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Te amo en silencio por Lady_of_murder

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Notas del capitulo:

 

¡Hola!

¿Cómo están?

Espero que bien, bueno, antes de leer este último capítulo quiero agradecer a las fieles lectoras y lectores que lo han seguido hasta el final, la verdad sin sus comentarios y ayuda no podría haberlo hecho. Bueno, quiero decirles que realmente me disculpo si el fic tiene un final que no les pareció, lamentablemente muchas de las cosas no terminan cómo queremos y recuerden que lo que escribo es basado en hechos reales. Bueno, me disculpo si tarde demasiado en responder Reviews y subir las actualizaciones pero debido a que en mi casa no hay red (Debido a su madre ¬¬), es por eso que no me es posible subir actualizaciones cuando termino los Fics. Bueno pero cuando termino un capítulo hago hasta lo imposible para subirlo el mismo día.

 

Espero que se hayan entretenido mucho a lo largo de esta dramática, trágica historia y más importante aún espero que les haya gustado.

 

Agradezco también a todas las personas que me han halagado por mi forma de escribir, les agradezco mucho ya que pensé que no era muy buena. Soy una principiante en esto de escribir pero ya he leído muchos Fan Fics, que me han encantado.

 

Quiero aclarar que no fue mi intención hacer el cambio de Fic tan "brusco", es algo que no quería pero también pueden pensar que se aplica mucho el refrán "Un día estas arriba y el otro abajo" ¿Algo así va, no?

 

Bueno, sin hacerles tanta bola mejor los dejo leer.

 

¡Disfruten y gracias!

 

-No vayas…si te vas yo me voy también…elige Matías…ella o yo- Acote con seriedad. No soportaba la idea de que Matías se desesperara por otra persona que no fuera yo.

No podía ser posible…no lo aceptaba

¡Me niego!

Pude ver como Matías sonreía ladinamente y mencionaba

-¿Tu qué crees?-

….

En el momento en que menciono esas palabras mi cabeza comenzó a dar vueltas y mi corazón dio un salto pero no de emoción, fue de tristeza.

Desvié mi mirada de la de Matías y simplemente suspire, no podía hacer nada. Pensándolo  bien no tenía ningún derecho a exigirle a Matías alejarse de alguien que sí estuvo con él.

Cerré mis ojos suavemente esperando escuchar los pasos de Matías y mi espera no fue mucha ya que a los 5 segundos, Matías ya no estaba en la sala de estar de su departamento.

Alce mis parpados lentamente, como si temiera ver lo que no quería creer, en efecto, Matías no estaba, había ido detrás de esa chica.

Apreté mis puños con fuerza debido a la frustración que sentía en ese momento, simplemente no lo podía creer, diez años atrás era la única prioridad de Matías y ahora no soy nada, simplemente no significo nada en su vida más que un lindo recuerdo. Eso sin querer hiere mi orgullo.

Tome asiento en un largo sofá y apoye mi mentón sobre la palma de mi mano.

Creo que todas quieren saber exactamente por qué estoy aquí, por qué me fui.

Bueno, en primer lugar después del accidente mi madre fue a visitarme a la sala del hospital en donde me encontraba…

-Flash Back-

Escuche a lo lejos que la puerta se abría y luego unos pasos acercándose a mí, no podía moverme, ni siquiera podía  alzar mis parpados ya que me resultaban muy pesados, simplemente podía escuchar.

Sentí el tacto de una piel que no era la que esperaba pero que había reconocido al instante, era mi madre.

Acariciaba mi mano con tanta suavidad, como con temor a que se fuera a romper.

-Hijo, sé que no puedes escucharme. Pero quiero que sepas que tu padre y yo vamos a separarnos. Sé que ya te debiste de imaginar eso pero lastimosamente nunca te lo dije de frente y pues lamento eso. Sé que soy muy cobarde y que solo pensaba en el trabajo pero quiero decirte que eres lo más importante que tengo y que muchas veces…-Escuche una pausa y luego prosiguió –Muchas veces una persona no valora lo que tiene hasta que lo pierde y pues yo no valore a tu Padre y acepto que fue mi culpa y pido perdón por eso, también porque sé que te descuide mucho pero afortunadamente tenias muy buenos amigos que te llevaron hacia el bien- Mi madre tenía razón, Matías era muy bueno y amable con todas las personas y pues él siempre me apoyaba en todo lo que necesitaba. Mi madre siguió hablando:

-Sé que Alicia está embarazada y que el hijo que espera es tuyo, hijo, yo sé que a veces se cometen errores pero tú eres muy joven para hacerte cargo de un niño. Quiero que sepas que este día te trasladare de hospital y que nos iremos a otro país, muy lejos de aquí, donde nadie se dé cuenta dónde estás porque ese niño que espera esa jovencita será un ancla que no te dejara triunfar en tu vida y yo quiero que mi único hijo sea un hombre exitoso, no un hombre que reparte periódicos a los vecindarios. Tal vez no entiendas mi decisión pero a la larga lo harás, espero por tu bien que lo hagas y cuando te despiertes espero que no hablemos de este tema porque me resulta muy doloroso-

¿Qué acababa de decir mi madre?

¡El hijo de Alicia no es mío!

No puedo creer que mi madre piense eso…

¿Acaso Alicia le dijo que el hijo que espera es mío?

Pero eso es imposible… ese hijo no es mío.

Además es cierto que por un tiempo estuve detrás de Alicia pero nunca fuimos algo, precisamente porque ella no quiso, estaba detrás de ese Profesor, quien sí es el padre de su hijo.

Entiendo a la perfección a mi madre pero lo que no soporto es que me aleje de Matías, él es mi mundo hasta el momento y odio no poder expresárselo.

Me siento culpable por no haberme dado cuenta antes pero para mi desgracia lo único que me  queda es esperar a que pueda decírselo.

Escuche como la puerta de mi habitación se cerraba, supuse que fue mi madre la que se fue.

-Fin Flash Back-

¿Ahora entienden por qué me fui?

¡No fue mi culpa el haberme ido!

Para mi desgracia estaba inconsciente y no podía controlar mis músculos o articulaciones, cuando desperté ya estaba en otro país, alejado de Matías.

Intente llamarlo pero simplemente no podía, me aterraba la idea de pensar que Matías me odiaba y bueno, cuando decidí llamarlo pues estaba muy molesto conmigo por lo que no atendió mi llamada.

La segunda vez que le hable, me contesto esa niña y luego él me corto las ilusiones tan rápido que ni siquiera yo me di cuenta.

Aunque me haya sentido lastimado creo que yo también hubiera hecho lo mismo, digo, Matías no conoce las verdaderas razones así que pensó lo peor de mí. No es algo de lo que me deba sorprender.

A mis 25 años me doy cuenta que tal vez todo lo que hice fue un error. Tal vez lo que hice pensando que era lo correcto para mí… no fue así.

La razón por la que volví a buscar a Matías es simple y es que me voy a casar en dos semanas.

Sí, lo han leído bien, me casare en dos semanas con una chica la cual no conozco y más importante aún ni siquiera tengo sentimientos hacia ella.

Pero desde que la última vez que hable con Matías me di cuenta que tal vez sería mejor continuar sin él. Sería mucho mejor tratar de olvidarlo, me refiero a que solo éramos amigos.

Matías no tenía que esperarme y solo tal vez…tal vez todo este tiempo tenía esa pequeña ilusión diciéndome que tal vez Matías si me iba a esperar…tal vez…solo tal vez lo iba hacer pero me equivoque rotundamente.

No lo hizo.

Pero no le culpo porque técnicamente yo tampoco lo hice.

Me casare y no sé si él tiene planeado hacerlo ya que cuando lo vi lo primero que se me vino a la mente fue querer besarlo como si no hubiera un mañana, tenerlo entre mis brazos y poder decirle que lo seguía amando, tal vez mucho más que antes.

Mi corazón sintió un vuelco al verlo ahí, de pie en la puerta, mirándome con esos ojos que tanto me enloquecían y que lo vuelven hacer, aunque haya crecido en estatura sus ojos siguen conservando esa inocencia tan propia de él.

Siento que estoy como un colegial enamorado por primera vez pero en realidad lo estoy aunque para mí desgracia nunca me di cuenta de eso.

Me consideraba completamente normal ante la idea  de que me gustaban solamente las chicas y que tenia a un mejor amigo, era algo normal en un chico de 15 años pero ese año…ese preciso año… cuando lo vi con otra persona y sentir que mi estomago ardía y que se apoderaba un sentimiento de rabia en mi ser al ver que alguien mas estaba con lo que creía que era mío, solo ahí me pude dar cuenta que tal vez lo que sentía por mi mejor amigo no solo era cariño de infancia, tenía que ver con algo más fuerte, mucho más fuerte, un sentimiento que hasta ese entonces lo ignoraba por completo, un sentimiento que no pensé que existía en mí pero lo hacía, solo que no me había percatado, yo amaba a Matías, lo amaba con todo mi ser y hasta el día de hoy lo sigo haciendo.

Tal vez no me entiendan pero ya qué, al final es mi vida y mis sentimientos.

Me incorpore del sofá y me dirigí a la salida. Pude sentir que mi semblante entristecía a medida que iba cruzando la puerta pero creo que es lo mejor.

Aunque antes tengo que hablar con Matías, antes de casarme tengo que hacerlo… algo en mí me dice que tengo que hablar con él y explicarle todo lo sucedido y confesarle que me casare con alguien más.

Pase por una cafetería y pude ver a lo lejos a Matías con la chica que salió corriendo de su departamento, al parecer están hablando y él le está tomando las manos, algo en mí se quebró.

Creo que es justo.

¿No creen?

Después de todo en la vida real no existen los finales felices….

-Matías POV-

En estos momentos me encuentro en un café junto con Liz, ella está muy triste.

¿El motivo?

Me vio a punto de acostarme con Damián.

Creo que en cierta forma fue un alivio para mí, digo, no podía acostarme con Damián.

