Este capítulo va dedicado a alguien muy especial para mí… a alguien que conocí 3 meses atrás pero que ahora ya no podre comunicarme con él debido a su decisión.
Aunque él nunca lo lea se lo dedico y espero que sea feliz.
Después de cada cosa mala siempre viene algo bueno.
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¿Cómo una persona puede llegar a ser tan ilusa?
¿Cómo una persona puede pensar que alguien está enamorado de ella?
Y más importante aun…
¿Cómo pude creerlo?
Desde este momento…
Odio a Damián y no quiero saber nada que tenga que ver con él.
Olvidare todos los momentos que pasamos juntos.
Olvidare nuestra amistad.
Olvidare mi amor por él
Y más importante aun…
Lo olvidare a él…
Miles de pensamientos rondaban mi cabeza y hacían que mi corazón se estrujara cada vez más. Cerré mis ojos tratando de pensar que todo esto era una pesadilla, tratando de volver a creer todas esas falsas ilusiones que me había hecho en mi cabeza.
Soy un completo iluso y me decepciona ser así pero no puedo cambiarlo o mejor dicho no pude darme cuenta antes.
Me incorpore de la cama y tome una sudadera, abrí la puerta de mi habitación y camine hacia la salida importándome muy poco si mi madre estuviera viéndome o se preocupara, ya no puedo pensar en los demás, ya no puedo pensar en si lastimare a las demás personas…ya no…
Tengo que pensar en mí.
Camine y llegue hasta una especie de terreno baldío, tome asiento sobre el suelo arenoso y abrace mis piernas con fuerza.
Me sentía completamente solo.
Sentía un fuerte dolor en mi corazón.
Sentía un vacio en mis adentros, tal vez al darme cuenta que lo perdí para siempre pero él ya tomo una decisión y no puedo hacerlo cambiar de parecer, tengo que respetar su decisión aunque me duela aunque no me haya tomado en cuenta y solamente pensara en él.
Es algo a lo cual tengo que acostumbrarme… me refiero a la idea de estar sin él.
A la idea de sentir que te falta algo importante en ti.
Muchas veces me he planteado la pregunta de “¿Qué pasara si ya no veo a Damián?” y siempre me respondía lo mismo “Damián siempre estará conmigo” y trataba de tranquilizarme con esa respuesta tan vacía para mi… con esa respuesta que pensé que siempre la iba a tener para toda clase de problemas pero en esta situación esa respuesta se volvió vacía y carece de importancia.
No sé qué hacer, me siento tan impotente pero a la vez siento que puedo detenerlo aunque no sé a quién engaño ya que es muy probable que Damián no se encuentre en el país y yo me este haciendo la tonta idea de poder detenerlo.
Pero ahora que lo pienso…
¿Qué hare si lo detengo?
¿Qué le diré?
No tengo nada que decirle, no tengo la fuerza para ir hasta el aeropuerto y detener su vuelo si es necesario.
No tengo el valor de fingir la sonrisa que siempre hago para tratar de tranquilizarlo.
Mi fuerza ya no está… desapareció el momento en que Anne me dijo la cruda realidad… desapareció cuando me di cuenta de lo que estaba haciendo
Siempre era yo el que perdía todo orgullo con Damián pero él…
¿Cuándo perdió su orgullo estando conmigo?
Siempre era yo el que me preocupaba y él estaba muy feliz sin mí
Siempre era yo el que quería hablar de las cosas pero él siempre las ignoraba y hacia parecer que todo estaba bien con él
Hacia cosas que me confundían y hacia otras que me aclaraban que no quería nada conmigo.
¿Cuándo fue el momento en que todo se complico?
No… tal vez no se ha complicado…
Lo quiero ver así porque nunca me he detenido a ver las señales que Damián me daba en sus acciones.
Lastimosamente no soy una especie de brujo para saber lo que dicen sus actos pero haré una suposición.
Se mostraba celoso cuando yo estaba celoso con Marcos.
Le gusta mi mejor amiga.
No le gustaba mi amistad con Marcos.
Quería que estuviera presente cuando le iba a pedir noviazgo a Alicia.
