Mi querido honey.
Capitulo 2: ese beso
By: Namida Tagani
Shuichi Shindou: joven inteligente, con grandes expectativas de la vida, de ojos amatistas, cabello hermoso y rosado, de piel sedosa y firme, piernas largas, cintura pequeña, estatura media; pero sobre todo el nuevo “honey” de Yuki Eiri.
Yuki Eiri: burócrata, súper millonario, engreído, guapo, rubio, de cabellos lacios y dorados, mirada color miel, todo un Casanova, popular, alto por naturaleza (ya verán porque), pero sobre todo el nuevo “amo” de Shuichi Shindou.
Hiroshi Nakano: mejor amigo de la infancia de Shuichi, es un chico de 17 años, de cabellos largos, elegantes, delgados, lacios y rojos; de estatura promedio, ojos pequeños, delineados y sexis; de tés blanca, buen carácter, maduro; pero sobre todo el hijo de un empresario muy importante.
.*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:
Esa mañana Shuichi se había levantado con la esperanza de un diferente mañana y de un inicio de clases prospero que indicara el comienzo de una nueva etapa para él; lo que nunca imaginó es que esas esperanzas se irían sin reservas al convertirse en el “honey” de alguien que apenas conocía. ¿Qué intenciones tenía? ¿Por qué lo eligió a él? ¿De dónde rayos lo conocía?
Todo había ocurrido tan rápido; aún no lograba aterrizar todas esas cosas que su amigo Hiro le dijo acerca de lo de ser “honey”; la sola frase de “suprema obediencia” le ponía la piel de gallina; y aún seguía sin comprender; como de un momento a otro ya era un esclavo de un tipo que en su vida había visto, definitivamente nada bueno le veía a aquella situación, “¿cómo iba a permitir que llegaran y le pusieran un arete de improviso y sin esterilizarlo? (¬¬…XD es Shu-chan ¡¡)” pensó mientras devoraba una paleta de chocolate con trozos de nuez (no es una magnum :P) al lado de su mejor amigo que solo mordía un pedazo de madera (s k ya se la acabo :P)
:*:*:*:* Flash back Shuichi:*:*:*:*:*:*
-¡¡¡¡ ¿Qué?!!!!
-Si, mí querido amigo, así como lo acabo de decir; ahora eres su “honey”, y ese arete lo demuestra-dijo señalando la oreja del menor, de la cual caía un bello pendiente de oro con detalles en azul turquesa (nótese que me gusta el color) ajustado en el lóbulo derecho del pelirosa.
-¿Pero como? ¿Por qué yo?-preguntó aún incrédulo el chico, mientras miraba a su amigo con cara de cachorro.
-¿Cómo? Pues solo tuvo que ponerte aquel arete y se acabó, no podrás quitártelo a menos que él quiera quitártelo-indagó-y lea el código que se encuentra detrás del arete que esta en su oreja-dio una pausa y continuó-¿Por qué tu? No lo sé debe ser alguno de sus tantos juegos, como los que esta acostumbrado a jugar; además como una de las familias mas ricas de todo el mundo tiene derecho.
-¿Un arete?-continuó con el “interrogatorio”-¿Derecho?
-Si, verás el amo lleva consigo el mismo arete que su honey, ósea tú y Yuki llevan el mismo arete; digamos que es una medida de identificación entre “amo” y “honey”; y el derecho es el que se le concede en esta escuela a 7 personas únicamente.
-aaaa ahora veo-reflexionó un poco-pero ¡insisto! ¿Por qué yo?
-Eso es algo que nos va a tener que responder muy pronto mi “adorado socio”-dijo sarcástico.
-¿“socio”? ¿Por qué? No entiendo, explícame-bufo el pelirosa, casi al borde de la confusión total.
-No, además ya van a comenzar las clases-señaló el reloj colocado en lo más alto de la torre principal ubicada en la entrada del Instituto. Ciertamente ya se había demorado bastante en su arribo al aula.
-aaaaaaaaaaa demonios, ni me fije-corría a toda velocidad (1 km/hr) a su destino.
-Si, ya lo note-animó al chico-anda vámonos-lo tomó de la mano para apresurar el paso y no dejarlo atrás.
Ambos se dirigieron a toda prisa a su salón de clases; la primera hora era motivo de presentaciones y demás faramallas que se realizan durante el primer día de clases; nada fuera de lo común: se levantaban, decían nombre, edad, gustos, expectativas, etc.; y con el paso de las horas uno a uno se iban presentando los maestros de cada una de las asignaturas.
Todos eran muy diferentes, pero Shuichi era feliz con el simple hecho de tener a Hiro como su compañero, después de todo era su mejor amigo, lo conocía desde siempre, para él los demás solo eran gente creída y hueca sin nada bueno que aportar al mundo.
-Aaaa que difícil.
-¿Difícil? Lo dice el señor becado con un 87% de los gastos totales cubiertos-reflexionó un poco- espera, ya no eres mas un becado eres un “honey”-embozó una risita burlona.
-No, ya decidí que como no entiendo nada de eso, yo no soy un “honey”, yo soy un Shuichi-contestó llevando su dedo pulgar a su pecho y mostrando una sonrisa de oreja a oreja tal lunático.
El pelirrojo no pudo aguantarse la risa ante la ocurrencia de su amigo; algo no muy extraño, ya que siempre había sido así; o por lo menos desde que ambos chicos tenían memoria.