No es que no quiera…

Simplemente no podía.

Después de todo lo que me hizo sufrir, las noches que llore por él, lo miserable que me sentía al saber que la persona que amaba se encontraba lejos de mí y que no se tomo la mínima molestia de avisarme que se iba, no es  que fuera su obligación pero era una muestra del mínimo respeto que tenia hacia mí.

Me estoy volviendo a hacer bolas de nuevo…

Y todo por él…

Lo odio tanto, nunca había odiado a una persona como lo odiaba a él, y lo odiaba porque lo había amado tanto…

Todo este tiempo pensé que lo había olvidado al fin, que Damián ya era algo del pasado y que no lo volvería a ver nunca en mi vida.

Pero claro, la vida nunca está de mi lado y justamente él me tiene que buscar en mi departamento, no sé ni cómo obtuvo mi dirección, solo sé que me siento muy molesto.

-¿Mati?, ¿me estas escuchando?- Escuche la voz de Liz, volví a enfocar mis ojos en sus iris y negué lentamente

-No, disculpa, estaba con mis discusiones internas de nuevo- Escuche un suspiro de su parte y yo trate de sonreír suavemente

-¿Aun lo amas, cierto?-

Me quede un momento en silencio…

No es porque no quisiera responderle simplemente no sabía la respuesta a esa pregunta… a esa pregunta que no había pasado por mi cabeza.

“¿Aún lo amo?”

-Honestamente, Liz, no sé si aun lo amo… no se qué hacer…su regreso me ha dejado tan confundido que ni siquiera supe cómo reaccionar cuando me beso, a la vez me sentía bien pero mi mente me decía que no, que lo alejara, que le gritara en la cara que no era un juguete y que me respetara pero no pude… no pude Liz- Me lleve mis manos hacia mi cabello y lo comencé a despeinar en un claro gesto de desesperación –No pude hacer nada y me siento tan idiota al haber reaccionado así… tan sumiso…tan yo…-

Liz dirigió una de sus manos hasta mi mejilla y la acaricio lentamente

-Es un poco incomodo decirte esto ya que eres la persona que amo pero…-Ella dudo unos momentos en hablar mientras retiraba su mano de mi mejilla –Disculpa, fue un poco imprudente de mi parte, pero regresando al tema, como la amiga que soy, quiero que te des un tiempo a ti mismo, que vayas hasta tu departamento, apagues toda la distracción posible, prepares un poco de chocolate caliente, te sientes en ese largo sofá que tanto nos gusta a los dos y que pienses en lo qué harás si ese chico se vuelve a acercar a ti, en cómo reaccionaras pero no hables por tu orgullo, trata de hablar como el Matías de antes para así por lo menos tratar de contrarrestar la acción que ahora piensas incorrecta, ¿te parece?-

 Me detuve a pensar y al parecer no era una mala idea.

-De acuerdo, lo hare pero antes quiero saber si aun sigues mal- Observe que Liz desviaba su mirada y que trataba de sonar normal

-Sí, Mati, Jajaja, descuida, estoy bien, no es nada, claro, he, soy una tonta por ponerme así. De seguro le cause mala impresión a tu amigo, actué como un crio de 5 años al ver a sus padres besándose, es algo normal, se me pasara-

-Liz, eso solo me preocupa más. Te conozco desde hace 10 años… no me mientas, tú sabes que nos decimos todos-

-Matías-Intervino –No sería muy coherente decirle a tu verdugo que tiemblas de miedo al saber que morirá… al igual que no sería muy coherente decirle a la persona que amas que te sientes mal debido a su causa. Por favor… solo déjalo así. Esta vez déjalo así…- Escuche claramente como Liz reprimía un sollozo en su garganta, me incorpore y trate de abrazarla pero ella fue más rápida y tomo su bolso y salió corriendo de la cafetería. Tuve el impulso de seguirla pero creo que no sería algo muy correcto de mi parte.

Suspire hondo y luego me dirigí directamente hacia un lugar que no visitaba desde hace mucho… al parque que me vio llorar…al parque en donde conocí a un buen amigo… al parque que había sido testigo de mi sufrimiento.

Caminaba a través  de las personas sin ni siquiera verlas, ellas tampoco me miraban a mí, era una escena completamente normal. Un grupo de personas caminando hacia un punto el cual solo ellas conocen. Con los rostros inexpresivos y su postura erguida.

Al llegar al parque tome asiento en la misma banca en donde había conocido a Marcos, aun me sigo riendo de cómo fue, en realidad fui muy grosero pero Marcos  siguió insistiendo y gracias a ello somos muy buenos amigos hasta ahora.

Cerré mis ojos  lentamente. Pude sentir como la brisa acariciaba cada uno de mis poros, como mecía mis cabellos suavemente, como hacía que mi nariz cambiara de temperatura. Las miles de sensaciones que provocaba ese ligero toque que  provocaba la brisa, el toque del que muchos ignoran  por pensar en trivialidades. Nadie se detiene a dar un suspiro… a sentirse libres y sin preocupaciones por lo menos 5 segundos de su tiempo… el sentir que todo a tu alrededor está bien, el sentir que tú estás bien emocional y físicamente.

-Nunca cambias- Escuche de una voz muy familiar, alce mis parpados por inercia y ladee el rostro. Era Damián sentado junto a mí. Mi primera reacción hubiera sido levantarme de ese lugar e irme pero sería muy infantil de mi parte aunque una parte de mí quiere quedarse y comérmelo a besos pero esa también sería muy infantil ya que él me hizo mucho daño. No sé qué hacer…

Si tan solo estuviera aquí Liz para decirme qué hacer…

-¿No me dirás nada?-Agrego Damián y enfoque mi vista hacia al frente sin decir nada, no iba a responder a nada de lo que él me decía. Aunque si no digo nada… ¿qué hacia exactamente ahí?

-¿Qué esperas que te diga?- Pude soltar al fin, fue lo único que pude decir, internamente me agradezco ya que por lo menos no fue una estupidez sobre hablar del clima

-El clima esta lindo- Agregó Damián y yo ladee el rostro incrédulo.

¿Acababa de hablar del clima?

¿Pero qué demonios?

-¿Qué demonios te pasa?- Mis facciones parecían dignas para retratar o eso es lo que yo sentía, tenias mis ojos muy abiertos junto con mis labios un poco entreabiertos dejando ver parte de mi dentadura superior. La nariz roja debido al clima y mis cejas arqueadas debido al sentimiento que gobernaba en mí, la incredulidad.

-No seas tan mal humorado, solo fue un chiste. Jajaja-Escuchar la risa de Damián hizo que el ambiente se tranquilizara un poco.

-No creo que hubieras venido a hablar solo del clima- Hice que su risa de detuviera y sentí sus ojos clavados en mí.

Al sentir su mirada sobre mí, enfoque mis ojos en frente. En todo el lapso en que nos quedamos en silencio pocas veces lo miraba de soslayo.

-Tengo que hablar contigo Matías, mereces una explicación-

-¿Por qué me besaste, Damián?- Intervine.

-¿Por qué correspondiste el beso, Mati?-

¡No puedo creer el descaro de esta persona!

¡No puedo creerlo!

Me incorpore indignado y me postre enfrente de él, con mis manos apoyadas a cada uno de mis costados y con el ceño fruncido.

-¡No evadas la pregunta que te hice!-

-Tú no evadas la mía- Contesto Damián con una sonrisa maliciosa en sus labios.

-¡Yo te pregunte primero!-

-¿Eres aun un niño para que digas eso?-

Apreté mis puños con fuerza

-¡Damián! ¡Eres un idiota!- Comencé a refunfuñar mientras él parecía que gozaba con mi berrinche.

Odio que Damián pueda sacar mi lado infantil tan rápido.

-Jajaja Mati nunca cambias, eso me agrada-

Un sutil rubor se hizo presente en mis mejillas debido a lo avergonzado que me sentía en ese preciso momento, estar de pie frente a Damián, mirándonos fijamente, ver de nuevo sus ojos, los ojos que tanto me fascinan.

Ese azul oscuro que tanto me gusta… sus labios delgados pero tentadores.

Quería besarlo pero no puedo y no debo…

-Como sea, contéstame Damián- Pude ver que suspiraba y luego me volvía a mirar…

No había recordado lo mucho que extrañe su mirada… lo mucho que extrañe sentirme observado por él.

-¿Quieres un helado?- Negué suavemente y él agregó -¡Oh vamos! ¿No me digas que dejaste de comer helado debido a mi partida?-

Eso fue un golpe muy bajo…

Damián sabia que me había dolido su partida…

Desvié mi vista y mi labio inferior tembló un poco al recordar el dolor que había sentido

-Discúlpame Mati, perdón, sabes que soy muy idiota para hacer bromas y adem…-

-No importa- Intervine y agregue –Ya no importa-

Hubo un momento de silencio, ninguno de los dos se atrevía a mover un musculo, se escuchaba a lo lejos la risa de muchas personas pero parecía no importarnos, sentí que estábamos en una especie de burbuja, una burbuja que nadie podía ver.

-¿Ya no me amas?- Mi corazón comenzó a latir fuertemente…

¿Qué acaba de preguntar?

¿Qué si lo sigo amando?

¿Se había enterado que lo amaba?

Técnicamente nunca le dije que lo amaba pero el beso que nos dimos… bueno, mi primer beso fue especial y sentí que le había transmitido mis sentimientos en ese beso.

 -Matías contéstame… ¿ya no me amas? Porque yo sí lo hago-

En ese momento mi mundo entero se detuvo.

Por inercia había dirigido mis ojos hacia los de Damián, lo había visto fijamente, demostrando sorpresa por lo que acababa de decir.

Mi corazón…mi corazón se sentía tan feliz

Yo me sentía tan feliz de haber escuchado esas palabras de Damián…

Fue algo que realmente me hizo ver el mundo de otra forma…

Mis cuerpo comenzó a temblar y sin querer mis ojos comenzaron a derramar lagrimas, al parecer Damián se preocupo por lo que se incorporo y me abrazo fuerte, rodeo mi cintura con sus fuertes brazos mientras me acercaba lo mas que podía a él.

