien Mati. Así que, dime, ¿tienes novia? ¿Novio?- Lo último lo menciono en un tono de broma.

-Jajaja, ninguno de los dos pero novio próximamente- Comenzamos a reír a carcajadas y ella me dio un golpe leve en el brazo.

-Jajaja, Mati, que bromista eres-

-Gracias, hago lo que puedo, pero hablando en serio no tengo. ¿Tú tienes novio?- Ella negó rápidamente y yo la mire perplejo.

-¿Qué pasa?, ¿Dije algo malo?- Me miro con duda

-Acércate Liz- Ella se acerco y yo le susurre al oído –La chica más linda de todo el curso no tiene novio- Ella me miro sorprendida y ruborizada a la vez.

-Ya basta, no digas esas cosas. Solo soy una chica normal- La mire fijamente, sus ojos verdes, su cabello lacio y castaño, adornado con un listón lila, su tez blanca y a simple vista suave. Sus labios un poco gruesos, sus pestañas largas y rizadas, sus cejas delineadas, su nariz un poco respingada. En efecto, era muy hermosa.

-No eres una chica normal porque una chica normal no tiene ese color de ojos tan lindos- Las mejillas de Liz se hicieron completamente rojas y yo comencé a reír, ella hizo un mohín y me golpeo en la espalda un poco fuerte. –Golpeas como niña- Agregue y seguí riendo.

Ella me miro sorprendida y luego cruzo sus brazos sobre su abdomen y miro hacia otro lado, aparentemente indignada.

-Lo siento- Agregue un poco apenado. Creo que le molesto mi comentario. Liz ni siquiera me volteo a ver. Acerque mi mano, cuidadosamente, y apreté un costado de la cintura de Liz, por inercia ella dio un leve salto y me miro sorprendida y yo solo pude reír un poco.

Ella me miro frunciendo un poco el ceño y agrego

-Si ya no quieres que este enojada tienes que ir conmigo a comprar un helado después de clases-Me sorprendí un poco ante la petición que me hacía y comenté burlón

-Me siento tan halagado pero me temo que tengo que rechazar su oferta, Conde- Lleve mi mano hacia mi frente y con la otra simule que era un abanico, mi rostro estaba dramáticamente angustiado y ella comenzó a reír a carcajadas. No sé, me gusta escuchar la risa de Liz.

-No seas bobo, Mati- Me dio un leve golpe en mi espalda y yo volví a mi habitual postura.

-Está bien, iremos a comprar helado después de clases- Recordé que ahora saldríamos temprano así que tendría que ir a almorzar a mi casa pero Liz quiere helado, no puedo hablarle a mi madre para decirle que no iré porque es mi comida preferida pero tampoco puedo cancelarle a Liz.

-Empecemos a trabajar porque si no lo hacemos, no terminamos. Creo que al juzgar por tu cara en las clases de Matemáticas no entiendes el último tema que hemos visto así que… ¿Qué te parece si yo hago los ejercicios mientras tú haces los otros del tema pasado?- Asentí y saque mi cuaderno de Matemáticas, arranque una hoja y comencé a transcribir los ejercicios que me asignaban. Al terminar la resolución, me quede pensando en qué hacer después de clases. Tal vez invite a Liz a almorzar a mi casa pero no sé cómo lo podría tomar. Pensaría que soy un aprovechado ya que ella solo quiere ir a comprar helado y yo quiero presentársela a mi madre para alardear que salgo con ella cuando no es así. Tengo miedo de preguntarle pero si no le pregunto, estaría siendo el Matías de siempre, el tímido que no dice nada.

-Dime, Liz, ¿quieres ir a comer a mi casa?- Ella dejo de escribir y me miro sorprendida. En realidad su reacción no fue la que esperaba, pensé que me iba a hacer mala cara o algo por el estilo.

-Está bien- Sonrió y volvió a escribir. Me quede completamente sorprendido ante su respuesta.

-¿Está bien? ¿Solo eso? ¿No temes que te mienta y te drogue y luego te mande a una asociación de trata de blancas?- Ella detuvo su escritura de nuevo y me miro sonriendo

-Mati, en el mundo se trata de confiar. No puedes ir por ahí desconfiando de todas las personas, para algunas personas funciona así pero para mí no. Además mi madre conoce a la tuya- Comento riendo un poco.