-¿De que te ríes?-preguntó con los cachetes ya muy inflados el menor.
-¿yo? De nada-dijo tajante, intentando ocultar esas risas que solo el pequeño sabía sacarle.
-¡Que bien! Creí que habían contado un chiste y yo no me enteré-se llevó una mano a la cabeza revolviendo un poco sus cabellos mientras sonreía un poco.
Nuevamente esas ganas de reírse brotaron en el pelirrojo; era imposible aburrirse con ese pelirosa tan ocurrente como amigo, esa amistad era inigualable, que ni toda la riqueza de su familia se comparaba con todos los bellos momentos que había vivido gracias a Shuichi.
:*:*:*:*:*:*:*: Fin flash back Shuichi:*:*:*:*:*:*:*
En la parte trasera del Instituto; se hallaba un hermoso jardín en el que se desplegaban arboles de Sakura, arbustos con flores de muchas clases y colores, dos pequeños arroyos empedrados, tres fuentes y un viejo roble al centro de tan espectacular recinto (mi combinación toda rara 8/….)
-Yuki-senpai-dijo una chica rubia con pecho grande y descubierto, de enormes ojos marrones-escuché que adoptó a un nuevo “honey”-se sentó a un costado del rubio.
-Si ¿y que?-dijo cortante, sin importarle la presencia de la chica.
-Pues que, usted no tiene la necesidad-rodeó el cuello del rubio con sus escurridizas manos-me tienes a mi Yuki-senpai-acercó ese protuberante busto al cuerpo de Yuki.
-¿Y tu crees que eso es suficiente?-la miró con desinterés- Claro que no, tonta-le dirigió fríamente-¡quítate de encima de mí! Estás gorda y pesada-le reclamó.
-Eres un idiota-dijo molesta levantándose del césped-por eso es que tus relaciones no te duran, y por eso “ya sabes quien” te dejó.
Aquella chica se dio la media vuelta dejando solo al rubio; éste sólo se volvió a recostar en el césped, pensando en “ya sabes quien”; era cierto que esa persona había sido el primer amor de su vida, pero fue tan idiota que lo dejó al enterarse de que todo había sido por una apuesta; y sí, así fue en un principio pero después todo cambio; aunque claro nuca se tomó la molestia de intentar arreglar ese mal entendido.
-¡Maldita sea!-se quejó el ojimiel al notar su leve nivel de idiotez.
A lo lejos se veían a dos chicos muy apuestos caminando mus felices; uno sonreía mientras el otro se limitaba a escucharlo.
-Aaaaa ¿con que ahí estabas?-miro su reloj-todavía es temprano, me divertiré un poco-rió levemente.
Se levantó decidido a molestar al pelirosa, era muy bien sabido que eso era lo que mas le gustaba hacer a aquel joven apuesto; pero las apariencias no siempre lo dicen todo.
-Oye Hiro ¿Crees que esta bien el arreglo?-preguntó dudoso mirando una hoja algo arrugada que traía consigo.
-Pues sí, según mis pocos conocimientos de música adquiridos en mis cursos, yo opino que están bien-levantó un pulgar en honor al chico-no te preocupes saldrá bien-puso un brazo sobre el hombro de su amigo.
-Pero es que quiero que el festival sea todo un éxito, quiero hacerlo muuuy especial-enfatizó.
-Y lo será, pero si te pones en tu papel de “hermano desesperado” vas acabar por arruinarlo todo-amenazo al pelirosa.
-mmm tienes razón, será mejor que piense positivo-ese semblante alegre volvió a invadir ese bello rostro que poseía.
-Exacto.
-Bueno ahora si como iba…Tu mirada clavada en ese cielo distante…brillando cual latir de corazones…una mirada entonada en un pensamiento…rayo de fé que alumbras tinieblas…
-Es buena la canción-opino el pelirrojo.
-¿Enserio?
-Si-afirmó decidido.
-Claro que no, lo dices porque eres mi amigo y me estimas, yo sé que no es muy buena, pero me gusto desde el primer momento… ¿quieres escucharla?-preguntó apenado.
-Para eso me trajiste hasta aquí ¿no?
-Si...bueno cof cof cof-puso una de sus manos cerrada en puño delante de sus labios, tomó un poco de aire y se entonó.
~~uuuu…tu mirada clavada en el cielo distante~~
-“ese canto es familiar”
~~brillando cual latir de corazones~~
-“¿Habrá regresado?”
~~una mirada entonada en un pensamiento~~
-“Debe de ser una broma”
Una mirada amatista y una miel se cruzaron…una era incrédula, la otra mostraba sorpresa, pero de alguna forma ambas se buscaban desde hace mucho tiempo.
-Shu ¿Por qué te detienes?-dijo el pelirrojo al notar que su amigo había dejado de cantar.
-Tú-soltó levemente el pelirosa.
-¿Tu cantabas?-cuestionó el rubio
-A…Aja-afirmó con algo de vergüenza agachando el rostro.
Sin decirse nada mas el rubio se encamino hacia Shuichi, delicadamente tomó ese rostro sonrojado y lo dirigió hacia sus tibios labios fundiéndose en un beso que ninguno de los dos espero que pasará; uno actuaba sin control mientras el otro era descontrolado.
Continuará...