Comenzó a susurrarme cosas como que siempre me había amado pero que nunca se había atrevido a decírmelo, que había pensado en mí todo este tiempo, que me quería haber llamado todos los días pero temía que volviese a pasar lo de la ultima vez, que no me soportaba ver con otra persona que no fuera él, que se sentía completo al estar junto a mí, que soy la única persona que siempre lo recibe con una sonrisa, que mi sonrisa es su único motor para salir adelante, que ama mis ojos y todo de mí, que adora la forma en la que lo miro ya que se siente especial, que desea que mi mirada solo sea de él, que quiere que sea suyo para siempre por que él era mío desde siempre. Que yo había podido lograr que él se enamorara perdidamente y que después de 10 años su amor fuera mucho más fuerte.

Aún no sabía qué hacer exactamente, no sabía si turbarme ante la idea de escuchar lo que tanto había esperado oír o aceptarlo así como sí ninguna de mis lagrimas fue derramada debido a su causa.

Seguía completamente en shock ante lo que me estaba sucedido, hace 5 años si me hubieran dicho que esto estuviera pensando me reiría completamente de esa persona, porque había perdido la esperanza de que Damián me dijera esto pero ahora, que lo estoy viviendo en carne propia, no sé qué hacer… quiero tomar la decisión correcta pero no sé si la que elegiré sea la correcta. Tengo tanto miedo de volver a equivocarme, tanto miedo de volver a enamorarme de la misma persona…aunque tal vez Damián nunca me fue indiferente y mis sentimientos por él quedaron guardados en una caja de cristal con doble llave para que cuando él regresara la pudiera abrir y volver a comportarme como un idiota enfrente de él.

No sé qué hacer… ¡que alguien me ayude!

-Matías…mi Mati…no sabes cuánto desee estar así contigo- Murmuro Damián contra mi oído. Su voz era tan suave y delicada pero a la vez clara y fuerte.

Me separe suavemente de Damián, mirándolo fijamente. Podía sentir claramente como mi miraba se quebraba cada vez que veía sus ojos pero esta vez, tenía que ser fuerte. Esta vez tenía que darme una oportunidad de ser feliz.

-Damián… ¿Por qué?- Él me miro interrogante y yo me aclaré un poco la garganta y le volví a preguntar -¿Por qué regresaste? ¿Por qué me dices que me amas? ¿Por qué te fuiste?-

Damián quiso abrazarme pero yo di un paso hacia atrás.

-Está bien, sé que mereces una explicación y te la daré… pero a cambio quiero algo- Me miro fijamente y luego agrego –Quiero estar contigo todo el día- Lo mire con sorpresa y asentí suavemente, era un trato justo ¿o no?

-De acuerdo pero prométeme que me lo dirás-

-Te lo prometo- Respondió Damián con una sonrisa, le correspondí la sonrisa.

Comenzamos a caminar alrededor del parque, haciendo pequeñas bromas, jugando, riendo, etc.

--5 horas después—

Ya es un poco tarde, fui a comer con Damián a un restaurante de comida italiana y luego venimos a mi departamento. Le comente todo sobre mi vida y lo que había hecho todo este tiempo, mis nuevas amistades, lo que sucedió con mis otros amigos, el divorcio de mis padres.

Tome asiento en el sofá de la sala de estar y Damián se sentó junto a mí, comente burlón:

-No tienes que estar pegado a mí todo el tiempo Damián- Reí levemente ante mi comentario y luego Damián agrego, fingiendo indignación

-¿Me estás diciendo que no disfrutas de mi compañía?- Tomo mi mano y entrelazo sus dedos con los míos, ladee mi rostro y lo mire fijamente. Pude observar como Damián se acercaba a mí lentamente, mi corazón comenzó a palpitar rápidamente al igual que mis nervios aumentaron.

Sentí los labios de Damián sobre los míos, intentando entrar a mi cavidad bucal. Al principio, me negué pero luego  me deje llevar por mis sensaciones…de nuevo.

-Damián POV-

Besé suavemente a Matías por un momento y luego hice el beso más intenso, pidiendo permiso para entrar en su cavidad bucal, al principio me negó el acceso pero luego, al parecer se dejo llevar, introduje mi lengua, tratando de ocultar mi ansiedad, y busque la de Matías rápidamente, al momento de encontrarla comencé a juguetear con ella. Mi mano libre no se quedo tranquila y rápidamente tomo los botones de su chaleco, lo desabotone por completo mientras mi boca se encontraba en su cuello, degustando la piel de esa zona tan erógena.

Escuchaba, desde mi posición, claramente los jadeos que comenzaba a soltar Matías, eso hacía que mi excitación comenzara a subir lentamente. Me separe de Matías y lo mire fijamente, tratando de comunicarle que sería más cómodo irnos a su habitación.

-Acompáñame- Escuche que musitaba y se incorporo, le seguí hasta su habitación y cerré la puerta. Volví a besarlo pero esta vez con ansiedad mientras le quitaba su chaleco, una vez fuera su chaleco comencé a desabotonar su camisa larga y la deslice por sus hombros. Lo empuje lo suficiente para que cayera sobre su cama, sin pensarlo dos veces me posicioné sobre él, reanude los besos en su cuello mientras sentía la respiración acelerada de Matías; mis labios bajaron hasta su pezón derecho y lo atrape entre mis labios, lo comencé a lamer suavemente y luego lo succione, aumentando la velocidad de vez en cuando; hice lo mismo con su otro pezón y luego me deslice hasta su ombligo, mordí suavemente la piel del abdomen.

Me incorpore un poco para ver el rostro de Matías, estaba con los ojos cerrados y sus labios entre abiertos, dejando escapar gemidos sumamente excitantes a mi parecer, completamente sonrojado ante mis caricias y perlado de sudor. Le quite el cinturón y le desabotone el pantalón formal que traía puesto, lo baje rápidamente junto con su ropa interior.  

Una vez que Matías quedo completamente desnudo, completamente a mi merced pude ver que reaccionaba muy rápido, tal vez era su primera vez aunque, si eso es cierto, sería algo completamente satisfactorio para mí. Volví a unir mis labios junto con los de Matías mientras mi mano se dirigió hasta su miembro, comencé a masajearlo suavemente tratando de imitar un suave vaivén con mi mano; me separe unos escasos centímetros de sus labios dejando un hilo transparente de saliva y descendí hasta llegar a su entrepierna, sin dudarlo, me introduje el miembro en mi boca, comenzando a lamerlo a los costados; pude sentir un estremecimiento en el cuerpo de Matías a medida que sus puños se apretaban contra las sabanas blancas de su cama.

Para no perder demasiado tiempo, mi dedo índice tanteo la entrada de Matías, lo introduje suavemente mientras escuchaba claramente un grito de dolor de parte de Matías.

-Damián, no seas animal. Me duele- Pronuncio Matías con los ojos cerrados. No saque mi dedo de su entrada, lo deje en la misma posición a medida que seguía con el vaivén en mi boca. Quiero hacerle olvidar el dolor a Matías mediante mi boca, no se hizo de esperar mucho, ya que a los pocos instantes de aumentar las simulaciones en mi boca, se escucharon sus gemidos por toda la habitación. Comencé a mover mi dedo circularmente en su entrada a medida que no detenía los movimientos en mi boca.

Cuando sentí que Matías estaba preparado para otro de mis dedos, introduje el segundo en su entrada, pero a diferencia del primero, no escuche ningún quejido de su parte, al parecer estaba demasiado concentrado en el placer que le proporcionaba mi boca; hice un movimiento de tijera con mis dos dedos para dilatar su entrada lo mas que podía. Los movimientos en mis dedos eran aleatorios en la entrada de Matías y mi boca no dejaba de succionar su miembro, lo lamia por completo y luego succionaba la punta suavemente.

-Ha, Damián…Ahh… Ya…Ahh….ya no puedo…Ahh…continuar…-No sé cuando exactamente pero sentí un liquido blanquecino en mi paladas, Matías había llegado a su orgasmo y yo trague su esencia con todo el gusto. Aleje mi boca del miembro de Matías lentamente, me pareció el momento indicado para introducir mi tercer dedo en su entrada, comencé de nuevo un movimiento circular por toda su entrada mientras Matías seguía con los espasmos del orgasmo que tuvo.

 Mi miembro estaba erguido completamente, no podía soportar la tela de mi ropa interior, ya no aguantaba más, necesitaba marcarlo, necesitaba marcar a Matías como mío, sentirlo y hacerlo mío. Necesito de su piel, necesito todo de él. Lo amo tanto.

Me desanude la corbata y luego desabotone mi camisa completamente. Me quite el cinturón y desabotone mis pantalones, los baje hasta mis rodillas y luego mi ropa interior, al momento de dejar mi miembro descubierto sentí un leve estremecimiento debido a que estaba demasiado excitado y cualquier sensación que sienta en mi miembro me hace subir mi excitación. Ver a Matías con las piernas abiertas a más no poder, perlado completamente de su sudor, sus cabellos mojados y pegados a su frente, sus labios entre abiertos, su respiración acelerada y ver como su miembro se erguía de nuevo. Sus ojos abiertos a más no poder al momento de ver la excitación que él provocaba en mí, sus mejillas ruborizadas por la situación en la que se encontraba, todo era simplemente perfecto, más de lo que yo podía pedir.

-Prepárate- Trate de pronunciar, ocultado mi excitación, tome sus rodillas con mis manos y las coloque sobre mis hombros. Dirigí mi miembro hasta su entrada ya que la posición en la que lo había colocado me había facilitado el trabajo de encontrarla; deslice mis manos a lo largo de sus muslos ya que sentía que Matías estaba nervioso.