Se mostraba que quería decirme algo.
Siempre pasaba algo antes de que me dijera ese “algo”.
No me dijo que se iba a ir.
Simplemente se fue…
¿A quién engaño?
Damián no me quiere de la forma en la que yo lo quería.
Es la realidad…esto es la realidad… no un cuento de fantasías en donde siempre el protagonista termina al lado de la persona que ama.
En el mundo real no existe eso…en el mundo real todos te pisotean a su conveniencia… no existe el cuento de hadas…
No existe mi cuento de hadas…
A veces una persona no entiende una razón y se miente así mismo para crear la realidad a su antojo…eso hacía yo con Damián…manipulaba mi realidad a mi conveniencia cuando en realidad pasaba otra cosa por la mente de Damián
Tal vez eran celos de amigos…
Tal vez me quería decir que iba a luchar por Alicia pero nunca se dio el momento
Aunque pensándolo bien…
¿Qué hacían Damián y Marcos afuera del Instituto?
Saque el móvil de mi bolsillo y marque el número de Marcos, espere a que me contestara
-¿Diga?-
-¿Marcos?, ¿Eres tú?- Siempre dicen que la voz se escucha diferente a través del móvil.
-Claro que sí. Mati ¿Qué sucede?, ¿Dónde estás?-
-Eso no importa, quiero que me respondas algo-
-Claro-
-Prométeme que me dirás la verdad-
-Claro que sí, ¿Qué sucede? Me estas preocupando-
-¿Qué hacían tú y Damián afuera del Instituto el día del accidente?-
-Mati… ¿por qué la pregunta?-
-Marcos contéstame-
-De acuerdo pero no me gustaría decírtelo por el móvil, ¿podemos vernos en algún lugar?-
-Por el momento no, quiero estar solo. ¿Qué te parece dentro de una hora afuera del Instituto?-
-De acuerdo, nos veremos ahí-
Corte la comunicación sin despedirme de él.
Observe mi móvil de frente mientras mi mente se debatía en sí llamarle a Damián o no.
Marque el número de Damián y espere a que me diera el primer tono…
Pero lo que escuche fue…
El buzón de voz….
Abrí mis ojos debido a la sorpresa ya que Damián nunca apaga su móvil…
A lo mejor ya no está en el país…
Lo perdí para siempre…
Sentía la necesidad de llorar pero no podía…
Sentía que ya no podía llorar… quería pero no podía…
Me sentía vacio y solo… muy solo…sin el apoyo de nadie…completamente solo
Quizás así es como realmente estaba…estaba solo… nunca tuve a alguien conmigo para apoyarme…simplemente las personas se encontraban en el momento adecuado.
Es triste que todo se haya terminado así… es triste que una amistad haya terminado de esta forma…
Me incorpore y sacudí mi ropa debido al polvo, comencé a caminar hacia el Instituto sin mirar a nadie a los ojos, simplemente caminaba con mi sudadera y mi vista clavada en el suelo.
Sintiendo que me mezclaba con las personas sin ser notado, sintiéndome parte de la multitud.
Siempre he creído que nadie es parte de una multitud ya que todas las personas tenemos algo que nos diferencia, algo que nos hace ser “únicos” pero el día de hoy me siento vacio, sin nada que me diferencie de los demás.
Llegue al Instituto y gracias a que era día feriado no había nadie ahí, solo los vigilantes que siempre están cuidando la entrada, pase de largo sin mirarlos y me recargue en la pared.
Aun tenía mi vista clavada en el suelo, era muy temprano para que Marcos llegara así que alcé mi vista entre las personas que pasaban a la par mía sin ni siquiera notarme.
Vi a una madre con una expresión feliz que tenia de la mano a su hija de unos 7 años de edad, se veían realmente felices pero el hombre que las acompañaba se miraba abatido, como con temor de que alguien lo viera con ellas. Pude ver que la mujer no tenía anillo de matrimonio y el hombre sí, no podía ser que la mujer se lo quitara porque era de complexión delgada y se veía mucho más joven que el hombre.
Quizás era la típica escena del hombre que tiene otra familia y que la mujer ya que “lo ama tanto” no puede poner en su lugar a ese hombre.
