Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El beso del Vampiro por hakusan16

[Reviews - 120]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Hey, hey, hey!

Yo de nuevo :D

¡Woojuuu!  No me lo puedo creer, hemos llegado al review número 102, jo, jo. ¡Qué emoción! Jamás creí que llegáramos a esa cantidad de reviews :D

He leído sus comentarios, y aún siguen pensando varios que va a ver lemon... ¡Lo siento, lo siento, lo siento, lo siento de verdad!  Siento decirles que en realidad Hakusan no tenía ningún capítulo en donde haya un lemon Sasu Naru en este fic. Por eso mismo no puse en las advertencias del fic que había Lemon, lo siento de verdad. Pero, les voy a contar lo que me dijo Hakusan cuando terminé de leer el fic completo, que para mí fue una buena noticia, ¡ah! pero eso sí, no se los voy a contar hoy, nooo, claro que no xD se los contaré cuando publique el próximo capítulo que será el final de este grandioso fic.

¡Ja, ja quédense con las ganas de saberlo! ¡ÑAKAA!

También leí por ahí que algunos lectores comentaron que tenían razón sobre sus conclusiones xD ja, ja me dio gracia saber que varios fueron demasiado inteligentes y descubrieron el secreto de Naru-chan en los primeros capítulos del fic, yo ya quisiera tener ese intelecto, porque cuando leí por primera vez el fic, ni tenía idea de que Naruto era mitad lamia mitad humano xDDD

Bueno dejando mis tonterías les dejo leer tranquilos ;D

¡¡Este capítulo va dedicado a las personas que siempre me dejan su review en cada capítulo!!

Capítulo 10 Sangre.

Frente a mí apareció una cara: un socio de Orochimaru.

Detrás de mí oí a Sasuke, furioso, a quien inmovilizaban varios hombres.

-Sasuke.-apenas pronuncié su nombre.

-Tu valiente y fiel Vourdranj-dijo Orochimaru, y sus colmillos en una sonrisa burlona-. Podría haber escapado pero no quiso separarte de ti. Si te portas bien, quizá puede que te lo quedes... ¿Qué te parece? Un juguete para ti solito.

Lo miré a duras penas, me hablaba como a un niño pequeño. Hizo una señal a sus hombres y éstos me agarraron de las piernas y brazos. Trate de moverme pero ellos me sujetaron más fuerte. Orochimaru se acercó con una jeringa en sus manos.

-¡No!-gritó Sasuke.

Me buscó la vena en el brazo y me inyectó un líquido marrón amarillento que me hizo arder el brazo. Grité de dolor, hubo una explosión de colores, un resplandor y mucho dolor. Me soltaron y me encorvé, me hice una bola, gemí, lloré, apreté mis dientes, grité, clavé mis uñas en mis brazos abrazándome, ardía de dentro y de afuera y mis encías se volvieron de lava. Oí la voz de Sasuke distorsionada y distante: estaba enojado; a Orochimaru gruñir, y un golpe seco. Todo era tinieblas y dolor, me temblaba el cuerpo, pero no podía moverme. Una luz me deslumbró. ¡Tenía sed! ¡Me moría de sed! Comencé a cesar, sentí dos cosas extrañas y afiladas en mi boca.

Distinguí unas siluetas, y me pusieron algo en la boca.

-Bebe, mi niño-murmuraron en mi oído.

-¡No!-oí gritar. Al grito le siguió un golpe y un gemido.

Levanté la cabeza para ver de dónde venían los ruidos; estaba rodeado de antorchas, pero lo veía todo borroso. Alguien me bajó la cabeza y otra vez me pusieron una copa en los labios, esta vez con mayor insistencia.

-Bebe.

Sorbí un líquido entre salado, amargo y rancio, y mis encías estallaron de dolor...y de ansia. Cogí la copa y la bebí con avidez. Alguien río divertido. De repente me entró un calambre en el estómago, grité y escupí lo que tenía en la boca. Oí murmullos de sorpresa e indignación. En mi estómago había un monstruo con garras que me destrozaba por dentro. Gimiendo, rodeé mis piernas con mis brazos hecho una bola. Otra vez me cogieron del mentón y me pusieron la copa en los labios. Reconocí a Orochimaru, me negué y lo empujé con tanta fuerza que  quién sabe de dónde la había sacado.