-Damián…- Escuche mi nombre por lo que alce mi vista y vi a Matías directamente, asentí leve en señal de que continuara -¿Me amas?- Lo mire sorprendido ya que no me esperaba esa pregunta y menos en esta situación, suavice mi mirada y sonreí, contestando su pregunta

-Sí, Matías te amo- Pude ver que Matías sonreía dulcemente ante mi respuesta y comencé a penetrarlo lo más lento que podía; su entrada aun era estrecha para mi miembro pero lo deslice por completo hasta que todo estuviera dentro de Matías. Escuche un quejido de Matías por lo que decidí esperar a que se acostumbrara a la intromisión de mi miembro; pasaron unos cuantos minutos cuando pude sentir un movimiento de caderas de parte de él para que comenzara.

Comencé un suave vaivén, alternándolo con embestidas fuertes y profundas. Podía escuchar claramente los gemidos de Matías y eso hacía que mi ego subiera por completo.

-Ahh…Ahh…Damián…Ahh…Mph….-Cada vez que pronunciaba mi nombre en un gemido sentía como mi corazón se aceleraba, mi respiración comenzaba a acelerarse debido a que mis movimientos se hacía mas rápidos y profundos.

Apoye mis manos sobre la cama para poderme dar más libertad de hacer las embestidas más profundas. Escuchaba los sonidos que hacia la cama por cada embestida que le daba, los gemidos de Matías, nuestras respiraciones en conjunto, los latidos rápidos de nuestros corazones.

-Ahh…Mmm…Ahh….Ahh…Ahh…- Baje las rodillas de Matías de mis hombros y coloque mi mano en un costado de su cintura, le di a entender que se volteara y así lo hizo, se coloco en cuatro, sus manos y rodillas apoyadas sobre la cama. Me puse de rodillas y me coloque entre sus piernas; volví a penetrarlo de una sola estocada, escuchando un sonoro gemido de parte de él

-Ahh- Comencé de nuevo con el suave vaivén y luego aumente el ritmo a medida que Matías me pedía mas, si él lo pide yo se lo daré.

-Más…Ahh…Damián…más…más rápido…Ahh….- Lo embestía cada vez más rápido y profundo a medida que Matías soltaba más gemidos, haciendo que fuera lo único que se escuchara en toda la habitación. Coloque mis manos en sus glúteos; cerré mis ojos suavemente disfrutando de la sensación que sentía, esa sensación que albergaba todo mi corazón, me sentía tan completo… tan enamorado.

Mi mano derecha se dirigió al miembro de Matías y comencé a masturbarlo con mi mano a medida que trataba que las embestidas fueran más profundas. Me detuve en lo que estaba haciendo y Matías se giro completamente, quedando cara a cara, rodee su cintura entre mis brazos y lo bese intensamente, sintiendo que me correspondía al instante, me acosté en la cama y Matías se coloco encima de mí, auto penetrándose por lo que pude ver su cara, gimiendo, gimiendo solo para mí.

No paso mucho cuando Matías comenzó a moverse a su ritmo y deseo sobre mi miembro, arqueaba su espalda dándome a entender que había logrado tocar ese punto que lo enloquecía por completo. Tome su mano y entrelazamos nuestros dedos, como en una fusión, como en una especie de símbolo, de unión entre los dos.

-Ahh…Damián….ya no puedo…Ahh….me voy…Ahh…me voy a correr…Mmm…- Podía sentir como se estremecía por lo que cambie de posición, haciendo que Matías quedara debajo de mi, él entendió por lo que coloco sus rodillas en mis hombros, no nos soltamos en ningún momento las manos. Volví a penetrarlo lo más profundo que podía, haciéndolo gemir. Reanude mi vaivén pero esta vez más rápido ya que podía sentir como llegaba al final.

-Ahh…Damián- Sentí como Matías llegaba a su orgasmo, corriéndose en mi abdomen; su entrada se contrajo produciendo que mi miembro estuviera rodeado y sentir esa sensación hizo que llegara al orgasmo, corriéndome en su interior.

Los dos jadeábamos por completo debido a lo que acabábamos de sentir mientras que nuestras manos seguían unidas. Me quede un momento en su interior y luego saque mi miembro de su entrada, provocando un gemido en Matías

-Mmm- Lo solté de una mano para desplomarme a la par de él mientras que mi mano izquierda seguía tomada de su mano derecha. Regularizamos nuestra respiración y luego sentí como Matías apoyaba su cabeza en mi pecho, pasando la mano que tenia libre por mi abdomen. Con mi mano derecha acaricie sus cabellos suavemente

-Buenas noches, Damián- Sonreí y luego conteste

-Buenas noches, Matías- Seguí acariciando los cabellos de Matías hasta que sentí como su respiración se hacía acompasada, sabia claramente que estaba completamente dormido. Cerré mis ojos lentamente, dejándome llevar por los brazos de Morfeo…

Y no me percate en ese instante que era la primera noche en 10 años que dormía tan plácidamente a la par de alguien….

-Matías POV-

--Al día siguiente--

Me incorpore de la cama pero sentí un dolor punzante en mi parte baja, cerré los ojos fuertemente y recordé todo lo que había sucedido ayer en la noche. Me sonroje debido a la vergüenza y ladee mi rostro para ver si veía a Damián pero no estaba ahí. Hice un esfuerzo por levantarme y con mucho pesar lo logre, caminando lentamente hacia el baño pero a medida que avanzaba solo podía ver mi ropa en el suelo. Sentí una fuerte punzada en mi corazón al pensar que Damián me había abandonado de nuevo.

“No otra vez”-pensé.

Entre a la regadera y tome una ducha rápidamente. Eso me había relajado pero no me había aliviado el dolor en mi parte baja. Sentía que no podía sentarme y que si lo hacía, experimentaría un dolor parecido al de la muerte. Llegue a mi habitación con una toalla alrededor de mi cintura y pude notar una nota en el escritorio, me acerque lentamente ya que no podía caminar con normalidad y la tome entre mis manos.

Te llamaré.

F. Damián.

¿Qué significaba eso?

“Te llamaré”

“Te llamaré”

“Te llamaré”

Por cada vez que lo pronunciara en mi mente, solo encontraba una despedida simple… como si  se estuviera despidiendo de una prostituta.

Me sentí ultrajado…y completamente indignado ante lo que acabo de leer.

Hice puño la nota que me había dejado y quería tirarla a la basura pero sentía que no podía… aun no…tal vez no pudo escribir algo mas y por eso solo escribió eso.

Si tal vez eso había pasado

Y yo pensando lo peor.

Solté una carcajada ante lo que pensé, debo aprender a no juzgar tan rápido.

Tal vez tuvo que ir a ver a su madre o a sus anteriores amigos para decirles que se iba a quedar y que estaría conmigo….si eso debe ser.

“No te engañes”-Pensé-

Suspire y decidí no darle más vueltas al asunto. No me iba a hacer bolas de nuevo.

Vi que la puerta de mi habitación se abría y sonreí ante la idea de que era Damián.

-Damián regresaste- Pero mi sonrisa se borro al ver que no era Damián. Era Liz.

-Oh lamento no haber sido lo que esperabas- Rio levemente y yo le seguí. Nos detuvimos en reír y la mire extrañado.

-¿Qué sucede, Liz?- Ella alzo una de sus cejas en señal de ironía y coloco sus brazos sobre su abdomen.

-¿Cómo que qué sucede?, ¿Qué te sucede a ti? Son más de las doce del mediodía y tú aun sigues en toalla. La semana pasada acordamos en ir a una tienda para que me ayudaras a elegir el vestido que usare en la boda de Anne. ¿Matías, lo olvidaste?- La mire sorprendido ya que se me había olvidado por completo, le respondí apenado:

-Lo lamento, Liz.  Se me había olvidado por completo pero en este momento me pongo algo de ropa y nos vamos ¿te parece?- Me gire y comencé a caminar pero recordé el dolor en mi parte baja por lo que me incline un poco pero al inclinarme me dolía mas – ¡Ah!- Liz se acerco rápidamente a mí y coloco una de sus manos en mi espalda

-Mati, ¿Qué sucede? ¿Te encuentras bien?- La mire completamente apenado ante lo que le iba a responder

-Es que…me duele una parte que no debes de saber que me duele- Ella se alejo y me miro indignada.

-¿Ya no confías en mi?- Negué rápidamente ante lo que dijo

-No, no es eso Liz. Lo que pasa es que es muy vergonzoso decírtelo- Ella me miro completamente incrédula ante lo que le había dicho.

-Matías hemos sido siempre amigos y nos contamos todo, absolutamente todo. No entiendo por qué ahora ya no me quie…-

-Ayer me acosté con Damián- Intervine, mirándola apenado.

Observe como su rostro se entristecía y desviaba la mirada.

-Iré a la cocina- Alcance a escuchar ya que hablo tan suave, se fue corriendo hasta la cocina y yo me desplome sobre la cama, hundiendo mi rostro en la almohada.

¿Qué acababa de hacer?

Acababa de lastimar a la única persona que ha estado conmigo, apoyándome y cuidándome.

Soy una completa bestia.

Me debo de disculpar cuanto antes pero este dolor no me deja caminar.

Escuche unos pasos acercándose y no quise ver quién era, no me sentía con ánimos. Me sentía completamente idiota.

Sentí como una bolsa de hielo era colocada en mi trasero por lo que ladee el rostro por inercia y me sorprendí al ver a Liz, sonriéndome, sentada en un costado de la cama.

-Me imagino que eso te duele. Ahora cuéntame… ¿te gustó? ¡Anda! ¡Cuenta los detalles!- No podía hacerle eso…no podía decirle que me sentía completamente bien al estar junto a él…no podía… no podía por la simple razón que yo hacía exactamente lo mismo que ella, yo pasaba por el mismo dolor cuando Damián tenia novia o quería que una chica fuera su novia…no podía hacerle eso a Liz.

-No….Liz. Es mejor dejarlo así- Ella asintió y se acostó a la par mía, coloco su cabeza en mi espalda y escuche como suspiraba. Volví a hundir mi cabeza en la almohada y me quede profundamente dormido.