Desvié mi vista y vi a unos jóvenes dando un show en medio de la calle, se besaban como si no fuera mañana, el chico tenia a la chica en un agarre en su cintura que a simple vista se veía que era fuerte. Estaban vestidos de negro y pude ver que le chico tenía un piercing en su ceja izquierda. La chica tenía el cabello suelto y se veía que no se molestaba en arreglárselo, se veía natural.
Volví a desviar mi mirada y pude ver a una señora con aspecto elegante que iba casi corriendo a tomar el autobús, al parecer se había retrasado pero en eso vi a otra persona corriendo detrás de ella, estaba casi desnudo el hombre y eso me causo un poco de gracia. Quizás la señora lo había visto con su amante.
Todas esas personas pasaban alrededor mío sin notarme, me di cuenta que las personas pueden estar en un mismo lugar pero los momentos no serán los mismos ya que cada uno tiene sus propios problemas, cada uno se interesa por su bienestar y no se detienen a ver lo que les pasa a los demás.
Sin darme cuenta sentí una mano sobre mi hombro derecho y por inercia me gire y vi a Marcos, me sorprendí un poco ya que no pensé que observar a las personas me llevara tanto tiempo.
Él me sonrió y yo solo pude desviar mi mirada con un poco de resentimiento. El resentimiento no era por él era por el hecho de que se pareciera a Damián pero sus ojos…sus ojos no son los de Damián…él no es Damián.
-¿Sucede algo, Mati?- Negué con mi cabeza ante su respuesta y al ver que yo no tenía planeado decir nada, él se apresuro en decir
-Mati… está bien…te contare todo pero luego me tienes que decir el por qué estas así-
Enfoque mis iris en las de él y luego acoté
-Eso no es parte del trato-
-¿Cuál trato?- Preguntó.
-Olvídalo solo dime… ¿Qué hacían ustedes aquí?-Marcos suspiro y se recargo a la par mía
-Pues fue algo complicado, veras…
--Marcos POV--
-Flash Back-
Escuche como mi madre me sacudía entre las sabanas y debido a que soy una persona que le gusta dormir le di la espalda mas ella insistió y perezoso tuve que incorporarme y mirarla soñoliento
-Mi amor ¿me puedes hacer un favor?- Asentí leve mientras bostezaba un poco
-Gracias, corazón. Bueno quiero que vayas ahora afuera de tu Instituto ya que me entregaran unos pedidos- La mire extrañado y me atreví a hablar
-¿Puedo preguntar de qué se tratan esos pedidos?-Mi madre rio leve y me acaricio mi mejilla
-Jajaja cariño no es nada malo solamente son unas planillas que le pedí a un cliente ya que quiere dejar de trabajar conmigo porque se tiene que ir de viaje, solo eso-
Mi madre es contadora de unos de los despachos más importantes de la zona limítrofe.
Aunque se vea una mujer muy dulce y atenta con sus seres queridos es muy gélida cuando se trata de su trabajo ya que ha sido el soporte de mi familia por más de 15 años.
No tengo padre ya que él nos abandono cuando había nacido, mi madre argumenta que fue por el temor de criar a un hijo pero eso no me afecta en lo absoluto ya que como nunca lo vi, no puedo extrañar algo que no tengo ¿cierto?
-¿Y cómo es él o ella?- Mi madre me miro un poco angustiada y yo me apresure en decir –Digo, para reconocerla-
Ella suspiro aliviada.
-Bueno, es delgada y con un cabello largo y azul oscuro, sus ojos son negros y casi nunca sonríe, bueno conmigo nunca lo ha hecho- Ríe levemente ante su comentario.
-Ah bueno y dime ¿es bonita?, ¿Cuántos años tiene?- Mi madre pareció haberse encontrado con un fantasma ante lo que dije y yo solo me pude reír.
-Jajaja tranquilízate madre. No volverá a pasar lo que sucedió años atrás, tranquilo, no soy como él- Ella suspiro y me dio un beso en la frente.