Algo en mi interior aullaba de miedo, pero estaba tan aletargado que no entendía el por qué. Un líquido inundó de nuevo mi garganta tan de repente que me atraganté y tosí. Sentí de nuevo las garras arañando mi estómago, no podía respirar de tanto dolor y me retorcí en el diván. Orochimaru me hizo beber de nuevo a la fuerza.

-¡Bebe!-ordenó.

Volví a atragantarme y me quedé sin aire. Intenté quitármelo de encima, le di un golpe y la copa se derramó sobre mí.

Orochimaru gruñó y me soltó.

Otra vez escuché los murmullos de preocupación hasta que Orochimaru ordenó silencio.

-¡Tráiganlo aquí!-ordenó bruscamente.

Dos hombres trajeron por la fuerza a otro rabioso y desesperado. ¡Era Sasuke! Además de sus raspaduras, tenía sangre en la cara y un ojo marcado. Su mirada estaba llena de sufrimiento. Le retorcieron un brazo colocándoselo detrás de la espalda, y le extendieron el otro. Orochimaru sacó un cuchillo y, con una sonrisa, le cortó la vena de arriba abajo. Sasuke hizo un gesto de dolor, y yo miré fascinado cómo le brotaba la sangre, le corría por su piel y caía al suelo. Sentí presión en los colmillos y se alargaron. Sasuke intentó liberarse cuando los vampiros me acercaron su brazo. Su sangre brillaba en la luz como un oscuro rubí. Me agaché y cogí su brazo con las dos manos, mis acciones eran inconscientes no podía detenerme.

-¡Dobe! ¡No!-exclamó cuando le clavé los dientes.

La sangre regó toda mi boca y tragué. Era dulce y salada, como miel y cobre, me recordó al líquido que me había dado Orochimaru, sólo que su aroma era más intenso y puro. Absorbía la sangre caliente y sentía el ritmo de sus pulsaciones. La bestia de mi estómago había dejado de rasgarme y empezaba a ronronear. Bebí como en sueños, sin poder parar, hasta que el ritmo de los latidos perdió la regularidad, apenas tenía fuerza.

De repente, volví en mí y me decepcioné de lo que había hecho. Abrí los ojos fuertemente, tenía cogido del brazo a Sasuke y aún corría más sangre. Mis colmillos le habían dejado dos agujeros profundos. Mi mirada se encontraba totalmente atónita y arrepentida, no podía creerlo, me sentía fatal. Sasuke e miró con una mezcla de desencanto y fascinación. Movió los dedos en mi mano y me llamó de nuevo la atención del chorro rojo, que goteaba en mi pierna. De nuevo me dolieron las encías y, espantando como una cola entre las patas de un perro, me sentí atraído. Empecé a temblar, no quería morderle, como si me estuvieran obligando poco a poco me separé de Sasuke, pero una mano fuerte proveniente de Orochimaru me tomó de la nuca acercándome al brazo de Sasuke.

-¡Bebe más!

No quería, ya no quería beber más, temblaba de lo espantado y a la vez de lo ansioso por probar de nuevo esa sangre, mis manos que aún no se había separado del brazo de Sasuke lo apretaron más. Gimió de dolor. Lo miré asustando, aun sin poder levantar completamente mi cara. Sasuke tenía los ojos entreabiertos, mirándome también, y se pasó la lengua por el labio.

Algo me estaba dando a entender, un par de segundos comprendí.

Dudé un instante en lamerle las heridas, con miedo, pero debía hacerlo. Cohibido saboreé el cobre y la miel y, otra vez sentía el ansia, un rubor creció en mis mejillas, me sentía tan ansioso por clavarle de nuevo los colmillos, estaba realmente excitado (N/A: No mal piensen.) Pero mi cuerpo comenzó a temblar de la rabia, me pude resistir, estaba totalmente decepcionado conmigo mismo. Las lamí lentamente, dejó de brotar sangre y se cerraron.

Oí un gemido de sorpresa.

Me cogieron del pelo, me apartaron bruscamente de él y le volvieron a rajar el brazo. Esta vez si grito. El cuchillo cayó a mi lado: Orochimaru me cogió fuertemente de la nuca, tan fuerte que sentía que me clavaba las uñas y me puso el brazo de Sasuke delante.