--Al día siguiente—

No puedo creerlo. Me quede completamente dormido el día de ayer. Me incorpore y Liz estaba a la par mía, durmiendo, solté una carcajada y la moví suavemente para que se levantara.

-Hg…solo diez minutos más- Seguí riendo a más no poder, era muy gracioso. Volví a moverla y alzo sus parpados, mirándome fijamente.

-Nos quedamos dormidos- Liz se incorporo de la cama al instante y miro su reloj de muñeca.

-¡Es tardísimo!- grito exagerando por completo. Eran las 9:30 a.m. –Oye,  ¿ya te sientes mejor?- Asentí ante su pregunta y es que se me había quitado el dolor en mi parte baja, supongo que fue gracias a sus cuidados porque sentía claramente como la bolsa de hielo era cambiada regularmente cada hora.

-Sí, gracias. Me siento mucho mejor y es que con la enfermera que tengo, ¿Quién no lo haría?- Reímos los dos al mismo instante. –Bueno, me iré a bañar. Si quieres usa el otro baño creo que aun tengo ropa tuya- Liz asintió y comento

-Bueno, me iré a bañar luego que prepare el desayuno. ¿Te parece?- Sonreí en forma de respuesta y yo entre a la regadera. Abrí la llave dejando que el agua cayera directamente en mi cuello.  

Una vez que salí del baño, me coloque una camisa manga larga de color negro, desabotonándome los primeros dos botones. Un pantalón cuadriculado negro y unos zapatos sport del mismo color. Me arregle el cabello y me dirigí a la cocina, el desayuno estaba servido y vi a Liz untarle mantequilla a una tostada. Tome asiento en la silla y la mire, sonriendo. Tome una tostada y le unte jalea para luego darle un mordisco, bebí un poco de jugo de naranja y me dispuse a comer mi desayuno.

A lo largo de la comida, hablamos sobre cosas como qué usare en la boda de Anne, sí llevare esmoquin o solo un chaleco. Realmente a mi no me gusta planear lo que usare por lo que prefiero dejarlo a la suerte, eso le exaspera a Liz ya que ella siempre elige con anticipación lo que se pondrá y es que es muy ordenada y no le gusta que vayamos “impares” como le dice ella. Tenemos que estar siempre combinados y cuando es así, ella viene a mi departamento a elegir mi ropa. Realmente eso, lejos de darme terror, me parece algo muy tierno de ella.

Cuando terminamos de comer, levante la loza y me dispuse a lavarla en lo que ella se arreglaba. Al terminar, me dispuse a ver televisión y luego recordé el asunto que al parecer se me había pasado por alto.

“Damián”-Pensé.

Me dirigí corriendo hacia el teléfono y no vi ningún mensaje, tome mi móvil pero recordé que el numero lo había cambiado por lo que era imposible que Damián lo tuviera. Pero vi un mensaje por lo que me sentí nervioso de verlo, al abrir el mensaje vi de que se trataba.

“Matías. Tenemos que hablar. Es algo importante. Se trata de Damián.

Remitente: Marcos.”

¿Marcos qué va saber sobre Damián?

Decidí marcarle y ver de qué se trataba todo eso, no tuve que esperar mucho ya que me contesto al instante

-¿Diga?-

-Marcos, soy yo. ¿Qué tenemos que hablar?-

-Matías, sabes perfectamente que no me gusta hablar sobre temas importante a través del móvil. Así que ¿qué te parece si nos encontramos en un café?-

-De acuerdo. ¿Después de almuerzo te parece bien?-

-Me parece perfecto. Entonces a las 3. ¿Ok?-

-De acuerdo. A las 3. Nos vemos en el café cerca de mi departamento. Hasta luego- Corte la llamada y escuche gritar a Liz mi nombre.

-¡Matías! ¿Dónde estás?-

-Estoy en mi habitación- Grite y baje las escaleras, viéndola de espaldas. –Justo detrás de ti- Liz se volteo y me miro seriamente

-¿Ya podemos irnos?- Asentí y tome las llaves, salimos del departamento dejando con doble llave la puerta y nos subimos a mi automóvil. En unos 10 min ya habíamos llegado a la tienda preferida de Liz, nos bajamos y entramos, paseando nuestras vistas por todo el lugar.

-¿Les puedo ayudar en algo?- Escuchamos a nuestras espaldas, nos giramos por inercia y asentimos. Era una señora de unos 45 años, se le veían arrugar y tenía un poco de sobre peso, llevaba una falda larga azul marino junto con un chaleco gris y una camisa manga larga blanca. Llevaba un gafete con su nombre, al parecer se llamaba “Lizbeth”.

-He, bueno. Soy cliente frecuente por lo que necesito que solicite a la señorita- Era Liz la que había hablado y ahora se encontraba buscando en su cartera algo que no tenía la menor idea de qué podría hacer. A los pocos minutos saco una tarjeta blanca y agregó –A la señorita Cortez- La señora asintió y se dirigió al mostrador para comentarle lo que Liz le había dicho. Suspire hondamente y Liz al parecer noto eso y tomo mi mano, apegando su cuerpo al mío y mencionando en un tono infantil –Ya, ya. Solo serán unos minutos. El vestido ya lo tenía listo, solo me lo tengo que tallar. ¿Sí?- La mire y le sonríe al instante, ella se acerco y me dio un beso en la comisura de mis labios. Asentí y ella se separo de mí.

Me gire para verificar que la tienda era muy grande, habían unas 20 mujeres aproximadamente comprando ropa a las 10:20 de la mañana, sentí la mano de Liz por lo que me volví a girar y observe a la chica que al parecer había pedido Liz, a mi gusto no era bonita pero tampoco fea. Llevaba una mini falda negra y un chaleco del mismo color, una camisa manga larga blanca doblada hasta su codo, el cabello alisado y zapatos altos. Estaba perfectamente maquillada y tenía una voz dulce.

-¿Desean té, café o agua?- Negué suavemente y ella asintió para luego agregar –De acuerdo. En ese caso, síganme. El vestido está casi listo, solo necesitamos arreglar unos detalles- Liz que no me había soltado la mano en ningún momento, me jalo para que la siguiera. Suspire y la seguí hasta que cruzamos, casi, toda la tienda. Llegamos a un salón en donde todo era de color marrón. Los sofás, el marco del espejo, el suelo, las paredes, las puertas que indicaban el vestidero. Tome asiento en uno de los sofás que vi y me incline un poco, para colocar mi codo sobre mi rodilla, dejando reposar mi mejilla sobre mi mano. Al parecer a Liz le entregaban su vestido por lo que me volteo a ver emocionada, yo trate de sonreír pero la verdad, ella sabía que no me gustaba estar horas y horas en una tienda para luego no llevarse nada de ahí. Liz entro al vestidero y en eso, la chica, que había llamado Liz, se acerco a mí y me sonrió de una forma un tanto extraña. Mis ojos mostraron duda ante lo que aparentemente era un coqueteo.

-¿Es casado?- Pronuncio la chica con un tono de voz fingido. Alce una de mis cejas en señal de incredulidad y respondí:

-Sí. Es la chica que entro al vestidero- Ella reacciono de una forma un tanto extraña, se alejo rápidamente de mi, clavando su vista en el suelo y tomando una carpeta que tenia, la coloco en su estomago, evitándome la mirada.

Escuche mi móvil vibrar por lo que lo saque y vi que era una llamada de un número desconocido. Me ruborice al pensar que podía ser Damián. Mi corazón comenzó a latir con fuerza y no sabía si contestar. Digo, se tardo un día en llamarme.

¿A quién engaño?

¡Deseo contestarle!

Por lo que conteste la llamada y escuche

-¿Matías?- No podía reconocer la voz por lo que respondí un tanto dudoso

-Hm, si. ¿Quién habla?-

-¡Vaya! Al parecer ni te acuerdas de la chica que se casara la próxima semana. Eres una insensible.- Al escuchar el drama, reconocí su voz. No era Damián. Era Anne.

-Lo siento, Anne. Mi cabeza está dando vueltas últimamente y mi móvil no reconoció el número-

-Bueno, eso se debe a que llamo del número de mi prometido. Quería cerciorarme de algo, por eso te llamaba- Hizo una larga pausa por lo que pensé que debía de hablar, así que me apresure en decir

-¿Qué sucede?-

-¿Has visto a Damián?- A pesar de que Anne haya cambiado su personalidad solitaria, no había perdido el tacto de decir las cosas, lo digo sarcásticamente.

-He, ¿por qué la pregunta?-

-Matías, solo responde la pregunta- Suspire hondamente y respondí, llevándome una mano hacia mi frente

-Sí, lo vi hace dos días. Pero no entiendo por qué la pregunta-

-Lo supuse. He, mi querido padrino. Tengo que cortar. ¿Qué te parece si nos vemos ahora a las 3?-

-He, está bien- Recordé lo de Marcos por lo que agregue rápidamente -¡No! No puedo, me veré con Marcos así que tal vez mañana-

-Hm, bueno. Creo que él ya lo sabe. He, bueno, no importa en ese caso. Nos vemos en la boda. Y recuerda ¡eres mi padrino!- Reí suavemente ya que se me había olvidado por completo, y algo importante, se me había olvidado decirle a Liz.

-No te preocupes. Se me olvido pero gracias por recordarme. Cuídate- Corte la llamada y guarde el móvil. Me apoye en el respaldar del sofá y coloque un brazo sobre mi abdomen.  

A los pocos minutos salió Liz con un hermoso vestido. Era de color marrón y se apegaba a su silueta, era largo y desmangado. Con detalles en la parte del abdomen. No podía describir al vestido y es que Liz se veía completamente hermosa.