-Ella tiene un hijo es creo de tu misma edad, no lo recuerdo bien ya que nunca lo he visto pero me ha comentado que se parece a ella- Asentí leve y luego me atreví a preguntar
-Y… dime… ¿Por qué ya no quiere trabajar contigo?- Ella mostro en su rostro seriedad.
-Ella tiene problemas en su matrimonio y decidió divorciarse, ella trabaja mucho al igual que su esposo y no se dedican tiempo entre ellos ni a su único hijo por lo que decidió dejar su vida aquí y llevarse a su hijo hacia otro país para poder comenzar de nuevo-
-Entiendo, bueno… ella sabe lo que hace- Mi madre asintió y me acaricio mi brazo suavemente como siempre hace cuando estoy mal.
-Sí…y la entiendo porque yo haría exactamente lo mismo por ti. Dejaría mi trabajo aquí y me iría contigo para que no estuvieras tan solo, a veces las madres hacemos sacrificios muy grandes por nuestros hijos y ellos no se dan cuenta de eso y piensan todo lo contrario que lo hacemos por nosotras mismas- Bostece un poco y le sonreí a mi madre suavemente
-No te preocupes por mí, madre. Yo se que todo lo que haces lo haces por mí- Ella me sonrió y rio levemente.
-Jajaja gracias a Dios que tengo un hijo tan comprensivo, cariño, gracias por entenderme, sabes que te amo- Se acerco y me dio un beso en mi mejilla luego me dio unas leves palmadas en mi brazo –Anda, baja a desayunar que se hace tarde- La mire interrogante
-¿Tarde para qué?-
-Tienes que ir a traer unos papeles conmigo a mi oficina para luego dárselos a mi cliente- Asentí y me incorpore de la cama, caminando hacia el baño, me di un baño rápido y luego me cambie. En 15 minutos ya estaba listo y perfumado.
Baje a desayunar y tome una tostada y la mordí. Tome la mermelada de fresa y la unte en la tostada, tome un poco de jugo y me fui comiendo la tostada en el camino hacia la puerta, escuche como mi madre me gritaba
-Marcos, cariño, ¿A dónde vas?- Trague el bocado de tostada que tenia en mi boca y le grite desde la puerta
-Iré a ver a Anne, madre, es que me pidió que le llevara algo- Escuche un silencio como siempre que se escucha cuando menciono a Anne, a mi madre le afecto mucho el hecho de que ella nos niegue siempre y que no acepte nuestra ayuda.
Termine mi tostada y llegue al departamento de Anne, saque mi llave y abrí la puerta. Al parecer ella no estaba en casa por lo que entre y vi que tenía un desastre en su departamento, decidí ayudarla y pensé en ayudarle un poco así que iba a levantar una revista en el suelo y escuche su voz
-No te atrevas a tocar nada de este departamento- Por inercia me incorpore y le sonreí. Ella y sus amenas bienvenidas.
-Yo también extrañaba verte primita- Ella me miro furiosa, odia que le diga así.
-Cállate, yo no soy tu prima- Solo pude reír levemente
-Jajaja, claro que lo eres. ¿Por qué no lo aceptas de una buena vez?-
-Lo aceptara si lo fuera así que cállate Marcos, ¿quieres?- Asentí leve pero se me escapo una risa leve.
-¿Cuál es la gracia, idiota?- Me reí aun mas al saber que se había enfadado. Me gusta hacerla enojar, se ve muy linda.
-Tú- Fue lo único que pude decir y ella se incorporo de su asiento y se acerco a mí con claro gesto de golpearme.
-¿Yo? ¿Te haces el idiota o qué, Marcos? No soy tu payaso para que te burles de mí- Levanto su mano y fui más rápido y me coloque detrás de ella rodeando su cintura.
Siempre había existido una especie de atracción entre nosotros dos pero nunca nos atrevemos a hablar sobre el tema ya que es extraño hablar entre primos sobre estas cosas.
Anne me gusta mucho y estoy seguro que yo a ella también. Nos besamos y nos divertimos pero no somos nada serio. Nunca hemos tocado el tema sobre los besos simplemente nos besamos cuando queremos y cuando termina el beso hacemos como que no paso nada.