-De acuerdo. Entonces iremos a comprar el helado y luego iremos a mi casa. O tal vez vamos primero a mi casa, almorzamos, nos quedamos un momento ahí haciendo “cositas malas”- Ella me miro sorprendida y yo reí a carcajadas –Esta bien, cositas malas no. Pero nos quedamos un momento en mi casa mientras digerimos la comida y luego vamos a comprar el helado y te llevo a tu casa, ¿de acuerdo?-

Ella pareció meditarlo un momento y luego agrego

-Está bien, pero cuando me lleves a mi casa tendrás que cenar con mi familia- Me pareció justo el trato así que asentí.

Arranco la página en la que estaba trabajando y luego me miro con duda, le indique con mi mirada que ya había terminado, asintió y luego tomo mi hoja, la engrapo y se incorporo, camino hacia el profesor y le entrego las páginas. Regreso a su asiento y ladeo el rostro.

-Así que ya tenemos planeada nuestra salida- Asentí.

Todo el transcurso de la mañana paso entre risas, bromas, disgustos pasajeros. Al finalizar la jornada, me incorpore y arregle mis cosas rápido. Espere que Liz arreglara sus cosas y luego me ofrecí a llevarlas, ella acepto y me dio su bolso. Salimos del Instituto bajo la atenta mirada de todos los chicos. Caminamos entre risas y bromas, me sentía muy bien con ella y al parecer ella conmigo. Llegamos a mi casa y le pedí a Liz que abriera la puerta, al entrar deje sus cosas sobre el sofá y nos dirigimos al comedor. Mi madre estaba en la cocina así que aproveche para presentarle a Liz. Entramos y vimos que mi madre estaba con un delantal y al parecer estaba probando la salsa boloñesa. Mi madre ladeo el rostro y nos sonrió, se quito el delantal y se acerco a nosotros.

-Madre, ella es Liz, bueno Lissette- Asintió y pude ver como Liz se apenaba.

-No te preocupes, cariño, no muerdo, las viejas como yo no hacemos nada más que ladrar- Agregó mi madre al ver la reacción de Liz.

-Mucho gusto, señora- Sonrió Liz y mi madre le correspondió la sonrisa.

-El gusto es todo mío, Liz. ¿Te puedo decir así o es exclusivo para Mati?- Todos reímos un poco y luego Liz agrego

-Para nada, puede decirme Liz. No me molesta.- Mi madre sonrió.

-Bueno, Mati y Liz, vayan al comedor en un momento les sirvo la comida-

-Oh, no se preocupe, si quiere yo le ayudo a servir- Se ofreció Liz, mi madre me miro sorprendida y agrego

-No te preocupes querida, ve con Mati- Liz asintió y entramos al comedor, nos sentamos a la par y luego vimos a mi madre entrar con nuestros platos y luego con nuestras bebidas.

-Los dejo. Tengo que ir a trabajar. Ya almorcé así que Mati no te preocupes por mí. Nos vemos, te quiero querido. Un gusto Liz- Sonrió y nos dio un beso a cada uno en la mejilla.

Comenzamos a comer y hablábamos de cosas triviales. Al terminar, Liz  me ayudo a levantar los platos y a lavarlos. Liz lavaba y yo secaba.

-Te daré un recorrido por toda la casa- Agregue y la lleve al cuarto de huéspedes, a mi habitación, a la habitación de mis padres, a la sala de estar, al comedor, a los baños, al jardín. Nos quedamos en el jardín jugando  con una pelota que tenía ya hace mucho.    

 --Damián POV—

En realidad no quiero recordar cómo sucedieron las cosas. No quiero pensar por qué tome esta decisión. Yo sé que a Mati le dolió mucho el haberme ido sin haberle dicho pero no podía despedirme, sería muy doloroso para mí. Me di cuenta de algo en estos últimos días y es que…

Me enamore de mi mejor amigo.