Mi boca quedo abierta ante la visión y ella solo pudo soltar una carcajada

-Al parecer te gusta. Me agrada que tengamos los mismos gustos- Sonríe con un poco de malicia y yo solo pude sacudir mi cabeza y sonreírle suavemente

-Sí. Te ves hermosa, Liz- Ella volvió a sonreír y respondió

-Gracias, gracias. Eres un amor, Mati- Volvió a entrar al vestidero y eso significaba que tenía que volver a esperar otra media hora para que saliera. La chica que me había coqueteado con anterioridad, se acerco a mí y comento

-Su esposa es muy guapa. Me sorprende que se hayan sacado tan jóvenes- Asentí leve y ella agrego -¿Por qué no llevan los anillos?- Suspire y respondí en un tono no muy cortes

-Creo que no es de su interés el por qué no llevamos los anillos de casados pero le diré, los mandamos a renovar con un joyero muy conocido en nuestra ciudad natal, Inglaterra.- Por supuesto que todo lo que le había dicho era mentira pero al parecer ella me creyó, porque se veía completamente sorprendida ante lo que había dicho. Volvió a hacer la misma reacción que hizo al saber que estaba “casado”. Comencé a cerrar los ojos por un leve momento y cuando alce mis parpados, Liz ya había salido y estaba pagando el vestido por lo que me incorpore rápido y corrí hacia su dirección. La abrace por la cintura y comente suavemente

-Yo lo pagare- Saque mi billetera y le di una tarjeta de crédito junto con mi identificación a la señorita del mostrador. Liz guardo su cartera y se giro, dándome un beso en la comisura de mis labios, sonriendo.

-Gracias- Sonreí suavemente y la señora me entrego mi tarjeta junto con mi identificación. Las guarde en mi billetera y luego tome la caja en donde estaba el vestido y salimos de la tienda. Nos subimos a mi automóvil y nos dirigimos al centro comercial para ir a comer algo. Llegamos en pocos minutos y nos bajamos del automóvil, dejando la caja del vestido en el asiento de atrás. Comenzamos a caminar tomados de la mano, como siempre hacemos, y llegamos a un centro de comida rápida.

Pedimos un par de hamburguesas y sodas, las pague y luego nos sentamos en una mesa apartada. Comenzamos a comer en aparente silencio y luego Liz, comenzó a hablar

-Sabes, Mati. Gracias por pagarme el vestido. Sentí que me quedaba en banca rota- Reímos suavemente y luego dirigí mi pañuelo a los labios de Liz, por lo que ella se extraño y yo le limpie un poco de salsa de tomate que tenia a un costado de sus labios. Ella me sonrió suavemente y seguimos comiendo, haciendo unas bromas o hablando cosas triviales.

Eran las 2:30 de la tarde cuando terminamos y nos incorporamos de las sillas. Liz rápidamente me tomo del  brazo y comento

-¿Podemos ir a comer un helado al parque?- Negué suavemente por lo que ella hizo un puchero

-Me tengo que reunir con alguien más. ¿Te llevo a tu casa?- Ella suspiro resignada y asintió leve.

-De acuerdo. Pero me debes el helado- Reí suavemente y luego se me ocurrió una idea

-Mejor, ¿Qué te parece si te quedas en mi departamento en lo que hablo con un amigo y luego te paso a recoger para que nos vayamos a comer ese helado?- Ella pareció pensarlo un momento y luego comento, sonriendo

-Por supuesto que sí. Me parece bien, pero no te tardes- Asentí y nos subimos al automóvil. Me dirigí a mi departamento y ayude a Liz a bajar la caja del vestido y ella llevaba una bolsa con los zapatos que llevaría. Entramos al departamento y luego le di un beso en la frente para irme. Escuche como me gritaba

-¡No te tardes!- Entre al automóvil y maneje al café que estaba cerca y al llegar, me baje rápidamente y entre caminando apresuradamente. Me había tardado un poco y pude ver a Marcos, sentado, tomando café. Me acerque y tome asiento enfrente de él.

-Lo siento. Liz me entretuvo un poco- Comenté un poco apenado.

-Ah, tu novia- Respondió Marcos, riendo un poco.

-No es mi novia. Es mi amiga- Replique.

-De acuerdo.-  Volvió a reír.

-Bueno, ya. ¿De qué me quieres hablar?- Pregunte un poco impaciente.

Marcos suspiro hondamente y luego agrego

-¿Has visto a Damián?- Lo mire sorprendido ya que era la misma pregunta que me había hecho Anne cuando estaba en la tienda. Asentí ante su respuesta y observe como Marcos se llevaba las manos hasta su cabello y se los revolvía para luego preguntar -¿Haz intimado con él?- Me sonroje al instaste y desvié mi mirada un poco apenado. Volví a enfocar mi vista en Marcos y él pareció mirarme con ternura, ternura que no entendí de qué se trataba por lo que un poco impaciente, agregue

-Sí, me acosté con él. Pero no entiendo desde cuando te intereso mi vida sexual- Marcos negó suavemente y me miro fijamente

-Matías, creo que debo decirte esto. Como tu amigo solo quiero tu bien pero supongo que debes de saberlo- Marcos hizo una pausa por lo que me impaciente y comente

-¡Habla ya!- Él se sorprendió y pronuncio

-Damián se va casar mañana- Pude sentir cómo de pronto un mareo se apodero de mí.

¿Se iba a casar?

¿Damián se iba a casar?

¿Con quién?

¿Por qué?

¿Cómo lo supo Marcos?

¿Es una broma?

¡No!

¡No!

¡No!

¡No!

¡No!

¡Me niego a creer eso!

-¡NO!- Alce la voz por lo que todos los que se encontraban en el café me observaron. Pero eso no impidió que siguiera hablando -¡Eres un mentiroso, Marcos! ¿Cómo te atreves a mentirme de esa forma? ¿Cómo? ¡Eres un idiota! ¡No te creo nada!- Me incorpore rápido de la silla y Marcos también, tomándome del brazo para que me detuviera

-Matías, ¡Abre los ojos! ¿Para qué te quisiera mentir con algo como eso? Sé perfectamente que te duele y también sé que lo sigues amando pero no por eso iba a dejar que ese idiota te siguiera mintiendo tan descaradamente en la cara. Diciéndote, lo más seguro, que te ama y que eres su único ¡Matías, date cuenta! ¡Damián te mintió y solo te uso!- Me sentía herido, completamente herido ante cada palabra que Marcos pronunciaba y no por qué él lo decía, si no que porque sabía que era verdad. Sabía que Marcos no tenía razones por las cuales mentirme, sabía que Damián me había usado cruelmente, sabia a la perfección que lo que me había pasado no podía ser un lindo recuerdo…

Todo lo que me dijo Damián ese día…

Cuando sus manos me tocaron…

Todo…

Todo quiero borrarlo

Para siempre

Al salir del café, no vi a nadie a los ojos. No pude subir a mi automóvil por lo que comencé a caminar hacia mi departamento. Debía de ver a  Liz. Tenía la esperanza de que ella estuviera ahí…

“Como siempre”-Pensé.

En cierta forma ella me recuerda a mí…en lo idiota que había sido al sentir eso por Damián. Sé que ella se siente idiota, sé que ella se siente dolida pero…pero no puedo acudir a alguien más. Ella me conoce perfectamente y es mi mejor amiga ante todo, no puedo ir con mi madre, tampoco con Alice, tampoco con Marcos, tampoco con Anne y mucho menos con…

“Duele”-Pensé al recordar ese nombre.

Ese nombre que tanto me ha hecho daño. Ese nombre de cuyo dueño me usa a su antojo y yo como idiota creí.

Apreté mis puños con furia y golpee la pared de uno de los callejones, me sentía idiota. No, no me sentía, soy un idiota.

Suspire y me recosté sobre la pared del callejón, me deslice por esa superficie áspera, importándome poco si mi ropa se ensuciaba, hasta llegar al suelo, cubrí mi rostro gracias a mis manos.

Comencé a llorar, anhelando un abrazo de alguien. Queriendo que todo esto que me estaba pasando era una simple mentira y ya.

Sigo siendo tan idiota como hace 10 años…

Sigo siendo tan estúpido como para volver a creer en Damián

Jure que no lo volvería hacer

¡JURE QUE NO IBA A VOLVER A LLORAR!

Entonces….

¿Por qué lo sigo haciendo?

¿Por qué?

¡Maldición!

Soy un imbécil…. Lo necesito cómo un corazón necesita un latido….lo necesito cómo mis pulmones necesitan el aire…

Ya no puedo más…

Ya no…

Duele tanto…

Pero…el dolor que siente mi pecho, la respiración que siento cómo lentamente disminuye, el temblor en mi cuerpo, la ira que siento adentro de mí….todo eso que me hace sentir hará que lo olvidé.

Sentí como era abrazado fuertemente, sin entender quién podía ser. Alce mi vista y era Liz…

Liz estaba abrazándome.

Le correspondí el abrazo, escondiendo mi rostro en la curvatura de su cuello. Dolía mucho y ella lo sabía…

-Matías, sé que no soy la mejor indicada para decirte esto pero te diré, que puedes olvidar a Damián si te lo propones. Sé que duele, oh cariño, yo sé que te duele mucho pero ya verás que mañana saldrá un poco el sol. Yo sé que es difícil ver el cielo cuando el dolor nubla tu corazón, sé que duele tanto pero tanto que en tu corazón haya muerto una ilusión. Sé que tienes unas inmensas ganas de encerrarte en tu propia burbuja y no volver a saber nada del mundo. Sé que deseas fervientemente que todo sea una cruel mentira…que cuando abras los ojos volverás a tu fantasía en donde la persona que amas te corresponda y no tenga miedo al mundo de decírselo- Liz seguía diciéndome todas esas cosas y yo solo podía seguir llorando, dejando caer mis lagrimas sobre sus hombros, abrazándola fuertemente, deseando fervientemente que todo haya sido un mal sueño…

Pasamos alrededor de 2 horas en esa posición, Liz acariciándome el cabello y yo llorando.