Yo quisiera ser algo de Anne, alguien importante y no solo un compañero de juego momentáneo pero luego me pongo a pensar que somos primos y que eso sería imposible.
Ella se soltó de mi agarre y se giro rápidamente hasta estar enfrente de mí, rodeo mi cuello con sus brazos y me beso intensamente, correspondí el beso entrelazando mi lengua con la de ella y comenzamos a juguetear con nuestras bocas. Mis manos no se quedaron quietas y acaricie su cintura delineada suavemente para luego subir y acariciar toda su espalda. Ella me acariciaba mi cuello y mi espalda.
Nos separamos debido a la falta de oxigeno y pude ver su rostro sonrojado y desprotegido. Me tomo de mi camisa y me empujo hacia la pared, me limite a sonreír, ella se acerco rápido y me volvió a besar con la misma intensidad de antes solo que esta vez la aumentaba mas. Deje que tomara el control por unos instantes y luego me separe volviéndola a besar y la atraje a mí con más fuerza, cambie de posición haciendo que ella quedara encerrada entre mi cuerpo y la pared, deslice mi mano hasta su muslo y lo apreté fuerte levantándolo del suelo y colocándolo sobre mi cintura.
Ella entendió por lo que el agarre en su cuello se hizo más fuerte y alzo su otro muslo quedando mi cintura rodeada entre sus piernas. Deslice mi boca hasta su cuello y comencé a succionar la piel lentamente mientras acariciaba con una mano sus piernas y con la otra su cintura. Sentí como jadeaba y reprimía gemidos provocando un poco más mi excitación debido a la situación en la que me encontraba mas escuche un ruido proveniente de su habitación. Detuve mi labor en su cuello y la mire extrañado, ella volvió su rostro gélido y me sonrió en forma lúgubre
-¿Por qué te detienes, primito?- Acaricio mi rostro suavemente.
-¿Quién está en tu habitación? O debo decir… ¿Quién durmió ahora contigo?- Ella se enfureció y me dio una cachetada en mi mejilla. Sonreí con algo de melancolía. Ella deshizo el agarre en mi cintura y me soltó. Se arreglo la mini falda negra que llevaba puesta y su cabello.
-Sabes perfectamente que no me entregare tan fácil a un idiota-
-Pues por lo que acaba de pasar me cuesta creerlo- Su rostro reflejo indignación y tal vez me había excedido en haberle dicho eso pero es que la sola idea de pensar que esta con alguien mas hace que mi sangre hierva de celos.
-¿Por qué no te vas con Matías?- Anne desvió su mirada y yo hice el gesto de abrazarla más ella me interrumpió.
-No me toques- La hice enfadar. Suspire y tome asiento en el sofá.
-Anne… ¿Quién está en tu habitación?-
-Es el gato que cuido… te lo había dicho.-
-Perdona pero pensé que estabas con alguien más-
-Todas las cosas que pasan las piensas a tu conveniencia- Suspiro y tomo asiento a la par mía.
-Creo que solamente deberías de aceptar mi disculpa y ya, no tienes que atacarme-
-¿Quién fue el que me acaba de insinuar que soy una zorra?- Pregunto histérica
-Yo nunca dije eso, Anne-
-Pero lo diste a entender- Acoto con resentimiento.
-Anne por favor no discutamos-
-No estamos discutiendo- Suspire y me incorpore. Camine hacia la puerta.
-Hablamos cuando se te dé la gana- Ella se incorporo y escuche su voz
-¿No será cuando tu tengas ganas de besar a alguien?- Me gire y pude ver como ella salía de su departamento dejándome completamente solo. Suspire y lleve mis manos hacia mis cabellos acariciándolo en gesto de frustración. Me gire y camine hacia la habitación de Anne para cerciorarme que no había nadie ahí. Y en efecto, era su gato que había tirado una taza que le había regalado años atrás a Anne. Me pareció extraño que Anne tuviera todos los regalos que le hago. Me sentí feliz en ese momento.