Sí, lo han leído bien, me enamore de Matías. ¿Extraño? ¡¿A quién le importa?! Estoy completamente ansioso de escuchar la voz de Mati, de decirle lo que descubrí pero a la vez me doy cuenta que no serviría de nada ya que no podremos estar juntos. Por eso me fui, porque quiero olvidar lo que siento por Matías, lo nuestro no puede ser, está mal visto por la sociedad además a mí me gustan las chicas, no los chicos pero Matías es un chico entonces me vuelvo gay automáticamente ¿o no?

Lleve mis manos hacia mi cabeza y comencé a acariciar mi cabello con desesperación. Tengo tantas dudas y tantos miedos que no sé qué hacer. No estoy seguro si la decisión fue correcta pero tengo miedo.

Sí…

Sé lo que están pensando ustedes…

Soy un cobarde…

Tome el teléfono y marque el número de Alicia, espere a que me contestara y luego escuche su voz

-¿Diga?- Suspire

-Alicia, soy yo. Damián- Ella se quedo en silencio un momento.

-¿Damián? ¿En serio eres tú?-

-Sí, lo soy-

-Ok, primero lo primero, ¡Idiota! ¿Por qué te fuiste sin ni siquiera decirnos? ¿Por qué no tuviste el mínimo respeto por Matías y despedirte de él como se debe? Solo te fuiste y sabes que…-

-¡Basta!- Intervine –No te llame para escuchar tus reclamos…solo…-Dudé un momento –Solo quiero saber cómo esta él…Por favor… dímelo…necesito saber cómo esta- Escuche que Alicia suspiraba.

-¿Cómo quieres que este? ¿Que se esté riendo? Pues claro que no, está muy mal. Eso fue lo que me dijo Marcos. Yo no lo he visto así que no podría decirte con exactitud.-

-¿Quién es Marcos?- Pude sentir como una oleada de calor se apoderaba de mí, estaba celoso.

-Me sorprende que no sepas quien es. Es el chico que… como decírtelo… el chico por el que te peleabas ¿recuerdas?-

-Ah…él…-

-Sí, él. Entonces me dijo que Mati estaba mal, que había cambiado mucho a simple vista y de que al parecer no quiere saber nada de ti-

-Eso me quedo muy claro ya que cuando llame a su casa le dije a su madre que quería hablar con él y luego escuche que Matías gritaba que no quería saber nada de mí, me sentí muy triste pero no dije nada. Lo aceptaba ya que es lo que esperaba-

 -Me alegro que lo hayas aceptado ya que eso fue lo mínimo que pudo hacer Matías debido a tu desaparición. Mati estaba muy preocupado por ti hasta habíamos ideado un plan para que él te viera en la sala en la que estabas-

-Ya, Alicia, yo sé. Fui un completo estúpido pero lo que está haciendo Mati, me está matando-

-¿Qué? ¿De qué hablas?-

-Mati no quiere hablar conmigo, Alicia, necesito escuchar su voz por lo menos una vez-

-Hm, en realidad sabes que si por mí fuera ya hubieran hablado pero Mati no quiere y yo no puedo hacer nada-

-Lo sé. Intentare llamar a su casa, si no me contesta te hablo luego ¿de acuerdo?-

-De acuerdo. Adiós y suerte-

-Gracias- Corte la llamada y marque el número de la casa de Matías.

Espere el primer tono y nada.

Espere el segundo y nada.

Espere el tercero.

Espere el cuarto.

Creo que no me quiere contestar.

-¿Diga?-Escuche entre risas. Me extrañe. Era la voz de una chica.

-¿Es la casa de Matías?-

-Sí, lo es. ¿Que deseaba?-

-Disculpe, ¿Quién habla?-

-Oh, mi nombre es Lissette. Soy compañera de Mati-

¿Lissette? ¿La chica de nuestro curso? ¿Qué hace ella en la casa de Matías? ¿Qué están haciendo?

-¿Y qué haces en su casa? Claro si es que puedo saber-

-Ah, bueno, me imagino que por tus preguntas creo que eres un familiar de él. Jajaja, bueno, Mati me invito a comer y luego estuvimos jugando en el jardín-

-Entiendo- Fue lo único que pude decir sin que sonara molesto. No puedo creerlo. Me voy y Matías jugando con una chica del curso. ¿Por qué estoy tan enojado? Estoy celoso, muy celoso.

