Mientras Bud caminaba junto con los gemelos se imaginaba que cosas podrá hacer con ese par de hombres ya que desde hace tiempo los chismes acerca de la elevada promiscuidad del Dios Guerrero de Alcor era comidilla entre los centinelas, las doncellas y por que no decirlo de la gente del pueblo de Asgard se comentaba de la agitada vida del muchacho eso a pesar de que eran chismes molestaban de sobremanera a su líder Hilda de Polaris ya que tenía muchos problemas con el carácter agrio y algo sinvergüenza de Bud.
A su recorrido por las calles del pueblo los tres jóvenes se dedicaban a hablar de ellos mismos y de cómo pasaban su vida ahora que no había guerras de por medio. El camino era demasiado largo…A decir verdad Saga, Kanon y Bud estaban caminando por otros lugares para hacer tiempo cuando llegaron al palacio Bud se trepó del brazo de Kanon y le dijo algo muy subido de tono en el oído a lo que él respondió con una no muy santa caricia en los glúteos del menor. Al llegar a la sala principal Bud se disculpó con una tonta excusa que los demás pusieron en duda debido a la cara de chiste que puso el menor de los gemelos de la tercera casa; Syd por su parte regañó a su hermano por la tardanza a lo que él respondió con un gesto de cómo si no le importara.
Pasado el incidente los jóvenes se dedicaron a conversar y a conocerse un poco más; ya Tholl y Aldebarán habían hecho buenas migas por ser ambos lo de más altura entre todos a los que los demás se reían y se gastaban bromas de todo calibre de pronto Aioros de Sagitario cayó en cuenta que Syd estaba conversando muy animadamente con su hermano Aioria y con Mime. El sagitariano se quedó prendado de la belleza del arpista y en esa manera suave de hablar; se acercó a ellos y se quedaron charlando animadamente. Por su parte Siegfried cambiaba opiniones con Shura y con Death Mask en fin todos parecían llevarse muy bien muy especialmente los gemelos Géminis y Bud de Alcor que no dejaban de darse miradas sensuales de vez en cuando. Así todos departían juntos, cenaron, charlaron un rato hasta ya muy avanzada la noche cuando ya se dirigían a su habitación Bud como buena sombra que era se escondió detrás de una columna y al ver a los dos santos (que de santos sólo tenían el nombre) prácticamente se abalanzó sobre ellos y los llevó arrastrando a la habitación que los hermanos compartían.
Una vez allí Bud besaba los labios de Kanon mientras que él con una malicia increíble acariciaba el cuerpo del muchacho ambos cayeron a la cama besándose como si el mundo se acabara mañana por su parte Saga no podía creer lo que estaba viendo esa escena lo tenía boquiabierto de pronto su hermano y Bud se dieron cuenta que Saga estaba viendo con los ojos desorbitados como se besaban; Alcor soltó una risotada burlona avanzando hacia Saga y empezar a decirle palabras subidas de tono para provocarle y el mayor que no era de piedra tomó por los brazos a Bud y lo arrojó de tal manera a la cama que Bud casi se golpea contra la cabecera de aquella.
—Ouch… ¡Oye ten más cuidado! No soy un saco de papas—
—Mocoso… no creas que soy de acero…me estas provocando y yo te respondo—
—Oye Saga, se más cuidadoso con el nene ¿No ves que nos puede desarmar?—
—Kanon, deja de decir tonterías si el niño este está calenturiento ¡Que mejor que nosotros para quitarle la fiebre! ¿no crees?—
Kanon se rió de buena gana mientras observaba como su hermano mayor se desnudaba ante la mirada llena de deseo de Alcor; él por supuesto no se quedó atrás y se comenzó a desnudar también ambos hombres quedaron en traje de Adán ante el muchacho que también se quitaba la ropa ante la deliciosa escena pronto aquellos hermanos se echaron al costado de Bud para comenzar a besarlo de manera desenfrenada acariciando por completo el cuerpo de Alcor que para ese momento estaba en la cúspide del placer ebrio de tanta lujuria pero todo tiene un “hasta” o un “sin embargo” Cuando Bud iba a atender los miembros de ambos hombres alguien tocó la puerta Bud preguntó quién era y la voz respondió que era Milo que le urgía conversar con Kanon. Este por supuesto que sudó frío ya que el bicho y él eran pareja desde hace tiempo así que como alma quien lleva el diablo se procedieron a vestir para que Kanon saliera a atender al muchacho que estaba maldiciendo afuera.
Al siguiente día Bud salió como siempre muy temprano para correr pero al llegar Syd estaba en la entrada viéndolo con una expresión de seriedad en la cara.
—Oye Bud… ayer no te vi en tu habitación ¿Dónde pasaste la noche?—
—Eso…creo que no te importa ¿No hermanito?—
—Claro que no me importa…pero lo digo por esa marca tan horrible que llevas en el cuello—
— ¿Esa marca?... pues me la hizo una chica a quien hice pasar a escondidas a un lugar secreto… ¿Acaso esta mal traer mujeres?—
—No, no está mal… lo que pasa es que esa chica quien dices tiene una apariencia muy ruda— Dijo Syd soltando la risa mirando analíticamente a su gemelo.
— ¡Basta de interrogarme, Mizar! Yo me acuesto con quien me da la gana y no tengo que estar pidiéndote permiso para entregar mi cuerpo a ciertas personas—
Al decir esto Bud dio un empujón a Syd para irse dentro del palacio maldiciendo a su hermano por ser tan metiche y hasta algo preguntón pero no dejaría que nada se interpusiera ante la aventura más loca que estaba a punto de suceder.