Salí del departamento de Anne y comencé a correr hacia el cementerio, que es el lugar donde ella frecuenta, pero no la encontré ahí. Me quede un momento ahí esperando que llegara pero no llegaba. Camine hacia mi casa y entre. Al parecer mi madre no estaba, se me había olvidado por completo que la tenía que acompañar a recoger lo que me había pedido. Suspire y leí una nota que había dejado en la nevera
“Cariño, no te preocupes. Llegare lo más pronto que pueda, te deje los papeles sobre la mesa para que se los des a mi cliente y pues yo te llamo a tu móvil cuando tengas que salir de casa para ir a encontrarte con ella.
Con amor, tu madre”
Sonreí leve al saber que mi madre lo tenía todo planeado. Me deje caer sobre el sofá y bostece un poco. Escuche como tocaban la puerta por lo que me incorpore y abrí la puerta, era Anne. Sonreí leve al verla. Siempre hago eso y ella se burla de mí ya que lo hago.
-¿Esta tu madre?- Preguntó.
-No, acaba de salir. Pasa- Ella entro y cerré la puerta. Se quedo a mitad del pasillo.
-Venía a decirte que ya no podemos seguir con la idiotez de los besos, me interesa alguien más y pues no quiero que haya problemas por esto- La mire sorprendido y luego me enfurecí.
-¿Quién es él? Lo iré a matar- Ella me miro burlista
-¿De qué te quejas, Marcos? A ti te gusta Matías por lo tanto no te debe de importar quién me guste. Deja este juego estúpido ¿quieres?-
-Para mí no es un juego, Anne. Dime quien es…necesito saberlo-
-No, no te lo diré y eso es todo. Adiós- Camino hacia la puerta más me interpuse en su camino y la tome del brazo fuerte y la bese como si no existiera un mañana. Ella me correspondió al instante pero luego me empujo fuerte logrando que la soltara debido a la sorpresa y salió de la casa. Camine detrás de ella y la tome del brazo antes de que saliera del jardín. La bese rodeando su cintura y ella rodeo mi cuello. Escuchamos un ruido a lo lejos por lo que nos separamos por inercia y vimos a Matías. Nos sorprendimos al instante. No pudimos reaccionar al momento en que escuchamos su voz
- Lo siento, no quise interrumpirlos- Y luego lo vimos correr, alejándose de nosotros. Nos quedamos de pie con los ojos muy abiertos, nunca se me había pasado por la cabeza que nos vieran ni mucho menos Matías. Fue algo sorprendente. No nos atrevimos a decir palabra algunas. Anne solamente se fue aun en shock y yo no me atreví a detenerla. Entre a mi casa aun con el shock y me desplome en el sofá. Me quede con los ojos muy abiertos mirando hacia la nada. Me sentía extraño. No puedo describir la sensación. Cerré mis ojos y me quede dormido al instante. No había descansado bien por lo que eso me facilito dormir más rápido.
No puedo decir con exactitud las horas que pasaron pero escuche mi móvil vibrar, lo saque y conteste
-Cariño, mi cliente ya va para tu Instituto, no olvides llevar los papeles-
-No, no lo hare. No te preocupes-
-Ok, cariño. Nos vemos, te amo-
Corte y me incorpore, dirigiéndome al baño para mojarme la cara. Me seque con una toalla y ya parecía más despabilado. Tome los papeles de la mesa y camine hacia la salida. Antes de cruzar la puerta toque mis bolsillos para ver si llevaba mis llaves y en efecto las traía conmigo. Salí de mi casa y camine hacia el Instituto.
Me gusta Matías pero también me gusta Anne pero mi relación con Anne es imposible y con Matías es imposible pero posible a la vez ya que no tenemos ningún parentesco familiar aunque con Anne también es posible ya que somos un hombre y una mujer por lo que no se vería extraño en la sociedad pero no puedo elegir por quien luchar ya que sin que me dé cuenta estoy luchando por Anne.
Tal vez lo de Matías es porque se parece un poco a Anne, en su personalidad de antes. Porque me sonríe a menudo y Anne no. Creo que en efecto me gusta mucho mi prima y solo me atrae Matías. Me alegra haber aclarado eso aunque no sé porque no me agrada su amigo Damián. Tal vez sea porque me molesta que lo haga sufrir de esa forma. Damián sabe lo que Matías siente por él. Y aun así no se toma la molestia de hablar de eso con él.