-¡He dicho que bebas más!-ordenó.

-¡No!-desesperado intenté apartar la cara, la sangre de Sasuke chorreaba en mi mentón.

Orochimaru me aferró más al brazo de Sasuke con una mano en mi nuca y la otra agarrada en uno de mis hombros para acercarme más. Como yo, los dos vampiros que sostenían a Sasuke no podían apartar la mirada de la sangre que brotaba.

Orochimaru se me acercó más.

-¡¡Bebe!!-ordenó. Pero me negué ladeando la cabeza.

De repente me hundió sus colmillos en el cuello como dos dagas ardiendo. Mi grito fue cada vez más estridente y me salieron las lágrimas.

Algo cayó al suelo con estrépito y todo se llenó de humo. Sus labios ardían en mi piel, pero el se aferró más a mí, succionándome casi toda la sangre, sentía como mis latidos disminuían poco a poco, intenté quitármelo, era como veneno para mí, me quemaba, intenté de nuevo quitármelo de encima y grite, grite, grite. Todo se volvió oscuro de repente y quitó sus colmillos tan bruscamente, que el filo de estos me rascuñó por el camino. Temblé de dolor, ahora tenía dos grandes y profundas heridas largas. Sentía la sangre manar con un río sin parar, me cogieron y me tiraron del diván al suelo, no tenía fuerzas, mi cerebro mandaba señalas para mover mis piernas, pero no las sentía, no sentía mi cuerpo, sólo sentía la humedad que embarraba toda mi ropa, era mi sangre que no había parado de correr. De nuevo se oyó un estruendo y un alarido. Vi borrosamente prenderse una alfombre, llamas bailando.

-Todo está bien, aguanta-me dijo la voz de Sasuke entre la negrura, sentí como me levantaba del suelo y avanzaba por la oscuridad. (N/A: Sasuke cargó a Naruto como un niño)

Mis brazos y mis piernas me colgaban a cada lado de Sasuke, no tenía ni fuerzas para moverlas, había perdido demasiada sangre.

Quise responderle, pero me pesaba demasiado la cabeza, y la apoyé con todas las pocas fuerzas que tenía en el hombro de Sasuke. La sangre aún me brotaba y empapaba no solo más mi camisa sino la ropa de Sasuke.  Sentí aire fresco, dejábamos atrás el infierno. De repente, Sasuke perdió el equilibrio, nos caímos y debí de desmayarme.

-¡No! ¡Naruto! ¡Por favor, no me  hagas eso!-gritó Sasuke desesperado.

Me pregunté qué le pasaba para estar tan asustado. Me abrazaba, decía mi nombre y me mecía. Sentí una brisa en mi cara, y olí el humo en la ropa de Sasuke. Me dolía el cuello y tenía un ácido sabor como si hubiera vomitado sangre.

-¡Aguanta! Por favor, dobe-suplicó.

Tenía frío, Sasuke me apretaba el cuello, que todavía sangraba. Hubo una explosión fortísima y su furia me aplastó contra el suelo. Sasuke me cubrió con su cuerpo y, como garantizo, empezaron a caer cosas a nuestro alrededor. Se oía el crepitar del fuego, me abrazó y sentí su pecho.

-Por favor, Naruto, no te mueras-rogó desolado.

Fruncí el ceño, no pensaba morirme, tenía que hacérselo saber. Me pesaban los párpados, pero los abrí. Vi el cielo violeta, azul y dorado, era precioso, estaba amaneciendo. A mi lado, Sasuke repetía mi nombre. Estaba tan cansado que sólo quería dormir y seguir flotando.

A dura penas giré mi cara hacia Sasuke y levanté la mano ¡Qué cansado me sentía, no tenía fuerzas! Definitivamente necesitaba dormir, Sasuke me apretó contra su pecho con emoción.

-¡Naruto! ¡Por Dios, dobe!-exclamó y dejé caer mi brazo sin fuerzas.

Vi que lloraba, ¿pero por qué? No había motivo. Se lo quería decir, pero sacudía la cabeza implorando.

-¡Shhhh! No digas nada, todo va a salir bien, aguanta un poco, por favor.