-Sí, ¿Quiere hablar con Mati?- ¡Por Dios, niña deja de decirle Mati! ¡Solo yo! ¡Solo yo puedo decirle así! Bueno, Alicia también le dice así, la madre de Mati también pero…pero ¡Ella no puede decirle así a mi Mati!

-Sí, pásame a Matías por favor-

-De acuerdo pero dígame, ¿qué es usted de él?-  Tenia unas ganas inmensas de decirle que era su novio y que estuviera por lo menos a 100 m alejada de lo que es mío.

-Soy…soy su padre- Mentí pero es que si decía que era yo, no me iba a contestar.

-Ah, mi futuro suegro- Escuche como reía pero yo me quede inmóvil.

¿Qué acababa de decir esa zorra?

-Claro que no, tu no serás mi nuera ni aunque lo soñaras así que pásame a Matías-

-Oh disculpe si lo enfade. De acuerdo, en este momento se lo comunico-

Apretaba mi puño con fuerza, no puedo creerlo. ¿Qué fue todo eso? ¿Suegro? ¡Ja! Ni en tus sueños.

-¿Padre?- Era la voz de Matías. Mi corazón comenzó a latir fuertemente. No podía hablar, me sentía tan nervioso. Mis manos comenzaron a sudar y casi podía sentir que Matías escuchaba los fuertes latidos de mi corazón.

-Matías no cortes, por favor- Roge

-Ah eres tú- Escuche decepción en su voz. Eso me dolió mucho.

-Si… soy yo-

-¿Qué quieres? Estoy ocupado-

-Sí, con esa-

-No es esa, es Lissette. Mejor sé breve, ¿Qué quieres?-

“Te amo”

“Te amo”

“Te amo”

-Quería… quería saber cómo estabas pero veo que estas muy ocupado para hablar con tu mejor amigo-

-¡Cállate! Tu ya no eres mi mejor amigo, ya no eres nada de mi así que honestamente no sé que hace un extraño hablando conmigo-Su voz suena tan linda, hace que mi corazón se acelere mas, aunque haya dicho cosas horribles, yo pienso que tiene una voz hermosa.

-Te extraño- No escuche nada y luego escuche que Matías había cortado la llamada. 

No lo culpo ya que es algo que yo hubiera hecho también pero aunque diga eso…no deja de doler.

No entiendo cómo es que con tantas señales yo no me pude haber dado cuenta de mis sentimientos por él antes…tal vez y hubiera….no…no existe el hubiera.

Tengo tantas emociones en mí, tengo tanto miedo de saber que estoy perdiendo a Matías y mas por esa chica, me da rabia, mi sangre hierve debido a los celos que siento.

Ahora todo lo que quiero es ver su sonrisa de nuevo…ahora que sé que te amo… ¿por qué no lo puedes ver?...

Ahora lo que deseo es tenerte entre mis brazos y abrazarte fuerte hasta que se haga de noche, no quiero estar sin ti, me niego a estar sin ti Matías.

¡Me niego!

Y no me importa que ustedes, lectores, piensen que soy un idiota que no lo valore a tiempo y todas esas cosas pues déjenme decirles que no soy perfecto y que muchas veces no valoramos lo que tenemos hasta que lo perdemos. Sé que eso no se aplica a todos pero en mi caso sí  y puedo agregar que duele tanto saber que perdiste lo  único que pensabas  que no ibas a perder nunca.

Me siento tan vacio, tan desesperado, tan frustrado de saber que MI Matías esta con otra y lo peor que con la zorra del curso.

Sin querer solté un bufido y escuche que la puerta de la habitación del hotel se abría, sí, estoy en un hotel mientras mi madre busca una casa decente.

-¿Hijo?- Escuche suavemente, me gire y vi a mi madre.

-¿Qué sucede?-

-Tu padre quiere hablar contigo-Musito mi madre.

-¿Para qué?-Note cómo mi madre giraba el rostro para que no viera su mirada.