Debe de ser muy duro para Matías estar con la persona que amas y no poder abrazarla y besarla. Por lo menos con Anne la puedo besar y estoy seguro que ella siente lo mismo por mí.
Al llegar al Instituto vi a Matías con la chica a la cual creo que Damián se le iba declarar la vez anterior, la chica parecía desabrida y angustiada por algo. Me quise acercar a Matías pero en eso vi a Damián, le sonreí sarcástico y toque a Matías en el hombro pero no se giro por lo que me preocupo e iba a volver a tocarlo y en eso Damián me golpeo en la espalda. Me gire enfurecido y en eso vi que Damián me quería volver a golpear pero Matías se interpuso…
-End Flash Back-
-Y lo demás ya lo sabes, Mati. Paso lo sucedido…- Vi como Matías asentía sin decir palabra alguna.
-Gracias-
-De nada Mati. Ahora dime ¿Por qué estas así?- Matías suspiro y desvió su mirada
-Creo que ya lo sabes, el hijo del cliente de la que hablaba tu madre es Damián…y se fueron de viaje. No me molesta que se haya ido, me molesta y me entristece a la vez que se haya ido y no me haya dicho palabra alguna-
Lo mire enternecido, ese chico seria alguien muy feliz si tuviera a Damián con él.
--End Marcos POV--
Suspire de nuevo. Ahora entendía muchas cosas de las cuales ignoraba completamente. Yo le atraía a Marcos porque me parecía a Anne en cierto modo, en mis ojos. Solo era una atracción y creo que a mí también me llego a atraer Marcos pero en eso dejo de hacerlo aunque no me di cuenta cuando. Creo que fue antes de todo ese suceso. Creo que fue al ver lo celoso que se ponía Damián cuando estaba con él y fue como una forma de utilizar a Marcos para ver o creer que Damián sentía algo por mí.
Tal vez fue egoísta pero también Marcos lo fue. Me entristece un poco el hecho de que no pueda estar con Anne libremente ya que se ven bien juntos aunque me haya parecido muy extraño pero no debo de juzgar ya que yo me enamore de mi mejor amigo, de un hermano para mi.
En cierta parte entiendo a Marcos, Anne es una chica muy linda aunque algo misteriosa pero eso la hace ser única.
-Creo que me tengo que ir, nos vemos Marcos- Él asintió leve y me incorpore de la pared caminando hacia mi casa. Me detuve y me gire para agregar –Suerte con Anne- Sonreí por primera vez en todo el día. En realidad les deseo lo mejor, él me sonrió de una forma sutil y yo me volví a girar caminando hacia mi casa, volviéndome a mezclar entre la multitud.
Al llegar a mi casa, mi madre se veía muy feliz hablando por teléfono. Pase de largo a mi habitación y ella pronuncio en un susurro
-Amor, es Damián, quiere hablar contigo- Me quede congelado, literalmente, de pie.
Es Damián…
Él quiere saber algo de mí…
Pero por desgracia yo no quiero saber algo de él por lo que pronuncie en tono gélido
-No me interesa, madre. Yo no tengo nada de qué hablar con Damián. Creo que él me dio a entender muchas cosas cuando se fue-
-Espérame un momento Damián- Mí madre tapo el auricular del teléfono y me miro preocupada –Hijo, no te comportes así, por favor, Damián está muy mal debido a su partida-
-Madre no lo defiendas. A veces pienso que lo defiendes a él en vez de tu hijo. No quiero saber nada de él- me acerque y tome el teléfono y grite – ¡NO QUIERO SABER NADA DE TI, DAMIÁN!-
Corrí a mi habitación, llorando, cerré con fuerza la puerta y me desplome sobre mi cama. Abrace mi almohada fuerte y comencé a llorar en silencio.
Fue lo mejor…
El decidió lo mejor para él…
Ahora me toca a mí decidir lo mejor para mí…
Y yo ya tome una decisión…
Me olvidare de Damián…
Para siempre…