Movía la mano en mi cuello, me dolía. Estábamos en la salida de mi casa, que ardía detrás de nosotros. Lo veía todo borroso e intenté concentrarme en la figura de Sasuke. Tenía el pelo revuelto y la ropa estaba chamuscada, y sus ojos reflejaban sed, dolor y desesperación. Sus colmillos asomaban largos y afilados, estaba temblando.

-Todo está bien-aseguraba, aunque estaba asustado-. Ya no pueden hacerte daño, quédate conmigo.

¿A quienes se referían? Luego se lo preguntaría, ahora quería dormir, estaba muy cansado y no me costaba nada cerrar  los ojos.

-¡Dobe! ¡No!-gritó Sasuke con pánico, y me zarandeó.

Los volví a abrir. Había algo caliente en mi cuello, miré a Sasuke, tenía las manos llenas de sangre, todo él estaba lleno de sangre. Por fin comprendí que era mía y que manaba de la herida de mi cuello. Abracé a Sasuke. ¡Me estaba desangrando! ¡Me iba a morir!

-Por favor, haz que pare-supliqué, y le abracé con la única fuerza que me quedaba.

Puso un gesto de dolor e impotencia, suspiró y negó con la cabeza.

-Por favor, no quiero morir-dije débilmente.

Gimió como un animal en una trampa. Estiré mi brazo hacia su cuello, pero no pasé del hombro, lo agarré y quise acercarlo hacia mí. No sabía de donde sacaba la fuerza, quizá fuera del mismo brazo, que cada vez más me pesaba.

-No quiero morir-susurré forzando su cabeza contra mi cuello, pero intentó apartarse-. Por favor...-insistí, cada vez más débil.

Oí un sollozo que sonó como un "te quiero". Sus labios se posaron fríos en mi cuello, sentí sus dientes y su lengua pasar lentamente por todo mi cuello manchado, saboreaba mi sangre, llegó hasta el punto de dónde salía todo, y aferró sus labios más en ese punto, me sonrojé y después todo se volvió negro. Estaba flotando, todo estaba a oscuras y sólo de vez en cuando veía una la tenue luz hasta que ganó intensidad, además de un pitido enervante. No podía mover la mano y tenía algo en el cuello. Quise moverme, me pesaban los brazos y las piernas, estaba muy cansado. Pestañeé todo a mí alrededor era blanco: paredes, techo, cortina, puerta. Estaba en un hospital. Me dolió el cuello al girar la cabeza. En ese momento apareció Sasuke.

-Gracias a Dios, por fin despiertas-parecía aliviado.

Quise levantar la mano, pero no pude.

-¡Hey! Poco a poco, descansa, ya acabó todo-me acarició la mejilla  y me cogió la mano.

En el revés tenía clavada una aguja, conectada a un sistema de goteo. Lo miré, aunque me costaba mantener los ojos abiertos. Sus ojos ya no estaban sedientos de sangre, aunque estaba más pálido de lo normal.

-Lo hiciste-dije con dolor como si hubiera tragado papel de lija.

Se me quedó mirando por un momento hasta que luego asintió.

-Sí, ni yo mismo sé cómo controlé mi sed.

Agotado, pero sonriendo, dejé que la almohada cargara el peso de mi cabeza. Un vago recuerdo me borró la sonrisa de los labios.

-Orochimaru...-dije.

-Está muerto-interrumpió-, ya no pude hacer nada-prosiguió satisfecho.

-¿Muerto?-murmuré-. ¿Qué pasó?

Se reclinó en la silla sin soltarme la mano. Llevaba ropa limpia que parecía de otra persona.

-Si te soy sincero, no lo sé muy bien. El sótano empezó a arder cuando te sacaba de ahí. Orochimaru había puesto unas antorchas de aceite, quizá para impresionar a sus seguidores. La cuestión es que cuando su progenie le sostuvo al querer apartarlo de ti, se cayó una y prendió la alfombra, y, luego, los libros. También alcanzó el garrafón lleno de aceite que había al lado del hogar, las llamas lo engullían todo. Te subí, pero no tenías fuerzas para salir del recinto de la casa. Después ya sabes qué pasó.

-¿Cómo puede ser que no saliera ninguno?-pregunté.

Sasuke se quedó en silencio mirando el goteo, apretando la mandíbula.

-¿Sasuke?-dije levantando ligeramente la cabeza.

-Hay ciertas cosas que es mejor que no sepas-contestó con decisión.