Nos incorporamos y ella tomo mi mano fuertemente, en señal que estaría conmigo siempre. Trate de sonreír pero no pude por lo que ella agrego

-No te esfuerces, Mati. Recuerda que conmigo no tienes que fingir- Ella me sonrió tan…tan yo. Recordé esa sonrisa, era la misma que le daba yo a Damián. Mi corazón sentía un hueco enorme. Caminamos lentamente hacia el departamento y nos fuimos a encerrar a la habitación. Dormí boca abajo y Liz sobre mi espalda.

--Al día siguiente—

Escuche el móvil timbrar por lo que me incorpore, observando que Liz no estaba a mi lado. Me extrañe y luego escuche que la puerta se abría, dejando pasar a Liz con una bandeja de comida. Llevaba puesta una camisa sport blanca y unos pantalones ajustados negros junto con unos botines blancos. Me dejo la bandeja sobre mis piernas y me dio un beso en la mejilla

-Buenos días, dormilón. Te prepare el desayuno, espero no te moleste.- Negué suavemente y tome una tostada untándole jalea de fresa y le di un mordisco.

-Gracias, se ve delicioso. ¿Comes conmigo?- Ella negó y se incorporo de la cama.

-No, tengo que hacer unas cosas, cariño. Pero regresare a la hora del almuerzo. Te quiero ver arreglado y perfumado. Saldremos a comer. Yo invito- Sonrió con mucha alegría y yo desvié mi mirada

-Sí. Lo hare- Ella se acerco a mí y coloco su mano sobre mi mejilla, mirándome angustiada

-Matías. Todo estará bien, lo prometo. No salgas de casa. ¿Entendido?- Asentí y ella tomo su bolso, saliendo de mi habitación.

-Liz POV-

Baje rápidamente las escaleras y me dirigí hacia la salida. Gracias a unos contactos que tenia, me habían localizado al tal Damián. Y yo iré a hablar con él.

Me subí al taxi y me dirigió a un hotel un poco lejos del departamento de Matías. Le pague al señor y me baje rápidamente, corrí hasta la recepción y pregunte por Damián. Me informaron que se encontraba en los jardines del hotel. Asentí y corrí hasta ahí, buscándolo con mi vista. Estaba de espaldas por lo que respire profundamente y me acerque a pasos decididos hasta él.

No era necesario tocarlo ya que él se giro y me miro con sorpresa

-¿Eres Damián, no?- Asintió y lo único que pude hacer en ese momento fue soltarle una bofetada en su mejilla. Había reunido todas mis fuerzas para hacerlo y lo mire enfurecida. Él llevo su mano hasta su mejilla y me vio furioso.

-¿Qué te pasa?-

-¿Qué me pasa? ¿Qué te pasa a ti, idiota?- Lo empuje y continúe hablando -¿Tienes una mínima idea de cuánto le hiciste daño a MI Matías?- Hice énfasis en la palabra “mi” y proseguí –No, no tienes una mínima idea porque si la tuviera no estuvieras jugando con él como se te antojara- Él me tomo de los brazos fuertemente y me miro enfurecido

-No vuelvas a referirte a él como si fuera tuyo. Tú no sabes una mierda de la situación en la que me encuentro- Me solté del agarre como pude ya que me estaba lastimando y lo mire con tanto odio

-¡No! No la tengo pero sabes algo, ¡Tampoco la tiene Matías! Me refiero a él como se me antoje porque es MI amigo te guste o no- Hice una sonrisa burlona –Lo único que sé es que el idiota que ilusiona a mi amigo se casara este día y mi amigo está completamente destrozado y yo lo estoy porque yo lo amo tal vez mucho más de lo que tú lo pudiste amarlo algún día- Observe cómo apretaba sus puños y yo solté una carcajada cargada de ironía -¿Qué? ¿Me vas a pegar? ¿Te sientes tan “hombrecito” de pegarme?-  Él negó y me miro con tanto odio…se veía en sus ojos.

-No lo hare porque aunque unas mujeres no se lo merezcan, eso no significa que soy una maldita bestia. No te entrometas en lo que no te interesa ¿Entendiste?- Me había colmado la paciencia y le solté otra bofetada con la misma intensidad que lo hice con la pasada

-¿Crees que me interesas tú? ¡Me interesa Matías! ¡Está dolido! Se siente usado, se siente miserable al saber que la persona que ama se casa este mismo día y que ni siquiera se tomo la maldita molestia de avisarle cuando se lo estaba follando- Él me miro sorprendido y yo proseguí –Te crees que puedes ir por ahí metiéndole ideas a la cabeza a las personas sin que nadie te diga algo pero te equivocas, Matías no está solo. Matías tiene alguien quien lo defienda y esa persona soy yo. Lo amo demasiado como para dejar que este imbécil venga y lo lastime de nuevo. No soy estúpida, Damián. No lo soy y te conozco, conozco la clase de basura que eres. No te importa en lo más mínimo los sentimientos de los demás, no te interesa nadie más que tú. Primero eres tú y luego tú y de ultimo tú. No podía dejar que te casaras sin que me escucharas. Tenía la estúpida idea de que cancelarias tu compromiso al enterarte que Matías estaba mal pero lo veo en tus ojos…él no te interesa. No te interesa en lo más mínimo y me duele tanto…me duele tanto que lo hayas usado. Él no se lo merecía.- Damián no decía nada, se quedo mirando hacia otro punto sin decir nada. Sonreí con ironía y agregue –Me da tanta pena que Matías sienta algo por la basura que tengo enfrente. Como sea, felicidades por la boda.- Me gire y comencé a caminar completamente indignada.

¿Qué mierdas le sucedía a ese estúpido?

No dijo nada…nada para defenderse.

Suspire hondamente.

-Marcos POV-

Estaba recostado sobre el sofá de la sala de estar. Me sentía extrañamente inquieto ya que no sabía si había hecho bien en decirle a Matías lo que sucedía con Damián.

Pero en realidad él no se merecía seguir con esa venda en los ojos. Sé que no soy alguien cómo para dirigir el camino de todos pero no me gustaría que el camino de Matías tuviera muchos obstáculos…

Me recuerdo perfectamente cómo hace diez años me gustaba Matías pero ahora lo único que siento es una inmensa ternura hacia él y el deseo ferviente de protegerlo y cuidarlo.

No recuerdo sí le robe un beso o qué, creo que no pero me hubiera encantado hacerlo.

Mis recuerdos de hace 10 años son pocos…

Trabajo en una compañía en donde soy el Gerente. Tengo un buen salario, trabajo de lunes a viernes. Hoy es domingo, el día en que se casa el idiota de Damián.

No lo entiendo en realidad, la vez que lo vi parecía tan distinto, se veía completamente indiferente ante el asunto de casarse pero se mostraba ansioso al saber dónde vivía Matías.

Sé que no debí decirle y que todo este problema se hubiera ahorrado pero en ese momento, sentí que era lo correcto decírselo. Sé que cometí el peor error de mi vida en decirle ya que con eso le cause mucho daño a Matías.

Luego de irme en donde hablaba con Damián, estuve hablando con Anne. Mi situación con ella cambio drásticamente.

Me acepto como primo y eso en cierta forma me hace sentir bien. No la he olvidado pero he dejado de sentir ese gran amor por ella. La veo con cariño y cómo a una hermana pequeña. Ella también ha cambiado mucho, es completamente distinta a la Anne que se conocía.

Se ve mucho más animada y sonríe a menudo.

Nos vemos un día cada semana para ponernos “al día” de las cosas que hacemos o de las situaciones que pasamos, soy la persona que la llevara hacia el altar el día que se case. Mi madre nunca se entero de lo nuestro y pues, lastimosamente ella murió 3 años atrás. No quiero recordar ese momento por lo que lo dejare hasta ahí.

Con respecto a mi vida amorosa, estoy felizmente soltero. Creo que no soy hombre de compromiso ya que me gusta más sentirme libre sin ninguna opresión en el pecho. Además a mi no me da miedo sentirme solo ya que sé que no estoy solo. Me siento muy bien conmigo mismo y no quiero involucrarme con alguien amorosamente. Mis relaciones no son nada serio. Me cambie el corte de cabello y me visto, por lo general, con ropa formal. Cambie 4 veces el número de mi móvil ya que me los robaban o cometía el descuido de dejarlo en casa de otra persona. Anne siempre me regaña pero es algo inevitable, soy un poco descuidado. Las fiestas de Navidad se acercan y Anne, me comento que podía ir a quedarme en su casa para festejar pero realmente negué esa oferta, no entro en la vida de Anne ya que ella estará casada para ese entonces. No quiero involucrarme en eso. Me incorpore y fui a beber jugo de naranja. Tome las llaves del departamento y lo deje con llave al salir. Tenía una cita con una chica en la tarde.

-Matías POV-

Anne se había tardado ya que aun no había llegado de hacer las cosas que “debía de hacer”. Tome asiento en el sofá completamente aburrido y encendí la televisión, viendo un programa de espectáculos

-Estamos en la capilla más importante de la capital. Estamos a punto de presenciar la boda de- Cambie de canal ya que no tenía ánimos de ver la felicidad de los demás cuando la mía ni siquiera sé si existió algún dia. Cuando cambie de canal vi la cara de Damián, incrédulo lo deje en ese canal y escuche que respondía completamente feliz

-Sí, me siento muy afortunado al casarme con ella. En realidad quiero decirles a todo el mundo que la amé el primer día que la vi y que me siento muy feliz de unir nuestras vidas para siempre-Lagrimas se derramaban de mis ojos sin poder evitarlo…

¿Esa era la boda de Damián?

¿Damián la amaba?

¿La amo desde el primer momento en que la vio?

No pude ver más por lo que apague la televisión y abrace mis piernas fuertemente. Entonces no era broma…

Damián se iba a casar en unos cuantos minutos.

Y yo estaba en el sofá abrazando mis piernas fuertemente mientras lagrimas se derramaban de mis mejillas.

Todo era una mentira.

Todo lo que él representaba en mí era una mentira.

¿Dónde se fue ese chico al que había conocido?