-Para ver lo de la custodia, como sabes, aun eres menor de edad por lo tanto la custodia será compartida o tal vez no, todo depende de tu llamada-

-Hm, de acuerdo. ¿Dónde está o cómo lo llamo?-

-Está en el móvil- Mi madre me dio el móvil y ella salió de la habitación.

---Matías POV—

 --4 Horas después—

Me desplome sobre mi cama, ¡estoy exhausto! Este día fue uno muy bueno debo admitir, conocí a los padres de Liz y a pesar de que se ven serios parecen buenas personas. Mi madre conoció a Liz y bueno, mi padre nunca esta por lo tanto él nunca sabe acerca de mis amistades.

Me divertí mucho con Liz, creo que es una gran persona y le agradezco mucho el que me haya aguantado en todo el día.

Creo que seremos buenos amigos.

Sin querer sentí un vacio en mi interior, recordé la llamada de Damián y el “te extraño” que menciono al final, es normal entre amigos decir que se extrañan pero no es muy común verlo en las amistades entre los hombres.

Según lo que he visto en mi Instituto, muchos de mis compañeros aun siguen pensando en cómo ver debajo de la falda de una niña, o en videojuegos o tal vez en obsesionarse con sus músculos.

Pero nunca hablan sobre sus sentimientos con los demás.

Tienen  una especie de protección, pienso, aunque no lo sé ya que veo que muchos tienen amigos pero no saben si son amigos en realidad… son amigos para hacerte compañía pero no para escuchar…o muchos no se atreven a hablar de sus problemas por temor a que piensen que son cobardes o homosexuales.

¡Es una fobia hablar de homosexuales!

¡Hay un tabú!

Me he dado cuenta que a muchos de mis compañeros, cuando mencionan algo sobre un homosexual, rápidamente lo repelen o se ponen serios o se alejan de ese grupo de amistades ya que a lo mejor se sienten incómodos.

No entiendo cual es su gran odio…

Lo mismo pasa con las chicas, cuando hablan de homosexuales, claramente las chicas que se gustan entre sí. Porque las chicas no tienen ningún problema en hablar con un chico que es homosexual pero si lo tienen con una chica que es homosexual.

Me resulta un poco gracioso pero no opino nada aunque tal vez, bueno, tengo la certeza de que algún día podre hablar de esto en mi clase aunque ningún Profesor ha tocado el tema.

Regresando a lo de Damián, me parece injusto lo que está haciendo, es muy egoísta de su parte ilusionarme y luego hacer que caiga de ese maravilloso sueño.

No sé si es demasiada su estima o qué, pero este juego me está hartando. No puedo seguir toda mi vida enamorado de mi ex mejor amigo ya que él ni siquiera está aquí. Él se fue sin decirme una sola palabra y eso me hace entender que a lo mejor yo no signifique mucho en su vida como para darme una noticia de tal magnitud.

No lo culpo ya que a lo mejor lo aburrí, digo, pasar mucho tiempo con una persona puede aburrir o eso es lo que me han dicho, he leído en algunos libros que el amor verdadero termina en 3 años. No sé con certeza si es realidad o qué pero mi amor por Damián no termino ya que creo que llevo más tiempo enamorado de él, aunque, técnicamente llevo 3 años amándolo en silencio.

No entiendo como alguien estando tan lejos de una persona aun pueda seguir haciéndole daño pero me prometí no volver a llorar por Damián ya que para mí no valía la pena llorar a alguien que no ha derramado una sola lágrima por ti.

Tengo tanto coraje hacia él…

¿Por qué no deja que siga sin él?

¿Le cuesta tanto dejar libre a alguien que no quiere?

Solo soy un amigo y nada más, no entiendo por qué trato así a Liz, no entiendo por qué se comporta tan extraño conmigo.

No entiendo nada…

Pero por primera vez…

No tratare de entenderlo esta vez…

Esta vez…

No caeré en su juego...

Ya no más.

Notas finales:

¿Les gusto?

¿No les gusto?

¡Haganmelo saber!

n.n

Gracias a todas las personas que se han mantenido leyendo mi fic

En serio, se los agradezco

 

Lady Of Murder~


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