Hubiera hecho lo que hubiera hecho, seguíamos vivos gracias a él. Le apreté la mano con complicidad. Sentí como se relajaba.

-Los bomberos dijeron que fue una explosión de gas. Por lo visto, el fuego llegó a la calefacción. Hubiera preferido que no hubieran venido, igual que la policía, pero el fuego no pasaba desapercibido.

-¿Qué le dijiste a la policía?

-Al principio nada, simulé estar en shock. Además, tenía miedo de que no aguantaras, aunque te conseguí cerrar un poco la herida del cuello-me acarició la mano-. Pensarían que estaba loco.

Recordando qué pinta teníamos, era un milagro de que Sasuke estuviera a mi lado y no en la cárcel en espera de juicio.

-¿Y qué les dijiste después-ttebayo?

Bajó la mirada y carraspeó.

-La policía piensa que Orochimaru pertenecía a una secta satánica y que te iba a sacrificar. Yo, tu novio, estaba en el momento equivocado en el lugar equivocado, por que sino, no te hubiera podido salvar. El fuego se extendió rápidamente y la calefacción explotó.

-¿Y cómo es que nosotros salimos y los demás no?-pregunté exhausto, y de repente tuve miedo-. Sasuke, ¿y si la policía investiga y se enteran de que mientes?-el pitido detrás de mí se aceleró.

-No lo hará. Relájate, dobe, tampoco vendrán a hacerte preguntas, el caso está cerrado.

No entendía cómo lo había hecho, ¿acaso llevaba en coma una semana?

-Para la policía somos las víctimas. ¿Acaso piensas que no me interrogaron? Les dije que te fui a buscar para hacer las paces, pero que nadie me abría la puerta, aunque había luz en la casa. Por eso entré a la ventana de atrás y salto la alarma. Dos guardaespaldas de tu tío me pillaron y, después de darme un par de golpes, me bajaron al sótano. Tú estabas inconsciente en el diván y los demás llevaban acabo el ritual. Forcejeé con los gorilas y entonces se prendió fuego. No sé cómo sucedió, estaba conmocionado. Te saqué en brazos y salí lo más rápido que pude. Por qué los otros no salieron ni me interesa ni tengo por qué saberlo. Estábamos en la salida cuando la casa voló por los aires. Lo mejor de todo es que tú no tienes que confirmar nada porque ya no despertaste hasta que te trajeron al hospital-me acarició la mejilla-. Créeme no hay de qué preocuparse.

-¿Y si me interrogan?-murmuré.

-Entonces les dices que te fuiste a la cama porque te sentías más casado de lo normal y que cuando despertaste estabas en el hospital y que no te acuerdas de nada. Pensarían que tu tío te sedó.

Cerré los ojos, parecía sencillo, y estaba demasiado cansado como para preocuparme. Me acarició mi cabello rubio.

-Duerme, Naruto, no le des más vueltas, todo saldrá bien.

-¿Lo consiguió?-pregunté casi adormilado.

-¿El qué?-dijo retirándose el pelo de la cara.

-Convertirme en lamia-sólo se oía el pitido-. ¿Sasuke?

-No-dijo con alivio y no lo comprendí-. Insistí que te hicieran un lavado de estómago; además, habías perdido tanta sangre que te hicieron transfusiones. Después de todo eso apenas te quedaba suero del que te había inyectado ese desalmado para acelerar tu cambio. Y no te quedaba ni sangre mía como para que pudieras convertirte. Es mejor así créeme.

-¿Por qué-dattebayo?-me resistí cuando Orochimaru me obligó, pero ahora me decepcionaba.

-¿Querrías estar atrapado en el cuerpo de un chico de diecisiete años para siempre?-preguntó.

Aunque no tenía diecisiete años y tenía diecinueve, parecía más menor por mi apariencia.

-Tú no eres mucho mayor-respondí luchando contra el sueño.

-Mi cambio fue motivado por un accidente, mi cuerpo decidió que estaba preparado.

-Quizá yo también lo estaba.

-No lo estabas, créeme-dijo en voz baja.

-¿Por qué es tan peligroso el cambio prematuro?

-Uno de cada tres muere, y de los que sobreviven, cuatro de cada cinco se vuelven locos. Por miedo a que Itachi o yo les hubiéramos dicho algo a los príncipes, tu tío quiso acelerar el cambio. Probablemente prefiriera incluso a un Príncipe Kyuubi tarado para poder controlarlo más fácilmente.