El Damián del que me había enamorado…

“Ya no existe”-Pensé.

Muchas veces una persona no quiere la verdad aunque la tenga enfrente de sus ojos, se niega a verla por la simple razón de que duele…duele tanto sentirse desilusionado…duele tanto enterarse que jugaron cruelmente con tu corazón…

Me siento con una enorme impotencia y unas inmensas ganas de llorar tanto…de llorar cómo si no existiera mañana….de ir hasta esa capilla y decirle a todo el mundo que Damián se acostó conmigo y que no es el novio que todos piensan…. Lo odio tanto…

¡Lo odio!

¡Damián te odio!

Apreté mis puños con fuerza ya que por mucho que lo deseara….no podía arruinarle su boda… no tenia corazón de rompérselo a la chica…no quería que ella se sintiera cómo yo me siento en estos momentos. Ella no lo merece, no merece que yo le haga ver la clase de idiota con el que se está casando.

Escuche cómo la puerta era abierta y dejaba ver a Liz un poco ofuscada. Ella corrió hacia mí y me abrazo fuertemente.

-Matías…te amo- Mordí mi labio inferior al escuchar lo que Liz me decía… Alce mi vista y la mire sollozando…

-Liz… ¿por qué?- No pude seguir hablando ya que seguí llorando, ella me abrazo aun más y acaricio mi cabello suavemente

-No, cariño. No digas eso. Las cosas pasan por algo. Realmente pasan por algo, no debes de sentirte así. Vamos, demuéstrale al mundo y a la vida que puedes seguir adelante. Puedes si lo deseas fervientemente, no con la ilusión de que regresara porque no lo hará. Es hora de tomar tú propia decisión, la decisión que te hará ser feliz así como él la tomo- Asentí leve y la abrace con fuerza.

Such a lonely day .... And it’s mine

The most loneliest day of my life

Such a lonely day .... Should be banned

It’s a day that I can’t stand

Esa melodía era lo único que podía pensar. Era el día más solo… y era mío. Me sentía solo… no en compañía…sino en corazón. Completamente solo….el día más solo de toda mi vida…no podía creerlo. Debía de tomar una decisión…tan difícil…pero era lo mejor…

The most loneliest day of my life

The most loneliest day of my life

Me sentía completamente mal…completamente herido y usado…no podía creer que Damián había hecho eso, simplemente no podía pero las pruebas estaban frente a mis ojos. Ya no había nada que se pudiera hacer, ya no había nada que yo pudiera hacer…

Such a lonely day .... Shouldn’t exist

It’s a day that ill never miss

Such a lonely day .. And it’s mine

The most loneliest day of my life

Este día nunca lo olvidaré…es un día en donde comprendí que por más que una persona ame a otra, ésta no lo corresponderá….no podrá porque si ama a otra persona por más que trate el corazón no se puede forzar…yo lo entiendo a la perfección…entiendo cómo se siente Damián y Liz…tal vez yo soy el Damián de Liz…

And if you go

I wanna go with you

And if you die

I wanna die with you

Take your hand and walk away

Y lo peor…es que sé que si Damián toca esa puerta y lo veo y me dice que me ama, le creeré, le creeré porque es lo único que amo pero también sé que eso nunca pasara…lo conozco…y sabia que me mentía pero no quería aceptarlo…simplemente no podía aceptar que la persona que tanto amo sea capaz de hacerme algo así…

The most loneliest day of my life

The most loneliest day of my life

The most loneliest day of my life

Aunque Liz se encuentra conmigo abrazándome fuertemente, llorando a mi lado, me siento solo…solo porque no está la persona que deseo que esté conmigo… él no está y nunca lo hará…se irá de viaje, tendrá hijos y una esposa que lo ama fielmente. Estará feliz y me alegra…pero ¿y yo qué? ¿Dónde quedo yo?...

Such a lonely day

And it’s mine

It’s a day I'm glad I survived[1]

Yo a él no le importo por lo tanto…si no le importo ¿por qué tendría que importarme él a mí?.... ya no puedo engañar mi estúpido corazón…. Ya no más. Ya no puedo más con esto… este día es el más solitario…. Pero les diré que estoy feliz de sobrevivir…porque sobreviviré…con o sin Damián.

≥ Un año después ≤

Este día es Navidad y me siento completamente bien. Ya no he llorado y eso es un alivio. Me comprometí con Liz, nos casaremos en Marzo del próximo año. Ella sabe perfectamente que estoy tratando de amarla y me espera considerablemente, además es una buena chica.

Estoy afuera de una tienda comprando un regalo para Liz y escucho cómo un niño lloraba por lo que ladee mi rostro y al parecer era un recién nacido. Era completamente hermoso… tenía los ojos azul oscuro, alce mi vista y una mujer esbelta y con cabello lacio, lo miraba tiernamente y a la par de ella se encontraba un hombre guardando las manos en sus bolsillos, no pude ver bien su rostro ya que miraba en otra dirección.

Mire enternecido la escena y desvié mi vista para que no pensaran que era un acosador. Seguí pensando en qué regalarle a mi prometida cuando sentí que alguien me rodeaba mi cintura, ladee el rostro y sonreí, dándole un beso en la comisura de sus labios, era Liz.

-Hola mi amor- Ella me sonrió y respondió

-Cariño, ya es tarde. Debemos ir a casa. Mis padres están a punto de llegar y faltas tú- Tomó mi corbata y me jalo hacia ella, besándome suavemente, le correspondí el beso rodeando su cintura y escuche cómo un vidrio se quebraba. Nos separamos y ladeamos el rostro hacia la misma dirección. Me quede completamente sorprendido. Era Damián.

Ya no sentía nada por él…ya no sentía esa opresión en mi pecho…Liz me ayudo a sanar mis heridas.

-Cariño, se nos hace tarde. Vámonos- Liz me tomo la mano fuertemente y yo le correspondí el agarre, entrelazando mis dedos con los de ella, le sonreí suavemente y agregue

-No temas, Liz. Ya no ocurrirá de nuevo- Ella me sonrió y apoyo su cabeza en mi hombro, abrazándome al instante, rodee con un brazo su cintura y sonreí mientras veía cómo Damián caminaba lentamente sin dejar de verme.

“Ganas de huir

De no verte ni la sombra

De pensar que esto fue un sueño o una pesadilla

Que nunca apareciste

Que nunca has existido” [2]

Nos separamos sin soltar a Liz y nos giramos para comenzar a caminar en dirección contraria de la de Damián. No voltee a ver hacia atrás…ya no podía y no debía.

“Porque cuando se ama en realidad… eres capaz de sacrificar todo lo que tienes por esa persona pero tú no hiciste eso por mí…Yo quería a una persona que me amara y que me lo demostrara ante todos…no a alguien que me escondiera. La vida te da muchas pruebas, unas fáciles otras no pero la clave se encuentra en estar seguros de poder pasarlas…en confiar plenamente en ti mismo. EL sentimiento que albergaba en mi interior todos estos años nadie lo podía sacar de mi interior porque aunque quisiera seguía presente en mí y me negaba rotundamente a sacarlo de mi pecho pero a ver las pruebas, al ver que la persona que tanto amaba se iba con otra sin ningún remordimiento pude entender, solo en ese entonces, que tu primer amor no siempre será el único… que tu primer amor no es aquel que tú hayas amado…tú primer amor es aquella persona con la que sentiste lo mismo en ese instante…la persona que corresponde tus sentimientos igual o más fuerte de lo que tú sientes... ese día, sentado abrazando a mi mejor amiga, llorando por Damián, ese día entendí que no todo es lo que quieres que sea…no todo saldrá como deseas que salga… esta es la vida real y en la vida real no siempre existen los finales felices. El mío no fue así y no estoy mal por eso ya que, estoy a lado de una persona que me ama y que me esperará hasta que yo sienta lo mismo…ese día me propuse a mi mismo dejar de sufrir…porque el amor no es solo de uno…es de dos…y a mí me faltaba ese dos. Ese 25 de diciembre de ese año no miré hacia atrás porque eso implicaba regresar a mi pasado, eso implicaba que mi vida seguiría igual y yo necesitaba un cambio…un cambio que él no me podía dar... un cambio que esa persona no estaba dispuesta a darme. ”

F. Matías.

|| Basado en una historia real||

Notas finales:

 

¡FIN!

¿Qué les pareció?

¿Les gusto o no les gusto?

:/

¡Háganmelo saber!

Bueno, antes que nada les vuelvo a agradecer a todas esas personas que continuaron mi fic a pesar de que no actualizaba tan seguido. Es cómo un regalo de navidad xD yo sé que la mayoría odia a Liz xD

Pero yo amo a todos

xD

Ahahahahhaha

[1]= La letra es de la canción Lonely Day de System Of A Down.

[2]= Es la estrofa de la canción “Sin daños a terceros” de Ricardo Arjona.

Las estaba escuchando y decidí ponerlas en el fic ya que fue lo que me inspiró. Espero que les haya gustado y si no pues mis disculpas por haberlas/os decepcionado.

Lamento haber hecho llorar a muchas lectoras  ._.

Créanme que no fue mi intención, también lamento haber tardado en subir el último cap.

Pero entiéndame, tenía que escribir el doble de lo que había escrito xD

Sí tienes dudas, reclamos, halagos

¡Háganmelos saber!

Me pidieron algo de Marcos, se los di. Tarde pero lo hice xD

Me siento completamente bien al terminar este proyecto y no se preocupen, tengo muchos más en mentes y pues antes los quiero terminar para subirlos cada semana y es que no me gusta atrasarme. Empezare a estudiar por lo que no tendré mucho tiempo. También me disculpo si encontraron errores de ortografía y es que lo estaba escribiendo de noche, entonces no podía ver bien las letras.

:/

Sin más, ¡Les deseo una Feliz Navidad a todos y Prospero Año Nuevo!

¡Nos vemos hasta otra historia!

¡Cuídense!

Lady Of Murder


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