-Pero haré el cambio igualmente, ¿no?-pregunté. Sasuke bajo la vista-. ¿No?

-No lo sé, es la primera vez que pasa algo así.

La puerta se entre abrió y una enfermera se asomó, vio que estaba despierta y sonrió, pero después se fue, para darnos un poco más de privacidad.

-¿Todo esto lo hiciste solo?-pregunté curioso.

-No.

-¿No? ¿Entonces...?

-Me ayudaron uno de los príncipes.-no dije nada, por un momento.

-¿Quién fue?

-Sarutobi. El tío de tu padre-me miró, recordé ese nombre, Sasuke lo había nombrado una vez que estaba leyendo el diario de mi madre.

-¿Cómo son los príncipes?-me entró curiosidad, de la nada.

-Antiguos y poderosos. Sólo un idiota se metería con ellos-dijo, y cogió mi mano con cuidado. Ojalá me quitaran ese ridículo suero pronto.

-¿Y cómo nos afecta eso a nosotros?-cerré los ojos.

-Dudo que nadie nos haga nada.

-¿Qué hizo cuando le pediste ayuda?

-Él fue quien arregló todo con la policía-confesó.

Sí, me podía imaginar perfectamente a mi tío abuelo diciéndole a la policía que cerraran el caso de su nieto. Me hizo gracia, pero luego me vino a la cabeza algo que había dicho Orochimaru hace  atrás.

-¿Por qué dijo Orochimaru que habías vuelto del exilio sin permiso?

Sasuke suspiró.

-Deberías descansar, dobe.

Abrí un ojo, Sasuke estaba con un codo apoyado en el colchón, cerca de mí.

-¿Por qué lo dijo?-insistí.

-Porque oficialmente no puedo estar aquí.

-¿Y qué pasa si alguien se entera?-pregunté, y me acerqué a él.

-Supongo que me juzgarían.

-Oh-murmuré con sueño, y cerré los ojos-. ¿Crees que hablar con mis tíos y tío abuelo para que te defendieran sería de ayuda-dattebayo?

-Seguramente, pero mientras esté bajo las órdenes de Sarutobi, nadie levantará un dedo contra mí.

-Bien.-cerré completamente los ojos, por fin. Sasuke me besó la frente y me dijo:

-Descansa, dobe.-satisfecho le cogí la mano. Ya sabía que hacer para que no me doliera la aguja del suero.

Finalmente me quedé dormido.

Continuará...

Notas finales:

Sabían, hace tiempo, cuando apenas empezaba a publicar este fic, por diverción comencé a buscar páginas sobre el nombre "El Beso del Vampiro" óbviamente encontré esta página y otra en la que era un fic de SasuSaku, al principio no sabía que era de esa pareja, y creí que me habían plageado mi fic, al leer el mismo resumen que éste. Me enojé tanto que comencé a leer los capítulos para ver si eran identicos a los que había escrito Hakusan, pero me llevé la despreocupación al ver que no eran iguales... u.u Así que no lo no reporté xD Ja, ja.

Ahora que recuerdo, nunca me fijé como se llamaba la página xD

Bueno, después de la estúpida anécdota chafa de quinta, sólo espero que les haya gustado el capítulo :DD Todo por fin se ha solucionado, el próximo es el final T-T ¡Buaaa! Qué tristeza, tal vez mañana lo actualice, antes del Lunes, porque el lunes entro a clases, desgraciadamente. ¡Noooo! ¿Alguién quiere entrar por mí? xD supongo que nadie ja, ja.

No olviden dejar sus comentarios, ya saben que sin ellos no podría continuar, y el próximo es el último, además de que les diré lo que me dijo Hakusan al terminar de leer su fic XD ¡Ñaka, ñakaa!

Oh y por si se preguntan, ¿a qué hora actualiza Niu-chan el fic? Pues, sinceramente, no les miento siempre he actualizado el fic, como a las 3:00, 2:00 o 4:00 de la madrugada, no sé. Me acomoda actualizar a esa hora, xD Soy un poco rara.

Ahora sí, me voy.

Les mando un bezaso y abrazaso xD Los quiero.

Nos leemos en el último capítulo (:


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).